11. The Elemental
Capítulo Once / The Elemental
TARA DESPERTÓ AL DIA SIGUIENTE CON LA ESPERANZA DE GODRIC que los acontecimientos de la noche anterior fueran solo un sueño. Pero, lamentablemente, todo fue real. Todas sus compañeras de cuarto la miraron mal o simplemente la ignoraron, cosa que puso a la pelirroja muy tensa.
La ahora muy enojada pelirroja se dirigió a la sala común con su bolso lleno de libros colgando en su hombro, con la esperanza de encontrar a uno de sus hermanos que no la odiara a ella o a Harry, pero lo único que encontró fue a más personas mirándola. Hizo todo lo posible para ignorarlos y se abrió paso entre la pequeña multitud de sus compañeros de casa, quienes ahora se encontraban desesperados por desayunar.
Una vez que Tara dejó la Sala Común de Gryffindor, suspiró aliviada, al menos tendría unos minutos para intentar calmarse antes de tener que lidiar con más de sus molestos compañeros de clase. Vio a Fred, George y Lee ya sentados en la mesa de su casa y decidió ir con ellos haciendo todo lo posible para ignorar las miradas de los demás.
—Hey, ¿Les importa si me siento? —Tara preguntó y los tres chicos sonrieron en respuesta, se sentó junto a George, quien le envió una sonrisa triste mientras dejaba su mochila en el suelo.
—¿Estas bien? —Lee preguntó desde el otro lado de la mesa entre bocados.
—Supongo que ya me acostumbré a que todos me miren. —dijo Tara poniendo los ojos en blanco.
—Solo ignóralos, son demasiado estúpidos para entender. Todos sabemos que no pusiste tu nombre. —dijo Fred y Tara le sonrió agradecida.
—Gracias chicos. Creo que solo ustedes tres, Harry y Cedric piensan eso. —dijo Tara con tristeza y George le acarició la cabeza cariñosamente con una sonrisa en el rostro—. Para —dijo Tara riendo mientras movía la cabeza fuera de su alcance, alisándose el cabello en el proceso.
—Hablando del diablo. —dijo Lee con una sonrisa, poniendo su atención en la entrada del Gran Comedor. Tara siguió su mirada para ver a Cedric dirigiéndose hacia ellos y no pudo evitar sonreír un poco.
—Hey —dijo Cedric algo incómodo.
—Hola. —respondieron los cuatro Gryffindors. Tara no se dio cuenta de que Fred, George y Lee se miraban con complicidad.
—¿Puedo? —Cedric preguntó señalando el asiento junto a Tara, quien inmediatamente asintió con una pequeña sonrisa y el chico se sentó a su lado. —¿Cómo estás? —preguntó y Tara se encogió de hombros.
—Estoy bien. —dijo y él le sonrió con tristeza antes de tomar una tostada. Fue entonces cuando una lechuza marrón dejó caer una carta justo encima de Tara, ella la atrapó con facilidad y comprobó que estaba dirigida hacia ella antes de comenzar a abrirla.
—Espera, ¿Es de Charlie? —preguntó George, reconociendo la letra muy desordenada de su hermano mayor. Tara solo asintió mientras desdoblaba cuidadosamente la carta.
Hey, hay problemas.
Escuché de mamá que fuiste seleccionada para el Torneo de los Tres Magos y creo que unas felicitaciones estarían bien.
Aunque estoy un poco sorprendido de que hayas puesto tu nombre... No hubiera esperado que pusieras tu nombre y pensé que aún eras muy joven.
De todos modos, ¡Te veré en unas semanas para la primera prueba!
Dale mi amor a todos, Charlie.
PD: Mamá está furiosa contigo, ¡Espera un vociferador!
Tara gimió cuando leyó la ultima oración y George le arrebató la carta de las manos. Una vez que George leyó la carta, se la pasó a Fred, quien palideció al leer la ultima oración. Molly Weasley había enviado muchos vociferadores antes, y ninguno de ellos había sido agradable.
—¿Por qué están tan asustados? —Lee preguntó con una sonrisa divertida, pero los trillizos se miraron con un ligero pánico.
—Charlie dijo que mamá me va a enviar un vociferador. —gruñó Tara y Lee no pudo evitar reírse, solo para que la pelirroja lo fulminara con la mirada. Cedric, quien había notado que Tara estaba agarrada al banco en el que estaban sentados con tanta fuerza que sus nudillos estaban blancos, colocó suavemente su mano sobre la de ella y un ligero rubor cubrió sus mejillas. Ella miró sus manos antes de mirarlo a él, sonriendo suavemente cuando él apartó la mano, asustado de que hubiera hecho algo mal. Tara sintió que su corazón se aceleraba ante la simple acción.
Ella se rio levemente y tomó la mano del chico antes de continuar la conversación un poco asustada al igual que sus hermanos, pero en ese momento Cedric no pudo concentrarse en nada más que en la mano de Tara junto a la suya.
