40. El boleto dorado
Tres semanas después
Kyle trato de usar de usar su don contra mí mirándome fijamente a los ojos, pude ver como sus ojos empezaron a cambiar de tonos de varios colores como la primera vez, yo le sonreí a ese intento fallido suyo creyendo que me va a querer dañar con su don de nuevo, gracias a Melody pude saber como bloquear los dones tipo hipnóticos, solamente debo recordar que es lo que para mi considero los ojos más bellos que esos.
Mire a Reto sin necesidad de imaginarme sus ojazos pudiendo verlos en este momento, él me regaló una corta sonrisa, pude escuchar el gruñido desesperado de Kyle, pude ver cómo movió su brazo para querer darme el primer golpe, me hice a un lado esquivando ese golpe para que su puño quedará al lado de mi hombro.
Yo le agarre el brazo con mis dos manos y Kyle hizo una mueca de gran asco al sentir mi mano humana tener contacto con su piel, él quiso darme un golpe rápido con su otra mano, pero la detuvo a centímetros cerca de mi rostro, teniendo ese brazo tembloroso, pareciendo que está conteniendo algo en su interior, yo le sonreí con burla al ver que él tiene los labios muy sellados y su vista con gran repugnancia a mi mano humana tocando su brazo.
Yo con una maliciosa sonrisa empecé acariciar su brazo con mi mano humana para que sintiera toda mi palma, Kyle sin contenerse inflo sus cachetes cubriéndose la boca y corrió con prisa saliendo del círculo de combate para vomitar en un arbusto, yo me limpie las manos al haber acabado este combate en tan poco tiempo, debe ser un nuevo récord, Kyle es él quien más le da asco mi mano humana para saber que no iba a contener su vómito.
—Vegas tiene que aprender a controlar ese asco por la repugnante deformación de la mano del caos de su compañera, si quiere un consejo, a la otra puede vomitar sobre ella usando eso como una técnica —dijo el maestro Colt con seriedad haciendo sus apuntes y yo lo mire frunciendo el ceño haciendo una mueca de gran asco.
—Maestro Colt, no le de esas horribles ideas —dije con molestia extendiendo mis brazos y él me regaló una corta sonrisa de malicia.
—Técnicamente usted le está haciendo el mismo daño a su compañero, Salem, usa la repugnancia como un arma.
Yo rodeé los ojos cruzándome de brazos, pero aun así volví a sonreír yendo con pasos alegres con mis amigos, ellos tienen una gran sonrisa en mi.
—Cada clase te vas fortaleciendo, solo te falta vencer a Scarlett, Reto, Dmitri, Maya... —dijo Mia sujetándome de los hombros con gran sonrisa de orgullo y pude ver como sus ojos empezaron a irritar un poco— Pero...de ser mi bambina, te estas convirtiendo en una gladiadora —dijo ella ahora llevando sus manos a su pecho y yo alargué mi sonrisa al que me haya causado poca gracia esas palabras.
—Gemma.
Yo deje de reírme mirando con seriedad a Dmitri, todos igual borraron toda sonrisa mirándolo con una mirada muy seria sin mostrar alguna mínima sonrisa, él vino conmigo queriendo quedar enfrente mío, pero Reto llegó poniéndose a mi lado mostrándole un poco los colmillos a Dmitri como manera de amenaza, él se detuvo sin mostrar alguna expresión por ello dándonos entender que él venía en paz.
Pero desde que me invitó a la fiesta del fin del mes por órdenes de Scarlett, yo ya no podía tener la misma confianza con él, por culpa de esa maldita incluyendo a Dmitri que él también tiene culpa por obedecerla como si fuera su perro, los entrenamientos han sido muy incómodos, yo trato de no dirigirle la palabra, solo para dudas y preguntas, obedezco en lo que me pide hacer en los entrenamientos.
Cosa que también ya no confió si realmente me está ejercitando, tengo que contarle todo lo que me pide mi entrenador personal a Reto para que me aclare si esos ejercicios si me son de ayuda o solo me esta viendo como una idiota como esa vez que me invitó a la fiesta, yo di un paso hacia atrás alejándome más de él juntandome con Reto, me crucé de brazos mirándolo con una mirada fría como él llegó hacerme lo mismo.
—¿Qué sucede? —pregunté queriendo que vaya al grano.
Dmitri bajo la mirada al que pudiera sentir todo nuestro desagrado por él.
—He venido a avisarte que esta noche cambiaré tu entrenamiento a una plática en mi oficina. Me es urgente hablar contigo.
—Ahí te veré —dije de un modo cortante y él alzó la mirada mirándome a los ojos, pero yo desvíe mi mirada sin querer tener algún contacto con ellos, pude escuchar como Dmitri soltó un pequeño suspiro y se dio la vuelta retirándose.
—¿No creen que están siendo muy rudas con él? —preguntó Theo con una pequeña mueca mirando con poca lástima como Dmitri se iba dirigiendo con su grupo de amistades, yo entré cerré los ojos mostrando más enfado al ver como Scarlett al verlo fue con él tomándole del brazo abrazándolo queriendo su cariño.
—No hagas preguntas absurdas, bambino, Gemma está siendo lo correcto en mostrarse con esa actitud. ¿Qué no te importa que Dmitri la hubiera usado para que Scarlett pudiera dañarla?
—Claro que me importo, es solo que...no lo sé...desde que Dmitri ganó las elecciones, lo veo bastante diferente, sobre todo...cada vez que está con Scarlett —dijo Theo teniendo su mirada fija en la mala pareja— No se como explicarlo, ¿Ustedes no lo han notado? —preguntó él frunciendo el ceño mostrando extrañeza por eso.
Yo baje la mirada pensando en las palabras de Theo, él tiene mucha razón, yo también me di cuenta que desde que Dmitri ganó las elecciones, se ha comportado...diferente, si lo comparo con mis primeros días que lo conocí a ahora, sí tiene sus diferencias, empezando que ahora toma de costumbre beber vodka mientras que entrenamos, además que me dejó pensando mucho después de la fiesta, él a pesar de haber obedecido a Scarlett en invitarme a la fiesta secreta, cuando llegue me advertía que tenía que irme preocupándose por mi. Si realmente fuera una maldita persona como Scarlett, ni siquiera se hubiera tomado la molestia en advertirme.
—No se, pueda que al ser presidente de la academia se le haya subido el poder a su cabeza, puede haber muchas razones, pero no es excusa para haberle ayudado a Scarlett en querer dañar a Gemma —dijo Mia con enfado cruzándose de brazos teniendo una muy mala mirada en esa pareja.
—¡Cupido, Bell! —gritó el maestro Colt para que mis dos amigos hagan su combate obligatorio de la clase.
Mia hizo una pequeña mueca mirando que le ha tocado con Reto, que él a pesar que está teniendo una amistad con ella no será amable en el combate, aun así Mia con valor fue dirigiéndose al círculo de combate con Reto...
***
Narrador
Mientras que Mia y Reto combatían en el círculo de combate a vista de Gemma, Theo y Maya, los demás estaban en otras cosas, Leon con una corta sonrisa de burla le daba palmadas a la espalda de Kyle tratando de ayudar a su amigo a que se le quitaran las nauseas, él tiene un rostro enfermo abrazándose el estómago al seguir sintiendo asco.
Nicole y Zen estaban platicando entre sí, Celia como los demás tiene su mirada fija en el combate viendo como Reto transformado en un gran pitón está enrollado en el cuerpo de Mia que ella trataba de quitárselo encima usando su don aumentando su tamaño, pero Reto al tener una larga cola aún así podía seguir abrazándola con gran fuerza impidiendo que respirara...
Scarlett y Dmitri se encontraban un poco apartados del círculo de combate teniendo su privacidad, ella aún abraza el brazo de su pareja sin querer despegarse de él y Dmitri solo tiene un rostro frío sin mostrar mínimo afecto a ese cariñoso acto de su pareja, teniendo su mirada en el bosque.
—He escuchado que quieres hablar con la rata en tu oficina, quiero informes del tema qué piensas hablar con ella —dijo Scarlett de un modo demandante.
—Hablaré con ella para dejar de ser su entrenador personal.
Scarlett alzó un poco las cejas, pero alargó su sonrisa empezando acariciar el brazo de su pareja con mucho cariño de un modo lento y suave, pudiendo escuchar el sonido de cómo su mano pasa por el vello del brazo masculino.
—Eso implicaría realizar la orden que te he dado, del cual pareces hacer todo lo contrario, te dije que hicieras que la rata esté enamorada de ti y actualmente ahora hasta muestra desagrado por ti —dijo ella con una voz serena tratando de no mostrar enfado.
—Me lo dices como si fuera culpa mía —dijo Dmitri apartando su brazo de ella y Scarlett empezó a fruncir el ceño mostrando mucha seriedad— Tú has causado que esté enfadada conmigo, si no me hubieras pedido invitarla a la fiesta del fin del mes, no hubiera estado involucrado con tus planes.
—No te hagas el ignorante, si no le hubieras dado la advertencia cuando ella llegó a la fiesta, ella no hubiera descubierto que si la habías invitado fue porque yo te lo pedí —dijo Scarlett con mucha seriedad poniendo su índice en el pecho de Dmitri— Pudiste mantenerte callado fingiendo que no estabas enterado del daño que pensaba hacerle.
—Del cual resultó todo un fracaso para ti —dijo Dmitri acercando su rostro al de su pareja que ella frunció más el ceño mostrando más enfado al escuchar esas palabras— Por ella te eliminaron de las elecciones presidenciales que a causa de te humillaste ante toda nuestra raza, te humillaste ante todos en la fiesta al que tu plan para hacerle daño no funcionara. ¿Qué más necesitas que te haga para que dejes esa obsesión en querer hacerle daño?
Scarlett formó sus manos en puño presionándolas con fuerza, soltó un gruñido dándose la vuelta mostrándole la espalda a Dmitri y así aventándole toda su larga cabellera a su rostro por el giro, él hizo una mueca de enfado apartando el cabello de la mujer de su rostro.
