46. ¿Quieres ser mi ángel del invierno?
Dos semanas después
Estaba recostada en el diván observando el techo con Dylan que se encontraba al lado mío escuchándome.
—...no soy supersticiosa en que cada piedra preciosa tiene su poder por así decirlo, por ejemplo me puse a investigar sus significativos "Curativos" —dije entre conejos— Y dicen que el cuarzo rosa te ayuda en el amor, se me hace tontería, pero aun así me puse a investigar sobre la amatista y dice que te ayuda con tu crecimiento espiritual y estar más en sintonía con tu interior, no se...yo...le he pedido al director Galder si me podía comprar una piedra amatista de tamaño mediano para decorar mi cuarto y si lo que dicen sobre ellas es cierto espero que me ayude —dije con una sonrisa y Dylan con una serena sonrisa iba escribiendo mis datos al respecto.
—Yo opino que con solo pensarlo ya te estás convirtiendo en una creyente.
—Yo no dije que sea cierto, es solo que...lo tengo por si son ciertas las cosas —dije con una sonrisa nerviosa sin saber cómo explicarselo y él solo solo alargó su sonrisa mostrando garcía a mis palabras— Empezaré con una colección, mi objetivo es tener cada tipo de piedra preciosa a mi posición —dije extendiendo mis brazos mostrando todo el lugar como si fuera mío.
—Suena una colección interesante, Gemma, pero lo que escucho es que fue fácil conseguir la primera, las colecciones tratan que se te dificulten en ganarlas, al tenerla en tu mano es como tu pequeño trofeo por el esfuerzo.
—Eso lo sé, el director Galder si me dio esa amatista fue por...seguir viniendo con usted —dije con una sonrisa nerviosa encogiendome de nervios temiendo haberlo ofendido.
Pero él solo se sujetó la barbilla fingiendo estar pensando.
—No se si tomar eso como un halago o como un insulto —dijo él con gracia y yo saqué pocas risas cubriéndome la boca.
—Esas piedras serán pequeños premios que el director Galder me irá consiguiendo cuando obtenga de un logro, me dará otro tipo de piedra preciosa si termino el semestre sin haber reprobado alguna materia —dije juntando mis manos alargando mi sonrisa con ansias esperando conseguir otra piedra "mágica"
—En ese caso como me lo explicas ya lo considero como una colección, Gemma.
En ese momento se escuchó un pequeño timbre, yo hice una pequeña mueca al que nuestra sesión hubiera terminado, Dylan agarro su celular viendo la hora y me regaló una dulce sonrisa.
—Tristemente nuestra sesión ha terminado, Gemma. Te veré el miércoles.
Yo le di un asentimiento levantandome del diván.
—Adios señor de las tortugas —dije con una alegre sonrisa despidiéndome de él con una seña y me fui a su escritorio mirando a mis pequeños amigos, quienes estaban reposando en su pequeña isla— Adios Franklin, Harriet.
Las tortugas obviamente no me respondieron, pero me gusta imaginarme que así ha sido, recogi mi abrigo que se encuentra colgado en el perchero, me lo iba poniendo antes de salirme de la oficina, en estos días a estado haciendo más frío, de nuevo antes de salir me despedí con una seña de Dylan, que él de nuevo sin problema alguno se despidió de la misma manera que yo.
Salí de la oficina viendo a Jane.
—Nos vemos el miércoles Jane —dije despidiéndome de ella y ella me regaló una dulce sonrisa mientras hablaba por teléfono, me hizo una pequeña seña despidiéndose de mí y yo tranquila salí de la oficina.
Iba tarareando al que cada vez que salgo de la oficina de Dylan me siento mucho mejor, hubo un día donde mi parasito, asi yo lo he nombrado, pude sentir que quería tener el control de mi cuerpo, cosa que antes ni sabía hacerlo, simplemente esa cosa despertaba sin que yo me diera cuenta, pero gracias a Dylan, ahora puedo sentir cuando ese maldito quiera verme como su títere, gracias a eso se cuando debo mantener calma para tenerlo preso.
Además que eso no es lo único con lo que me ha ayudado, realmente se preocupa en que supere...el fallecimiento de mi madre, hubo un día donde me pidió que le llevara las fotos de mi cuarto, todos los objetos que tenía de ella, al ver que eran demasiado me dijo que cuando me sintiera lista, solo tuviera una foto de mi madre pegada en mi espejo largo, porque si tenía demasiados objetos a mi alrededor que me hacen recordarla, iba a batallar más en aceptar...su ida.
Cosa que...aun no he hecho, trate, trate de hacerlo, ya había quitado las fotos de mi madre en el espejo largo dejando solo una, pero al verlo tan vacío, al querer seguir viendo las demas fotos para obtener esos recuerdos con ella todas las mañanas, no pude con ese reto, fui sincera con Dylan en contárselo y él me dijo que con el intento fue un avance, que él tiene fe en mí que podré hacerlo, solo necesito tiempo.
Es tan comprensible, amable, generoso, apuesto, curioso con sus gustos, tan astuto para hacer muy bien su trabajo, me pongo a pensar cómo estaría yo sin ni siquiera haber hecho el intento de ir con él, con miedo aún a que ese parásito dañara a otro ser mío, estando en un estado de depresión por esos problemas.
Pero ya no más, con Dylan como mi psicólogo se me ha quitado ese miedo, no le he contado de todos mis problemas, pero al notar la demasiada preocupación en querer ser de ayuda para quitarmelos, ya...no pienso mucho en ellos porque se que es algo que Dylan buscará la manera para que encuentre una solución, me aconseja que es algo que debo tratar de hacerlo por mi cuenta, sin su ayuda, cosa que pienso hacer ese intento en este día.
Me salí del edificio caminando sobre la gruesa nieve, me abracé a mi misma al sentir la brisa fría pegando en mi rostro, pero sin tomarle importancia iba entrando al bosque con pasos decididos y mientras que más me iba acercando empecé a escuchar unos aplausos y yo fruncí el ceño mostrando extrañeza.
Me acerque a la zona para ver a la manada, saque una sonrisa al extrañar en estar en ese grupo, verlos a todos reunidos viéndose muy alegres, además que esta vez parece que hay algo nuevo, Angus está vestido de...¿Traje?, ¿Porque vendría tan formal?, tiene una rodilla en el suelo en postura como si le estuviera pidiendo matrimonio a Alba, que eso parecía ya que ella tiene su boca cubierta con sus manos muy sonrojada por la pena al tener su mirada fija en una sencilla pluma que tiene su pareja agarrándola de la punta con su pulgar e índice.
—¡Si quiero ser tu ángel del invierno! —grito Alba muy alegre dando un gran salto de alegría y fue abrazar a Angus con gran fuerza, él con una tierna sonrisa empezó acariciar la espalda de su novia del cual ella mostrándole su cariño frota su cabeza a la de él, como dos parejas equinas muy amorosas.
—¿Me he perdido de algo? —pregunté dando un paso valor acercándome a ellos del cual todos se sobresaltaron al escucharme, pero las pequeñas al verme se sobresaltaron y vinieron conmigo corriendo con los brazos extendidos.
—¡Gemma!
Pero antes que las dos pequeñas vinieran conmigo, Reto casi por arte de magia apareció enfrente mío dando un salto mirándome con gran enfado bloqueando el camino a las niñas, ella se detuvieron borrando toda su sonrisa viendo como su alfa no les permitía acercarse a mí, del cual yo le lancé una mirada bastante fría, mientras que él entrecerró sus ojos mirando directamente a mis ojos, ahora los dos nos quedamos en silencio teniendo un duelo de miradas.
—Reto, vamos... —dijo Hunter queriendo acercarse conmigo tratando de estar a mi lado, pero su líder lo volteo a ver con gran amenaza mostrándole sus colmillos haciéndolo callar, su amigo solo frunció el ceño mostrando un poco sus colmillos como Reto y su alfa sin dar importancia a eso volteo a verme dándome pequeños gruñidos.
—Pensé que te había dejado en claro que ya no ibas a ser bienvenida a mi manada, Gemma.
—He hecho un investigación profunda sobre las manadas de lobos, Reto —dije cruzándome de brazos sin apartar mi mirada de sus ojos— Y se que la única manera para que me aceptes en tu manada, es que seas vencido en un duelo por el liderazgo.
Todos abrieron en grande los ojos al escucharme, Alba infartada puso sus manos en su pecho tratando de calmar su corazón y Angus rodeo los ojos sacando un soplido molesto.
—Un mes, me llevó un mes planear esto para que hubiera salido perfecto —dijo él al parecer que le había arruinado un poco su gran escena.
—No seas ridícula Gemma, no eres un metamorfo para que acepte un duelo contigo teniendo esa mediocre idea que puedes quitarme el puesto, deja de hacernos perder el tiempo y regresa a la academia —dijo él como si se creyera mi amo para hablarme de ese modo. Causando que Venus se encogiera de hombros mirando con algo de miedo a su líder.
—Acaso tienes miedo, Reto —dije regalándole una sonrisa del cual pude hacer que él frunciera el ceño mostrando confusión— La regla es simple, si yo gano me quedo en la manada y si tu ganas, me voy.
Reto creó un fuerte gruñido mostrándome un poco sus colmillos.
—Gemma esto es ridículo...
Yo di un paso al frente casi pegando mi frente a la de él sin ningún miedo, él frunció más el ceño creando esas pequeñas arrugas en su nariz.
—No me conoces totalmente para ver en lo que soy capaz, Reto. Hagámoslo —dije alargando mucho más sonrisa para ser igual de maldita como él lo ha estado haciendo conmigo.
Las pupilas de Reto se hicieron mucha más delgadas, del cual con esas puntas finas y afiladas pudieran convertirse en dagas que van a salir en cualquier momento disparadas hacia a mi a esa mirada tan desafiante en él, yo frunci el ceño sin mostrar mínimo miedo, yo también tengo mi arma y es algo que pienso probar con él, otra vez, si pude vencerlo una vez, puedo lograr hacerlo de nuevo.
Esto parecía totalmente un duelo de vaqueros, todas las personas al nuestro alrededor se mostraban asustados, Hunter casi se estaba comiendo las uñas con los nervios, Alba como la damisela tenía sus manos juntas como manera suplicante en que ninguno de los dos nos hiciéramos daño, mientras que su pareja tenía una sonrisa maliciosa estando siempre en el equipo de Reto, Meg trataba de mantenerse apenas de pie, al parecer ella tiene su propia lucha con el sueño, ya que sus párpados parecían pesas para tratar de mantenerlas abiertas.
Reto y yo no apartamos nuestra mirada sin siquiera parpadear, el que lo hiciera ya iba a tener su derrota, él empezó a hacer silbidos como los de un reptil queriendo asustarme con ello, pero yo empecé a mostrarle mis dientes mostrando la peor cara de enojo de mi, Hayden estaba al lado de nosotros como si fuera el árbitro de esta pelea asegurándose que esto no se saliera de control. Parece que tendré que sacar mi arma secreta, empecé a recordar todos mis problemas para liberar un poco mi parásito, para utilizarlo para causar ese miedo con la mirada como Reto lo quiere hacer, pero debo tener mucho cuidado, solo quiero mostrarle como mis ojos van a cambiar un poco de tono para asustarlo.
Reto alzó las cejas cambiando su expresión de enojo la sorpresa que demuestra que pude realizar lo que quise, yo extendí los brazos dando un salto de victoria.
—¡Ja, te gane, Reto! —grité con gran alegría señalandolo con el índice haciendo un pequeño baile de victoria— Te gane, te gane, te gane, te gane... —dije en canto dando pasos de baile del cual Venus y Sienna sacaban pocas risas por ello.
—Eso no quiere decir que te permita estar en mi manada, es patético que hayas visto un duelo de miradas como un verdadero desafío —dijo Reto mostrando enfado de nuevo.
—Nunca mencione el tipo de duelo y hace momento hicimos uno de miradas del cual yo fui la ganadora, no te preocupes Reto, sigues teniendo tu papel de alfa, yo solo quiero estar con mis amigos —dije con una sonrisa mostrando dientes.
Reto solo alargó sus colmillos y sus uñas por el gran enojo que está conteniendo, como respuesta desvió la mirada y yo entre risas de malicia fui con Venus a cargarla aventandola por los aires, ella sacó grandes risas por mi alegría y pude atraparla dando vueltas con ella.
—Estaré con ustedes de nuevo —dije abrazando a Venus con fuerza pegando mi mejilla en su esponjoso cabello y ella me abrazó alegre.
—Vaya más bien nuestra hermana serpiente, es más bien un dragón para haber desafiado de esa manera a nuestro alfa —dijo Hunter con una larga sonrisa en su rostro, los demás igual alegres al que esté aquí vinieron conmigo y sonreí un poco apenada.
—Mi psicólogo me ha ayudado, si no fuera por él aun me sentiria triste, herida, impotente, inferior, culpable, insegura por cierta persona que se ha comportado de un modo tan grosero, idiota, incomprensible, bárbaro conmigo —dije mirando a Reto en especial del cual él solo seguía con la mirada al otro lado sin querer verme— Creyéndose que es superior a mi para prohibirme juntarme con ustedes, como si yo fuera un animal para que me este tratando de ese modo. Mi psicólogo me está ayudando a que encuentre maneras de no sentirme de ese modo, que sea yo quien encuentre la solución, sin mostrar violencia, tener que ser astuta en lo que hago y fue lo que hice.
