37. Confesiones


Leon y yo estábamos en la cafetería donde trabajaba, mi yo mesera nos traía nuestros pedidos, yo al estar acostumbrada a las locuras que hace él en mis sueños ya no me da mucha importancia que hubiera otra yo siendo nuestra mesera, le empecé a dar un sorbo a mi frappe de chocolate y él le dio un sorbo a su café expresso.

Leon sacó un suspiro mirándome con la ceja alzada con una mueca al parecer no estar convencido con algo, yo fruncí el ceño mostrando extrañeza a esa mirada, yo mire por los lados para ver si encontraba la razón por la cual me ve de esa forma, pero no las encontraba, volví a verlo confundida.

—¿Por qué me miras así?

—Estoy tratando de buscar la manera en que no seas estúpida, pero para serte sincero, no la encuentro —dijo él con normalidad y yo fruncí el ceño mostrando enfado por sus insultos.

—Que gran comienzo de mi sueño, Leon —dije con sarcasmo agarrando los cubiertos empezando agarrar un pedazo de mi tarta de manzana.

Él sacó pequeñas risas agarrando una galleta de su plato mirándome con las cejas alzadas y una sonrisa muy burlona.

—Hasta me causa gracia, a pesar de todas las cosas que te ha hecho Scarlett, piensas ir a una de sus fiestas.

Yo rodeé los ojos sacando un pequeño gruñido desesperada.

—Para empezar es una fiesta que se organiza para todos los celestes de carrera, tengo el derecho de ir, Dmitri me ha invitado, lo conozco para saber que no seguiría los juegos de Scarlett para haberme invitado sabiendo que me pueden jugar una broma pesada.

Leon sacó un suspiró alzando su mirada al techo extendió los brazos.

—Ayudala señor que es tu seguidora.

Yo empecé a reírme a que me hubiera causado mucha gracia.

—Vamos, te conozco para saber que vas a estar ahí.

—Exactamente, otra razón por la cual no debes ir —dijo él bajando la mirada agarrando el tenedor señalándome con esta— Recuerda que no puedo comportarme como tu amigo en la realidad, esperaran que te moleste, además que... —dijo él desviando la mirada mostrando un rostro muy serio sin mostrar mínima sonrisa— Mi primo estará presente, si para mi fuiste una presa fácil el primer día, para él le serás un insecto que pisotear. Así que olvídate de esa fiesta, Gemma —dijo él con un tono bastante frío y yo me crucé de brazos mostrando enfado.

—Tu y Mia son para cual para creer que pueden tomar mis propias decisiones, no por Scarlett o por el idiota de tu primo, rechazaré la invitación de Dmitri, me se cuidar sola.

Leon casi se atragantaba con su bebida escupiendola, empezó a reírse a carcajadas sujetándose el estomago, yo tengo mi mirada en él con demasiada intensidad sin mostrar mínima gracia a mis palabras.

—Quizás deba recordarte lo que mi campaña les hizo a la de Scarlett, nos pudimos proteger.

Leon trataba de tranquilizarse mirándome con un gran rostro de incredulidad.

—¿Comparas una campaña que era un grupo de 20 personas?, las fiestas que organiza Scarlett son como 80 los que asisten, aunque tengas a Reto a tu lado no podrá protegerte de la tanta gente que se va a querer burlar de ti, aunque vayas con todo tu circo no podrán contra tanta gente, Scarlett no es estúpida, no volverá a cometer el mismo error, ¿Acaso eres egoísta para que tus amigos salgan lastimados por culpa tuya?

—Dmitri como el presidente de la academia tiene el deber de asegurarse que ningún daño nos pase, quizás ese sea otro gran cambio que piensa hacer —dije alargando mi sonrisa— Que todos asistan a la fiesta secreta sin preocupaciones, porque todos tenemos el derecho de asistir, a pesar que sea organizada por esa desgraciada.

Leon soltó un gruñido desesperado cubriéndose el rostro con sus manos, las bajo agarrando su taza de café.

—Que Reto sea quien te haga entrar en razón, yo ya me cansé —dijo él con seriedad subiendo los pies en la mesa y yo con una pequeña mueca de disgusto moví mi plato alejandolos de los zapatos de Leon.

—¿Cómo es que no muestras modales como la mayoría de los hombres de esta academia? —pregunté con una corta sonrisa de burla mirándolo y él me regaló una pícara sonrisa.

