Capitulo 2

Habían pasado ya tres días, los cuales el azabache describiría como incómodos y llenos de tensión, había tenido más de un momento a solas con Sanemi y este parecía divertirse con las reacciones que le provocaba al ojiazul.  Giyuu sin duda no lo estaba pasando para nada bien, el único momento en dónde podía tener tranquilidad era estando en casa, un lugar en donde el albino no podía molestarlo.

En este momento, estaba fuera de su lugar seguro, cosa que lo ponía con los nervios de punta. Ahora mismo eran apenas las siete de la mañana, aún faltaba una hora para que comenzaran sus clases de hoy, tenía sueño y un mal humor terrible. Uzui los había citado en la entrada de su escuela, pero seguía sin entender para que.

— Uzui-san ¿Puedes decirnos para que estamos aquí tan temprano? — Pregunto algo molesta Kocho.

— Se me ha ocurrido la idea más extravagante del momento — Sonrió ampliamente orgulloso de sus palabras.

— ¿Ah, si? Y ¿Cuál? — El ojiazul bostezo, cansado.

— Mis extravagantes amigos, vendrán con nosotros al colegio, por un día — Sin duda el sueño salió del cuerpo de Giyuu en ese instante, era una broma ¿Verdad?

— kyaaa ¡Me encanta la idea! Podré enseñarle a Iguro muchas cosas! — Uzui asintió feliz, al menos Kanroji estaba de acuerdo con el.

— Y ¿Cómo será posible eso, genio? — 

— Nosotros les haremos un pequeño cambio de look, algo extravagante, pero aceptable. Soy un genio ¿Verdad? — Kocho y Tomioka se miraron, ambos descontentos con la situación.

— No cuentes conmigo para eso Uzui, yo no ayudaré a esos pobretones — finalmente hablo el azabache, el sin duda no iba a ser parte de esa estupidez.

— ¡Será divertido! Además aún es nuestra primera semana de clases, los maestros no lo notarán — Trato de sonar convincente.

— Me niego, ¿Que tal si roban algo de la escuela? Nosotros nos meteremos en problemas si eso pasa —

— Hay mejores lugares para robar, principe — Esa maldita voz  lo seguía poniendo nervioso, pero sin duda no se espero que el albino lo tomara del hombro para acercarlo a él.

—  Nosotros también estamos en contra, si eso les preocupa — Está vez fue el chico heterocomatrico quien hablo, pudo notar el breve sonrojo que apareció en Mitsuri al escucharlo.

—  ¡Iguro-San! A nadie le preocupa, ¿Verdad, chicos? — La chica azabache con puntas moradas, solo suspiro, mientras que Tomioka rodo los ojos y aprovecho la situación, para alejarse de Sanemi.

— Entonces ¿Cuál es el plan? — A Uzui le brillaron los ojos, ante la pregunta.

— Shinobu y Kanroji, ustedes ayudarán a Iguro, le ayudarán a adaptarse y como ustedes hoy tienen más clases juntas, Iguro se va con ustedes — Mitsuri asintió feliz, en cambio la otra mencionada solo sonrió falsamente. — Yo estaré con Rengoku, mis horarios no concuerdan con los suyos, así que el puede estar conmigo —

— Me niego — Soltó de golpe el de mirada zafiro, a él le tocaría estar con Sanemi y por obvias razones, no lo iba a aceptar.

— Oh, vamos Tomioka, solo serán unas horas, Sanemi va a portarse bien. ¿Verdad, Shinazugawa? — Tengen esperaba que así fuera, había podido notar como estos no se llevaban bien y por lo mismo hacia planes para que ambos, mejorarán su relación.

— Si hago algo que no te gusta, puedes castigarme, príncipe — La forma en la que lo dijo, provocó un muy notorio sonrojo en el azabache, quien se cubrió el rostro con sus manos.

— Vayamos al Gimnasio, a estas horas no hay nadie ahí — Todos asintieron y con cuidado entraron a la escuela, rogando que nadie conocido los viera y acto seguido los delatará, afortunadamente todos estaban en clase.

