38. Confirmo invitación
Estaba de brazos cruzados sentada en la sala de mi viejo departamento desviando la mirada a Leon estando molesta con él, él trataba de animarme mostrándome una galleta de mi madre casi pegandomela en mi rostro.
—Vamos, no desperdicias una de las galletas de tu querida madre, anda, cometela, la galletita quiere que te la comas —dijo él sacudiendo la galleta y fruncí el ceño mostrando mucha molestia— "Fui hecha por la magia y cariño de nuestra diosa las galletas, tu madre, cómeme Gemma, para mí será un gran honor" —dijo él fingiendo una voz chistosa para la galleta.
Yo saque un gruñido levantándome del sillón apartandome de él dirigiéndome a mi cuarto, me deje caer en la cama y me cubría la cabeza con la almohada sin querer verlo o escucharlo.
—Vamos conejita...lo hice por ti...para que pudieras hacer ejercicio, como Mia lo dijo, para que demostraras que esas brujas estaban equivocadas.
—Mia me dijo que lo hiciste por una apuesta —dije con mucha tristeza teniendo mi boca pegada al colchón.
—De acuerdo...lo hice...
—Vete de mi cabeza —dije con mucho enfado pegando con fuerza la almohada en mi cabeza.
—Con el dinero te compré un pequeño regalo de manera disculpa, Gemma en verdad lo hice para que terminaras el ejercicio, no era para burlarme de ti.
—Quizás si me hubieras animado como los otros diciéndome "Vamos Gemma", hubiera terminado el ejercicio, pero no... —después despegue mi boca del colchón quitándome la almohada de mi cabeza viendo a Leon con enfado— Sabes perfectamente que para mi que hablen de mi madre es muy delicado.
—Como tú sabes que no puedo sacar mínima sospecha que tenemos una amistad, Kyle ya estaba sospechando, comprendeme que mis padres no deben enterarse —dijo él haciendo ademanes un poco bruscos desesperado por el tema— Ni el puto de mi primo, porque si llegara a sospechar te hará daño para mi hacerme daño.
Yo desvié la mirada con tristeza sentándome como chinita, Leon se vino a sentar al lado mio como chinito acompañándome, yo aún enfadada desvié mi mirada hacia el lado contrario donde se encontraba.
—Te doy mi palabra que ya no volverá a pasar —dijo él con un tono sincero y con poco cariño en él, volteé a verlo a su rostro que me regaló una corta sonrisa de cariño y yo le sonreí un poco, él puso de nuevo la galleta casi pegándolo en mi cara— "Tienes que disculparlo Gemma, recuerda que su madre la diosa de las galletas, le enseñó a perdonar a los pecadores" —dijo fingiendo la misma voz chistosa y esta vez saque pocas risas apartando la galleta de mi rostro.
—Esta bien...te disculpo —dije con una sonrisa rendida y él alargó su sonrisa— Pero me has dado tu palabra en no volver a sacar esos temas sobre mi madre —dije señalándole con mi índice recordandole la condición.
—Y sabes que soy un hombre de palabra —dijo él alargando su sonrisa mostrándome sus dientes orgulloso.
***
Empecé a despertarme al que Leon me hubiera dado el permiso, mire al conejo blanco recostado sobre mi vientre, yo sonreí con ternura al saber que era Reto que de nuevo me acompañó toda la noche siendo un animal para no sentirme sola.
Él empezó a despertarse volteándome a ver con esos pequeños ojos de roedor, dio un bostezo mostrándome sus pequeños dientes y después dio un salto sobre el suelo, empezó a transformarse en humano caminando hacia su ropa.
—¿Cómo te sientes? —preguntó él queriendo saber empezando el día, agarrando sus shorts y yo alargué mi sonrisa mostrando gran ternura.
—Dormí con mi animal favorito, ¿Eso te da una pequeña pista? —pregunté con poca gracia, pero él volteo a verme terminando de ponerse su playera, borre un poco mi sonrisa al verlo...muy serio de lo normal, ¿Será por el tema de ayer?
—Es la razón por la cual me transformé en ese animal —dijo él al estar vestido volviendo a sentarse en el sillón estando a mi lado recargando sus codos en su rodillas y sus manos la formo en forma de un solo puño mostrando mucha seriedad a este tema, empecé a sentirme nerviosa desviando la mirada sintiendo miedo que el tema de ayer hubiera afectado nuestra amistad.
Yo fingí una sonrisa nerviosa.
—Reto...sobre el tema de ayer en la noche, yo...me sentía mal porque Leon llego hacerme recordar, perdón si...los hice sentir incómodos...
—No te preocupes por ello, Gemma. Me siento halagado en que hayas tenido la confianza en haberme contado ese mal suceso que pasaste —dijo él agarrando mi muñeca como manera de cariño y yo sentí un pequeño escalofrío al sentir su tacto un poco helado— ¿Quieres que hablemos sobre ello?
—No... —dije aun con una sonrisa de ternura por su preocupación para que no pensara que no quiero de su ayuda— Yo...creo que tuve suficiente ayer en la noche, Reto.
—Espero que no tomes a mal el tema que pienso hablar, pero si lo hago es porque me preocupo por ti —dijo él apartando su mano de mi muñeca delicadamente y empecé a mostrar preocupación— Se ha escuchado en toda la academia que piensas asistir a la fiesta del fin del mes.
Yo alcé una ceja cambiando totalmente mi rostro al no poder creer que hemos llegado a este tema.
—¿En serio?, Reto.
Él me mostraba demasiada seriedad teniendo una mirada un poco fría en mí.
—Que Dmitri te haya invitado no significa que vayas a estar segura en esa fiesta, Scarlett puede manipularlo fácilmente. Su plan es que asistas a esa fiesta para que te humille enfrente de todos los celestes para cobrar su venganza. No seas ignorante en asistir a esa fiesta, Gemma.
Yo saque un pequeño gruñido cruzándome de brazos.
—No me gusta sentirme controlada por ustedes, sobre todo con Scarlett, si deseo ir a una fiesta de la academia iré —después mostré una mirada suplicante— Tú puedes acompañarme...
—Nunca he asistido a una de esas fiestas, no es por miedo si es lo que crees, es el simple hecho que asiste gente tan mediocre como Scarlett para creer que en ese evento tienen su momento de libertad, interactuando con sus parejas de una manera repulsiva, embriagándose...
—Es que ese es el punto de las fiestas universitarias, Reto —dije estando totalmente desesperada.
—No quiero que seas de esa gente mediocre para pensar así —dijo él con enfado levantándose de su asiento frunciendo el ceño mostrándome un poco sus colmillos y yo fruncí el ceño mostrando enfado a esas palabras— No quiero que salgas herida con una de las humillaciones que Scarlett quiere hacerte...
—Viví en la pobreza, Reto, no pude terminar la secundaria, por el trabajo no tenía mucho tiempo para divertirme —dije con desesperación para hacerle entender— Cuando mi madre se enfermo las fiestas de cumpleaños, las navidades, ya no eran las mismas, quizás...solo pude asistir una o dos veces a fiestas de mis amigas, no tenía el tiempo para divertirme y ahora que se presenta, no voy desperdiciar esa oportunidad. A mi Scarlett no me da miedo, no por una desgraciada no me voy a divertir, si lo hacía antes era por mi madre, ella no es para nada mi madre para que haga lo mismo, hasta hiciste enfadar a mi misma por llegar a compararla con Scarlett.
Reto se me quedó mirando muy fijamente a mi ojos, yo empecé a retarlo teniendo mi mirada ultra intensa en él, él hizo que sus pupilas se hicieran más delgadas.
