Imagína que tn se enterara de que Tanya es madre

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Era una tarde tranquila en Denali, y habías decidido visitar a Tanya para pasar un rato juntas. Al llegar a su casa, notaste una atmósfera diferente, una especie de calidez y ternura que no habías percibido antes. Tanya te recibió con una sonrisa, pero había algo en su mirada que te intrigaba.

—Hola, —dijo Tanya, invitándote a entrar—. Me alegra verte. Hay algo que quiero contarte.

Te sentiste curiosa y un poco nerviosa mientras la seguías al interior de la casa. Tanya te llevó a una habitación decorada con colores suaves y juguetes. En el centro de la habitación, había una cuna, y dentro de ella, un bebé dormía plácidamente.

—¿Es... tuyo? —preguntaste, sorprendida y emocionada al mismo tiempo.

Tanya asintió, su rostro iluminado por una sonrisa de orgullo y amor. —Sí, es mi hija. Se llama Lila. Quería contártelo antes, pero no sabía cómo.

Te acercaste a la cuna, mirando al bebé con ternura. —Es hermosa, Tanya. No puedo creerlo. ¿Cómo sucedió?

Tanya suspiró, sus ojos llenos de emoción. —Fue una sorpresa para mí también. Encontré a Lila abandonada en el bosque, y no pude dejarla allí. La adopté y la he estado cuidando desde entonces. Ella ha traído tanta alegría a mi vida.

Sentiste una oleada de emociones al escuchar su historia. La admiración por Tanya creció en tu corazón, sabiendo que había tomado una decisión tan valiente y amorosa.

—Eres increíble, Tanya. Lila tiene mucha suerte de tenerte como madre, —dijiste, abrazándola con fuerza.

Tanya te devolvió el abrazo, sus ojos brillando con gratitud. —Gracias. Significa mucho para mí que lo aceptes. Quiero que seas parte de su vida también.

Pasaron el resto de la tarde hablando sobre Lila, compartiendo historias y sueños para el futuro. La conexión entre ustedes se hizo más fuerte, sabiendo que ahora compartían un vínculo aún más profundo.