³ Eɴғʀᴇɴᴛᴀᴍɪᴇɴᴛᴏ

ADVERTENCIA

Este capítulo puede contener menciones de actos sexuales, como también menciones de actos violentos entre familiares: verbal y física.
Se recomienda leer con discreción.

Pd: Este capítulo puede tener palabras malsonantes o mal escritas.

25 de noviembre de 1977.

Habían pasado varios días, y ni Jane ni su hermano hablaban con el Black mayor. Los hermanos Potter se sentían ofendidos ante el trato que uno de ellos recibió, Jane, mientras que el otro se sentía furioso por aquel acto hacía su hermana, sobre todo, aún cuando su familia había acogido al chico Black ese año en el momento en el que este llegó a su hogar en el verano todo lastimado.

El sol comenzaba a caer, Euphemia y Jane cuidaban de las flores del jardín trasero, mientras que Fleamont y James estaban en el despacho del mayor hablando de cosas sin sentido, cuando la puerta de la gran casa fue golpeada con insistencia.

━ ¿Quién será?. ━ Preguntó Euphemia a su hija, quien se limitó a elevar los hombros con curiosidad, mientras ambas miraban a la puerta que daba a la cocina.━ Iré a ver, quizás sea la señora Dorotea queriendo quejarse por los ruidos que tu padre y tu hermano llevan haciendo hace horas.━ Dijo, levantándose del suelo, sacudiendo sus ropas para quitar la tierra de estas.

La mujer rápidamente se encaminó a la casa, siendo seguida por su curiosa hija, quien no dudó en seguirla y averiguar que ocurría. Ninguna de ellas esperaba encontrarse con aquella escena que les causó un gran abatimiento. Sirius Black, amigo de James y Jane desde el primer año, otro hijo para los señores Potter, estaba siendo abrazado fuertemente por Fleamont mientras que James les miraba a ambos con los ojos inyectados de furia. El chico Black temblaba en los brazos del mayor, mientras sollozaba desconsolado, y de cerca se podían ver unas descoloridas marcas rojizas en su cuello y brazos, preocupando aún más a la mujer de cabello rojo.

Sirius, cariño, ¿Qué te pasó?. ━ Cuestionó la mujer, acercándose velozmente hacia él, haciendo que su esposo se separará del chico tembloroso.

Sirius no respondió, mirando a los ojos de la amable mujer, y lloró dolorosamente. Euphemia se apresuró a abrazarlo y acariciar el cabello del chico, susurrando algunas palabras para que este se calmara. Jane frunció el ceño y miró a su hermano, completamente desentendida de lo que pasaba, pero James no le devolvió la mirada, solo se limitaba a mirar con furia al chico que era abrazado por su madre.

Pasaron horas hasta que finalmente Sirius les contó a los Potter el motivo de su visita. Su madre, Walburga Black, lo había torturado a Crucios y otros maleficios para que este se "enderezara" en su vida y, eventualmente, se convirtiera en lo que jamás quería: uno de ellos, un mortifago. Desde ese día, Sirius, pasó a ser uno más de los Potter, quedándose con ellos, siendo protegido por los adultos y consolado por los mellizos.

James, mejor amigo del chico, estaba sumamente enfadado por el trato que recibió su melliza por parte del adolescente que su familia había ayudado por semanas. Quizás, por ese comportamiento, es que él no hablaba con Sirius.

Ese día, tanto Jane como James, estaban sentados juntos en la clase de Herbologia, ignorando las miradas moribundas del Black, quien estaba sentado con Remus y Peter, los cuales no habían dicho nada al respecto, pues ellos no debían entrometerse en los problemas de los tres chicos.

━ Debes tratar con cuidado a este tipo de semillas, James.━ Dijo Jane, viendo como su hermano intentaba abrir las semillas de fuego con fuerza bruta.━ Quedarás totalmente irritado y hasta sentirás que te quemas, si las sigues tratando de esta manera.

