♕V.
—¿Me enviaste cartas en todo este tiempo?—cuestiona Isagi Yoichi, ante la atenta y curiosa mirada de su familia, sin apartar su vista de aquel Alpha que tiene el título de Emperador.
Es difícil de todas maneras, estamos hablando de su antiguo primer amor, como de su Majestad y además, incluso aunque se tratase de un completo extraño, el Romano es demasiado deslumbrante. Sus rasgos, sus orbes penetrantes y sus feromonas dominantes, ¿Quién puede ignorar algo así?Al menos para él es imposible, lo único que lo mantiene cuerdo es que están sus padres presentes y el profundo rencor que le guardó a Kaiser durante mucho tiempo.
—Me tuve que desaparecer por órdenes del anterior Emperador, luego cuando él y toda su familia se enfermó las cosas se volvieron mucho más complicadas. Pero te escribí muchas cartas durante tres años, disculpandome por no asistir a tus cumpleaños, pero por lo que veo, jamás te llegaron. —explica con seriedad, para él igual ha sido toda una sorpresa descubrir que sus cartas jamas fueron recibidas por el Omega panadero, le intriga y enfurece, pero mantiene la calma como compostura.—Así que tendré que investigar severamente que ocurrió con las cartas y el motivo del porque nunca te llegaron.—agrega con determinación y formalidad.
Los padres y la hermana del Omega seguían en silencio, pero atentos a cada palabra que ambos soltaban. No podían creer casi la naturalidad perfecta como informalidad con la que Yoichi habla con su Majestad. Al principio se mostraba nervioso y preocupado, incluso no podía ver a los ojos a Michael, pero con tanto intercambio de palabras, ahora luce más natural y hasta tosco al hablar. Como si le diera igual que está hablando con alguien de la realeza, alguien con mucho poder y autoridad.
Mientras que por otro lado, Michael Kaiser a pesar de tener expresiones serias y expresarse con elegancia y cierta autoridad, a su alrededor se respira un ambiente y feromonas tranquilas, suaves y alegres. No actúa con presunción.
Es un muy raro reencuentro de viejos amigos.
—Suponiendo que tienes razón...—retoma Yoichi aclarando su voz, aunque en lo personal él ya no está interesado en restaurar una vieja amistad y mucho menos estar con Kaiser, decide darle el beneficio de la duda.—No entiendo porque pasaste de ser un soldado más a ser literalmente el único gobernante en todo el Imperio. ¿Cómo fue...?—deja las palabras al aire, sin saber qué más decir al respecto.
—El anterior Emperador era mi padre.
—¿Siempre lo supiste?
—No siempre, solo después de haberme manifestado como Alpha a los quince.—contesta con cierto desagrado.—Pero aún así se mantuvo en secreto porque no querían que la sociedad se enterara del hijo bastardo de su Majestad... pero tiempo después, cuando ocurrió lo de la enfermedad, todos morirían, mi padre me dejó todo a mi con testigos. Él hombre preferiría que el trono quedara siempre en su sangre que en otras familias nobles. Pero sinceramente, yo no vine aquí para hablar de estas cosas.—aclara con mínima irritación.
Se nota que no le agrada hablar sobre temas de su familia, Yoichi ya ni siquiera sé atrevió a preguntarle por su madre a pesar de tener mucha curiosidad y extrañar a la amable mujer. Sin embargo, no puede evitar sentirse incómodo al recordar que Kaiser quiere acortejarlo.
Antes que alguno de los interesados emitiera alguna otra palabra en la breve pausa que se sentenció, el señor Isagi, un poco tímido pero seguro en sus palabras, decide alzar la voz para preguntarle al Emperador:
—Una disculpa, ¿Qué podemos ofrecerle, su Majestad?
Querían alguna excusa para retirarse por unos momentos y regresar sin ser groseros, obviamente no dejarían a solas a su hijo con el otro, Wataru se quedaría al pendiente. Pensaron en ir por pan o alguna bebida a la cocina, lo que sea para salir de ahi un rato. Sin embargo, la respuesta de Kaiser los dejó nuevamente, nerviosos.
—Vine a cortejar a Isagi Yoichi, señores.
Los mayores no saben siquiera como rechazarle algo a su Majestad, estan entre ansiosos y con cierto miedo latente. Etamos hablando de su hijo menor, el único Omega que nació de ellos.
En el silencioso comedor de los Isagi, la tensión es palpable mientras el Emperador Kaiser continúa hablando con una seriedad serena pero apasionada. Incluso al hablar y los ademanes que hacen son tan elegantes.
—He venido hasta aquí para pedirles su permiso para acortejar a su hijo, Yoichi. Y de ser posible, casarme pronto con él. — dice Kaiser con una voz profunda que resuena en el pequeño espacio.—Sé que pueden estar preocupados al respecto, pero les aseguro que lo haré feliz y nunca le levantaré la mano.—promete con seriedad y determinación.
