¿Eso crees?...
LEANDRO P.O.V.
Caí al piso, sentía que me faltaba el aire, y que el pecho me ardía, -¡maldición Leandro!- gritó Williams acercándose a mí, -vamos no te vayas- dijo agachado a mi lado
-Es... horrible- dije con hilo de voz, él empezó a desabrochar mi camisa
-¿Qué rayos?- exclamó soprendido
-Para que sirve el pinch* chaleco si de todas formas duele- logré decir
-Eres un idiota- dijo alejándose de mì
Para ésto ya habían herido a los delincuentes y ya los subían a las patrullas, comencé a levantarme despacio, el pecho me ardía, como si me hubieron puesto en el un metal caliente
-¿Necesita que lo revisemos?- dijo un paramédico acercándose a mí, yo asentí y me senté en el suelo
...
-Eres un idiota, me metiste tremendo susto-
-'Ta madr*, si no me pongo chaleco que porque no me pongo, y si me lo pongo sale igual; que bipolares- dije entrando a mi oficina
-¡Capitan!- dijo el Comodoro entrando a mi oficina, inmediatamente me puse en firmes
-Señor- contesté serio
-Su trabajo por hoy a concluído, vaya a descansar a casa-
-Sí señor- contesté y después él salió
-Ya largate- dijo Williams saliendo también
Respiré profundo aún con el dolor en mi pecho, creo que tendré moretones; tomé mi chaqueta y las llaves de mi auto, salí al estacionamiento, subí a mi coche y arranqué con dirección a la escuela de Shanté
...
SHANTÉ P.O.V.
-¿Porqué crees que no haya venido el maestro?- preguntó Sandra junto a mí
-No lo sé- dije con mi mirada puesta en Alexa, estaba a lo lejos hablando con unos chicos en moto que fumaban, se estaba riendo, uno de los chicos la abrazó por la cintura mientras ella aún reía
-Ellos no tienen buena pinta- dijo Sandra atrayendo mi atención, ahora miraba hacía donde yo lo hacía, de pronto Alexa nos miró y sonrió de una extraña manera
-Vamonos- dije a Sandra mientras empezaba a caminar
-¿Vendrá tu novio por tí?- preguntò
-¿Qué?-
-Sí, hoy que iba llegando te vì bajar de un auto, lo conducía un chico, bueno no exactamente un chico, porque se ve grande, bueno no tan grande, estoy hablando de más- dijo avergonzada
Le sonreí, -no sé si venga, últimamente ha tenido mucho trabajo- me encogí de hombros
-¿Y en que trabaja?- preguntó curiosa
-Ah, bueno...-
-Esta bien si no me quieres decir- sonrió
-Gracias- sonreí también
-Oye ¿que no es ese?- dijo señalando con la cabeza, fijé mi vista a esa dirección, y ví el auto de Leandro
La puerta del copiloto se abrió y de ella salió un Leandro haciendo gestos de dolor, caminó hacía nosotras sin prisa alguna
-Tu novio es sexy- susurró Sandra embobada viendo a Leandro
-Hola- saludó y me dió un beso
-Hola- dije mordiendome el labio, -ella es Sandra- dije señalando a mi nueva amiga
-Hola- dijo Leandro
-Hola- dijo Sandra en voz baja, reaccionó agitando su cabeza repetidas veces, -debo irme, adios- y corrió en dirección a la parada de autobuses
-Que simpática- dijo Leandro volviendo su vista a mí
-¿Saliste temprano?- pregunté mientras quitaba una pelusa de su hombro
-Algo así, ¿y tú?-
-No vino el profesor- me encogí de hombros
-¿Quiéres ir a comer algo?-
-Claro- sonreí y él igual, -pero en casa-
LEANDRO P.O.V.
...
-¿Porqué haces gestos de dolor?- preguntó mientras entrabamos a la casa
-Un mal día- dije restándole importancia
-Calentaré el espaguetti- dijo dirigiendose a la cocina y yo la seguí
BRUNO P.O.V.
Tocaron el timbre de mi apartamento, estaba por salir a ver mi negocio, había decidido abrir más tarde
-Diga- dije abriendo la puerta
-Hola Bruno- dijo entrando sin permiso
-Victor- escupí su nombre
-Parece que la vida te ha tratado bien- dijo sentándose en mi sofá
-¿Qué quieres?- pregunté serio
Rió, -que duro, antes no eras tan serio conmigo, eramos como... hermanos-
-Tu y yo no somos nada, tal vez compartimos sangre, pero es lo único que nos úne-
-Creo que la carcel te hizo débil hermano- dijo acercandose a mí
-La cárcel me abrió los ojos, me enseñó que ustedes son una mierda-
-En ese caso tu fuíste una mierda- dijo sonriendo
-Ella te mandó ¿cierto?-
-Sí, quiere que vuelvas-
-No-
-Sabía que dirías eso, por eso, a cambio de tu libertad, quiere que le digas donde ésta el pequeño-
-Muerto- afirmé
Sonrió, -no te conviene mentirme hermano, yo soy el que tiene poder aquí, no tú-
Reí, -crees que en la cárcel te vuelves débil, yo era nada comparado con toda la basura que había ahí, aprendí cosas, cosas que ni tú gente se imagina-
-Estas jugando con fuego, y te vas a quemar-
-Dile que me deje en paz, yo no quiero nada con ella-
-Esta bien, buscaré al niño por mis propios medios-
-No lo encontrarán-
Volvió a sonreír, -¿eso crees?- ...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top