"...Ya no tengo salida...tal vez nunca la tuve...él espero...un momento... para dar el golpe perfecto..."

-lo...los miembros del consejo! Los asecinaste! ¿Por qué? -le grito siendo retenida por Jakotsu deteniéndola antes de ir a golpearlo-el trato era no mas muertes

-no Kagome- volteo a verla con una sonrisa irónica-el trato era dejar con vida tu hermana, al cuarteto que te siguió hasta aquí y a tu pueblo, pero no me pediste los miembros del consejo-aquella confesión la dejo sin mayores palabras, sintiéndose culpable de su muertes, se le había olvidado por completo ellos en su negociación

-yo...yo...

-no te sientas culpable...al fin y al cabo nunca estuvieron de acuerdo con tus decisiones-pronuncio restándole importancia a la situación, posando su alabarda en su hombro acercándose a ella en tanto ella bajo la mirada resignada, su cuerpo también pesaba si no fuera por Jakotsu quien la sostenía hubiera acabado en el suelo de rodillas-mírame Kagome-ordeno el peli negro de pie frente a ella con un por orgulloso y autoritario, pero la chica no reaccionaba, seguía en la misma posición lamentándose por la muerte de aquellos que no pudo salvar, una sensación de molestia cruzo en la mente de Bankotsu frunciendo el ceño -¿Por qué se lamenta por la muerte de esos estúpidos? Siempre se interpusieron en su camino y la han obligado hacer cosas que ella tal vez no quería -pensó mientras la observaba, dejando su arma en el suelo, para agacharse quedando a su altura, tomando sus mejillas con sus manos obligándola a verlos a los ojos

-¿eh?-se cuestiono con ojos ampliamente abiertos a ver el rostro del hombre que saqueo su pueblo mirándola fijamente, con sus pulgares acariciaba delicadamente su piel, quitando el marcado de sus lagrimas que recorrían sus mejillas

-no te lamentes Kagome...-le dijo acercándose a sus labios para besarlos sin ningún impedimento, dejando a la joven en estado de shock y a su hermano mirando la escena con incomodidad desviando hacia otro punto que no fueran ellos con algo de fastidio, separándose rápidamente de ella poniéndose de pie dándole la espalda-el trato sigue en pie, si lo rompes tu hermana pagara la consecuencias

-¿Por qué lo hiciste?-le grito molesta al reaccionar

-porque se me pego la regalada gana tomar tu palacio

-no, eso no, ¿Por qué me besaste? No era necesario!- le volvió a gritar de manera desafiante, con una mirada que mostraban irritación, pero sus mejillas yacían pudorosas, notándolo fácilmente haciéndolo sonreír de lado respondiendo

-tenia que saber como besaba mi futura esposa

-¿Qué te crees idiota?!-contesto forcejeando

-¿así tratas a tu nuevo rey? Deberías pensar mejor tus acciones antes que tu pequeña hermana pague las consecuencias de tus actos-respondió irónico cerrando sus ojos cruzándose de brazos victorioso

-quiero a cambio algo...-negocio Kagome, abriendo los ojos de improviso Bankotsu- solo quiero pedirte una cosa

-¿Qué quieres? ¿tu libertad? ¿Qué no mate a nadie mas?-pregunto con algo de burla

-no...-se pauso bajando la mirada, siendo notado por Jakotsu que hablaba seriamente, soltándola de manera inconsciente para que ella se pudiera poner de pie, y negociar con tranquilidad

-habla

-te entregue mi pueblo, mi palacio y nuestras vidas...-prosiguió la joven-solo quiero una cosa

-¿Qué quieres entonces? Me arte de tanto rodeo habla-gruño molesto

-seré tu reina, y tratare de darte el hijo varón que tanto quieres-dijo con un hilo de voz, tratando de contener sus propias lagrimas-a cambio quiero..., fidelidad...-un profundo silencio inundo el lugar, quebrándose en una sola carcajada de su opresor

-¿enserio crees que te considere esa estupidez que me pides?-contesto arrogante

-es lo único que te pido a cambio de mi imperio y mi vida...-hablo Kagome seriamente-es un precio justo ¿no crees?