—Será decisión tuya aprender por las malas, Gemma, pero te aclaro que yo no pienso ser tu perro guardián para ir contigo a esa fiesta —dijo él con un tono tan frío y yo me sentí herida por esas palabras.
—Bien, puedo ir sola —dije con enfado volteandome mostrándole la espalda— Te agradezco que me hayas acompañado, pero se que tienes otras cosas más importantes que hacer, Reto, así que ya puedes irte —dije con un tono tratando de esconder mi tristeza y él sacó un pequeño gruñido enfadado por mis berrinches.
Solo pude escuchar que se salió del cuarto sin ni siquiera despedirse de mí, yo mostré mucha tristeza abrazándome a mí misma. ¿Estaré tomando esta fiesta muy en serio?, yo...solo quiero divertirme, despejarme poco de todo el trabajo duro que he tenido en este mes, pero...¿Cómo hacerlo si ni siquiera ningún amigo mio quiere acompañarme?, quizás...tengan razón...ir sola...seria muy riesgoso para mi.
Yo apreté los puños negando con la cabeza reaccionando, no...esta vez ya no se trata de diversión, Reto ha comentado que yo vaya a ir a esa fiesta se ha convertido el gran chisme en la academia, aquí puede haber dos cosas, no voy y Scarlett habrá ganado en que todos me vean como una cobarde al temer ir a una fiesta donde este ella, pero si voy...mostraré valentía y no permitiré que Scarlett gane en lo que piensa hacerme, no soy una conejita como diría Leon en acobardarme, les mostraré que puedo ser una serpiente como diría Reto que soy.
Escuché como la doctora Pin entro al cuarto, yo la volteé a verla regalandole una corta sonrisa de buenos días, ella me devolvió la sonrisa, yo noté que tiene una caja de regalo en sus manos, pero ella borró su sonrisa mostrando una expresión de confusión mirando por los lados como si buscara a alguien.
—¿Ya Reto se ha retirado? —preguntó ella confundida al no ver sus cosas y yo hice una pequeña mueca desviando la mirada.
—Si... —dije con una voz apagada queriendo seguir estar acostada sin querer batallar en moverme.
La doctora Pin noto ese comportamiento de tristeza en mi mostrando poca preocupación, pero después fingió una corta sonrisa de gracia.
—Que lástima, no podrá comerse las pieles de tilapia.
Yo sonreí un poco al que eso me causara poca gracia, la doctora Pin se sentó a mi lado y me extendió la caja de regalo, yo alargué mi sonrisa al ver que había una etiqueta que dice "Para: Gemma", me incorporaba para quedar sentada mirando con gran dulzura a la doctora.
—¿Es para mi?
—El cartero escolar vino a la recepción del piso para entregarnos este paquete que es tuyo, parece ser que tienes un admirador secreto —dijo ella alzando las cejas con una sonrisa picara y yo fruncí el ceño mostrando extrañeza— El cartero dijo que es anónimo él quien te lo ha enviado.
Yo con intriga agarre la caja para saber qué era lo que contenía adentro, deshacía el moño y quitaba la tapa dejándola a un lado, me cubrí la boca con asombro para ver la ropa de ballet que hay dentro de esta caja, saque los calentadores que me han encantado cuando fui a la tienda de "Angel ballerina"
—No puede ser... —dije con gran sonrisa en mi rostro al ver que me habían comprado el outfit completo, lo sacaba de la caja y la doctora Pin tiene una sonrisa dulce en mi al mostrar tanta alegría por este bellísimo regalo.
Al haber sacado todo lo que contenía la caja mire que al fondo había una nota, yo un poco perdida al no saber quien fue quien me ha regalado esto, agarre la nota, sonreí con dulzura y poniendo una mano en mi pecho conmovida al saber quien era mi admirador secreto con solo leer estas palabras "Lo siento" al lado de esas palabras pego la imagen de un conejo, Leon.
—¿Un conejo?, este regalo debe ser de Reto —dijo ella alargando su sonrisa mostrando mucha ternura y yo la volteé a verla aun con una sonrisa por el acto que él hizo por mi.
—No, es de...otro amigo. Reto me considera una serpiente —dije empezando a guardar la ropa en la caja, aunque fue demasiado el regalo, ahora me siento mal en que hubiera gastado tanto dinero en este regalo por mi. Pero la doctora Pin por mi comentario frunció el ceño mostrando confusión— Es una larga historia —dije con una sonrisa penosa y tímida.
Ella alargó de nuevo su sonrisa.
—Que amigo tan considerado en haberte enviado este gran regalo, ¿Es otro seguidor tuyo? —preguntó ella alzando las cejas pegándose más a mi como adolescente extrovertida, yo hice una pequeña mueca de espanto al imaginarme a Leon como mi pareja y negué con la cabeza, después saque pequeñas risas.
—No, no, no, es...solo un amigo —dije con orgullo cerrando la caja con la tapa y tratando de hacerle el moño de nuevo.
—¿Theo? —preguntó ella queriendo realmente saber quién ha sido y yo empecé a sacar pequeñas risas.
—Doctora Pin, lo siento, pero es que... —mire por los lados verificando que nadie más estuviera en el cuarto— Es un secreto —dije en susurro volteándola a ver y ella saco pequeñas risas levantándose de la camilla al causarle un poco de gracia esto.
—Respetaré ese secreto tuyo —dijo con mucha amabilidad y yo alargué mi sonrisa mostrando gratitud— Vamos a quitarte esa piel de pescado para que puedas desayunar y darte de alta.
Ella me empujo un poco haciéndome voltear quedando de boca abajo mostrando completamente mi espalda, empecé a sentir como me iba quitando las pieles de pescado y yo me quedaba pensativa si hablar de este tema o no.
—Doctora Pin...¿Puedo hablarle de un tema...pero...me lo puede...guardar como un secreto? —pregunté volteando un poco mi cabeza para verla desde mis espaldas tratando de no mover mi cuerpo, ella volteó a verme sobresaltándose un poco.
—¿Qué es lo que sucede? —preguntó ella con un tono preocupante siguiendo quitando las pieles de pescado.
—Si le digo esto es porque... —dije volviendo a mirar el colchón al tener pena en decirle esto— Es...una...muy buena doctora, pero...yo...quizás...la vea...más que...una doctora...como...una amiga—dije volteando a verla con una sonrisa tímida y ella dejó de quitarme las pieles de pescado poniendo sus manos en su pecho sintiéndose muy conmovida por mis palabras empezando a tener un brillo en sus ojos.
—Gemma...pero...que honor...que me veas como una amistad tuya —dijo con una voz tan cariñosa en ella y yo le sonreí con dulzura.
—Usted...se parece a mi madre sabe...es...muy...amable, risueña...generosa...y yo...bueno... —dije desviando la mirada sintiendo como la tristeza iba invadiendo mi cuerpo— Mi madre ya no está...y quisiera...hablar de esto...con alguien...que se parezca a ella...no quiero decir que la está sustituyendo con mi madre... —dije nerviosa volviendo a ver a la doctora Pin para no asustarla, pero ella se cubrió la boca teniendo sus ojos llorosos.
—Te comprendo, Gemma. No te preocupes, ¿Qué...es lo que quieres hablar conmigo? —dijo ella tratando de no soltar lágrimas y yo le regalaba una gran sonrisa de ternura al ver como ha tomado esto.
—Yo...quería preguntarle si...usted cuando estudiaba en la academia asistió a fiestas secretas.
