Objetivo

Mis mejillas se enrojecieron. No esperaba oír algo así de él, por lo que me tomó con la guardia baja. 

—Bien, entonces tengo una sola petición a la que espero accedas — le dije. 

—Me saliste tremenda negociante. Dime, ¿de qué petición hablas? 

—Te ayudaré, pero a cambio quiero que dejes a Osvaldo regresar con su familia. 

Frunció en entrecejo. 

—No tengo ningún interés en arreglar la relación entre él y yo, con todo esto he descubierto que no lo merezco, más bien, jamás lo merecí. 

—Dejar a un testigo, o más bien, un cabo suelto, no es muy inteligente que digamos. ¿No lo estarás haciendo para intentar traicionarme por segunda vez? 

—En ningún momento te traicione. Fuiste tú quien estuvo usándome y mintiéndome. Tenías planes de acabar conmigo. Los oí a ti y a tu hermana hablando de eso. 

—Del dicho al hecho hay un gran trecho. 

—Solamente te pediré eso. 

Se mantuvo en silencio unos instantes, acariciando sus labios con el dedo pulgar. 

—Bien. Te concederé esa petición. Aunque dijiste que lo deje regresar con su familia, jamás me especificaste cómo. ¿Qué prefieres? ¿En una bolsa, un ataúd, en una olla, o envuelto en papel de regalo? 

—No te hagas el gracioso. 

—Suena estupendo en cada una de ellas. 

—Niegas estar celoso, pero solo demuestras con esos comentarios que no soportas siquiera saber de su existencia. Es raro que no hayas actuado por tu cuenta y le hayas hecho algo teniéndolo en posesión. 

—Digamos que, actualmente no representa una amenaza para mí o mis planes. Bueno, eso espero. Si algo así sucede, esa boquita que me vuelve loco con sus palpitaciones pagará las consecuencias. 

Mordí mis labios instintivamente y esbozó una sonrisa. 

—¿Qué planes tienes en mente?

Miró su reloj, ensanchando una segunda sonrisa. 

—Debes prepararte, porque esta misma noche haremos una visita. 

—¿Hoy mismo?

—Claro. Debemos lucirnos — enredó un mechón de cabello en su dedo, aproximándose a mi rostro—. Será la primera colaboración de todas las que nos esperan. Hoy promete ser una noche especial; nuestra noche, así que hagamos que sea la más encarnizada de todas. 

—Suena estupendo. Pero antes, tenemos que desinfectar estas heridas. No vaya a ser que se infecten y tarden más en sanar. 

Me aparté con intenciones de buscar el alcohol que había dejado por alguna parte de la casa, pero no recuerdo exactamente dónde, cuando sentí sus brazos alrededor de mi cuerpo atraparme. Tambaleé debido al dolor que recorría la planta de mis pies, ya que del todo firme no podía pisar, y él se tambaleó junto conmigo, haciendo que todo lo que había en la mesa de noche cayera al suelo y se rompiera. 

—¿A dónde crees que vas? 

—Cálmate, travieso. Vamos a destruir toda la habitación y esta casa es alquilada, no es mía. Cuando la propietaria se percate de todos los daños provocados a su propiedad, va a armar tremendo lío. 

—Me importa una mierda lo que diga esa vieja bruja — levantó mi cuerpo, para por último dejarme caer sobre la cama. 

¿Planea hacerlo una vez más? Era la pregunta que me hacía, tras verlo tan energético de nuevo y con esa sonrisa tan maliciosa y perversa en sus labios al ver mis piernas abiertas. 

Tiró de mis piernas para llevarme al borde de la cama y se puso de rodillas para quedar entremedio de ellas. Las flexionó, contemplando con detenimiento su obra. Al sentir su aliento caliente en esa zona, un escalofrío se hizo presente. 

—Espera, tú acabas de… — no pude terminar de decirlo, cuando mordió ligeramente mi labio, desencadenando una ola de sensaciones. 

—Tú solo calla — sus dedos se acomodaron en mi canal, obligándome a curvar la espalda y aflojándome un gemido—. Tú único objetivo de ahora en adelante es terminar en mi boca. ¿Entendido?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top