Tara metió la carta de Charlie en el bolsillo de su túnica, los gemelos y Lee ya se habían levantado, y Tara suavemente había soltado la mano de Cedric para que sus hermanos no la vieran—. ¿Tienes Defensa Contra las Artes Oscuras? —preguntó y Cedric asintió—, Genial, vámonos. —dijo, levantándose de la mesa y colgando su bolso sobre su hombro una vez más antes de seguir a los demás.
Se había olvidado brevemente de que era Ojoloco Moody quien enseñaba Defensa Contra las Artes Oscuras, pero una vez que lo hizo, se tensó. Cedric se había dado cuenta de esto y le envió una sonrisa tranquilizadora mientras los dos se sentaban en el mismo escritorio, algo que ambos habían estado haciendo con más frecuencia este año.
—No te preocupes, no creo que hable de ti a toda la clase. Los elementales ni siquiera son parte del curso porque son muy raros. —explicó Cedric y Tara se sintió aliviada, sabía que el chico estaba en lo correcto. Pero entonces el profesor Moody entró cojeando a la habitación, luciendo tan loco como siempre, y cuando el miró a Tara, ella supo que iba a entrar en los detalles de todo el asunto elemental.
Comenzó a garabatear algo en la pizarra en el frente de la habitación y cuando dio un paso atrás, Tara sintió que se quedaba sin aliento, miró a Cedric de inmediato con los ojos muy abiertos, la mandíbula del chico se dejó caer por la incredulidad.
—De ninguna manera, me voy. —murmuró Tara a Cedric antes de levantarse y dirigirse hacia la puerta, pero justo cuando estaba a punto de salir, la puerta se cerró de golpe.
—Creo que estará particularmente interesada en lo que voy a decir, señorita Weasley. —dijo y Tara se dio la vuelta lentamente. Fred, George y Lee le enviaron expresiones confusas, en realidad, todos menos Cedric le estaban enviando expresiones confusas.
—Toma asiento. —dijo el profesor Moody con firmeza y Tara volvió a sentarse junto a Cedric, quien le envió una mirada de preocupación. Regresó cojeando al frente de la sala una vez más y Tara se quedó mirando la palabra garabateada en la pizarra.
Elementales.
—Podría maldecir esta clase. —murmuró Cedric a Tara, con una mirada de disculpa en su rostro, la pelirroja asintió mientras una leve risa escapaba de sus labios.
—Potencialmente. —murmuró Tara y centró su atención en Ojoloco Moody, temiendo lo que estaba a punto de decir.
—Ahora, ¿Alguien sabe qué es un elemental? —preguntó el profesor a la clase, ambos chicos se miraron sin decir una palabra—. ¿Nadie? —preguntó, mirando intencionalmente a Tara y Cedric.
—Muy bien, entonces, un elemental es una bruja o mago extremadamente poderoso que tiene la habilidad de controlar los elementos naturales. Ahora, ¿Alguien más sabe cuales son los elementos? —preguntó Moody, Tara y Cedric se quedaron completamente en silencio.
—¿Son aire, agua, fuego y tierra? —sugirió un estudiante de Hufflepuff al fondo de la sala de clases y Moody escribió los cuatro elementos en la pizarra.
—Muy bien, ¿Y que más? —Moody preguntó de nuevo, pero todos guardaron silencio. Garabateó otras dos palabras en la pizarra—. La gente no nota esto, pero la luz y la mente también son elementos naturales. La mayoría de los elementales en el pasado solo han podido controlar los primeros cuatro, pero han habido algunos que lograron controlar los seis, sin embargo es muy raro. —dijo el profesor mirando directamente a Tara.
—Profesor, ¿Por qué estamos aprendiendo sobre los elementales?, no hay ninguno vivo hoy en día. —otro Hufflepuff le preguntó al profesor y Tara miró la parte de atrás de su cabeza. El profesor Moody se rió de la pregunta.
—Bueno, no había habido uno vivo durante cientos de años, pero todo eso ha cambiado ahora, resulta que hay un elemental vivo hoy y está sentada aquí en la habitación. —dijo el profesor Moody mirando directamente a Tara.
Algunas personas se habían dado cuenta de lo que el profesor Moody estaba insinuando, jadeando cuando se dieron cuenta de que estaba hablando de Tara—. Entonces, señorita Weasley, ¿Qué elementos puede controlar? —preguntó Moody, y de repente, la atención de todos estaba en ella. Fred y George la miraban confundidos, ambos se preguntaban si era verdad y por qué ella no les había dicho nada.
—Yo no lo llamaría control, pero supongo que fuego. —murmuró Tara mientras miraba a Cedric.
—Fuego... ¿Algo más? —preguntó, claramente interesado por sus poderes.
—Bueno, no, me atacaron y simplemente sucedió. —murmuró nuevamente, sin dejar de mirar a Cedric—. No ha pasado desde entonces. —agregó ante las expresiones salvajes que le estaban enviando sus hermanos.