—Lo que le quería hacer en esa fiesta solo era un juego, pude haber perdido, pero como dicen todo error deja una enseñanza Dmitri, esto me está sirviendo para analizarla, no sólo a ella, sus amistades, Reto, Maya, Mia y Julio son las personas que son más sobre protectoras con ella, mi corazón... —dijo ella dándose la vuelta volviendo a sonreír caminando hacia él sujetándolo de su barbilla y él tiene una mirada tan fría— Uno tiene que tener dedicación y paciencia si quiere lograr con su objetivo, lo que sucedió en esa fiesta... —dijo ella haciendo presión en la barbilla de su pareja— Solo fue el comienzo. Me es indispensable que sigas teniendo una buena relación con la mestiza. Si renuncias ser su entrenador personal con ella, cortaré contigo —dijo ella soltando la barbilla de su pareja con brusquedad dándose la vuelta de nuevo aventando todo su cabello en su rostro y mostrando su espalda.
Dmitro soltando un gruñido de molestia apartó ese cabello de su cara con fuerza, Scarlett se fue retirando teniendo de nuevo una sonrisa serena dirigiéndose con sus amigas, Dmitri apretó sus manos formandolas en puño tratando de contener esa gran ira en su interior.
***
Gemma
Estaba sentada en el asiento que queda enfrente del escritorio de Dmitri, tengo mi mirada fija en ese huevo tan lujoso, teniendo diamantes incrustados y si no me equivoco pintura de oro puro encima. Pero aquí mi duda, ¿Por qué tendría un huevo decorado?, ¿Será que le gustan mucho los huevos? yo alce una ceja teniendo mi mirada en ese objeto, gusto más extraño.
—Es un huevo de Fabergé, son valiosos en mi país, ese huevo le perteneció a la familia romanov, mi bisabuelo la compro en una subasta y se la otorgo a mi abuelo cuando cumplió sus 21, él hizo lo mismo con mi padre y él siguió la tradición entregándomela cuando cumplí los 21 —dijo él informandomelo como si hace rato pudiera haber leído mi mente para tener esa respuesta para mí, teniendo él también una mirada fija en ese huevo y yo abrí la boca asombrada.
—¿Le pertenecía a la familia de Anastasia? —pregunte doblando un poco mi espalda viendo más cerca ese tesoro.
—Si, cuando tenga un hijo o hija debo seguir la tradición de regalar ese valioso artefacto cuando cumpla los 21. Es parecida a tu tradición que usa tu familia de parte de tu madre que en paz descanse.
Yo me sujeté mi collar sonriendo un poco viendo con mucha atención ese artefacto, lo tienen tan implacable que puedo ver mi reflejo curvado en ese huevo, no me sorprende, si lo que Dmitri dice es cierto al igual que mi familia cuida este collar, deben hacer lo mismo con esa joya, pero fruncí el ceño mostrando un poco de enfado, esto no es una salida de amigos Gemma, concentrate.
—No creo que me hayas citado para hablar sobre tu huevo de joyas, Dmitri —dije cruzándome de brazos mirándolo fríamente.
—Estas en lo correcto —dijo él desviando la mirada sin querer ver mi mirada, él respiró hondo y soltó un pequeño suspiro, yo alce una ceja haciendo una mueca sin comprender muy bien la razón de esta junta— Gemma... —dijo él volviendo a verme con una mirada que se puede ver tristeza en ella al tener sus cejas caídas— Si te he citado aquí es porque tenemos un problema de comunicación.
Yo fruncí el ceño mostrando molestia, desvíe la mirada sin querer seguir viendo esa mirada de herido.
—No me digas —dije con gran sarcasmo.
—Esto es a lo que me refiero, Gemma, tienes todo el derecho de seguir enfadada conmigo, puedo entender las razones y se que me lo merezco, pero he tratado de solucionar mi error pidiéndote mis disculpas, aún así me las rechazas. Yo... —él guardó silencio y yo volteé a verlo de nuevo con bastante seriedad, pero alce un poco las cejas al ver que su mirada ahora estaba en el suelo, tiene los ojos de un modo...que no pareciera que hubiera vida en ellos, puedo ver en su expresión que siente mucho sufrimiento en su interior, pero...no creo que pueda ser todo ese dolor por lo que me hizo, me sentiría muy halagada, pero...no puede sentir dolor solo por eso.
>Ya no podría ser...tu entrenador...si sigues enfadada conmigo, en los entrenamientos me has complicado entrenarte sin querer una comunicación conmigo, se que es culpa mía, pero... —él volteo a verme y yo baje mis brazos mostrando mucha lastima a esos ojos sin mínimo brillo o si quiera el color de sus ojos se ven de un color vivo— Te hablo con la verdad que quiero fortalecerte. Estás progresando, pero aún tienes errores con lo que debes trabajar, no puedes confiar siempre en tu mano del caos como tu arma para vencer a tus oponentes.
Yo rodeé los ojos al que no pudo aguantarse en no decirme ese error en este momento, solté un suspiro exhausto abrazándome a mi misma mostrando un poco de tristeza teniendo mi mirada en él.
—Es que...aún no puedo creerlo, como un hombre que se está disculpando de este modo tan sincero conmigo, pudo haberme causado daño invitándome esa fiesta sabiendo de las malas intenciones que su pareja iba hacerme. Tu no eres así, Dmitri, desde que ganaste las elecciones... —dije mirando toda su oficina presidencial— Te he visto...miserable —dije siendo muy sincera, pero poniendo mi mano en mi pecho mostrando preocupación por él y él desvió la mirada sin decir algo al respecto— Cuando tuvimos la discusión en la fiesta, me dijiste...que no podía comprender la razón por lo que le ayudaste Scarlett. Debe ser una razón seria para que hayas tenido que haberme hecho algo así, una razón que hasta te hizo hacer un acto que no es de ti y eso me preocupa Dmitri.
Dmitri volteo a verme de nuevo mostrando mucho más tristeza a mis palabras, él juntó sus manos formandolas en un solo puño recargando sus codos en la mesa de nuevo desviando la mirada, cerro su ojos queriendo un momento de paz, yo me quede quieta dándoselo, él respiró hondo y soltó aire por la nariz, pude notar como apretó con mas fuerza sus manos haciendo que por la tanta fuerza que usaba sus brazos temblaron un poco, yo fruncí el ceño mostrando extrañeza, ya que así uno no encuentra la paz, eso complica las cosas.
—Yo...he tenido problemas de relación con mi pareja, Gemma —dijo él con una voz tan fría y yo alcé las cejas, no por lo que ha dicho, sino estaba sorprendida que...cree que nadie está enterado de eso, no pude evitar sonreír con poca ternura al comprender lo sucedido.
—Acaso...¿Le hiciste caso a Scarlett queriendo...mostrarle cariño de esa forma creyendo que así ibas a solucionar sus problemas? —pregunte cubriéndome la boca queriendo burlarme por eso, pero me esforzaba en no hacerlo, Dmitri me vio con bastante seriedad, yo lo mire de un modo tan incrédulo— Dmitri...perdón por la grosería que te voy a decir, pero ese fue un modo tan estúpido para mostrarle tu amor a tu pareja.
—No vas a comprender Gemma, ya te he dicho la razón, espero que con ello sea suficiente...
—No, no, no, Dmitri —dije con mucha seriedad y el guardo silencio frunciendo el ceño mostrando un poco de enfado a mi interrupción— Tengo que asegurarme que no vuelvas a cometer una idiotez así y tienes suerte, porque aunque no lo creas, puedo darte consejos de amor —dije con una corta sonrisa un poco apenada y él alzó su mirada al techo.
—Gemma, te lo agradezco, pero...
—Dmitri, si quieres mi disculpa, tendrás que escucharme —dije con una sonrisa de poca malicia y él sacó un pequeño gruñido, pero me dio una seña con mi mano que me daba la palabra, yo alargué mi sonrisa y le mostré mi dedo índice para tener su atención— Si le quieres mostrar cariño a tu pareja hay muchas formas de hacerlo. Primero, puedes sorprenderla con cartitas de amor, regalando su tipo de flores favoritas, llevarla a cenar en su restaurante preferido aquí en la academia, una de las cosas importantes... —dije alzando mis cejas una y otra vez con una mirada muy pícara— Tienes que planear la noche, ¿Sabes a lo que me refiero con ello?
—Es muy amable de tu parte, pero...
—Conociendo a Scarlett su modo de interactuar debe ser suave, delicada, tranquila, pero quizás puedas sorprenderla un poco dándole un beso francés, puede que le de asco al principio o puede que le tome de otra forma, pero se dará cuenta que estas tomando nuevas técnicas para sorprenderla, si eso no funciona, aquí viene lo más importante que debes hacer, debes hablar con ella para verificar que se encuentre bien y para serte sincera, si esa mujer tiene esa personalidad es porque debe tener mil problemas en su cabeza.
Dmitri sacó un pequeño gruñido poniendo sus dedos en sus párpados empezando a masajearlos mostrándose frustrado.
—Dmitri...espero que no te ofendas con lo que voy a decirte y que comprendas mis razones para insultar a tu pareja, pero te considero un gran hombre para que tengas el valor de estar con ella, a pesar que esa mujer pareciera que no tiene alma, tú estás ahí para ella, soportas sus berrinches, sus malas amistades, haces...cosas malas que no quieres hacer por ella... —dije con una pequeña mueca— Y...si te digo esto es porque me preocupo por ti, pero...yo creo que ella no merece un hombre como tu, Dmitri —Él bajó la mano de sus manos volteandome a ver alzando un poco las cejas— Te mereces a una mujer que sea amable, generosa, una que realmente te ame y te haga sonreír —dije alargando mi sonrisa y él se me quedó mirando fijamente.
Se me quedó un rato mirándome sin decir ninguna palabra, como quisiera tener el don de leer sus pensamientos para saber qué es lo que tanto debe pensar sobre mis palabras, pero después él bajó la mirada poniendo sus manos sobre la mesa.
—No...puedo...cortar con ella, Gemma.
Yo le sonreí con poca dulzura.
—¿Cómo es que pueden tener problemas de relación si muestras un gran amor por ella?, debo suponer que es Scarlett la que empieza las discusiones —me levanté de mi asiento y Dmitri volteo a verme— Dmitri, no dejes que ella te cambie a ti, trata de hacerla cambiar a ella, yo se que puedes lograr eso, si has podido hacer que yo gane combates gracias a ti —dije con poca gracia— Puedes hacer que Scarlett no sea una maldita, yo lo se. Buenas noches, nos vemos en la siguiente clase.
