39. Guardian Angel


Me quede enfrente de Scarlett viéndola frente a frente, mire por los lados como todos empezaron a sacar murmullos entre sí teniendo su mirada en mí con una pequeña sonrisa de burla. Yo volví a mirar a Scarlett que parecía ser la más alegre en verme aquí. Pero yo puse una mano en mi frente negando con la cabeza.

—Debes estar jodiéndome, dime que esto es la venganza que todos comentaban que ibas hacerme —dije bajando mi mano sonriéndole con gran burla y ella borro completamente su sonrisa al mostrar un poco de confusión a mis palabras, sus amigas se miraron entre sí pérdidas— Espera...acaso...¿Así festejan sus fiestas de la academia? —pregunte entre pocas risas mirando a todos como se veían tan presentables y ellos me fruncieron el ceño mostrándose un poco ofendidos.

—Quieres ayudarnos diciéndonos que es lo que esperabas —dijo Scarlett sonriendo de nuevo con burla.

—No lo sé...para empezar todo debe estar oscuro con luces de colores bailando en todo el lugar e hiciste lo contrario —dije mirando con gran mueca los colgadores que iluminaban con gran intensidad el salón, puse mis manos en mis caderas— Tienes a meseros que ofrecen vino y champagne, ¿Dónde está la cerveza, el tequila...

Scarlett empezó a reírse y los demás le siguieron el juego burlándose con ella.

—He estado quieta por tres minutos y tu misma te estas humillando, me sorprendes, ratita —dijo ella entre risas mirando a su alrededor que ellos al ver la mirada de Scarlett empezaron a reírse con más fuerza de un modo nervioso.

—No, no, no, la que cada vez me sorprenden son ustedes —dije estando realmente preocupada por estos pobres jóvenes que no saben que es la diversión, mire a los demás poniendo mi mano en mi pecho preocupada— Chicooos, esto no es una fiesta de una academia, se suponen que deben tener ropa cómoda para bailar libremente... —dije moviendo mi cadera de un lado a otro con una sonrisa en mi rostro— Con música electrónica, no ese vejestorio. Se supone que se debe notar la alegría, con la primera mirada que les hice... —dije con una mueca mirándolos negando con la cabeza al ver sus caras serias— Aquí la alegría no esta invitada. Más bien la depresión es el alma de la fiesta.

—Así es como asisten a fiestas los indigentes como tú, embriagándose, bailando para seducir y provocar a cualquier hombre a su alrededor... —dijo ella alargando su sonrisa y yo mostré un poco de miedo a esas palabras.

"Bailando para seducir y provocar a cualquier hombre a su alrededor...", esas palabras realmente hicieron que hasta sintiera un escalofrío, eso parece referirse a mi viejo trabajo...no...no...no...ella no puede saberlo, solo...Leon lo sabe y sé que él no me traicionara, no bajes la guardia Gemma.

—No Scarlett —dije con enfado— Somos jóvenes, se supone que las fiestas de la universidad fueron creadas para festejar, despejarse, divertirse, mostrar sus talentos ante la gente —dije alargando mi sonrisa viendo a una mujer que ella se sobresalto un poco a mi mirada, miro por los lados para ver si era ella a quien miraba.

—Dices que debíamos de festejar de ese modo solo porque lo dices tú —dijo Scarlett alzando un poco la ceja mostrando mucha burla a ello.

Yo solté un suspiro cerrando los ojos rendida.

—No...claro que no, quizás... —dije sonriendo un poco a mis compañeros celestes que no me regalaban ninguna sonrisa amigable haciéndome sentir que no era bienvenida en este lugar— Estoy equivocada, puede que este tipo de fiesta también sea divertida.

—Clarooo, Gemma y nosotras podemos ayudarte a que sientas esa diversión que buscas —dijo Melody fingiendo una sonrisa en su rostro queriendo tomarme la muñeca.

Pero alguien le ganó tomándome la muñeca primero, mire con una corta sonrisa a Dmitri que se encontraba al lado mío con su mano en mi muñeca y mire a Scarlett que ella borró toda sonrisa mostrando una mirada muy fría en él.

—Disculpen por haber invitado a la mestiza, no se preocupen la cuidare para que no siga causando más molestia —dijo él jalandome la muñeca apartándome de todos y al haberme apartado lo suficiente, le pusieron play a la música vejestorio y todos de nuevo empezaron a platicar.

Dmitri me llevó alejada a la esquina del salón, yo me quede viendo su vestimenta, tan formal, llevando un traje oscuro y con un peinado impecable, como siempre. Empecé a imaginármelo con el cabello alborotado ¿Cómo se vería? O con algo encima que no sea formal...

—Fuiste tan ignorante en haber venido —dijo él con algo de enfado mirándome con el ceño fruncido y yo fruncí el ceño volviendo a mi mundo, pero del cual parece estar hecho todo un caos.

—¿Disculpa?, si tú has sido quien me has invitado —dije con molestia y Dmitri puso su mano en su frente girándose dándome la espalda— Pareces ser la persona que más no desea verme aquí.

—Eso es porque no esperaba verte aquí, Gemma —dijo él con bastante seriedad volviendo a girarse lanzándome una mirada fría y yo abrí en grande mis ojos, saqué una pequeña risa histérica.

—Déjame ver si entiendo, me invitas a esta fiesta siendo tú el culpable en que quisiera venir —dije poniendo mi índice en su pecho del cual él no mostraba ninguna reacción por eso— Y ahora me estás regañando porque he venido como tu me lo has pedido.

Dmitri soltó un pequeño gruñido rodeando los ojos, se quedó mirándome a los ojos por un pequeño rato sin decirme nada y yo alcé una ceja cruzándome de brazos queriendo una explicación.

—Yo no pensaba que le ibas a pedir la ubicación a Pierre y menos que hubieras logrado escapar de tu piso de Eva. Lo que me causa gracia es que no pudiste lograr que Mia o Reto te acompañarán.

Yo empecé a sentirme muy herida al comprender lo que sucedía.

—Entonces...lo que ellos decían era cierto, Scarlett...te pidió que me invitaras cierto —dije con un tono bajo al que me fuera difícil creerlo y Dmitri con pena desvió su mirada dándome una clara respuesta— Dmitri...no me esperaba eso de ti...

—Gemma...

—Se supone que eres el presidente escolar, tú mismo has dicho que te preocupabas por tus compañeros celestes, ¿Eso fue mentira para que tomaras ese puesto? o soy la excepción al ser mestiza —dije con molestia señalándome a mí misma conteniendo las lágrimas sin querer derramar todo el delineador que tengo en mis ojos.

—No puedo decirte la verdadera razón por la cual te hice esto, pero aún tienes tiempo de irte —dijo él mirando la salida y me miró con una mirada suplicante— Te estoy advirtiendo, debes irte ahora.

Yo me aparté de él sacando un gruñido de enfado.

—¿Se supone que me ejercitas para fortalecerme? O ¿Qué?, le estás haciendo el favor a tu pareja de hacer lo contrario.

—Gemma... —dijo Dmitri desesperado queriendo agarrarse las greñas de su cabello, pero por no querer despeinarse bajo sus manos a tiempo— Yo realmente estoy tratando de fortalecerte, como también a que seas astuta en irte de aquí.

Yo negué la cabeza sacando pequeñas risas sin poder creer lo que me ha dicho.

—Y yo que pensaba que eras el único que no creía que era débil. Pero parece ser que también tendré que mostrarte lo contrario.

Me fui apartando de él empezando a estar en la fiesta ignorando sus llamadas, pero hubo un momento donde él mismo se rindió y me dejó en paz. Me detuve en el centro del salón de eventos, miré a toda la gente de mi alrededor que ellos me voltearon a ver con una pequeña sonrisa esperando que hiciera algo, como si fuera la maldita mascota de esta fiesta.

—Mi angioletta.

Casi di un pequeño grito al sentir que alguien me abraza por detrás levantando mis pies del suelo, empecé a quejarme por la falta de aire por la fuerza de ese gran abrazo, pero Julio fue apartando a toda esa gente llevándome con su grupo de amigos.

Me soltó liberándome, cuando mis pies tocaron el suelo me sujeté el pecho tratando de recuperar aire y equilibrio al mismo tiempo, pero saque una sonrisa para ver a Neith y Dalai, ellos me regalaron una corta sonrisa.

—Pero pensaba que Mia iba ser la dragona de tu torre para impedir que vinieras a esta fiesta —dijo Julio estando preocupado poniendo sus manos en mi hombros y yo le saque una sonrisa de gran burla.

—¿Qué es lo peor que puede suceder?, que me muera de aburrimiento por la música o en si por esta fiesta.

Neith saco pequeñas risas burlándose de mi chiste.

—No se porque tanto escándalo, no estas sola, yo también pienso que esta fiesta es una porquería —dijo ella abrazándome por de un solo hombro juntandome con ella, le dio un gran sorbo a su copa con vino y después sacó un suspiró apartando la copa regalándome una muy amigable sonrisa— Espero que no haya rencores por la traición que les hice en la campaña, chica.

—Para nada Neith, eso ya es pasado.

—¿Cómo has podido escapar del piso de Eva? —preguntó Dalai igual con una pequeña mueca no estando muy convencido que estuviera aquí, no por disgusto sino puedo ver en su mirada que como Julio muestran preocupación.

—Ash, chicos, ni que fueran sus padres —dijo Neith haciéndome el gran favor de estar a mi lado— Pero...yo también tengo la curiosidad, sin que tengas un don, ¿Cómo has podido escapar del guardia de nuestro piso? —preguntó ella muy intrigada.

Saque pequeñas risas al ver que Julio, Dalai y Neith querían conocer ese gran secreto, teniendo sus ojos puestos en mí exigiendo que lo revelara.

—Esta bien, esta bien, se los contare, en realidad recibí mucha ayuda de la doctora Pin...

***

Narrador

Mia junto con Maya iban caminando por el pasillo del piso de las manos santas, Mia tiene una sonrisa serena en su rostro teniendo un recipiente con pasta adentro, se detuvo enfrente de la puerta del cuarto donde se está hospedando Gemma, Maya toco la puerta.

La doctora Pin abrió la puerta, se sobresaltó un poco al ver a Maya y Mia, sonrió de un modo nervioso saliendo del cuarto verificando que por la ranura que había creado al abrir la puerta no se viera la evidencia que Gemma ya no estaba presente en ese cuarto, cerró la puerta pegándose a ella como si fuera el guardia de ese cuarto y Mia frunció el ceño mostrando extrañeza a esa actitud.

—Chicas, ¿Cual es la razón de su visita a estas horas de la noche?, recuerden que después de las 10 no se reciben visitas —dijo la doctora Pin de un modo amable tratando de esconder sus nervios.

—Lo se doctora Pin, pero esperaba que nos hiciera una excepción —dijo Mia alargando su sonrisa de manera de travesura, extendió sus brazos mostrándole el recipiente a la doctora— La bambina no ha cenado, así que le hice lo que le encanta de mi, lasagna y ravioles. Es su plato favorito —La doctora Pin iba por hablar— Ella está un poco enfada conmigo —dijo la amiga borrando un poco su sonrisa bajando la mirada viendo el recipiente y la doctora pego sus labios al ser interrumpida, pero queriendo escucharla— La ragazza quería ir a la absurda fiesta del fin del mes, no se cuantas discusiones tuvimos sobre eso y...ahorita debe estar de muy mal humor al no estar allá. Así que...espero que con esto le alegre la noche —sonrió de una manera dulce hacia la doctora que ella hizo una mueca al sentir incomodidad.