—Noto que estás impaciente por jugar a nuestro juego para ya haber empezado. Si esa es la pregunta que vas utilizar en este sueño, está bien —dijo él levantando los hombros sin mucha importancia y yo me espanté.

—¿Qué?, no, no, esa no es la pregunta...

—Si soy así es porque es lo que le agrega el encanto a mi personalidad, conejita, las mujeres tienen demencia por mi por eso. Eso debe responder tu pregunta de porqué sientes un fuerte sentimiento en tu corazón cada vez que estoy contigo —dijo él regalándome una sonrisa coqueta acomodándose de su cabello con gran arrogancia.

—Esa no era mi pregunta para el juego —dije con molestia cruzándome de brazos como pequeña enfadada al que Leon hubiera hecho trampa— Y esa respuesta claramente no puede contar porque es una gran mentira —dije sonriendo con burla.

—Como sea conejita, es mi turno —dijo él calentándose las manos— Quizás pueda casi ver toda tu vida con tus recuerdos, pero hay algunos en las que se me dificulta ver, pero aquí viene la gran pregunta, ¿Quién fue la persona quien te quito tu virginidad? —dijo él alargando su sonrisa y yo hice una mueca al que se haya pasado con la pregunta.

—Otra, esa es muy personal —dije con seriedad agarrando otro pedazo de mi tarta metiendolo en mi boca empezando a masticar.

—No lo creo, recuerda que me debes dos preguntas y yo lo que hice fue fusionar esas dos preguntas para hacerte esta pregunta que puede ser de gran valor la respuesta, así que tienes que responder —dijo él con una sonrisa de gran malicia al llevar su plan malévolo y yo saque un pequeño gruñido.

Yo desvié la mirada como si lo estuviera buscando en la cafetería.

—Se llama Daniel, siempre venía a la cafetería después que terminaba sus horas de trabajo, él buscaba la manera de que fuera yo quien siempre lo atendiera... —dije mostrando tristeza al ver mi mesera yo atendiendo a otros clientes con una sonrisa amigable tratando de ser amable con los clientes— Me sacaba platica, él se comportaba...tan buena persona conmigo, me dejaba siempre una buena propina, a veces...me pedía que me quedara con él para platicar cuando terminaba mi turno, un día... —dije abrazándome a mi misma impidiendo que se hiciera un nudo en mi garganta o evitar que mis ojos se atrevieran a juntar lágrimas por esto— Me invitó a una cita y yo...hasta le mentí a mi madre que iba hacer doble turno para que no se enterara que me veía con un hombre que era mayor que yo por cinco años, recuerdo...que él me invitó a su departamento para cenar, él...me ofrecía tanto vino, que para que te miento... —dije bajando la mirada mostrando mucha tristeza empezando a sentir como mi labio inferior sentía una pequeña presión que lo hacía temblar— Ni siquiera...recuerdo cómo perdí mi virginidad, pero él... —dije apretando los puños con fuerza al sentir enfado por el recuerdo— Lo recuerda perfectamente. Después de eso...dejó de venir a la cafetería.

Leon se quedó callado sin saber que responder al respecto, yo me quite de la lágrima que salió por mi ojo con mi dedo índice. Mire a Leon que el bajo la mirada agarrando su taza teniendo sus ojos fijos en el fondo, empezó a balancearla como si empezara a jugar con el poco líquido que dejó en la taza, pero su rostro...mostraba una mirada muy diferente en él, es como si...si se quitara una máscara mostrando su verdadero rostro, porque en ese rostro...puedo notar sinceridad en sus emociones.

—¿Recuerdas lo que te regalaron cuando cumpliste los trece años? —preguntó él con un tono serio sin apartar su mirada de la taza.

—Si... —dije con una sonrisa apagada— Mi madre consiguió boletos para poder ver la obra de Love of Greek...

—¿Love of Greek? —preguntó él con una sonrisa burlona— Que tantas estupideces crean ustedes los estadounidenses.

Yo me quedé impresionada sin poderlo creer, ¡Cómo es que no conocía tal obra de arte?

—No te atrevas a insultar la obra favorita de mi santa madre y mía, Leon —lo señaló con mi dedo índice como amenaza y él alzó las cejas sin borrar esa curva— Love of Greek es una obra musical muy popular en Broadway, muestran de manera espléndida la historia de Eros y Psique, y cómo habla de la mitología griega para mi familia materna entra en nuestro interés.