—¿Te refieres a las fiestas del fin del mes? —preguntó ella alargando su sonrisa y yo le di un asentimiento— Como no asistir, es una tradición aquí en la academia Angelus —ella soltó un suspiró alzando su mirada al techo reviviendo esos recuerdos— Recuerdo que para escapar del piso de Eva, para mis amigas y a mi se nos dificultaba hacerlo porque nuestros dones no ayudaba mucho que digamos —ella empezó a reírse cubriéndose la boca— Teníamos que gatear por todo el pasillo para que los guardias no se dieran cuenta de nuestra presencia.
Yo me sujetó la barbilla pensativa a esa idea, puede funcionar.
—¿Le funcionó?
Ella de nuevo se echó a reír.
—Por supuesto que no, los guardias siempre nos atrapaban.
Yo saque un suspiró exhausta, con el señor guardia que tengo cuidando mi pasillo, me va a suceder lo mismo.
—Ya entiendo lo que ocurre aquí —dijo ella siguiendo quitándome la piel de pescado— Si no me equivoco ustedes van a tener su fiesta del fin del mes este sábado —dijo ella con una voz muy interesada y yo junte mis manos con una sonrisa traviesa al ser descubierta— Será tu primera fiesta en donde debes tratar evitar que los guardias te atrapen —dijo ella sonando que le daba mucha ternura ello.
—Si...aunque...no se como voy a escaparme del piso de Eva, no...tengo ningún don que me fuera de ayuda, por eso le pido de su gran ayuda doctora Pin.
—Tienes suerte, porque te voy a revelar mi secreto —dijo ella dándome pequeñas palmadas en mi espalda que ya ha terminado, me di la vuelta haciendo que mi espalda quedara pegada en el colchón con gran sonrisa entusiasmada al querer saber ese secreto— Como notaba que mis amigas y yo no podíamos escapar del piso de Eva, se me ocurrió un plan. Cada vez que tenía mi entrenamiento potestad, el día en que iba hacer la fiesta, me dejaba que me pusieran inconsciente para que me llevaran a la enfermería, una amiga se ofrecía en acompañarme la noche, cuando era la hora, ella me despertaba, nos cambiábamos al tener nuestro cambio en nuestra mochila y nos salimos del piso de la enfermería sencillamente dirigiéndonos a la fiesta.
Yo me quede de boca abierta asombrada a esa idea, le tomé de las manos a la docta Pin muy agradecida.
—Doctora Pin, es una genio —ella alargó su sonrisa mostrando un poco de pena— ¿Usted...puede ayudarme?
—Será como volver a mis viejos tiempos —dijo ella empezando a sentir emoción sacando una pequeña sonrisa de travesura y yo le sacudí sus manos estando muy emocionada como ella— ¿Mia será tu acompañante esa noche?
Yo borre completamente mi sonrisa, ella al notar eso de mi la borró igual que yo mostrando preocupación, yo desvié la mirada mostrando tristeza.
—Ellos...no se les antoja ir a esa fiesta, pero...Dmitri me estará esperando —dije alargando mi sonrisa de nuevo para que no se preocupara y ella sacó una pequeña sonrisa aliviándose— Doctora Pin, ¿Dónde puedo conseguir ropa que no sea del uniforme para irme a la fiesta como se debe? —pregunté con curiosidad y ella alzó un poco las cejas a esa pregunta, después me hizo una pequeña mueca.
—Una se viene preparada llevando ropa para las fiestas cuando llega aquí en la academia, pero otras... —dijo ella alargando su sonrisa— Les piden algún familiar suyo que les compren la ropa que ellas les gustaría usar en la fiesta, si quieres yo puedo ayudarte en eso.
—Cómo cree doctora Pin —dije muy apenada.
—No tienes que preocuparte Gemma, te conseguiré una ropa que vas a resplandecer el lugar, no te traigas cambio el sábado, yo te la entregaré cuando sea el momento.
—¿Cuánto va a necesitar?, si quiere le puedo depositar.
—No será necesario —dijo ella entre pocas risas y yo fruncí el ceño mostrando enfado.
—Doctora Pin, no permitiré que me pague mi ropa, le voy a depositar cien euros.
—¿Como si no tienes mi número de cuenta? —preguntó ella regalándome una maliciosa sonrisa y yo saque un gruñido rendida, pero después le sonreí y me lance abrazarla estando muy agradecida con ella.
—Muchas gracias, doctora Pin —dije abrazándola con mucha fuerza que ella hasta se quejo un poco, pero a pesar de ello sacó risas de alegría.
—No tienes que agradecerme nada Gemma, pero si haré todo esto es porque me vas platicar como te fue —dijo ella con mucha seriedad y yo me aparté de ella asintiendo.
—Le doy mi palabra que lo haré, solo...le pediré una cosita más —dije mostrando mi dedo índice con mucha pena— No...le vaya a contar nada a Mia o Reto...o sea la persona que me valla a acompañar el sábado a la enfermería, están...un poco enfadados conmigo al que quiera ir sin ellos. Si es que tratan de quedarse conmigo...invente una excusa que usted se tendrá que quedar conmigo en la noche, que no es necesario que ellos se queden conmigo.
—Se me hace tan extraño que no quieran asistir, en mis tiempos todo celeste de carrera veía la forma de asistir a esa fiesta, era como una gran relajación para nosotros, calmar nuestro estrés, tener la libertad de tomar, bailar, cantar, me divertía en esas fiestas.
—Yo voy a tratar de cambiar eso doctora Pin, una vez que les platique a mis amigos mi experiencia en esa fiesta, la próxima fiesta no van a querer faltar —dije con una sonrisa teniendo como objetivo eso.
***
Narrador
Al pasar el día siendo de noche, Leon se encontraba en su cuarto escuchando música de rock a todo volumen estando sentado en su escritorio, tiene los pedazos rotos de su violín sobre la mesa, él agarró un pedazo junto con otro tratándolos de unir, pero hizo una mueca molesta al ver que los pedazos no encajaban y él desesperado aventó los pedazos al suelo.
Leon puso sus manos en su rostro al sentirse frustrado por su violín al que siguiera roto.
—Espero que te pudras en el infierno, Gunther —dijo él bajando sus manos mostrando gran odio hacia su primo.
Tocaron la puerta de su departamento, Leon sin mostrar importancia recogía los pedazos de su violín observándolos detalladamente sin rendirse.
Kyle se encargó de abrir la puerta de su departamento y sacó una sonrisa al ver al cartero.
—¿Mi padre me ha enviado otro paquete? —preguntó él con una sonrisa codiciosa calentándose las manos.
—No, en realidad este paquete es para Leon Hammer —dijo el cartero con una amable sonrisa extendiendo sus brazos y Kyle frunció el ceño mostrando confusión.
—¿Leon?, es muy raro que le lleguen paquetes, ¿Quién se lo envía? —preguntó él con curiosidad.
—Lo lamento, joven Vegas, pero no puedo proporcionar información si no es el propietario del paquete —dijo el cartero con una corta sonrisa nerviosa y Kyle rodeo los ojos cruzándose de brazos, pero después sonrió con poca malicia.
—Yo no lo creo así —dijo el mirando atentamente a los ojos del cartero usando su don en él que él empezó a tener una mirada directa a los ojos de Kyle observando como esos ojos cambiaba de tonos de una manera hipnótica— Usted cree que yo soy Leon Hammer, me entregará la caja, le daré mi firma y así habrá terminado su trabajo.
El cartero con una mirada perdida le dio un asentimiento a Kyle extendiendo su brazo entregando el paquete, él con una sonrisa de travesura cogió el paquete.
—¿Quién me envía este paquete?
—Es...anónimo, alguien dejó la caja en la mensajería teniendo como etiqueta que era para usted, joven Hammer, yo...necesito...su firma, joven Hammer —dijo él cartero con poca orientación extendiendo su tabla y dándole una pluma a Kyle.
