Mal Día #2
Espero que les guste~
Nota: Le puse como titulo "Consuelo" al principio porque quien me pidió esta idea quería que los azules encontraran un consuelo entre ellos pero después de pensarlo un poco, lo cambie ^_^
Boomer supo, en el momento en el que abrió los ojos, que no iba a ser un buen día. Era una sensación extraña y difícil de explicar, casi se sentía como una pesadez que se mezclaba con un cansancio de origen desconocido, acompañado de un repentino deseo de mantenerse alejado de todo y todos, sin querer enfrentar realmente el mundo a su alrededor pero no tenía esa opción, no cuando su hermano mayor no dudo en arrancarle las mantas y tirarlo de la cama para que se levantara.
El desayuno, usualmente era una lucha o más bien, era una guerra campal entre ellos para poder comer todo lo posible y molestar al otro en el proceso pero esta vez, él no tenía ganas de pelear contra ellos realmente, así que solo se sentó y observo, poco interesado, la forma voraz de comer de Butch y la extraña costumbre de llenarse la boca cual ardilla de Brick, tarareando para si mismo. Tenía hambre pero no la suficiente como para meterse en esa pelea y quizás, si lograba alejarse de ellos en algún punto, iría a robarse algo para comer más tarde. Era mejor que tener que enfrentarlos.
A pesar de su silencio, ellos no tenían problemas para meterse con él.
Son hermanos, meterse el uno con el otro es parte del día a día, pero usualmente y en días buenos, era algo mutuo, algo que hacían solo para pasar el tiempo. Solo eran bromas y chistes de mal gustos, respetando los limites del otro porque eran una familia, solo se tenían entre ellos, así que se cuidaban pero en malos días, Boomer sentía el peso de ser tachado como el menor y el más tonto, aquel que no tenía el valor de defenderse. La verdad, es que solo los dejaba porque no estaba del estado de animo para luchar realmente contra ellos, así que soportaba los regaños en silencio y apretaba los dientes ante los golpes ocasionales en su nuca. Los malos días no sucedían a menudo, se divertían de estar juntos, pero no siempre se podían evitar.
Pero esta vez, se sentía particularmente molesto. Con una picazón bajo la piel que lo hacia removerse con cierta incomodidad en su lugar, con ansiedad retorciéndose en su pecho y sintiendo ciertas chispas corriendo por sus dedos. Se sentía como una especie de bomba a punto de explotar y no quería eso. Era una sensación extraña e incomoda.
Se esfuerza mucho por pasar desapercibido si debe ser sincero. No habla, ni siquiera se queja o se ríe, solo se entretiene con algunos bloques que Mojo había robado de una juguetería para ellos y se distrae, armando cosas sin sentido solo para desarmarlas al poco tiempo y empezar una vez más, hasta que termina por apilarlos, sintiéndose distraído y tranquilo en comparación a cuando se despertó pero podía escuchar los pasos de sus hermanos acercándose a su cuarto compartido, donde se había estado escondiendo, escuchándolos discutir y supo que las cosas se iban a poner feas.
-¡Oye, idiota!- hace una mueca ligera que lucha por ocultar, sin atreverse a mirar al otro, sabiendo que eso se vería como una señal de algo para empezar una pelea a golpes y no estaba de animo para algo así, en especial contra Butch, quien podía jugar sucio cuando estaba de un animo muy particular pero ignorarlo tampoco fue una buena idea por lo visto. -¡Te estoy hablando, carajo!- hace una mueca cuando su hermano de verde empuja su construcción, haciendo que todo caiga al suelo con un ruido que casi parece resonar en su cabeza y hace eco, hasta el punto de amortiguar todo lo demás. Siente una punzada en su pecho, ira, molestia, tristeza o incluso frustración, porque había decidido mantenerse apartado para no tener que enfrentar a sus hermanos pero estos, porque puede ver de reojo a Brick allí en forma de espectados silencioso y algo burlón, no parecieron entender la indirecta.
Tiene deseos muy grandes de irse y buscar un lugar tranquilo pero también quiere romperle los dientes a esos dos malditos a quienes llama sus hermanos.
