Capítulo 12
Debo idear un plan para vencer a ese par, mi ventaja es que me he librado de su poder y ellos parece que no se han dado cuenta, debo usar eso en mi favor. No creo poder liberar a Melody con mi don, bastante milagro es que me haya ayudado, por lo que lo único que se me ocurre es echarlos de la arena, una vez hayan perdido, tendrán que liberar la mente de Melody, el problema será cómo lo hago, creo que me vendrá bien las clases de teatro que hice hace unos años.
Como no sé quién de los dos es el verdadero causante o si son los dos, iré a por uno sin importarme cuál. A ver Amanda, intenta ser convincente, que no vean tu trampa. Me voy acercando a ellos siguiendo un patrón, mirando a todos lados sin rumbo fijo, igual que si estuviera en un laberinto, pues esa es la ilusión que quiero crear, no puedo ser obvia, no puedo lanzarme a ellos simplemente. Ellos de vez en cuando me miran, yo finjo que no los veo y hago muecas y tal como si estuviera frustrada, a ellos yo no les divierto, por lo que no me hacen mucho caso y se divierten viendo a Melody llorar y gritar, lo cual me enfada por momentos.
-Esto es un maldito laberinto - grito frustrada, o más bien finjo estarlo - ni el laberinto del minotauro debe ser tan complicado.
Los Mentalistas se me quedan mirando y se ríen de mi frustración, seguramente han caído en mi trampa y piensen que eso es lo que estoy viendo. Evito sonreír a toda costa, no puedo permitirme fallar, mi actuación debe ser perfecta. Giro mi cabeza como la niña del exorcista y pongo mi mejor cara de horror, doy dos pasos hacia atrás despacio como hacen las personas cuando ven algo que les aterra, entonces me giro a toda velocidad y empiezo a gritar mientras corro.
Claramente no voy hacia ellos directamente, eso podría ser sospechoso, corro como si realmente estuviera en un laberinto, haciendo figuras, y mirando hacia atrás de vez en cuando, sin olvidar mi cara de pánico, pero siempre atenta al par de idiotas. Cuando creo que es suficiente, además de que ya me empiezo a cansar, me fijo más en sus movimientos, esperando un descuido de su parte para poder chocar con uno de ellos en mi carrera imaginaria, y claramente, que ellos no me esquiven.
Mi momento llega y derribo a uno de ellos sin ningún problema. Una vez encima suyo, me pongo a gritar como loca, a patalear en todas direcciones como una chica asustada en la oscuridad y que no sabe a qué se enfrenta, me pienso cobrar la zancadilla que seguramente me hicieron antes, y si me lo he hecho bien, no sospecharán de que todo lo he hecho a propósito, creerán que es cosa del miedo provocado por lo que sea que ellos hagan en nuestra mente. La risa del que no he derribado se hace presente.
-Ay amigo, ¿necesitas ayuda para librarte de ella? - le pregunta guasón.
-Deja de reírte tanto y ayúdame, pega más fuerte de lo que aparenta, y seguramente lo esté haciendo con más ganas al imaginar que soy un monstruo o algo - gruñe al que no paro de pegar y no consigue quitarme de encima, punto para mí.
-Vale, ahora te ayudo.
El otro intenta agarrarme por detrás, pero yo grito y también le pego, la verdad es que me estoy divirtiendo bastante, no sabéis lo que me estoy conteniendo para no reír a carcajadas. Ahora los risitas ya no se ríen, sino que entre los dos intentan someterme, a lo cual yo actuo como una loca desquiciada muerta de miedo, y como cualquier loca desquiciada, me dedico a dar patadas y puñetazos a diestro y simientro sin parar de gritar.
Al darme cuenta que me estoy cansando y ellos me están ganando terreno, tomo una medida arriesgada, invocar mi don del fuego, lo sé, no lo controlo y aún así quiero usarlo, lo más seguro es que acabe achicharrada, pero debo intentarlo, es mi única oportunidad. Sin dejar de luchar contra este par, intento crear una llama cerca de mi cuerpo, con la cual después pueda manejar y obligar a esos dos a correr para no ser quemados, pero como aún no controlo para nada bien ese don, en lugar de crear una bola de fuego cerca de mi cuerpo, acabo envuelta en llamas completamente, parezco la antorcha humana.