Me di la vuelta sin decir más, caminé hacia la puerta, agarré el picaporte abriendo...
—Gemma.
Yo volteé a ver a Dmitri que el se me quedó viendo muy fijamente, yo aún así le regale una corta sonrisa.
—Dime.
—Buenas...noches —dijo él regresándome la despedida y alargue un poco más mi sonrisa por eso.
Salí de la oficina queriendo regresar a mi departamento.
***
Narrador
Al siguiente día, durante la noche Scarlett estaba dirigiéndose a su clase de ballet platicando con Nicole, Celia solo estaba ahí siguiéndolas con los brazos cruzados y la mirada en bajo, pareciendo que ese era su propósito de su vida, ser como la mascota de un dueño y tener que seguir sus pasos, sin hablar o molestar, si no seguía esas reglas podría recibir de un regaño por ello.
—Scarlett.
Scarlett se detuvo junto con sus amigas, ella se dio la vuelta para ver a Pierre que caminaba hacia ella, la mujer hizo una pequeña mueca al verlo, ya que no le interesaba tener una charla con él.
—Tengo que dirigirme a mis ensayos para mi baile siendo la protagonista de la obra, no puedo atenderte Pierre, tendrás que esperar hasta mañana —dijo ella sacando su espejo de mano de su bolsa y sacó una sonrisa arrogante al ver su reflejo.
Pierre solo hiso una pequeña mueca de molestia.
—Ya fue suficiente espera para mi Scarlett, ignoras mis mensajes, me rechazas en querer hablar por querer solo cinco minutos contigo, no te estoy pidiendo una hora —dijo él con demasiada seriedad y Scarlett rodeo los ojos haciendo una mueca de gran fastidio, guardó su espejo de mano de nuevo en su bolso mirando con poco disgusto a su compañero.
—Yo sé la razón por la cual deseas hablar conmigo y no perderé el tiempo siquiera para pensar sobre la ridícula decisión que quieres tomar, te imaginaba un poco razonable Pierre, pero queriendo tomar una idea de una sucia mestiza...
—No es necesario, Scarlett, como dije esto no va a tomar mucho tiempo, solo vengo avisarte que no podre usar mi don para crear un escenario para la fiesta del fin del mes —dijo Pierre regalandole una sonrisa amable a Scarlett, que ella y Nicole se sobresaltaron un poco alzando sus cejas incrédulas a esas palabras, Celia se apartó un poco de esas dos mujeres por precaución al ver que empezaron a mostrar enfado.
—¿Disculpa? —preguntó Scarlett con una sonrisa muy fingida—Creo que no te he escuchado claramente.
—No pienso usar mi don para ti, lo estaré ocupando para otra persona, te recomiendo que empieces a buscar zonas aquí en la academia donde la fiesta que vayas a realizar no sea encontrada por los guardias de la academia. Como nuestros padres tuvieron que buscar la manera en sus tiempos —dijo Pierre con normalidad dándose la vuelta mostrándole la espalda a Scarlett empezando a retirarse.
Scarlett soltó un gruñido tomándole el brazo con poca brusquedad a Pierre obligándolo a voltear, él la miró frunciendo el ceño por ese agarre.
—¿Quieres decirme quién más te ha ocupado para crear una escena en esa noche cuando se realizará la fiesta del fin del mes?
—Si hubieras aceptado hablar conmigo desde la primera vez que te lo pedí, no estarías haciendo esta pregunta, muchos están interesados en la idea de Gemma, algunos quieren experimentar cómo es estar en una fiesta de disfraces.
—Pero si Scarlett hará que la fiesta del fin del mes sea una fiesta de máscaras venecianas —dijo Nicole con enfado haciendo pocos ademanes bruscos.
—Es que ese es el problema, Scarlett, cada fiesta de esta academia es lo mismo, es lo que todos hemos vivido, vivir en la riqueza y fama tiene su costo de cuidar tu reputación, uno no puedo asistir a una fiesta nocturna con los humanos porque es muy mal visto, muy pocos en esta academia deben conocer cómo son los antros, lo único que conocemos...son las mismas fiestas de siempre, tener que ir formal; la cerveza, el tequila, no existe en el menú de bebidas, no hay momento donde puedas bailar haciendo movimiento bruscos, todo tiene que ser lento, calmado, en silencio... —dijo él mostrando frustración a ese problema sujetándose las greñas del cabello y bajó sus manos mirando directamente a Scarlett— Gemma tiene razón, las fiestas en la academia pueden ser nuestra única oportunidad de festejar de una manera...diferente, del cual podamos sentir realmente esa emoción en que esa fecha para sentirnos libres de esas reglas que nos siguen a todos nosotros...
Scarlett puso su mano en su frente y su otra mano en su pecho empezando a reírse interrumpiéndolo cerrando los ojos negando con la cabeza, Nicole igual se reía con ella mirando con gran burla a Pierre, le sujetó el brazo a su hermana con fuerza dándole la indirecta que ella también se riera, Celia empezó a sacar pequeñas risas muy fingidas, él compañero guardó silencio teniendo una mirada muy fría en esas mujeres.
—Es muy curioso como cada celeste me puede alegrar el día con sus incoherencias tan patéticas —dijo ella dando un aplauso con una larga sonrisa al mostrarse muy alegre y Pierre frunció el ceño mostrando enfado a esas palabras— Te daré diez mil euros, te estaré esperando el sábado de la siguiente semana en la noche al lado de la camioneta de tu padre...
—No —dijo Pierre con un tono tan frío que Scarlett borró completamente su sonrisa— Mi don me pertenece a mí y no a ti, Scarlett, ya he tomado la decisión, no pienso ayudarte y tu dinero no me hará cambiar de opinión. Le ayudaré a Gemma organizar su fiesta de disfraces creando un escenario con mi don, es decisión suya venir o no.
Pierre sin decir más se dio la vuelta retirándose, Scarlett empezó apretar los puños y los dientes mostrando gran ira empezando a respirar con más rapidez, Nicole junto sus manos mostrando muchos nervios, pero sacó una pequeña sonrisa.
—No lo necesitamos, puedo preguntarle a mis padres donde realizaban las fiestas del fin del mes para tomar ese lugar secreto y así realizar la fiesta, además... —dijo ella empezando a sacar pocas risas— Nadie irá a la fiesta de la rata más que la bola de enfermos, animales y mediocres, como Pierre.
—Eso ya lo sé —dijo Scarlett mirando a su amiga con gran enfado que ella se apartó acercándose a su hermana mostrando un poco de miedo a la ira de su amiga—¿Me crees estupida acaso?
—No...no...Scarlett, yo solo... —dijo Nicole de un modo muy nerviosa.
—Entonces mantén la boca cerrada como tu hermana, ¿Podrías hacerme ese favor por un minuto? —preguntó ella fingiendo una sonrisa educada, pero se notaba la gran histeria que tiene en su interior, Nicole con una mueca de miedo dio un asentimiento nervioso. Scarlett la hiso un lado bruscamente a su amiga dirigiéndose al teatro sin querer a alguien a su lado.
Celia miró con seriedad a Scarlett e hizo una muy pequeña mueca de lástima viendo a su hermana que ella bajó la mirada con algo de tristeza abrazándose a sí misma.
—Nicole...
—Calla —dijo ella mirando a su hermana con gran enfado y le agarró de su playera con amenaza, ella la miró con gran miedo— Ni te atrevas a mencionar una mínima palabra a lo que acaba de suceder... —ella apretando mucho con más fuerza su blusa y Celia cerró los ojos haciendo una mueca de miedo— Y espero que no tengas un mínimo pensamiento en asistir a la fiesta de disfraces de la engendra de la mestiza, por que sino...
—Pe...pero...yo no pienso ir a esa fiesta...yo...te doy mi palabra...que ni llegue a pensarlo...Nicole —dijo Celia con una voz temblante y Nicole entrecerró los ojos mostrando sospecha, pero se le quedó mirando con mucha atención a su hermana, por un largo momento se quedo pensando que hasta Celia con una ceja alzada confundida abrió un ojo para verificar si su hermana se encontraba bien, Nicole sacó una pequeña sonrisa al prender un foco imaginario sobre su cabeza.
—La mestiza le gustaría verte en esa fiesta y no me creas estúpida para no saber que tu deseas estar en su grupo, te he visto como los miras con deseo imaginando estar con ellos —dijo Nicole con una pequeña sonrisa malévola del cual Celia se encontraba perdida a como su hermana estaba actuando— Le mostraré a Scarlett que puedo ser igual de inteligente que ella —dijo ella alargando su sonrisa soltando a su hermana y Celia se apartó de ella temiendo a esa sonrisa.
***
Gemma
Reto y yo íbamos caminando juntos por dentro del palacio dirigiéndonos a nuestros salones, aunque conmigo es ir al teatro para ensayar mis pasos de baile para la obra en el escenario. Reto se detuvo por un momento mirando la escultura del dios Eros, me he dado cuenta que siempre que los dos pasamos por esa escultura, siempre hace eso convirtiéndolo en una costumbre.
Pero después que ya se sintió satisfecho admirando la escultura, empezamos nuestros caminos de nuevo, tengo mis dudas de las razones por la cual hace eso, yo creo que se acuerda del vergonzoso momento que hice para casi haber roto esa escultura con mis tonterías, pero...en su mirada muestra otra cosa.
—Gemma, Reto, es suerte encontrarlos.
Reto se detenía al ver que Pierre venía hacia nosotros con una sonrisa, yo le sonreí a Pierre alargando mi sonrisa.
—Pierre, hola, ¿También tienes talleres en el palacio?
Él sacó pequeñas risas deteniéndose enfrente de nosotros poniendo sus manos en sus bolsillos.
—No para nada, no soy muy bueno en el arte, solo he venido aquí para hablar con Scarlett y contigo, solo me faltas tú —dijo él con una pequeña sonrisa traviesa y yo junté mis manos mostrando alegría.
—¿Por fin ella y tú pudieron hablar sobre la fiesta?
—Es a lo que iba —dijo él alargando su sonrisa— Felicitaciones Gemma, quedas asignada para ser una segunda organizadora de las fiestas del fin del mes—Yo y Reto nos sobresaltamos abriendo en grande los ojos— Scarlett no quiso escuchar tus ideas y muchos están muy interesados en que la fiesta sea una disfraces, así que como no hubo un acuerdo, tendrá que haber dos fiestas, yo te ayudare a realizarla creando un escenario, Gemma.