━ Hago lo que puedo, Jane.━ Bufó James, dejando caer las semillas sobre las macetas vacías que había en su mesa.━ No me puedo concentrar.

Jane le miró con una mueca angustiada y llevó una de sus manos al hombro de su mellizo, dando un ligero apretón.

━ Habla con él, James.━ Insistió Jane, sabiendo el porque el estado melancólico que su hermano llevaba.

━ él te trató mal, Jane, y no puedo perdonar eso.━ Atajó James, negando con su cabeza, sin mirar a su hermana.

━ James.━ Le llamó, mirando de reojo en la sala, asegurándose que la profesora no les esté viendo hablar.━ Sirius y tú han sido amigos desde el primer año y, tanto tú como yo, sabemos que su vida y trato siempre han sido algo complicado.━ Dijo, con pesar. ━ y ambos sabemos que no reacciona muy bien cuando tocamos el tema de su hermano... ━ vaciló.━ Yo estuve mal en hablar de él, y no lo culpo por su reacción.

━ Él debería ser considerado con las personas que lo ayudaron.━ Recalcó James, girando su cabeza para mirar a su hermana.━ Especialmente contigo, tú fuiste la primera en curar sus heridas cuando resultaba herido.

━ Eso no quita que yo tenga derecho a meterme donde no me concierne.━ Replicó Jane.━ Habla con él, James. Él y tú necesitan hablar.

━ ¿No dejarás de insistir, verdad?. ━ Dijo James, con una sonrisa derrotada.

━ Nop.━ Dijo Jane, con una sonrisa creciendo en su rostro.━ Jamás dejaré de insistir cuando se trata de ti y tu estúpida soberbia que no te deja ser feliz.

James rio por lo bajo y negó con su cabeza. Él sabía que su hermana tenía razón, necesitaba hablar con su mejor amigo, y pronto.

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La tarde comenzaba a ser fría, la mayoría de los alumnos estaban en su hora del descanso, cuando Jane se dirigía al despacho del director. Quería negarse a dejar Hogwarts, y debía intentar evitar aquel hecho. Una vez frente a la gran estatua de un animal, murmuró unas palabras y esta comenzó a elevarse, dejando ver unas escaleras en forma de caracol, las cuales la llevarían con el director. En cuanto estuvo frente a la puerta de madera oscura, tocó con sus nudillos delgados, esperando una respuesta, pero simplemente vio como la puerta se abría sola.

━ La estaba esperando, señorita Potter.━ Escuchó la voz de Dumbledore dentro de la habitación. Jane, vacilante, entró al gran y curioso despacho, encontrándose a su director de colegio caminando por el lugar comiendo unos caramelos.━ Creí que vendría antes...

━ Por favor, ━ suplicó ella, sin dejarle continuar al hombre.━ no me saque de aquí. ━ Sus ojos comenzaban a picar.━ Quiero terminar Hogwarts, mis estudios, y dar un buen futuro a lo que llevo conmigo..━ sus manos serpentearon hasta su plano vientre.

Dumbledore sonrió condescendiente e hizo una seña con su mano, indicándole a la joven que se sentara en uno de los sofás que había allí. Jane, con ansiedad, rápidamente acató la orden silenciosa y se sentó en un sofá púrpura oscuro, mirando con nerviosismo al hombre que comía un caramelo.

━ ¿Gusta?. ━ Ofreció Dumbledore de sus caramelos a la chica, esta negó, y él dejó el tazón de dulces en algún lugar.━ Señorita Potter, usted es una de las mejores estudiantes de esta generación, junto al señor Snape y el señor Longbottom.━ Dijo, frotando sus manos con suavidad, mientras miraba a la chica con tranquilidad.━ Sería una pena que alguien tan inteligente declinara en sus estudios.━ Hizo una mueca.━ Pero, usted y yo, sabemos que su condición podría ser de inconveniencia en algunas prácticas.

━ Lo tengo muy bien sabido, señor. ━ Murmuró Jane, sin quitar sus manos de su estómago. ━ Pero prometo no dejar de intentarlo, solo quiero terminar este último año.

