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EL JUICIO

suceso.

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A finales de mayo de 1998, uno tras otro, los mortífagos sobrevivientes a la batalla fueron sometidos a juicio por el Wizengamot, para decidir si serían enviados a Azkaban, serían ejecutados o quedarían libres. 

El 27 de mayo Theodore Nott fue llamado a declarar, pero el juicio no duró ni quince minutos tras que Jules (miembro del tribunal) enfurecido dijese que no tenía ningún sentido juzgarlo pues no había cometido crimen alguno y no se le podía juzgar únicamente por ser hijo de un mortífago, y que la profesora McGonagall (presente en el juicio) alegase que Theodore había combatido contra los mortífagos durante la batalla como el que más.

El 31 de mayo fue el turno de la familia Malfoy. 

Hera, Gray, Theodore y Luna tuvieron permiso para asistir gracias a Jules, quien convenció al tribunal al decirles que ellos podían ser importantes testigos para el juicio de los Malfoy y más concreta mente, para el juicio de Draco Malfoy.

Antes de entrar a la sala, Jules se acercó a ellos y le aconsejó a Lucius y Narcissa que colaboraran en todo lo posible sino querían que su hijo pasase el resto de sus días en Azkaban. Y sin duda colaboraron bien, en especial Lucius, quien reveló diversos nombres de mortífagos que se encontraban huyendo. 

Además, Jules y su padre Paul, quien también era miembro del tribunal, defendieron en la medida de lo posible a Draco, alegando que solo era un muchacho que se había visto forzado a convertirse en mortífago por temor a que su madre o él fueran asesinados, que durante la batalla había salvado la vida de Luna Lovegood al llevarla al Gran Comedor para que pudiera ser atendida y que, a la hora de la verdad, él no había cometido verdadero crimen.

Sin embargo, fueron las palabras de Harry quienes convencieron al tribunal para que la familia quedara libre. Harry declaró que Narcissa le había salvado la vida mintiéndole a Voldemort y que, tanto ella como Lucius, habían dejado de combatir contra los aurores en la batalla para dedicarse a buscar a su hijo, pues era lo que más les importaba.

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Cabe decir que justo después del juicio, cuando Draco se había reunido con Hera y lo demás, descubrió por fin cual era el segundo nombre de la pelirroja, gracias a que su abuelo la llamó por él. Hasta entonces él lo había desconocido, pues siempre que había estado con ella durante su sexto curso se le pasaba preguntarle, ya estaba más centrado en disfrutar de su compañía.

Dianne, es el segundo nombre de Hera. Sus padres se lo pusieron en honor a la hermana gemela fallecida de su abuelo Paul y es por esto que él es el único de entre toda la familia que la llama por él.