Yo puse una mano en mi pecho asombrada.
—Dices que habrá...dos fiestas donde una Scarlett estará encargo mientras que la otra... —yo sonreí con poca emoción sin poder evitarlo— Seré yo la encargada—Pierre me dio un asentimiento con una sonrisa muy larga mostrando ternura a mi reacción— Pero...¿Cómo le vas hacer para tener dos escenarios para las dos?
—No, no, no, Gemma, solo puedo usar mi don en una y te escogido a ti —dijo él mirándome con una mirada de ternura y yo alcé las cejas sorprendida a sus palabras— Scarlett tendrá que buscar la manera de realizar su fiesta sin mi don, como nuestros padres tuvieron que ingeniárselas.
—Has ido con Scarlett para decirle que ya no le prestaras su don porque prefieres utilizarlo en Gemma —dijo Reto con enfado y yo fruncí el ceño mostrando confusión volteandolo a ver, Pierre le asintió con normalidad— ¿No se te ocurrió pensar en cómo eso le puede afectar a Gemma? —preguntó él con molestia mostrándole sus colmillos.
—Reto —dije con enfado sintiéndome ofendida de que se esté molestando en vez de sentirse alegre por mi en tener una oportunidad así y volteo a verme con mucha seriedad.
—Scarlett puede hacerte daño... —yo le alce una ceja cruzándome de brazos teniendo mi mirada fija en él recordando que no soy su cachorro del cual deba preocuparse y él guardó silencio quedándose mirándome a los ojos, Reto soltó un suspiró masajeando los párpados— Estas en lo cierto, ya me has demostrado que no hay razón por la cual deba preocuparme —dijo él bajando sus manos regalándome una corta sonrisa y una mirada muy dulce en él, alargue mi sonrisa— Eso nos va a beneficiar para no tener que soportar a Scarlett junto con su grupo de amistades.
—Así se habla Reto —dije muy alegre dando un aplauso de la emoción y mire a Pierre tratando de contenerme en no saltar por la alegría— ¿Y...que debo hacer?, ¿Invitaciones?, dios, tengo que pensar en el diseño...y...y...¡La botana!, ¿Dónde puedo conseguir una buena botana...
Pierre sacó risas interrumpiendo.
—Calma, calma, Gemma, no te preocupes, empezaré a difundir el chisme sobre tu fiesta, los que quieran ir serán invitados, ¿Me equivoco?
—Preferimos hacer una lista de los invitados que se les permitirá la entrada —dijo Reto con seriedad.
—Reto —dije entre pequeñas risas— No seas gruñón —dije dándole un pequeño codazo como manera de juego y mire a Pierre— El que desea asistir está totalmente invitado.
—Es bueno que lo informes, sobre la botana y la bebida, será algo complicado de conseguir, sobre todo con el alcohol, apenas nos tienen permitido beber vino en la academia, pero...creo saber cómo lo puedes solucionar —dijo él empezando a sonreír de una manera muy traviesa— Dicen que tu relación con el director es muy unida.
Yo sonreí apenada haciéndome el fleco para atrás.
—No tan unida, pero...puede que lo considere como un amigo... —en eso alce en grande mis cejas y empecé a sonreír del mismo modo con Pierre juntando todas las las yemas de mis dedos entre sí como una gran tirana— Dices que...hable con él para convencerlo en que nos consiga ese tipo de alcohol.
—Estamos hablando del director de la academia Angelus —dijo Reto alzando su mirada al techo soltando un pequeño suspiro estresado sin poder creer nuestras tonterías.
—Como él y todos nuestros padres tuvieron su juventud teniendo las fiestas del fin del mes de la academia, no puede prohibirnos tener una, especial si la va organizar su estudiante preferida.
Yo saque pequeñas risas empezando a sentir mi rostro sonrojarse un poco mirando las puntas de mis pies.
—No creo ser su preferida, Pierre.
—Pfs —dijo Pierre con una sonrisa calmada dándole una pequeña cachetada al aire— Gemma, si hablas con él puede sernos de gran ayuda, el padre de Scarlett le ayuda a su hija para que consiga toda la botana, la bebida y los mayordomos, tu puedes utilizar al director, es un buen hombre no creo que te lo prohíba. Quizás lo único que vaya hacer es poner un límite del pedido de las bebidas.
Yo me sujeté la barbilla pensativa, puede que Pierre tenga razón, el director Galder ha hecho tantas cosas por mi, aunque no me gusta pedirle mucho de su ayuda, porque no me quiero acostumbrar a hacerlo, pero...ser organizadora en una de las fiestas del fin del mes, podre mostrarle a mis amigos como es realmente una fiesta, sonreí sin poder evitarlo, ya estoy preguntándome en qué se disfrazarán.
Al tomar una decisión mire a Pierre.
—Lo hablaré con él, pero...quizás haya solo una cosa que vaya a prohibir en la fiesta, Pierre —dije con una sonrisa nerviosa mostrándole un pequeño espacio de mi dedo a mi pulgar— No se va a permitir la entrada al que lleve drogas con él.
—Me agrada la idea Gemma, estaremos en contacto para que me vayas informando —dijo él mostrándome su celular y yo le di un asentimiento— Suerte en sus clases —dijo él empezando a retirarse.
Una vez que se retiró, nos dejó a mi y a Reto solos, volteé a verlo mostrándole todos mis dientes por mi gran sonrisa, él hizo una pequeña mueca preocupante a mi mirada.
—Gemma...trata de mantener el control de tu emoción... —dijo él un poco asustado temiendo lo que iba hacer por mí alegre expresión.
Pero solté un pequeño grito de la emoción que él se sobresaltó un poco, le tomé de sus brazos dando pequeños saltos agitándolos.
—¡Voy a organizar una fiesta de disfraces! Reto.
—No es necesario que lo grites, estuve contigo cuando te lo han dicho —dijo él con los ojos cerrados mostrando un poco de dolor al grito que escucho hace rato.
Yo le solté los brazos mordiéndome el labio inferior tratando de contenerme como me lo ha dado como consejo, me tome de las manos formandolos en un puño pegándolo en mi pecho mirando por debajo del cuerpo de Reto subiendo mi mirada para verlo de cuerpo completo, él frunció el ceño mostrando demasiada extrañeza a mi actitud.
—¿De que te vas a disfrazar?
Reto hizo una mueca de disgusto al solo escuchar esa pregunta, pero después me regaló una corta sonrisa.
—Qué te parece de estudiante, ya que tengo el disfraz completo en mi clóset —dijo él con gracia y yo fruncí el ceño, él siguió su camino queriendo llegar a su salón.
—Ja, ja, muy gracioso Reto, pero anda... —dije poniéndome enfrente de él caminando a espaldas con una mirada suplicante de perrito y él me miró con seriedad— ¿De qué te disfrazarías?, tienes muchas opciones con esas orejas —dije alargando mi sonrisa viendo sus orejas puntiagudas y con prisa me puse detrás de él sujetando sus hombros— Puedes ser un gran vampiro —dije con una pequeña sonrisa de malévola.
—Gemma, será la primera fiesta a la que asisto, me gustaría estar vestido decentemente y no de una manera ridícula fingiendo ser algo que no soy.
—Pero...es de disfraces, tienes que irte disfrazado, no lo digo yo... —dije con una pequeña sonrisa mostrando mi índice— Lo dice la fiesta de disfraces, por algo se llama así.
—En ese caso ya te lo dije, me iré de estudiante —dijo él con una sonrisa de maldad al saber que esto me está desesperando y yo solté un pequeño gruñido de desesperación pegando mi rostro en su hombro.
—Está bien Reto... —dije rendida y el alargo su sonrisa con victoria— Como dices es tu primera fiesta, quiero que te sientas a gusto, te prometo que haré lo posible para que tu primera fiesta sea inolvidable —dije con una larga sonrisa y él volteo a verme regalándome una mirada llena de ternura.
—No es necesario que me prometas algo así. Será algo complicado para ti, sabes que soy una persona cerrada, no creo disfrutar la fiesta como lo deseas, Gemma, pero estar contigo me será suficiente para disfrutarla —dijo él alargando su sonrisa y yo junté mis manos conmovida a esas hermosas palabras.
Nos detuvimos cuando llegamos al salón de arte, Reto se despidió de mí con una amistosa seña y yo apenas pude regresarsela al estar pensando en esas palabras, él cuando entró en su salón, saque un gran suspiro atontada poniendo mi mano en mi pecho verificando que mi corazón no se saliera de mi pecho "Estar contigo me será suficiente para disfrutarla"
Reto tiene el gran don para hacerme sentir de este modo, como hace para que pierda las fuerzas, el sentido, la razón...empecé a caminar dirigiéndome al teatro, esas palabras...me hacen preguntar si me lo dice por...amistad o por otra razón, queriendo...ese sentimiento que siento por él se haga mucho más grande, son de esas veces que me pregunto...¿El sentimiento que yo siento...él también lo siente?
Yo me abracé a mi misma borrando completamente toda sonrisa, esos oscuros pensamientos empezaron a invadir mi mente, "Tu lo conoces a él, mientras que él no te conoce a ti", cerré los ojos mostrando gran dolor a eso, lo que estoy haciendo...¿Será egoísmo?, queriendo sentir esta fuerte sensación por ese hombre fuerte, inteligente, valiente, cariñoso, curioso, apuesto...él es simplemente perfecto, mientras que yo...no sé lo que él piense de mi, no se como él me ve, pero...claramente le estoy escondiendo cosas que él debe saber de mi, es como si fuera un producto de solo cinco dólares y me haya pegado un precio de 20 dólares sobre la vieja etiqueta para que no se entere de lo defectuosa que soy.
Pero no es mi culpa, yo...no pedí esto...yo no pedí enamorarme de ese hombre, este no era mi plan, pero no puedo evitarlo...ya es inevitable romper esta maldición, yo empecé a mostrar gran tristeza abrazándome con mucho más fuerza, a veces...creo que lo mejor era no haberme tropezado con esa escultura, no haberme topado con él en el lago, no haberme encontrado con Venus para que después me haya invitado a su manada...yo...misma me estoy causando este daño.
