Capítulo 13

Una vez ese idiota abandona el área, dejo de prestarle atención y me dirijo a Melody, la cual está muy afectada, sigue sosteniéndose los oídos, su respiración es irregular, su cuerpo tiembla ligeramente, tiene la cara roja y mojada de tanto llorar, y de su boca sigue saliendo algún que otro ruido de miedo y dolor, me parte el corazón verla así. Cuando estoy cerca de ella, mientras me agacho para estar a su altura, las llamas que me cubrían entera se disipan y desaparecen, menos mal, no quiero quemarla.

-Melody, ¿me oyes? - le pregunto suave, ella solo asiente, pero no dice ni hace nada - ¿cómo te encuentras? - no soy tan estúpida como para preguntarle que si está bien cuando es obvio que no lo está.

-Yo... - su voz se quiebra y vuelve a llorar.

-A pesar de haber ganado, está claro que Melody McQuaid ha recibido un duro golpe de la ilusión de miedo, ¿podrá reponerse o esto será el fin de Las Cuarzos en el Potestatem?

Ahora mismo el comentarista me está cayendo gordo, bastante tiene Melody en este momento como para que haga esa pregunta, gruño molesta, me gustaría ir allí y darle un puñetazo por imbécil. La mano de mi amiga en el hombro me devuelve a la realidad, intenta darme una sonrisa para tranquilizarme, pero esta no llega a sus ojos, los cuales están muy apagados. El estómago se me revuelve, es extraño verla así, tan triste y apagada, estoy acostumbrada a que ella siempre esté alegre y con mucha energía, esta no parece mi amiga.

-Mejor vayamos a casa - le digo, ella asiente.

La ayudo a levantarse y a caminar, apenas puede mantenerse en pie, es como si le hubieran drenado toda su energía, en este momento me gustaría poder hacer algo por ella, tal vez si tuviera el don de la sanación como ella, o tal vez su don de la energía, no sé, algo con lo que animarla, no soporto verla así, siento como si me clavaran dagas en el corazón, es algo muy doloroso, y saber que ella está peor que yo solo lo hace más insoportable, ojalá hubiera sido yo la que hubiera sufrido con la ilusión de miedo, no entiendo por qué conmigo solo funcionó a medias.

Al salir del estadio, los padres de Melody fueron hacia ella a toda prisa y rápidamente nos dirigimos al hospital, aunque no se veía ninguna herida física en su cuerpo, en cuanto la doctora la vio, se preocupó y fue mandada a una habitación, lo cual está claro que no es bueno. Sus padres y yo esperamos en las sillas cerca de la puerta a que la doctora salga y nos diga cómo está, puedo hablar en nombre de los tres cuando digo que estamos muy preocupados, solo espero que al final todo esté bien y mi amiga vuelva a ser la que era.

-Señores McQuaid - llamó la doctora saliendo de la habitación.

-¿Cómo está nuestra hija? - pregunta Clarisa.

-Físicamente está bien, no tiene ninguna herida, eso ya lo imaginaba, el problema es su mente, algo ha pasado y se ha roto.

-La ilusión de miedo - digo inconscientemente, ella asiente.

-Es lo más seguro - afirma - el problema es que no sabemos qué vio o vivió, fuera lo que fuera, está claro que la rompió.

-¿Qué aconseja?

-Borrar sus recuerdos - respondió, y a los pocos segundos añadió - por completo.

-¿Quiere decir toda su vida? - no me lo puedo creer.

-Me temo que sí.

-¿No serviría borrar solo el encuentro de esta tarde? - pregunto con el alma en un hilo, no puede estar pasando esto.

-Ni las personas más poderosas en el campo mental podrían borrar solo un recuerdo, sí bloquearlo, pero no borrarlo, y bloquearlo sería muy arriesgado, todo bloqueo solo dura un tiempo.

-¡Esto debe ser una broma! - exclamo molesta.

-Amanda, es lo mejor - me dice Clarisa.

-Pero...

-Lo sabemos, mi mujer y yo estamos igual, pero no podemos hacer otra cosa, entiéndelo.

No, me niego, si yo he podido hacer lo que he hecho sin tener conocimiento alguno y haciéndolo todo sobre la marcha, debe haber alguien que pueda hacer eso, solo es matar un par de neuronas, ¿tan difícil no puede ser?, estamos en una sociedad mucho más avanzada que en mi planeta, con dones que muchos desearían tener, ¿y me vienen ahora que la única forma de que mi amiga se cure es olvidando todo?, ni un cuerno, no me lo trago, no puede ser posible, no lo acepto.