Todos se quedaron en un largo silencio incómodo por el ambiente que les debí haber puesto a esas palabras, dirigieron su mirada a Reto que él tenía una mirada fría en mi y yo bajé a Venus en el suelo regalandole una corta sonrisa a mi ex amigo.
—Espero que hayas escuchado, porque una de las principales cosas que debo hacer es avisarte como me hacías sentir con tus tratos para que no se lo hagas a otra persona que no sea yo, Reto.
Yo borre mi falsa sonrisa hacia él, me gire viendo a mis demás amigos mostrándole la espalda a Reto, pero a ellos les regale una verdadera sonrisa, ellos se me sonrieron de una manera nerviosa y algo incómoda por la tensión que deben sentir en el ambiente.
—Alba, ¿Qué es lo que Angus te ha propuesto? —pregunté con interés viendo la pluma que tiene en su mano y ella alargó su sonrisa abrazando la pluma como si esta ahora fuera un gran tesoro para ella.
—Me ha pedido ser su ángel del invierno —yo fruncí el ceño sin comprender muy bien a lo que se refería— ¿Aún no te explican sobre la fiesta del invierno?, Gemma —preguntó ella algo preocupada.
—Como...no...vas a saber aún...sobre...la fiesta del... —dijo Meg viniendo conmigo recargando su cabeza en mi hombro y yo alce una ceja al mostrar demasiada extrañeza en su actitud, ella dio un gran bostezo teniendo su boca pegada a la tela de mi abrigo—Inviernooo —dijo terminando una gran "o" muy agotador y lleno de flojera que era hasta contagiosa.
—Meg, ¿No has dormido bien? —pregunté preocupada viendo como se estaba quedando dormida en mi hombro y Hunter sacó pequeñas risas.
—No es eso, a diferencia de Yael que ella no tiene ese...podríamos decir defecto —dijo Hunter viendo a Yael que ella tiene una sonrisa con algo de arrogancia— No siente la obligación de irse a hibernar, con Meg, la pobre si le está afectando, tiene ahora el triple sueño y todos los días lucha para mantenerse despierta.
—Ay Dios, ¿Acaso estará así hasta que se termine el invierno? —pregunté con demasiada preocupación viendo a Meg que ya se quedó dormida en mi hombro.
—Si, pero hay una inyección energética que le ayuda con ese problema, pero esta terca no quiere usarla —dijo Yael dándole un pequeño empujón a Meg que ella se levantó algo asustada mirando por los lados.
—Yo...yo...si quiero ser tu ángel del invierno, Pierre —dijo ella repentinamente del cual todos alzamos una ceja mirándola con extrañeza, ella nos miró muy exhausta balanceándose de un lado para otro.
—¿Por qué no usas tus inyecciones?, Meg —pregunté preocupada y ella frunció el ceño mostrando molestia.
—Detesto...las inyecciones...pudieron...haberlas hecho con píldoras, pero no, se les ocurrió realizarlas con inyecciones. Solo...pienso utilizarlas...en la última fiesta del mes y... —ella dio de nuevo un gran bostezo cubriéndose la boca— La fiesta del invierno...después... —dijo ella dando una corta sonrisa— Cuando...llegue a mi casa...voy a hibernar.
—Pero...¿Cómo le haces en tus clases? —pregunté con demasiada intriga, pero me quedé sorprendida al verla dormida de nuevo ella estando parada.
—Ella encuentra sus maneras —dijo Hayden con una sonrisa nerviosa mirándome y yo aun así seguía preocupada por ella— Pero Gemma, entonces nadie ha llegado contigo a pedirte ser su ángel del invierno —dijo él con demasiada extrañeza frunciendo el ceño.
Joaquín se sobresaltó dando un salto de alegría.
—Este es mi momento —dijo él deslizándose sobre la nieve cayendo de rodillas enfrente mio y yo alcé una ceja con una sonrisa algo incómoda al ver que lo que está haciendo, me tomo de las muñecas dandome su mejor sonrisa coqueta con las cejas alzadas— Gemma Adelaida Salem, ¿Quieres ser mi ángel del invierno?
—Joaquín —dijo Hunter entre pequeños gruñidos apartandolo de mi y yo le sonreí con mucha ternura a sus esfuerzos a este zorro tan coqueto— Ni si quieras estás cumpliendo con la tradición y ella es mayor que tu por cuatro años, ¿No tienes a otra chica en interés que preguntarselo?
Él bajó la mirada haciendo una pequeña mueca.
—Hay una chica, pero...no creo que acepte.
—No lo sabrás si no haces el intento, Joaquín —dije con una sonrisa para darle todos los ánimos— Fuiste muy tierno hace rato, pero como he dicho no he escuchado sobre ese evento.
—Las fiestas del invierno son para casi todos los grados a excepción de preescolar y primaria —dijo Hunter mirando con una tierna sonrisa a Venus y Sienna que ellas se cruzaron de brazos con molestia al no tener aún esa suerte— Siempre se realiza en diferentes fechas para que todos los grupos celestes puedan tener su fiesta en el gran salón del palacio, a Hayden, Yael y a mi nos toco para el 17 de diciembre.
—A mi el 14 de diciembre para que estés informada —dijo Joaquín subiendo y bajando sus cejas de una manera muy coqueta y yo hice una pequeña mueca.
—A mi me tocaba el 15, pero ahora que soy ángel del invierno de Angus, me toca ir acompañarlo el 16 con mis padres —dijo ella tan alegre abrazando el brazo de su pareja que él le sonreía con gran cariño acariciando su cabeza.
—Alba ya no va asistir a la fiesta de su grupo celeste, ya que como Angus es mayor que ella, ella tiene que ir a la de él, además que otra gran característica de estas fiestas es que tienen que asistir los padres obligatoriamente.
—Dices que si alguien mayor que yo me pidiera ser su ángel del invierno, ya no tendría que asistir a la fiesta del invierno con mi grupo celeste, sino a la de él —dije tratando de comprender las cosas y todos me dieron un asentimiento.
—En realidad es opcional, si Angus quisiera asistir a la fiesta del invierno con mi grupo celeste, para él no habría problema, pero...es mal visto —dijo Alba con una pequeña mueca y yo fruncí el ceño por estas locuras de la academia.
—¿Por qué?
—Por la distinción de edades, es mejor que la mayoría sean mayores habiendo un menor que la mayoría son menores habiendo un mayor —dijo Angus informandome y yo solo saque un suspiro masajeandome la sienes, yo no le veo ningún problema, pero ya estoy demasiada acostumbrada con sus rarezas.
—Regularmente los hombres empiezan a buscar su pareja del invierno a casi finales de noviembre, pero no es una simple pregunta como Joaquín erróneamente te lo ha hecho —dijo Hayden mostrandome su índice con una sonrisa— Él hombre tiene que primero demostrarle la fuerza de su don para cortejar a la dama y al final otorgarle una pluma de blanca a la referencia de las alas de un ángel.
—Es como los animales, cuando un ave busca su pareja empieza a bailar para que ella le muestre atención y si le gusta el baile lo acepta. Por ejemplo, te perdiste el baile que Angus le hizo a Alba para dar su propuesta —dijo Hunter sonriendo a Angus que él se sonrojo un poco alzando su mirada al cielo y yo junté mis manos mostrando mucha ternura. Hunter vino conmigo pasando su brazo detrás de mi espalda tomándome de un hombro juntandome hacia él del cual yo fruncí el ceño mostrando extrañeza a ello— No tardará en ir un hombre hacia a ti para hacerte esa propuesta, pequeña depredadora. ¿no crees?, Reto —dijo él mirando a su amigo y yo volteé a verlo.
Reto solo se nos quedaba viendo con una mirada bastante fría dando una respuesta clara, yo solo fruncí el ceño apartandome de Hunter sacando un pequeño gruñido.
—Hablando de parejas, otra razón por la cual vine aquí es por el proyecto de materia de la mutación, Reto. Ignoras mis mensajes y no me dices nada al respecto, no le puedo hacer algún adelanto porque tu te quedaste con la muestra de sangre.
—No te preocupes por ello, ya he terminado el proyecto —dijo él con gran normalidad, pero yo me sobresalte abriendo en grande los ojos y fruncí el ceño mostrando mucho enfado.
—¿Qué...has dicho?, ¿Has...hecho nuestro... —dije poniendo mi mano en mi pecho— ...proyecto...por tu cuenta?, Reto —él me dio un simple asentimiento.
—Te mandaré la investigación, presentación y los videos que tengo de evidencia de la muestra de sangre, para cuando vayamos a exponer no te veas como toda una ignorante.
—¿Videos de evidencias?, ni siquiera estuve contigo en el laboratorio, solo vas a salir tu en los vídeos —dije con mucho enfado haciendo ademanes bruscos.
—Diré que has sido tú quien me has grabado —dijo él con gran normalidad.
Yo me sorprendí a esa respuesta de él y saqué una pequeña risa histérica.
—No puedo creer de ti que hayas dicho tal porquería de respuesta, Reto. Ni creas que me quedaré de brazos cruzados, hablaré con la maestra Lian acusandote de lo que hiciste —dije con gran molestia señalando donde estaba la academia.
—Hazlo y harás que nos repruebe a los dos en todo el semestre —dijo él con seriedad cruzándose de brazos.
—Me vale mie...
—Ejem —dijo Hayden rascándose la garganta, yo volteé a verlo con molestia en que este momento no interrumpiera, pero él con la mirada me señalo a las niñas que se veían nerviosas a nuestros enojos, yo respire hondo cerrando los ojos tratando de buscar tranquilidad y saque un suspiro sacando la ira en mi atravez del aire. Abrí los ojos mirando a Reto con una calmada sonrisa del cual él alzó un poco la ceja mostrando extrañeza a mi actitud.
—Lo que hiciste no fue lo correcto Reto, para que aprendas de tus errores iré hablar con la maestra Lian sin importar que los dos salgamos afectados por esto, aunque el más afectado serás tú, ya que no te comunicaste conmigo como debiste hacerlo e hiciste el trabajo por tu cuenta sin siquiera avisarme. Así que si me disculpas, tengo que realizar de este pendiente —yo me volteé a las niñas regalandoles una dulce sonrisa, puse mi manos sobre sus pequeña cabezas mostrandoles mis cariño— Adiós mi algodón de azúcar y mi florecita de néctar —dije acariciando sus cabezas al mismo tiempo y ellas mostraron su tristeza.
—¿Tienes que irte?, pero si has estado muy poco tiempo, Gemma —dijo Venus con una mueca de tristeza.
—No te preocupes, ahora sabes bien que vendré la próxima semana a visitarlas —dije inclinando un poco mi espalda para acercarme al rostro de la pequeña que con esa respuesta me regaló una corta sonrisa— Me despido amigos míos —dije mirando en general.
Me di la vuelta empezando a caminar apretando los puños al seguir sintiendo molestia por lo que ese idiota hizo.
—Gemma, espera.
Yo ignorando las llamadas de Hunter seguía caminando hacia el edificio astro para ir con la maestra Lian, él se puso al lado mio mostrando nervios y preocupado por la situación.
—Escucha Gemma, se que Reto debe estar comportándose como todo un idiota contigo, pero no lo hace en serio.
—¿No? —pregunté con molestia deteniéndome mirando a Hunter con gran enfado al que esté defendiendo a su amigo a pesar de los malos actos que está haciendo.
—Él solo lo hace para que...tu lo odies, Gemma, es una estúpida estrategia de él para que te mantengas alejada, él...está sufriendo por lo que te está haciendo... —Yo me crucé de brazos sacando una sonrisa burlona muy incrédula a esas palabras— Se que es difícil de creer, pero tengo evidencias, ¿Has visto qué Reto se transforma en animales grandes últimamente? —yo alcé una ceja al no ver relación esa pregunta con esto— Si no lo hace es porque ya no tiene suficiente fuerzas por la depresión, desde que tú y él están separados, él ya no es el mismo Gemma, al ser un metamorfo debe sentir el mismo dolor cuando un animal pierde su ser querido, algunos ni siquiera soportan el dolor que fallecen...
—Me estas tratando de decir que Reto va fallecer porque no estoy con él —dijo aun con una sonrisa al que esto sonara muy ridículo y Hunter empezó a fruncir el ceño mostrando molestia por ello— Hunter, si él está sufriendo como dices, creo que la solución sencilla es que...al menos deje de tratarme de esa manera...o...ser conocidos, no se...
—Lo se, lo se, pero te digo que él utiliza su don para ser igual que un asno siendo un terco para tratarte de ese modo creyendo que esa es su solución, he tratado de hacerle entender Gemma, de verdad, pero...mientras que su padre...le prohíba verte...debes saber...que él le salvó su vida, por eso Reto para él es su alfa, no lo desobedece nada... —dijo él con gran desesperación queriendo hacerme entender.