—Interesante, pero, incluso si es solo fuego lo que puedes controlar, Tara aquí es la primera elemental que existe en siglos. —dijo el profesor mientras se alejaba lentamente de Tara. Ella y Cedric seguían compartiendo expresiones confusas, esperando a que la clase terminara pronto.
Afortunadamente, Ojoloco no cuestionó más a Tara acerca de ser una elemental, pero toda la clase se trató sobre los elementales y sus poderes. Si Tara realmente era una elemental, lo que era muy posible, esperaría poder controlar el elemento de la mente para poder averiguar lo que pensaban los locos como Moody. Aún así, esa clase solo la hizo sospechar más de él y no pudo evitar pensar que el no era la persona que decía ser, pero eso es algo que tendría que descubrir en otro momento, si no, sonaría loca para todos menos Cedric.
La clase pareció ir rápido, pero Tara pensó que debe haber sido porque no estaba prestando atención. Tan pronto como termino la clase, la pelirroja agarró su bolso y corrió hacia la puerta con la esperanza de evitar las miradas aún más criticas de todos.
Tara Weasley no solo era una campeona de los Tres Magos "falsa", sino que también era una elemental. Nada podría ser peor que eso.
—Tara, ¿Por qué no nos lo dijiste? —escuchó a su hermano preguntar detrás de ella. Se dio la vuelta para ver a Fred, George y Lee parados allí, los gemelos tenían expresiones ligeramente tristes en sus rostros.
—¡No sabía como decírselo, hasta anoche ni siquiera sabía que me estaba pasando! —Tara explicó rápidamente, saludando a Cedric mientras este se dirigía, probablemente hacia la sala común de Hufflepuff.
—¿Cedric lo sabía? —preguntó George y Tara suspiró.
—Él estaba conmigo en los Mundiales cuando fuimos atacados, de repente el fuego brotó de mis manos, noqueando al Mortífago. Éramos los únicos que lo sabíamos y si se lo hubiésemos contado a alguien más, habríamos parecido locos. —dijo Tara esperando a que la entendieran.
—Estoy de acuerdo con eso. —dijo Lee sonriendo y Tara esbozo una pequeña sonrisa.
—Gracias por eso, Lee. —dijo antes de volverse hacia sus hermanos—. Miren, anoche después de ser elegida para ese estúpido torneo, Ojoloco dijo que soy una elemental. —continuó Tara. Todos guardaron silencio, los tres chicos procesando lo que acababan de descubrir. La pelirroja todavía pensaba que sonaba loco, pero todo era verdad.
—Tengo una pregunta, ¿Alguien además de ti, Cedric y el Mortífago te vio usar tu poder? —Fred preguntó y Tara inmediatamente negó con la cabeza—. Entonces, ¿Cómo lo sabría Ojoloco? —preguntó nuevamente y algo encajó para la chica.
—¿Y si Ojoloco fuera el Mortífago? —ella soltó de repente, pero los tres chicos solo rieron.
—Está bien, ahora estás sonando loca, Tara. —dijo George entre carcajadas. Tara cruzó los brazos con molestia, pero estaba pensando en lo que acababa de decir. De una extraña manera, tenía sentido.
—No, piénsalo. Tendría que haber usado una poción Multijugos o algo. —dijo Tara antes de que los chicos se echaran a reír de nuevo, simplemente puso los ojos en blanco, sabiendo que no se iban a tomar en serio el tema—. Los veré más tarde, chicos. —murmuró antes de caminar hacia la lechucería, quería responderle a Charlie antes de que comenzara su próxima clase, rápidamente comenzó a escribir tan pronto como llego al lugar.
Hola Charlie
Esto sonará loco, pero no puse mi nombre en el Caliz, además soy menor de edad. Todavía estoy tratando de averiguar como sucedió . Oh, y nuestro nuevo profesor de DCAO, Ojoloco Moody, cree que soy una elemental, ¿Eso es posible? ¡No puedo esperar a verte!, Fred y George mandan saludos. Todavía no hay vociferador.
Con amor, Tara.
Justo cuando estaba a punto de entregarle la carta a Errol, se preguntó si llegaría hasta Rumania en una sola pieza. Le dio algunas golosinas extra antes de entregarle la carta, pensó que en el peor de los casos, él simplemente volvería a Hogwarts y le devolvería la carta. Vio como Errol se alejaba volando e hizo una mueca cuando se perdió por una de las muchas torres del castillo.
Contarle a sus hermanos que fue seleccionada para el Torneo de los Tres Magos sin haber puesto su nombre y ser una posible elemental, era una cosa, pero estaba segura de que su madre se pondría furiosa. Tara solo esperaba que se desahogara en el vociferador y que estuviera calmada para cuando se volvieran a ver.
Tara podía esperar todo lo que quisiera, pero Molly Weasley era buena guardando rencores, especialmente contra sus propios hijos.
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