—Claro —dijo Kyle con una sonrisa satisfecha falsificando la firma de Leon en la hoja— Buenas noches —dijo él regresandole la tabla junto con la pluma y cerró la puerta.
El cartero reaccionó sujetándose la cabeza confundido, miro por los lados mostrándose un poco perdido, pero aun así sacó una pequeña sonrisa subiendo los hombros sin darle mucha importancia, él haber terminado su trabajo iba saliendo del pasillo.
Kyle puso el paquete en la mesa, se volteó a ver donde estaba el cuarto de Leon verificando que no escuchara o viera lo que esté haciendo, él sacó una pequeña sonrisa satisfecha al que la música a todo volumen del cuarto de Leon fuera su aliado en esos momentos.
Kyle fue a la cocina abriendo un cajón sacando una navaja que utilizan especialmente para abrir paquetes, regreso a la sala abriendo el paquete cortando la cinta que le impedía abrirlo, una vez que abrió la caja, el frunció el ceño al ver lo que contenía adentro.
—¿Qué estás haciendo?
Kyle se sobresaltó dándose la vuelta para ver a Leon que lo miraba con bastante seriedad estando casi detrás de él, su amigo le sonrió de un modo muy nervioso y Leon frunció el ceño mostrando enfado al haber descubierto lo que hizo su amigo gracias a su don, le arrebató de su paquete.
—Pero que mierda Kyle, ¿Por qué andas checando mi correspondencia? —preguntó él con enfado abrazando su paquete y Kyle frunció el ceño mostrando enfado— Hasta utilizaste tu don en el cartero.
—No te alteres, Leon, solamente se me hiso extraño que recibieras un paquete, Gunther te pudo haber mandado una serpiente como una broma pesada, verificaba que no fuera así —dijo Kyle con enfado y Leon entrecerró sus ojos mirando con sospecha a su amigo.
Leon rodeó los ojos, metió su brazo en lo profundo del paquete y alzó las cejas mostrando impresión, sacó la vieja cámara instantánea de la caja con calcamonias y al sacar el objeto una hoja doblada se cayó al suelo. Kyle iba por recogerla.
—¡No la toques! —gritó Leon con muchos nervios y Kyle por el susto se apartó de la hoja mostrando sus palmas, Leon se agacho recogiendo la hoja y su amigo frunció el ceño mostrando enfado.
—Y a mi me dices enfermo, ¿Quién te ha enviado ese paquete? —preguntó él como manera de exigencia.
—No lo sé Kyle, quizás una admiradora secreta, no lo sé —dijo él con poca molestia guardando la cámara de nuevo en la caja y Kyle mira a su amigo con gran sospecha entrecerrando los ojos.
—Es muy extraño que una admiradora secreta te haya regalado una porquería tan vieja como esa.
—Cada quien con sus gustos, Kyle. Ahora si me disculpas, me iré a dormir con mi paquete —dijo él con seriedad dándose la vuelta caminando a su cuarto dejando atrás a su amigo. Kyle nada convencido por lo sucedido se cruzó de brazos mostrando enfado.
Leon entro a su cuarto cerrando la puerta con seguro, fue a su escritorio haciendo un lado los pedazos de su violín, puso el paquete sobre la mesa y se sentó en su silla, de nuevo sacó la cámara instantánea sonriendo con poca dulzura y la dejó con cuidado sobre su escritorio, agarro la nota extendiéndola.
"Se que no es un violín, me hubiera gustado sorprenderte con uno, pero la tienda de música de la academia todos los violines que tenían no parecían ser hechos para ti, te conozco para saber que aunque te hubiera comprado uno de esa tienda, no lo hubieras usado, así que te daré algo que para mi tiene el mismo valor que tu violín, es la cámara instantánea de mi madre, mi padre se la regaló, a ella le encantaba utilizarla, como en un sueño te habrás dado cuenta, yo la verdad no tenía un buen ojo para las fotos, así que la tenía abandonada como un recuerdo. Quiero dártela a ti Leon, porque quizás no conociste a mi madre en la vida real, pero en mis sueños me demuestra que si mi madre te hubiera conocido, es algo que ella le hubiera gustado que tuvieras, para que te sientas parte de nuestra familia :). P.D: Gracias por el regalo, *¡me ha encantado! *. "
Leon alargó su sonrisa mostrando cariño a esa carta, abrió su cajón sacando un encendedor, empezó incendiar la nota borrando toda evidencia, cuando la esquina de la hoja empezó a quemarse con el fuego, el apagó su encendedor levantándose sin temerle al fuego que iba devorando la hoja casi acercándose a la mano del hombre, él llegó al bote de basura dejando que la hoja en llamas cayera en el bote y el fuego una vez que extinguió la hoja, esté también al ya no tener nada a su alrededor para alimentarse.
***
Gemma
Mire con una dulce sonrisa como mi madre le enseñaba a Leon a utilizar su cámara para tomar fotos al central Park, recuerdo cuando a mi me enseño lo mismo, técnicamente es el mismo recuerdo, no más que en vez que me lo este enseñando a mi, se lo está haciendo a Leon.
—Recuerdo que Kay me dijo que habías muchas formas de tomar fotografías, que si de profundidad, regla de tercios, retrato, macro y no se que tantas cosas —dijo mi madre entre pequeñas risas dándole una pequeña palmada al aire y Leon alargaba su sonrisa mostrando mucha gracia por ello— Pero la verdad es que yo no le hacia caso, solo le tomaba fotos a las cosas que se me hicieran hermosas —dijo ella con una sonrisa de travesura.
—¿Cómo yo? —pregunto Leon con arrogancia y mi madre se echó a reír, yo rodeé los ojos negando con la cabeza con una sonrisa.
—Si, como tu —dijo mi madre siguiéndole el juego— Empecemos con nuestro paseo de captura fotográfica. Cualquier cosa que te guste, le tomas fotos, Leoncito.
Leon con una sonrisa emocionada como pequeño niño fue empezando su recorrido, saque un suspiro de alivio, eso le ayudará a calmar su estrés o depresión, mire con una dulce sonrisa al ver como Leon le tomo una foto al cielo estrenando su cámara en mi sueño.
—No creas que por este regalo que me has dado, no me da importancia a que estés bloqueando tu recuerdo de ayer —dijo él volteando a verme apartando su cámara de su rostro sacando el papel impreso de la cámara y empezó agitarla para ver la captura. Yo hice una pequeña mueca al que se diera cuenta— ¿Cómo aprendiste hacer eso? —preguntó él con el ceño fruncido mostrando extrañeza y yo subí los hombros sin ni siquiera saberlo.
—No lo se...quizás sea que tenga el fuerte pensamiento que no entres a ese recuerdo, ya van tantas veces que entras a mi cabeza que quizás... —dije sonriendo con poca malicia—Ya esté aprendiendo unos trucos.
—Gala, su hija está escondiendo algo que no quiere que sepamos —dijo Leon acusándome con mi madre.
—Gemma Adelaida Salem, ¿Qué es lo que estás escondiendo? —preguntó mi madre viniendo conmigo agitando su dedo índice en forma de regaño y yo miré con enfado a Leon que el me saco la lengua con travesura y queriendo seguir tomando fotos empezó a irse a donde estaba el lago.
—Madre, es privado —dije con seriedad cruzándome de brazos— Y no pienso mostrar ese recuerdo.
Mi madre empezó a mostrar mucha tristeza poniendo sus manos en su pecho.