—Mia, pero...si en mi juventud era una tradición que todos los celestes asistan a la fiesta del fin del mes, ¿Qué es lo que les impide ir?, sé que tienen grandes dones para poder escapar de los guardias.

—Quizás usted tuvo suerte que el padre de la puttana de Scarlett no organizará las fiestas del fin del mes, pero a nosotros nos tocó la mala suerte que ella es quien las organiza...

La doctora Pin se sobresaltó poniendo una mano en su pecho abriendo en grande sus ojos mostrando una expresión de espanto.

—¿Scarlett Heaven...organiza las fiestas del fin del mes?

—Si... —dijo Mia entrecerrando los ojos empezando a mostrar sospecha y la doctora Pin casi se quería morder las uñas llevándolas a su boca estando muy nerviosa.

—Yo...no estaba enterada de eso...si solo me lo hubiera dicho... —dijo ella con una voz temblorosa mirando por los lados como si tratará de encontrar una solución.

Mia abrió los ojos mostrando espanto, dejó caer el recipiente al ya haberse dado cuenta y le sujetó de los brazos de una manera delicada verificando en no hacerle daño a la doctora, pero sí para obtener su atención.

—¿Qué fue lo que hicieron?, doctora Pin —dijo Mia estando muy preocupada queriendo informarse primero y la mujer hizo una mueca de gran culpa mirando fijamente a Mia.

***

Gemma

Los chicos y yo nos reíamos cuando termine de contar mi pequeña aventura, Neith mientras que se reía le hacía unas señas a un mesero, él iba con ella ofreciéndonos copas con vino o champagne, ella agarró dos copas y me ofreció una, yo agarre una con una sonrisa agradecida tratando de calmar mis risas.

—Es un buen plan, la voy aplicar —dijo Neith extendiendo su copa y Julio aprovechó en agarrar una copa que el mesero nos ofrecía.

Vi como Dalai también agarró una copa, me lo quedé observando detalladamente y él al darse cuenta alzó una ceja sin saber la razón de que mi mirada esté sobre él.

—Sabes Dalai, espero que esta pregunta no sea molestia para ustedes, pero no me has dicho de que se trata tu don, de hecho...nadie de ustedes —dije mirando a Neith y Julio con gran curiosidad sujetando mi barbilla.

Julio frunció el ceño sacando una pequeña sonrisa incrédula.

—¿Mia no te ha contado? —preguntó él con demasiada extrañeza y yo negué con la cabeza, el saco un suspiro poniendo sus manos en su cadera negando con la cabeza— No es de sorprenderse. Pero me alegra ser yo quien te lo vaya avisar, mi bella gemma —dijo él sonriéndome de un modo coqueto tomándome de la mano dando un pequeño jalón que hizo que me fuera contra él, yo pude sentir mi rostro muy caliente al poner una mano mía en su pecho por instinto sin querer pegarme en su rostro, del cual él alargó su sonrisa mostrando ternura dándose cuenta de eso y yo con mucho más pena empecé a sonreirle nerviosa— Mi don no es tan peculiar como los otros, pero sirve para... —él me quitó la copa con vino, le pidió a Neith y Dalai cuidar nuestras copas que ellos con una sonrisa le hicieron el favor, él me tomó de las caderas y me lanzó por los aires, yo di un pequeño grito al ver que casi iba toparme en el techo, sujete mi falda tratando que estuviera pegada a mis piernas para que no vieran mi parte trasera descubierta por el aire mientras que iba cayendo.

Pero Julio me atrapó como todo superhéroe teniendo una de su mano en mi espalda y la otra detrás de mis rodillas teniendo rendida antes sus brazos, el me guiño el ojo muy coqueto y saque un suspiro de asombro con gran sonrisa.

—Para impresionar a las chicas —dijo él completando su frase y me ayudo a bajarme de sus brazos.

—Tu don...es la superfuerza —dije tan emocionada y Julio sacó muy pequeñas risas asintiendo.

—No te emociones Gemma, este mujeriego hace el mismo truco con todas las mujeres, yo fui una víctima —dijo Neith con gran normalidad al no sentir rencor por ello y de nuevo me regreso mi copa con vino, Dalai y Julio se echaron a reír, las risas de Julio eran como carcajadas sin que sonaran nada mal, mientras que Dalai trataba de tener compostura riendo con elegancia.

—Le hice lo mismo, pero cuando estábamos en el kinder. Hasta me repugne al que haya podido ver sus calzones de flores —dijo Julio entre carcajadas.

—Si recuerdas de que eran mis calzones, debe ser por algo —dijo Neith entre risas y nos hechamos a reír— Pero no te angusties, Gemma —llevando una sonrisa pícara me abrazo del hombro de nuevo pegándome a ella— Te diré cual es mi don cuando quieras que te haga un favorcito con alguna de las chicas que te molestan —alargó su sonrisa de una manera maliciosa— Con el tacto... —me mostró la palma de su mano— Puedo hacer que el miembro de un individuo se paralice y si es que lo deseo todo su cuerpo, es como jugar a las estatuas de marfil, uno, dos y tres así —dijo ella en canto tocando la punta de mi nariz y yo hice una mueca al sentir una pequeña sensación.

—Se siente...como si mi nariz estuviera dormida —dije entrecerrando los ojos sintiendo esa sensación.

—Se te quitara en unos momentos —le dio un sorbo a su copa y yo subí los hombros sin darle mucha importancia, le di un sorbo a mi copa con vino, pero en un instante aparte la copa alzando las cejas con los ojos bien abiertos.

Al sentir este líquido como iba acariciando mi lengua masajeandola con su dulce sabor, quise tener mi momento para apreciarla, este vino...no es dulce...ni...agrió, es como...si tuviera el equilibrio perfecto, puedo saborear el alcohol junto con los otros dulces sabores, me trague el líquido cerrando los ojos, alargando mi sonrisa al sentir la relajante sensación de como iba pasando por mi garganta, se sintió de un modo cálido nada brusco, puse mi mano sobre mi cuello como si de ese modo mantuviera esa sensación teniéndola atrapada en mi mano.

—Este vino está exquisito —dije teniendo la mirada en la copa incrédula a este sabor irreal.

—Gracias, mi familia trata de seguir la tradición de que nuestros viñedos sean los más famosos en todo el mundo —dijo Julio y yo volteé a verlo sorprendida, alargue mi sonrisa mostrando mis dientes.

—¿Es el vino de tu familia?, es extraño...Mia tiene montones en la cocina y nunca he probado este —dije balanceando mi copa viendo con entretenimiento como iba creando pequeñas olas de vino.

—Este es el especial, nuestro vino estrella, como hubiera dicho mi nonno que en paz descanse. El vino que estás tomando tiene nombre de "Trinità", es uno de los más caros del mercado de mi viñedo familiar —dijo Julio alzando su copa con una sonrisa arrogante.

—Con solo decirte que una botella cuesta 1000 euros —dijo Neith sin mostrar mínima sonrisa.

—¿1000 euros? —preguntó infartada viendo la copa de vino— ¿Estoy tomando el mismo vino del dios Dionisio?

—Pero miren nada más, no simplemente es hermosa, sino que sabe de la mitología griega, del cual es parecida a mi cultura —dijo Julio alargando su sonrisa sintiéndose orgulloso de mi y yo sonreí apenada sacando pocas risas nerviosas.

—No...me considero muy experta, fue gracias a la familia de mi madre... —dije con una dulce sonrisa cogiendo el collar con mi mano— Gracias a la empresa Astrea.

—La diosa de las estrellas —dijo Julio y yo le di un asentimiento.

—¿Puedo? —preguntó Neith viendo mi collar fijamente y le di un asentimiento, ella agarró la piedra y puedo ver en sus ojos el reflejo del brillo de este reluciente objeto— Vaya...el primer collar Astrea...¿Cuánto debe de costar? —soltó la piedra quedándose viéndola con gran intriga.

—Le estimo unos treinta millones de dólares —dijo Dalai teniendo sus ojos en la piedra analizando y valorando con la simple vista— Al tener más de cien años y ser de la empresa Astrea le da un gran valor y no decir que la piedra se considera una de las más peculiares entre todas.

—Cosa que venderla nunca ocurrirá —dije bajando la mirada agarrando esa piedra como si fuera mi mismo corazón. Después le sonreí a Dalai— Todos han dicho sus dones menos tú.

—Tengo todos los sentidos más agudos que el promedio, mi olfato, la vista, audición, gusto, incluso puedo presentir peligro antes de que suceda.

—Puede adivinar que has comido en todo el día con solo oler tu aliento —dijo Naith con poca burla recargando su codo en el hombro— Incluso sabe cuando juegas con alguien en las noches —ella me alzó las cejas de manera picarona— Ya sabes a lo que me refiero.

—Neith, no era necesario ese comentario de mi don —dijo Dalai con seriedad mientras que ella reía con poca travesura, yo me cubrí la boca sacando pocas risas estando muy a gusto pasando el tiempo con ellos.

***

Narrador

Scarlett junto con Nicole, Ren y Celia miraban a los lejos como Gemma se estaba divirtiendo con el grupo de Julio, Celia sacó una pequeña sonrisa alegre por ella, pero el gruñido de Nicole hizo borrar completamente esa sonrisa.

—Se supone que el objetivo es que no se deba estar divirtiendo, Scarlett, ya solo dile a Melody que haga su parte para terminar de una vez con esto —dijo Nicole con desesperación y Scarlett le dio un sorbo a su copa de vino teniendo su mirada fija en Gemma.

Apartó la copa de sus labios sacando una elegante sonrisa.

—Deja que se divierta Nicole, después de esta noche no creo que vuelva a sonreír —dijo ella con una sonrisa de gran maldad del cual Celia miró con mucha preocupación a Gemma.

***

Gemma

—De acuerdo chicos, quizás no tenga un don, pero... —dije mostrándoles mi dedo índice con una pequeña sonrisa— Puedo hacer esto.

Les mostré mi pulgar como esta se podía doblar hacia atrás a un ángulo de 90 grados, ellos abrieron la boca con asombro y trataron de hacer lo mismo, pero sus pulgares no podían doblarse tanto como el mío, hasta Julio pareciera que trataba de doblar el pulgar usando su fuerza para lograr lo que yo hago, yo saque risas de maldad en mi interior, pero en eso el celular de Julio empezó a sonar, nos callamos viéndolo y él con el ceño fruncido saco su celular, saco una sonrisa viendo especialmente.

—Parece ser que ya te descubrieron —dijo él mostrándome la pantalla de su celular y me aterró al ver que Mia era quien lo estaba llamando. Neith y Dalai me miraron con lástima al saber lo que me espera de mi gran amiga, Julio sin ningún temor contesto el celular— Sorella —se quedó callado escuchando a Mia— Si, ella se encuentra aquí, esta segura conmigo —me regaló una dulce sonrisa y yo se la devolvía— ¿Qué quieres hablar con ella? —preguntó él en tono alto haciéndome el favor de informarme.

Yo le mostré la palma de mis manos agitándolas y negando con la cabeza diciendo en silencio "No, no, no", Julio me frunció el ceño haciendo una pequeña mueca.