—Ugh con solo escuchar la palabra "Love" ya me imagino que debe ser esas grotescas historias de amor entre dos jóvenes con el estúpido cliché que por una tonta razón no pueden estar juntos y de eso se trata todo el trayecto de la historia, ver cómo... —juntó sus manos haciéndome ojitos fingiendo mucha conmoción— Pasan todos los obstáculos para poder estar juntos y abrazarse, besarse, tocarse, etc.

—Pues...si, técnicamente así es — dije con una sonrisa un poco apenada y Leon sacó pocas risas en haber adivinado de esa manera— Pero no es estúpida, de verdad, las canciones, lo visual, la historia, incluso tiene muy buena comedia, es una gran obra deberías verla.

—Prefiero echarme vodka en los ojos que ver una de esas películas juveniles estadounidenses.

—En realidad no es una historia que fuera creada por alguien, la sacaron de la mitología griega haciendo unos leves cambios. Pero como sea —dije dándole un leve golpe al aire para no seguir discutiendo esto con Leon que es claro que no voy poder hacer que vaya a Broadway para ver la obra— Como te decía, no era una obra de Broadway, era en un colegio organizado por unos estudiantes de carrera de taller de teatro, por el precio de los boletos que no eran tan caros, pero...lo considero como uno de mis mejores regalos, pude ver a mi madre tan alegre que se me contagió su alegría disfrutando la obra tanto como ella lo disfrutó.

—¿Quieres...utilizar tu pregunta del juego para saber lo que me dieron de regalo cuando cumplí trece años? —Yo le asentí a Leon con una dulce sonrisa mostrando gran interés para saber ese regalo— Mi padre...se preocupo mucho por mi, se esforzó mucho para encontrarme un regalo que es difícil de encontrar para nuestra raza, él quería que esa noche fuera inolvidable para mí, él quería que al siguiente día fuera todo un hombre... —dijo él volteandome a ver y yo alargaba mi sonrisa al notar que su padre puede ser un hombre cariñoso con él— Una vez que se terminó mi fiesta, al llegar a mi cuarto ahí estaba...era...muy hermosa, le costó mucho a mi padre conseguirla, él...la consideraba como un objeto peculiar... —yo empecé a fruncir el ceño tratando de descubrir ese regalo, ¿Estará hablando de un instrumento?— Me pidió...tocarla... —dijo desviando la mirada, pero empecé a mostrar preocupación al ver que sus ojos empezaron a irritar— Él quería ver como...me convertía en un hombre... —dijo con un tono un poco tembloroso y me cubrí la boca impactada al comprenderlo— Y así perdí mi virginidad.

Yo negué con la cabeza incrédula.

—Pero...solo...tenías trece años —dije sintiendo mucha preocupación por él.

—Para mi familia uno comienza ser hombre cuando cumples los trece años —dijo él con un tono bastante frío— Con las mujeres de mi familia es más sencillo para ellas sabes, solo tienen que dejar que el otro haga todo el trabajo...

—Detente —dije aterrada a esas palabras de él y él volteo a verme con mucha frialdad— ¿Te...obligaron? —pregunté muy preocupada.

—No me sentí violado si es lo que te preocupa, la potestad fue muy amable conmigo a pesar que mi padre le dijo que se hiciera la difícil —dijo él con mucha seriedad.

Yo me levanté de mi asiento yéndome a sentar al lado de él tomándole de su brazo preocupada.

—Pero...¿Cómo reaccionó tu madre?, ella...sabe que tu padre...le pagó a una prostituta para...

—Es una maldita tradición familiar, Gemma —dijo Leon con enfado apartando su brazo de mi agarre— Cada Hammer femenino o masculino al cumplir los trece años debe perder la virginidad, pero no debemos decirles, debe ser una sorpresa para ellos, como cuando recibes los regalos de navidad —dijo él fingiendo una gran falsa sonrisa, pero la borró completamente— La parte difícil es conseguir a una potestad que quiera ofrecerse como un regalo para un niño de trece años. Cuando ya encuentras a una, ellas llevan una máscara durante el proceso para que no puedas reconocerla en alguna zona o algunos de sus hijas o hijos que pueden estar aquí en la academia.

Yo negué con la cabeza estando muy preocupada por él.

—Que horrible...¿Quieres hablar más sobre eso?, no...no...eso te hará sentir peor —dije bajando la mirada preocupada mordiéndome el labio inferior, buscaba las palabras correctas por su problema.