—Y lo entiendo Hunter —dije con desesperación casi pegandome el pecho con mis dos manos— Él mismo me ha contado que su padre le ha salvado la vida y respeto mucho a ese hombre por eso, pero... —me callé al poder sentir como la depresión me llego en un golpe— No es mi culpa haber nacido como una mestiza...o...que mi padre le haya hecho ese daño al padre de Reto
—Yo lo sé Gemma, se muy bien eso... —dijo Hunter tratando de calmarme.
—Tu puedes saberlo, pero ¿Y Reto?, él es lo demasiado inteligente para saberlo o eso...creía, del mal modo en que se comporta conmigo, lleva tanto tiempo haciéndolo que parece que no finge su odio hacia a mi —dije empezando a sentir un leve ardor en mis ojos— No...esperaba que desobedeciera a su padre, pero...que al menos hubiera tratado...de defenderme un poco haciéndolo entender que...yo no tengo nada que ver con lo que le hizo mi padre o...que la teoría de los mestizos es mentira al conocerme...no se...de acuerdo... —dije histérica extendiendo los brazos y Hunter me mira con lástima— Simplemente...no esperaba que...su solución fuera causarme daño...sin importar de los momentos que pasamos él y...yo —dije empezando a derramar más lágrimas.
—Gemma... —dijo Hunter, pero él sin saber que otra cosa decir bajo la mirada sujetando su brazo con pena y yo desvié la mirada apenada quitando las lágrimas con mi puño.
—Adiós Hunter...nos vemos la siguiente semana —dije con seriedad siguiendo mi camino y esta vez él no siguió atrás mío.
***
Estaba en la oficina de la maestra Lian, en el edificio Astro, queriendo hablar del problema que Reto ha ocasionado con ella.
—¿Cómo que no hará nada al respecto?, maestra Lian —dije con enfado estando sentada enfrente de su escritorio.
Ella se me quedó mirando con una mirada simple al que esto no le vea de gran importancia, ella juntó sus manos en forma de oración, tratando de tomar esto con calma.
—Jovencita Gemma, me es imposible creer que Reto haya terminado el proyecto que les encargue en solamente dos semanas, el tiempo que uno lleva en este proyecto normalmente es todo un mes y haciéndolo él solo, creo que tuvo suficiente castigo, al menos que le esté mintiendo. Hablaré con él, pero si lo que dice el joven Reto es cierto, revisaré su trabajo, si lo tiene bien realizado no tendré otra opción que aceptarlo y como castigo por lo que hizo le restaría un punto en su calificación, como dije en este trabajo no hay cienes, Reto tendría que realizarlo a la perfección para no reprobar en el trabajo. Estoy haciendo algo al respecto —dijo ella aclarándome en el final y yo empecé arquear las cejas mostrando preocupación.
—Pero...¿Y yo?, él aún tiene la muestra de sangre y...yo no creo poder hacer el proyecto yo sola, maestra Lian, es injusto —dije desesperada pegando mis manos en su escritorio sin mucha presión para no hacer sonar el golpe, no quiero insultarla con ese acto.
La maestra Lian respiró hondo y sacando un suspiro corto, ella se me quedó viendo fijamente, buscando soluciones a mi problema.
—Haré un pequeño cambio con usted, jovencita Gemma. La rúbrica será la misma, quiero un trabajo con excelencia y usted como su compañero lo realizara sola...
—Pero...
Ella me mostró la palma de su mano haciéndome callar y yo me calle haciendo una mueca.
—Deje que termine de hablar. Le voy a permitir que reciba ayuda, pero quiero evidencias de usted haciendo la gran parte del trabajo, usted sin compañía realizará la presentación. La investigación que usted va a realizar es una investigación sobre su sangre, quiero que encuentre las diferencias de una sangre potestad y humana con la de una mestiza, la sangre humana la puede pedir en los laboratorios.
—¿Una...investigación sobre mi sangre? —pregunté confundida y ella me dio un asentimiento— Pero...ni siquiera los doctores pueden saber que tipo de sangre soy, ¿Qué...no es algo desconocido?
La maestra Lian me regaló una corta sonrisa, del cual es muy extraño en ella, quizás con esa sonrisa me quiso decir "Ese será tu problema", todo esto por culpa de ese...animal.
—Sorpréndeme, jovencita Gemma. Empiece hoy mismo con la investigación, le quedan solo dos semanas antes de su presentación del proyecto.
Yo hice una gran mueca con solo escuchar eso pudiendo sentir como una gran masa de presión cayó sobre mi...
***
Estaba en la manzana cenando con mis amigas, Mia, Maya, Celia y Theo, en nuestra mesa de siempre, pero yo me contraba con el codo recargado en la mesa sujetando mi barbilla pensativa en cómo voy a realizar de un complicado proyecto en solo dos semanas.
—Oye Mia, ¿Quieres ver un truco de magia? —preguntó Theo con una pícara sonrisa alzando sus cejas teniendo sus brazos detrás de su espalda, con su mirada fija hacia mi amiga que ella sonrió con interés.
—¿Desde cuándo haces trucos de magia? —preguntó ella alzando las cejas con una corta sonrisa burlona.
—Desde hoy —dijo Theo poniendo una almeja en el centro de la mesa, Celia, Mia y yo fruncimos el ceño mostrando extrañeza— Lo que ves aquí es una almeja cierto —dijo él alargando su sonrisa.
—Sí... —dijo Mia al que eso fuera algo muy obvio alzando una ceja sin saber de qué trata este truco como todas.
Theo agarro la almeja, puso sus dedos entre los labios del molusco haciendo fuerza para obligar que el molusco abriera su boca, yo y Celia hicimos una pequeña mueca de asco al ver el interior del ser marino que se encuentra con sus pequeños órganos y mucosidad.
—Como ves aquí no hay ninguna perla.
—No... —dijo Mia sin haber cambiado esa expresión que tiene contra Theo.
Theo dejó la almeja sobre la mesa, de su bolsillo sacó un pequeño frasco, nos mostró el frasco a las tres de una manera lenta y con gran sonrisa en su rostro.
—Como ven mi querida audiencia, en este frasco hay exactamente diez granos de arenas, vamos a alimentar a nuestra almeja —dijo él quitándole la tapa al fracaso inclinandolo dejando caer esos pequeños granos en la boca del molusco y volvió a cerrarlo— Tengan cuidado porque lo que viene les puede causar de un infarto por la impresión —dijo él fingiendo un tono bastante serio del cual nos reímos un poco.
Theo agitó la almeja como si esta fuera una maraca, después extendió los brazos acercando la almeja al rostro de Mia que ella se apartó un poco haciendo una pequeña mueca de asco.
—Para que mi truco funcione, tienes que decir abracadabra —dijo Theo agitando un poco la almeja y Mia rodeo los ojos alargando su sonrisa para que esto le causara diversión.
—Abracadabra —dijo ella poniendo su mirada fija en la almeja.
—Ahora bésala.
Ella borro completamente su sonrisa frunciendo el ceño mirando a Theo de una manera incrédula.
—No voy a besar a un molusco, me dijiste que con solo decir abracadabra iba a funcionar el truco.
—No, yo dije que para que mi truco funcione, coma, tienes que decir abracadabra, esa fue mi primera instrucción, mi segunda y última es que le des un lindo beso de parte tuya, no te va a pasar nada malo —dijo Theo entre pocas risas acercando los labios de la almeja a Mia que ella giro su cabeza a un lado haciendo una gran mueca— No seas exagerada, no estoy sosteniendo a un pez globo.
—Esa cosa apesta a pescado, Theo, no voy a besarla.
—Un beso chiquito, la estas haciendo sentir mal a la almeja —dijo Theo fingiendo lastima y las chicas y yo no pudimos evitar reírnos con el gran truco de Theo.
Mia sacó un pequeño gruñido viendo a la almeja rendida.
—Ugh...más te vale...que funcione, Theo —dijo ella, cerró sus ojos con mucha presión y le dio un beso rápido a la almeja con una gran mueca de asco, Celia y yo teníamos nuestras bocas cubiertas para que ella no se de cuenta de cómo nos estamos burlando, hasta Maya tiene una sonrisa en su rostro al que esto también le esté divirtiendo. Ella se apartó sujetando una servilleta limpiándose con mucha fuerza su boca.
—¿Quieres saber porque necesitaba que le dieras un beso a la almeja para que funcione el truco? —preguntó Theo agarrando los labios de almeja de nuevo teniéndola enfrente del rostro de Mia.
—Prego —dijo ella volviendo a poner la servilleta en la mesa cruzándose de brazos mostrando algo molesta al haber besado una almeja.
—Porque tu cariño es lo que hace mágica nuestra amistad —dijo Theo con una corta sonrisa coqueta haciendo fuerza abriendo la almeja.
Todas nos quedamos de boca abierta al ver que cuando Theo abrió la almeja, había montones de perlas preciosas dentro de ella, Mia asombrada puso sus manos en su pecho teniendo un hermoso brillo en sus ojos alargando su sonrisa debiendo sentirse como toda una princesa a ese truco tan romántico. Theo puso la almeja sobre la mesa y de su bolsillo sacó una pluma de algún ave, ella mostró sus dientes llena de alegría al ver lo que nuestro amigo sostenía en su mano.
—¿Quieres ser mi ángel del invierno?...otra vez —dijo él con una sonrisa apenada y Mia sacó pequeñas risas agarrando la pluma insertándose en su cabello.
—Acepto, mago —dijo ella con una cariñosa sonrisa, se levantó del asiento para ir abrazar a Theo quien también la abrazo con gran fuerza.
Yo junté mis manos formándolas en un puño conmovida a esta gran y hermosa escena. Pero pude notar como Celia bajó la mirada, yo extrañada volteé a verla y pude notar...que esto le desanimó, puede que esto le recuerde como a mi que aun no tenemos una pareja para la fiesta.
—No te preocupes Celia... —dije dándole pequeñas palmadas en su espalda y ella volteó a verme dándome una corta sonrisa por el consuelo— No va a tardar un hombre en darte un gran espectáculo para pedirte que seas su ángel del invierno.
—Yo...no sé si eso sea posible, Gemma —dijo ella cerrando de nuevo esa sonrisa convirtiéndola en un gran arco— Nicole...se encargaba de encontrarme pareja para las fiestas de la academia.
—Eso es porque no tenías amigos en ese entonces —dijo Mia volviéndose a sentar regalandole una gran sonrisa de alegría a Celia, debe de estar de buen humor por el el gran acto de Theo, Celia alzó un poco las cejas mostrándose sorprendida— Ahora es diferente. En estos días alguno de tus nuevos amigos irá a darte la propuesta.
—Si Mia lo dice es porque va a pasar, Celia —dije teniendo las cejas alzadas por esa gran suerte y Celia alargó un poco su sonrisa viendo a Mia estando agradecida con ella.
—Como tu mi bambina, no faltará para que alguien te pida que seas su ángel del invierno —dijo Mia alzando las cejas con una mirada pícara y yo alcé una ceja incrédula a sus palabras— No hagas esa cara como si no fuera cierto —dijo ella regañadientes mostrando su índice.
—Mia ahorita no tengo tiempo para pensar en eso —dije sujetándome las sienes tratando de calmar el estrés— Tengo que hacer mi proyecto final de mutación en dos semanas.
—No me digas que ese barbone aún no te dice nada sobre el proyecto —dijo Mia con enfado y yo hice una mueca molesta.
—Mia, él ya lo ha terminado, sin mi.
—Debes estar bromeando, Celia y yo apenas llevamos el cincuenta por ciento del trabajo, él no pudo acabarlo en dos semanas y solo —dijo Theo con una mirada bastante incrédula.
—No se si lo hizo o no, pero fui hablar con la maestra Lian y parece que hubiera ido a mi perdición, ya que Reto hizo el trabajo por su cuenta, yo tengo que hacer uno y sobre mi sangre, tengo que investigarla, saber las diferencias que tiene con la de un potestad y un humano.
—¿Eso...te ha dejado como proyecto? —preguntó Celia teniendo las cejas alzadas sin poder creerlo y yo di un asentimiento dejando caer un poco mi espalda encontrando una pose más relajante para tratar de quitarme este estrés que no quiere desaparecer— Pero...es algo desconocido, se dice que tu sangre es única.
—Es lo que trato de decirle a la maestra Lian, pero no le importo. Me dejo pedir ayuda, pero...ustedes también deben estar muy ocupados con sus proyectos —dije mirándolos y ellos se miraron entre sí con una mueca al no saber cómo ayudarme.
—Qué me dices de Meg, por lo que me ha contado tiene talento estudiando sangre —dijo Theo sujetándose la barbilla pensativo y yo saqué un pequeño gruñido.
—No, ella está en un estado de hibernación que parece la misma bella durmiente —rendida me fui levantando y mis amigos me miraron con preocupación—Por el momento creo que tendré que hacerlo sola.
—En esta noche podemos acompañarte —dijo Mia levantándose agarrando su almeja con sus perlas.
—No, no, ustedes sigan descansando de este domingo, no se preocupen por mi —dije regalandoles una larga sonrisa y antes que Mia me detuviera me di la vuelta yéndome, pero me detuve al recordarme de una gran duda que tengo, una pregunta que sin la respuesta no puedo empezar, me di la vuelta y me dirigí con mi grupo de amigas con una sonrisa nerviosa— Antes de irme...alguien...puede decirme como...se usa un microscopio.