—Ella fue el baño —dijo sacando una sonrisa al ayudarme y yo le mostré los pulgares con una gran sonrisa muy agradecida por su ayuda, pero él rodeo los ojos sacando un suspiro agotador— Yo se que te dije que estaba conmigo, pero hace rato que quiso ir al baño, como iba a saber yo que ibas marcarme —se quedó callado escuchando a su hermana, empezó a fruncir más el ceño mostrando enfado apretando los dientes, hasta Neith y Dalai se miraron entre sí al empezar a sentir algo de tensión aquí— Come pensi che ti darò il nostro prodotto —dijo él empezando hablar en italiano, genial, esto si que se puso serio— È al sicuro con me, non c'è bisogno... —tuvo que guardar silencio al parecer que Mia lo estaba interrumpiendo— Sempre con lo stesso problema, Mia, di ignorante credere di essere stato allevato da mostri.

Julio estresado le colgó a Mia tan enfadado que quebró la pantalla de su celular con su pulgar, yo me paralice un poco por ello alzando las cejas y con solo sentir la mirada de él en mi, sentí que me paraliza completamente, en sus ojos se puede ver que gracias a Mia se había puesto de muy mal humor, yo aun así le regale una sonrisa nerviosa.

—¿Ella...que te dijo?

Julio pasó sus dedos sobre su cabello respirando hondo y soltó aire cerrando sus ojos tratando de calmarse, al abrir los ojos me regaló una corta sonrisa tratando de no ser afectada por su ira.

—No tiene importancia, mi bella gemma.

—¿Cómo es que Mia no asiste a estas fiestas y tu si?, Julio —preguntó estando un poco preocupada por su relación.

—No estás ayudando con esa pregunta, Gemma —dijo Neith en susurro con una sonrisa nerviosa en su rostro tratando de ser discreta ante Julio.

—Está bien, Neith, como te habrás dado cuenta, mi angioletta, Mia y yo tenemos muchas diferencias. Yo realmente me siento orgulloso de ser un Cupido, mientras que ella... —dijo él borrando de nuevo toda sonrisa mostrando una mirada muy fría que hasta hizo que me abrazara a mi misma sintiendo un poco nerviosa— ¿Te ha platicado de nuestro negocio familiar? —preguntó él con un tono muy diferente que parecía que estaba enfrente de otra persona. Yo solo le pude asentir de un modo rápido queriendo que terminará este tema, que hablara de otra cosa.

Pero me asuste un poco al ver como de su bolsillo de su saco sacó pequeñas bolsas de plásticos que cada una contenía diferente droga, podía reconocer cocaína, cristal, marihuana, heroína, etc., él agitó las bolsas para que les prestara mucha atención.

—Puedes verlas como drogas ordinarias, pero estas son especiales, mi bella gemma, como las mujeres Cupido tienen un don con la comida, los hombres Cupido la tenemos en esto, las realizamos nosotros mismos, tenemos recetas secretas para cada tipo, cocaína, anfetamina, heroína, marihuana...todas con una pequeña sustancia especial, quien llegue a probar una de nuestra droga por primera vez, se habrá maldecido a él mismo sin poder dejarla, puedes decir que es lo que hace la adición, pero eso solo nos ayuda un poco en las ventas, lo que realmente ayuda es en la pequeña sustancia que te he comentado —dijo él alargando su sonrisa de manera muy maliciosa, yo me encogí de hombros temiendo un poco a este lado oscuro de Julio— Mia se atrevió a pensar que iba a regalarte un poco, que iba a maldecirte con esto, ¿Puedes creerlo?

Yo empecé a sacar pocas risas nerviosas.

—No, Mia...que vamos hacer con ella, pero volviendo al tema anterior, ¿Algunos de ustedes pudo doblar el pulgar como yo? —dije fingiendo una gran sonrisa mostrando mis dientes dándole la indirecta a Dalai y Neith que me siguieran el juego.

—Cómo ha pensado en algo así —dijo Julio con molestia guardando la droga de nuevo en sus bolsillos de un modo brusco por el enfado— No sería capaz de hacerte un daño así, este producto solo se lo ofrezco a gente ignorante, gente que cree que con la droga puede encontrar la felicidad que busca, que malgasta su dinero tomando el camino fácil siendo un completo idiota en hacerse daño a él mismo. Como Mia te ha podido insultar de ese modo —dijo él tan enfadado que formó sus manos en puño.

—Julio, Mia puede estar muy angustiada por Gemma que no ha pensado en lo que te decía. Olvídalo —dijo Dalai tratando de tranquilizar poniendo su mano en el hombro de su amigo y me sentía muy agradecida con él por eso.

—No, Dalai, ella quejándose de porque mi papá la obliga en ser cocinera, lo más complicado del mundo, mi trabajo es muy sencillo —dijo él de una manera muy sarcástica— Ella cree que tomó este trabajo como un puto juego —aparto la mano de Dalai de su hombro— Siempre es lo mismo con ella, tratándome como un monstruo, cuando lo único que hago es tratar de seguir mi tradición familiar, hacer orgulloso a mi papá, mi mamma, toda mi familia —dijo él con demasiada desesperación haciendo ademanes bruscos casi hablando con los dientes apretados.

—Ya, ya, hombre, nosotros lo sabemos y por eso te mostramos mucho respeto... —dijo Neith yendo con Julio acariciándole de su espalda.

—Saben que... —dije mostrándoles mi índice con una sonrisa muy nerviosa y Julio con su grupo me lanzaron su mirada, Julio respiraba hondo y exhalaba tratando de sacar toda la ira que contenía adentro teniendo el cabello un poco alborotado por la discusión— Por la mentira que dijiste que estaba en el baño...realmente me dieron las ganas de ir al baño, así que...ahorita vengo. Tomate...tu tiempo.

Me di la vuelta escapando de ahí, trataba de buscar los baños, necesito estar en un lugar donde no haya tanta gente, baños, baños, baños...me detuve al encontrar un pasillo donde había dos puertas al fondo, ¡Aja los baños!, con prisa entre al pasillo y entré la puerta del baño de mujeres.

Una vez que entré al lujoso baño, al mirar los asientos de espera, sin pensarlo me senté en un sillón recargando mis codos en mis rodillas y poniendo mis manos en mi rostro, eso que si fue intenso.

Lo peor de todo...es que vender droga no es lo único que hacen, forme mis manos en un solo puño mostrando demasiada preocupación y miedo, una emoción que está fusionada con esas dos emociones, Mia me dijo que venden armas...y se encargan de asesinar a personas, sé que ella se siente horrible viviendo con eso y me doy cuenta que Julio también se da cuenta de eso de su hermana, pero claro que él no lo toma para nada bien.

Ahora entiendo porque Mia no me comenta mucho sobre Julio o las razones por la cual casi no está con él, la manera en que él se ha comportado hace rato...no era para nada de él, o será que realmente esa es su personalidad, pero...no debe ser su culpa, él mismo lo ha dicho "Debo seguir la tradición familiar", quizás...solo se sienta obligado en hacerlo, yo espero...que no sea porque realmente quiere hacerle daño a la gente con esa droga.

—aaahhh.

Yo alcé una ceja al escuchar un gemido agudo de una mujer que se escuchó...excitado.

—Oohh.

Yo me sobresalte un poco al escuchar ahora el gemido de un hombre del cual se escuchaba muy exhausto, pero también muy excitado.

—No...no pares...no...no...

Yo hice una mueca de gran asco al reconocer esa chillona voz, bajé mis manos para voltear lentamente a ver los cubículos de los baños incrédula, me cubrí la boca al ver como una de las puertas temblaba por la pareja que debe estar en acción ahí adentro.

—Ya...ya...voy a llegar.

Uuugh, no, no, no, no quiero estar presente cuando eso suceda, me levanté rápido del asiento saliendo del baño sin querer saber más, ¿Por qué siempre tengo que toparme con Kyle y Melody cuando están mostrándose su gran amor?. Yo me abracé a mi misma sintiendo un gran escalofrío.

—Pobre ilusa, los baños son utilizados como el lugar donde hacías tu antiguo empleo, mestiza —dijo un hombre y yo fruncí el ceño deteniéndome alzando la mirada buscando él que me ha dicho eso.

—¿A qué trabajo te refieres? —pregunté buscándolo, pero el pasillo se encontraba vacío hasta que una persona bloqueó la salida por donde había entrado y yo alcé las cejas asustada al ver al hombre.

El hombre tiene el cabello oscuro alborotado, sus ojos son de un tono azul claro, teniendo encima solamente una camisa blanca de manga larga teniendo los primero botones desabrochados mostrando su pecho desnudo, teniendo una cadena de oro como accesorio y un reloj de una gran marca en su muñeca, sus rasgos físicos...son un poco parecidos al de Leon. Él hombre me sonrió de oreja a oreja, como me gustaría compararlo como el gato loco del país de las maravillas como Leon, pero él...me sonríe igual que un payaso psicópata.

—Con el trabajo que hacías de prostituta antes de llegar de aquí, boba.

Yo saque un gruñido queriendo salir del pasillo pasando al lado de él, pero él puso su brazo pegando su mano en la pared impidiendo salir por ese lado, quise esquivarlo por el otro lado, pero hizo lo mismo con su otro brazo bloqueando completamente la salida al que este pasillo no fuera muy estrecho.

—Para aclararte, yo no fui ninguna prostituta, ahora déjame salir —dije con mucha seriedad mirándole de su rostro y él sacó pequeñas risas sonriéndome con gran burla.

—Pero si no nos hemos presentado adecuadamente, Gunther Hammer —dijo él extendiendo su mano sonriéndome de un modo que ahora me mostraba todos sus dientes, yo miré su mano un poco asustada sin poder evitarlo, lo que temía...es el primo de Leon— Anda, te prometo que no muerdo —dijo él agitando su mano exigiendo la mía.

Yo lo mire con bastante frialdad sin tener mínima interés de hablar con él, pero preparaba mi mano humana para saludarlo como tanto desea para hacerle pagar por el daño que le hizo a Leon, iba tomarla, pero él me sujetó la muñeca con fuerza impidiendo que mi mano humana tocara esa mano extendida y empecé a quejarme un poco al sentir como hacía mucha presión en mi muñeca.

—Vamos a asegurarnos que no toques a nadie con esa repugnante mano en esta noche —dijo él fingiendo una sonrisa amable y se empezó a saborear la boca alzando su mirada al techo concentrándose, miro mi mano humana y la escupió lanzándome de su saliva.

—Pero que mierda —dije con mucha enfado tratando de usar todas mis fuerzas queriendo apartar mi muñeca de su agarre, pero él con gran fuerza bruta llevo mi mano humana haciendo que se pegara en el centro de mi pecho, sentí como su saliva empezó a endurecerse, debe ser un efecto de su don, yo traté de despegar mi mano humana de mi pecho sacando gruñidos de enfado al no poder hacerlo, es como...si estuviera uniera a mi piel, yo mire entre dientes apretados a Hunter que él tiene una gran sonrisa disfrutando esto— Despega mi mano de mi pecho —dije como una exigencia y él empezó a reírse.

