- Ojalá pudiera decir lo mismo. - gruñó Daniel.

Ale se quitó de encima suya y le ayudó a levantarse.

Iba a correr a abrazarle, pero Zach me detuvo y me quedé quieta para que él hablara primero.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó frío.

- Hola Daniel, cuanto tiempo, ¿Qué tal estás? Te he echado de menos - dijo Daniel sarcástico y rodó los ojos por el comentario de Zach.

- Te he hecho una pregunta. - siguió diciendo Zach entre dientes.

Miraba la escena con los brazos cruzados, furiosa por la actitud de mi novio.

- Hemos venido a buscarles. - Selena apareció entre los árboles con los demás chicos detrás.

Sonreí de inmediato y Zach me miró serio.

- ¿Ahora te importamos? - cuestionó bruscamente.

Le miré con el ceño fruncido. ¿Por qué se comportaba así?

- Siempre nos importasteis. - dijo ahora Chris - Para de actuar como un niño pequeño Zach. Tienes más de doscientos años, ¡Por el amor de Dios!

Oí como Zach gruñía, pero soltó mi mano y me dejó ir con ellos.

Me lancé a los brazos de Daniel y le apreté con fuerza. Los demás chicos nos rodearon también, formando un gran abrazo.

- Te he echado de menos. - susurré.

- Yo también Allison. - dijo de vuelta.

Cuando nos separamos sonreí de nuevo, por fin volvíamos a estar juntos.

- ¿Por qué os fuisteis? - interrogó Jonah.

- No queríamos estar con traidores. - contestó Zach por mí - Ya les has saludado. - se dirigió a mí - Ahora vamonos.

- ¿A dónde vais? - preguntó Calum.

- No te...

- A un pequeño pueblo desolado. - interrumpí a Zach ganándome una odiosa mirada de su parte - Allí nos esconderemos hasta que tengamos un plan para acabar con la guerra.

- Vamos con vosotros. - afirmó Corbyn sonriente - Hemos dejado allí a los demás sobrenaturales, es también nuestro refugio.

- Genial. - farfulló Zach sarcástico.

Ale miraba todo confundida y la entendía perfectamente. Toda esta situación era extraña y revoltosa, sobre todo para alguien como ella.

- Chicos, esta es Ale. - les presenté y cada uno dijo su nombre.

- Selena... - terminó la castaña y Ale se la quedó mirando por un largo rato.

- ¿Selena Gómez? - preguntó con el ceño fruncido - ¿Hija de Harry Gómez?

Los extremistas se acercaron a escuchar mejor tras oír aquel nombre.

- Exacto. - afirmó Selena cruzándose de brazos.

- Oh. - Ale parecía algo nerviosa - ¿Qué tal está él?

- Ha muerto - dijo ella fríamente. - Pero eso no te importa ¿No? Alejandra Mendes. - qué mierda estaba ocurriendo... - Creía que odiabas a los humanos.

- Tú lo has dicho. Los odio. - contestó seria y miró con asco a Chris - Pero, justamente, a tu padre no.

Las dos se miraron mal mutuamente en un silencio sepulcral.

- Intenso. - comentó Jack mirando a las chicas con las cejas alzadas.

- Creo que deberíamos repender la marcha. - propuso Jonah incómodo.

- Si, vamos. - dije yo y todos comenzaron a caminar de nuevo por el bosque.

Cada uno iba por su lado, en diversos grupos. Extremistas, Poderosos y Sobrenaturales unidos, pero, a la vez separados.

- ¿Qué pasa entre Ale y tú? - pregunté curiosa a Selena cuando tuve la oportunidad de acercarme.

- Mi padre la salvó un par de veces después de que ella se uniera a los extremistas. - explicó ella mirando al frente - Ese grupo no era muy seguro y ella solamente tenía 15 años. Aún así, después de la ayuda que le brindó mi padre, ella nunca volvió a visitarle o a preguntar por su salud.

- Oh. - exclamé y ella me miró, pero yo desvié la mirada hacia Zach. Andaba solo y no tenía muy buena cara - ¿Qué le pasa a Zach?

Puede que fuera su novia y que le conociera más que nadie, pero en estos asuntos estaba muy perdida. Sabía que había tenido problemas con los chicos, pero eran sus amigos ¿No podía olvidarlo y perdonar?

- Te quiero. - respondió ella en un suspiro - Y por eso cree que nosotros somos unos traidores por lo que dijimos. Allison... - desvíe mis ojos de Zach y la miré - Siento mucho haber dicho que no podríamos hacer nada si la Liga viniera a por tí. - negó con la cabeza - No estaba pensando claramente. Eres como una hermana para mí y... Lo siento.

- No te preocupes. - la calmé - Te entiendo. Pero la Liga ya no puede hacerme nada. Soy inmortal.

- ¿Qué? - exclamó - ¿Cómo?

- Ese era uno de los poderes que tenía de pequeña, y el otro día lo desarrollé.

- ¿Enserio? - asentí - Eso es magnífico. Daniel también lo ha desarrollado.

Me giré hacia ella con los ojos bien abiertos y corrí hacia Daniel, que hablaba tranquilamente con Ale.

- ¡Eres inmortal! - celebré mientras le daba un corto abrazo. - Como yo.

- Lo sé. - rió - Espera, ¿Tú también?

Asentí con una sonrisa y él me volvió a abrazar.

Ale miraba la escena algo extrañada pero con una sonrisa.

Miré de nuevo a Zach. Seguía serio.

- Vuelvo en un segundo. - me disculpé y caminé con decisión hacia él.

- ¿Qué te pasa? - pregunté parándome enfrente de él, intentando ser comprensiva.

- Ellos. - gruñó entre dientes.

- ¿Por qué? No nos han hecho nada. - murmuré calmada - Son nuestra familia.

- La familia no se traiciona entre sí. - dijo y me miró serio - Ellos te iban a dejar morir.

- La familia también comete errores, pero después se perdonan. - Fruncí el ceño - ¿No puedes hacer eso?

Él negó lentamente, me esquivó y siguió con su camino.