Empuje las grandes puertas del teatro, cada vez que entro me sigo sorprendiendo del hermoso lugar, el teatro es muy extenso, más que el auditorio, lo primero que me fije fue en el techo, que como en la capilla sixtina está pintado con un hermoso arte, pareciera que el artista quiso pintar el paraíso, pero de noche, ahí se encontraba la noche pintada con estrellas, que parecían ser pintadas con una pintura especial que parecía de plata pura ya que las estrellas brillaban realmente como las verdaderas, una media luna blanca como la nieve se encontraba acompañándolas y nubes claras se encontraban ahí, donde en ellas hay ángeles infantes recostados con los codos recargados en la textura que parecía de algodón teniendo mucho interés en ver la obra que se iba a presentar en este lugar.
No solo ello, sino este cuarto también tiene muchas esculturas en las esquinas, como si fueran gárgolas queriendo proteger el lugar, pero en vez de eso demonios defensores, son ángeles de mármol con diferentes poses, sobre todo que tienen en su rostro máscaras del antiguo teatro. Los detalles marcados en las paredes están pintados de oro puro, los tonos del lugar son claros queriendo que los colores del techo y el oro combinen.
Los asientos para la audiencia se ven bastante cómodos son como los del cine, pero parecidos al de vip al que fueran de piel de un tono beige, además que como en la antigüedad tienen hasta un segundo piso y en las paredes se encuentran pequeños cuartos con asientos, que esos si deben ser los cuartos vip para este lugar, no he entrado, pero debe ser muy interesante estar en uno.
Y no puede faltar el gran escenario con las cortinas gigantes de terciopelo de un color dorado sin el brillo, estaban abiertas ya que en el escenario ya estaban todos ensayando sus pasos de baile, era muy extenso para que todos pudieran lograr estar ahí ensayando y Roos está ahí para inspeccionar a cada uno.
Yo me dirigí a una puerta que es especial solo para los bailarines, pero en este momento cualquiera puede pasar ya que no hay ninguna obra que se esté presentando para que pongan esa regla, pase sencillamente por esa puerta entrando a un pequeño pasillo donde en la pared lateral ya se encontraban algunos camerinos, además que más al fondo se encontraban los baños y en la otra pared las escaleras para subir al piso donde se encuentra el escenario.
Hice una pequeña mueca al ver como un hombre iba colgando una estrella con el nombre de Scarlett en lo que será su camerino al ser la estrella de esta obra, mi madre me diría que debería sentirme alegre por ella, pero que esa mujer sea tan maldita no me llega esa alegría, sino todo lo contrario.
Pase por esas puertas tratando de no darles importancia subiendo por las escaleras llegando al piso que era del escenario, donde detrás de lo que será el fondo de la obra hay un gran cuarto secreto donde la audiencia no podrá ver, aquí es donde los bailarines o actores se preparan vistiéndose o maquillándose, ya que hay una zona llena de tocadores con montones de maquillajes, hay montones de extensores de ropa de diferentes tipos, yo me sujeté la barbilla pensativa, aquí es donde quizás pueda sacar mi disfraz.
Yo sin tratar de darle importancia me fui directo al escenario donde todos están ensayando sus diferentes tipos de baile. Dejé mi mochila a un lado mío y empecé a estirarme primero antes de empezar con mi baile. Pero mientras lo hacía, sentía una mirada muy pegada a mi, una mirada que mi cuerpo ya me daba la advertencia que estaba en peligro, yo lentamente giré mi cabeza siguiendo mis instintos de donde estaba ese punto de mira.
Me quede paralizada para ver a Scarlett como tiene su mirada puesta en mí estando parada sin ninguna pose en especial, yo creo que no quiere hacer mínimo movimiento para tener toda su fuerza concentrada en esa mirada, sus ojos eran tan fríos y llenos de odio que si se los quitas y se los pones a un asesino serial nadie se daría cuenta que esos ojos les pertenecen a una mujer.
Esto se sentía realmente muy incómodo, debe estar muy enfadada por la plática que Pierre le hizo haciendo que yo sea una organizadora de fiestas como ella, lo único que se me ocurrió hacer fue sonreírle de un modo nervioso, pero ella ahora me mostró los dientes mostrando gran furia, creo que no fue una inteligente idea de mi parte hacer eso, debió pensar que me estoy burlando de ella, me sorprende que como Reto puede hacer las mismas expresiones que un animal muy enfadado, dándome la gran amenaza con solamente mirarme, que en cualquier momento puede saltar sobre mi para devorarme.
—Adelaida —dijo Roos en forma de canto viniendo conmigo con gran alegría, yo trataba de ignorar la asesina mirada de Scarlett viendo a Roos con una sonrisa.
—Hola Roos, ¿Cómo estás?
—Muy alegre, porque les tengo a todos una noticia muy especial —dijo ella dando un aplauso muy alegre por ello.
—Cuando usted dice eso es porque si será muy especial —dije alargando mi sonrisa mostrando emoción y ella miró por los lados con larga sonrisa en su rostro.
—No se si esperarme al final de la clase o decirles ahorita, ¿Qué me recomiendas?, Adelaida.
—Mmm...para serle sincera... —dije sonriendo de manera pícara juntando mis manos mostrando gran interés a esa noticia— No podré aguantarme con la curiosidad al final de la clase.
—Tengo ese mismo problema, para acabar con nuestro sufrimiento, se los diré de una vez —dijo ella mirándome con una sonrisa traviesa como si fuera hacer alguna travesura y yo la mire con gran ternura— ¡Mis pequeños detengan un momento su calentamiento por favor, les tengo un gran aviso, pónganse con Adelaida! —dijo ella señalando con sus manos y después me tomó de los hombros— Cuidamelos por un momento, no tardó.
Ella se apartó de mí dirigiéndose atrás del escenario, mientras que los demás venían a juntarse a donde estaba yo, Scarlett se puso de mi lado teniendo aún esa mirada maníaca en mi y yo tragué saliva nerviosa prefiriendo juntarme más con Dalai que él me aceptó a su lado poniendo su mano en mi hombro como manera de aviso para Scarlett que él está conmigo. Ella solo entrecerró los ojos mirándome con gran odio y Nicole se puso a su lado ayudándole a su gran amiga haciendo lo mismo, genial.
Roos llegaba entre saltos de alegría teniendo una caja en sus brazos se puso enfrente de todos dando pequeños saltos sin poder soportar a la tanta emoción que tiene encima.
—Mis pequeños, el gran aviso es que... —dijo ella alargando su sonrisa y selló sus labios queriendo crear suspenso, ella alzó la caja al techo— ¡Ya me llegaron las invitaciones! —Todos alargaron su sonrisa mostrando alegría, hasta hizo que Scarlett se le quitara esa furia sacando una corta sonrisa teniendo su mirada en esa caja, Roos puso la caja en el suelo sentándose al lado de ella abriendo la caja con gran emoción, es como si fuera una pequeña abriendo su regalo de navidad.
Ella al abrir la caja podía ver que dentro de ella había montones de sobres muy formales.
—Hagan una fila y les iré entregando sus invitaciones —dijo la maestra Roos dando señas donde iba a empezar la fila y nos empezamos a formar para recibir ese sobre, cuando me toco, ella con gran sonrisa me entregó el sobre, yo lo agarre alargando mi sonrisa apartándome de los demás para ver el sobre con las invitaciones.
Saque un gran "uuuh" al ver como habían decorado el sobre donde contenía las invitaciones para nosotros, es de un rojo color vino con escarcha de nieve marcados con dorado, además que tiene el título de la obra con una letra cursiva muy elegante, abrí el sobre y saque los cuatro boletos para invitación a la obra.
Note que la mitad de los boletos tienen un diferente diseño, dos boletos parecían ser de un papel dorado con el título de la obra marcada de nuevo, además que este parecía tener un sello especial del cual brillaba mucho, como los billetes mexicanos que Maya me ha enseñado de su país, los otros dos boletos eran de un papel plateado con el título de la obra marcada, pero en estos boletos tienen escarchas de nieve con una tinta especial que parecía de una plata blanca muy brillante, los dos boletos son muy bonitos, aunque me gusta más el plateado en mi opinión.
—Recuerden mis niños que el límite de invitaciones son cuatro gratuitos para ustedes, las plateadas son las ordinarias para sus amistades o otros familiares, pero las doradas son para sus padres para que se les sea dado lugares de vip y puedan ver a sus exitosos hijos triunfar en la obra sin problema alguno —dijo Roos con gran sonrisa y yo borre completamente mi sonrisa al escucharla mirando directamente los boletos dorados.
—Oooh —dijo Scarlett poniéndose a mi lado fingiendo gran lástima por mi poniendo su mano en su pecho mirando mis boletos dorados, yo volteé a verla con mucho enfado a que no se atreviera a decirme nada al respecto— Gemma...pero que tristeza, esos boletos dorados serán un desperdicio, ya que no tienes padres o algún otro familiar que te quiera —dijo ella regalándome una sonrisa satisfactoria y empecé a fruncir el ceño mostrando gran molestia— Tienes un padre que se considera un gran traidor, asesino y delincuente para nuestra raza, tu madre fallecida, de hecho...si no me equivoco ni siquiera tuviste la oportunidad de ir a su funeral.
—Eso no es de tus asuntos Scarlett —dije con mucho enfado apartándome de ella y ella seguía teniendo una maldita sonrisa en su rostro sabiendo cuánto me molesta este tema.
—Niñas, niñas, niñas, ¿Qué está pasando? —preguntó Roos preocupada viniendo hacia nosotras al haber escuchado la discusión.
—Yo solamente le preguntaba a mi querida compañera que va hacer con los boletos si no tiene familiares a quien dárselos, Roos. Sabes que Gemma, ya que yo tengo una variedad de familiares que desean verme en la obra al ser la protagonista, puedo comprarte tus boletos dorados al precio que tu gustes —dijo ella fingiendo gran educación para que Roos no se diera cuenta de la gran maldad de esta maldita.
—No pienso venderte mis boletos dorados, me los voy a quedar Scarlett —dije con mucho enfado abrazando mi sobre y ella empezó a sacar pocas risas.
—¿Qué harás con ellos si no tienes a alguien importante para ti para entregárselo?