━ Lo podrá hacer, pero sería mejor si lo hiciera desde la seguridad y comodidad de su hogar, señorita Potter.━ Dijo Dumbledore.━ Créame cuando le digo que no estoy muy contento con que usted dejará de concurrir al castillo, pero es lo mejor para usted y su condición. ━ apuntó, con algo de simpatía.

━ No quiero irme de aquí, señor. ━ murmuró Jane, casi al borde de las lágrimas. ━ No quisiera pasar mi último año lejos de mis amigos y mi hermano.

━ Eso lo entiendo,━ Dijo el hombre, acomodando sus gafas en media luna━ y es por eso que me he tomado el tiempo, y atrevimiento, de hablar con algunos Medimagos y colegas que se han encontrado con una situación similar a la suya.━ comentó. ━ Y tranquila, no he mencionado su nombre o algo que la delate.━ Tranquilizó, al ver que la chica se ponía pálida.

━ ¿Y qué le han dicho?. ━ Preguntó Jane, con un nudo en su estómago.

━ Hay una manera en la que usted no deba irse de Hogwarts, seguir estudiando y con su pequeño━ apuntó el estómago plano de la chica con su dedo.━ creciendo en usted.

━ ¿Qué manera?. ━ Cuestionó, casi emocionada.

━ Debo advertirle que no es segura, ni para usted ni para su hijo.━ Dijo Dumbledore, dudoso.━ Es un hechizo que algunas brujas practican cuando están en estas situaciones, pero deben continuar con su trabajo. No es algo seguro, señorita Potter, algunas de ellas terminan muy mal.━ Murmuró, algo arrepentido de mencionarlo.━ Sus hijos e hijas quedan afectados, o en el peor de los casos, ambos mueren.

━ ¿Y por qué me menciona esto?. ━ Preguntó Jane, desilusionada y asustada.

━ Porque está en usted decidir que es lo mejor para el pequeño que lleva en usted.━ Dijo Dumbledore. ━ Nadie la juzga, señorita Potter, todos en algún momento hemos cometido alguna locura y hemos pagado las consecuencias de ello.

La joven pelirroja se mostraba dudosa, casi inquieta, pensando en que posibilidades tenía ella sobre su estado. Sabía que era peligroso, y no estaba segura de exponerse a algún riesgo hacia ella o hacia lo que crecía en ella.

━ Puede tomarse su tiempo para pensarlo, si quiere.━ Propuso Dumbledore. ━ Hasta el final de su primer trimestre de embarazo, su estómago no será tan prominente. Cuando este comience a notarse, usted decidirá que querrá hacer.

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La muchacha miraba sin apetito alguno su plato de la cena, moviendo su tenedor de un lado a otro moviendo su comida, sin el interés de probar bocado. Había estado todo el día pensando en que haría, en que decisión tomaría al respecto sobre su estadía en Hogwarts. Y, también, pensaba en como se lo diría a sus padres, aunque sabía que de primer instancia que ninguno de los dos lo tomarían bien.

━ ¿Estás bien?. ━ Preguntó Abigail Lost, una compañera de su casa, quien estaba a su lado viendo como ella movía su comida de un lado a otro.

━ No tengo hambre.━ Murmura Jane, en respuesta, dejando caer el tenedor a un lado del plato.

━ Te ves cansada, Jane.━ Remarcó Abigail.━ ¿Por qué no vas al cuarto a descansar.━ Le dijo, con una sonrisa amable.

Jane asintió y se levantó lentamente de su asiento, para comenzar a caminar hacia la salida del gran comedor, mirando todo el panorama con nostalgia. Los Tejones carcajeaban y reían entre ellos, mientras las Águilas se retaban a diferentes juegos de preguntas, los Leones se reían y festejaban las tonterías que James junto a Sirius, quienes se habían arreglado, hacían para sus compañeros, y luego estaban los Serpientes, los cuales se mostraban serios y apagados, como si algo les perturbara. Algo que extrañó a Jane fue no ver al único chico de corbata verde que llevaba días ignorando, él siempre estaba en el comedor, aunque la mayoría de las veces tampoco comía.