—No eres alguien para darme órdenes, sangre sucia. Había esperado mucho para que llegara este momento —dijo él calentándose las manos mostrándose muy alegre— Tener a una mestiza en la academia con quien jugar, todos piensan que eres el juguete de Scarlett, pero les mostraré que están equivocados. Ven —me tomó de mi otra mano y yo trataba de hacerme para atrás tratando de apartarme de él, pero parece ser que ha usado su don en pegar mi mano con la piel de su palma.

Él empezó a jalarme con gran fuerza arrastrándome a donde él deseaba llevarme, yo gemí un poco adolorida sintiendo como me presionaba mi mano con mucha fuerza, el suelo pareciera de hielo para que mis zapatos solo resbalaran, todos voltearon a verme y empezaron a sonreírme causándoles mucha gracia esto, yo mire a Julio a lo lejos que él estaba hablando con sus amigos.

—¡Ju...

Pero Gunther me cubrió la boca con su otra mano libre y yo empecé a gemir muy molesta empezando a patalear. Él siguió arrastrándome llevándome al parecer a una zona especial del salón de eventos, ya que está cubierta de cortinas rojas de terciopelo siendo un lugar privado.

Al pasar esas cortinas, alce las cejas sorprendiéndome al ver que tienen mesas de noche circulares oscuras, donde hay hombres y mujeres sentados sobre cojines en el suelo alrededor de esa mesa estando en círculo, un hombre iba formando filas de cocaína y una mujer con un popote pequeño de oro puso la punta sobre el polvo y respiró hondo a través del objeto aspirando todo ese polvo como si su nariz fuera una aspiradora.

—Hey lagartija, mira qué regalo te he conseguido.

Gunther usando sus manos me obligó a moverme de un modo para quedar enfrente de una mesita de noche, me espanté al ver a Leon que el se quedo paralizado teniendo un pequeño popote de plata donde la punta se encuentra en un orificio de su nariz mientras que el otro extremo del popote se encuentra en la mesita al principio de la fila de polvo. Él se quedó de ojos bien abiertos y con las cejas casi pegadas a la raíz de su cabello, por la sorpresa al verme respiró hondo succionando todo el polvo de la droga sin necesidad de mover el popote.

Leon se limpio la nariz de un modo brusco teniendo una mirada muy fría en mi, debe estar furioso al encontrarme aquí con su primo. Ya debo suponer lo que está pensando en su cabeza como un "Te lo dije estúpida, pero no me hiciste caso a mi advertencia", ese debe ser solo una de sus pensamientos del millón que debe tener en su cabeza.

—Para qué quiero yo aquí a la mestiza, sácala de mi vista —dijo Leon con mucha frialdad haciendo un ademán brusco tratando de sacarme de aquí y su primo saco pequeñas risas sentándose al lado de él obligándome a sentarme junto con mi amigo y pude notar como Leon tiene sus ojos fijos en mi haciendo lo posible para esconder su preocupación.

—Después de que trato de compartirte mi nuevo juguete así es como lo recibes —dijo él presionando más su mano en mi boca y yo cerré los ojos gimiendo con mucho enfado pateando los cojines.

—¿Compartir? —pregunto Leon entre risas histéricas— Vete al carajo, Gunther. Si lo que quieres es encontrar una manera de humillarme utilizando a la mestiza, estás muy equivocado —dijo él con bastante seriedad haciendo movimientos con su popote como manera de mantenerse controlado.

Su primo empezó a reírse a carcajadas.

—No seguirás de llorón por lo que te hice, lagartija, ya ni porque no le avisé a tus padres de la gran humillación que te di.

—Cuando Kyle termine de coger con Melody, avísale que me he regresado al departamento —dijo Leon levantándose, yo sé que él buscara a Dmitri, está tratando de buscar una excusa para salir de aquí para encontrarlo y así ayudarme.

Gunther despegó su mano de mi mano tomándole el brazo bruscamente a Leon obligándolo a sentarse de nuevo, él le mostró los dientes tratando de contener su gran ira.

—No seas marica, saca la droga que le he comprado a Julio de mi bolsillo, harás que la mestiza se drogue —dijo él sonando emocionado y yo mostré espanto mirando a Leon que él alzó un poco las cejas tratando de no mostrar miedo a la idea de su primo.

—Estás estúpido si crees que voy hacer el trabajo que te ha encargado Scarlett, ella ahora te paga a ti, no a mí, pedazo de mierda...

Gemi con susto al ver como Gunther le tomó del cuello a Leon que él lo mira con gran rencor teniendo una mirada furiosa en él.

—Hazme caso si no quieres que pegue la mano de la sangre sucia dentro dentro de tu boca, imbécil, cree en mi palabra que no te entregaré ni una pizca de mi sangre para que puedas librarte de su mano deforme, me vale una mierda si tendrían que amputarle la mano a la mestiza.

Gunther le dio un empujón brusco a Leon soltándolo el cuello, yo empecé a gemir tratando de hablar con Leon usando mis ojos y él volteo a verme estando tan enfadado por lo qué está pasando, trataba de decirle que hiciera lo que él le pedía y él rodeó los ojos obedeciendo a su primo sin otra opción, no te preocupes Leon, creo que tengo un plan.

Leon de mala gana sacó la bolsita de droga del pantalón de su primo, empezó a hacer filas de cocaína especialmente para mi, Gunther entre pocas risas de malicia agarró el pequeño popote poniendo la punta del objeto en un orificio mi nariz y tuvo que despegar su mano que cubría mi boca sujetándome las greñas de mi cabello, empujo mi cabeza para que estuviera cerca de la mesa y puso la otra punta del popote en la mesa donde comenzaba la fila de la droga.

—Velo como un regalo, mestiza, después de esta noche, hasta me lo agradecerás... —dijo él poniendo su rostro al lado del mío para verificar que si fuera a introducirme este polvo en mi cuerpo, pude sentir como me soltó el cabello llevando su mano dándome un largo acarició por mi espalda haciendo un camino para llevarla a su destino que era mi parte trasera, apreté los dientes al sentir como me pellizco un cachete de mi parte trasera— Succiona el polvo —dijo en manera de orden metiendo la punta del popote dentro de mi nariz casi queriendo encajarlo a mi cerebro a través de este orificio.

Yo siguiendo mi plan, cerré los ojos al saber como esto me va a doler, empujé mi cabeza para hacer que la punta del popote hiciera mucha presión dentro de mi nariz de un modo que solté un quejido de dolor al sentir un dolor agudo a causa de la herida que me ocasione se fue derramando sangre cayendo en el polvo.

—Estúpida zorra... —dijo Gunther con mucho enfado apartando su rostro del mío y el popote de mi nariz— Me vas a pagar por esa droga perdida...

Solo espero que vaya a funcionar, al ya no tener el popote dentro de mi nariz, con mi mano la deslizó por la mesa juntando un puño de polvo de cocaína y extendí mi mano soplando con fuerza lanzando el polvo directo a los ojos de Gunther, él sin esperarse eso soltó el popote gruñendo con dolor cubriéndose el rostro con sus dos manos y todos espantados por ese grito voltearon a vernos.

—¡Hija de la más puta! —gritó él con enfado y trato de darme un golpe a ciegas, yo me aparté de él cubriéndome la nariz ya que no me dejaba de sangrar—¡Dónde estás? —preguntó siguiendo dando golpes en el aire.

Yo mire a Leon con una sonrisa del cual él veía a su primo con la misma sonrisa que yo, pareciera que está en sueño para parecer tan alegre.

—¡Pobre de ti estúpida lagartija si la dejas escapar! —gritó su primo entre dientes apretados levantándose apartando sus manos de su rostro tratando de abrir los ojos buscándome.

Leon y yo volteamos a vernos, él me guiño el ojo con una sonrisa pícara, cerró los ojos llevando un puño de polvo a su rostro.

—¡Oh no, a mi también me ha aventado droga en los ojos, no puedo ver! —gritó él fingiendo gran agonía y yo saque pocas risas.

Sin querer estar más con ese hombre empecé a correr escapando de esa zona de drogadictos, pero antes de irme, me detuve al ver una caja de pañuelos, con una sonrisa nerviosa agarre un pañuelo de papel.

—Gracias —dije a la dueña de este paquete que ella se quedó con las cejas bien alzadas sorprendida o asustada por lo que acaba de ocurrir.

Me salí por las cortinas poniendo el pañuelo de papel como tapón en el orificio donde me sangraba la nariz, creo que ha sido suficiente diversión por esta noche, no quiero tener al primo de Leon tratando de asesinarme en esta fiesta, le diré a Mia que me haga el favor de avisarle a Julio que me he ido, pero baje la mirada haciendo una mueca al ver mi mano humana pegada en mi pecho, encontraré una manera de despegar mi mano de mi pecho después.

Yo con prisa me dirigí a la salida.

—Compermiso... —dije con una sonrisa nerviosa tratando de apartar a la gente que está con una mueca de fastidio se hacían un lado dándome el paso— Gracias.

Llegue a la puerta donde había entrado, sonreí al ver que hasta la puerta aún tiene la forma de un portón de una camioneta, agarre la manija queriendo empujar la puerta, pero fruncí el ceño al sentir que estaba atascada, yo un poco preocupada empecé a empujar con mucha fuerza que esta mis zapatos se iban resbalando por el suelo al usar todas mis fuerzas queriendo abrir esta puerta.

Yo me aparté de ella mostrando muchos nervios, ¿Por qué no puedo abrirla?, en eso por la ventana pude ver como Mia, Maya y Reto se asomaron queriendo ver que había en el interior del auto, yo me sobresalte sacando una larga sonrisa.

—¡Mia, Maya, Reto! —grité con alegría pegando mi mano en la ventana regalandoles una gran sonrisa al que hayan venido, pero ellos por el don de Pierre no pueden verme.

Me aparte de la puerta al ver que esta temblaba un poco, note como Mia frunció el ceño, ella le dijo algo a Reto que él pareció que también trato de abrir la puerta, empecé a borrar mi sonrisa mostrando preocupación al ver que la puerta tembló de una manera brusca, pero ellos...no pueden entrar, como yo...no podía salir. Me acerque a la puerta verificando que no tuviera seguro, creyendo que quizás eso puede tener que ver con algo, pero no...no tiene seguro como Pierre me lo ha dicho.

—Te vas, ¿Tan temprano?—Yo volteé a ver a Scarlett que se encontraba junto con Nicole que las dos me regalaron una maliciosa sonrisa. Scarlett fingió preocupación viendo directamente mi nariz— Pero que te ha ocurrido en la nariz, no me digas que... —ella se cubrió la boca alzando las cejas fingiendo impresión— ¿Consumes drogas?

—¿Y qué es lo que pasa para que tengas tu mano en tu pecho?, ha sido tanto lo que has consumido que sientes que te va a dar un infarto —dijo Nicole sonriéndome con gran burla.

Nicole y ella se burlaron de mí sin pena alguna cubriéndose la boca cuidando su postura y elegancia con esas risas en forma de coro.

—Si tu plan era que Gunther me obligara a drogarme, no ha funcionado Scarlett —dije con un tono muy frío teniendo una mirada muy intensa en ella que ella al ver mis ojos hizo una pequeña mueca al creer en mis palabras, Nicole se cruzó de brazos frunciendo el ceño mostrando enfado— ¿Por qué no puedo salir?, se que tienes que ver con esto.

Ella con una pequeña sonrisa de maldad se miró sus uñas con gran arrogancia.

—Gunther ha usado su don para asegurar las puertas, al menos que yo se lo pida podrá abrirlas.