—Scarlett, no necesariamente esos boletos dorados son para familiares, Adelaida puede invitar a sus mejores amigos —dijo Roos con una corta sonrisa tratando de encontrar una solución al problema.
—Roos tiene toda la razón, así que sácate esa idea de la cabeza que te voy a vender mis boletos —dije con molestia abrazando con más fuerza mis boletos como un tesoro mío y ella me alzó la ceja teniendo una sonrisa incrédula.
—Piensas humillarte más teniendo a tus amigos en lugares que deben ser para familiares, se notara la gran diferencia Gemma, toda la zona vip con familiares de los participantes, menos tu, todos los padres tendrán la mirada en tus amigos pensando "Oh, esos son los amigos de la mestiza, no tiene padres que están ahí para ella, su padre es un traidor y madre ya está fallecida" —dijo ella acercándose a mi rostro alargando su sonrisa y yo empecé a sentir tristeza sin poder evitarlo— ¿Qué no quieres ahorrarte en preocuparte por ello?, en ahorrarle tus amigos la incomodidad de que los consideras como familiares tuyos.
—Déjame adivinar, claramente un boleto será para Mia que hará el papel de tu mami y el otro para Reto que hará el papel de tu papi —dijo Nicole con burla y algunos alargaron su sonrisa al causarles gracia eso, sobre todo Scarlett.
—Niñas, no sean así con ella —dijo Roos con poca molestia a Scarlett y Nicole tomándome de los hombros— No me obliguen a mandarlas con el director.
Scarlett rodeó los ojos con fastidio, pero me volteo a ver con una gran sonrisa al haber recuperado su humor gracias a estos boletos dorados.
—Puedes vendérmelos a mi ganando una gran cantidad de dinero o puedes dárselos a tus amigos humillándote o...puedes guardarlos como un recuerdo, pero cada vez que veas esos boletos recordarás que no tienes ningún familiar para ti —dijo ella bajando la mirada viendo mis boletos y yo baje la mirada con tristeza tratando de que no se diera cuenta de ello— Avísame si tomas la decisión más conveniente para ti y me refiero a la primera opción.
Ella se fue apartando, yo me quedé quieta mirando mis boletos dorados, pude ver como Roos hizo una mueca de lástima acariciándome la espalda, pero después alargó su sonrisa.
—Si no fuera tu maestra de ballet, a mi me hubiera encantado que me dieras un boleto dorado —dijo ella tratando de animar y volteé a verla con una corta sonrisa dulce.
—Gracias Roos. Yo...iré a guardar los boletos —dije apartándome de ella delicadamente y ella me dio un asentimiento.
Me fui directo a mi bolso para guardar ahí mis boletos...
***
Le entregue el boleto dorado a mi madre, ella tomó el boleto alargando su sonrisa teniendo un gran brillo en sus ojos, yo mire a Leon con gran sonrisa que él me regaló una corta sonrisa, volví a ver a mi madre que ella abrazó su boleto cerrando los ojos por la gran sonrisa que tiene en su rostro.
—No me lo perdería por nada, Gemma —dijo ella tan alegre y yo empecé a mostrar tristeza en mi interior, pero trataba de no apagar mi sonrisa enfrente de ella—Hemos esperado tanto para esto... —dijo ella bajando su mirada viendo el boleto de una manera incrédula sin podérselo creer— ¿A qué horas será?
—A...las...ocho de la noche, madre, tienes...que ir formal —dije con una corta sonrisa nerviosa acomodando mi fleco detrás de mi oreja y ella volteo a verme con una dulce sonrisa.
—Es perfecta la hora, creo que tengo dinero para unas palomitas de caramelo, ¿Qué te parece? —preguntó ella con una sonrisa picara y yo saqué pocas risas.
—No...creo que vendan comida en el teatro madre, pero...estarás en una zona vip —dije alargando mi sonrisa tomándole de sus muñecas con cariño y ella me miró directo a los ojos aun con una sonrisa.
—Tanto esfuerzo que hiciste para darme este boleto—dijo ella de un modo tan dulce y trataba de enrojecer mis ojos por las lágrimas que se iban juntando— Espero que Tim Circle no nos decepcione en la película para que no haya sido en vano esa venta de galletas, pero como hacerlo con esa belleza —dijo ella alzando sus cejas de una forma juguetona y yo borre completamente mi sonrisa al escucharla.
Mire a Leon esperando una respuesta y él me sonrió de un modo nervioso.
—Conejita...cuando le entregaste el boleto, tu...cabeza está reproduciendo el recuerdo de cuando vendiste las galletas de tu madre en tu colegio y así comprar unos boletos del cine para ver una película.
Yo mire a mi madre con gran dolor del cual ella seguía sonriendo sin darse cuenta de ello.
—No...puedes hacer...que diga...que...está...orgullosa...de que tenga esta oportunidad de bailar ballet...no se...que...diga al menos "Claro que quiero verte bailar" o "Sabía que podías convertirte en una musa bailarina"...algo que ella dijera...sobre esto...algo nuevo...por favor —dije con suplica.
Leon sacó un suspiró estresado, yo me preocupé al ver como mi madre empezó a desvanecerse en mi antiguo departamento y mire a Leon desesperada, él me miró con algo de lástima.
—Ya te lo he explicado y espero no llegar a la tercera vez, Gemma, ella no es tu madre, puedo hacer lo que me pides, pero no quiero que te acostumbres a eso, porque sé que eso te va afectar.
Yo me crucé de brazos yendo a sentarme en el sillón de la sala teniendo la mirada en bajo, Leon se vino a sentar al lado mio recargando sus codos en su rodilla.
—¿Tu...crees que Scarlett tiene razón? —pregunté viendo directo a sus ojos que él hizo una mueca a esa pregunta— ¿Crees que...sería mejor para mi no invitar a nadie con esos boletos dorados?
—¿Estás segura de escuchar mi opinión al respecto? —preguntó él seriamente y yo le di un asentimiento estando muy segura— ¿Empezamos con nuestro juego tan temprano? —preguntó él con poca gracia.
—Ya Leon, hablo en serio —dije con mucha seriedad sin ganas de jugar.
Leon rodeo los ojos.
—Sí, creo que tiene razón que se va a ver bastante raro que les des boletos dorados a uno de tus amigos considerándolos como tus familiares —yo desvíe la mirada con mucha tristeza— Pero puedes aprovechar en vendérselos a Scarlett, oye, dijo que el precio que tu gustes, aunque le digas 1000 euros, ella teniendo el dinero de una reina te lo dará, puede beneficiarte.
—No se los pienso vender —dije con enfado y entrecerrando los ojos mostrando molestia a ello, pero después empecé a acariciarme los brazos de una manera para consolarme a mi misma— Bueno...no...los dos, crees que...si me quedo con un boleto...¿Sea lo mejor?
Leon soltó un gruñido estresado.
—Estás dejando que esto te afecte y este era el propósito de Scarlett, conejita, que te valga si quieres venderle un boleto y quedarte con uno hazlo, si quieres quedarte con los dos boletos como recuerdo o hasta para causarle coraje a Scarlett hazlo, si quieres dárselo a tus amigos hazlo, me extraña que esto te de mucha importancia —dijo él terminando entre pocas risas al parecerle esto divertido y yo lo miré con enfado teniendo el ceño fruncido— A mis padres ni hubieran mostrado interés en venir a verme si yo estuviera en tu papel.
Yo hice una pequeña mueca, yo no tengo a mi madre ya que está fallecida y no tengo a mi padre al que sea un traidor, Leon puede tener a su padre y a su madre, pero con lo poco que sé de ellos es que son muy estrictos con él, sobre todo saber que el padre de Leon le consiguió una prostituta como un regalo y la madre no hubiera hecho nada al respecto no da buenas perspectivas.
—Yo...quiero guardar un boleto dorado...queriendo respetarla, como...si realmente ese boleto sea para ella, nadie más puede tomar su lugar. Y sobre el boleto de mi padre... —saque un suspiro rendida— Yo...creo que se lo venderé a Scarlett.
—Vendeselo 2000 euros —dijo Leon con poca gracia y saque una pequeña sonrisa, pero después la borre un poco.
—¿Crees que...puedas hacerme despertar?
Él frunció el ceño sin gustarle esa idea.
—Pero son las cuatro de la mañana.
—Es que quiero ir al baño —mentí queriendo salir de este sueño— Y...quizás...me quede despierta.
Leon rodeó los ojos sabiendo un poco mi plan, pero aún así chasqueo los dedos haciendo su truco de magia...
***
Estaba sentada en mi escritorio adelantando mi tarea de alemán, escuche que tocaron mi puerta.
—Pase —dije con una voz seria y sin ganas de alzar la voz para que la persona que tocara me lograra escuchar mi voz.
—¡Bambina! —grito Mia entrando a mi cuarto con Maya tomada de la mano mostrando gran emoción, mientras que la otra solo tiene una cara sin expresión como de costumbre— Ya he escuchado el gran chisme —dijo ella soltando a Maya tomándome de los hombros sacudiendo un poco y pegó su mejilla a la mía tratando de ver lo que estoy escribiendo— ¿Son tus ideas para tu fiesta?, Gemma, la segunda organizadora de fiestas —dijo con gran alegría estando muy feliz por mi.
—No, es mi tarea de alemán —dije con una voz muy apagada y Mia se apartó de mí frunciendo el ceño mostrando preocupación, ella miro mi escritorio y agarró el ensayo que la maestra Gami nos ha pedido hacer para la siguiente clase.
—¿Este es el ensayo que la maestra Gami nos ha pedido? —yo le di un asentimiento regresando a mi tarea— ¿Desde...cuándo estás adelantando a la tarea?, Gemma —preguntó ella sonando muy preocupada.
—No...sé...me he despertado en la madrugada y decidí adelantarle —dije sin darle mucha importancia al asunto. Mia me quitó el lápiz que tenía en mi mano y yo volteé a verla con poca molestia, pero ella se hinco a mi lado mirándome con demasiada preocupación tomándome de los hombros.
—Ragazza, ¿Qué ha pasado?
Yo desvíe la mirada al haber sido atrapada, aunque me lo esperaba, dejé mi actividad mirando a Mia con mucha tristeza.
—Ya me han dado mis boletos para la obra... —dije con una voz muy apagada abriendo un cajón de mi escritorio sacando el sobre y Mia alargó su sonrisa.