Los padres de Yoichi se encuentran conmocionados, sus ojos se abrieron de sorpresa y sus manos se apretaron nerviosamente entre sí. Su hijo, por otro lado, se siente enrojecer de vergüenza, pero también experimenta una amalgama de emociones que van desde la ira, la confusión y hasta la incredulidad.
Los padres de Yoichi, aún asombrados por la inusual solicitud del Emperador, encontraron difíciles articular palabras en ese momento. Yoichi se muerde el labio, luchando por mantener la compostura mientras su mente se llena de preguntas sin respuesta. De una intriga profunda.
Kaiser, no obstante, no espera que las palabras de los padres llegaran, puede comprender la situación, que esten abrumados y preocupados. Con una mirada apasionada como honesta en sus ojos azules, se sinceró:
—Yoichi es para mí lo más etéreo y sublime del mundo. Estoy enamorado de él desde hace mucho tiempo.— Sus palabras, cargadas de emoción, colmaron el aire con una sensación de romanticismo profundo. Expresa su amor pasional frente a los padres de quien quiere que sea su Omega.
La hermana mayor de Yoichi, Wataru, observando la escena con seriedad y curiosidad, decidie intervenir por la seguridad y bien de su pequeño Isagi.
—¿Cuáles son tus verdaderas intenciones con mi hermano?—pregunta con determinación en su voz, cruzándose de brazos. Ella no caería fácilmente ante los gestos bonitos y palabras cursis.
Tal vez sus padres y el mismo Yoichi estén sin palabras, incluso se sientan intimidados por la presencia de un Alpha joven, alto, aparentemente fuerte y con el título de Emperador, pero ella no.
Kaiser, sin titubear, responde con elegancia y afecto:
—Quiero enamorar a Yoichi y que se case conmigo.—Sus palabras resuenan en el comedor, llenas de determinación y sinceridad.—Quiero formar una familia con él, también llevarlos a todos ustedes, como padres y hermana de Yoichi, a vivir en el Palacio Imperial.
Los padres de Yoichi, aunque inicialmente sorprendidos, se sintieron enternecidos y conmovidos por la oferta del Emperador. Pensaron en las posibilidades de un futuro mejor para su hijo, rodeado de comodidades y protegido por un Alpha tan influyente y apasionado como Kaiser. Sus ojos brillan con esperanza mientras consideran las implicancias de esta propuesta a pesar de ser repentina y totalmente inesperada.
Además que sus vidas cambiarían por completo, no sólo la de su hijo.
Sin embargo, Yoichi no esta de acuerdo con esta idea. Se sintió incluso mas incómodo y atrapado en una situación que no había pedido. Su rostro refleja una mezcla de emociones, desde la incomodidad hasta la determinación. Sabe que sus padres han sido embobados por Michael, pero él tiene que dejar las cosas bien en claras.
Él no quiere ser cortejado por Kaiser ni mucho menos casarse con él y que toda su familia se vaya a vivir en un castillo real. Ellos pertenecen a la ciudad, al pueblo. No les hace falta nada. Tienen amor, comida, techo y un hogar.
—No quiero ser cortejado por ti, Kaiser.—dijo con voz firme, aunque su corazón late con fuerza en su pecho mientras enfrenta al poderoso Alpha ante él.
La atmósfera en el comedor se vuelve aún más cargada de emociones mientras cada uno de los presentes lidia con sus propios sentimientos y pensamientos. El futuro de Yoichi, su destino y sus deseos están en juego, y la decisión que se tomará en ese momento tendría un impacto profundo en todas sus vidas.
La habitación se llena con la tensión palpable entre Michael y Yoichi, mientras el Emperador, en su búsqueda desesperada por entender y comprender el comentario del azabache, preguntó con voz un tanto entrecortada:
—¿Por qué, Yoichi? Te ofrezco amor, comodidad, será el esposo más detallista y fiel que jamás hayas tenido. ¿Por qué no puedes aceptar eso?—Sus feromonas de Alpha se volvieron agrias, llenando el aire con una atmósfera tanto densa y tensa.
A Yoichi le molesta, y su hermana, Wataru, intervino valientemente al ver que sus padres no se atrevían a decir algo, quizás por miedo al tratarse del gobernante de todo el Imperio.
—Su Majestad, por favor, no intimide a mi pequeño hermano.—le advierte la Alpha, dedicándole una severa mirada de advertencia.
A pesar de las emociones en el juego, Kaiser intenta calmarse, pero su mirada arde con una mezcla de furia, dolor y confusión mientras espera una respuesta de Yoichi. El Omega duda al principio, su mirada oscilando entre el temor y la determinación. Finalmente, reuniendo todo su valor y con el apoyo inquebrantable de su hermana, responde:
—Ya tengo a alguien más que amo.
La confesión sorprende hasta a los propios padres de Yoichi, quienes se miraron entre sí, completamente desconcertados por esta revelación ya que ni ellos sabían del interes amoroso de su pequeño hijo. Mientras tanto, Kaiser quedó completamente atónito. Un torrente de emociones, desde la furia hasta la tristeza, se reflejó en su rostro.
Wataru se mantuvo firme, respaldando a su hermano.