Unos minutos después todos estaban en la parte de atrás del gimnasio, tenían un poco menos de una hora para llevar a cabo su plan, por lo que deberían apresurarse.

— Sigo estando en contra de esto — Murmuraba por lo bajo.

— Eres un amargado, mejor ponte a maquillar a Sanemi — Ordeno Uzui, pues el estaba encargándose de buscar algo de ropa que había traído de su casa, para los tres chicos.

— ¿Maquillar? Pues va entrar como payaso ¿O que? — Busco entre sus cosas, su bolsita con maquillaje dentro, no era mucho, pues le gustaba verse natural.

— Uzui dijo que tenía que maquillar mis cicatrices, sigo sin estar de acuerdo con ese idiota —

— Pues tiene razón, pareces delincuente así — Suspiro y comenzó a sacar lo necesario para su tarea.

Giyuu se sentó en el suelo, con Sanemi sentado frente a él, algo que le parecía incómodo, debido a la cercanía.

—¿Por qué tengo que hacer esto?— Se quejo, mientras colocaba algo de base en una esponja. — Este plan es una locura — Seguía diciendo, mientras comenzaba a esparcir el maquillaje, en el rostro del albino.

— ¿Siempre estás quejándote, príncipe? — El azabache lo miro mal y Sanemi se encogió de hombros.

— ¡No te muevas! — Pidió molesto.

Sanemi guardo silencio, mientras Giyuu cuidadosamente colocaba algo de corrector en su cicatrices, no sabía muy bien lo que hacía, pero estaba quedando bastante bien, ya casi acababa con el rostro, solo le faltaban la cicatriz debajo del ojo derecho, la cual se extendía hasta la nariz. Para poder cubrirla con maquillaje, tuvo que hincarse y acercarse un poco más, quedando a un par de centímetros, la cercanía lo carcomía por dentro, sus manos temblaban por algún motivo, su respiración se volvió rápida y sentía traicionado por su cuerpo y esa reacción tan, adictiva. 

— ¿Quieres un beso o que? — Giyuu rápidamente salió de su trance, negando con la cabeza, algo apenado.

Minutos después ya había acabado con el rostro, Se veía tan diferente sin esas marcas, a su parecer era más atractivo, guapo e incluso podía gustar de él, pero inmediatamente borro esos últimos pensamientos de su mente.

— Shinazugawa, quítate la camisa — Ahora tenía que seguir con las marcas de su cuello que eran visibles, algunas de su abdomen y sus brazos, por lo que necesitaba que estuviera desnudo del torso.

—  Me gustaría hacerlo en un lugar más privado, no soy fan del exhibicionismo ¿Sabes, príncipe? — Giyuu lo miro sin entender, hasta que escucho la peculiar risa del señor extravagante a lo lejos, captó e inmediatamente golpeó a Sanemi en su pecho.

—¡No insinues ese tipo de cosas! — El albino soltó un leve quejido, ante el golpe. — Yo jamás me acostaría con alguien como tu— Aseguro.

— Solo bromeaba, príncipe — Giyuu rodo los ojos. Al final Sanemi termino quitándose su camisa, claramente en el proceso estuvo provocando a Giyuu, este lo noto y no sabía cómo controlarse.

Una vez que Sanemi estaba desnudo, colocó ambos brazos detrás de su espalda y se apoyo en ellos, dándole una mejor vista al azabache, quien estaba completamente rojo y avergonzado de aquella imagen. Pasaron unos minutos, su mirada oceánica aún era espectadora del torso trabajado de Sanemi.

— Puedes comenzar a maquillarme cuando quieras eh, no muerdo príncipe — Sintió como susurraron a su oído. — no muerdo, a menos que me lo pidas — Y decir que Sanemi no disfrutaba de la vista era una total mentira, debajo de el, tenía a un tembloroso y sonrojado Giyuu y el albino no podía estar mas feliz con eso.