—Pero si eso es fabuloso, espero que tengas uno para mi y Maya —dijo Mia señalando el sobre a Maya y con su otra mano le hizo señas, Maya sacó una pequeña sonrisa al saber que eran mis boletos de invitación.
Pero yo no le respondí abrazándome a mi misma, Mia borró su sonrisa y queriendo saber más información abrió el sobre, al ver los boletos dorados borró su sonrisa sabiendo la razón de mi tristeza, pero trato de fingir una gran sonrisa hacia a mi.
—Uno dorado...wow...me sentiría muy honrada...si mi mejor amiga me diera uno dorado... —dijo ella tratando de mantener su sonrisa, pero bajó la sonrisa mostrando más tristeza a sus palabras.
—A mi...madre le hubiera gustado...verme, Mia —dije con mucha tristeza aguantando las ganas de llorar enfrente de ella y ella volteo a verme con gran tristeza— Me hubiera gustado...darle un boleto, para ver su felicidad...por eso, pero...no se puede...porque...ella ya no está aquí... —dije empezando a sentir como mi voz se quebraba por el nudo que se iba formando en mi garganta.
—Oooh bambina... —dijo Mia abrazándome y yo empecé a soltar lágrimas sin poder evitarlo— Ella...podrá verte desde allá arriba, no necesita un boleto dorado para hacerlo...
—No es lo mismo...la extraño...mucho...Mia...todas las cosas...que estoy logrando es por ella...porque no puedo evitar pensar en ella, recordar momentos con ella...ya no quiero imaginarme con ella, quiero...sentirla a mi lado...verla de nuevo...la necesito... —dije entre lágrimas.
—Gemma... —dijo Mia apartándose de mi viendome con gran tristeza, acomodo mi fleco como a mi gusta dándome una dulce sonrisa mostrándome su cariño— Estás a mitad del proceso cuando pierdes a un ser amado, extrañarla es lo más normal del mundo, no quiero mentirte que ese dolor que sientes al extrañarla desaparece, porque no será así, tendrás eso de por vida, pero está bien, como dices, a uno con ello le dan las fuerzas de lograr algo por ese ser amado perdido.
—Pero...si ese dolor no desaparece...¿Cuándo podré terminar este proceso? —pregunte limpiándome las lágrimas con mi puño.
—Cuando sigas adelante aceptando que ya no volverás a verla, pero ella vivirá estando en tu corazón Gemma. Aunque suene duro o hasta ofensivo, pierdes el tiempo pensando en esto... —dijo ella mirándome con gran tristeza tomándome de las muñecas— No vas a volver a verla, Gemma. Es algo que debes aceptar y vivir con ello.
Yo mire los boletos, los agarre mirándolos fijamente, traté de sonreír viendo a Mia y Maya, agarré los dos boletos plateados y se los mostré.
—Les...gustaría...verme en mi obra...del cascanueces —dije con una sonrisa apenada a las chicas mientras que con la otra mano empecé hacerle señas a Maya de un modo resumido diciendo "¿Quieres ir?"
Mia agarró un boleto plateado sonriéndome con gran cariño.
—Seré la encargada de darte los gritos de ánimo y los abucheos para Scarlett —dijo ella con poca gracia y alargue un poco mi sonrisa.
Maya agarro un boleto mio sonriendo un poco dándome un asentimiento, yo busque la manera de juntar a mis dos amigas abrazándolas con fuerza mostrandoles mi gran cariño.
—No sé lo que haría sin ustedes, chicas.
—Yo también me pregunto lo mismo, que haría yo sin ti, bambina —dijo Mia abrazándome con fuerza y Maya sacó un pequeño gruñido al que no le gusten los abrazos, yo saque pequeñas risas liberándola y ella se apartó de mí mirándome con seriedad sabiendo que yo se que no le agradan los abrazos, yo le sonreí con culpa y ella solo rodeo los ojos.
Yo mire los boletos dorados borrando un poco mi sonrisa, Mia borro igual su sonrisa mirándome con poca lastima.
—¿Qué harás con los boletos dorados?
—Pienso quedarme con uno, como manera...de respetarla Mia, se que...con lo que me acabas de decir...puede que no sea lo correcto, pero...
—Gemma...está bien, no haces ningún mal —dijo Mia regalándome una tierna sonrisa y mirada seguía en esos dos boletos dorados.
Escuche que me llegó un mensaje, mire mi celular que está en el escritorio y lo agarre para ver de quién era el mensaje. Es un correo de Madeline avisando que el director quiere hablar conmigo después de la hora de comer.
—¿Quién es? —preguntó Mia con curiosidad poniéndose al lado mio viendo la pantalla de mi celular.
—Es Madeline avisando que el director quiere hablar conmigo después de la comida —dije regalándole una corta sonrisa— ¿Qué les parece si desayunamos algo?, chicas, muero de hambre —dije para cambiar de tema y querer descansar en no pensar en esos dichosos boletos dorados.
—Me parece una agradable idea, bambina, vamos —dijo Mia con una sonrisa haciéndome ese favor para no seguir hablando del tema.
Las tres caminamos hacia la salida de mi cuarto para dirigirnos a la cocina...
***
Estaba sentada enfrente del escritorio del director Galder, él mira mis calificaciones con una larga sonrisa en su rostro, yo sonreí un poco apenada a esa alegría que muestra viendo mis calificaciones.
—Te felicito Gemma —dijo él mirándome con gran orgullo dejando mis calificaciones en el folder amarillo de nuevo— No has reprobado ninguna, has subido un poco en otras materias y no tuviste falta con ninguna tarea, estoy muy orgulloso de ti.
—Gracias directo Galder —dije con una pequeña sonrisa y él me frunció el ceño mostrando algo de confusión, yo alcé una ceja a esa reacción— ¿Qué sucede?
—Iba a preguntarte lo mismo —dijo él siguiendo viendo con extrañeza juntando sus manos formandolas en un solo puño— Esperaba verte...más alegre por esto y te veo...hasta deprimida, ¿Sucede algo?
Yo solté un pequeño suspiro masajeandome las sienes creyendo que podía esconder esta depresión.
—No...es nada importante —mentí sin querer hablar de nuevo este tema, pero él me alzo la ceja sin creerme en ninguna palabra— En serio, director Galder, no vale la pena...hablarlo —dije tratando de fingir una sonrisa que se viera verdadera y él entrecerró los ojos mostrando gran sospecha a mi actitud.
Se me quedó viendo por un pequeño rato tratando que con ello hablará, pero lo siento director Galder, como he dicho no tengo nada de ganas de hablar de este tema por tercera vez.
—Hare caso a tus palabras —dijo él repentinamente regalándome una corta sonrisa y yo lo mire con agradecimiento— Pero... —dijo él mostrándome su índice con una sonrisa un picara y yo fruncí el ceño mostrando confusión. El dobló su espalda llevando la mitad de su cuerpo por debajo del escritorio, después pude escuchar que agarro algo y me sorprendió sacando una gran caja de regalo que estaba escondida debajo del mueble regalándome una larga sonrisa, puso el gran regalo sobre la mesa empujando para que quedara enfrente mío.
Yo sin poder evitar sonreír sintiendo que la tristeza se desvaneció, me señalé a mi misma hacia el director asegurándome que este regalo fuera mío y él con una dulce sonrisa me asintió aclarándome.
—Te había comentado que si mejorabas en tus calificaciones te iba a dar un premio por ello —dijo él señalando el regalo con sus dos manos y yo agarre la caja mirando al director con gran ternura— Vamos ábrelo.
Yo bajé la mirada alargando mi sonrisa que hasta mostré todos mis dientes sin mostrar pena por ello por la gran emoción al haber recibido un regalo sorpresa, empecé deshacer el moño rosado y romper la envoltura sin paciencia queriendo saber qué es lo que contiene la caja.
Al poder abrir la caja al ver lo que contenía adentro me cubrí la boca abriendo en grande los ojos, volteé a ver al director que el saco muy pequeñas risas a mi reacción.
—Nooo —dije bajando mi mano mostrándole mi sonrisa incrédula a este hermoso regalo y él me dio un asentimiento con gran sonrisa mostrándome sus dientes— Pero...yo pensaba que aún no estaban listos... —dije estando tan confusa, pero con la alegría aún en mi.
—Le pedí a la maestra Roos que si me podía hacer el favor de verificar que hicieran primero tu vestuario para la obra y ahí está, mantenlo seguro en tu clóset, Gemma.
Yo le di un asentimiento metiendo mis manos en la caja, me levanté del asiento sacando el hermoso vestido de bailarina que usare en la obra, es de un color celeste muy claro casi blanco, la falda del vestido es caída siendo de una tela transparente con brillantina plateada clara, pero teniendo varias capas encima para que solamente se vea la silueta de mis piernas, la parte de arriba del vestido es de un escote de corazón sin mangas, tiene un encaje marcado en el escote de un hilo muy plateado claro con pequeños diamantes que parecen reales incrustados para hacerla brillar de un modo tan hermoso.
En la caja hay muchos más accesorios que usare con el vestuario, pero por el momento solo abracé el vestido con fuerza al que me hubiera encantado. Mire al director Galder tan agradecida.
—No...se como agradecérselo... —dije tan apenada a este hermoso regalo que me ha entregado.
—No tienes que agradecer Gemma, es mi trabajo —dijo él de un modo cariñoso y fui guardando el vestido en la caja de nuevo para llevarlo al departamento— Me he enterado que hoy se les dieron las invitaciones.
Yo borré un poco mi sonrisa, tuvo que sacar ese tema, pero aún así tratando de tener aún la felicidad de su lindo gesto le regalé una sonrisa.
—Si, están muy hermosos los boletos —dije volviendo a sentarme— Director Galder, ¿Puedo hablar de algo con usted? —pregunte tratando de cambiar el tema para que lo deje en el olvido y alzó un poco las cejas dándose cuenta de ello.
—Puedes hablarme con confianza, Gemma —dijo él aún así teniendo una sonrisa en su rostro tratando de ignorar lo de hace rato, puedo notarlo en su mirada que siente que hay algo mal conmigo.
—Me imagino que usted cuando estudiaba aquí iba a las fiestas del fin del mes —dije con una sonrisa nerviosa temiendo que al ser el director me vaya a prohibir hacer la fiesta.
