Capítulo 14

Siento un pequeño tirón, igual que cuando tuvimos nuestra primera batalla, solo que esta vez lo siento en la cabeza. Con la mano que tengo libre, froto mi frente en un intento de mitigar la sensación, no es muy dolorosa, pero sí lo es algo, esto es parecido a cuando sientes como pinchazos en tu cabeza, algo que no es bueno, y no sé si esto tampoco lo sea, ojalá que signifique que el don está funcionando.

De repente veo como si estuviera es una sala negra con un montón de pantallas, todas ellas mostrando imágenes, cosa rara porque estoy segura que tengo los ojos cerrados. Me acerco a esas extrañas pantallas, y en ellas puedo apreciar a una niña pequeña jugando en un parque infantil, se encuentra en la cima del tobogán. La imagen empieza a moverse y puedo oír sus gritos de emoción por deslizarse por el tobogán, es increíble.

-Melody, vamos cariño, debemos volver a casa - vaya con Clarisa, que joven está.

-Jo, solo un ratito más - dice la pequeña Melody.

-Haz caso a tu madre, ya es tarde.

-Vaya con Felipe, era todo un mozo - me río.

-Jo - se queja la pequeña.

La imagen se apaga y la pantalla queda en negro, pero a los pocos segundos vuelve a estar la imagen del principio. Este debe ser el primer recuerdo de Melody, se la ve tan pequeña, no debía de tener ni cinco años, y aún así ya era toda una terremoto. No sé cómo, pero me he metido dentro de su cabeza, concretamente en sus recuerdos, así que solo tengo que buscar el recuerdo de su ilusión de miedo y destruirlo, aunque no sé cómo hacer lo segundo, bueno, ya lo pensaré cuando lo encuentre, lo primero es buscarlo.

Voy yendo entre la infinidad de recuerdos, unos buenos, otros malos, otros borrosos, imagino que esos son los que están a punto de perderse; también me he dado cuenta que puedo saber si un recuerdo es bueno o malo si la imagen es luminosa u oscura, cuanto más brillante es la imagen, más hermoso es el recuerdo, y cuanto más oscuro, peor. La verdad es que no he podido evitar mirar unos cuantos, aunque de momento todos son de su infancia, supongo que tendré que avanzar mucho más para llegar a sus recuerdos más recientes.

-Hola, ¿tú quién eres?

-Me llamo Gregory Fernsby, ¿y tú?

-Melody McQuaid.

Paro en seco, algunas veces los recuerdos se activan solos, yo no hago nada, solo pasar por al lado, y con eso basta para que se reproduzcan, ese es el motivo por el cual he visto varios recuerdos, no tanto por cotilla sino porque si se activan solos, será por algo, aunque incluso para mí misma eso solo es una escusa, la verdad es que tengo curiosidad por el pasado de mi amiga, ella me ha contado algo, pero no mucho, siempre me decía que no había nada interesante, cosa falsa dada las circunstancias.

-Tu apellido me suena, se lo he oído mencionar a mi papá - dice el niño.

-Sí, y a mí el tuyo, también yo se lo he oído decir a mi papá - dice la niña.

-Creo que son rivales nuestros papás.

-Puede ser, pero nosotros podemos ser amigos - dice Melody sonriente.

-¿Amigos?

-Sí - su mirada está llena de alegría, y su sonrisa es genuina, parece ser que Melody ha sido así siempre.

-Está bien - dice él también sonriente - seremos amigos.

Así que así es cómo se hicieron amigos, la verdad es que son una monada, o bueno, lo fueron, ya que esto es cosa del pasado. Según avanzo, puedo ver otros recuerdos de Melody y Gregory siendo amigos, sus risas y sus juegos, fueron amigos por muchos años, o al menos por unos cuantos, y todos fueron buenos momentos, nadie diría viendo su situación actual que fueron tan amigos, ¿qué pudo pasar para que dejaran de serlo?, debió ser algo gordo. Cuando me quiero dar cuenta, estoy justo en frente de un recuerdo muy oscuro, y algo me dice que obtendré la respuesta a mi pregunta.

-Gregory - le llama Melody al verlo parado a pocos metros de ella - ¿todo bien? - pregunta preocupada al ver su cara ensombrecida.

-No Melody, nada está bien.

-¿Qué te pasa?, tal vez yo te pueda ayudar - le dice recuperando su sonrisa de siempre.

-Dudo mucho que una asquerosa McQuaid pueda ayudarme - la cara de mi amiga cambia radicalmente, y la mía también, me gustaría meterme ahí para darle una paliza por hablarla así.

-¿Qué?, ¿por qué dices eso? - pregunta con un nudo en la garganta e intentando no llorar.

-Solo olvídame, ¿quieres?

-No entiendo lo que te pasa, ¿no que somos amigos?

-Una inútil McQuaid no puede ser mi amiga, soy un Fernsby, tu familia y la mía son enemigas.