-Aaaaah, quítamela, quítamela - grita el que está debajo mío.
-Ay madre - digo yo también aterrada, lo raro es que no siento ni calor.
-Espera - le dice el otro y me empapa en agua - ya está.
El que está debajo mío suspira, pero pronto el alivio se va de su cara, ya que a los pocos segundos vuelvo a estar en llamas, esto no es normal. El otro me vuelve a echar agua, pero es inútil, las llamas no paran de salir, y yo juro que no estoy haciendo nada. El tipo que me tiene encima no para de llorar y gritar asustado, sus ropas se están quedando, él mismo se está quemando, cosa extraña porque a mí ni la ropa ha mostrado indicios de estar siendo quemada, en verdad estoy flipando.
-Lucas Mislort, eliminado - dice el árbitro, a lo cual me indica que me quite.
-Rubén, quítale la ilusión de miedo - le dice Lucas a su compañero.
-No hace falta - digo y me levanto.
-¿Qué?
-Llevo unos minutos fuera de vuestra ilusión.
-¿Cómo?
-Se me da bien actuar - ambos se me quedan mirando con cara de incredulidad.
-Oh vaya, parece ser que Amanda Gómez nos engañó a todos, fingió estar bajo la ilusión de miedo para poder atacarlos sin que la vieran como una verdadera amenaza - dice el comentarista - por no hablar de su control del fuego, es impresionante.
Miro mi cuerpo y me doy cuenta que aún sigo ardiendo, no entiendo lo que pasa, normalmente mi cuerpo está helado, no en llamas. Observo a mi contrincante, él es el culpable de que Melody esté en ese estado, me equivoqué de objetivo, en fin, tendré que vencerlo, no soporto ver a mi amiga en semejante estado. El tal Rubén me mira furioso, imagino que no le gustó que eliminara a su compañero y burlara su don, pero lo que no entiende es que yo lo estoy mucho más por lo que le han hecho a mi amiga.
Me dirijo a él con paso decidido, pero sin correr, quiero ver qué más puede hacer. Él me ataca con su don de agua, algo inútil y patético, ya comprobó dos veces antes que no me hace nada, que el fuego sigue saliendo, ¿es acaso que no tiene otro don?, ¿solo es capaz de crear esas ilusiones e invocar agua?, no sé qué opinar. Al ver que cada vez estoy más cerca de él y las llamas no se van, creo que intenta meterse en mi mente y volver a mandarme a la ilusión de miedo, pero lo único que consigue es provocarme un molesto dolor de cabeza, soportable, pero no deja de ser molesto.
Sus ojos se abren como platos, ya que ve que su don no volverá a funcionar conmigo, y parece que el miedo lo paraliza, pues cada vez estoy más cerca de él, y ni me ataca ni se mueve, está ahí como si fuera una estatua, salvo que sus piernas y manos tienen un temblor demasiado claro, es lo que tiene, el miedo te puede hacer correr y gritar, o te puede dejar completamente paralizado, él, que usa sus ilusiones para infundir miedo, debería saber eso, ha caído en su propia trampa, que idiota.
-Tienes dos opciones - digo al estar junto frente a él, por lo que el calor del fuego está haciendo que su frente se perle - puedes retirar tu ilusión de miedo sobre mi amiga e irte del área o rendirte, me da igual, o puedes enfrentarte a mí, y acabarás completamente chamuscado.
Rubén parece que empieza a reaccionar y tartamudea algo que no logro comprender, pero puedo apreciar que Melody ya no grita, la miro y se puede ver que aún está afectada, pero al menos ya no está tan mal. Me vuelvo a girar para ver a mi rival y me doy cuenta que está corriendo hacia fuera del círculo, lo que me deja perpleja es que parece como en los dibujos animados, donde la persona crea una polvareda en su carrera, si lo que no vea en este torneo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top