-¿y si te hago infiel?-la desafío con esa pregunta mirándola con la misma arrogancia, sin imaginarse que ella saca rápidamente de la faja de su vestido una daga tomándola con sus manos apuntando hacia su cuello alarmando a ambos guerreros

-si me haces infiel, moriré bajo mi propia mano...-contesto segura

-que estúpida, tu no dejaras a tu hermana sola-respondió tratando se acercarse a ella pero cada paso que daba Kagome mas presionaba la daga contra su piel

-Rin tomara la misma decisión que yo cuando se entere de mi muerte, no me preocupa..., no me volverán a ver la cara de estúpida

-¿Qué?-reacciono de inmediato

-no otra vez...-musito la joven decidida-¿tenemos un trato? Habla!

-esta bien!-le grito molesto-de acuerdo, te seré fiel-contesto mas sereno, bajando ella el cuchillo de sus manos dejándolo caer al suelo

-bien...-sonrió, para luego desplomarse en el suelo, cuando es sostenida por él cargándose entre sus brazos sintiéndose extraño

-¿dejaras de jugar algunas vez hermano?-pregunto Jakotsu detrás de él

-no creí que me pediría eso...-pensó mirándola -y tampoco que iba atentar contra su vida si no le obedecía-la miro con cautela, sacándola de la sala bañara de sangre hacia sus aposentos, mientras que ella abrió lentamente sus ojos viendo el rostro de quien la cargaba, aquella imagen que contemplaba se le hacia familiar...¿eres mi familia? Kagome...

-ese niño...-susurro, antes de volver a dormir entre sus brazos

Por otra parte, Rin corría tan rápido como podía por los enormes laberintos que se volvían los pasillos de su palacio, había dejado sus zapatos atrás que le entorpecían para avanzar mas rápido, mientras que tomaba su vestido para evitar tropezarse con el, se sentía culpable, ya que su hermana se sacrificaba por completo para salvarla, se odiaba a ella misma de ser tan testaruda, derramando lagrimas en su camino cuando frente a ella apareció una enorme puerta que abrió de manera instintiva, encontrándose con una sorpresa

-ustedes...-susurro al ver a algunos soldados de su reino encerrados allí-pero...están con vida...

-vaya, vaya-dijo uno de ellos poniéndose de pie de manera intimidante-aquí esta la hermanita de la reina que nos condeno a todos...-rodeándola tensándola aun mas haciéndola retroceder

-¿Qué? pero...mi hermana...-sus cuerpo la traicionaba, sentía miedo al ver como todos la miraban como un objeto de perversión y lujuria, las miradas mas sucias que ella allá visto jamás

-¿Por qué no le hacemos pagar con su hermanita todo el daño que nos ha hecho?-propuso uno de ellos-¿Qué les parece?

-si!!!!-respondieron en un eco profundo que se escuchó en toda la habitación, mientras uno la empujo hacia el suelo haciéndola caer en medio de todos

-de seguro como la tradición lo dice es virgen, yo quiero ser el primero-pronuncio uno de ellos mientras intentaba quitarse la ropa, la joven, mientras que Rin estaba helada frente a la situación , su terror mas grande se hizo presente al sentirse sola, y no pudiendo reaccionar, cuando era tomada por varios hombres comenzando a forcejear-no! Auxilio! Auxilio! Alguien!-comenzó a gritar con lágrimas en los ojos -por favor!

-que estúpida eres niñita, nadie vendrá a ayudarte- dijo el soldado comenzándola a rasgar su vestido, comenzando ella a gritar

-suéltenme! Por favor! Ayuda!- mientras escuchaba risas perversas en sus oídos tratándose de apartar pero no podía, cuando de un momento a otro todo se volvió un silencio sepulcral, su vestido dejo de destrozarse y aquel hombre caía abatido frente a ella, pero no lo noto hasta que pequeñas gotas rozaron su piel, abriendo los ojos lentamente, encontrándose con miradas de terror de los hombres que intentaron abusar de ella, levantando la mirada admirando la sombra de el Dai youkai con sus garras ensangrentadas para luego ver el cadáver en el suelo, detrás de él corría el pequeño ser de apariencia de sapo quien se apresuro en llegar a donde la joven quien era rápidamente liberada por los soldados

-a tu habitación- ordeno con un gruñido a la joven quien no reaccionaba irritándolo aun mas-Jaken, sácala de aquí

-si, señor-contesto ayudándola a acomodar un poco su vestido rasgado, para tomar su mano y dirigirse a la salida cruzándose con el demonio plateado quien observo solo miedo en sus ojos, chocando son su campo de energía que le impedía si quiera tocarla

