▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

𝐏𝐑𝐄𝐆𝐍𝐀𝐍𝐓 𝐓𝐄𝐄𝐍:
𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 𝒇𝒊𝒗𝒆
❝ 𝗌𝗉𝖾𝖼𝗂𝖺𝗅 𝗏𝖺𝗅𝖾𝗇𝗍𝗂𝗇𝖾 ❞

▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂▂

LA MAMÁ DE OLIVIA SE HABÍA IDO AL TRABAJO ESE MISMO DÍA, PUES había sucedido una emergencia y ahí se iba a quedar hasta la noche. Por otro lado, su hija no tuvo más opción que hacerse por si misma el desayuno porque la que se encarga de eso tenía el día libre por ser San Valentín.

San Valentín era una fecha especial para muchas personas por ser interpretada como una oportunidad de celebrar el amor y el cariño. ¿Para la rubia? Una completa y total pérdida de tiempo.

Nunca le gustó aquella fecha del año, incluso, la odiaba tanto que preferiría tirarse de un edificio antes de celebrarlo con alguien especial. Al menos eso hubiera dicho la Liv del pasado, pero ahora que Luke se había esforzado tanto con ella en las últimas semanas, se sentiría mal rechazarlo.

Luke había cambiado notoriamente; ya no iba a fiestas, la ayudaba en todo y, asombrosamente, no hablaba con ninguna otra chica si no fuera estrictamente necesario y Olivia no se lo había pedido, Luke lo hizo por su cuenta.

-¿Estás lista? -preguntó Luke entrando al cuarto de Olivia-. ¿Tuviste dos horas completas y no te has cambiado? -preguntó con una ceja alzada.

La rubia hizo un puchero-. No sé que ponerme. No tengo nada.

-La mitad de tu armario son vestidos.

-Que no me quedan -gruñó y abrió el ropero para mostrarle-. Apretado, apretado, apretado, apretado apre-

Luke la interrumpió-. Entendí.

Olivia lo miró burlonamente.

El castaño se acercó y comenzó a buscar por unos segundos antes de sacar un vestido morado-. ¿Qué tal este?

La rubia se quedó callada por unos segundos. ¿Desde cuando tenía ese vestido? No recordaba haberlo comprado, aunque probablemente lo hubiera hecho con su madre. Michelle y ella solían ir de compras los fines de semanas, pero con el embarazo, y de más, se complicó.

-Me gusta -confesó la adolescente con una sonrisa-. ¿Como supiste...?

-No lo se -dijo Luke escogiéndose de hombros-. Solía ayudar a Haley con sus crisis de ropas.

-Claro -Liv apretó los labios-. Y eso no es para nada raro... -luego se volteó al espejo de cuerpo completo a un lado-. ¿Crees que me quedará el vestido?

El Dunphy frunció el ceño pensando que responder. Si bien podría ser una trampa, también podría ser solo una opinión. Su padre, Phil, le había hablado de como era su madre cuando estaba embarazada. Dudaba que Olivia sea igual, sin embargo no quería arriesgarse. Hablando lógicamente, las personas embarazadas lo asustaban y Gloria tenía que ver mucho con eso.

-Compré chocolate -cambió de tema el chico-. Están en la cocina.

-¿Estás cambiando de tema? -preguntó la Tanner alzando una ceja.

El Dunphy no solía ser una persona que cambiara de tema, pues sería porque se encuentra nervioso. Haley le dijo eso en una de sus largas charlas no planeadas. Aún no podía creer que antes la creía una completa perra, y ahora sería la tía de su bebé no-nato.

-¿Tú estás cambiando de tema? -contraatacó Luke.

La ojiazul achinó los ojos-. Hablaste con Phil, ¿cierto? -adivinó luego de unos segundos.

-Yep.

--- ⚜ ---

EL RESTAURANTE FUE UNO MUY ELEGANTE. LUKE SE HABÍA esmerado y Liv lo reconocía. Olivia no era una chica que salía para restaurante, pues nunca le gustó alistarse para cenar si podías hacerlo en casa y muy cómoda, pero tampoco odiaba hacerlo. Quizás esa era una de las razones porque la chica no conocía el lugar, a pesar de que Luke le dijo que era un restaurante conocido.