Él volteo a verme regalándome una corta sonrisa mostrando ternura por mi— Con decirte me fue suficiente ayuda, conejita —me dio palmadas sobre mi cabeza y yo fruncí el ceño mostrando confusión a su cambio repentino de actitud, además ¿Porque últimamente hacen eso con mi cabeza?— Estoy escuchando tu consejo —alargó un poco su sonrisa bajando su mano y yo empecé a sonreír al escuchar esas palabras— Y tienes razón uno...se siente un poco mejor con ello —dijo él frunciendo el ceño mostrando confusión con ello poniendo su mano en su pecho.

—¿Alguien sabe más de esto? —pregunté preocupada.

—Oh, ¿Sobre lo que te dije?, todos saben de esa tradición de mi familia —dijo él con normalidad y yo me sobresalte un poco— Pero decírtelo a ti... —dijo él sujetándose la barbilla aun con una sonrisa— Se sintió diferente.

Yo le regalé una sonrisa dulce a Leon.

—Quizás...sea por la amistad, ¿Qué no te has sentido mejor cuando escuchaste que te hable de Daniel sin necesidad que hubieras utilizado tu don en mí para saberlo?, no te sientes...especial por eso, yo me siento especial a que me hayas confesado eso que puede ser muy fuerte para ti —dije tomándole de su muñeca con gran sonrisa.

—¿Y tu animal sabe sobre Daniel para que lo hagas sentir especial? —preguntó él sonriendo con gracia y yo me sobresalte a su pregunta desviando la mirada nerviosa— Conejita, es curioso que Dmitri y yo sepamos más sobre ti que el pobre animal que anda detrás de tu cola. Ni siquiera le has dicho que trabajaste siendo mesera.

—Si le pienso decir mis verdades, pero...aún no —dije con un tono apagado por el tema y Leon agarro de una galleta.

—Quizás deban intentar jugar a nuestro juego, conejita —dijo él sonriendo de oreja a oreja, le dio un mordisco a la galleta y en ello empecé a escuchar el alarma, él junto con todo el escenario se fue desvaneciendo y oscureciendo...

***

Terminando la clase de información financiera, Ruth y yo nos salimos del salón platicando entre sí, ella se veía muy alegre hablándome sobre Beille, desde que esos dos tórtolos andan saliendo, ella parece otra persona, de ser muy callada y tímida, es todo lo contrario, me alegra mucho por ella.

—Pensamos probar la salida para ir a la pequeña ciudad de Zermatt, hoy Beille va apartar una cita para hablar con Dmitri sobre eso —dijo ella tomándose de las manos con los brazos muy estirados pegados a su vientre con gran sonrisa.

—Que emoción, yo creo que serán los primeros, no he escuchado de alguien más que haya salido de la academia —dije frunciendo extrañeza por ello sujetandome la barbilla haciendo una pequeña mueca.

—Beille me dijo que si ha habido varios, pero me dijo que solo tenemos permitido salir los fines de semana y que solo cinco maestros astros tendrán la salida en esos días para acompañar al potestad que desea la salida, él me dijo que para este fin de semana, el viernes, sábado y domingo los cinco astros ya están ocupados con otros potestades que pidieron la salida de la academia. Creo que vamos a tener nuestra salida en Zermatt después de un mes o si no es que más —dijo ella poniendo su dedo índice en su mejilla pensativa.

—Maldición...con lo que me dices creo que ya no podré alcanzar salir de la academia —dije con una pequeña mueca y me vibro el celular, saque mi celular para ver que me ha llegado un correo, fruncí un poco el ceño para ver que la secretaría Madeline me ha avisado que hoy el director Galder desea hablar conmigo.

—¿Pasa algo?, Gemma —me preguntó Ruth con poco interés viendo mi celular.

—Nada grave, el director desea hablar conmigo —dije regalandole una sonrisa y guarde mi celular— Quizás ya tengo solución a mi problema de hace rato, pueda que siendo amiga del director podrá hacerme el favor de darme un boleto rápido a la salida en Zermatt, ¿No crees? —pregunté con gracia y Ruth saco muy pequeñas risas.

—Aprovecha en pedirme uno —dijo ella con gracia tomándome de un hombro como si estuviera suplicando y yo empecé a sacar pocas risas, pero en eso me acordé.

—Oh, me acordé de un tema que quiero hablar contigo Ruth —dije alargando mi sonrisa con poca emoción.