-Pero - dice y empieza a llorar - eso nunca nos ha importado.

-Habla por ti - le dice y se da la vuelta - ya me cansé de aguantarte, no quiero volver a verte - dice y empieza a irse.

-No - empieza a gritar - espera, Gregory, me debes una explicación.

-Basta, esto se terminó, no seas ridícula - le dice sin voltearse.

Melody cae al suelo de rodillas y se vuelve un mar de lágrimas, mientras el idiota se sigue alejando sin mirar atrás. En verdad es un recuerdo muy triste, no me extraña que sea tan oscura la imagen inicial, está claro que ese fue un punto de inflexión en la vida de Melody; me da rabia saber que no estuve ahí para ayudarla, ella y yo aún no nos habíamos conocido, si hubiera sido así, no me hubiera importado darle una patada en el culo a ese engreído, nadie hace llorar a mi amiga y sale impune, me las pagará.

Sigo avanzando por el camino de recuerdos, cada vez estoy más cerca del tiempo actual, incluso ya he llegado al momento en que ella y yo nos conocimos en la universidad, la verdad es que es agradable ver los recuerdos de lo que he vivido con ella, aunque también me he dado cuenta que de vez en cuando me hizo alguna que otra trampa con sus dones, pero se lo voy a perdonar, no voy a hacer nada contra ella, al menos por el momento.

No sé exactamente cuánto tiempo llevo aquí, mucho menos cuánto tiempo ha pasado en el mundo real, pero estoy segura que ya ha pasado un rato, por lo que tengo que darme prisa en encontrar el recuerdo que busco, lo bueno es que ya estoy entre los recuerdos del torneo, exactamente en nuestro segundo combate, ya no queda nada, y efectivamente, ante mí se encuentra el recuerdo de lo que vivió bajo la ilusión de miedo, y es un recuerdo extremadamente oscuro, por no decir que es negro del todo.

-Amanda, ¿dónde estás? - parece ser que ella y yo iniciamos en un lugar oscuro con un foco encima, aunque está claro que ella vivió algo más.

-Melody - ay va, esa soy yo, solo que gravemente lastimada y llena de sangre.

-Amanda - grita preocupada mi amiga y corre hacia mí - ¿qué te pasó?

-Es tu culpa - dice débilmente mi otra yo.

-¿Qué? - pregunta sorprendida mi amiga, y no es la única.

-Es tu culpa, estoy al borde de la muerte por tu estúpido deseo de participar en el Potestatem - dice y tose sangre.

-No, perdón, te sanaré y nos retiraremos del torneo, ya lo verás - me asegura en un mar de lágrimas mientras me intenta curar con su don.

-No eres lo suficientemente buena para eso - dice mi otra yo y muere.

-No - grita Melody - por favor no te mueras, lo siento, lo siento.

-Ves, ya te lo dije, eres una inútil, por eso no quise seguir siendo tu amiga - dice Gregory saliendo de entre las sombras.

-¿Gregory?, ¿qué haces aquí?

- Oh vamos, ¿es que no sabes hacer otra cosa más que llorar?

-No, tú sabes que no es así - dice y se levanta - sabes bien que no soy una inútil ni una llorica.

-¿En serio? - pregunta burlón - ¿por qué no mejor se lo preguntamos a tus padres? - otra luz aparece y bajo ella están los padres de Melody encadenados y de rodillas.

-Mamá, papá - grita e intenta ir hacia ellos, pero parece que está clavada en el suelo.

-Melody - gritan sus padres.

-Eres tan inútil que ni siquiera puedes salvarlos - dice Gregory, y al segundo aparece una persona como los verdugos de las películas del oeste portando un látigo.

-No - grita Melody mientras el tipo lastima a sus padres - no, no, paren esto - grita desesperada mi amiga.

-Melody, nos has defraudado - dice su madre escupiendo sangre.

-Eres una decepción - dice su padre.

-No, no, no, no - repite una y otra vez mi amiga.

Sus gritos cada vez se hacen más patentes mientras el verdugo sigue lastimando a sus padres con el látigo, a un mismo tiempo que sus padres le dicen que los ha defraudado y que es una decepción, y Gregory se ríe y le dice toda clase de palabras hirientes. Por suerte no tengo que soportar por mucho más tiempo todo eso, pronto la pantalla vuelve a estar negra y los gritos cesan, sin embargo no lo hacen mis lágrimas, pobre Melody, lo que tuvo que sufrir en esos minutos que necesité para salir de la ilusión y vencer a ese par.

Apreto los puños intentando contener mi ira, no debí ser tan benevolente con ellos, pero eso da igual ahora, lo importante es destruir este horrible recuerdo. No sé cómo, pero aparece una espada en mi mano, y no lo dudo, descargo mi espada contra la pantalla hasta hacerla añicos y estos se vuelven polvo. Ahora mi amiga estará bien, o eso espero.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top