Theo, Maya y Celia se quedaron mirándome con una mueca de gran lastima y Mia solo puso su mano en su frente.
***
Estábamos en el laboratorio, es como lo veo en las películas, un cuarto blanco no tan extenso, pero con demasiadas máquinas y aparatos de investigación, además que este no es el único cuarto, tienen más para los demás que tienen este tipo de proyecto, está abierta hasta la medianoche, al menos tendré tres horas para adelantarle.
Mia, Theo, Celia y Maya han venido acompañarme, ya que les preocupa que por mi torpeza vaya a hacer alguna explosión en el laboratorio causando mi propia muerte, pero mientras más ayuda mejor, estábamos preparados, nos veíamos como todos unos científicos profesionales, con nuestra bata blanca, nuestros lentes de seguridad y unos guantes de enfermero por si tocamos alguna sustancia peligrosa. También tengo mi laptop, mi libreta de notas y lo más importante que nunca me falta, mi celular.
—Saluda a la cámara, bambina —dijo Mia con una tierna sonrisa teniendo mi celular en sus manos, será la encargada en esta noche de ser mi camarografa personal, yo con una gran sonrisa pose para la foto de una manera graciosa fingiendo ser una sensual enfermera y los demás se echaron a reír— Ya Gemma, ponte seria —dijo ella entre risas y yo con una sonrisa traviesa me puse en pose de todo científico para empezar a realizar mi trabajo.
—Mi nombre es Gemma Adelaida Salem... —dije sujetándome los lentes protectores asegurándome que estuvieran muy pegados a mi rostro— Y hoy el día 20 de noviembre a las...¿Qué horas son? —pregunté a Theo que él miró su muñeca.
—Las 8:16 con 2 segundos —dijo él haciéndome el favor de decirme la hora.
—Con esa hora comienzo con el proyecto que lo titulé "El enigma Mestiza" —dije como si estuviera diciendo un gran título y Celia y Theo se miraron entre sí alzando una ceja con una sonrisa de gracia en su rostro— Empezaremos con lo simple, hoy he tenido la gran ayuda de algunos de mi grupo celeste. Theo Pachis, Celia Bubble, Maya Agatha Ruiz Calavera y Mia Cupido nos acompañan —dije dando un formal señalamiento a todo el grupo y Mia les mostró el lente de la cámara, ellos con una sonrisa algo apenada saludaron al celular— Hemos conseguido tres partes esenciales para el proyecto, sangre potestad del cual mi compañero Theo me hizo el favor de prestarme —dije dirigiéndome a la mesa mostrando en tubo con la muestra de Theo— Tenemos la sangre de un humano que amablemente el laboratorio de la academia me ha conseguido —dije dejando el tubo con la sangre de Theo de nuevo en la mesa agarrando el tubo con la sangre humana— Y por último el más importante, mi sangre —dije dejando el tubo anterior agarrando el tubo donde se encuentra mi sangre, mostrándolo ante la cámara con gran orgullo agitándolo un poco.
Pero por los guantes se me resbaló el tubo de una manera que pude sentir como se escapo de mi agarre, todos respiraron de una manera que pareciera que quieren respirar todo el aire que existía en el mundo, yo pude sentir el golpe del miedo tratando de agarrar el tubo sin querer que este rompiera, pero tristemente se me cayo en el suelo rompiéndose y mi sangre quedó esparcida en el suelo, todos nos quedamos mirando la suciedad que hemos causado y yo puse una mano en mi frente respirando hondo tratando que esto no me hiciera enfadar y saque el aire mirando a los demás.
—Será una noche larga.
***
Exhaustos íbamos regresando a nuestros departamento, estábamos en el elevador, cuando llegamos al piso de Theo le di unas muy buenas noches con un gran abrazo de gratitud antes que se saliera de la máquina.
—Muchas gracias por ayudarme, Theo.
—No es nada, Gemma —dijo él entre pocas risas— Nos vemos mañana chicas, duerman bien —dijo él haciéndonos una seña de despedida y me aparté de él liberandolo despidiendonos de la misma forma.
Theo se salió del elevador dirigiéndose a su pasillo, las puertas se cerraron, el elevador rápidamente llegó a nuestro piso, las chicas y yo nos salimos, les mostramos nuestras credenciales al señor guardia y él nos dio el pase, llegamos al departamento y yo saque un gran suspiró exhausta.
—Buenas noches chicas —dije con cansancio dirigiéndome directamente a mi cuarto, cosa que Mia y Maya hacen lo mismo.
—Buenas noches chicas —dijo Celia quedándose en la sala y nos fuimos retirando en el cuarto.
***
Narrador
Celia pudo escuchar como las varias puertas de los cuartos de sus compañeras se cerraron, ella borró complemente su sonrisa bajando la mirada abrazándose a sí misma, mostrando un rostro de gran tristeza y seriedad, ella fue directo a su maleta que se encuentra en la esquina de la sala y sacó su pijama para prepararse irse a dormir.
Fue al baño de visitas para cambiarse, una vez que lo hizo se salió del baño apagando todas las luces del departamento para irse acostar, una vez que todo estaba oscuro, fue al sillón que desde que ella vive ahí la tienen para que se vea casi como una cama, hizo un lado la cobija para poder acostarse y cubrirse con ella, una vez que se acostó pegó su cabeza en la gran almohada tratando de dormirse.
Pero pudo escuchar cómo su celular le vibró, ella cerró los ojos con presión maldiciendo en bajo, se incorporó agarrando su celular que se encuentra en la mesita de noche para ver el mensaje.
"Nicole: Informe (Elimina el mensaje)"
Celia puso una mano en su rostro con desesperación como si se lo quisiera arrancar con desesperación, se quedó mirando fijamente en la pantalla, teniendo una cara bastante seria, una mirada llena de odio con solo leer ese nombre de su hermana, empezó a fruncir el ceño mostrando enfado.
Ella ya se estaba desesperando con el plan de su hermana, ella ya había conseguido unas excelentes amigas quienes teme perder por culpa de su familia otra vez. Celia se metió en la aplicación de mensajes, borró el mensaje de su hermana, apagó su celular y lo puso en la mesita de noche decidida.
Se volvió acostar abrazando con fuerza su almohada dándole la espalda a su celular, empezó a cerrar los ojos con presión tratando de obligarse a dormir, pasaba el tiempo, que fue perdido para ella en no poder cumplir con su deseo, pero ella abrió los ojos ahora empezando a sentir nervios, que causaban que en ese momento tuviera un sentido del oído agudo, pudiendo escuchar todo lo que ocurriera a su alrededor, el viento del exterior del departamento, el mecanismo del reloj colgado en una pared de la sala, ella se volteo con una mueca nerviosa al ver su celular, que por el momento se encuentra apagado sin mostrar alguna señal de funcionamiento.
Tuvo una mirada muy fija en él, empezando a tener pensamientos negativos, ella creyéndose una divina empezó a ver los futuros posibles por no haberle contestado a su hermana como debió, ella empezó abrazarse a sí misma sintiendo ese miedo, ese maldito sentimiento que ella odia, a pesar del frío una capa de sudor empezó a crearse en su rostro, ella frunció el ceño cerrando los ojos con gran desesperación.
—Mierda —dijo ella con gran enfado agarrando su celular prendiendolo y empezando a irritar sus ojos se mete al chat de mensajes para ver los cuantos mensajes que le ha enviado su hermana.
"Nicole: No me dejes en visto, estupida.
Nicole: Más te vale que me contestes, VOY A HABLAR CON PADRE SI NO LO HACES.
Nicole: Mia no es la única que puede jugar con la vida de tu gato, CONTESTA. "
Celia soltando lágrimas eliminó los mensajes y comenzó a escribir.
"Celia: Lo siento. No te podía contestar en esos momentos.
Nicole: Claro mentirosa, yo no te pedí explicaciones, lo que yo quiero es el informe. Ni siquiera debería pedirtelo, sabes bien que lo quiero todas las noches, puedes enviar el informe antes de dormirte, pero no, eres lo demasiado idiota para hacer eso y yo como siempre tengo que estar haciendo todo por ti.
Celia soltó un pequeño sollozo y se cubrió la boca mirando por los lados deseando que algunas de las chicas no la hubieran escuchado, ella con gran sufrimiento empezó a escribir.
***
Nicole estando en la habitación de Scarlett sentada como chinita en la cama teniendo una mascarilla de aguacate en su rostro iba leyendo el mensaje de Celia, mientras que Scarlett se encuentra en su tocador admirando su reflejo cepillando su cabellera con una gran sonrisa, Nicole empezó a sacar pocas risas y de un salto se salió de la cama de Scarlett yendo con ella.
—Celia me dice que Reto ha realizado el proyecto por su cuenta para no hacerlo junto con la engendra, la maestra Lian le ha mandado hacer un proyecto más complicado que trata que la rata investigue su sangre buscando las diferencias la de un potestad y un humano. Celia a llegado tarde al departamento al que esté ayudando a la idiota hacer su investigación.
Scarlett alargó mucho más su sonrisa, alzó la mirada analizando la situación.
—Pregúntale si va ser frecuente que ella le esté ayudando en su proyecto.
Nicole a órdenes de su amiga empezó a escribirle.
—Dice que no lo cree posible ya que tiene el proyecto con el Pachis.
—Dile que busque la manera de que ayude a la rata en su proyecto, que sea...su compañera —dijo Scarlett con una serena sonrisa dejando el cepillo en su cajón del tocador.
Nicole empezó a escribir, pero cuando recibió la respuesta sacó un pequeño gruñido.
—De verdad que es un desperdicio. Dice que no cree posible hacer lo que le pides, porque ya tiene varios días ocupados con Theo para hacer el trabajo.
Scarlett rodeó los ojos con desesperación.
—Amenaza, ponle presión, yo quiero que le ayude a la rata para que haga su proyecto, me es esencial, Nicole.
—Si Scarlett, no te preocupes yo me encargo de esto —dijo Nicole con una larga sonrisa a su amiga para demostrarle que no tiene por qué preocuparse.
***
Gemma
Estaba en laboratorio haciendo mi investigación, estoy bastante agradecida con Celia, a pesar de tener su proyecto con Theo se ha ofrecido a ser mi compañera, traté de negarlo, no quisiera que se le junte trabajo por culpa mía, pero me ha insistido, me ha dicho que se preocupa mucho por mi calificación, ¡Es todo un ángel!, se lo tenía que decir a la maestra Lian y ese gran acto de bondad le dará unos pocos puntos extras.
Mientras que Celia me ayudaba a usar el microscopio, yo mire a través del gran lente gracias a este instrumento y abrir en grande mi boca al ver mis propias células. Podía ver montones de ellas paseándose en el plano de cristal, pareciendo unas donas sin hoyo.
—Nuevas buenas, Celia, no soy un demonio para que mi sangre se muestre oscura como el petróleo —dije con gracia volteandola a ver y ella me sonrió un poco, pero sin mostrar otra expresión volvió a mirar abajo borrando su sonrisa, yo mostré preocupación a su estado de ánimo, se ve...triste— ¿Hey pasa algo? —pregunté preocupada y ella sacó un suspiró exhausta.
—Solo...estoy cansada...
—Celia te dije que esto iba hacer demasiada trabajo para ti... —dije sujetando los hombros mirándola atentamente a sus ojos— No me voy a molestar si te vas a descansar...
—No es eso...Gemma —dijo ella haciéndome una mueca de tristeza y bajo la mirada abrazándose a sí misma— Yo...no...puedo decírtelo...digo...no lo entenderías —dijo ella apartándose de mí dirigiéndose al libro de hematología tratando de distraerse con el trabajo, pero yo no aceptando un no como respuesta me puse a su lado.
—¿Es por lo de la pareja del baile del invierno?...desde que viste que Theo le pidió a Mia ser su ángel del invierno estas deprimida, Celia.
Ella volvió a verme con una mirada muy apagada, una mirada que a pesar de sus gigantescos ojos de canica ya no producen brillo, ella bajó la mirada sin querer hablar al respecto.
—Hey... —dije regalandole una sonrisa para tratar de calmarla y ella volteo a verme de reojo con mucha tristeza, pero prefirió no querer verme a la cara— Oye, solo ten paciencia habrá alguien que va entregarte de una linda pluma de ave, hasta la de un cisne por tu belleza —dije sujetando la barbilla para que subiera la cabeza sin mostrarse débil ante este bobo problema y ella me regaló una muy corta sonrisa irritando un poco sus ojos— Yo al cambió me quedaré sin pareja, pero por mi mejor, sabes, ya suficiente problemas me han causado los hombres.
—No...digas eso Gemma, también habrá alguien que te pedirá ser su ángel del invierno —dijo ella preocupada a mis palabras ahora siendo ella la que me quiere consolar y yo le sonreí con ternura.
—Celia...se que tengo amigos, grandes amigos, pero...ser su amiga es en lo limite que voy a llegar hacer, no creo que un hombre quiera ser visto que yo sea su ángel del invierno al ser una mestiza, siquiera se...si voy a poder tener una relación con algún potestad o humano —dije con seriedad desviando la mirada, pero al notar que Celia se me queda viendo fijamente mostrando mucha preocupación por mis palabras, para que no se preocupe fingí una sonrisa— Pero sabes es mejor, así ya no tengo que preocuparme por sus padres o...por mi, es muy complicado, Reto hizo bien...en romper amistad conmigo para no seguir sufriendo por eso —dije volviendo al microscopio para ver mis celulas de nuevo— Tu no tendrás problemas.
