Confusión
Batallé como pude para no dormirme, pero caí rendida bajo la comodidad y tranquilidad que me brindaba estar entre sus brazos.
Me desperté de repente por una sensación de húmedad y calor en mi intimidad, encontrando a Adrien entre mis piernas devorándome como un animal hambriento. Mi ropa interior no estorbaba, pues se encargó de moverla a un lado para acaparar mejor cada zona visible.
En ese viaje astral pensé que me succionaría hasta el alma. No debía estar haciendo esto de nuevo con él, pero ¿cómo puedo decir no a algo que se siente tan jodidamente bien? ¿Por qué tiene que ser tan bueno en esto?
Cerré los ojos, mi respiración se tornó agitada y mis palpitaciones recurrentes.
—Adrien — mis dedos se enredaron en su cabello, al someterlo a no despegarse ni un solo segundo, mientras mis piernas lo apresaban—. Esto es lo que mereces por arrogante y desgraciado — froté mi intimidad, sintiendo las banderas de alerta, por la amenaza de este inmenso volcán estallar.
Esos bellos ojos, esa mirada hambrienta y deseosa fueron mi perdición en ese fulminante momento. Perdí la batalla contra él, por más que me esforcé en retenerlo por más tiempo.
Me quedé con la habitación, estoy segura de que todos ahí fuera debieron escucharme. No puedo controlar todo lo que me hace sentir. Conoce mi cuerpo mejor que yo misma.
Su barbilla y labios estaban repletos de mis fluidos. No había belleza y satisfacción más grande y única que esa.
No sé por qué me hace estas cosas. Si no siente absolutamente nada por mí, ¿por qué me complace? Su espíritu egoísta y narcisista no debería permitirlo, pero parece disfrutarlo a plenitud. ¿Por qué me confunde? Me hace volar alto y luego me deja caer de golpe.
Algunas veces lo siento tan cerca, tan mío como ahora, mientras que en otras ocasiones, tan dolorosamente inalcanzable. ¿Realmente todos estos besos, caricias y miradas son falsas? ¿Es siquiera posible que actúe tan perfectamente bien, como para fingir y transmitir sentimientos, aunque en el fondo no los tenga? ¿Es posible que todo esto que me transmite el roce de su cuerpo con el mío, más esta supuesta conexión inquebrantable entre los dos, solo se trate de una ilusión creada por mi cabeza?
Otra vez he vuelto a fallarme. Me dejé sucumbir por este deseo incontrolable y maldito que me quema. Siento que cuanto más busco odiarlo, más me enredo con él en este juego del que no sé quién resultará ganador, pero creo que soy la única en evidente desventaja, porque soy incapaz de rechazarlo.
***
Hace dos semanas estuve presentándome al banco con Gisela para depositar el cheque en mi cuenta. Tuve que actualizar mis datos personales, pues era un requisito que debía cumplir.
Luego de haber estado tanto tiempo inactiva, volví a reaparecer como un espectro en las redes sociales. Ha causado mucho furor entre las personas. A muchos les tomó por sorpresa, pensaban que la supuesta fama me había cambiado. Si supieran todo lo que me ha tocado pasar, ninguno se atrevería a burlarse.
Las cosas con Adrien cada día cambian, a veces se siente que nuestra “relación” va progresando y otras veces pareciera que va decayendo. Terminé mudándome de cuarto a la habitación principal. Dormimos juntos, como lo haría una pareja normal, aunque durante el día ha estado de arriba para abajo con el tío, pues supe por él mismo que tenían pensado lanzar un cortometraje de terror, donde él sería el protagonista.
Me sorprendió que me invitara al rodaje hoy por la noche, pues mayormente asistía durante el día. Se oía animado al respecto. Vine acompañada de Gisela al estudio de grabación. Ella se ha vuelto mi compañía mientras él no está en casa. Nos hemos acercado mucho. No puedo mentir, me cae bien. Es tan diferente a aquella odiosa de Camila.
El estudio de grabación no se veía como la última vez que estuve aquí. Habían construido una especie de escenario, con cortinas rojas y toda la cosa, como si fuera un espectáculo teatral. No había mucha gente, solo unos pocos, entre ellos tres camarógrafos, el equipo de sonido y ayudantes, y por último el tío. Adrien no se veía por ninguna parte.
No me atreví a hablar o hacer el más mínimo ruido, pues estaban grabando y no iba a interrumpir. Las cortinas rojas eran lo suficientemente finas como para verse detrás de ellas bajo los focos. De las dos siluetas que aparecieron tras ella, solo una pude reconocer, y fue la de Adrien. La otra parecía una mujer de cabello rizado. Ella era la única sentada. Las luces detrás de cámaras las apagaron, dándole la atmósfera intensa y de terror que ameritaba.
Cuando las cortinas se abrieron de par en par, quedé embelesada al ver a Adrien ahí de pie, con esa vestimenta oscura que le resaltan todos sus atributos, con un antifaz negro y bordado en dorado. Por un momento sentí envidia de esa mujer, a pesar de que ella no podía siquiera moverse, pues sus manos y piernas estaban atadas a la silla y amordazada.
Adrien portaba un cuchillo de gran tamaño de acero, con un filo bastante intimidante que pondría a temblar a cualquiera. Me trae tantos recuerdos de esa noche en que se portó como un animal salvaje y me tomó con tanta rudeza. Solo de pensar en esa noche, siento la necesidad de frotar mis piernas.
La suavidad en que descendió la hoja de ese cuchillo por el pecho de la mujer, solo me incitaba a no perderlo de vista y a recordar cada detalle. El cuerpo de la mujer temblaba y las expresiones que hacía le daban un toque más realista a la situación. No sé por qué me siento tan extrañamente bien con esto.
Todo tomó un giro radical, cuando la mujer logró zafarse de un brazo e intentó proporcionarle un golpe a Adrien. De un empujón la silla cayó junto con ella rompiéndose el espaldar. Le arrancó la mordaza, dándole libertad de gritar todo lo que quisiera. Su llanto resonaba en el estudio, sobre todo sus ruegos.
—Llora; llora más — en su pantalón se reflejaba que la situación le estaba encendiendo—. Muestráles tu dolor.
No le guardaba celos a ella por causar este tipo de reacciones en él, pues me estaba sintiendo igual. Lo sé, es enfermizo, una completa locura. Aun consciente de ello, no puedo evitarlo.
Su actuación fue tan real y se lo estaba viviendo tanto, que no se reflejaba en él emoción alguna, ni siquiera cuando fui testigo de cómo la silenció frente a todos. Esos efectos de sangre lucen demasiado reales. No sé quién sea ella, pero es una excelente actriz. Sus expresiones faciales, sobre todo su llanto de agonía, daban escalofríos. Es la primera vez que me siento extasiada con algo así.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top