— kyaaa, ¡Que lindos! Nosotras e Iguro ya nos vamos, para darles privacidad ¡Nos vemos a la salida! — Y gracia a la pelirosa, Sanemi dejo ir a Giyuu, quien inmediatamente se levantó del suelo.

— ¡Termina de maquillarte tu! Te espero afuera — Ni siquiera lo volteo a ver, salió del lugar cubriendo su rostro con ambas manos.

— Shinazugawa, no juegues así con Giyuu — Advirtió Tengen cuando vio salir al oji azul.

— ¿Quien dice que estaba jugando? — Miro mal al más alto, tomo las cosas de maquillaje y las guardo en la pequeña bolsita, para luego volver a colocarse su camisa, no importaba si aún tenía marcas visibles.

— Sanemi ¿Por qué tratas así a Giyuu? — Volvió a cuestionar Uzui.

— No te importa — Dicho esto, salió del lugar. — Vámonos — Se dirigió está vez a Tomioka, a quien le aventó su bolsita de maquillaje.

— No me des órdenes — Murmuro molesto, mientras guardaba su bolsita, en su mochila. 

Caminaron hasta llegar al salon de Tomioka, afortunadamente estaba en el primer piso, por lo que fueron los primeros en llegar.

— Quiero que te comportes, nada de buscar problemas o robar algo, porque si lo haces, no te ayudaré — Sanemi rodó los ojos, aburrido.

— Como digas, principe — Se sento de mala gana, hasta el fondo de la clase.

— Tampoco hagas nada que llame la atención y si puedes, haz como que no me conoces — Repetía Giyuu serio. — Si algún profesor te pregunta algo y no sabes que decir, solo agacha la cabeza y discúlpate —

— Estás idiota si crees que haré eso — El menor frunció las cejas. — Y ya cállate, yo sabré que hacer — No pudo replicar nada, pues algunos compañeros ya habían entrado al aula.

Pasaron unos cinco minutos, el salón ya estaba lleno y la maestra comenzó a explicar cuando la mayoría estaban, el tema era simple, Geopolítica, algo que sin duda dominaba Giyuu, estaba muy concentrado, haciendo apuntes y prestando atención, mientras tanto el oji púrpura se encontraba aburrido, no entendía absolutamente nada, asi que decidio tomar una hoja y escribirle algo a Giyuu, segundos después se la lanzo.

— ¿Que? — Tomo aquella hoja de papel que cayó en su cabeza, miro a Sanemi molesto, sin embargo abrió la hoja y leyó lo que decía.

No hentiendo ni una mierda Cuando termina esta clase? estoy arto.

Deja de escribir por aquí, nos van a regañar. La clase termina en dos horas, así que cállate.

No me ables hasi, de verdad no podemos hacer halgo para que la bieja se calle? 

No, por favor ya no escribas por aquí.

Morire de haburrimiento, ven a sentarte conmigo, hasi puedo molestarte al menos

Shinazugawa, ya suficiente,  por cierto es: Entiendo, no hentiendo.
Hables, no ables.
Asi, no hasi.
Harto, no arto.
Algo, no halgo
Vieja, no bieja.
Aburrimiento, no haburrimiento.
Las primeras palabras que escribí, son las correctas, escribes mal.

A quien le importa? Principe

Giyuu ya no respondió, solo arrugó la hoja entre sus manos y la guardo en su mochila, no iba seguir ese tonto juego de Sanemi, volteo a verlo y le pidió con la mirada que dejara de hacerlo, el albino solo encogió los hombros y se tumbo a la mesa a dormir un rato. Giyuu quiso gritarle, pero lo dejo ser, total no tenía sentido obligarlo a escuchar la clase. Dos horas después la maestra salió de su salón, la mayoría de estudiantes  salieron tras de ella, era hora de recreo, tenían al menos media hora para almorzar algo, cosa que necesitaban. Así que con algo de prisa se acercó al más alto, para despertarlo.

— Oye, Shinazugawa, ya levántate — Golpeó un par de veces su cabeza, consiguiendo su objetivo.