Celia iba por decirme algo, pero nos fue interrumpido al escuchar que alguien había llegado por el sonido de la puerta, yo me volteé queriendo saber quien era y sonreí al ver la linda visita que Julio y Dalai nos han hecho. Ellos me regalaron una sonrisa, pero Julio al ver a Celia la borró un poco lanzándole una mirada amenazante a mi amiga del cual ella nerviosa se pegó a mi lado.
—Chicos que sorpresa, ¿Han venido a divertirse con nosotras a nuestra gran investigación?
Julio y Dalai se miraron entre sí con una tierna sonrisa, Julio de su bolsillo sacó una piedra y yo fruncí el ceño, el sujeto los extremos de la piedra sin apartar la vista de mi alzando sus cejas de una manera muy coqueta del cual empecé a sospechar lo que estaba pasando.
—Tu eres esta piedra mi angioletta, no puedes tener un don en el exterior, pero...
Él pudo partir la piedra a la mitad por su fuerza mostrándome que es una piedra geoda que en su interior se mostraba llena de amatista preciosas que daban un resplandor bello en las dos mitades.
—Pero lo que realmente importa es tu interior, mi gemma —dijo él extendiendo sus manos ofreciendo las piedras y yo empecé a sonrojarme a tal obsequio, pero sintiéndome incómoda a saber de qué se trata esto.
—Julio...es muy hermoso, pero...
—Aun no termino, que falta lo más importante —dijo él entregando las piedras a Dalai que él siendo su gran amigo le ayudaba a cargarlas, de su otro bolsillo Julio sacó una pluma y empecé a sentir una presión sobre mí tratando de no mostrar mi tristeza sin querer ofender. El puso una rodilla en el suelo como si me fuera a pedir matrimonio y me ofreció una gran pluma blanca.
—Parece que esto le pertenece, mi angioletta, se le ha perdido cuando bajó del cielo. Prego, deme el honor de tener como compensación que usted por una noche sea mi ángel del invierno.
—Julio... —dije juntando mis manos haciendo todo lo posible para no verme como una grosera.
—No te preocupes por la fecha de la fiesta, asistiremos con tu grupo celeste, mi gemma, mi familia es reconocida por romper las reglas —dijo él alzando las cejas con una sonrisa juguetona.
Yo lo mire fijamente, con una dulce sonrisa le tome de su mano donde sostenía la pluma, pero se la iba bajando sin tomar la pluma, él me frunció el ceño mostrando extrañeza.
—Fue la propuesta más hermosa, el obsequio que me has querido dar claramente me conoces para saber que me ha encantado y tus palabras llenaron un vacío dentro de mí, eres un gran amigo, Mia y tú son...como mis hermanos y es por eso...que no puedo aceptar tu propuesta, Julio —dije de una manera serena ahora llevando mi mano en su hombro, pero él se mostraba confundido— Yo se...que esto lo estas haciendo por lastima por mi y esta bien, es lo que haría cualquier hermano, pero se que hay muchas mujeres formadas en fila en las que puedes tener una oportunidad esperando que llegues a cumplirles su gran sueño.
—No digas boberías mi gemma —dijo él con una sonrisa nerviosa levantándose poniéndose de pie— Habló con el corazón en querer que seas mi ángel del invierno, no es por lastima, como has dicho las mujeres están desesperadas queriendo que sea su pareja, las harás morir de la envidia, es un placer que a los dos nos gustaría ver —dijo él con una pequeña sonrisa de malicia.
—Julio...no quiero meter en problemas a tu familia porque vas asistir a la fiesta del invierno con mi grupo, se que como les molesta como han sido juzgados por su madre y el negocio familiar. Yo...lo lamento, pero...no puedo aceptar tu propuesta —dije abrazándome a mi misma mirando con lástima y él borró su sonrisa mirándome con preocupación, él respiró hondo y sacó aire guardando la pluma en su bolsillo.
—Esto si que es un suceso, nadie me había rechazado hasta este día —dijo él con gracia y yo le sonreí muy agradecida a que no lo hubiera tomado mal— ¿Qué me dices de Dalai? —preguntó él con una sonrisa tomándole los hombros a su amigo que por ese imprevisto alzó las cejas.
—Julio —dije regañadientes cruzando los brazos y él muy preocupado puso sus dos manos en mi mejillas sujetandolas con cariño.
—El día que asistas a ese baile sin pareja, será la apocalipsis mi angioletta y todo mal causado por ese animal —dijo él frunciendo el ceño mostrando gran enfado y yo desvié la mirada haciendo una mueca al no querer hablar de este tema— Si no fuera que nos prohibes lastimarlo, lo haría sufrir por el daño que te hizo. Pero yo creo que mucho daño te ha hecho, déjame darle una lección...
—Julio... —dije apartandome de él dándole la indirecta que no quiero hablar de eso.
—Primero te insulto, segunda se comporta como un stronzo contigo y tercera se ha querido ver de listo haciendo el proyecto afectandote en hacer esto —dijo Julio señalando todo el cuarto del laboratorio— Teniendo como compañera a una piccola traditrice.
—Yo se del daño que me ha hecho, pero aun así no quiero que lo lastimes, Julio —dije con gran enfado y le tome la muñeca a Celia que ella se veía nerviosa por mi hermano adoptivo— Y Celia no es...lo que sea que hayas dicho que es —dije con gran enfado y él le lanzó una mirada amenazante a mi amiga.
Pero él sin querer llevar una discusión puso una mano en su frente tratando de encontrar la paz.
—Bene...bene... —dijo él rendido bajando su mano de su frente alzando la mirada al techo con algo de desesperación— No le haré nada a ese bruto. Pero sabes que puedes contar conmigo mi sorella —dijo el tomandome de la muñeca dandome un jalón hacia su cuerpo y él me abrazó con gran fuerza que empecé a quejarme por la falta de aire, él sacó pequeñas risas apartándose de mí y me dio unas pequeñas palmadas a mi cabeza— Ya no seguiremos molestandolas en su trabajo, les deseo suerte. Espero que esto sea de tu ayuda —dijo él agarrando las piedras dejándolas en la mesa de trabajo y yo mostré gran culpa.
—Julio, no las puedo aceptar... —dije sintiéndome muy apenada por este gran obsequio que agarre las piedras queriendolas dar, pero él me mostró las palmas apartándose de mí negandomelas.
—No pienso aceptarlas, mi gemma, si las traje fue porque son un obsequio para ti, sería patético de mi si me las llevo solo porque me has rechazado —dijo él regalandome una larga sonrisa y se dio la vuelta dirigiéndose a la salida del cuarto, Dalai se despidió de mi haciendome una pequeña reverencia y acompañó a su gran amigo a la salida.
Una vez que los dos se fueron, Celia y yo nos miramos entre sí, bajamos la mirada al mismo tiempo para ver las dos piedras resplandecientes.
***
Narrador
Meg estando en sus clases de entrenamiento potestad se encuentra con su grupo celeste, tratando de mantenerse despierta viendo de un combate que Pierre y Julio estaban haciendo entre sí, pero ella bajo la mirada sin poder evitarlo quedándose por un momento dormida.
—Escucharon del gran rumor, Julio fue a pedirle a Gemma que sea su ángel del invierno, pero ella lo ha rechazado —dijo una de las amigas de Meg por el gran chisme teniendo una mirada incrédula y su otra amiga respiró fondo por la impresión.
—¿Qué? —preguntó Meg tratando de mantenerse despierta queriendo saber el chisme y sus dos amigas alzaron la mirada al cielo— Digo...perdónenme, ¿Qué han dicho sobre...Gemma? —preguntó ella masajeando sus párpados viendo si de ese modo ya no los va a sentir tan pesados.
—Meg, querida, insisto que debes aplicarte la medicina, en invierno siempre te encuentras tan desorientada, distraída y...algo desarreglada —dijo Danna teniendo una pequeña mueca y Meg solo frunció el ceño mostrando un poco sus colmillos.
—Saben bien que le tengo pavor a las inyecciones, hago mis esfuerzos para... —ella se cubrió la boca dando un gran bostezo— Mantenerme despierta.
Sus amigas se miraron entre sí con una ceja alzada sin creer en las palabras de Meg, pero una de ellas rodeó los ojos mostrando fastidio.
—Como sea... —dijo ella viéndose las uñas con arrogancia— Estábamos comentando que Aurora ha escuchado que Julio le pidió a Gemma que sea su ángel del invierno y ella le ha rechazado.
—Oh...la pobre mujer... —dijo Meg mostrando tristeza a esa noticia— Ella...desea que sea...otro hombre quien se lo pida...
—¿Otro hombre? —dijo Danna alzando las cejas con una mirada muy intrigante— ¿Te refieres a tu...alfa? —dijo ella al final con algo de burla y Aurora mostró una sonrisa de gracia a que eso siempre les causara risa.
Meg rodeo los ojos al que a veces le desesperaba sus amigas, ella no estaba muy conforme con ellas, a veces la hacían sentir mal con esas pequeñas burlas que le hacen sobre su don o manada, pero sus verdaderas amigas se encuentran afuera de su grupo y tiene que conformarse con las de su grupo celeste.
—A mi eso no me importa, lo esencial es que Julio aún está sin su ángel del invierno —dijo Aurora juntando sus manos esperanzada viendo a Julio.
Que él se encuentra tratando de darle un golpe a Pierre, pero el esquivo del golpe con habilidad
—Y espero ser yo la afortunada... —dijo ella ahora de un modo lento y atontado sujetándose las mejillas.
—Ugh, espero que tu no seas como las ignorantes como nuestra amiga en solo querer un hombre por su belleza haciendo un lado que su madre es una ramera...
—Danna, él te puede escuchar —dijo Aurora infartada mirando con nervios como Julio logró agarrar a Pierre de sus caderas y lo cargo aventandolo por los aires, Pierre muestra un gran rostro de espanto viendo como iba cayendo rápidamente directo al suelo y Julio con una sonrisa de poca malicia se hizo un lado esperando su victoria.
—Es que me desespera que le tengan tanta admiración, admito que es muy apuesto, pero que acaso son como muñecas de plástico para no importarles que su familia está manchada de sangre —dijo Danna desesperada señalando a Julio con las palmas de su mano y en eso momento Pierre impacto contra el suelo— En cambio Gunther... —dijo ella mirando al hombre que tiene una larga sonrisa observando el combate como si estuviera viendo de un show de comedia— Yo considero que es mucho más apuesto que ese mafioso, su familia es rica y perfecta, no hay error alguno con ese ser tan divino —dijo abanicándose al sentirse acalorada sin apartar la vista de ese hombre
Meg frunció el ceño mostrando demasiada extrañeza a las palabras de su amiga, ella volteo a verlo con gran disgusto.
—¿Te refieres al hombre que se acuesta con todas las mujeres que se les haga atractivas?, como tu dirías a las muñecas de plástico —preguntó ella viendo a su amiga con las cejas alzadas teniendo una corta sonrisa de gracia y Aurora sacó pocas risas cubriéndose la boca, Danna sacó un pequeño gruñido cruzándose de brazos y le sonrió de una manera burlona a Meg.
—Aurora dice que desearía tener a Julio como su pareja, yo a Gunther, ¿Qué me dices de ti?, Meg.
Meg con una corta sonrisa esperanzada volteo a ver a Pierre que él muy débil lleno de moretones por la caída que tuvo, pero él sin rendirse trataba de seguir en pie con el combate, Julio le dio su último golpe lanzándolo contra el suelo poniéndolo inconsciente.
—Aaaw...no me lo puedo creer aun sigues teniendo esas esperanzas que Pierre te hará la propuesta, Meg —dijo Danna fingiendo ternura y Meg la miró con algo de enfado.
—Este año...me atreví a hablarle, he tenido muchas platicas con él, parece que le agrado mucho... —dijo ella con una sonrisa y Danna y Aurora se miraron entre sí con una sonrisa de gran burla.
—Temo ser yo quien te lo diga, pero Pierre ya tiene su ángel del invierno, Meg—dijo Aurora fingiendo un gran rostro de lástima y Meg se sobresaltó a la noticia abriendo en grande sus ojos.
—Sucedió esta mañana, Pierre invitó a Neith al cuarto de servicio, ella estaba muy extrañada, pero él la ha sorprendido con una hermosa escena para hacerle la propuesta del baile del invierno.
Meg sin poder creer esas palabras volteo a ver a Neith que se encuentra al lado de Dalai, ella tiene una pluma blanca insertada en su cabello mostrando que ya alguien le ha propuesto ser su pareja para la fiesta del invierno, ella puso su mano en su pecho al sentir un dolor agudo en su corazón.
—Oh...parece ser que otra vez no vas a tener pareja para la fiesta del invierno, no te preocupes, puede que el próximo año haya probabilidades. Oh, espera... —dijo Danna repentinamente poniendo la punta de su índice en su labio inferior fingiendo un sobresalto— Ya no será posible porque este es nuestro último año en la academia, que inconveniente el tuyo.
