Imagína que tn se entere que Vladimir es vampiro

Era una noche tranquila y oscura en la ciudad. Habías salido a dar un paseo nocturno con Vladimir, disfrutando del aire fresco y la luz de la luna. Había algo en su comportamiento esa noche que te parecía diferente, una especie de tensión en el aire que no podías identificar.

Mientras caminaban por un parque solitario, decidiste que era el momento de preguntarle sobre algunas de las cosas extrañas que habías notado recientemente. Tomaste aire y te volviste hacia él.

—Vladimir, he notado algunas cosas extrañas últimamente. Hay algo que me estás ocultando, ¿verdad?

Vladimir se detuvo y te miró fijamente. Sus ojos, normalmente cálidos y curiosos, parecían más oscuros y profundos en ese momento.

—Sabía que este día llegaría, —dijo con un tono sombrío—. Te mereces saber la verdad.

Sentiste un nudo en el estómago mientras esperabas sus siguientes palabras.

—Soy... un vampiro. —La confesión salió con una mezcla de alivio y preocupación.

Te quedaste sin habla, tratando de procesar lo que acababas de escuchar. Las piezas comenzaron a encajar: su aversión a la luz solar, su fuerza inusual, y los momentos en que desaparecía misteriosamente. Finalmente, todo tenía sentido.

—¿Cómo es posible? —lograste preguntar, con una mezcla de miedo y curiosidad.

Vladimir suspiró y te tomó de las manos, su toque frío pero reconfortante. —He sido un vampiro durante mucho tiempo. He tratado de mantenerlo en secreto para protegerte, pero no quiero seguir mintiéndote. Te amo, y quiero que conozcas cada parte de mí, incluso esta.

A medida que escuchabas sus palabras, comenzaste a superar el shock inicial. Sabías que amabas a Vladimir por quien era, y su confesión no cambiaba esos sentimientos.

—Estoy asustada, pero confío en ti —dijiste, mirándolo a los ojos—. Solo necesito tiempo para asimilar esto.

Vladimir asentía, entendiendo perfectamente tus sentimientos. —Es comprensible. Tómate todo el tiempo que necesites. Prometo que siempre estaré aquí para protegerte y guiarte en este nuevo mundo.

Sentiste que un peso se levantaba de tus hombros al compartir esta verdad. Aunque el conocimiento de su naturaleza vampírica era abrumador, sabías que juntos podían enfrentar cualquier cosa.

La noche continuaba, y mientras el viento susurraba a través de los árboles, sentiste una renovada conexión con Vladimir, sabiendo que, a pesar de todo, el amor y la confianza que compartían eran lo suficientemente fuertes como para superar cualquier obstáculo.