Justo cuando se sentaron en la mesa, los meseros le trajeron el menú.

-Sabes, quizás deberíamos ir a las clases de cuidado para bebés que tu mamá dice que debemos tomar -le dijo Olivia aún viendo el menú.

Luke la miró ladeando la cabeza confundido ante el repentino interés-. Creí que no querías tomarlas -le dijo-. Dijiste que no hacía falta -le recordó.

-Pues tu mamá estuvo muy, pero muy, insistente con eso, solo digo que tal vez deberíamos hacerle caso -se encogió de hombros levantando la mirada-. Además, ni siquiera sabemos el nombre para el bebé, mucho peor sabremos cuidar un niño.

-Uno: aún no pensamos en un nombre porque no sabemos que sexo es -se defendió Luke-. Y dos: no debe ser tan difícil cuidar a un bebé. Solo es alimentarlo y...

Ante el silencio la rubia alzó una ceja divertida-. No durarás ni siquiera diez minutos -se burló soltando unas risas. El castaño rodó y Olivia lo miró-. Iremos a esas clases, ¿bien? No es tan difícil complacer a la mujer que te dio la vida, Luke.

-Bien. Iremos -aceptó el Dunphy. Luego volvió a mirar el menú y sonrió nostálgico-. ¿Te acuerdas cuando, te mudaste hace años, nuestras madres hicieron una cena en un restaurante y nosotros dijimos que queríamos lo que el de al lado pidiera?

La Tanner soltó unas risitas y habló-. Nos trajeron una comida asquerosa... ¿cómo se llamaba? -se quedó unos segundos en silencio hasta que su cerebro ayudó-. ¡Cierto! Cazu morzu.

-Plato italiano -habló Luke frunciendo el ceño al recordar su horrible sabor-. ¿Como pudieron pedir eso? ¡Era, literal, queso podrido!

-No volví a comer un solo queso en mucho tiempo -concordó la rubia haciendo una mueca de asco-. Recuerdo cómo tus hermanas se rieron junto a nuestros padres -rodó los ojos-. Fue cruel.

-Si -asintió el chico sin darse cuenta que una pareja los miraba de lejos.

Cameron Tucker y Mitchell Pritchett miraban a ambos chicos incrédulos. De todos los restaurantes de la ciudad, eligieron justo ese. Sin decir que justo era la mesa de a lado que les tocó. La mesera los miraba raro ante su reacción.

-No podemos sentarnos ahí -aclaró el pelirrojo mirando a la trabajadora-. ¿No nos pueden dar otra mesa?

-Lo siento, esta noche no -respondió la rubia mesera. Cam y Mitchell hicieron una mueca-. Si no la quieren, hay diez personas más que sí.

Al irse, Cam habló-. De acuerdo. Esta debía ser una noche romántica -le dijo a su compañero-. No quiero ver como coquetea con la chica de diecisiete que embarazó.

-Lo se -le dijo su esposo mirando directamente a su mesa-. No entiendo como Claire y Michelle se lo tomaron bastante a la ligera. ¿Y te enteraste de lo odioso que se ha vuelto? El otro día nos llamó "maliciosos".

-¿"Maliciosos"? -repitió Tucker incrédulo y Mitchell asintió-. ¿Seguro que no hablaba del peluquero que le hizo eso en la cabeza?

El Pritchett comenzó a reírse justo cuando Luke se dio cuenta de su presencia.

-Ay, no -suspiró bajando la cabeza. Olivia lo miró confundida-. Mis tíos Cam y Mitchell están aquí -le dijo irritado-. La noche se arruinó.

-Luke, no seas exagerado -lo regañó la rubia-. Han sido lindos conmigo.

-Conmigo no. ¡Los escuché hablando sobre mi cabello! ¡Mi cabello! -exclamó incrédulo el castaño bajo la mirada divertida de Liv-. Son unas perras maliciosas. (N/A: en inglés suena mejor😂; "Catty Bitches".)

La Tanner lo fulminó ante sus palabras antes de voltearse y dirigirse hacia los tíos de Luke-. ¡Oigan, aquí! -exclamó con una sonrisa llamando su atención. Su acompañante sonrió falsamente.