—Dime —dijo ella aun con su rostro muy amigable en mi.

Yo mire por los lados verificando que ningún guardia nos escuchara, me acerque al oído de Ruth que ella frunció el ceño mostrando extrañeza, pero aun con una sonrisa en su rostro.

—¿Tu asistes a las fiestas secretas del fin del mes? —pregunté con curiosidad y Ruth se detuvo paralizándose borrando toda sonrisa mostrando miedo, volteó a verme con gran espanto poniendo su mano en su pecho.

—No...pensarás...asistir a una...de las fiestas...que organiza Scarlett, Gemma—dijo ella estando muy preocupada y saque un pequeño gruñido.

—¿Tu también?, Ruth, puedo entender porque antes no podían asistir a esas fiestas, pero quizás podamos ir tu, Beille, Reto, Mia, Maya...

—Gemma...es que...es bastante peligroso...lo que le hicimos a Scarlett en el día de las elecciones...aprovechara el momento de vengarse de nosotros...

—Pero les demostramos que no somos débiles, todo lo contrario Ruth, escucha, Dmitri me ha invitado, él va a estar ahí, no creo que sea un mal hombre como su pareja para saber que nos van a jugar una broma pesada. Vamos... —dije alargando mi sonrisa— Quisiera ir a una fiesta con mis amigas.

Ruth miró por los lados estando muy nerviosa a mi propuesta.

—Gemma...en verdad...como tu amiga, te pido que no asistas a esa fiesta.

Solté un suspiro rendida.

—Parece que no va haber otra opción que hablarlo con Reto, ¿Si él me acompaña te sentirás segura de ir?

—Es que aunque te acompañará Reto...hay muchos potestades que se consideran muy peligrosos que asisten a esa fiesta, puede ser muy peligroso para ti...y para nosotros.

Yo le mostré las palmas como manera de tranquilizarla.

—De acuerdo, de acuerdo, ya comprendí que no quieres ir y no te obligaré, pero te mostraré que yo sobreviviré en esa fiesta para que en la próxima quieras ir a una con libertad.

—Mmm... —dijo ella encogiéndose de hombros nada convencida a mi respuesta y yo mire la hora de mi reloj.

—Debo irme, hablamos después Ruth, luego me mensajeas como quedo tu salida con Beille —dije alzando mis cejas regalandole una sonrisa pícara y ella seguía viéndome preocupada por mi idea de querer ir a esa fiesta, pero aun así me dio un asentimiento como respuesta.

Yo me empecé a ir para mis clases con el maestro Natt.

***

Mientras que iba caminando por los pasillos del edificio astro directo a la oficina del maestro Natt, mire la hora de mi reloj, justo a tiempo, en cinco minutos comenzará mis clases con mi maestro favorito, alcé la mirada para ver su puerta en el fondo, quizás tengamos un poco de tiempo para platicar, pero me detuve al ver como un hombre se salió de la oficina del maestro Natt.

Su tono de piel es color chocolate, su cabello es corto un poco afro teniendo los lados rapados, sus ojos son de color miel y lleva encima del uniforme casual de la academia, se puede ver que es alto y atlético por su forma. Entrecerré los ojos al encontrarle un poco de parecido en los rasgos físicos del maestro Natt, pero tiene un gran parentesco a su esposa. En ello sonreí al saber quien era.

Pierre con las manos en su bolsillo iba retirándose dirigiéndose a los elevadores, al pasar al lado mio me regalo una corta sonrisa amigable mostrando educación, yo le devolví la sonrisa y me di la vuelta para ver como seguía él con su camino. Espera un momento, Gemma, no seas tonta, pregúntale la ubicación secreta de donde sera la fiesta.

—Pierre, espera —dije dirigiéndome con él y se volteo un poco extrañado a que supiera su nombre, pero borro toda expresión al deducir que su padre debió platicarme sobre él.

—¿Te puedo ayudar en algo? —preguntó él aún así con mucha educación del cual su padre o madre debió enseñarle.

Yo mire por los lados verificando que los guardias estuvieran alejados al que no nos escucharan, yo le sonreí a Pierre emocionada, me siento como toda una rebelde con este tema de la fiesta secreta, no se porque.

—Quería saber si puedes ayudarme a indicarme donde sera... —mire por los lados entrecerrando los ojos mirando con sospecha a los guardias verificando que no nos escucharan, volví a mirar Pierre que él tiene el ceño fruncido mostrando confusión a mi actitud— La fiesta secreta —dije en un susurro muy bajo.

