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𝐏𝐑𝐄𝐆𝐍𝐀𝐍𝐓 𝐓𝐄𝐄𝐍:
𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒕𝒘𝒆𝒍𝒗𝒆
❝ 𝗉𝗁𝗂𝗅𝗂𝗉 𝖽𝖺𝗇𝗂𝖾𝗅 𝖽𝗎𝗇𝗉𝗁𝗒 ❞

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LIV SEGUÍA ODIANDO LOS HOSPITALES, MUCHO MÁS QUE DE COSTUMBRE. Solo que ahora no podía prestarle más atención de lo debido, pues se encontraba revolcándose por el dolor.

Cuando entró al hospital por emergencia, no podía dejar de sentir el dolor por las contracciones mientras era llevada a una camilla de emergencia.

Una enfermera se había quedado con la familia para calmarlos un poco.

-El bebé se adelantó, entonces tendrá que nacer por el parto vaginal -había dicho con calma-. Es completamente normal el adelanto dentro de 15 días.

-¿Qué demonios es un parto vaginal? -gruñó Luke.

-Para que el bebé tenga una salida expedita por la vagina -la voz de Alex salió casi en automático, y muy preocupada.

-Sí -asintió la enfermera, sorprendida por la chica-. El cuerpo femenino cambia de manera progresiva para que esto suceda, pero todo depende de la etapa de parto vaginal que se encuentre la madre, las contracciones que presente, la posición y tamaño del feto.

La enfermera les da una amable sonrisa y les asegura que todo saldría bien antes de irse.

-Dime más sobre esa mierda -exigió el hijo del medio a su hermana.

-¡Luke!

-Cada tres minutos sentirá contracciones, y a medida que suceden, ella será informada para aprovechar y pujar, luego descansaría y retomaría fuerzas para la próxima que se avecina -explicó la de lentes-. Es algo complicado. Normalmente sucede por causa del estrés.

La madre de Liv suspiró intentando calmarse y se excusó para salir de ahí. Claire, Gloria y sorprendente DeDe la acompañaron para no dejarla sola.

Pasaron más o menos dos horas, donde se dedicaron a intentar calmar la tensión que había en el ambiente, hasta que el Doctoe había salido. Automáticamente todos se levantaron de las sillas, excepto Michelle, quien ya se hallaba de pie.

-Ya hemos confirmado que esté libre de tejido placentario y reducimos el sangramiento postparto -comenzó a explicar. Por supuesto, todos se encontraban nerviosos-. El bebé nació completamente bien y Olivia fue drogada para que descanse -dijo para tranquilizar a todos-. El niño está siendo pesado y medido, además siendo medicado. ¿Quién es el padre?

Luke dio un paso adelante, inseguro por ello. Todo parecía que iba muy rápido.

-Lo más importante es maximizar el contacto piel a piel entre usted y su bebé tanto como le sea posible en esos primeros minutos, ya lo hizo la madre -habló con una voz tranquilizadora le tomó del hombro y con el permiso de sus padres lo llevó adentro.

El Dunphy tragó en seco al ver un pequeño humano cargado por una enfermera. La señora le sonrió alentándolo y se lo pasó. Supuso que lloraría, pero parecía estar durmiendo con las mantas que le habían puesto encima. Llevó su mirada a la rubia que descansaba en una cama, estaba dormida plácidamente. Sonrió cuando sintió a su hijo mover sus mano había su pecho, o mejor dicho, intentando tocarlo.

Jugó con sus pequeñas manos un tiempo. Los ojos de él seguían cerrados, y fue en ese momento que se había dado cuenta que se había vuelta la persona más preciada en su vida. Le había tomado segundos, no estaba seguro, sin embargo, lo amaba como si lo hubiera conocido su vida entera.

-Sr. Dunphy -el Doctor lo llamó, acercándose-. Se debe realizar, al menos, otro procedimiento importante antes de que usted o su recién nacido abandonen la sala de partos -Lucas lo miró curioso-. Usted, la madre y su bebé recibirán pulseras iguales que incluirán su nombre y otros detalles que lo identifican. Después de verificar la exactitud de la información de estas pulseras, serán sujetadas en su muñeca y en la muñeca de la madre, mientras que la otra se sujetará en la muñeca de su bebé.

-¿Por qué? -su voz salió áspera y su ceño se frunció.