—¿Qué dices...?, ¿Nos has encerrado a todos en este lugar? Y si alguien necesita salirse por urgencia, Scarlett.

—Todos están enterados que no hay salida por el momento, rata —dijo ella alargando su sonrisa con locura— Ellos saben perfectamente cuando se terminara esta fiesta para que puedan salir, han aceptado mantener las puertas aseguradas para que otros invitados no deseados quieran entrar —dijo ella teniendo su mirada especialmente en la ventanilla.

Yo me volteé a ver preocupados a Mia, Maya y Reto que parecían muy molestos sin poder abrir la puerta, ellos se voltearon a un lado a ver a la misma dirección y se tuvieron que ir con prisa pareciendo sigilosos, después de un momento un guardia con una linterna paso verificando que no hubiera nadie. Yo bajé la mirada abrazándome a mí misma con mi brazo mostrando tristeza.

—Que lástima, tus amigos no podrán disfrutar la fiesta como tu la estas disfrutando —dijo Scarlett poniéndose a mi lado y yo volteé a verla con enfado, ella seguía sonriendo disfrutando este juego suyo. Di un paso casi pegando mi frente con la suya de un modo retador.

—No se porque la sonrisa, aún no has ganado nada y ni lo harás, no te daré ni una maldita satisfacción para que me veas sufrir gracias a ti, Scarlett y para tu información, lo único que disfruto de la porquería de tu fiesta, si se podría llamar fiesta, ya que esto parece más bien una purga, es el vino, pero bueno, en algo no podías ser perfecta, cierto —dije regalandole una corta sonrisa de burla y ella me frunció el ceño haciendo una mueca de enfado.

Pero a pesar de mis palabras, trato de mantener el control sacando una sonrisa.

—Pero eso es porque aún no participas lo mejor de la fiesta, en unos quince minutos tendremos nuestro tiempo de karaoke, es muy entretenido.

Yo alce una ceja cruzándome de brazos sin poder evitar mostrar interés.

—Has dicho...¿Karaoke?

Nicole y Scarlett se miraron entre sí con una maliciosa sonrisa, ellas volvieron a verme.

—Si, oh cierto, eres una pobretona que no debes saber lo que es... —dijo Nicole y yo saqué un gruñido enfadada.

—Si se lo que es eso, mi madre y yo siempre cantábamos juntas —dije desviando la mirada con una sonrisa apagada sin poder evitar recordarlo.

Mi madre y yo, el perfecto equipo para cantar en karaoke, no teníamos micrófonos, pero ella compró una DVD de karaoke con canciones de sus obras favoritas; "Love of Greek", "The Vampire of the Mansion", "Cursed", etc; mi madre...yo...baje la mirada sonriendo sin poder evitarlo, ella...siempre que se hacía pasar como la presentadora me presentaba como "La piedra preciosa", fue pecado mío al decirle a Ned que cuando me presentarán en el club nocturno usarán el mismo apodo que me lo decía ella, arruinando ese apodo por completo, pero...recuerdo...que yo a ella la presentaba...como..."Estrella", lo que ella siempre deseó ser...una estrella de Broadway.

Scarlett me chasqueaba los dedos para regresar a la realidad, yo reaccioné mirándola la cual ella parecía muy seria al que no le estaba prestando atención, pero después me fingió una sonrisa amable.

—Ya que lo comentas, deberías participar —dijo Scarlett alargando más su sonrisa y yo empecé a reírme.

—¿Y crees que voy hacer caso a tu consejo?

—Yo solo me preocupo en que disfrutes esta fiesta, ratita, me preocupo por todos... —dijo ella abriendo más sus ojos mostrándome sus dientes— La disfruten.

—Todos...aja, como Mia, Maya y Reto que les has impedido la entrada.

—Es su culpa en que no hubieran querido acompañarte o culpa tuya porque no querer decirles —dijo Nicole poniendo su índice en mi pecho y yo me aparté de ella mostrando enfado a sus palabras.

—Encontraré la manera de salir de aquí Scarlett, no seguiré estando en tu juego.

—¿Dónde está la sangre sucia?

Me sobresalte al escuchar como Gunther preguntaba por mi de una manera muy enfadada, me volteé a ver que hasta tenía a un hombre pegado contra la pared mostrándose muy amenazante ante él, el hombre nervioso volteo a verme y Gunther se volteo encontrándome, él frunció el ceño mostrando tanta ira que lo único muy irritado no eran sus ojos, también su rostro, él soltó al hombre caminando hacia a mi tronando sus dedos de una forma muy amenazadora.

—Mierda —dije en susurro, Scarlett y Nicole se veían tan alegres al ver como Gunther venia hacia a mi, hice un lado a estas arpías empezando a irme con prisa para buscar a Pierre, el ha creado este lugar y debe saber donde hay otra salida.

Esta vez tenía que ser grosera con la gente empujándolas a un lado para que Gunther no me alcanzara, ellas se quejaban de mi por mi grosería.

—Si crees que tienes una mitad potestad, demuéstralo miserable demonio —dijo Gunther muy enfadado sintiendo que está detrás mio.

Yo me voltee para atrás para verlo con enfado que él me seguía sin rendirse queriendo cumplir su venganza por lo que le hice, empecé a tener que tomar la opción de correr para que no me alcanzara y pude escuchar como algunas personas daban pequeños gritos, me volteé de nuevo hacia atrás para ver que él también empezó a correr siguiendo empujando a las personas con gran fuerza empujándolas contra el suelo.

Pero me asusté al sentir que me tope contra alguien, alce la mirada para ver a Julio que me regaló una sonrisa.

—Mi angioletta, me tenias preocupado, no te encontraba.

Mire como Gunther freno mostrando los dientes apretando sus puños al ver a Julio, Neith y Dalai se pusieron también de mi lado.

—¿Tienes algún problema con nuestra amiga?, Gunther —preguntó Neith con una voz muy amenazadora mostrando su palma moviendo sus dedos de una manera rápida dando una amenaza con su gran arma.

Gunther miro a Dalai que él igual lo miraba con amenaza.

—Mi amiga te ha hecho una pregunta, Gunther —dijo Julio con mucha seriedad sujetándome de los hombros como si ahora yo fuera un cachorro y él un león resguardandome.

Gunther soltó un gruñido, pero después sonrió con burla.

—Me lo esperaba de tu hermana Julio, pero debo admitir que me sorprende de ti o será que tu padre ya le ha dado el permiso a Mia para que la mestiza sea su mascota —dijo él con gracia y yo mostré mucho enfado a esas palabras.

—No la adoptamos como nuestra mascota, sino como una Cupido, es como mi sorella, así que serás amable con ella en darle una gota de tu sangre para que pueda despegar su mano de su pecho, Gunther —dijo Julio con mucha seriedad.

Gunther saco pequeñas risas cruzándose de brazos.

—Si no estoy de acuerdo con ello, ¿Qué piensas hacer al respecto?

—Sabes que no es de mi gusto hacer mucho alboroto, pero si es por Gemma, lo haré, dale de tu sangre si no quieres que yo mismo la consiga haciendo que la escupas con un solo golpe, Gunther —dijo Julio con un tono muy frío amenazándolo.

Todos se quedaron en silencio teniendo su mirada en Gunther para ver qué decisión iba a tomar, él sacó un pequeño gruñido y doblo un poco su espalda llevando su mano a su pie derecho, sacó una navaja escondida donde está su tobillo y se pinchó el dedo con el filo, camino hacia a mí poniéndose frente a frente, Neith y Dalai lo rodearon verificando que no me hiciera ningún daño.

Gunther puso su dedo índice sobre mi mano humana esperando que la gota cayera sobre mi pecho, él se me quedó mirando fijamente a los ojos deseando tener el don de su primo queriendo entrar en mi cabeza por esa mirada tan intensa, pude sentir como la gota cayó en mi pecho del cual empezó a resbalarse por donde esta mi mano, por un momento pude sentir cómo podía mover mi mano humana empezando a poder a despegarla, yo con una sonrisa me la despegue completamente de mi pecho.

—Entérate de esto mestiza, no solo tendrás a Scarlett detrás tuyo, yo también estaré pendiente de ti... —dijo él sujetándome la barbilla regalándome una sonrisa de gran burla y yo con molestia le aparté su mano, Julio dio un paso al frente dándole entender que ya se fuera y Gunther empezó a dar paso hacia atrás apartándose de nosotros sin dejar de verme poniendo sus brazos detrás de su espalda— Habrá un momento donde te encontrarás sola y cuando eso suceda...

Él solo empezó a reírse sin sentido dándose la vuelta mostrando la espalda, yo saque un suspiro exhausta quitándome el pañuelo ensangrentado con la sangre seca.

—Pensé que ibas a ir al baño —dijo Julio con seriedad cruzándose de brazos al ver todo el problema encima mío.

—Y lo hice, pero Kyle y Melody estaban teniendo relaciones ahí, me dio asco haciendo que me saliera del baño y ahí estaba Gunther esperándome, me llevó a una zona de drogadictos y me quiso obligar a drogarme con tu droga... —los chicos respiraron hondo mostrando miedo— Tranquilos, no sucedió —dije con una sonrisa para que se calmaran y soltaron un suspiro aliviado— Después trate de salir de aquí, pero la puttana de Scarlett, como diría Mia, le ha pedido a Gunther que las asegurara, vi como Mia, Maya y Reto trataron de entrar Julio y...no pudieron, no puedo salir.

—Si me he enterado porque Mia me ha hablado otra vez diciéndomelo, traté de abrir las puertas usando mi don, pero ese idiota cuando utiliza su don en algo, realmente sí que lo pega, a pesar de usar todas mis fuerzas no puedo despegar las cosas que él pega.

Se me ocurrió una idea.

—¿Si rompemos las ventanas...

—No, Pierre solo puede usar su don en un lugar cerrado, al romper la ventana del portón ocasionarías que dejara de usar su don —dijo Dalai con seriedad.

—Y no querrás sentir como es estar dentro de un auto con más de ochenta personas —dijo Neith con normalidad y puse mi mano en mi pecho sintiéndome aterrada, pero trataba de ignorar eso negando con la cabeza.

—Como quiera iba con Pierre para preguntarle si no tiene una salida secreta, ¿Saben donde está?

—Claro, podemos guiarte, no te vamos a dejar sola, mi bella gemma —dijo Julio con una sonrisa cariñosa y yo le sonreí con mucha dulzura, puede ser un vendedor de droga, pero ha sido un héroe conmigo salvándome de Gunther, además de ser muy amable conmigo y apuesto.

—Gracias chicos, por haberme ayudado con Gunther —dije con una gran sonrisa estando muy agradecida con ellos.

—No tienes que agradecer, chica, pero eso sí, tienes que aprender a defenderte por tu cuenta, se que no tienes un don, pero si tuviste el valor de venir a esta porquería de fiesta, podrás patearle el culo a Gunther algún día —dijo Neith con gran sonrisa y yo alargué mi sonrisa.

—Eso intenté, de verdad, quisiera...hacer las cosas por mi misma, saber defenderme, mostrarle a la gente que no soy débil... —solté un suspiró abrazándome a mí misma— Se supone...que fue el mayor propósito que vine a esta fiesta.

