Capítulo 7

-Dios mío - digo mientras esquivo como puedo la bola de fuego que iba hacia mí.

-Ten cuidado - me dice Melody.

-¿Qué crees que estoy haciendo? - pregunto molesta, puedo oír como nuestros adversarios se ríen de nosotras.

Para que os hagáis una idea, después de un par de horas de entrenamiento, una buena comida familiar, donde todos daban mil ideas y no me hacían ni pizca de caso, y otro par de horas de lo mismo después de comer, nos encaminamos al estadio donde tiene lugar los enfrentamientos, no nos tocaba las primeras, pero dado que éramos las quintas en luchar, podía ser que nos tocase en dos horas, como en menos de media hora, por lo que llegamos pronto para ver todos los combates antes del nuestro, y así ver a nuestros futuros rivales, es bueno conocer a tus adversarios, sus puntos débiles y sus puntos fuertes.

No pasó ni una hora antes de que nos tocara a nosotras, y si aún tenía algún rastro de sueño, provocado por la familia McQuaid, osea se, la familia de Melody, los cuales hay miembros que me caen genial, como sus padres, su abuela, y algunas tías, tíos, primas y primos; pero hay otros que detesto como su tío Eustaquio, el cual está visto que detesta mi especie. En fin, la cuestión es que, si tenía algún rastro de sueño, se me fue a los pocos minutos de pisar la arena, estos tipos son muy poderosos, y aunque Melody también lo es, no puede estar a atacarlos, protegerse y protegerme a un mismo tiempo, por lo que mi vida corre peligro.

-Juro que no me vuelves a convencer de algo así en lo que me resta de vida - que a este paso no va a ser mucha.

Los muy desgraciados de Mystic Green no paran de reírse con mi desgracia. Uno de ellos, el más bajo de los dos, tiene el don del fuego y no para de lanzarme bolas de fuego, mientras que el otro pelea con Melody a nivel psíquico y eléctrico, estamos apañadas, ella no da a basto y yo no puedo hacer otra cosa que evitar salir chamuscada, definitivamente hoy no es nuestro día.

Que quede claro, el combate se gana cuando ambos miembros de un equipo salen del círculo dibujado en la arena, y de momento los cuatro estamos en él, me he asegurado que por más bolas de fuego que me han mandado, no salir de la zona de combate, pero no sé por cuánto tiempo podré aguantar, ya que si el árbitro te ve en una posición en la cual pueden matarte o hacerte mucho daño, se te elimina y tienes que salir del área, porque sí, hay árbitro y se intenta que la gente salga lo menos herida posible.

En fin, ¿por dónde iba? Ah sí, mi amiga en una batalla complicada y a mí corriendo mientras me da el flato, no soy muy buena en el ejercicio, aunque reconozco que de pequeña era muy buena en balontiro, pero no por ello me gustaba, si no me gustaba la idea de que me dieran con un balón, imagínense una bola de fuego, ojalá yo también pudiera controlar mi don y devolverle las bolas, de seguro eso ya no se le haría tan divertido.

-¿Alguna idea? - le pregunto a Melody después de tirarme al suelo para evitar que un proyectil me dé.

-¿Qué despiertes alguno de tus dones?

-Que más quisiera yo - digo entre dientes mientras me levanto después de haberme tropezado.

Esos desgraciados de Mystic Green me están tocando mucho las narices con su risa, en verdad que me gustaría darles una paliza ahora mismo. En un acto de enfado y enajenación mental, me lanzo contra ellos, si me van a eliminar, al menos quiero que lo hagan después de haber hecho algo más que estar huyendo, ya dije que no quería hacer quedar mal a mi amiga, y de momento no he hecho otra cosa más que mostrar que soy una cobarde, cosa que no soy, pero vamos, que esta situación no me ha dejado demostrarlo.

No sé muy bien cómo, tal vez porque se confiaron, tal vez por un chute de adrenalina que me entró, lo dicho, no sé muy bien cómo, pero logro llegar al risitas que no paraba de jugar conmigo al tiro al blanco, y recogiendo todas las fuerzas posibles, le hago un placaje que lo mando al suelo, y no solo a él, sino que yo también termino ahí. Ambos rodamos por el suelo intentando tomar el control de la situación, pero al ver que estamos cerca de la línea de salida, me separo de él y lo envío a distancia de una patada.

