- Te tomas todo demasiado enserio. - me separé de él sin poder mirarle siquiera a los ojos y me aparté un mechón de pelo de la cara, sintiéndome ardiendo.

- ¿Yo? - se señaló inocentemente - Tú eres quien lo ha dicho ya dos veces.

Bien... Se seguía acordando.

- ¿Otro poder? - cambié de tema.

- Sí. - parecía algo molesto - Regeneración.

- ¿Te curas si alguien te hace daño? - pregunté alucinada.

- Exacto. Pero solo físicamente - suspiró - Mis sentimientos sí que se dañan.

Y me miró con la cabeza gacha.

¿Se está refiriendo a mí?
¿Yo qué le he hecho?

- ¿Más preguntas? - dijo interrumpiendo mis pensamientos.

- Sip - aclaré mi garganta y fruncí el ceño para decir: - ¿Qué hacía desnuda en el vestuario de hombres?

Sus mejillas se tornaron de un color rojo carmesí en cuanto lo mencioné. Más de lo normal.

- Bueno... Pues... - se rascó la nuca - La manzana activó tus poderes y produjeron que tú cuerpo comenzara a arder y tu ropa se quemara. - me miró temeroso - Antes de que la gente te pudiera ver ardiendo, te llevé al vestuario de hombres.

Me quedé parada mirando a la nada pensando en lo que habría pasado.

¿¡Zach me había visto desnuda!?

- Te juro que no miré casi nada.- se disculpó torpemente.

¿Se creía que eso me relajaba?
Al revés. Me avergonzaba mucho más.

Tosí levemente, incómoda.

- ¿Hay más gente como nosotros aquí?- pregunté intentando evadir el otro tema.

- ¡Claro! - parecía alegre de cambiar de asunto - Ven,  vamos a verlos.

Salimos de la habitación pasando por un largo y ancho pasillo lleno de puertas hasta llegar a un gran comedor.

El comedor estaba vacío pero enfrente de él, en el salón, se encontraban dos chicos jugando a la consola.

- ¡Toma ya! - saltó un chico rubio del sofá rápidamente - ¿Quién es el mejor ahora? ¿Eh Jack? ¡Yuhuuuu! - y de la nada desapareció en un instante volviendo tras dos segundos con un refresco en su mano.

¿Pero qué...?

- ¡Agh! Solo fue suerte. - se defendió otro chico con el pelo muy rizado. Jack.

Estaban de espaldas y ninguno de los dos nos vio.

- ¡Hey chicos! - llamó su atención Zach.

Nos miraron curiosos y sorprendidos a la vez.

- Está es Allison. El fuego.

Me quedé confusa por la palabra que añadió al final.

¿El fuego?

- Encantado Allison. - se levantó el del pelo rizado - Soy Jack. Jack Avery. Hielo y Protección.

- Un placer. - saludé sonriente.

- Hola, soy Corbyn Besson. - dijo rápidamente el rubio, que, fijándome más en su cara, tenía los ojos de color azul agua. - Rapidez.

Eso explica lo de antes y su forma de hablar.

Sonreí en modo de saludo.

- Y Allison... - comenzó Jack - ¿De que conoces a nuestro bebé Zach?

Miré a Zach divertida por su apodo.
Él solo miraba a Jack con los ojos entrecerrados y sus mejillas sonrojadas.

Es adorable.

- Íbamos al instituto juntos.

- Ahh... - se aclaró Corbyn - Osea que eras su misión.

Miré a Zach confusa.

¿Cómo que su misión?

- ¿Qué? - cuestioné con el ceño fruncido.

Zach agarró mi mano y me apartó de los chicos.

- El capitán me mandó la misión de encontrate, cuidarte y trasladarte a la central si las cosas salían mal. No entendía el porqué tú, ¿Por qué no otras personas? ¿Qué tenías de especial para que tuviera que poner mi vida después que la tuya? Sigo sin comprenderlo, pero sé que algo especial tienes.

>>Tenía que protegerte de la L.C.P.S., o Liga Contra Poderes Sobrenaturales, pero debido a lo que pasó ayer, necesitábamos adelantar tu traslado a la guarida.

- Osea... - dije intentando entender todos - Los hombres del otro día, ¿eran de la Liga Contra Poderes Sobrenaturales?

- Exacto.

- ¿En verdad eres mi amigo? - dije triste - ¿O solo lo hacías para "protegerme"?

- Al principio fue solo una obligación que tenía que cumplir, - mierda - Pero cuando empecé a conocerte mejor, me di cuenta que eras una buena persona y una genial amiga. - parecía que le dolió decir lo último - Entiende que, ahora, yo no podría vivir sin tí.

Sonreí inconscientemente y me lancé Asus brazos.

Me encantaban mucho los abrazos de Zach.
Él era el único que podía tocarme sin sentirme nerviosa o peligrosa.
El único que me hacía sentir segura y contenta.
Él era lo único que tenía.

Nos separamos para mirarnos a los ojos y sonreír.

- ¡Uhhhh! - se oyó de detrás de nosotros.

Me giré y vi a Jack y a Corbyn con las cejas alzadas y abrazándose a sí mismos poniendo morritos.

Rodé los ojos.

- ¿Qué estáis haciendo? - preguntó una voz nueva en la habitación.

Alcé la vista y me topé con un chico alto, delgado, ojos azul celeste, pelo castaño oscuro y una sonrisa divertida en su rostro.

- No es lo que parece, Daniel. - se defendió Corbyn algo avergonzado - Solo eran Zach y Allison. Ellos estaban a punto de besarse y nos hemos burlado de ellos.

- No nos íbamos a besar. - protestó Zach colorado.

¿Daniel? Ese nombre me sonaba.

El chico alzó la vista y me miró con sorpresa en la cara.