—Vaya Meg, en todos nuestros estudios en la academia y no hubo una fiesta donde tuvieras una pareja, ¿Habrá algún premio por eso? —preguntó Aurora con gracia y Danna y ella se echaron a reír a ese chiste.
Meg cerró sus ojos con mucha presión empezando a chillar con tristeza como el de un roedor, causando que sus amigas se reirán con más fuerza, la mujer se cubrió la boca empezando a correr retirándose del lugar dejando caer muchas lágrimas por su rostro.
—¡Meg Croquet, aún le falta hacer su turno! —gritó su entrenadora con enfado y todos voltearon a ver como Meg se iba alejando corriendo tras la academia.
—Ugh, qué exagerada —dijo Danna con una mueca de gran disgusto.
—Deben ser cosas de los metamorfos —dijo Aurora arreglándose el cabello con gran arrogancia.
Pero Gunther tiene su mirada pegada a la mujer que seguía corriendo perdiéndose por la distancia, él se sujetó la barbilla sonriendo de una manera maliciosa.
***
Gemma
Pasando los días un viernes por la tarde, después de haber tenido nuestros taller de ballet Celia y yo, decidimos que nos encontráramos con los demás para cenar en la manzana, Mia volteo a vernos a mi y a Celia.
—¿Como van con el proyecto chicas? —preguntó Mia teniendo esa preocupación y yo alargué mi sonrisa al que sea buena la respuesta.
—Muy bien, Mia, ya tenemos el 50 por ciento del avance, después de cenar iremos hacer otro pequeño adelanto, Theo te agradezco por haber compartido a esta excelente compañera —dijo sujetando los hombros a Celia que ella sonrió sonrojándose un poco, al que se veía exhausta.
—La verdad es que me tienes sorprendido Celia, conmigo también trabaja muy bien, ya en una semana terminaremos con nuestro proyecto, pero yo no aguantaria estar trabajando en dos proyectos, gracias a esto ya debes ser toda una experta —dijo él con impresion y ella saco pequeñas risas nerviosas sujetándose el cuello.
—No es nada....
—¿Nada?, Celia estás equivocada, es mucho lo que haces por mi bambina —dijo Mia sonriéndole con mucha gratitud y Celia le regaló una sonrisa que se veía algo nerviosa.
—Debes aceptar que el método de Gemma funcionó, Mia. Esto benefició mucho a Celia para convertirse en una gran amiga —dijo Theo alargando su sonrisa.
Mia volteo a ver con seriedad a Celia teniendo una pequeña mueca, ella un poco asustada por esa mirada bajó la suya sin querer conectarse con los ojos de mi amiga que puede mostrar su lado oscuro con esos ojos, pero a pesar de eso alargó un poco su sonrisa.
—Quizás...un poco —dijo Mia y yo alargué mi sonrisa a su respuesta, Celia la miró con los ojos bien abiertos tomando eso como una gran sorpresa— A veces me haces recordar nuestros momentos...cuando antes eramos...muy unidas —dijo ella siendo sincera y junte mis manos orgullosa por Mia al superar su trauma. Mia respiro hondo y sacó un suspiro cerrando los ojos— Escucha...lamento haber amenazado en matar a tu gato... —yo borre completamente mi sonrisa frunciendo el ceño, como Theo hizo lo mismo. Celia puso su mano en su pecho teniendo su mirada irritada— Es solo que...temía que un daño así le hicieras a mi bambina o...a mi, pero desde que estás con nosotras, has obedecido en pie mis reglas, no te acercas a nuestros cuartos, de nuevo te revelas a tus padres y tu puttana hermana en las reglas que te ponen y que le estés ayudando a Gemma en su proyecto... —ella alargó su sonrisa— Se que lo haces como manera de pago por lo que está haciendo por ti. Celia, no puedo considerarte mi mejor amiga, porque mi sorella ha robado tu lugar —dijo ella sujetándome los hombros, pero aun seguía perdida por la noticia que me enteré hace rato— Pero vuelves a meterte en mi lista de amistades.
Celia empezó a dejar caer lágrimas por sus ojos alargando su sonrisa a esas hermosas palabras.
—¿Amenazaste con la vida de su gato? —pregunte con mucha seriedad a Mia y ella rodeo los ojos con una sonrisa traviesa.
—No lo decía en serio ragazza, son técnicas para causar miedo. Casi hacia que Celia se orinara encima —dijo ella entre pocas risas y Celia sacó risas también cubriéndose la boca, Theo y yo confundidos a esa reacción de ella la volteamos a ver.
—Más bien ibas a lograr que me diera un infarto por el susto, Mia. Al principio pensaba que me iba matar en ese instante —dijo Celia entre risas al tomar esto muy gracioso.
—Ni que te hubiera amenazado con el filo de un cuchillo, fue con el flash de mi celular—dijo Mia señalando el flash de su celular entre risas.
—Amenazandome en dejarme ciega quizás —dijo Celia y Mia empezó a reírse con más fuerza.
—No podía ver tu cara, tenía que ver tu cara de niña llorona —dijo Mia y las dos al que esto les pareciera muy gracioso empezaron a carcajearse de la risa.
Theo, Maya y yo nos miramos entre sí con el ceño fruncido mostrando extrañeza por esto, ahora entiendo a Maya esa vez que entro a la cocina y nos vio carcajeando de la risa sin saber la razón, pero ahora sabemos que la razón por la cual se están riendo, es porque Mia amenazo la vida del gato de Celia y las dos lo toman como si fueran un gran chiste a pesar que es un suceso algo serio.
Pero a pesar de eso, yo sonreí al ver a Mia y Celia siendo amigas de nuevo, cerré los ojos sintiéndome algo orgullosa de mi al haber cumplido con ese objetivo. Pero de repente sus risas se callaron repentinamente, Mia frunció el ceño mostrando gran enfado, Maya y Theo se tensaron al ver a alguien atrás mío, mire a Celia confundida para ver si ella me dice que lo que ocurre, pero ella igual que Theo y Maya se quedó de ojos bien abiertos.
Yo extrañada me volteé atrás para ver quién era él que causaba gran tensión en el ambiente, pero me sobresalte un poco al ver que era Reto quien me mira muy seriamente. Yo frunci el ceño mostrando enfado.
—¿Qué haces aquí?, ¿Qué no tienes que cazar a un inocente animal para comer? —pregunté con enfado.
—Gemma, quisiera ver si es posible que hablemos en privado —dijo él con gran educación de una manera calmada sin mostrar algún tono ofensivo.
—Sea lo que le tengas que decir, díselo aquí —dijo Mia con enfado agarrando el cubierto del cuchillo como manera de amenaza y los demás se le quedaron viendo con seriedad a Reto, yo me crucé de brazos dándole la indirecta que no pienso moverme de aquí.
—Mia tiene razón, si me vas a decir algo, hazlo enfrente de mis amigos, son de confianza.
Reto rodeo los ojos mostrando un poco sus colmillos con algo de fastidio, pero de nuevo dirigió su mirada directo a mi rostro.
—La maestra Lian ha revisado mi trabajo en esta semana, ya me la ha calificado poniéndome un setenta exacto, aun así cuando sea la presentación debo presentar mi proyecto.
—Y ¿Qué?, ¿Quieres que te aplauda o algo como manera de felicitación? —pregunté fingiendo una sonrisa de burla.
—Gemma, estoy tratando de tener una conversación seria contigo —dijo él con un tono bastante frío y yo respire hondo tratando de tranquilizarme, solté aire cerrando los ojos.
—Si...tienes razón, disculpa, continua —dije con seriedad haciéndole una pequeña seña que puede seguir con libertad.
—La razón de esta conversación es porque ella ha hablado seriamente conmigo de lo mal que me he visto por no haber cumplido con el reglamento del trabajo en trabajar con mi compañera. Al enterarme de lo que te ha encargado, se que debe ser complicado para ti realizarlo y... —él desvió la mirada cerrando los ojos al que esté tomando esfuerzo decir estas palabras y yo empecé abrir los ojos con esperanza, ¿Se...disculpara?— Se que es tarde, pero...si gustas...puedo ayudarte con tu proyecto.
—No, ella ya tiene su compañera, gracias Reto, puedes retirarte —dijo Mia con enfado haciéndole señas a Reto que se fuera como si fuera un animal.
—Aun no termino de hablar con ella y te pedire el favor que guardes silencio —dijo él con bastante seriedad y Mia frunció el ceño mostrando más molestia agarrando con gran fuerza el cuchillo, pero yo la mire con suplicación.
—Deja que termine hablar conmigo, Mia, estaré bien —dije regalandole una sonrisa y ella desvió los ojos soltando el cuchillo de mala gana cruzándose de brazos. Yo volteé a ver a Reto— Te lo agradezco, pero Mia tiene razón, Celia me ha está ayudando.
—Mientras más ayuda tengas terminarás más rápido el proyecto y estaré seguro que pasarás la materia.
Yo me quede mirándolo a los ojos algo insegura abrazándome con fuerza.
—Sé sincero conmigo, realmente piensas ayudarme sin...tratarme mal.
—Gemma...comprendeme mi padre no... —él desvió la mirada mostrando tristeza sellando sus labios, como si se les hubieran ido las palabras— Yo...te extraño—Yo abrí en grande sus ojos a sus últimas palabras y él volteo a verme con una mirada suplicante— Le tengo un gran cariño a mi padre, pero... —dijo él poniéndose de rodillas en el suelo y me quedé atónita al sentir que me tomo de las manos— Te tengo el mismo cariño...algo...que él debe comprender, Gemma, yo quisiera que... —dijo él sacando de su bolsillo una pluma y yo me cubrí la boca sin podérmelo creer— Fueras mi ángel del invierno, porque...no puedo perder una oportunidad como tu, lo lamento tanto del modo en que te trate... —dijo él con gran tristeza irritando un poco sus ojos y yo alargué mi sonrisa poniendo una mano en mi pecho teniendo mi mirada en la pluma.
—No...te preocupes Reto, yo se que...esto lo haces por tu padre, pero...podemos encontrar una solución juntos... —dije regalándole una dulce sonrisa tomando la pluma y él alargó su sonrisa.
Pero empecé a mostrar extrañeza al ver el modo en que él alargó su sonrisa, es la sonrisa más larga que he visto en él, además que esta no mostraba alegría, más bien parecía de burla. Pude escuchar unas risas y nosotros extrañados miramos a Nicole que se salió debajo de una mesa mostrando su celular del cual parecía que...estaba grabando.
—No puedo creer que seas tan crédula, Gemma —dijo él que creía que era Reto levantándose y yo empecé a ver como Scarlett con su don iba tomando su antigua apariencia teniendo esa misma maldita sonrisa. Yo empecé a mostrar mucha tristeza por la pesada broma que ha jugado conmigo.
—Scarlett, maldita puttana —dijo Mia con gran enfado levantándose de su asiento dando un golpe en la mesa con sus palmas y Maya como ella se levantó de la mesa mostrando mucho enfado.
—Cualquier daño que me hagan esta siendo grabado por Nicole y mi papi puede hacer que las expulsen por ello —dijo ella mostrando sus dientes con gran arrogancia, Mia y Maya se estaban conteniendo en no empezar una guerra, Scarlett volteo a verme fingiendo gran lástima poniendo su mano en su pecho— Oh...¿Fui demasiado dura acaso?, Hacerte creer que Reto te pidiera ser tu pareja de la fiesta del invierno creyendo que ya iban a volver a ser los buenos amigos de antes, ¿Fue demasiado para ti? —dijo ella inclinando su espalda para acercar su rostro al mío y yo trataba de no verme débil enfrente de ella sin querer dejar resbalar una lágrima— No deberías mostrar tristeza, al contrario... —dijo ella abriendo más sus ojos con esa larga sonrisa mostrando gran locura— Deberías agradecerme al haber hecho tu fantasía en escena, porque Reto nunca lo iba a realizar.
—Eres una puta descarada —dije con gran enfado levantándome dándole un fuerte empujón y con prisa me iba yendo dejando salir las lágrimas al sentir que ya no las podía contener.
***
Narrador
Scarlett y Nicole se iban riendo de la mala broma que le han jugado a Gemma, Mia se le acercó a Scarlett queriendo golpearla, pero Theo la sujetó a tiempo la muñeca antes que lo hiciera, la abrazó y Mia daba gruñidos de gran enfado.
—Anda siganse riendo, ya quiero ver como te sigues riendo cuando Reto se entere que has usado su apariencia —dijo Theo con enfado y Scarlett alargó mucho más su sonrisa sin mostrar mínima importancia.
—¿Debería sentirme asustada?, Pachis.
Theo solo soltó un gruñido de esfuerzo haciendo todo lo posible para controlar a Mia.
—Vamos Mia, que Gemma te necesita —dijo él tratando de calmarla y Mia de mala gana soltó un fuerte gruñido.
Theo dándole la confianza la soltó, Mia con gran ira pasó al lado de las mujeres con pasos rápidos tratando de alcanzar a su amiga, Maya solo le lanzó una muy mala mirada a las mujeres, Theo le tomo la mano a Celia que ella se tenso un poco al sentirla bajando la mirada.