—Que...no soy yo tu madre...para que me lo digas —preguntó ella dándome una mirada llena de dolor del cual pude sentir culpa, pero negué con la cabeza, no, esto es uno de los trucos de Leon, no pienso arruinar mi gran plan.
—Lo siento madre, pero te prometo que después del sábado te contare todo —dije regalándole una dulce sonrisa tomándole de sus manos.
—Así que esto tiene que ver con la dichosa fiesta, déjame adivinar a pesar que Reto te prohibió que fueras, aún quieres ir —dijo Leon con seriedad y pude sentir como un flash me pego a los ojos, yo me quejé un poco masajeandome los párpados y mire con poco enfado a Leon que había aparecido enfrente mío esperando que el papel se imprimiera.
—No me mostraré como una cobarde por Scarlett, pienso ir a esa fiesta de una manera o otra.
—Quizás te sepas la ubicación, pero eres tan torpe para no saber cómo escapar de tu piso, ni siquiera Mia te va a permitir que salgas de tu cuarto —dijo él sonriendo con burla y yo quería sonreír de malicia al que no supiera mi gran plan, pero trataba de no hacerlo para que no se diera cuenta.
—Buscare la manera Leon y todos verán que se equivocaron al querer prohibirme ir a esa fiesta, porque yo me se cuidar sola.
Leon negó con la cabeza viendo la foto que me había sacado.
—Si es que vas a esa fiesta vas a aprender por las malas, conejita. Ya me veo tratando de quitarte tu trauma en tus sueños por la humillación que te va a querer dar Scarlett.
Yo saque una pequeña sonrisa de malicia tratando que no se viera ante él, eso lo veremos.
***
Pasando los días, siendo viernes en la noche, entre a mi clase de ballet con mi nuevo outfit que me regaló Leon, Roos al verme junto sus manos con emoción y yo sonreí con pena, ella vino conmigo tomándome de los brazos teniendo su mirada en bajo viendo los calentadores de estrellas.
—Debo suponer que te has ido de compras en la tienda de Angel ballerina —dijo ella volteando a verme con las cejas alzadas y yo sonreí un poco nerviosa sin querer mentirle, así que preferí seguir callada con una sonrisa fingida— Me encantan tus calentadores —dijo ella dando pequeños saltos de la emoción viéndolos de nuevo.
—Gracias, Roos, usted también viene con outfits muy hermosos de ballet —dije con una dulce sonrisa para que también sea halagada y baje la mirada viendo su falda— Su falda de ballet púrpura con tonos celestes y rosas tipo dye, es mi favorita de todas las demás faldas.
Ella bajó la mirada alargando su sonrisa agarrando los extremos de su falda.
—Lo seeee, también es mi favorita, no le digas a nadie, pero... —ella miró por los lados y se me acerco al oído— Cada vez que esta falda cumple un año, voy con mi costurera personal para que me haga uno nuevo, no te miento, me ha hecho como diez faldas con el tiempo idénticas a ésta —dijo ella agitando un poco su cadera moviendo su falda de un lado a otro y yo sonreí con gran ternura por esta hermosa maestra que tengo de ballet.
—Solo para informarme, ¿Van a tomar esta clase para platicar?, para retirarme y no ser una molestia para ustedes —dijo Scarlett con seriedad y yo borre toda mi sonrisa mirándola con enfado, Roos siendo un ángel como siempre solo respondió sacando pequeñas risas caminando hacia ella.
—Pero qué gran emoción tienes para ensayar tu papel —dijo ella regalandole su larga sonrisa y Scarlett solo le lanzaba una mirada fría— Todos deberían tener la misma emoción que nuestra blanca estrella —dijo ella viéndonos en general y yo fruncí el ceño para encontrarle a esa emoción que ella dice que tiene— Y tienes toda la razón Scarlett —dijo ella mostrando su índice incorporándose tratando de controlar su gran alegría— Basta de perder el tiempo y es tiempo de ensayar, antes de ello quiero informarles unos pequeños datos, que puede ser información esencial para nuestra pequeña Adelaida —dijo ella regalándome una sonrisa con mucha ternura y le regrese la sonrisa muy agradecida.
>Como todos sabemos, cuando vamos a ensayar para una obra, ya no ensayamos aquí, tenemos que ir al escenario de teatro del palacio, hoy sera nuestra ultima clase en este salón, mañana empezaran a llegar al teatro, ese es mi primer informe —dijo ella señalando su índice— El segundo que a todos les debe interesar más es que aun no me proporcionan información de cual serian los costos del vestuario, pero... —alargó su sonrisa mostrando dos dedos ahora— En un momento llegarán las costureras para que les tomen sus medidas y así tener todos los vestuarios antes de la obra—Nosotros nos miramos entre sí con una sonrisa emoción— Y el tercer dato más importante y último es que el señor Skinner vendrá a supervisarnos un mes antes de la obra, debemos hacer mucho esfuerzo mis pequeños, recuerden que el señor Skinner es de una actitud...especial —sonrió de manera nerviosa— Así que debemos de sorprenderlo bailando perfecto —dijo ella alargando su sonrisa dándonos todos los ánimos.
Tocaron la puerta, Roos fue caminando a ella, al abrirla unas mujeres poco mayores nos regalaron una sonrisa amable, la maestra se dio la vuelta alargando su sonrisa.
—Hablando de, ya han llegado nuestras costureras, hagan una fila en orden para que les vayan haciendo sus medidas.
Nosotros empezamos hacer una fila, cinco costureras entraron al salón acomodándose en las bancas preparando sus materiales y donde anotar...
—Empieza la pesadilla, sobre todo para ustedes las mujeres —dijo Dalai con seriedad estando detrás mío y volteé frunciendo el ceño mostrando confusión a sus palabras.
—¿Por?, para mi es todo lo contrario, me emociona saber que ya van a hacer mi vestuario —junte mis manos muy emocionada.
—Si, pero una vez que te midan debes cuidar tu peso para que no engordes, ni enflaques, es como cuando te hacen las medidas para tu vestido de boda —dijo él con seriedad sin mostrar ningún ánimo a esto— Por tres meses.
Yo me sobresalte un poco a esa información, las costureras empezaron a dar aviso que algunos ya podían pasar, yo hice una mueca, por culpa de Dalai se me ha quitado todo ánimo, tener que cuidar mi peso y figura...por tres meses...no pude evitar soltar un pequeño gruñido, volteé a ver a Scarlett, ella con una sonrisa serena en su rostro, claro, para ella muy sencillo, puede manipular su forma y peso, entrecerré los ojos mostrando sospecha sujetándome la barbilla, quizás...se esconde algo de bajo ese disfraz de modelo...
Yo solté un suspiro de cualquier forma no sirve en que piense en esto, debo aceptar que una vez que hagan mis medidas, tendré que cuidar mi peso.
***
Terminando la clase en que me hubieran tomado mis medidas, me salí por la puerta teniendo mis cosas dirigiéndome a mi departamento dando tarareos en forma de canto.
—Gemma.
Yo me detuve callando esos tarareos borrando completamente mi sonrisa al reconocer esa voz, me di la vuelta para ver a Scarlett caminando hacia a mi junto con Nicole y Celia, las dos malditas me regalaban una sonrisa maliciosa mientras que Celia se mostraba nerviosa como siempre.
—¿Qué sucede Scarlett? —pregunté tratando de sonar amable para no ser una mala mujer como ella.
Ella se detuvo estando enfrente mío alargando su sonrisa mirándome fijamente a los ojos, me miró por arriba y por abajo, de nuevo me miró directamente a los ojos.
—Te ha faltado más tiempo para tener la figura necesaria para que te veas presentable en el escenario —dijo ella sonriendo con burla y Nicole se burló junto con ella, yo fruncí el ceño bajando la mirada para ver mi panza plana.