Él se sorprendió un poco a esa pregunta, alzó la mirada al techo tratando de recordar esos momentos.
—No...era muy común en mi asistir a esas fiestas —dijo él con una sonrisa un poco apenada— Me gustaba aprovechar ese tiempo en mis estudios.
—Pero director Galder, solo son tres o cuatro fiestas que eran del semestre, ¿Nunca asistió a una? —pregunté preocupada y él hizo una pequeña mueca.
—El padre de Scarlett era el organizador de fiestas y mi grupo de amigos no era muy admitido en esos eventos. Hubo una vez que asistimos y fue todo un caos —dijo él abriendo un poco más sus ojos recordando esa fiesta, creo que debe tener un pequeño trauma a esa mirada— Desde esa fiesta no quise asistir a otra de la academia —Yo saque un suspiro estresada, no puede ser, debe ser una tradición que la familia de Scarlett sea tan maldita, pero el director sacudió un poco su cabeza volviendo a la realidad regalándome una sonrisa— Pero ¿Por qué la pregunta?
—Vera...director Galder, algunas personas me desean como...la segunda organizadora de fiestas... —dije con valor y él alzó las cejas sorprendiéndose— Y quisiera hacer todo esfuerzo para que sea muy divertida y...uno de mis ideas es que haya...diferentes tipos de alcohol que no sea vino... —dije alargando mi sonrisa juntando mis manos en forma de súplica y el director hizo una pequeña mueca no estando muy convencido, eso es mala señal.
—Si me dices esto es porque me estás pidiendo ayuda al respecto —dijo él alzando una ceja y yo le asentí de una manera nerviosa— ¿De qué tipo de alcohol estamos hablando?, Gemma.
—Ya sabe... —dije entre pequeñas risas y él se me quedó mirando aun con la ceja alzada sin saberlo, yo borre un poco mi sonrisa— Claro...no asistió a muchas fiestas —dije con culpabilidad— Yo...solo quiero lo típico director Galder, cerveza de las marcas más comunes, tequila, ron, vodka...
—¿Eso es lo típico de alcohol que tiene una fiesta? —preguntó él frunciendo el ceño.
—Obviamente no nos vamos a tomar todas esas bebidas, director Galder —dije entre pequeñas risas— Solo lo que más nos gusta, por ejemplo yo me tomaría un tequilita con limón y sal —dije saboreando los labios al saborear esa bebida en mi paladar.
—No me siento muy seguro con esta decisión Gemma —dijo siendo sincero hablando con seriedad al asunto y yo borre mi sonrisa haciéndole ojitos de súplica— Gemma, el vino no es mucho problema porque uno no se embriaga tan rápido además que los celestes de carrera están acostumbrados a ese tipo de alcohol y saben manejarlo, pero los otros tipos no lo conocen y como consecuencia pueden embriagarse sin saber el nivel de alcohol que tiene la bebida.
—Pero director Galder... —dije juntando mis manos en forma de súplica— Solo será por una noche y...si ese es el problema, no me compre tanto alcohol. Por favor, esta escuela urgentemente necesita saber como es divertirse en una fiesta, si uno se embriaga...es...un recuerdo divertido que va a tener en su vida, una experiencia —dije con una sonrisa y él se sujetó la barbilla pensándolo— Pondré una letrero en la mesa de alcohol que diga "Advertencia, esto es un alcohol más fuerte que el vino, no más de tres bebidas"
El director Galder saco pequeñas risas y yo sonreí apenada, él rodeo un poco los ojos con una sonrisa rendida.
—Está bien, Gemma, te ayudaré a conseguir el alcohol que necesitas, pero habrá condiciones.
Yo largue mi sonrisa juntando mis manos por la alegría.
—Las que sean director Galder.
—Tiene que haber un adulto responsable en tu fiesta para que te haga el favor que no haya un desorden —dijo él mostrando su índice y sonreí estando preparada para esto.
—Pff, director Galder, Reto estará en esa fiesta...
—No hablo de un celeste, me refiero a un astro.
Yo hice una mueca a esa horrible idea.
—Pero director Galder, eso arruinaría completamente la fiesta. Nadie va a querer asistir.
—¿Por qué?, ¿Acaso escondes algo que quieras hacer en esa fiesta? —preguntó él entrecerrando los ojos mostrando gran sospecha— Espero que no haya nada de drogas en esa fiesta, porque si es así me asegurare que no la realices Gemma.
—Director Galder, calma, calma, no habrá drogas en mi fiesta, Pierre y Reto son testigos que puse esa regla. Yo solo...digo que no nos vamos a sentir seguros...que haya un astro vigilandonos. Por favor director Galder, ¿Qué no tiene confianza en mí? —pregunté con una dulce sonrisa y él se me quedó mirando.
Él desvió la mirada mostrando mucha seriedad.
—Yo...solo temo que uno se haga daño.
Yo sonreí un poco al ver que este director si era uno de verdad, preocupándose por sus celestes, yo baje la mirada pensándolo y saque un suspiro rendida.
—Si quiere...puede poner...unas que otras cámaras...para sentirse seguro, será...nuestro secreto—él volteo a verme con una sonrisa y yo le sonreí— Pero eso sí, nada de cámaras en los sanitarios —dije con gracia y él de nuevo empezó a reírse.
—Tenemos un trato —dijo él con una sonrisa extendiendo su mano y yo se la estreche con mucho gusto.
Dejamos de agarrar nuestras manos aún sonriéndonos entre sí, yo abracé mi caja de regalo.
—¿Es todo lo que quería hablar conmigo?, director Galder.
—Solo un tema más —dijo él sonriéndome de un modo nervioso— Me gustaría informarme si ya has utilizado tus boletos para la obra, Gemma.
Yo saque un suspiro pensando que ya me había librado en este tema.
—Ya he usado los plateados para mis amigas.
—¿Y los dorados? —preguntó él borrando un poco su sonrisa al notar que este tema me está afectando, pero no entiendo si lo está notando para que me haga esa pregunta.
—Yo pienso...guardar uno como recuerdo...y...el otro...quizás lo venda, director Galder —dije con mucha seriedad teniendo mi mirada en bajo.
—¿Lo venderás? —preguntó él mostrando un poco de lástima en mi y yo subí los hombros tratando de no darle mucha importancia.
—No tengo a quien dárselo, director Galder. Ya seria desperdicio si guardó los dos boletos, si guardo uno es para mi madre, pero el otro... —me quedé callada sin tener que dar más explicaciones ya que él sabe muy bien del tema.
—¿A cuánto lo piensas vender?
—¿Por qué le importa tanto este tema?, director Galder —dije con desesperación volteándolo a ver enfadada y estresada.
Él se sorprendió un poco a mi enfado, bajo la mirada mostrando algo de pena.
—Yo...quería hablar contigo del tema porque...quería preguntarte si me pudieras dar un boleto dorado para ir a verte —dijo él regalando una dulce sonrisa y yo alcé los ojos mostrándome sorprendida— Quisiera ver cómo exploras este arte en el escenario por primera vez. Y ya que me has avisado que lo estás vendiendo, me gustaría ser yo quien te compre el boleto —dijo él sacando su billetera alargando más su sonrisa.
Yo seguía sorprendida a sus palabras, puse una mano en mi pecho sintiéndome muy halagada.
—¿Usted...quiere...ir a verme?
—Si Gemma —dijo él de un modo cariñoso del cual su miraba mostraba mucho cariño en mi al causarle algo de ternura mi sorpresa a esto y empecé a irritar mis ojos por las lágrimas que se iban juntando.
Yo me quedé mirando al director Galder con los ojos llorosos, él empezó a mostrar preocupación por mi al notar como unas lágrimas se iban resbalando por mis mejillas, ¿Es...esto como una hija siente al tener un padre?, sentir...la alegría de que el hombre que te mantiene, te cuida, que está preocupado por ti, quien esta pendiente tuyo...quiera...ir a verte a una obra del cual has hecho todos tus esfuerzos para ser parte de, ni siquiera soy su hija para que tenga esa obligación.
—Si no te sientes cómoda con esa decisión...
Yo me levanté de mi asiento con mi caja y él guardó silencio frunciendo el ceño mostrándose tan perdido a mi actitud, me di la vuelta dirigiéndome a la salida de su oficina.
—¿Gemma? —preguntó él preocupado a mi actitud, pero yo sin hacerle caso agarre el picaporte de la puerta y la abrí saliendome de la oficina.
***
Narrador
Galder se quedó tan perdido al ver que su alumna se había salido de su oficina con esa actitud tan extraña en ella, él bajó la mirada con tristeza al pensar que la había ofendido o incomodado con su petición, abrió uno de los cajones de su escritorio sacando un marco con una foto de una niña.
La niña tiene un peinado peculiar teniendo muchas trenzas en su cabello oscuro con colgantes de canicas muy coloridas, el rostro de la pequeña era tan alegre que tiene los ojos cerrados por como su larga sonrisa que mostraba sus dientes junto con sus frenos, tiene abrazado de un pequeño gato oscuro con los ojos amarillos. Galder sintió una gran tristeza en su interior viendo esa foto.
Pero escucho que se abrió la puerta, él espantado guardo la foto con rapidez y Gemma con gran sonrisa en su rostro extendió su mano dándole un boleto dorado, él se sorprendió un poco al ver el boleto.
—Director Galder, lo invitó a la obra del cascanueces con este boleto dorado, donde estará muy cómodo al ser una zona vip —dijo Gemma con poca gracia guiñándole el ojo al director amigablemente y él alargó su sonrisa agarrando el boleto.
—Seré el primero en llegar —dijo él guardando la invitación con delicadeza en su cajón donde tiene la foto de su hija y Gemma se volvió a sentar estando enfrente de su escritorio recargando sus codos en la mesa.
—¿Le molesta si me quedo un poco más de tiempo con usted? —preguntó Gemma con una tímida sonrisa.
—Al contrario Gemma —dijo él con una dulce sonrisa.
—Para que se sienta más seguro, le quiero contar todas mis ideas que tengo para mi fiesta, será una fiesta de disfraces... —dijo ella estando tan emocionada.
Galder con una dulce sonrisa escuchaba con mucha atención a su alumna, pero sobre todo admiraba la alegría que ella tenía al contarle sus cosas...
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