Una vez que salió del gran salón, suspiró con cansancio y comenzó su caminar hacia la torre de Ravenclaw, realmente necesitaba descansar, llevaba días sin poder pegar el ojo por completo antes de que las pesadillas le atacaran, dejándola sudorosa y agitada, mientras se tocaba el vientre con temor y duda. Un hijo, en esos tiempos de guerra, no era para nada bueno, pues nadie sabía cuando sería su último momento feliz.

Los pasos lentos de la chica resonaban por los pasillos vacíos, creando un ambiente tranquilo y calmado, pero todo aquello se vio interrumpido cuando otros pasos pesados y rápidos se hicieron oír detrás de la chica. Jane volteó a ver detrás de su espalda, pero la escasa luz de las velas no le dejaban ver nítidamente, por lo que se apresuró a darle un poco de velocidad a su caminata. Justo antes de llegar a las escaleras que se movían, alguien tomó su brazo bruscamente, haciendo que retroceda. Antes de poder siquiera gritar, le taparon la boca con una mano y la arrastraron hasta lo que parecía ser un pequeño armario polvoroso y maloliente. Su secuestrador le soltó el brazo y pareció buscar algo en sus ropas, cuando encontró lo que buscaba, murmuró.

Lumos.━La voz ronca y rasposa hizo que cada bello del cuerpo de Jane se erizara completamente. La punta de la varita vibró y un pequeño destello de luz blanquecina iluminó el pequeño lugar, dejando ver el rostro del chico, quien quitó su mano de la boca de la joven.━ Potter.━ Dijo Regulus, con su rostro repleto de molestia.━ ¿Donde diablos estabas?.

Jane, no supo como, puso su mente totalmente en blanco, pues no queria que sus pensamientos le delataran el secreto que quería ocultar.

━ No te importa, Black.━ Dijo Jane, queriendo retroceder, pero el reducido espacio no le permitió alejarse demasiado de él.

━ Me importa, porque llevo semanas esperándote como un idiota para descargarme.━ Mintió, caminando hacia ella, acorralandola. ━ ¿Te has estado encontrando con otro?.

Jane frunció el ceño y le miró incrédula, ¿ese era el padre de su hijo?. Realmente comenzaba a querer golpearse a si misma por la descendencia que le estaba dando al niño que crecía en ella.

━ No, Black.━ Dijo Jane, ofendida. ━ Y no te incumbe lo que haga en mi vida.━ dijo, queriendo apartarse de él, pero ni él se movió ni ella podía hacerlo.

━ Me incumbe━ dijo, relamiendo sus labios, mientras observaba el rostro de la chica que era iluminado por la escasa luz━ desde que comenzaste a dejarme plantado en esa asquerosa aula por trece días.

Jane elevó las cejas, sorprendida por aquel reclamo, pues ni ella misma llevaba la cuenta de los días en que no asistía a sus encuentros nocturnos como él lo hacía. De hecho, ni siquiera quería pensar en eso, ya que al hacerlo, recordaría la razón por la que no había asistido.

━ Así que..━ Murmuró, haciendo que su aliento a menta y café golpeara el rostro de la chica en una ventisca suave y embriagante.━ merezco una explicación, ¿no lo crees?.

━ No te debo nada, Black.━ respondió, tajante.━ Tú y yo no nos debemos nada, ni siquiera una tonta explicación.

Regulus acercó su rostro un poco más, al punto de que sus narices rozacen, provocando un estrecimiento en el cuerpo de la pelirroja. Llevó su mano libre hasta la cadera de ella, pegandola a él de forma brusca, mientras llevaba su rostro hacia el hueco entre el hombro y la cabeza de ella, rozando su nariz en su cuello, haciendo que su piel se erizara. Ella jadeó, cerrando sus ojos, disfrutando de aquel momento tan íntimo en un lugar tan pequeño y con olor a polvo.