—Vamonos Celia, uno no puede tener una vida tranquila por este tipo de personas —dijo él con gran enfado cosa del cual solo causo que Scarlett y Nicole se rieran.
Theo iba hacia adelante asegurándose que Celia estuviera con ella, Celia con nervios miró a Nicole que ella moviendo sus labios sin producir voz le dijo "Te veo en en nuestro departamento"
Celia miró al frente tragando saliva muy nerviosa dejando que Theo la fuera llevando con él.
***
Scarlett y Nicole se salieron de la manzana con una larga sonrisa en sus rostros, Nicole le abrazó el brazo a su amiga con gran sonrisa causando que ella borrara un poco su sonrisa mostrando molestia bajando su mirada viendo como ella le invadía su espacio.
—Todo va al pie de la letra, solo debo hablar con Celia y al final, podremos conseguir los secretos de la rata para...
—Guarda silencio que alguno de sus amigos puede escucharte —dijo ella con enfado zafandose del agarre de su amiga acomando la manga de su saco y Nicole borró su sonrisa de una manera culpable— Solo ve a realizar lo que debes hacer y por favor, Nicole, no lo arruines —dijo ella de una manera suplicante y su amiga sacó pequeñas risas.
—¿Cuándo yo te he fallado? —preguntó ella alargando su sonrisa— Nos vemos más noche.
Ella con prisa se fue dirigiendo a su cuarto, Scarlett de su bolsillo sacó su espejo de mano para ver su reflejo a pesar de la noche y se empezó a dar pequeño retoques mientras que ella sin compañía iba caminando por los jardines, pero en un momento se detuvo entrecerrando los ojos teniendo aún esa sonrisa viendo por el reflejo de su espejo que detrás de ella estaba Reto observándola con una mirada bastante fría.
Scarlett saco un suspiro tranquilo guardando su espejo dándose la vuelta para ver al hombre de enfrente que él al verla le empezó a mostrar sus colmillos.
—Me impresiona la rapidez en que pasan las noticias en la academia —dijo ella poniendo una pose de gran elegancia y con una firme postura, pareciendo que él que está enfrente es un fotógrafo para tomarle una foto.
Pero Reto con gran amenaza camino hacia ella poniéndose casi pegados de la frente.
—No tienes el derecho de usar mi apariencia para tus ridículas bromas, Scarlett. Te ves ridícula haciendo esto, pareciendo una infante chiflada. Esta es la segunda vez que has usado mi apariencia para querer hacer daño... —dijo él haciendo sus pupilas mucho más delgadas mirando con gran odio a lo que para él le gustaría que fuera su presa, pero ella seguía sonriendo sin mostrar miedo alguno a esa mirada.
Pero ella borró esa expresión de tranquilidad al sentir como algo le sujeto de sus tobillos, ella bajó la mirada estando perdida al ver como Reto sin que ella se diera cuenta él con su don tenía de un tentáculo de pulpo que se sobresalía debajo de la bastilla de su pantalón, sin importar que la nieve pudiera dañarlo, dio un fuerte jalón con gran fuerza que ella sin poder evitar se cae de espaldas cayendo sobre la capa de nieve.
Ella apretando los dientes mostrando mucho enfado por ello iba por levantarse, pero antes que se diera cuenta, Reto se puso encima de ella pegando una mano por debajo de su barbilla amenazandola con el filo de sus uñas y ella muestra gran furia, él acercó su rostro al de ella alargando sus colmillos mostrándoles su gran filo, dio un sisoreo teniendo una lengua de serpiente que la punta le tocó el rostro fino de la mujer que ella cerró los ojos mostrando gran disgusto al que esa lengua le hubiera manchado de saliva.
—No juego cuando te digo que si sigues haciéndome enfadar... —dijo él presionando más fuerza su uña y ella le lanzó una mirada llena de frialdad— Me vas a conocer.
Ella a pesar del modo en que Reto la tiene le regaló una muy larga sonrisa, ella usando su don empezó a cambiar de forma, causando que el hombre haga un ceño fruncido casi uniendo sus cejas al no ver espacio entre ellas a la tanta ira al ver como la mujer había tomado la apariencia de Gemma.
—Te reto hacerlo —dijo ella teniendo una mirada retante alargando su sonrisa de oreja a oreja— Te doy el permiso... —dijo ella tomándole la mano a Reto con la cual tiene sus uñas pegadas a la barbilla de la mujer, ella causó mucho más presión causando que el filo de las uñas estén a punto de agujerear la piel— Que me hagas daño.
Reto entre gruñidos muy molestos causando unas grandes orrugas a esa expresión de gran irá como la de un animal, su mano con la cual tiene sus uñas como arma empezó a temblar por la fuerza que estaba conteniendo o quizás juntando sí realizaba lo que Scarlett le pide, pero él miró a los ojos de la mujer del cual eran impostores a los de Gemma, ella empezó a cambiar a un rostro fingiendo gran miedo en su mirada.
Reto soltó un pequeño rugido apartando su mano a la de la mujer sin causarle ningún daño y Scarlett sonrió de una manera victoriosa aun teniendo la apariencia de Gemma, ella se incorporó de un modo teniendo la espalda levantada, dejando libremente que Reto aún estuviera encima de su parte inferior, ella que le tomo las mejillas a Reto de un modo suave y delicado, dándole pequeños acarició con sus pulgares.
—Sabía que no ibas a ser capaz, aun sabiendo con tu olfato que no soy ella... —dijo ella con una voz suave que parecía coro, idéntica a la de Gemma— Se que la extrañas... —dijo ella pegando su frente a la de él y Reto se quedó con la mirada abajo sintiendo un gran dolor respirando de un modo exhausto al no soportar esto, soltando gemidos de tristeza sin poder evitarlo— Shh mi cachorro... —dijo ella bajando sus manos llevándolas a la espalda del hombre acariciandolas con gran cariño— Quizás yo pueda ayudarte... —dijo ella empezando a encajar sus uñas empezando a sentirse excitada teniendo al hombre bajo su control— A quitarte ese mal cumpliendo... —ella empezó a acercar sus labios a los de metamorfo que él miró el rostro de la mujer, del cual su vista y su corazón lo engañaba creyendo que era Gemma, no hacías caso a su olfato y cerebro, él solo...deseaba tocar los labios de esa mujer— Tu gran deseo.
Scarlett a centímetros que la punta de sus labios tocaran a los de Reto, él reaccionó abriendo en grande los ojos, pareció un milagro que su cerebro lo hubiera hecho entrar en razón en recordarle quién era realmente esa mujer, él con enfado empujo a Scarlett apartándose de ella de golpe, ella frunció el ceño mostrando gran furia empezando a cambiar su apariencia a la verdadera.
—Buscaría cualquier manera en que mi papi te meta a ti y a tu padre en un zoológico, Reto... —dijo ella con gran enfado al no haber cumplido con su placer y Reto solo se dio la vuelta mostrándole la espalda empezando a transformarse en un oso polar— ¡Te recuerdo con quién estás hablando! —gritó ella golpeando la nieve con sus puños y él dejando atrás su ropa al haberse transformado empezó a correr dirigiéndose al bosque.
***
Celia miró con lástima a Gemma que se encuentra en sala sentada en el sillon con los codos recargados sobre sus rodillas y cubriéndose el rostro con gran tristeza, Mia y Maya trataban de consolarla hablando con ella.
Celia también quiso dar su apoyó hasta que sintió como le vibró el celular, ella con una mirada llena de seriedad vio el mensaje de su hermana.
"Nicole: Ven al departamento, AHORA.
Ella esta vez tiene una diferente mirada, esta vez ya no muestra miedo o nervios, esta vez realmente muestra mucha enfado y seriedad al asunto, ella miró a Gemma del cual se veía herida por la mala broma que le han jugado.
—Gemma, tu no te preocupes por adelantarle al trabajo esta noche, yo lo haré.
Gemma mostrando espanto a esa idea miró a Celia levantándose.
—Como crees...
—No estás en condiciones en estos momentos, en verdad me encargaré yo, iré al laboratorio para avanzar lo suficiente —dijo ella yendo por su mochila,.
—Puedo ayudarte —dijo Mia levantándose y Celia negó con la cabeza cargando su mochila con un solo hombro.
—No, como Theo lo ha dicho, tu y Maya ayudarán a Gemma a sentirse mejor, en verdad estaré bien, no se preocupen por mi —dijo ella regalándoles una dulce sonrisa y se dio la vuelta sin decir más retirándose del departamento.
Pero ella en vez de tomar una dirección hacia el laboratorio se dirigía a su antiguo departamento, ella con gran valor entró al lugar dirigiéndose a la sala parándose enfrente de su hermana que se encuentra sentada en la sala, ella le regaló una maliciosa sonrisa a su gemela.
—¿Te aseguraste de que ellas no sospechen que te encuentres aquí conmigo? —preguntó Nicole acomodándose su cabello, pero Celia solo le lanzo una mirada llena de frialdad y seriedad, pudiendo sentir una gran intensidad de nervios en su interior, pero usó eso para apretar sus puños con gran fuerza evitando temblar ante ella, su gemela frunció el ceño a esa extraña mirada de su pequeña hermana— ¿Estás sorda?, acabo de hacerte una pregunta...
—No seguiré con esto.
La palabra salió disparada de su boca, Nicole selló sus labios alzando sus cejas al ver el valor desconocido de Celia.
Como respuesta Nicole sacó pequeñas risas.
—¿Puedes repetírtelo?, Celia, creo que me he imaginado palabras —dijo ella alargando su sonrisa mostrando gran burla, pero su hermana dio pasos acercándose a ella frunciendo el ceño con gran seriedad.
—No. pienso. seguir. haciéndole. daño. No pienso dañar a mis amigas de nuevo, Nicole —dijo ella con gran enfado que Nicole está vez si se quedo sorprendida a esa reacción de su hermana quedándose sin palabras.
Pero de nuevo, sin causarle algún efecto, ella saco una carcajada burlándose de ella y Celia apretó con gran fuerza sus manos.
—No es que tengas opción hermanita —dijo ella levantándose de su asiento para quedar a la altura de Celia mostrándose dominante ante ella— No solo son órdenes mías... —dijo ella empujando a Celia con brusquedad y ella trató de mantenerse firme haciendo todos sus esfuerzo para que el miedo no la domine— Son órdenes de padre también, porque no le hablas para ver si sigues con tu papel de rebelde —dijo ella dándole de nuevo un empujón y ella empezó a respirar con gran rapidez convirtiendo ese miedo a enfado— ¡Quieres que me pidan que te castigue de nuevo?
Esta vez Nicole prendió sus manos en llamas empujando a Celia con gran fuerza que la tiró contra el suelo, ella cayó teniendo unas pocas flamas en sus hombros, pero esta vez miró a su hermana con gran furia del cual ella frunció el ceño mostrandose perdida sin esperar a esa reacción, Celia creo de una gran ventisca en el cuarto del cual empujó a su hermana contra la pared y ese viento también le ayudó a pagar del pequeño fuego en su ropa.
Nicole cuando cayó al suelo empezó a reírse con locura viendo a su hermana.
—Ya era hora de que te pusieras divertida, hermanita —dijo ella levantándose prendiendo sus manos en llamas y Celia se levantó dando un grito de enfado extendiendo sus dos brazos hacia hermana aventandole de nuevo una tran rafaga de viento causando que los marcos colgados en la pared salieran volando.
Nicole para contrarrestar el ataque extendió sus dos manos creando una rafaga de fuego al que estos dos elementos chocaran entre sí, Celia corrió hacia su hermana lanzándose contra ella y las dos entre gritos molestos empezaron a pelearse en el suelo jalandose del cabello o dándose rasguños.
Ren se salió de su cuarto para ver que era lo que sucedía, pero se sorprendio al ver a Nicole y Celia peleando en el suelo, ella se recargó en el marco que estaba entre el pasillo y la sala observando con interés la pelea.
***
Gemma
Iba caminando hacia el laboratorio, no podía permitir que Celia hiciera esto por su cuenta, ni siquiera es trabajo de ella, además que Mia y Maya ya me han ayudado para hacerme sentir mejor, me han pedido que me ayudaran, pero he dicho que no, solo trabajaré un poco rato con Celia por las horas de la noche, asegurandome que no se quedará muy tarde ayudandome con la investigación.
Al entrar al cuarto mire a Celia con una dulce sonrisa, el ver como ella cómo iba viendo en él telescopio algún tipo de sangre no se si sea con la mía, la del potestad o la del humano, ella volteo a verme y alargó su sonrisa.
—Gemma, he hecho un gran adelanto, he probado poner una gota potestad en tu sangre y esta la rechaza totalmente, hice lo mismo con la del humano y sucedió el mismo efecto, es por tu extraño tipo de sangre... —dijo ella tan asombrada y yo con una dulce sonrisa me puse al lado de ella— Esperemos que no tengas algún accidente que vaya a terminar buscando donaciones de sangre, porque no habrá nadie que pueda ayudarte —dijo ella mirándome preocupada y yo alcé un poco las cejas sintiendo miedo, pero trataba de ignorar eso mirando sus notas, me quedé asombrada al ver sus avances en esta hora.