—Lo siento, su Majestad, pero mi hermanito ya tiene a alguien más en su corazón. Espero que pueda entender esta decisión.
La habitación se llena de un pesado silencio antes de que Kaiser, con una aparente tranquilidad forzada, cierra sus puños con furia.
—Lo entiendo. Lamento haber molestado. Me retiro.—murmura. Aunque sus palabras suenan calmadas en la superficie, su sonrisa se deforma en una expresión de profunda amargura y resentimiento, por no decir odio.
Los padres de Yoichi y Wataru escoltaron al Emperador hacia la salida con respeto y admiración. Afuera de la panadería, se encontraron con un espectáculo impresionante: deslumbrantes carrozas, majestuosos caballos y soldados uniformados, todo revelando el poder y la grandeza del Emperador. Mientras Kaiser se aleja, su mente bullía con pensamientos retorcidos y un plan que comienza a tomar forma en su interior. Las emociones intensas y las decisiones precipitadas amenazan con desencadenar una serie de eventos que cambiarían el destino de todos los involucrados, solo para poder tener al Omega que tanto ama.
Porque él es egoísta y quiere tener a Isagi Yoichi a su lado, solo para él. No le importa que esté diga estar enamorado de alguien más.
(...)
—¿Qué les parece estas Islas? No son de ningún reino o imperio en concreto.—señala el Emperador apuntando con su dedo en un amplio mapa, el más actualizado, bastante interesado en estas.
—Son independientes y pequeñas.—contesta uno de los Alphas viejos del consejo de su Majestad.
—Pero apuesto que tienen muy buenos recursos.—a completa el rubio con curiosidad.
Los mayores se ven entre sí no muy convencidos de lo que su Majestad busca. Un Beta decide hablar.
—Su Majestad, el Sacro Imperio Romano se ha mantenido durante las ultimas genraciones como un Imperio pacífico y amistosos, no hemos invadido ningún territorio en mucho tiempo. Además, no nos hace falta nada...—explica con paciencia y sabiduría, siendo interrumpido por el joven Alpha.
—Somos pequeños a comparación de otros Imperios, nadie nos ve como fuertes ni poderosos, y la mayoría de la población se concetra en la capital. ¿Por qué no somos un lugar más poblado?—interroga impaciente.
Algo muy importante para un Imperio, para el ejército de éste, es la población misma.
—Debido a que los anteriores Emperadores querían que no se nos acabarán los recursos, mantuvieron la regla estricta de que la población promedio tuviera máximo dos hijos. Y solo aquellos de mayor estatus se les permitía un tercero.—responde otro de los viejos.
—Lo que nos hace falta, es más gente, más pueblo, más familias. Y si se preocupan por los recursos, podremos obtener más de otros lugares.
—Pero, la gente de escasos recursos luego no pueden mantener a más de dos hijos y...—intenta argumentar otro de ellos.
—Sí el problema es el dinero, entonces loa ayudaremos si en un futuro enlistan a sus hijos al ejercito Imperial. Así todos salimos ganando.—declara él, afirmando que asi se haran las cosas apartir de ahora. Nadie de los consejeros lo contradicen.—¿Ha quedado claro mi plan de invasión?—cuestiona con una sonrisa torcida y fingida paciencia.
Los viejos se ven entre sí nuevamente, tragan duro y asienten.
—Sí, su Majestad.
—Excelente. Continuaremos está platica mañana, por mientras, investiguen tácticas de ataque y vayan preparando estrategias. Y cambien esa norma estricta de la limitante de los hijos, todos tendrán derecho de tener cuántos hijos quieran. Y cuando lleguen a la mayoría de edad, se pueden alistar al ejercito si necesitan el dinero.—explica.
Si algo que conoce Kaiser que vivió en pobreza, es que hay muchas familias en esas condiciones precarias y humildes, no solo en la capital. Quiere ayudarlos y quiere que ellos también le ayuden.
—De acuerdo.
Nadie puede entrar en discusión con el Emperador.
A un lado suyo, justo llega su más fiel guardia como consejero personal, además que le ayuda también a la administración de impuestos y el pago de varios trabajadores en el Imperio. Es un par de años mayor que él, no es tan alto pero luce bastante joven. Además que es muy ágil y fuerte en combate.
—Oh, mi querido y fiel soldado Ness, para ti tengo algo especial y muy secreto que necesito que ejecutes.—dice Kaiser emocionado al ver al Alpha castaño a su disposición, hablando un poco más bajo para que el resto no escuché.
—Estoy a sus ordenes, su Majestad.—dice el castaño haciendo una pequeña reverencia al joven rubio.
—Excelente.
¿Qué es necesario para ganar una guerra? Armas, habilidad, pero sobre todo, soldados.
Necesita reclutar a más gente en el ejército. Los más fuertes y grandes.
● ● ●
Palabras: 2,372.
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de Publicación: viernes 20 de octubre del 2023.
Fandom: BlueLock.
Nota del escritor:
El próximo capítulo no lo tengo escrito y además voy a entrar en exámenes así que probablemente me tarde bastante en actualizar.
Hasta la proxima!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top