Todo comenzó con un anillo de compromiso. Un anillo de compromiso que tu novio Harry te había dado el mes pasado. Fue un gesto dulce, y te encantó el hecho de que Harry realmente quería nada más que pasar el resto de su vida contigo. Desde entonces, el sexo se ha vuelto más desenfrenado que nunca. Tú y Harry lo hacian cada vez que podían. 
Retocaste tu maquillaje por última vez y enderezaste tus hombros antes de bajar a la sala común donde Harry estaba sentado en su sillón favorito tratando de terminar un ensayo de Pociones. Todo el mundo estaba en Hogsmeade , pero Harry tenía un montón de tarea que hacer y también que simplemente no quería ir .

Te escabulliste detrás de él y envolviste tus brazos alrededor de su cuello, asegurándose de que tus manos se deslizaran lentamente sobre su pecho antes de detenerse en sus hombros .

Harry exhaló profundamente y se rió ligeramente, sacudiendo la cabeza con diversión.

—Nena, no. Tengo muchas cosas que hacer y estoy demasiado cansado. No hay manera de que te pueda meter una mierda, lo siento.

Te reíste levemente en su oído y besaste su lóbulo. Tus labios se mantuvieron sobre su oreja, lo que le produjo escalofríos en la columna vertebral.

—No tenemos que tardar mucho ... -susurraste burlonamente a su oído—.

Harry rió de nuevo, pero esta vez su risa era más bien inestable y vacilante.

Le sonreíste seductoramente y besaste su cuello. La respiración de Harry salió agitada y cuanto más intentaba reunirse y resistirse a tus tentaciones seductoras, más fallaba miserablemente en ello.

—(T / N) ...— susurró con voz temblorosa—Princesa ...

Pusiste más fuerza en tus besos y encontraste su punto débil tan pronto como pronunció tu apodo. Harry soltó un áspero gemido mientras que tú chupabas, lamías y mordisqueabas su lugar especial.

—Joder ...—murmuró para sí mismo.

Se dio la vuelta y tomó la parte de atrás de tu cabeza con una mano y rompió los labios. Se convirtió en una pasión caliente tan pronto como había comenzado y antes de que lo supiera, los dientes de Harry te mordían en el labio inferior y tiraba de el suavemente. Tú sonreíste en el beso y gemiste ligeramente, sólo para molestarlo.

Harry gruñó  en su garganta y se levantó, tomándote por las caderas y tirándote con él hasta que cayó contra la espalda en el sofá. Te sentaste erguida con las piernas a ambos lados de él.

—Si quieres hacerlo, estás haciendo un buen trabajo hoy.—Gruñó.

Te mordiste el labio y sonreíste, quitándole las gafas de la cara y arrojándolas sobre su espalda antes de volver a conectar sus labios. Tu lengua serpenteó hasta la boca de Harry y exploró su boca . Harry gimió en tu boca mientras balanceaba sus caderas contra las suyas para crear fricción.

Él echó la cabeza hacia atrás contra el sofá mientras sentía que su entrepierna se movía contra tu intimidad. 

—¡Joder!—Gimió.

Instintivamente te quitó la camisa, dejando la mitad superior de su cuerpo sólo en su sostén.

—Demonios, (T / N)—lloriqueó mientras sus manos recorrían por cada pulgada de tu torso. Sus fuertes manos sentían cada centímetro de tus curvas y apretaban suavemente sus senos a través de tu sujetador.

—Quítate los pantalones — se quejó—Por favor.

Obedeciste inmediatamente, despojando de tu  mitad inferior de tus pantalones y llevándote tus bragas con ellos. Tu intimada estaba goteando por tus piernas y casi estabas estabas avergonzada hasta que viste a Harry que ensanchaba los ojos y se mordía el labio con dureza.

Madre mía -murmuró-. 

Le sonreíste seductoramente cuando dejaste de molestarlo y te arrodillaste. Tus dedos agarraron la banda de sus pantalones de chándal sueltos y los empujaron en un instante.

La erección de Harry salió de sus pantalones. Te iba a rogar que lo tocaras, pero no tenía necesidad de preguntar: su miembro  ya estaba en tus manos y estaba siendo masajeado rápidamente.

—Oh ... oh Dios.— Susurró Harry en voz baja. Dejó escapar un fuerte y satisfactorio gemido mientras sus manos trabajaban expertamente en su miembro.