Él se sobresaltó un poco al escucharme, después mostró preocupación.

—Por mi serafín, ¿Quién te ha hablado sobre esa orgía?

—¿Orgía? —pregunté frunciendo el ceño y empecé a sacar pequeñas risas al entender su pequeña gracia— Fue Dmitri, él me ha invitado a la fiesta, me dijo que le pidiera información a Mia, pero no me la quiere dar. Así que te vi y como se que tu eres el principal de la fiesta en crear el escenario, aprovechó en pedirte la ubicación, oh además de querer conocer al hijo del maestro Natt. Gemma —dije extendiendo mi mano y bajo la mirada viendo mi mano.

—Pierre —dijo él tomándome la mano con una amigable sonrisa sin ser grosero y nos las soltamos, él de nuevo frunció el ceño mostrando demasiada confusión— Dices...que Dmitri te ha invitado —dijo él estando completamente perdido.

—Así es —dije con una larga sonrisa.

Él se sujetó el cuello haciendo esfuerzo en creer en mis palabras.

—Se me hace muy extraño...que quiera que asistas a una de las fiestas organizadas de Scarlett, ¿Él es tu entrenador personal?, ¿me equivoco?

—No te equivocas, él es mi entrenador personal —dije con gran orgullo poniendo mis manos en mi cadera.

Él hizo una mueca tratando de entender, pero subió los hombros sin querer batallar más con el tema.

—Si te ha invitado...es porque quiero imaginar que te va a cuidar que su pareja no te haga nada.

Yo alcé los brazos por el milagro.

—Hasta que alguien me entiende—Pierre sacó una sonrisa de gracia por eso, después alargué mi sonrisa— ¿Tu y él son amigos?, verdad, si te escogió como vicepresidente debe serlo.

—No tenemos una gran amistad que digamos, pero si nos consideramos que tengamos un pequeño lazo de amistad, no creo que Dmitri sea capaz de jugar a unos de los juegos pesados de Scarlett para que ella quiera hacerte daño, así que te daré la ubicación —dijo él alargando su sonrisa, él miró por los lados verificando que los guardias siguieran con sus actividades, él de nuevo volteo a verme acercando su boca a mi oído— Escúchame atentamente que no podré volverlo a repetir, tendrás que buscar la forma que este sábado 24 de septiembre a las 10:00 pm puedas salir de tu pasillo sin que tu guardia de piso se de cuenta, necesitas salirte del edificio y te vas a dirigir al estacionamiento de este edificio astro, buscaras la camioneta de mi padre, es un GoLight rojo vino, en la placa viene la torre eiffel marcada y el código termina en 11-11. No tendrá seguro porque esa noche le pediré el carro a mi padre —dijo él sonriendo de una manera de travesura y frunci el ceño confundida.

—¿No sospechara?, ni siquiera podemos salir de la academia. ¿Porque te prestaría sus llaves?

—Porque a veces se las pido para despejarme en su auto, él sabe que su carro es como una segunda casa para mi, literalmente.

—Uuuh —dije estando completamente asombrada— Dices que una vez que entre al auto... —dije alargando mi sonrisa al ver al gran ilusionista enfrente mio.

—Entraras a la fiesta —dijo él alzando las cejas con una sonrisa un poco arrogante.

—Woow...pero... —dije borrando un poco mi sonrisa— ¿Cómo le hago para salir de mi piso a esas horas sin que el señor guardia me lo impida?

—Ese es la clave de esta tradición, algunos utilizan sus dones, por ejemplo, Leon nos ayuda a nosotros los hombres usando su don en el guardia haciéndole una ilusión que ningún hombre se salió del piso esa noche. Por lo que se con ustedes las mujeres es que Melody utiliza su canto hipnótico para que pierdan la razón por un corto periodo tiempo sin que se den cuenta que las mujeres salen del piso.

Yo hice una mueca.

—No creo que Melody quiere ayudarme —dije con seriedad y Pierre subió los hombros sin saber solucionar ese problema mío.

—Pero que sorpresa, ya me estaba preguntando por tu tardanza.

Pierre y yo nos sobresaltamos un poco al ver como su padre abrió la puerta de su oficina viéndonos desde allí con gran sonrisa en su rostro. Yo y su hijo le regalamos una sonrisa un poco nerviosa.