—No hay razón por la cual debes mostrar tristeza, viniste, a pesar que Mia, Reto, Maya, todos tus amigos te advertían que no fueras a esta fiesta porque podrías lastimarte, tu aun así viniste mostrando valentía, no te veo traumada o muy herida a pesar que Gunther trato de hacerte daño —dijo Julio analizando mi cuerpo buscando a ver si no tenia de otra herida— Y si hubieras sido una débil, créeme que el hubiera logrado su objetivo en haberte hecho mucho daño. Como dije, Mia y yo te adoptamos como una sorella nuestra —dijo él sonriéndome con mucho cariño poniendo su mano en mi espalda y yo aguantaba las lágrimas a esas hermosas palabras— Y como eres una Cupido, eres fuerte como uno.

—Siempre...quise saber cómo era tener un hermano mayor —dije con una sonrisa de cariño hacia él y los chicos sacaron pequeñas risas empezando a guiarme hacia Pierre.

—Una cosa si te digo, los hermanos no les coquetean a sus hermanas como Julio te lo ha hecho, si lo hace es porque él le debe gustar el incesto —dijo Neith con gracia y empecé a sacar pequeñas risas.

—Cuando la coqueteo es porque no es mi sorella de sangre, así que no vale el pecado —dijo Julio con gracia y empezamos a reírnos con más fuerza.

Pero me detuve al ver a Pierre hablando con Dmitri, hice una pequeña mueca de enfado, pero queriendo salir de este lugar me acerque a ellos sin dirigirle la mirada a Dmitri, me detuve enfrente de Pierre, los dos se callaron al sentir nuestra presencia, Pierre nos regaló una sonrisa al vernos.

—Julio, Neith, Dalai, Gemma, ¿La están pasando bien?

—¿Es necesario la pregunta? —preguntó Neith con seriedad y Pierre hizo una sonrisa nerviosa.

—Antes de hablar contigo, quisiera que fueras sincero conmigo Pierre, ¿También te has dejado manipular por Scarlett para que la ayudes en hacerme una broma pesada en esta fiesta?, como se lo hizo a Dmitri.

—Gemma... —dijo Dmitri con mucha seriedad.

—No estoy hablando contigo, Dmitri —dije sin querer mirarlo teniendo mi mirada en Pierre— Espero tu respuesta, Pierre.

—Por supuesto que no —dijo Pierre muy ofendido a esa acusación poniendo su mano en su pecho— Yo solo cumplo sus caprichos en crearles estos escenarios para las fiestas del fin del mes, por el dinero más que todo, pero te doy mi palabra que no ha sido para hacerte daño, Gemma.

—Siempre he tenido la curiosidad de saber cuanto te paga por esto —dijo Neith intrigada sujetándose la barbilla.

—5,000 mil euros —dijo Pierre con gran normalidad y yo me sobresalte.

—Es razonable, yo también haría lo mismo sin importar que las personas se estén muriendo de aburrimiento por este escenario —dije dando un asentimiento al comprenderlo— Pero podemos hablar después de esto, no se si estés enterado que Scarlett le dijo Gunther que sellará la salida del portón utilizando su don.

—Si, cuando me he enterado me moleste, fui con ella para quejarme y lo único que me ha dicho es que me iba dar dos mil euros más para que no siguiera quejando. Me dijo que las iba abrir hasta que se terminara la fiesta.

—Pero, ¿No puedes crear otra salida? —pregunté preocupada juntando mis manos con súplica como si le pidiera que me creerá una.

—Por eso te dije que te saliera cuando tuvieras la oportunidad...

—A ver Dmitri —dije con enfado mirándolo y él me miraba con mucha seriedad sin mostrar una expresión— Yo no estoy hablando contigo. Estoy tratando de tener una plática con Pierre, ¿Prefieres que te pida que te retires?

Dmitri solo rodeo los ojos dándole un sorbo a su copa de vino, yo negué con la cabeza al que aveces sea tan grosero.

—En realidad hay cinco salidas, los cuatro portones de la camioneta se encuentran en ambos lados y hasta la cajuela, pero en todas las salidas Gunther las ha sellado usando su don. Lo siento Gemma, pero no hay salida hasta que esta fiesta acabe.

Él zumbido de un micrófono nos interrumpió.

—Celestes, el karaoke ya va empezar —dijo la voz de Melody en forma de canto y yo mire el pequeño escenario donde ella estaba ahí sujetando el micrófono y detrás se encontraba una gran pantalla.

Todos con una sonrisa empezaron a reunirse para quedar enfrente del escenario, yo alce una ceja estando confundida.

—¿Desde cuándo está ese escenario?

—Desde hace unos minutos que lo he creado, ya es la hora del kareoke —dijo Pierre mirando la hora de su reloj en su muñeca— Después será el baile lento y será el fin de nuestro sufrimiento.

—¿Quién va a participar?, ¿Quién será la que va a competir conmigo?, pero qué digo, no hay nadie que le gane a mi canto —dijo Melody con arrogancia señalándose a si misma y yo solté un suspiro exhausta por esta gente— Vamos, vamos, no sean tímidos, no me dejaran cantando sola de nuevo.

—Iré al baño a limpiarme de toda la sangre que tengo encima —dije con seriedad, al ver a Melody en el escenario, espero que no haya nadie más en el baño teniendo relaciones.

—Te acompaño —dijo Neith y yo le sonreí agradecida empezando a dirigirme al baño.

Las dos fuimos al baño, una vez que entramos, Melody al no haber tenido participantes empezó a cantar, pero al estar en un lugar cerrado no podía apreciar muy bien su voz, entró a uno de los cubículos para hacer del baño. Una vez que terminé, salí por la puerta dirigiéndome al lava manos empezando a enjuagar mis manos, Neith aprovechó el momento para darse unos retoques teniendo su mirada en su reflejo.

Yo empecé a mojar papel para limpiar la sangre que está en mi nariz y también mi pecho que se encontraba poca sangre de Gunther, una vez que termine de limpiarme, mire mi reflejo con una pequeña mueca, mire mi peinado que se encontraba como un desastre, yo baje la mirada quitándome la liga del cabello liberando mi gran cabellera.

Saqué mi celular de mi bolso, lo prendí viendo que tengo un cien por ciento de batería, me quede viendo por un pequeño rato.

—¿Pasa algo con tu celular? —preguntó Neith con una ceja alzada al mostrar extrañeza que le tenga mucha atención a este aparato sin hacer nada más que mirarlo.

—No es solo que...estoy pensando...si llamar a mis amigos, pero...temo que están muy molestos conmigo —dije abrazándome a mí misma viendo mi reflejo con tristeza— Ellos me pidieron no venir, tuve tantas discusiones con ellos por esta estúpida fiesta, en este momento los debo tener muy preocupados al que no puedan entrar para asegurarse que me encuentre con bien.

—Entonces háblales.

—Pero ni se que les voy a decir Neith —dije estresada dirigiéndome al sillón sentándome en él y ella me acompañó sentándose en el otro sillón que se encontraba al lado— Se supone que vine a esta fiesta para probar algo, pero no he hecho nada más que evitar ser drogada, ni siquiera suena bien. Mia me dirá "Ves te lo dije, ragazza", Maya solo soltara un gruñido mostrando su enfado y Reto... —dije recargando mis codos en mis rodillas soltando un suspiro con gran tristeza— Solo se me quedara viendo, queriendo que me de cuenta de mis errores con esa mirada juzgadora de él.

—Pero si ellos hubieran estado muy enfadados como piensas tú que lo están, ni les hubiera importado venir hasta aquí, Gemma.

Mire a Neith reflexionando sus palabras, eso me hizo recordar la discusión que tuve con Reto, él me dio entender que cosa que ocurriera si venía a esta fiesta iba dejarmelo a mi suerte sin preocuparse en venir por mí, pero...él vino, como Reto es un hombre muy serio, cuando tuvimos esa discusión pensaba que había hablado con la verdad, pero no...él vino por mi, no se si Mia lo ha convencido, pero no importa, yo sonreí por ese acto de mis amigos, ellos vinieron para ayudarme, sin importar el daño que les pudo haber ocurrido.

Yo apreté los puños empezando a sentir enfado, no...no puedo salir de esta fiesta diciéndoles "No se preocupen, trataron de drogarme, pero lo he impedido, Julio, Dalai y Neith estuvieron a mi lado protegiéndome de Gunther", les dije que vine esta fiesta queriendo divertirme y para obtener su disculpa, para orgulleserlos, para mostrar que no soy débil...es lo que voy a hacer.

Me levanté decidida mirando mi reflejo con gran sonrisa de valor, empecé a hacerme una cebolla de nuevo y al terminar mire a Neith.

—Neith, iré a cantar karaoke, para que le avises a Julio —dije con gran sonrisa y ella se sobresaltó un poco perdiéndose a mis palabras repentinas.

Yo salí del baño decidida, al salir del pasillo, Melody ya había terminado de cantar sin haber podido escucharla, todos le regalaban aplausos por haber hecho el favor de mostrar su talento, yo empecé a caminar pidiendo compermiso a la gente para que me dieran el paso.

—Seguros que no hay algún participante especial que quiera cantar, vamooos, les puede ser de ayuda para que cuando terminen de cantar yo les pueda dar mi opinión, consejos, sobre todo si están hechos para el canto o no —dijo Melody acomodándose el cabello viendo todo el público con bastante arrogancia.

—¡Yo quiero participar! —grité con todas mis fuerzas

Todos voltearon a verme, Melody alargó su sonrisa buscándome ante el público y me salí de toda la multitud poniéndome enfrente de ella.

—Pero qué sorpresa, la gatita quiere practicar sus maullidos —dijo ella con gracia y las que deben ser sus amigas sacaron pocas risas.

Yo con seriedad traté de subirme al escenario sin querer irme por las escaleras, puse mis manos en el suelo de la escena y use mis fuerza para cargar mi cuerpo llevando una pierna hacia el piso, una vez que la recargue la use como apoyo para subir todo mi cuerpo, al ya estar en el escenario me fui levantando acomodándome mi vestido y Melody me miraba con una mueca de disgusto.

—Las escaleras estaban allá —dijo ella señalando donde estaban las escaleras.

Yo agarre el segundo micrófono.

—No quise usarlas, quiero cantar contigo —dije con gran valor sacudiendo mi mano como si fuera usarlas para un boxeo y me rasque la garganta preparando mi voz.

—¿Dices que quieres competir conmigo? —preguntó Melody con gran sonrisa y una mirada tan incrédula.

—Será lo más divertido, te advierto que cante karaoke con mi madre que en paz descanse desde que tenía seis años —dije con una sonrisa retadora tronandome el cuello por si acaso.

Melody empezó a sacar pequeñas risas.

—Como gustes, de hecho, te lo dejare sencillo, te daré el honor que escojas la canción de pareja del cual las dos vamos a cantar. ¿Quieres la de "¿Estrellita dónde estás?"? —preguntó ella con gracia y muchos sacaron algunas risas de su chiste, sobre todo Kyle que quería que su pareja escuchara como se reía a gran voz por ella.

—Te lo agradezco, Melody, pero tenía otra canción en especial —dije con gran sonrisa hacia Melody muy agradecida que ella sacaba pocas risas al que esto le causara gracia— Escojo Angel of the Olympus, de la obra "Love of Greek"

Todos se miraron entre sí con una gran sonrisa de gran burla sin poder creerlo, Melody empezó a sacar risas más fuertes.