Jadeo por el esfuerzo realizado, el cual no me permite ni ponerme de pie, pero sí puedo ver al risitas como se levanta del suelo con dificultad y dolor, ya que justo le di la patada en sus partes. Me mira con una mirada asesina de primera, a lo cual yo le sonrío con superioridad, no pienso disculparme por ello, él intentó hacerme a la barbacoa, debí darle más fuerte, pero es que mis energías a este punto ya son casi nulas.

-Te voy a - me dice dando un paso hacia mí.

-Has salido del círculo, no puedes interferir en el combate - le dice el árbitro.

Él lo mira atónito y luego mira el suelo, es entonces que se da cuenta que ha salido fuera y que yo aún estoy dentro. Me vuelve a mirar aún sin creérselo, a lo cual yo sigo sonriendo con suficiencia, no tengo fuerzas ni para hablar, es por eso que sigo tendida en el suelo sin moverme. El comentarista retransmite lo que ha sucedido, bueno, más bien que ese tipo ha salido, que lo he echado del área de combate, ni cuenta se dió de cómo lo hice, menudo comentarista de mis narices.

El público en general suelta un sonido de sorpresa, ni me molesto en mirarlos, he cerrado los ojos y estoy muy bien ahora mismo como para preocuparme por lo demás, cuando le oiga decir que Melody ha ganado al otro y por tanto pasamos de ronda, entonces sí me preocuparé de abrir los ojos y levantarme, hasta entonces, disfrutaré todo lo que pueda de esta maravillosa situación, aunque sé que me encuentro en una posición muy vulnerable, no creo que el otro se moleste mucho en mí, si lo hace, será un blanco fácil para Melody.

-Oh no, parece que Melody McQuaid tiene problemas, Dilan Johnson la tiene acorralada, y su compañera, Amanda Gómez, no se encuentra en condiciones de ayudarla - ¿qué qué?

Abro los ojos, intento levantarme, pero solo llego a ponerme en plan indio, busco a mi amiga con la mirada hasta dar con ella, está al límite del círculo, ese maldito le está ganando terreno, ella no domina su don de la energía, sin embargo él sí domina su don de la electricidad, por lo que mi amiga está al borde de la eliminación, y, sabiendo cómo me encuentro yo ahora, es un hecho que no podré enfrentarme a él, perderemos y ellos serán los que pasen a la siguiente ronda.

Algo dentro de mí se movió, es como si sintiera un tirón interno, una fuerza que tira y tira, no llega a ser doloroso, pero sí es molesto. De un momento a otro, empieza a soplar el viento, cada vez con más fuerza, una fuerza que me obliga a apoyar mis manos en el suelo para no caer de morros. Miro a donde tenía lugar el enfrentamiento entre mi amiga y ese otro tipo, los cuales ahora parece que están concentrados en que ese viento no los mueva de su lugar, creo que están usando su don de la mente para ello.

El viento se vuelve todavía más violento, y el tirón en mi pecho aún mayor, en verdad no entiendo qué demonios está pasando. De un momento a otro mis brazos no lo resisten y termino totalmente en el suelo, pero no por ello dejo de ver lo que ocurre en el otro lado de la arena. Llega un punto en que mi amiga sale volando, y no me sorprende, esto parece un viento huracanado, lo que sí me preocupa es que el otro tipo sigue aquí, y como sea él el que provoca esto, está claro que hemos perdido.

Una ráfaga aún más poderosa se desata, y esta misma hace que él también salga del círculo, quedando únicamente yo dentro. El viento cesa, el comentarista dice algo, pero no logro entender qué dice, el tirón ya ha cesado, y una gran pesadez me ha invadido, mis ojos pesan, no consigo mantenerlos abiertos, veo como mi amiga corre hacia mí, pero no resisto más y me sumerjo en la oscuridad.

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