-¡Hola, Luke, Liv, qué coincidencia!

--- ⚜ ---

AMBOS CHICOS CAMINABAN POR LA VEREDA DE LA CALLE en silencio. La noche había sido un tanto caótica, a decir verdad. Cam y Mitchell comenzaron a hablar sobre cosas incómodas mientras que Luke y Liv intentaban ignorarlos, a pesar de ser casi imposible.

La rubia miró a su compañero-. Lamento que la noche no fue como lo planearas, Luke, pero me divertí mucho.

-Supongo que tuvo algo de gracioso -confesó el Dunphy suavemente-. Aunque, la noche aún no termina -le dijo después de unos segundos. Olivia alzó una ceja expectante-. Podríamos... no sé, ¿ir a un lugar divertido?

-Oh, Dios -suspiró la chica con felicidad-. He esperado toda la noche para que digas eso -confesó antes de apuntar hacia atrás-. Hay una feria de juegos ahí, atrás del restaurante. La vi cuando estábamos entrando, pero no quería arruinarte la noche.

Lucas sonrió a la vez que se encogía de hombros-. No podemos perder nada. Está bien, vamos.

-Podríamos cenar hot dogs -comenzó a decir la chica mientras se dirigía a la entrada del lugar-, o también podríamos comer donuts, o algodón de azúcar. ¿Qué piensas...? -se detuvo cuando se dio cuenta que Luke no la seguía. Al voltearse, vio a Luke a unos dos metros a distancia con la mirada perdida-. ¿Luke, estás bien?

-Quiero intentarlo -habló después de una pausa. La Tanner lo vio con el ceño fruncido al no entenderlo-. Contigo. Sé que no soy el mejor chico con el que intentarías una relación, pero enserio quiero intentarlo contigo, Liv.

-Luke... -intentó hablar la chica, sin embargo el Dunphy la cortó mientras se acercaba.

Al llegar con ella, buscó algo en su bolsillo y al encontrarlo lo sacó. Olivia abrió los ojos al ver un hermoso anillo.

-No es lo que piensas -habló rápidamente Luke-. Es un anillo de promesa. Papá se lo dio a mamá cuando se enteró de su embarazo; y mi abuelo se lo dio a mi abuela cuando supo la amaba. Creo que es una reliquia familiar, o algo así -sacudió la cabeza-. Mi papá me lo dio hace unos años, y me dijo que sabría quien sería la chica especial -para ese punto, ambos estaban soltando unas lágrimas-. En ese entonces, creía que era una tontería, pero estando contigo aquí, apunto de entrar a una feria que, de seguro, no tendrá las mejores comidas, después de que nuestra cita en el restaurante se arruinara... sé y quiero que seas esa chica, Liv.

Delicadamente, la Tanner agarró el anillo. Era precioso, ahora que lo veía de cerca y el hecho de que sea un poco antiguo lo hacía más valioso. Parecía hecho de oro con pequeños trozos de diamante repartidos alrededor.

-Es hermoso -susurró embelesada.

-¿Es un sí? -preguntó inseguro el chico.

Olivia sonrió poniéndoselo y luego abrazó al chico-. Es un sí. También quiero intentarlo contigo, Luke -le confesó aspirando el aroma que le transmitía el Dunphy.

Ambos se separaron lentamente y Luke la miró-. ¿Puedo... puedo besarte?

Liv asintió y ambos se dieron acercando lentamente mientras Olivia ponía tímidamente sus manos en el cuello del chicos y, este, ponía una en su cintura y otra en su mejilla.

Y luego pasó. Y fue mejor de lo que ambos hubieran imaginado.

Habían crecido escuchando las historias clichés de "mariposas en el estómago" y "el tiempo se detuvo", pero nunca creyeron vivirlo. Esa noche marcó claramente un antes y un después. Y, en si, agradecían a Cam y a Mitchell que hallan ido a ese restaurante.

AAAAAAA
De por si, me encantó escribir este capítulo jajajaj
Creo que fue uno de mis capítulos favoritos escritos siempreeee

Pd: lo del anillo me lo inventé yo para mi trama;)

Y también lamento la tardanza :) besos<333