—Algo complicado para ti, no crees —dijo ella teniendo una ceja alzada.

—No me importa, uno no necesita saber cantar en el karaoke, cualquiera puede hacerlo. Era la canción favorita de mi madre...

—Si, si, como sea —dijo ella interrumpiendo muy groseramente y yo fruncí el ceño mirándola con enfado— Ya que has escogido una canción de pareja, será sencillo turnarnos, yo empezaré siendo Effie la hermana y tu seras Psique, ¿Si sabes de quién es estoy hablando? —preguntó ella siguiendo teniendo esa sonrisa burlona y yo saqué un gruñido.

—Si he visto la obra, Melody, hasta me sé la canción de memoria, no necesito ver las letras —dije mirando a todo el público sujetando el micrófono con pocos nervios, hacía tiempo que no cantaba, desde que madre se enfermo ya no cantábamos mucho como antes, pero a pesar de, recuerdo...que ella a pesar de su tos cantaba sin dejar que la enfermedad la detuviera y cuando ella se sentía muy mal, ella...me pedía que cantara por ella...trataba de usar mi canto con ella como manera de medicina somnífera para que pudiera dormirse. Algo...que hubiera deseado hacerlo antes que tomara el sueño eterno.

—Uuuy, cuidado, que viene salvaje la gata —dijo Melody mostrándome las palmas y los demás se echaron a reír de sus bromas, yo la volteé a mirar con una mirada tan fría sin causar ninguna gracia sus chistes— Ya que vienes tan preparada, vamos a empezar quieres.

Yo entre el público busque a Dmitri, al encontrarlo lo mire con bastante seriedad, él con su mirada me indicaba que me bajara del escenario que hasta en silencio me decía "Bájate de ahí" sin que los demás lo notaran eso de él, yo traté de buscar a Julio, del cual al verlo él me sonreía mostrando los pulgares que podía hacerlo sin sospechar que algo malo me vaya ocurrir, yo trataba de ver a todos los que tenían mi mirada en mi, mire a Leon que él como Dmitri con la mirada me hacía una indirecta que me bajara del escenario, mire que Kyle se encontraba al lado de él teniendo una sonrisa de gran malicia esperando el gran momento de mi humillación, yo desvíe la mirada viendo que en la primera en la fila sin esperarse esta Scarlett junto con sus amigas con una mirada de gran maldad igual mostrando esa emoción al querer ya esa venganza que tiene pendiente conmigo.

Yo solté un suspiró preparándome, tú puedes Gemma, yo le di un asentimiento a Melody que ya podíamos cantar, ella hizo una seña que ya pusieran la canción.

—Psique, Psique, Psique my dear little sister... —Melody empezó a cantar con una voz dulce y suave como la del personaje, con un tono tan perfecto que no se podía encontrar error alguno.

Pero empecé a sentir una sensación bastante extraña en mi cabeza al escuchar el coro de su voz, es como...si una gran niebla quisiera cubrir por completo mi razón.

"Psique" dijo la voz de Eros, que en la canción es un intruso en la mente de Psique por estar tan obsesionada de él, esto me ayudaba un poco a despejar esa sensación al ya no escuchar la voz de Melody, pero se que al rato vendrá mi gran reto.

Melody de nuevo comenzó a cantar su parte de la canción y empecé a quejarme un poco tratando de resistir esta horrible sensación en mi cabeza, ella caminaba con gracia como si estuviera en realidad en la obra poniéndose detrás mío sujetándome de los hombros mostrando gran alegría, su boca casi pegada en mi oreja verificando que el coro de su hermosa voz entrará a mi cabeza.

Yo empecé a cerrar los ojos con presión sujetándome la cien muy adolorida como si estuviera luchando en no desmayarme, pero ni siquiera siento que tenga la presión baja...

"Dinos tu pesado, revela tus más oscuros secretos, dinos tu pasado, revela tus más oscuros secretos...

Yo empecé a sentir realmente miedo al escuchar esa voz en mi cabeza, lo peor de todo es que es una voz intrusa de Melody diciéndome que hacer, esto es diferente al don de Kyle, pude perderme en la vista de sus ojos, pero con Melody...es diferente, es como si la voz realmente se hubiera metido en mi cabeza tratando de tener el control sobre mi, estoy luchando para no perder ese control.

—Yo...debo... confesarles algo... —dije ante todos y empecé a temblar al sentir ese terror, yo...no pedí decir eso, la voz...está tomando todo el control mi cuerpo, toda mi vista empezó a nublarse, pero teniendo toda la energía de seguir parada, perderé el control para no ser un obstáculo para el don de Melody, será como Kyle, una vez que lo recupere...habré realizado lo que esa voz me ha ordenado hacer sin haberme dado cuenta— Yo...tuve dos empleos, al principio trabajé de mesera en una cafetería donde ahí conocí a Daniel...

Yo a propósito tratando de callarme me mordí el labio inferior con gran fuerza sin importar el dolor, mi vista se iba oscureciendo...

"Dinos tu pesado, revela tus más oscuros secretos, dinos tu pasado, revela tus más oscuros secretos...

Melody empezó a reírse abrazándome por mis espaldas teniendo su mejilla pegada a la mía.

—Pierdes el tiempo intentando contenerte gatita, una vez que has escuchado mi canto usando mi don hipnotizante vas a realizar la orden que te he dado, será mucho más complicado para ti si te resistes, solo dejate que mi don fluya dentro de tu cabeza, déjate caer en la oscuridad de la inconsciencia.

Mi vista se fue nublando de un modo que todo empezó a oscurecerse. Involuntariamente me deje de morder el labio.

—Quién fue mi primer novio, yo tenía solo 18 años cuando lo conocí y él es mayor que yo por cinco años...

Fui perdiendo la audición al ya no escuchar ni siquiera las palabras que estoy diciendo, mi vista se fue oscureciendo de un modo que ya me encontraba perdida en ella, de nuevo...con mi vieja amiga la oscuridad, el lugar donde considero mi segundo hogar, sin personas alrededor que quieran hacerme daño.

Pero...extrañamente...a muy bajo volumen aún podía escuchar el sonido de la canción del cual hacía que viajará a un recuerdo de mi mente.

Mi vista empezó aclararse un poco, enfrente mío iba apareciendo un escenario donde hay unas dos jóvenes actuando con vestuario de no muy buena calidad, la mujer solo tenía puesto de una simple túnica blanca como la otra, alrededor del escenario se encontraba oscuro para que prestemos mucha atención en las dos jóvenes muy iluminadas por la luz que están sobre ellas.

—Escucha Gemma —dijo mi madre en susurro mostrándome su índice queriendo que prestara mucha atención en la canción— Es nuestra canción.

—Si, madre aunque...no quiero sonar mala, pero la mujer...no está cantando tan... —escuche como la mujer se le soltó un gallo mientras que cantaba— Bien —dije con una sonrisa nerviosa.

—Deja que esté disfrutando su sueño, mi piedra preciosa —dijo mi madre teniendo aun así una gran sonrisa disfrutando el concierto teniendo su mirada en la protagonista— ¿Te acuerdas que te he contado que tuve la suerte de interpretar a Psique?

—Si madre —dije alargando mi sonrisa al que me encantará escuchar su historia abrazando su brazo— En tu escuela, hasta un importante señor te dijo que tienes futuro para ser actriz en Broadway.

—Tenía futuro, ya para ellos soy obsoleta —dijo mi madre entre pocas risas y frunci el ceño mostrando enfado.

—Madre, no eres para nada vieja, eres muy joven y hermosa, cantas igual de hermoso como un canario, deberías seguir intentando ir a las audiciones en Broadway para que ganes un papel.

Mi madre me sonrió con dulzura a esas palabras, me abrazó la cabeza dándome un beso en la cabellera, yo alargué mi sonrisa cerrando los ojos mostrando mucha ternura a su cariño y ella recargó su cabeza a la mía queriendo estar lo más pegado posible conmigo y yo le abracé de su brazo con más fuerza al que no quisiera que se apartará de mí.

—¿Recuerdas por qué esta canción es mi favorita?

—Porque te ayudó cuando falleció la abuela.

—En esta canción escuchas a Psique diciendo que su madre le habló de un ángel del Olimpo, que cada vez que canta ella puede sentirlo, Eros locamente enamorado de ella todo el tiempo la acechaba y escuchaba sus cantos admirando su melodía que la comparaba como las mismas sirenas, yo cuando escuchó esta canción lo veo de otra manera, veo a ese ángel del amor como tu abuela, yo digo que cuando ella falleció se convirtió en mi ángel, siempre la puedo sentir a mi lado. Gemma... —dijo ella con una voz tan dulce tomándome la mano con mucho cariño— Se que ella se convirtió en un ángel para cuidarme y me está ayudando a también hacerlo contigo, pero...al cantar esa canción...como Psique...puedo...sentirla más cerca, cada vez que canto...puedo verla...a ella...siempre le gustaba mis cantos.

Me aparté de mi madre mirándola con mucha lástima al ver que empezó a derramar lágrimas por sus ojos, yo la abracé con fuerza tratando de calmarla y ella me abrazó.

—Cuando llegué mi momento...quisiera que cada vez que escuches esta canción, te acuerdes que aunque no esté presente, yo estaré ahí para ti, será un gran honor ser tu ángel guardián...

—Madre...todavía faltan cien años para que eso suceda —dije entre pocas risas.

Mi madre se empezó a reír conmigo, pero en ello empezó cantar en bajo siguiendo la letra de la canción antes que las mujeres terminaran de cantar, yo cerré los ojos tratando de eliminar todo sonido, que la voz de mi madre fuera la única con el permiso de entrar a mi cabeza...

***

Yo di un bocado de aire reaccionando, todo los de la fiesta fruncieron el ceño mostrando extrañeza al que me haya callado, yo sujeté con fuerza el micrófono tratando de recuperar el control de mi cuerpo de nuevo...

"Dinos tu pesado, revela tus más oscuros secretos, dinos tu pasado, revela tus más oscuros secretos...

Esa voz no se rendía en repetirme esa orden, de nuevo sin pedirlo mis labios junto con mi lengua empezaron a moverse.

—Cuando...llegué al departamento de Daniel para tener...la...ce...ce... —me volví a morder el labio tratando de contenerme y Melody soltó un gruñido desesperada.

—Pero si eres más terca que una mula, no me había tocado una persona que se esté resistiendo a mi don tanto tiempo como tu, pero no creas que me quedare sorprendida por eso, se puede arreglar usando un segundo canto. Reproduce de nuevo la canción, la cantare toda si es necesario.

Psique, Psique... —dijo Melody empezando su canto de nuevo.

"Dinos tu pesado, revela tus más oscuros secretos, dinos tu pasado, revela tus más oscuros secretos, dinos tu pasado, revela tus más oscuros secretos, dinos tu pasado, revela tus más oscuros secretos...

Mientras que Melody cantaba esa sensación se hizo mucho más fuerte, mi vista de nuevo se fue nublando oscureciendo...

"...cada vez que escuches esta canción, te acuerdes que aunque no esté presente, yo estaré ahí para ti, será un gran honor ser tu ángel guardián..."