-Déjenme en paz- odia que eso suene como una suplica, en especial cuando escucha al de verde bufar con burla notable y al de rojo suspirar con algo que cree que es decepción o cansancio, no lo tiene muy en claro, no se atreve a ver sus rostros. Quiere llorar y lo detesta, porque lo hace sentir como el bebé quejumbroso como siempre lo llaman, y eso solo empeora su sensación de frustración, con un nudo que se forma rapidamente en su garganta.
¿Escapar sería un acto cobarde? Lo sería, según ellos, esta seguro de eso pero la duda de si lo seguirían o no viene a su mente, retorciendo sus dedos mientras medita que hacer a continuación.
Y la cosa solo termina escalando a gran velocidad. No sabe si son sus palabras o solo el corto y mal carácter que su hermano de verde esta presentando en ese día, peor de lo habitual, pero solo alcanza a verlo de reojo con cansancio antes de ser tacleado y pronto, golpeado. Se cubre la cara sin pensar, gruñendo ante los fuertes golpes ajenos, sintiendo algo de dolor debido al poder en los puños del mayor. No es la primera vez que termina en esa posición, Butch tiene mecha corta en la mayoría de los días, pero en ese casi, parece aun más enojado por razones desconocidas y sus golpes, en vez de ser juguetones, son fuertes y con una clara intención de lastimas. Hay gritos que resuenan, insultos de parte del de verde y reclamos de parte del de rojo que intenta sacar al otro de encima del de azul pero este no esta escuchando, no realmente.
Siente que su paciencia llego a su limite en ese instante.
-¡YA BASTA!- golpea el rostro del de verde, con fuerza impulsada por la ira que lo inunda en ese momento y a pesar de que su primera intención era solo apartarlo, una vez que empieza siente que no puede detenerse del todo. -¡Púdrete, bastardo!- se sube encima del segundo mayor y lo golpea, una, dos, tres, hasta cuatro veces o quizás más y no se detiene hasta que hay mano fuertes que sostienen su brazo. El toque se siente como si quemara, incluso a través de la ropa, y se aparta bruscamente, mirando al mayor con el ceño fruncido. El de verde esta herido, hay sangre manchando su rostro mientras lucha por sentarse, y el de rojo parece serio, mirando entre sus dos hermanos.
-Boomer...- Brick parece más tranquilo ahora, con una expresión más ligera y casi amable pero al diablo, para Boomer, es muy tarde. Esta arto de ambos en ese momento.
-¡Púdrete tu también!- escupe lleno de ira. Cree que puede arrepentirse más tarde, seguro que lo hará, aunque ese es un problema de su versión del futuro. -¡Los odio, maldita sea!- no espera una respuesta, ni siquiera se toma el tiempo para ver sus expresiones de sorpresa y dolor, solo sale disparado, rompiendo el techo en el proceso pero rápido en alejarse de allí tan pronto como su poder de volar le fuera posible.
Aterriza en medio de un bosque, lejos de la ciudad, respirando agitadamente antes de forzarse a llenar sus pulmones de aire y grita, lleno de tanta frustración que realmente no controlo del todo la potencia y salió como algo sónico que la naturaleza a su alrededor sufrió por su ira pero no le importaba, no en ese momento, y cuanto se dio cuenta de que eso no era suficiente, solo se lanzo para destruir con las manos. Se enfoco en un árbol mayormente de aspecto muerto a pesar de todo a su alrededor, sacándolo de raíz, mostrando que estaban secas y lo destruyo, sin detenerse hasta convertirlo en polvo. Estaba enojado, frustrado y triste al mismo tiempo, un extraño conjunto de sentimientos con los que no tenía muy en claro como lidiar.
Y cuando el cansancio le llego, ganando terreno de manera rápida, es cuando se permitió caer en el suelo. A pesar de todo, aun siente ganas de llorar y esta luchando por no hacerlo, sin querer sentirse como un bebé, odiando ese tonto apodo que sus hermanos le habían puesto para molestarlo.
Escucha pisadas, ligeras, y cuando alza la vista, se encuentra con un par de ojos celestes que lo observan con curiosidad.
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