—Pero si estas mal de los ojos para decir que estoy rellena.
—Nunca mencione que eras obesa, no lo eres, pero no tienes la figura que una bailarina de ballet como yo debe tener —dijo ella señalando todo su cuerpo con una sonrisa arrogante— Más bien pareces una muerta de hambre, que comprendo muy bien las razones —dijo ella fingiendo lástima haciendo una pequeña mueca poniendo su mano en su pecho— Tenías que vivir comiendo de las sobras de la basura. Esperemos que no se den cuenta quién es la indigente en la obra.
Yo saque un gruñido desesperada poniendo mis dedos sobre mis párpados empezando a masajearlos.
—¿Es por ello que me has llamado?, para no seguir perdiendo el tiempo contigo —dije con molestia bajando mi mano mirándola con mucha seriedad y ella seguía con esa maldita sonrisa en su rostro.
—No, esa no fue la razón por la cual te he llamado. Quisiera saber si fueras tan amable en informarme si asistirás a la fiesta del fin del mes que yo... —dijo ella mostrándome los dientes a esa sonrisa de toda villana— Organizó —dijo lento y en claro para que pueda entenderla muy bien— Es por organización, tener la cantidad de bebida y alimentos adecuadas, sobre todo por la seguridad, no quisiéramos que hubiera casos de objetos perdidos.
—Ja, ja, ja —dije fingiendo mi risa sin mostrar ninguna sonrisa y me crucé de brazos mirándola fijamente a sus ojos sin mostrar ningún miedo— Para darte el informe que deseas... —dije fingiendo una sonrisa hablando de la manera en como ella lo hace— Si asistiré a la fiesta, Scarlett, no hay ninguna razón... —dije en modo lento y claro como ella me lo hizo hace rato— Para que no pueda ir, ¿Me equivoco?
Ella sacó pequeñas risas al estar divirtiéndose con esto.
—No, no te equivocas —dijo acomodándose su cabello sin necesidad de un espejo— Serás la invitada que con más ansias estaré esperando y siéntete halagada, que es muy raro en mi que suceda.
—Pues te lo agradezco Scarlett, ahora si me permites necesito descansar muy bien para ser la que más dure en esa fiesta —dije alargando mi sonrisa de un modo retador.
—Es una recomendación que pensaba darte, que esta noche descanses muy bien, quien sabe como serán las otras noches después de esa fiesta —dijo con una sonrisa maliciosa.
Yo solo rodee los ojos y sin querer seguir tratando con ella me di la vuelta mostrándole mi espalda caminando hacia el departamento.
***
Siendo el gran día, estaba en la clase de entrenamiento potestad, habíamos hecho una caminata para llegar al lago, el maestro Colt estaba parado enfrente de nosotros teniendo sus brazos detrás de su espalda con una pose de todo general.
—Se pueden presentar ante muchas situaciones, una de ellas es que deben saber a pelear en el agua o si eres un cobarde a usarlo como un escondite dependiendo de cuanto puedes aguantar la respiración, puedes mantenerte hundido o al menos tener la decencia de nadar hacia el otro extremo sin ser visto. ¡Salem!
Yo me sobresalte mirando al maestro Colt que él me regaló una sonrisa de gran malicia, yo hice una sonrisa nerviosa tomándome de las manos empezando a jugar con ellas como modo de mantenerme controlada, él me señaló el lago con sus dos manos invitándome a entrar en el de una forma educada, yo empecé a sacar pequeñas risas nerviosas dando un paso hacia atrás sin poder evitarlo y él empezó a borrar completamente su sonrisa.
—Maestro Colt...vera...yo...nunca pude aprender a nadar.
El maestro Colt se cubrió su rostro sacando un gruñido agotador.
—Maldita sea Salem, ¿Hay algo que sepa hacer? —preguntó el desesperado bajando sus manos de su rostro.
—Hago ballet...
—!Que le sirva para que viva, Salem!, saber nadar es lo más esencial hasta para un humano —dijo él con desesperación señalando el lago y yo hice una mueca empezando a sentir como los nervios se iba transformando en miedo.
—Yo se...pero...
—Bell, ayúdeme con ella, enséñele a nadar como le hacen todos animales.
Reto volteo a verme y yo me paralice a esa mirada, entre risas nerviosas me fui a esconder atrás de Mia que ella me hizo una mueca de lástima.
—Maestro Colt...debe haber una gran diferencia...todos aprenden a nadar desde pequeños y yo bueno...ya no lo soy.
—Por instinto tu cuerpo reaccionará para encontrar una manera en que nades, Gemma —dijo Reto de un modo tranquilo queriendo sujetarme el brazo y yo me aparté de su agarre escapándome ahora escondiéndome detrás de Theo que el se paralizó un poco poniéndose nervioso a la mirada de gran enfado que tiene el maestro hacia él al verlo como un cómplice mío.
—Salem, no sea ridícula, si no se mete al lago, le voy a reprobar este segundo parcial —dijo el maestro Colt señalando bruscamente el lago.
—Es que...¿Qué pasa si me ahogó? —pregunté muy asustada haciéndome de un lado a otro esquivando los agarres de Reto y me aparté de Theo buscando un nuevo escondite.
—Seré yo quien tendré que hacerle RCP—dijo el maestro con normalidad y yo hice una mueca a esa horrible idea.
Reto llegó atraparme abrazando mis rodillas y cargándome casi poniéndome sobre sus hombros, di un pequeño grito asustada tratando de apartarme de él, mire con gran terror el lago, yo se que me objetivo es ir a la enfermería, pero ahogándome no me llevará a ella, además que no quiero experimentar un ahogamiento, ¡Que pasa si me muero?
Reto se iba acercando al lago, yo empecé a temblar, mi respiración se descontroló por el miedo que invade mi cuerpo, una capa fría de sudor se creó encima de mi piel, mire por mis lados y sonreí al ver una rama gruesa de un árbol estando casi a mi altura gracias a Reto, agarre la rama impidiendo que me lleven al lago.
Gracias a eso impedía a Reto que diera un paso más, él me volteo a ver mostrando los colmillos y dando gruñidos.
—Gemma, no seas exagerada, estaré ahí verificando que nada malo te ocurra. Suéltate de la rama —dijo él con mucha seriedad, de un modo que me lo exigía jalandome con pocas fuerzas.
—Están dementes si creen que voy a aprender a nadar en un solo día y además aprender a pelear en el agua, me van ahogar —dije asustada tratando de abrazar con más fuerza la rama.
—No será así, el maestro Colt hará una excepción contigo. Esta clase para ti solo sera para que aprendas a nadar.
—No le diga mentiras, Bell —dijo el maestro Colt con seriedad y yo más asustada abrazaba con más fuerza la rama.
—Gemma, suéltate de la rama, no quiero usar la fuerza brusca contigo —dijo él jalandome con más fuerza y yo negué con la cabeza— Intentaste aprender a escalar un risco, ¿Por qué esto es diferente?
—Por qué una cosa es escalar y otra cosa es nadar, no quiero experimentar la sensación de cómo el agua entra por mis pulmones —dije con molestia mirando a Reto con el ceño fruncido.
—Tienes más riesgos de morir escalando que nadando, Gemma —dijo Reto empezando a sentir que iba jalando con más fuerza y yo abrace la rama gruñendo al utilizar todas mis fuerzas— Ya te mencioné que yo voy a estar contigo, ¿Qué no confías en mí? —preguntó él con mucha seriedad y yo saque un pequeño gruñido.