Yo me trataba de concentrar en esas palabras eliminando a esas voces intrusas de mi cabeza, de nuevo fui recuperando la vista viendo al público, escuchaba el fondo de la canción y trataba de hacer vivo el recuerdo cuando mi madre cantaba esa canción, sujeté con tanta fuerza el micrófono empezando a sentir como todo mi cuerpo aumentaba de temperatura por todo el esfuerzo que estaba haciendo tratando de ignorar el canto de Melody, solo...escucha a madre, Gemma...

Escuché un canto tan angélico, no era de Melody, sino de...

Mire por mi otro lado imaginándome a mi madre que ella me regaló una dulce sonrisa teniendo un micrófono en sus manos.

—Es tu turno, mi piedra preciosa —dijo ella haciéndome una seña y yo alargué mi sonrisa.

Volví a mirar el público pudiendo sentir todo el control de mi cuerpo de nuevo.

The angel of olympus ... —dije empezando a cantar con un tono leve cuidando mi entonación y todos alzaron sus cejas sacando un suspiró de impresión y pude ver como Scarlett borró completamente su sonrisa.

—No...no...no... —dijo Melody mirándome con gran terror teniendo los ojos bien abiertos como si estuviera viendo un fantasma— Nadie...ha podido...bloquear...mi don...¡Tienes que decir tus secretos, yo te lo he ordenado usando mi don!

Ella empezó a cantar de nuevo de un modo que se veía histérica y desesperada, pero omitía su voz prefiriendo mil veces la voz de mi madre, ella en mi mente seguía cantando acercándose a mí sujetando ese micrófono con gran firmeza así haciendo lo mismo para tener la misma fuerza de ella, sin poder evitarlo mis ojos se me fueron irritando al extrañar este momento con ella y terminó su parte alzando su brazo señalando con el índice que era mi turno.

Cante la parte más importante de la canción con el tono alto poniendo una mano en mi garganta pudiendo sentir como mis cuerdas vocales vibran de nuevo siendo una guía para mi para cuidar que no hubiera un movimiento en falso que pueda desentonar esta parte.

Mi madre y yo empezamos a cantar juntas al que en esta parte de la canción la pareja canta al mismo tiempo, yo volteé a verla derramando lágrimas por mis mejillas ya que ella tenía toda la razón, al cantar esta canción...podía...sentirla realmente aquí conmigo protegiéndome, pero al llegar al final de la canción ella empezó a desvanecerse dándome una última de dulzura de su rostro.

—...is my guardian angel.

Solté un sollozo sin poder evitarlo dejándome caer de rodillas al sentirme muy exhausta sin apartar mi vista donde hace rato se encontraba ella a mi lado. Todo se había quedado en completo silencio, yo con los ojos llorosos mire al público del cual todos se habían quedado de boca abierta con los ojos bien abiertos sin ni si quiera poder verles los párpados al tenerlos tan abiertos, algunos tenían hasta los ojos llorosos como yo.

—Nadie...ha mostrado sentimiento de tristeza...por mi canto...se supone...que mi don hace...que yo tenga la voz mas hermosa del mundo... —dijo Melody con la voz quebrada y yo volteé a verla, me sorprendí al ver su rostro del cual se veía destrozada, su cabello estaba totalmente alborotado, pero...iba dejando caer lágrimas por sus mejillas sin apartar su vista de mi.

—No...se trata de quien tiene la mejor...voz, Melody —dije aun así sonriéndole con dulzura y ella se quedó paralizada totalmente perdida a esa reacción mía— Se trata...de lo que sientes aquí cada vez que cantas... —dije poniendo mi mano en el pecho donde está mi corazón.

Yo mire a Scarlett con seriedad del cual ella se veía tan furiosa respirando una y otra de una manera más acelerada por la ira que está conteniendo al que su plan no le hubiera funcionado, su mirada estaba fija en mí lanzándome mil cuchillos deseándome completamente la muerte y como una fiera tiene una mueca mostrando un poco sus dientes que hasta tiene pocas arrugas en su nariz a tal expresión.

Yo reuní fuerzas levantándome teniendo una mirada muy fría en ella.

—Sabía que ibas a utilizar a Melody para que usara su don contra mí, queriendo humillarme ante todos diciéndoles mis secretos más personales, pero has cometido lo que debe ser tu primer error, Scarlett, al pensar que podías lograr eso y recuerda esto, que una de tus equivocaciones fue por una mestiza —dije con un tono tan frío mostrándole mi mano humana.

—¡Bravissimo! —grito Julio tan alegre rompiendo el silencio dándome fuertes aplausos.

Neith y Dalai muy alegres por mí empezaron aplaudir, los demás se miraron entre sí y con una corta sonrisa me dieron pequeños aplausos tratando de mostrar elegancia, Scarlett soltó un fuerte gruñido dirigiéndose a la salida, la gente se hacia un lado sin querer ser un obstáculo para ella. Nicole preocupada por su amiga la siguió en el camino, Celia alargó su sonrisa al ver que su hermana se ha ido dejándola sola y volteo a verme dándome unos fuertes aplausos, yo alargué mi sonrisa apenada y mire a Melody que ella se había quedado paralizada sin poder creer lo que ha pasado.

—Hey —dije llamándola y ella volteo a verme sin mostrar alguna expresión— ¿Quieres otra ronda? —pregunte con una sonrisa juguetona, pero ella me desvió la mirada abrazándose a sí misma dirigiéndose a las escaleras retirándose, Kyle estaba ahí esperándola y me lanzó una mirada con gran ira por lo que le hice a su pareja, pero él vio a Melody abrazándola con fuerza diciéndole unas cosas en su oído y ella asentía a las palabras que él le decía.

—¡Otra, otra, otra! —gritaba Julio con sus amigos y yo sonrió con pena, los demás empezaron apoyarlo para que cantara otra canción.

***

Terminando la fiesta, fui regresando a la enfermería donde debería estar, al entrar al cuarto escuche un pequeño grito, Mia vino a abrazarme con fuerza y yo me sorprendí de ese abrazo, ella se apartó de mí teniendo una gran sonrisa orgullosa sujetándome los hombros.

—Lo hemos visto todo, Julio y Neith me mandaron videos, ¡Estuviste increíble, Gemma! —gritó tan alegre dando pequeños saltos de gran emoción.

—Estábamos tan preocupados por ti, Gemma, no me hubiera perdonado que te hubieran hecho daño, pero me alegra que hayas seguido mi consejo, disfrutar la fiesta como realmente eres —dijo la doctora Pin con una sonrisa estando en el cuarto junto con Reto y Maya.

Yo me quedé mirando a Reto que él se me quedó viendo directo a los ojos sin mostrar alguna expresión aún, Mia con una sonrisa picara se hiso un lado para que pudiera verlo en cuerpo completo, yo y Reto empezamos a caminar sin apartar la vista de nuestros ojos quedándonos frente a frente.

—Pensaba que...ibas a dejarme a mi suerte sin querer interponerte a lo que me ocurriera —dije con una corta sonrisa hacia él y él me regaló una corta sonrisa.

—No solo le has mostrado Scarlett que se ha equivocado en creer que podía hacerte daño, me has demostrado que yo también estaba equivocado en creer que ibas a estar indefensa en esa fiesta, yo... —él desvío la mirada apenado con un rostro deprimido— Lo lamento, Gemma.

—Yo...también lo lamento, Gemma —dijo Mia culpable poniéndose al lado mío con las manos juntas en modo de oración suplicando por mi perdón y mire a Maya que ella me hizo señas.

"Lamento...por...habernos...subestimado de ti"

—Chicos... —dije alargando mi sonrisa mostrando gran ternura— No hay porque deban disculparse, yo...debo agradecerles al que...me hubieran dado unos amigos tan grandiosos —dije alargando mi sonrisa mostrándole mis dientes tomándole la mano a Mia y a Reto, pude sentir como Reto se paralizó con tal acto abriendo en grande los ojos y Mia se sobresaltó al ver como mi mano estaba agarrada a la de Reto— Que se preocupan tanto por mi...

—Gemma... —dijo Mia con un tono muy nervioso.

—Escuchen —dije como súplica aun teniendo una gran sonrisa— Cuando vi que vinieron por mí tratando de ayudarme a pesar que me prohibieron ir a esa fiesta, me dieron ese valor para subir a ese escenario, porque...no quería defraudarlos...

—Gemma, es muy grosero de mi parte interrumpirte, pero... —dijo Reto teniendo su mirada en mi mano.

—Sobre todo tu Reto, a pesar que me dijiste que no ibas a tratar de protegerme, lo hiciste —dije apretando su mano con gran fuerza como manera de cariño y él se me quedó viendo con demasiada seriedad— Yo quería derrotar a Scarlett para que a la próxima fiesta del fin del mes pudieran acompañarme. Le dije a Pierre que le diera aviso a Scarlett que si quiere mejorar sus fiestas, como consejo la próxima fiesta sea de disfraces al que esté cerca del día de halloween... —dije con gran emoción.

—Gemma, tu mano humana está tocando la mano de Reto —dijo Mia desesperada interrumpiendo y yo me sobresalte bajando la mirada al ver cómo le tomé la mano a Reto con mi mano humana desnuda, les solté la mano llevando mis manos a mi boca sintiendo gran culpa y Reto levantó su mano viéndola fijamente verificando si no le hice algún daño.

—Reto... —dije bajando mis manos mostrándome muy culpable— No...sabes cuánto lo lamento, se me ha olvidado...por completo que no tenía mis guantes...

—No hay razón porqué alarmarse, recuerden que la mano humana de una mestiza no causa daño, pero por su deformidad puede provocar asco —dijo la doctora Pin con toda normalidad y yo rodeé los ojos, pero por Reto lo mire preocupada, ya que él seguía sin apartar su vista de su mano a la que le he tocado

—¿Te sentirás más cómodo si te traemos desinfectante? —pregunte con prisa queriendo ir por un bote antibacterial.

—No es necesario —dijo Reto bajando su mano regalándome una corta sonrisa y yo me sorprendí un poco a esa respuesta— El asco se me quitara con el tiempo —dijo él con poca gracia y yo puse mis manos en mis caderas con el ceño fruncido, pero con una sonrisa— Estaré ansioso para acompañarte a la próxima fiesta del fin del mes —dijo el alargando un poco su sonrisa y yo alargue la mía dando un aplauso por la emoción.

—Y cuenta también conmigo para estarlo, tengo que estar en persona para ver como cantas y bailas, ragazza —dijo Mia dándome un pequeño empujón juguetón subiendo sus cejas y bajándolas con una sonrisa picara, y yo saque pequeñas risas.

—Chicos, se que es tarde, pero estoy tan emocionada...que no tengo sueño, debo contarles todo lo que me pasó en esa fiesta —dije dando pequeños saltos sin poder evitarlo por la emoción.

—No te preocupes, después de todo, recuerda que es mi pago por el favor que te hice —dijo la doctora Pin con gracia.

—Reto...puedes ayudarme a hacerle señas a Maya mientras que les voy contando —dije mirándolo con poca súplica y él me dio un asentimiento, le hizo unas señas rápidas a Maya.

Ella se acercó más a nosotros para estar en el grupo, yo me senté en la esquina de la cama y di golpecitos al lado mio para que vieran que hay más espacio para más, Mia se sentó al lado mio y Maya se sentó a su lado, Reto se sentó en el sillón de enfrente y la doctora Pin se sentó en el otro sillón quedando igual enfrente mío.

—Todo empezó cuando entré a la camioneta del padre de Pierre, ahí estaba la muy maldita esperándome...


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