Tiraste de la punta ligeramente y el la besaste. Tu lengua recorrió todo el eje de su miembro.

—Princesa ...— gimió, su mano suavemente empujando hacia abajo en la parte de atrás de tu cabeza, —Princesa, por favor ...—

Le sonreíste  y tomaste su miembro en tu boca. Tu cabeza se balanceaba arriba y abajo sobre ella y tu lengua giraba alrededor del eje de su miembro mientras ahuecabas tus mejillas y lo chupabas. Harry cerró los ojos y dejó caer su cabeza en el sofá. Su mano todavía estaba atrapada en tu pelo, pero formó una cola de caballo improvisada con ella y te empujó suavemente más allá de su miembro.

—¡Oh, oh Dios mío ... Princesa ...  ~ oh~oh!—

Habías ido más allá y Harry lo estaba adorando. La mejor parte era, que podías llegar a garganta profunda como si fuera un arte antiguo que habías dominado.

Lo chupaste hasta que la punta golpeó la parte posterior de tu garganta. Te tambaleaste un poco y pusiste tus manos en sus muslos para mantenerse en equilibrio.

—AH. OH MIERDA. —Harry casi gritó, seguido de una serie de blasfemias y fuertes gemidos. Esto fue. Podía sentirlo. Su orgasmo estaba llegando a un máximo de todos los tiempos, podía sentirse al borde de la destrucción. Si sólo pudieras seguir adelante, si no lo hicieras. El cielo estaba a sólo unos segundos. Podría hacerlo, ¿no?

No,eso estaba mal.

Lo sacaste de tu boca y lo terminaste con un "pop". Había una cadena de saliva que llevaba de tu boca a su miembro, pero nada lo molestaba más que el hecho de que te detuvieras.

Antes de que tuviera tiempo de enfadarse y preguntarte qué demonios estabas haciendo, te colocaste sobre él y te deslizaste sobre él inmediatamente. Un suspiro se le cayó de la boca, como si estuviera satisfecho de haber aliviado finalmente la tensión sexual que estaba acumulando dentro de él.

Sus dedos se clavaron en tus hombros mientras  rebotó sobre él con brusquedad. Gritos y maldiciones salieron de tus labios mientras tus caderas se balanceaban con Harry dentro de ti. Él estiró tus paredes, te llenó de maneras que nadie más podría ser capaz de hacer. Era como un milagro, un sueño hecho realidad que Harry era la única persona que podía hacerte esto. Y tu estaba amando cada segundo de él.

Los dedos de Harry se clavaron en tu cintura tan fuertemente que él estaba seguro de que dejó marcas o moretones en alguna parte en tu suave piel. Pero no le importaba, y sabía que valdría la pena. Ser íntimo con usted de esta manera era la mayor regalo de la vidaque jamás le había dado.

De repente, se inclinó hacia delante y sujetó sus labios temblorosos a tu piel flexible. Cerraste los ojos y gemiste mientras él succionaba la piel de tu cuello y mandíbula. Harry pronto había encontrado tus labios y rápidamente los unió a los tuyos. Lo besaste de vuelta con impaciencia mientras sus manos se enredaban en tu cabello y tus caderas se balanceaban contra él en un abrazo que sólo tú podías darle.

—H-Harry ...—gimoteaste en su boca, —estoy cerca—.

De alguna manera, Harry se apretó sobre ti aún más fuerte y te besó con tanta pasión necesitada como pudo reunir.

—Hazlo. Voy contigo.—

De inmediato té moviste sobre su miembro, ya que hizo lo mismo con usted. Harry se derramo dentro de ti y soltó lentamente sus manos ahora doloridas de tu cintura.

Te apartaste de él y te sentaste a su lado, repentinamente sintiéndote muy cansada y sedienta.

—Wow.—Susurró Harry con su pecho levantando y bajando.

—Sí.— Susurraste atrás, todavía tratando de recuperar el aliento.

Harry miró hacia ti y sonrió. —Maldición, te quiero.

Te sonrojaste y le devolviste la sonrisa, inclinándote hacia adelante para recoger tu ropa del piso. Pero Harry te detuvo. En su lugar, él gentilmente te empujó en su lado. Sus piernas estaban envueltas con las de él y sus manos sostenían tu cuerpo con sumo cuidado, como si pudiera romperse.

—Yo también te quiero —susurraste humildemente hacia él, a lo que respondió con una risa y un suave beso en tus labios.

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