—Quizás yo pueda confiar en ti, pero tu no confías en mi.
Él rodeo los ojos sacando un pequeño rugido.
—¿Vas a hablar sobre ese insignificante tema en este momento?
—¿Porque crees que soy capaz de saber nadar, pero no capaz de ir a una fiesta solo porque Scarlett va a estar ahí? —pregunté con enfado viendo a Scarlett que ella tiene una gran sonrisa en su rostro disfrutando esto.
—Gemma, no seas ignorante, no tiene nada que ver con esto —dijo Reto entre gruñidos dándome un fuerte jalón y yo di un pequeño grito al sentir como mis brazos se iban zafando de la rama.
—Porque...crees...que soy débil...admítelo...al ser una mestiza...o...humana...me ves débil...
—Ya te he mencionado que no es así, te he comparado con un animal depredador, pero Scarlett es una serpiente añil...esta serpiente...se alimenta de la serpiente que te he comparado...
Todos se miraban entre sí con el ceño fruncido al no entender para nada nuestro tema. Se escuchó un fuerte crujido, Reto y yo alzamos la mirada para ver como la rama que sujetó se partió, al no haber reaccionado a tiempo y seguir sujetando la rama con todas mis fuerzas la lleve contra mí pudiendo sentir todo su peso yendo contra mi frente...
***
—Gemma...Gemma...Gemma...
Yo fui abriendo los ojos para ver el rostro de la doctora Pin, ella me regaló una dulce sonrisa y confundida mire por los lados al ver que me encontraba en la enfermería.
—¿Qué...pasó? —pregunté sujetándome la frente mirando por los lados estando perdida.
—Me informaron que jalaste una rama gruesa hacia tu cabeza, después por el peso te caíste de los hombros de Reto al suelo, por suerte solo ha sido el golpe en la frente, las horas en las que has estado reposando la crema curativa ha hecho mucho efecto —dijo ella poniendo su mano sobre mi frente y yo alargué mi sonrisa al no sentir mucho dolor, pero fruncí el ceño mostrando extrañeza al no ver a ninguno de mis amigos
—¿Y mis amigos?
La doctora Pin sonrió con travesura.
—Si quería cumplirte con el favor que me pediste, tuve que decirles que necesitabas quedarte una noche por observación, yo me iba encargar de ser quien te acompañará en la noche, batallé mucho para convencer a Reto, él me dijo que de algún modo se sentía culpable por lo que te pasó y quería acompañarte toda la noche como lo hace de costumbre cada vez que internamos —dijo ella mostrando una mirada de lástima por él y yo no pude sonreír con ternura, a pesar que hicimos esa pequeña discusión, él se preocupo por mi— Tuve que exigir que se retirara, pero que no se preocupara porque ibas a estar bien.
Yo me iba incorporando soltando un suspiró, estoy en la enfermería como tenía planeado llegar, pero...me siento mal en que mis amigos sientan preocupación por mi, yo no...sé si seguir con esto.
—Son las ocho y media, aun tienes tiempo para alistarte, yo...no sé de tus gustos Gemma... —dijo la doctora Pin con una sonrisa apenada levantándose dirigiéndose al clóset abriendo las puertas y yo me sobresalte un poco al ver como saco un hermoso vestido oscuro.
Me cubrí la boca al ver tal maravilla, es un vestido no muy corto que debe ser arriba de las rodillas, se ve que tiene un listón interno para que pueda mostrar el estrecho de mi cintura, el escote es abierto en forma de "v" y las mangas son alargadas tipo obispo teniendo un hermoso encaje plateado en ellas que eran figuras curveadas parecidas a las flamas.
El vestido no era lo más adecuado para llevarlo a una fiesta nocturna, más bien...parecía ser muy formal, creo que seré la única chica que vaya a ir a esa fiesta tan formal, la doctora Pin debió vivir sus fiestas de ese estilo en esos tiempos en su juventud, pero yo baje mis manos regalandole una gran sonrisa a la doctora, ¡No me importaba, me encanta!
—Doctora Pin... —dije tan alegre recuperando todas mis fuerzas saliendome de la cama dando pequeños brincos yendo a ver el vestido— Es...hermoso... —dije agarrando la tela al sentirse tan cómoda y ella cerró los ojos alargando su sonrisa al sentir mucha ternura a mi reacción— Le...debió costar una fortuna... —dije estando muy preocupada.
—No te preocupes por eso, recibí mucha ayuda de las empleadas de la tienda, también me ayudaron a conseguirte ropa interior, unos tacones plateados que harán una bonita combinación con el vestido y unos mallones oscuros transparentes, me dijeron que también ibas a necesitar este maquillaje —dije ella mostrándome todas las bolsas de compras del clóset que se encontraban en el suelo y yo hice una mueca.
—Doctora Pin...creo que esas empleadas se aprovecharon de usted para que comprara muchas cosas —dije mirándola con culpa, pero ella aun así tiene una sonrisa.
—Eso me di cuenta, pero quiero estar muy segura que disfrutes tu primera fiesta en la academia, yo...se que al ser mestiza debes recibir variedad de insultos —dijo ella borrando su sonrisa y yo desvié la mirada con seriedad— Pero quiero que sepas que tienes una gran belleza, Gemma —me sujetó las mejillas y yo le sonreí con mucho cariño— La mujer o hombre que se atreva a insultarte en esa fiesta, diles que hagan una cita conmigo para checar su vista, porque se que con todo esto tendrás la belleza de una diosa, pero no por eso quiero que te comportes como todos los que estarán esa fiesta, lo que más admiro de ti es que eres diferente, demuéstrales que la belleza de tu exterior no es lo que importa, sino...lo que tienes aquí —dijo poniendo su índice en mi pecho y yo trataba de no ser una exagerada en no llorar enfrente de ella por esas palabras.
Yo solo pude abrazarla muy agradecida, por dios...si...solo mi madre hubiera conocido a esta mujer, hubieran sido perfectas amigas, cada vez que estoy con la doctora Pin...me hace recordarla al ser tan generosa como ella, tan amable como ella, tan risueña...la abrace con mas fuerza pegando mi rostro en su hombro, solo...queriendo tomar este pequeño tiempo para poder imaginar...que la mujer que abrazo es ella...mi madre...solo...por un pequeño rato.
Pude sentir que ella me acariciaba la espalda para mostrarme más cariño, no conozco a su hijo, pero...si lo conociera tuviera tanta envidia. Yo me aparté de ella reuniendo las fuerzas para hacerlo, si no lo hacía ahora, iba a tenerla atrapada en mis brazos, la doctora Pin tiene una sonrisa muy dulce en mi, mire el vestido y alargue mi sonrisa.
Lo siento por Reto, Mia, Maya, Theo, Ruth, los demás que me pidieron que no asista esa fiesta por preocupación por mi, pero no puedo hacer que todo lo que hizo la doctora Pin por mi fuera en vano, ella quiere que disfrute de esa fiesta y lo haré.
—Si me permite doctora Pin, debo alistarme —dije con gran sonrisa y ella me dio un asentimiento.
Empecé caminar dirigiéndome al baño, al entrar al cuarto cerré la puerta con seguro, mire a la regadera Poseidón, respire hondo y solté aire preparándome, deje caer la bata del hospital en suelo desnudándome rápidamente entrando a la bañera futurista.
—Poseidón, no me defraudes esta noche —dije picando los botones sabiendo un poco manejar esta cosa gracias a Mia.