-Amanda, por favor, acompáñame - me indica la doctora.

Yo la sigo molesta, más le vale que no me lleve a su oficina a intentar convencerme de que esto es lo correcto, jamás lo aceptaré, debe haber alguna otra forma, siempre hay otra forma, y pienso descubrir cuál es. Como imaginé, la doctora me lleva a su oficina, donde se sienta tras el escritorio y me indica que me siente, cosa que hago sin dejar mi cara de ogro, que no espere aceptación o emoción por mi parte, es de mi amiga de quien estamos hablando, una que me olvidará por completo si hacen eso.

-Amanda.

-No lo pienso permitir - le dejo en claro, ella suspira.

-Es lo mejor - y dale - pero no es por eso que te he pedido que vinieras.

-¿Entonces?

-¿Cómo te encuentras?, algo me dice que no me has hecho caso y has seguido forzando.

-No había de otra - aseguro -  además, estoy bien, no he tenido ningún problema.

-¿Ni siquiera usando la armadura de fuego?

-¿Así se llama lo que hice?

-Así es, ¿no lo sabías?

-No, sinceramente, yo lo que quería era crear una bola de fuego cerca de mi cuerpo, no acabar envuelta en llamas.

-En verdad es curioso, la forma en que se desarrollan tus dones no es normal.

-Dígamelo a mí, mi don de la mente hace lo quiere, es como si tuviera vida propia.

-Mmmm, curioso - vuelve a repetir, se pierde un momento en sus pensamientos, y después me mira - quiero enseñarte algo.

Se levanta y va a la pequeña biblioteca que se encuentra aquí, yo también me levanto de la silla, solo que la observo a algo de distancia, no entiendo muy bien lo que hace. Finalmente parece encontrar el libro que desea y vuelve a sentarse en su silla, a lo cual hago lo mismo. Ella pasa un par de minutos mirando entre las páginas del libro, está claro que está buscando algo en concreto, pero no logro entender qué quiere enseñarme de ese libro, ¿acaso en ese libro vienen los riesgos de usar la armadura de fuego?, es lo único que se me ocurre y que tenga un mínimo de sentido.

-Ajá, aquí está - dice y me tiende el libro abierto - el don de la mente consciente, un don sumamente raro, solo se han registrado un par de casos en toda la historia, prácticamente se considera una anomalía del don de la mente.

-¿En qué consiste?

-En lo que tú has dicho, en lugar de ser tú quien controla el don, el don tiene conciencia propia, decidiendo por si solo si es bueno o malo hacer lo que tú quieres hacer, también puede influir en el resto de tus dones - me cuenta emocionada.

-Osea, que mi don hace lo que quiere cuando quiere y puede interferir en mi control con el resto de dones, ¡menuda gracia!

Y yo que pensaba que estaba loca por intentar comunicarme con mi don de la mente, y resulta que realmente tiene vida propia, ¿por qué todo tiene que sucederme a mí?, incluso en este extraño mundo, yo soy la rara, lo que me faltaba. La risa de la doctora solo hace que me moleste más, ya me gustaría a mí que estuviera en mi lugar, en vez de tener un don normal como el resto del planeta, me tiene que tocar el don de locos, solo espero que no se ponga a hablar en mi cabeza, porque eso ya sería para pegarme un tiro.

Aunque ahora que lo pienso, si hace lo que le pido si le parece algo bueno, tal vez pueda borrar el recuerdo de la pelea de la cabeza de Melody sin necesidad de borrar todos sus recuerdos. Sonrío ampliamente hacia la idea, me despido de la doctora y voy corriendo a la habitación donde se encuentra mi amiga, tengo que intervenir antes de que llegue el doctor o lo que sea y borre por completo la memoria de mi amiga, no dejaré que borren sus recuerdos, tiene derecho a recordar su vida, y sobre todo a mí, que para algo soy su mejor amiga.

Parece que por fin la suerte está de mi lado y los padres de Melody no están ni fuera ni dentro de la habitación, por lo que puedo entrar y llegar a la cama sin ningún problema. Allí está Melody, con los ojos cerrados y la respiración tranquila, supongo que debe estar dormida. Me acerco y pongo mi mano en su frente, por favor, don raro de la mente, borra el recuerdo de la batalla de esta tarde, no bloquearlo, sino borrarlo, y solo ese recuerdo, no todos.

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