— Mierda, hay otras formas de despertarme ¿Sabes? — Giyuu bufo molesto.

— Vámonos, que muero de hambre — Sanemi bostezo aún con algo de sueño, haciendo una mueca de molestia.

— Disculpe — Ambos miraron a la chica que interrumpió su "charla".

— ¿Si? — Hablo el azabache, pero la chico negó, dirigiéndose con Sanemi.

— Pude notar que tuviste dificultades en la clase y yo — desvío la mirada algo avergonzada, tras este acto fue juzgada internamente por una intensa mirada zafiro. — Hice algunos apuntes para ti, espero te sirvan, también deje algunas notas  de libros y videos para apoyarte — extendió un portafolio hacia Sanemi.

— No es necesario, quédatelos, yo no los necesito — Resto importancia y se levantó dispuesto a irse.

— Se los dejaré aquí, le aseguro que le ayudarán — Dejo el portafolio en la mesa y se fue haciendo una breve reverencia.

— Tsk, que molesta — Tomo la mochila que llevaba, aunque claro sin nada adentro, para caminar a la salida.

— ¿No los tomarás? — Pregunto Tomioka, esperaba que mínimo por cortesía los recibiera, aunque si lo hubiera hecho, se hubiera molestado.

— ¿Para que? Yo ni siquiera asisto a la clase —

— Pues se ve que los hizo con mucha dedicación y la "adorable" chica, se tomó la delicadeza para entregarte esto — Una sonrisa ladina, apareció en el rostro de Sanemi.

— ¿Estás celoso, príncipe? — Las palabras lo desconcertaron.

— No imagines nada en esa cabeza tuya, vámonos — Salió rápidamente del salón, seguido por un albino algo molesto a su parecer.

— ¿A dónde vamos? —

— Iremos a almorzar, con suerte y nos encontramos con los demás, no se sus horarios, así que probablemente nos toque almorzar solos — Explico breve.

Hubo un silencio algo incómodo, pero ninguno tenía la intención de romperlo y muy en el fondo Tomioka lo agradecía, no quería una plática ahora. Cuando llegaron al comedor, solo se formaron para recibir su comida, aunque Sanemi dudaba un poco, al final paso desapercibido e incluso recibió comida.

— Uzui tiene clases hasta las doce, así que no almorzara con nosotros, Shinobu y Kanroji, ya almorzaron, están en clase justo ahora, tus amigos siguen con ellos — informo.

— ¿A ti cuántas clases te quedan? — Pregunto desinteresado.

— Una, después de almorzar tengo una hora de clase, apartir de las once y media estoy libre, hoy es mi día relajado — explico. — Oye ¿Puedo preguntar algo? — pidió con un poco de curiosidad

— Hazlo, pero no aseguro responder tus estúpidas preguntas —

— ¿Por qué no sabes escribir muy bien? tu letra es algo fea y tú ortografía está peor — Comento, mientras picoteaba la comida.

— Porque no todos tenemos el tiempo como usted, majestad. — Guardo silencio un momento. — No puedo perder el tiempo haciendo esas malditas tareas, tengo que ir a trabajar —

— ¿Trabajar? Pero tú única obligación es estudiar —

— Si no trabajo, no hay comida ¿Entiendes? — Giyuu lo miro confundido.

— ¿Y tus padres? Ellos son los que tienen que trabajar y llevar los gastos, no tú — Aún estaba algo confundido.

— No todos tenemos las cosas aseguradas. Cada maldito día es una lucha constante para sobrevivir, pero no pretendo que entiendas esta mierda,  porque alguien como tú, solamente sabe recibir sin hacer nada —

— Oye, estás siendo grosero — Se quejo, está vez solo tenía curiosidad, no había segundas intenciones.

— Y tu estás siendo un entrometido — Hizo una mueca — Como sea, mejor me largo — Tomo su mochila y la hamburguesa que pidió de almuerzo, dispuesto a irse.

— ¡No puedes irte! ¿Que le diré a Uzui? —

— Me importa una mierda, no es mi problema — Aseguro.