—Maestro Natt...es que me he encontrado a su hijo por el camino y...quería presentarme ante él, es la primera vez que nos vemos.

—Si...y...como hablas mucho de ella, yo...no pude evitar platicar un poco sin que me diera cuenta que te estaba quitando tiempo de tu clase, lo siento...

—No, no, no, no hay porque disculparse —dijo el maestro Natt con una sonrisa que mostraba ternura al vernos, él empezó a caminar hacia nosotros, al llegar se detuvo estando al lado de Pierre, le sujetó de los hombros a su hijo que él hizo una pequeña mueca de pena— Agarro el mayor parentesco a la hermosa de su madre —dijo él presumiendo ello y yo le regale una dulce sonrisa.

—Padre, creo que todos se dan cuenta —dijo Pierre con seriedad.

—Y la misma gracia de su madre —dijo el maestro con una corta sonrisa de gracia, después le dio palmadas a los hombros de su hijo— Te rescato del pequeño demonio, eres libre —dijo él jugando y yo empecé a sacar pequeñas risas.

Pierre solo rodeó los ojos con una sonrisa en su rostro al estar acostumbrado a la alegría de su padre, él volteo a verme regalándome una amigable sonrisa.

—Adiós, Gemma, suerte —dijo él empezando a caminar dirigiéndose a la salida.

—Adiós, Pierre, gracias —dije estando muy agradecida por la buena información que me ha dado.

Me di la vuelta para ver que él maestro Natt ya me daba señas que fuera a su oficina para empezar con la clase y yo le di un asentimiento empezando a ir con él.

***

Al haber terminado con mis clases con el maestro Natt, me dirigí a la oficina del director Galder, ahí estaba yo, sentada enfrente de su escritorio, mientras que él como siempre tiene un fólder amarillo en su mesa teniendo alguna información importante, él sujeto ese fólder con una mano mostrándomela con una corta sonrisa en su rostro.

—En este folder se encuentran tus calificaciones de tu primer parcial —dijo él abriendo el fólder sacando una hoja de tamaño carta que detrás de ella viene un sello del escudo de la academia marcado con tinta de plata y yo junte mis manos en forma de oración al empezar a sentir todos los nervios en mí pidiéndole a Dios y mi madre que está con él que me hubiera ido bien.

El director dejó el fólder en la mesa sujetando con sus dos manos la pequeña hoja mirándola atentamente viendo mis resultados, su rostro no tiene expresión para saber si me ha ido mal o bien, podía notar el pequeño reflejo de la hoja en sus ojos, como quisiera tener el don de la vista para ver mis notas a través de ese reflejo.

—Y...bien...¿Cómo me fue? —pregunté juntando todo el valor, pero a pesar de eso mi voz sonó temblorosa.

—De las quince materias que tienes, reprobaste tres, lengua extranjera, economía de empresa y el entrenamiento potestad —yo me abracé a mi misma mostrando tristeza— Tu maestra de lengua anotó como observación que no estás practicando el idioma alemán como debes, tu maestra de economía nota que no estás logrando entender bien las cosas que ella te pide y el maestro Colt... —él hizo una pequeña mueca— En pocas palabras dice que no tenías las condiciones para su clase. Pero... —dijo él regalándome una sonrisa del cual mostré el ceño fruncido mostrando confusión— Aquí me anotó como otra observación que has mejorado, tu maestra de lengua me avisa que en lenguaje de señas vas aprendiendo aceleradamente, de hecho pasaste esa materia con una muy buena calificación —dijo él alargando más su sonrisa.

—¿Si? —pregunte sonriendo al escuchar esas palabras y él me dio un asentimiento sin apartar la vista de mi boleta.

—Sacaste un 90, el maestro Natt anotó que está orgulloso de ti al haber pasado sus materias con 80, quizás en matemáticas pasaste con un 70, como en la materia de mutación, pero lo que importa aquí es que pasaste las que más me importaba, Gemma —dijo él volteandome a ver mostrándome los dientes por la felicidad que siente y yo hice en puño mis manos pegándolas a mi pecho al que su alegría se me contagiara— Quizás reprobaste tres materias, pero de quince, te fue muy bien. Se nota el esfuerzo que hiciste para conseguir estas notas y estoy orgulloso de ti, Gemma. ¿Cómo te sientes con estas notas?