-Cada vez que se lleven al niño o se lo devuelvan mientras usted se encuentra en el hospital, el enfermero revisará estas pulseras para asegurarse de que coincidan -explicó-. También tomamos huellas de los pies de los recién nacidos como precaución adicional y colocamos un pequeño dispositivo de seguridad en el tobillo del bebé.

-Ah -torpemente asintió-. Supongo que tiene sentido.

Se quedó un tiempo mirando a su hijo.

-Hay más papeles que debe firmar, también la madre. Pero lo dejaré con sus padres -con una seña a las enfermeras, el Doctor lo miró de nuevo-. ¿Tiene el nombre?

-No.

-Puede esperar, entonces -asintió con comprensión y se dirigió a la puerta-. La Srta. Tanner será transladada a una habitación en unos minutos, despertará en unas horas.

-Claro.

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TAL Y COMO DIJO EL DOCTOR, LIV SE HABÍA DESPERTADO HORAS después del parto, completamente desorientada y confundida. Parecía que la anestesia en su sistema sin la afectaba, aunque no tanto para dejarla durmiendo.

Luke estaba ahí. Con toda la familia en la habitación. El bebé había sido llevado a otra parte, para inyectarle más cosas que el chico no había prestado atención. Algo en shock aún, el nuevo padre fue el primero en posicionarse al lado de la rubia.

-¿Estás bien? -preguntó suavemente.

-No -gruñó llevando una mano a su cabeza-. Me duele la puta cabeza como el infierno.

-Olivia -su madre la regañó, sin embargo, rápidamente le dio un beso en la cabeza-. Me alegro que estés bien, amor.

-¿Y el bebé?

-Está bien -aseguró Luke mirándola aliviado-. Mira, tenemos pulseras iguales -las mostró, sonriendo con diversión.

Casi todos en la habitación se rieron. Era inevitable que Luke hubiera hecho alguna broma al respecto.

-¿Por qué? -Liv frunció los labios.

Su madre blanqueó los ojos y la abrazó. Pronto, Claire y Phil se unieron en una conversación al igual que los demás, hasta que fue necesario dejar a los ahora padres solos.

Olivia suspiró con cansancio, algo estresada aún. Su rostro ya no estaba brillante, sino pálido con labios secos.

-¿Quieres agua? -preguntó su novio y padre de su hijo-. Puedo pedirles que te traigan.

-Está bien así -la rubia negó, e intentó sentarse en la cama. Luke la ayudó por lo que fue más fácil el movimentar-. Nuestro hijo no tiene nombre. Lo cargué por un minuto y no se me ocurrió nada.

-Yo lo cargué por cinco y ni siquiera pensé en ello, te gané -se burló el castaño, causando risas en la habitación.

Quedaron en silencio, un silencio cómodo. Luke estaba medio apoyado en la cama, entonces sus manos tocaban con las de su enamorada. El simple tacto lo ponía cómodo, era algo difícil de explicar para él.

-Philip Daniel Dunphy -habló Olivia, mirando a la pared y luego sonreír-. Suena lindo.

Luke le compartió la sonrisa y negó.

-Philip Daniel Tanner-Dunphy -la corrigió causando que su novia lo mirara sorprendida-. Es tu hijo también, merece tu apellido, Liv -suspiró y el dio un beso en el cachete cariñosamente.

-Muy bien -rió la rubia. Toma al castaño del cuello y le da un beso en los labios. Corto, pero le demostró todos sus sentimientos que quería expresar-. Te amo, Luke.

Frunciendo el ceño, la volvió a besar y luego apoya su frente con la de ella.

-Te amo más, Livvie -se sonrieron-. Como no tienes idea.

Sé que se preguntan por qué tardé tanto en actualizar, y quiero aclarar que esta historia es muy especial para mí.

Fue creada en un momento muy difícil para mí, donde estaba enfocándome en mí misma. Todo fue inspirado en un romance que quiero tener en un futuro, además de estar viendo Modern Family al mismo tiempo.

Simplemente salió y me pregunté: ¿por qué no?

Este proyecto duró más de un año y terminarlo es algo simbólico para mí. Me siento orgullosa de ello. Probablemente no lo sepan, pero el desarrollo de Olivia fue totalmente mío. Fue todo inspirado por lo que pasaba en los momentos en los que escribía.

Cada capítulo de la historia, cada momento diferente de mi vida. Y me gustó mucho compartirlo con más personas<33

Este es el último capítulo, pero aún falta el epílogo que será basado en los finales de la serie.

Besos, y espero que les haya gustado esta historia que tanto me esmeré en escribirla❤️.