***
Pasando el tiempo iba deslizando mis mallones delicadamente pudiendo sentir como la tela me acariciaba la piel, con mucha delicadeza pase el vestido entrado al hueco dejando que solo se cayera sobre mí, metí mis brazos en las mangas sacando mis manos de los hoyos y sobre todo sacar mi cabeza del escote, me fui acomodando la falda extendiéndola un poco dándole pequeñas palmadas, agarre el maquillaje poniéndolas en el pequeño tocador y me empezaba maquillar teniendo mi mirada fija en el espejo.
Empecé a usar sombras grises de tonos claros y oscuros, me puse un poco de sombra plateada en los párpados, agarre el delineador oscuro haciéndome esta vez una línea no muy gruesa que termine en una fina punta, con un color oscuro me delinee también la parte inferior del parpado, lo difumine un poco para que no se viera tan brusco, me enchine las pestañas, me puse rimel en ellas teniendo bien abiertos los ojos, sonreí satisfecha al ver como me quedaron mis ojos, agarre un poco de rubor para darle color a mis mejillas, un poco de brillo en los pómulos no hará daño y por último agarre el labial de color vino, con mucho cuidado me fui poniéndome en mis labios sin salirme de la línea.
Me chupe los labios lanzándome un beso a mi misma, mire mi cabello poniendo mi dedo en mi mejilla dándole pequeños golpes con el dedo pensando que peinado utilizare, no puedo estar siempre con el cabello suelto, sonreí al ocurrirme una idea, me hice una cebolla imperfecta quedando en el centro de mi cabeza, no arriba ya que no haré un baile de ballet, a propósito quise que hubiera unos pocos mechones largos sueltos de cada lado de mi fleco, me cómodo mi fleco hacia un lado como a mi me gusta llevarlo.
Me aparté del espejo acomodando lo más importante, verificando que mi collar fuera quien va resplandecer esta noche conmigo, me di la vuelta saliendo del baño, la doctora Pin juntó sus manos conmovida, pero al ver mi peinado borro un poco su sonrisa.
—¿Necesitas ayuda en que te haga el peinado?, Gemma.
—No, pero que dices, ya seria mucha formalidad, doctora Pin. Me ha encantado la combinación —dije dándome una vuelta muy alegre viendo como mi falda giraba conmigo dando un movimiento lleno de gracia— Ropa formal, con un peinado informal y el maquillaje trate que saliera equilibrado, estoy totalmente lista para esa fiesta —dije deteniéndome quedando enfrente de la doctora Pin de nuevo poniendo mis manos en mis caderas como la mujer maravilla.
Ella se me quedó viendo con una ceja alzada mostrando mucha intriga, pero aun así me regaló una sonrisa.
—Olvida lo que dije, te ves perfecta —dijo ella con mucho cariño y de nuevo fui a abrazarla.
—Muchas gracias doctora Pin, volveré, pero...no me espere —dije con gracia apartándome de ella y ella alargó su sonrisa— Y mañana temprano recogeré el mugrero que deje en el baño —dije mirando al baño con mucha culpa y ella saco pequeñas risas.
—No te preocupes por ello, anda, ve y que no se te olvide tu celular —dijo ella estando preparada para entregarme una bolsa pequeña que también me compró teniendo ahí mi celular y le di un asentimiento agarrándola— Cualquier cosa que suceda, me hablas a mi o otros de tus amigos.
—Lo haré. Adios.
Le di un beso en su mejilla como forma de despedida, me fui dirigiendo a la salida del cuarto y como toda espía empecé a irme sigilosamente hacia el patio que tiene este piso para salir por ahí.
Haciendo toda una pequeña aventurera, me escondí detrás de un árbol nerviosa al ver que unos guardias iban caminando vigilando los jardines, al ver que estos ya se habían alejado, en puntillas me fui dirigiendo al estacionamiento del edificio Astro para buscar la camioneta del maestro Natt.
Una vez que entre al estacionamiento trataba de mantenerme escondida en cada auto que veía ya que aquí en el estacionamiento había pocos guardias que también vigilaban la zona, carro color vino, carro color vino, me lo repetía para no olvidar esa importante información.
Me fui en carro en carro para ver sus colores y checar sus placas, ninguno era la camioneta que yo buscaba, pero sonreí un poco al ver que me detuve enfrente de una camioneta color vino, cheque las placas, una torre eiffel marcada con un 11—11 al final del código terminado.
Mostré tan extrañeza a que este sea el lugar donde es la fiesta, pegue mis manos en el vidrio convirtiéndolos en unos binoculares para poder ver el interior del auto, todo...se ve oscuro, vacío...con asientos...como todo debe tener un auto adentro, pero yo confiaré en las palabras de Pierre, después de todo, los potestades para mi son como magos.
Asustada me hinque lo más que podía pegándome en la puerta del auto al escuchar que un guardia iba acercándose, es ahora o nunca Gemma, agarre la manija de una de las puertas, sin tratar de hacer mucho ruido la fui jalando, por favor que no suene el alarma, pude abrir la puerta a que no tuviera seguro como me lo dijo Pierre, alargue mi sonrisa.
—Identifíquese —dijo el guardia con un tono muy serio y yo muy asustada, sin más rodeos entre al auto jalando la puerta para cerrarla.
Me di la vuelta levantándome, pero me sobresalte al ver que ya no me encontraba en el interior de un auto, yo alargué mi sonrisa sintiendo gran asombro al estar experimentando el don de Pierre, es como...si me hubiera teletransportado a otro lugar y si que debe estar muy escondido para no escuchar nada o verlo en el exterior del auto, ahora estaba en un salón de eventos que parecía ser de un gran palacio, el piso es de madera fina de tonos fuertes y poco claros, teniendo candelabros de oro con velas, pero en ello yo fruncí el ceño estando completamente perdida.
Espera un momento... los celestes aquí están platicando entre sí de una manera muy educada sin mostrar mínimo movimiento brusco, vestidos muy formalmente, las mujeres se encontraban maquilladas con peinados elegantes, su maquillaje parecía haber sido realizado por una profesional, sus vestidos...eran cortos, pero obviamente presumiendo su gran calidad, los accesorios eran de oro, algunas tenían diamantes encima y los hombres...algunos hasta parecen tener todo el traje encima.
Yo me rasque la cabeza estando completamente confundida escuchando la música clásica, miraba por los lados para ver que hasta meseros ofrecían copas con vino o champagne, pude ver a lo lejos la mesa con bocadillos...pero...¿Qué era esto?, esto...no es una fiesta...de la universidad, esto parece una fiesta de la realeza del siglo pasado.
—Gemma.
Todos detuvieron su plática guardando completamente silencio volteando a verme, hasta habían pausado la música para que todos se enteraran de mi llegada, Scarlett junto con todo su grupo de amigas incluyendo a Melody vinieron hacia a mi con una gran sonrisa fingida.
Scarlett teniendo un vestido oscuro de encaje floral, siendo de mangas largas pegadas a su piel que en esa zona los hilos parecen ser hechos de oro puro al ser tan brillantes como uno, la falda es abierta larga sin tener una cubierta en la frente, solo para atrás teniendo una pequeña cola que le llegaba por sus tobillos, además de ese vestido tiene un segundo vestido oscuro debajo de ese siendo el que le cubre su cuerpo siento corto y de tirantes.
Tiene unos tacones oscuros que parecen ser romanos al que casi le lleguen a sus rodillas, lleva su cabello suelto, pero implacable teniendo una tiara de oro en su cabeza con cadenas insertadas para decorar su cabellera, su maquillaje es demasiado profesional siendo completamente la modelo que sale en sus revistas. Ella me alargó su sonrisa de esos labios pintados de rojo sangre.
—Agradezco que hayas llegado puntual a la fiesta —dijo ella mirando de por abajo y por arriba sonriendo de una manera muy burlona.
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