— ¿Te vas? Y para colmo te haces el ofendido ¡Tu fuiste quien fue grosero! — Reclamo, el sentía que la situación era injusta.

— Tu lo has Sido todo el tiempo conmigo, así que estamos a mano ¿Verdad, príncipe? — Giyuu se quedó sin argumentos.

— Tu... Tu también me juzgas, solo hice una pregunta, no sabía que era un tema sensible, tampoco imaginé que te afectará, lo siento— Trato de explicar.

— Cállate, mierda — Dijo molesto, pues lo último lo sentía como preocupaciones miserables por lástima. — Escucha bien, no vuelvas a repetir lo que dijiste, ni nada parecido o yo mismo te dejo un golpe, en ese bonito rostro — Y sin más, se alejo, siendo seguido por una triste y molesta mirada oceánica.

— Tomioka ¿A dónde va Sanemi? — Escuchas a sus espaldas, Shinobu le hablaba intentando captar su atención.

— Se fue, discutimos de algunas cosas y se molestó —

— ¿Que mierda le dijiste? —  El mejor amigo del albino cuestionó.

— ¿Yo? El fue el que se puso a la defensiva — Se defendió.

— Idiota, seguramente fue algo de lo que tú no entiendes,  ninguno de ustedes de hecho —

— Oye, no nos involucres a todos, Iguro — pidió un poco molesta la oji púrpura.

— ¿Que idiotez le dijiste Giyuu? — volvió a cuestionar, sin tomar en cuenta a la azabache.

— Solo cuestione algunas cosas y le pregunté por sus padres y... — La mirada fulminante del azabache lo hizo callar.

— Eres un idiota, fue una pésima idea esto — Y sin más se dirigió a la salida a buscar a su amigo.

— Oye, no hagas sentir mal a Giyuu, tu amigo es agresivo y muy grosero, no fue su culpa — Sin embargo, de nuevo fue ignorada.

— ¡Iguro-san! Por favor permita que Giyuu le expliqué, tal vez fue un mal entendido — Obanai nego.

— Lo siento Kanroji, pero no le agradamos a Giyuu y sinceramente el tampoco nos agrada — La pelirosa miro a todos algo desanimada, el dia iba bien.

— Permítame acompañarlo, le ayudaré a buscar a Sanemi y me discúlpare por la situación, seguro se puede arreglar —

— No tienes que molestarte Kanroji, es mejor que intentes animar o hacer algo por Giyuu, es el tu amigo — Amablemente respondió, aunque le daba igual si Giyuu se sentía bien o no, después de eso, salió del lugar.

— Que groseros, Uzui no sabe con quién se junta — Susurro la más bajita de estatura.

— ¡Aún pueden arreglar las cosas! Shinazugawa parece un buen tipo, Iguro estuvo hablando conmigo y sin duda son buenas personas — Intento apaciguar la situación, pues no quería llevarse mal con nadie, a ella le agradaban todos.

— Me da lo mismo, ojalá Shinazugawa no me dirija la palabra de nuevo — Kocho asintió a eso, mientras que la pelirosa solo suspiro.



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★ ¡Hola! Aquí otro cap, algo cortito creo jsjs sigo de esquizofrénica yo, hablando sola, en fin ¡Espero que les haya gustado!

Comenten ¿Que les pareció? (⁠☞⁠^⁠o⁠^⁠)⁠ ⁠☞

Creo que voy algo rápido con la historia, me refiero a las interacciones de Giyuu y Sanemi ¿Ustedes que opinan?

Realmente es mi primera historia con una temática enemies to lovers, así que no es la mejor, pero me está gustando el resultado, además que mi cabeza está llena de ideas y quiero escribirlas todas ya. ¡Es muy emocionante!

Seguramente más al rato subo un tercer capítulo, este fic me tiene ansiosa, ya que quiero leer historias Sanegiyuu, pero no he encontrado muchas.

Me despido, tengan un lindo día. (⁠。⁠•̀⁠ᴗ⁠-⁠)⁠✧


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