-no la dejes sola-ordeno pero no a su fiel sirviente, sino al hermano del guerrero que estaba detrás de él viendo la escena

-me quería divertir-protesto

-ya hable

-bueno-respondió fastidiado-me prometieron diversión y solo ustedes se divierten -termino de decir cruzándose de brazos, siguiendo a Jaken y a Rin a paso lento cerrando la puerta- que descansen en paz

Gritos, solo gritos se podían escuchar a larga distancia desde aquella habitación, mientras que Rin se encontraba totalmente perdida de sus propias acciones siendo guiada por el pequeño sapo hasta su habitación, cayendo de improviso al suelo, recibiendo una mirada lamentosa de su pequeño acompañante

-vamos Rin...-le pidió Jaken, tomando su mano para levantarla nuevamente llevándola de camino a la habitación-no te preocupes el señor Sesshomaru arreglara todo-concluyo aunque ella no le escucho del todo, llegando a los aposentos de la joven, recostándose sobre la cama siendo arropada por el pequeño sapo-trate de descansar princesa Rin...

-Jaken...

-hm...

-Kohaku vendrá por mi ¿verdad?...-pregunto con un hilo de voz

-niña yo...si...eso creo...-contesto con dificultad-deberías descansar-termino de decir marchándose

-gracias Jaken...-contesto con una sonrisa, mientras cerraba su puerta, no alcanzando a dar ni si quiera un paso encontrándose con el demonio plateado

-amo bonito, no le dije nada señor-dijo rápidamente, notándolo con sangre en sus atuendos blancos, garras y armaduras

-lose-respondió cortante caminando hacia la puerta de los aposentos de la azabache

-espere amito

-¿Qué quieres?

-yo...nada, señor...-contesto, recibiendo una mirada de indiferencia por parte de su señor, cuando este abrió la puerta lentamente encontrándose con la figura femenina durmiendo en la habitación, notando en sus manos un pequeño trozo de papel que caía lentamente al suelo, tomándolo entre sus garras, abriendo ampliamente sus ojos

Mi querido príncipe...

No sabes cuanto he añorado el día en que ambos estemos juntos para siempre, he contado muchos amaneceres para que se cumplan mis sueños junto a ti...

Presiono fuertemente aquel papel entre sus garras, lleno de coraje, que ni el mismo se lo podía explicar, ya había recibido muchas cartas de parte de ella y no había reaccionado igual, sintió que un fuego lo quemaba por completo enfureciéndolo aun mas, nunca la había visto hasta que llego al palacio solamente teniendo como conocimiento su sola fragancia, se alejo de ella, retirándose de los aposentos a paso lento preguntándose así mismo -¿Qué diablos me ocurre con esta humana?

En la habitación de Kagome, ella abría sus ojos sobresaltándose de inmediato mas aun al ver al guerrero de la alabarda frente a ella mirándola con seriedad

-vaya que duermes

-¿Qué haces aquí?!-le reclamo

-¿acaso no recuerdas nuestro trato? Todo me pertenece, hasta las habitaciones-sonrió con perversión

-pero...pero...aun no te nombro rey-contesto

-me da igual al fin y al cabo mañana será nuestra boda, así que quiero conocer la que va hacer mi habitación -respondió cruzándose de brazos recorriendo a paso lento los aposentos de la reina

-¿Qué? ¿mañana?!!!-pregunto con un grito

-si-contesto con simpleza- nos casaremos y me nombraras rey frente al pueblo

-pero...

-nada de peros se hará mañana y ya!-dijo fastidiado-así que vete preparado a la idea que mañana serás mi esposa -le ordeno mientas se marchaba-otra cosa...-se pauso- todo seguirá igual a como lo conocías, eres libre de hacer todo lo que quieras en el palacio, al igual que tu hermana, pero si llegas a escapar, ya sabes lo que sucederá

-¿Qué? pero...

-adiós...-cerrando la puerta, caminado por los pasillos de que seria su hogar oficialmente el día de mañana, deteniéndose en una de las enormes ventanas que le ofrecía una hermosa vista a los jardines que habían sobrevivido a la batalla, un pensamiento negativo cruzo por su mente haciendo fruncir su ceño diciéndose así mismo-no me queda mucho tiempo...

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holaaa espero que les guste este nuevo capitulo, muchas gracias por el apoyo, y sus bellos comentarios, perdon las faltas de ortografia, besos enormes!!!

proximamente..............................................................Capitulo VII Primer acercamiento...