22
Me aparté de Daniel antes de que más recuerdos abordarán mi mente.
Me costaba respirar y sentía como las gotas frías del sudor se deslizaban por mí espalda.
Daniel y yo éramos hermanos.
Le miré expectante, pero parecía que él estaba igual o peor que yo.
- S-somos hermanos. - tartamudeó de una forma inaudible.
Asentí mirando el suelo.
- Y... Tenemos más poderes. - siguió él autoconvenciéndose.
- Sí... - contesté en un susurro cansado y cerré los ojos con fuerza.
- Se lo tenemos que contar a los chicos. - le miré con el ceño fruncido - Esto no puede ser un secreto entre nosotros.
Asentí algo ausente.
- Ya conocíamos a Zach. - recordé casi sin aliento.
- Sí, pero, no creo que él lo recuerde, a él también le borraron la memoria. - se sentó a mi lado y me rodeó los hombros con su brazo - Vete a dormir. Mañana se lo contaremos.
Le miré a los ojos y le abracé.
Ya no sentí ningún recuerdo volando por mí mente. Solo sentía bienestar.
- Gracias. - susurré en su hombro y me retiré a mi habitación.
(...)
La luz ya entraba por el cuarto y Zach se movió un poco.
Le miré atentamente aún concentrada en mis pensamientos.
Así había estado toda la noche desde que fui con Daniel. No pude conciliar el sueño después de aquello.
Sentía que me faltaban recuerdos. Alguna razón para hacernos olvidar nuestro pasado. No lo entendía, pero sabía que fuera lo que fuera, había sido mi culpa.
Los ojos de Zach se centraron en los míos y los dos sonreímos.
- ¿Llevas mucho despierta?
Toda la noche.
- No, solo un rato - él sonrió y me envolvió en su brazos.
Por una vez, dejé de pensar. Estaba agusto a su lado y no quería perder eso.
Nos quedamos así un rato. En silencio. Sintiendo el latido del corazón del otro.
(...)
Estaba entrenando con Jack cuando vi la sombra de Daniel aparecer por la puerta.
Señaló su reloj indicando que era la hora.
Era el momento de contarles a todos la verdad.
- ¡Chicos! - grité con fuerza - ¡Venir, por favor!
Los chicos fueron acercándose hasta que me encontraba en un círculo en medio de todos ellos.
- Emm... - no sabía cómo empezar - Daniel y yo queremos decirles algo.
El susodicho se acercó, captando las miradas de todos hacia él.
Zach nos miraba confundido, como todos, pero a él se le notaba más el desconcierto.
- Allison y yo somos... - hubo un gran silencio en el gimnasio y pude notar la cara de terror de Zach - hermanos.
- ¿Qué? - exclamó Corbyn.
- ¿Cómo? - siguió Jonah.
- ¿Qué? - repitió Jack.
- ¿Es broma? - casi escupió Calum.
- Eso es imposible. - intervino Selena desconcertada.
- ¿Cómo lo sabéis? - preguntó Jonah.
- Pues... Ayer por la noche decidí ir a su cuarto y acabar con todas las dudas que tenía. - empecé nerviosa jugando con mis manos - Le toqué y varios recuerdos nos vinieron a la mente. - les miré uno a uno y luego finalicé con mi explicación - Somos hermanos.
Los chicos parecían aún más confusos que al principio.
- Entonces... - comenzó a divagar Jonah - Me estás diciendo que tú y Daniel sois hermanos y que no lo sabías ¿Por qué?
- Nos borraron la mente. - aclaró Daniel.
- ¿Y por qué harían semejante cosa? - preguntó Selena aturdida.
- Somos peligrosos. Tenemos más poderes. Además de que se suponía que era imposible que dos hijos heredaran poderes. - tragué saliva - Pero la principal razón... No la tenemos clara.
Zach parecia enfadado y perdido en sus pensamientos al mismo tiempo.
Me acerqué a él mientras los demás atrincheraban a Daniel con preguntas.
- ¿Estás bien? - pregunté ladeando la cabeza.
Me miró a los ojos seriamente.
- No me hiciste caso. Podrías haberte hecho daño. ¿Por qué siempre dejas de lado los sentimientos de los demás por pensar en tí?
Jadeé sorprendida ante su respuesta y me crucé de brazos.
- No lo entiendes Zach. No lo entendías. Sentí algo la primera vez que toqué a Daniel. Oí un recuerdo en mi cabeza, pero tú estabas tan cegado por los celos que no me dejaste descubrir más.
- ¿Yo? - se señaló - ¿Celoso? Jamás.
- Oh vamos, sé más hombre y acepta tus sentimientos. - exclamé rodando los ojos ante su comportamiento - No me ha pasado nada. Estoy bien.
- ¡Pero podrías haber muerto! - gritó y me alejé de él algo asustada - ¡La primera vez te desmayaste!
- ¡Pero estoy aquí, idiota! ¿Me ves? ¡No he muerto!
- ¡Pero podrías! - repitió aún gritando
- ¡Pero no ha pasado! ¡Aceptalo! - finalicé sintiendo mis ojos acuosos.
Se podía sentir la tensión crecer en el aire. Aparté la mirada de sus ojos antes de comportarme como una débil y comenzar a llorar.
Los chicos nos miraban atentamente.
- Bien. - intervino Selena - Creo que hemos tenido demasiadas emociones por hoy. Deberíamos descansar.
Todos asintieron. Ella me agarró del brazo y me llevó a su cuarto.
- ¿Estás bien? - preguntó ya allí.
Negué con la cabeza, comenzando a sentir como algunas lágrimas bajaban por mis mejillas.
No entendía a Zach. ¡Estaba bien!
Y había descubierto algo importante, que él, debería haber apoyado.
- ¿Quieres quedarte conmigo por la noche? - preguntó amablemente - Tengo una cama de sobra.
Asentí y me tiré a sus brazos agotada.
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