━ ¿A no?. ━ Cuestionó Regulus, en un susurro ronco, con su aliento cálido chocando contra la piel desnuda de la chica, para luego dejar un pequeño beso húmedo en el.━ Yo creo que sí, Potter...━ Dijo, en cuanto se separó de ella, y se enderezó para mirarla a los ojos.━ Porque desde el día uno en que no te has presentado, me has dejado en la dulce espera de una buena follada que te haga hacer ruidos que endulzan mis oídos.

Jane sintió su respiración agitarse, mientras su pecho subía y bajaba de forma lenta, mirando a los ojos grises del chico que debería detestar, pero que de alguna forma lo quería. Jadeó suavemente, abriendo sus ojos con sorpresa, cuando él apretó su agarre en su cadera, y llevó su mirada a los labios rosados del chico, pidiendo algo de forma silenciosa.

━ Podemos parar ahora, pero si no dices nada, te estaré follando hasta que no puedas caminar en una semana.━ Advirtió Regulus, moviendo su varita, alejando la luz de sus rostros.━ Solo debes pedirlo.

━ Por favor, Reggie..━ susurró, utilizando el apodo tonto que sabía que él odiaba.━¿Me puedes follar?. ━ Pidió, en un puchero lastimero.

Él sonrió, y la varita, antes iluminada, dejó ir la escasa luz, dejándolos presos de la oscuridad, siendo lanzada en algún lugar del pequeño armario. Fue cuestión de segundos cuando ellos ya se estaban besando apasionadamente, con vigor y desesperación. Quizás, Jane, se arrepienta mañana de todo esto, pero su mente se mantenía lejos de lo que quería ocultar y su cuerpo exigía a gritos que le dieran atención. Él la tomó por los muslos, elevando sus pies del suelo, y enredó una de sus piernas a la cadera, sin dejar de besarla. Ella gimió en cuanto el bulto del chico hizo fricción contra su zona íntima através de sus ropas, creando cierta necesidad en la habitación.

━ Shh, bonita,━ Susurró Regulus, separándose de los labios de su amante.━ aunque me gusta oírte, no he hechizado el lugar, y a menos que quieras que nos castiguen, será mejor que te guardes esos gemidos.

Ella asintió desesperada, aunque sabía que él no la vería, y apretó su agarre con la pierna, haciendo una fricción entre ambos, demostrando cuanto era que lo necesitaba.

━ Veo que estás ansiosa, Potter.━ Susurró. ━ No tardaré mucho.

Y tuvo razón, porque fueron unos minutos de caricias hasta que él desabrochó y bajó sus pantalones lo suficiente para sacar su polla de estos, e hizo a un lado la braga de Jane, para finalmente hundirse en ella de un solo golpe, tapando la boca de la pelirroja para amortiguar el gran grito de la chica. Golpeó unas tres veces sus caderas contra las de ella, hasta que tomó la otra pierna de la chica y la enredó en su cadera, acomodándose mejor entre ambas piernas, para comenzar a golpearla bruscamente.

Él se estaba desquitando, y ella intentaba mantener su mente ocupada y alejada de su creciente problema. Ambos aseguraban usar al otro para su distracción, pero muy en el fondo también serían que esto era más que solo sexo. Algo en sus pechos ocurría cuando veían al otro sonreír, cuando le oían hablar, cuando se miraban a los ojos. La presencia del otro era lo único que parecían necesitar, y no solo sexualmente.

Cuando ambos llegaron al límite de su clímax, gimieron un poco más alto de lo permitido por ambos. Sus respiraciones resonaban en el lugar aceleradamente, mientras que el calor se expandía por todo el espacio, mientras que ambos, aún en la oscuridad, parecían mirarse a los ojos, con ganas de decirle algo al otro, pero ninguno se animaba.