—Celia...pero...si has avanzado bastante —dije mirándola con gran culpa— No debiste venir tu sola...
—Gemma, estoy bien, en verdad —dijo ella de un modo sereno mostrándome que no muestra ninguna molestia— Te veías deprimida por el daño que te hizo Scarlett, tú no te preocupes por mí, puedo seguir trabajando toda la noche...
—Celia, no voy a permitir eso —dije con seriedad poniendo mis manos en mis caderas con una postura firme mostrando que no pensaba irme de aquí, ella hizo una pequeña mueca y yo le sonreí con gran dulzura— Le avanzaremos una hora más y regresamos al departamento tu y yo.
—¿Estás segura?
—Celia, me encuentro mejor, Maya y Mia me han ayudado —dije avanzando hacia ella poniendo mi mano sobre su cabeza sin poder evitarlo de cómo esta pequeña muñeca puede mostrar gran ternura con sus actos y apariencia— Como tu, en verdad me has ayudado bastante en estas semanas, eres una gran amiga, Celia.
Ella bajó la mirada sonriendo muy tímida, pero aun así me lanzó una mirada preocupante tomando las muñecas.
—Si quieres hablar del tema...
—No, es un tema que tengo guardado para el señor de las tortugas —dije con una sonrisa nerviosa sujetándome el cuello y ella bajó la mirada mostrando tristeza a esa respuesta,
—Tienes razón es un tema que deberías hablar con tu psicólogo, yo...no te hubiera podido ayudar...
—No, no, no digas eso Celia, es solo que... —respire hondo desviando la mirada y saque aire tratando de quitarme esta presión— Simplemente me sentí como toda una estúpida al haberme creído de la broma pesada de Scarlett, en verdad... —dije recargando en la mesa de trabajo poniendo una mano en mi frente con tristeza—Me...había ilusionado.
—Oh Gemma...no te sientas mal, Scarlett...juega de esa manera tan horrible con casi todos, a mi también me lo ha hecho, así que no te sientas estúpida —dijo ella regalandome una corta sonrisa recargándose en la mesa de trabajó al lado mio— Se que...has tenido muchas complicaciones con Reto y eso te sigue dañando, porque...sientes algo por él no es así.
Yo me abracé a mí misma bajando la mirada.
—Eso...ya no importa, digo... —saque pocas risas histéricas llevando mi mano a las raíces de mi cabeza pudiendo sentir los mechones entre mis dedos— ¿Qué no te causa gracia?, yo haber esperado estar con una persona tan perfecta como él, esto no es un cuento de hadas, Celia. Lo que sucedió fue una realidad.
—Gemma, eres muy hermosa, vas aprendiendo a ser inteligente, puede que seas mestiza, pero a él no le importo eso al principio...
—Pero su padre si...
—Pero su padre no es quien controla su vida, cada persona maneja su propio camino de la vida, no hay arquitecto quien te la haga, si el realmente te ama tomaría el camino de estar contigo.
—Ese es problema, para Reto su padre es su arquitecto y tiene que tomar esos caminos evadiendo en donde estoy yo, Celia en verdad no tiene caso de seguir esta plática, ya he hablado con mi psicólogo sobre esto. Se les hace muy sencillo decirme que debo reunir valor para hablar con Reto, que con esa platica pueda que tenga posibilidad de hacerlo razonar para que comprenda que puede tomar sus propias decisiones, que mágicamente pueda volver hacer mi amigo... —dije extendiendo los brazos hacia el techo con desesperación y Celia me mira con una mirada de gran lástima, yo cerré los ojos con presión bajando mis brazos abrazándome a mí misma— Pero...para hacer su amiga de nuevo...necesito...confesar...algunos secretos.
—¿Secretos?
—Solo puedo decirte que mi vida en New York no fue nada agradable Celia —dije caminando hacia las notas de Celia queriendo seguir con el trabajo tratando de ignorar este tema.
—¿Es sobre esa vez en la primera fiesta secreta que casi ibas revelar un secreto sobre alguien llamado Daniel?
—Ese era uno de mis menores secretos —dije mientras que leía la información que ha juntado.
—¿Y quien era?
Yo alcé la mirada al techo al empezar a sentirme estresada por este tema.
—Era mi exnovio, Celia.
—¿Porque temías que Reto se enterara de él?
—Porque...no quería que pensara mal de mí, ese hombre es...cinco años mayor que yo —dije con seriedad volteandola a ver y Celia se sorprendió un poco al enterarse de ello— Ya se, ya se, era demasiado grande para mi, pero...me trataba bien o eso creía...
—¿Creías?, ¿Te hizo algún daño? —preguntó ella preocupada.
—Celia, está bien, eso ya paso, solo...sigamos trabajando, quieres —dije fingiendo una sonrisa, pero ella bajó la mirada abrazándose a sí misma.
—Comprendo...temes decirmelo porque piensas que se lo diré a Nicole...
—No, no, no es eso... —dije preocupada al ver que por esto se le ha bajado el ánimo.
—No, no, tienes razón, la que hace mal soy yo exigiendote esas respuestas que deben ser muy personales para ti, yo...apenas llevo conociendote un mes, fue ignorante de parte mía pensar que ya iba a llegar a ese nivel de amistad contigo, Gemma, lo siento —dijo ella con una voz tan apagada que me hizo sentir gran culpa.
—Celia no digas eso, a pesar del corto tiempo que nos conocemos has demostrado ser una excelente amiga —dije alargando mi sonrisa tomándole de sus hombros para que me pusiera atención y ella me lanzó una mirada con gran tristeza, casi se me rompió el corazón al ver tal mirada, llena de brillo como al de un perrito triste— Y no solo conmigo, con Mia también...
—Pero...no sé Gemma, yo en verdad trato de borrar lo que hice con ella, pero...pero...aún así siento...que no valgo... —dijo ella empezando a dejar caer lágrimas.
—No, no, Celia, muñeca de porcelana, no digas eso, tu vales mucho...
—No tengo una mejor amiga Gemma... —dijo ella entre sollozos y yo la mire con gran lastima recordando las palabras que Mia le dijo en la cena— Ni...siquiera ningún hombre me ha pedido ser su ángel del invierno. Nicole...tiene razón, solo soy un estorbo...
Ella se cubrió el rostro empezando a sollozar con algo de fuerza, yo siento gran culpa por haber causado esta tristeza en ella, desvíe la mirada haciendo una mueca indecisa sin saber que hacer, pero presione con más fuerza los hombros de mi amiga alargando mi sonrisa.
—Claro que tienes una mejor amiga y soy yo —dije con gran orgullo y ella bajó las manos de su cara mirándome con seriedad.
—Tu...ya tienes una mejor amiga y es Mia.
—Pero no hay ninguna regla que diga que sólo puedes tener una sola mejor amiga, escucha Celia, a Mia...le conté mis secretos al que fuera mi mejor amiga, le di esa confianza porque sé que los mantiene guardados por mi, para que veas que tu tambien lo eres...te daré la misma confianza.
—No...Gemma, no quiero que por solo por este berrinche mio...
—Esta bien, esta bien, esto me demuestra que estas preocupada por mi y es lo que hace la amistad —dije sonriendo con gran cariño y ella me regaló una sonrisa agradecida dejando caer algunas lágrimas. Yo respire hondo alzando la mirada al techo— Todo empezó cuando estaba en la secundaria...
***
Narrador
Celia se lanzó detrás del sillón usándolo como escudo esquivando las bolas de fuego que fueron disparadas por su hermana, ella con gran enfado se levantó extendiendo sus manos hacia el sillón causando una gran rafaga de aire que empujó el mueble que se encuentra en llamas con gran fuerza dirigiéndose con su hermana.
Nicole se hizo a un lado esquivando del sillón absorbiendo las llamas que este tiene para hacer una muy larga ráfaga de fuego hacia su hermana, pero ella sin rendirse extendió sus brazos haciendo otra gran ráfaga de aire que está chocó contra el fuego creándose un choque entre esos dos elementos.
Las cosas a su alrededor empezaron a incendiarse o irse volando pegándose contra las paredes, Ren miró a su alrededor con algo de miedo al ver que esto ya se descontrolo, pero las gemelas tienen sus miradas conectadas con gran ira sin dejar de usar sus elementos para querer herirse, era un duelo del cual si una de las dos dejaba de usar su don, iba ser la perdedora.
Nicole y Celia al mismo tiempo entrecerraron sus ojos gran ira usando todas sus fuerzas para que sus ráfagas fueran disparadas con más presión, la línea del fuego iba haciéndose mucho más alargada acercándose a Celia que ella cerró los ojos al que la luz de las flamas le lastiman la vista y Nicole empezó a reírse con más locura, pero su gemela sin rendirse abrió los ojos apretando los dientes, ella entre gruñidos lleno de enfados empezó a caminar hacia el fuego sin dejar de usar su don, que causó que su hermana se callara repentinamente al ver como Celia iba empujando el fuego con su don causando que el mismo fuego de su hermana se acercara a la misma creadora por el fuerte viento.
Nicole iba dando pasos hacia atrás evitando que su propio fuego le dañara el rostro, pero Celia dando un grito de gran ira llevó sus manos hacia atrás de su cabeza y las extendió de nuevo con gran impulso como si hubiera dando un gran empujón, haciendo que todo el fuego fuera a dirección contra hacia su hermana por la gran ráfaga de viento que causó que hasta Nicole salió volando pegándose contra la ped y dio un pequeño grito al sentir como después de eso una capa de fuego se pegó contra ella.
Nicole cayó al suelo estando completamente débil sin tener las fuerzas de levantarse, Celia iba respirando como si no tuviera nada de aire en su cuerpo, gotas de sudor iban resbalando por toda su piel, sus ropas se encontraban empapadas, teniendo la piel muy pálida por la gran fuerza que usó, ella sin fuerzas cayó de rodillas teniendo su mirada hacia su hermana que ella con debilidad trataba de incorporarse. Ren se había quedado completamente atónita al gran combate que vió.
Pero Nicole empezó a sacar risas que prefiero tomar asiento en el suelo mirando a su hermana con una sonrisa del cual Celia frunció el ceño mostrando demasiada extrañeza por ello, su gemela con su puño se limpió la nariz ya que esta le empezó a sangrar y después de ello escupió sangre al suelo mostrando sus dientes que estaban manchados de sangre sin callar esas pequeñas risas de gran burla.
—Eres...tan...patética, Celia. ¿En verdad creías que... —ella tosió un poco por la falta de aire al que ella también hubiera usado todas sus fuerzas— Tenía la confianza que ibas a revelarme los secretos de las estúpidas de tus amigas otra vez? —ella negó con la cabeza sin apartar esa larga sonrisa del solo causo que Celia cambiara su expresión a miedo— Sabía que te ibas a encariñar con ellas...para luego no querer hacerlo, pero...no te preocupes...alguien más ya lo hizo por ti.
Ella al terminar sus palabras empezó a reírse con más fuerza, Celia negando con la cabeza se levantó como si por arte de magia hubiera recuperado todas sus fuerzas corriendo hacia el departamento de Gemma, pero ella al abrir la puerta se paralizó de miedo al ver a Scarlett que está usando su apariencia, ella le regaló una sonrisa causando que Celia diera pasos hacia atrás empezando a irritar sus ojos.
—Ella cree que fuiste al baño antes de que regreses al departamento, así que te sugiero que te asees como si ninguna pelea con tu hermana hubiera ocurrido —dijo ella entrando cerrando la puerta de su departamento y dio pasos acercándose a Celia que ella se fue alejándose de la mujer a espaldas dejando resbalar muchas lágrimas por su rostro— Al menos que quieras delatarme y perder este día a tus amigas —dijo ella empezando a usar su don teniendo su verdadera apariencia y Celia sin ver el objeto detrás de ella se tropezaba con el.
Ella se cayó de espaldas cerrando sus ojos con gran sufrimiento empezando a sollozar.
—Ooh no te sientas mal Celia, aun tienes tiempo de aprovechar estas pocas semanas con tus amigas si no dices nada al respecto —dijo Nicole poniéndose al lado de Scarlett.
—Ve el lado positivo, tu padre por primera vez estará orgulloso de ti Celia, sin ti no hubiera podido llevar mi plan —dijo Scarlett con una sonrisa de gran malicia.
Celia sin soportar seguir ahi se levanto corriendo a la salida del cuarto, Nicole sacó risas victoriosas.
—No te preocupes, conociéndola no dirá nada al respecto, ¿Obtuviste sus secretos? —preguntó ella con gran emoción, pero Scarlett tenía una gran mueca de enfado viendo lo destrozado que quedó la sala, su amiga le regaló una sonrisa nerviosa por eso, Scarlett rodeo los ojos, pero a pesar de ello saco una gran sonrisa.
—Este desastre valió la pena, porque ya tenemos todo el material para llevar al plan Nicole —dijo ella alargando su sonrisa mostrando gran alegría tomándole las manos a Nicole que ella alargó su sonrisa con gran alegría al que eso sucediera muy pocas veces— Solo hay que armarlo —dijo ella entre pocas risas y miró a Ren— Ren, ¿Quieres unirtenos?
Ren levantó sus hombros sacando una pequeña sonrisa.
—No tengo nada mejor que hacer.
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