Él salió de ella lentamente, sacando un pequeño jadeo de parte de Jane ante el vacío que sintió repentinamente. La bajó cuidadosamente y la apoyo contra la pared, para agacharse y buscar su varita por el suelo. En cuanto le encontró, conjuro un Lumos, pero lo que la luz mostró, no fue lo que él esperaba. Jane Potter, la chica que inconscientemente le estaba volviendo loco, estaba llorando en silencio. Se preocupó, aunque no quería admitirlo.

━ ¿Jane?. ━ Murmuró preocupado.━¿Estás bien?. ¿Fui muy brusco?. ━ Preguntó, acercándose a ella rápidamente, pero al verla alejándose de él, le confundió.━ ¿Qué te pasa?.

━ Ya no podemos seguir, Regulus.━ Dijo Jane, mencionando por primera vez el nombre del chico, en vez de su apellido, como normalmente solía hacer.

━ ¿De qué hablas?. ¿Por qué no?. ━ Preguntó él, sintiendo su pecho apretarse contra sus pulmones.

Ella no respondió, simplemente soltó un sollozo y negó con su cabeza, cerrando sus ojos con dolor. Él intentaba comprender que le ocurría, pero ni su poder de leer mentes podía darle alguna respuesta. Una loca idea llegó a su mente como un rayo, creando una sensación extraña en su cuerpo: Celos.

━ ¿Se trata de eso?. ━ Preguntó, con la voz afilada.━ Estás enamorada de otro.━ Soltó, resentido.━ ¿De ese traidor, no?.

Ella abrió los ojos y le miró pasmada, como si lo que había dicho fuera lo peor que hubiera escuchado de alguien. Ella negó con su cabeza.

━ No estoy enamorada de nadie, Regulus.━ Dijo ella, con exaltada.━ Sirius no es la razón por la que no quiero continuar con esto.

━ ¿Y qué es, entonces?. ━ Preguntó, frustrado.━ Dímelo, quiero saber la razón por la que no quieres seguir con esto, Potter.

━ ¡Por qué fue un error haberlo comenzado!. ━ Exclamó Jane, angustiada.

━ ¡¿Por qué lo fue?!━ Exclamó él.

━ ¡Porque si no lo hubiéramos comenzado, quizás no estuviera esperando un hijo tuyo, idiota!━ Gritó Jane, totalmente exasperada.

Dicen que las mentiras tienen patas cortas, y que cae primero un mentiroso antes que un cojo. La verdad, aunque cruda y dolorosa, siempre sale a la luz de las personas. Regulus ahora sabía el porque los comportamientos extraños de la chica que estaba frente a él con el cabello revuelto, los ojos repletos de lágrimas, y el cuerpo tembloroso.

Ella estaba embarazada, y lo peor de todo, era suyo.

Jamás había pensado en la posibilidad de traer hijos al mundo, pues la guerra y su dichoso futuro eran el principal factor por el cual no quería hacerlo. ¿Qué vida podría darles, si él estaba obligado y encaminado a tener una vida repleta de miseria y tortura?. Él no quería eso, ni para sus hijos, ni para esa chica.

El silencio y perplejidad del chico fueron la respuesta a la confesión de la chica. Jane no esperó demasiado y, como pudo, se alejó completamente del inmóvil chico, para abrir la puerta del lugar. Antes de irse de allí, se giró a verlo, viéndolo aún quieto en su lugar con su rostro lleno de emociones indeterminables, y dijo.

━ No te preocupes, yo no necesito nada de ti para hacer esto.━ Dijo, suspirando.━ No quiero una vida de sufrimiento a tu lado, solo porque un niño nos una. No te necesitamos.

Y con eso, se fue por donde vino, dejando al chico allí, pasmado, metido en sus pensamientos. No supo cuando, pero cayó de rodillas, dejando caer su varita por alguna parte, y las lágrimas mancharon su rostro.

Esta noticia le había dado en un lugar que creía muerto. Y justo antes de su iniciación.

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