—Yo...cuando escuche que me dijo que había reprobado tres, ya me iba a poner a llorar —dije entre pequeñas risas por la alegría que estaba sintiendo— Pero al escuchar mis otras calificaciones...para serle sincera pensaba que iba reprobar matemáticas o...materia de mutación...

—La maestra Gami te puso como comentario una felicitación, desea que te sigas esforzando, ten —me entregó mi boleta y yo la agarraba— Lee lo que tus maestros te han puesto como observación.

Yo empecé a leer mis notas, puse algunos dedos en mi boca sin poder creerlo.

—Es...la primera vez...que obtengo unas notas como estas...y sentir...la importancia de cada maestro, en mis otras escuelas...ni les importaba aprenderse el nombre de sus alumnos.

—¿Te has sentido a gusto con todos ellos?

Yo lo mire incrédula con gran sonrisa.

—¿No me has escuchado?, todos los maestros son unos santos —pero en ello procese mis palabras y borre un poco mi sonrisa— Bueno...mis únicas quejas es que la maestra Gami se muestra muy seria y no decir del temperamento del maestro Colt.

El director sacó unas pocas y muy pequeñas risas.

—No es algo que pueda cambiar, pero es algo que por ello se le reconoce al maestro Colt de ser uno de los mejores entrenadores astros de la academia.

—Debo admitirlo, puede ser muy estricto, pero...sí noto mi mejora por él. Igual con la maestra Gami, al principio pensaba que si eran así era porque...podría ser mestiza o...que no les agradaba, pero...no, son así porque quieren ayudar a sus alumnos, ¿Cierto? —pregunté mirando fijamente a los ojos del director que él me regaló una dulce sonrisa asintiendo.

—¿Cómo te sientes con tu calificación de tu taller?, fue la mayor de todas, sacaste un cien limpio, te felicito. La maestra Roos te ha puesto que se queda muy impactada contigo, sobre eso ha venido a hablar conmigo informándome que ya te ha dado un papel para la obra del cascanueces.

Yo abrace mi boleta sintiendo como mi mejillas se calentaban sonrojándose por la pena.

—Si, me ha dado el papel de ser un hada de copo de nieve, me siento...tan...no sé si esto se oiga egoísta... —dije desviando la mirada con mucha pena.

—Dilo con toda libertad, Gemma —dijo el director con un tono de voz tan amable.

—Me siento tan...orgullosa de mi misma, siento que el...ballet...si es mi destino, cada vez que recuerdo mis clases pasadas, incluso cuando las deje para ser una bailarina de tubo, ya no me da tanto conflicto porque si no fuera por eso...no hubiera podido ser tan flexible para este arte...puede sonar loco... —dije sonriendo con gracia por todas las palabras que estoy diciendo— Pero...ser una bailarina tubo también me ayudó para poder ser bailarina de ballet, porque el bailar con la música, los consejos que me dieron mis amigas del club, fueron de gran ayuda en estas clases —yo saque pequeñas risas burlándome de mí misma— Son locuras, cierto.

—Son locuras que la felicidad crea para ti para que te sigas esforzando —dijo él con una cariñosa sonrisa.

Yo me mordí el labio inferior tratando de controlar mi felicidad.

—Ya quiero que llegue el día, no se como va ser mi vestuario, pero de alguna manera ya me lo imagino y después...poder...bailar en un escenario, por primera vez... —dije abrazando con más fuerza mi boleta al ser lo único que tengo en mis brazos y sintiendo un poco de consuelo de ese papel sin vida— Bailar para esas personas sintiéndome...libre y... no siendo una esclava.

Mire al director Galder que él tiene una sonrisa de ternura por mi con un brillo en su mirada, pero al sonar su teléfono nos fue interrumpido esta plática, él cogió poniendo el teléfono en su oreja.

—Dime... —dijo él y se quedó callado escuchando a su secretaria— Comprendo, que me de cinco minutos, ya terminaré de hablar con Gemma.

Yo al escuchar eso guarde mi boleta en mi mochila preparándome para irme, el director colgó su teléfono.

—Perdona que te haga retirar Gemma, pero tengo una llamada que tengo que atender.

—No tiene que disculparse, director, es su trabajo —dije sonriéndole levantándome poniéndome mi mochila a mis espaldas.

—Sigue esforzándote, como tu siguiente objetivo toda tu boleta de segundo parcial ya no debe haber ninguna reprobada, si lo logras te daré un premio —dijo él sonriendo de un modo un poco juguetón y abrí la boca asombrada a sus palabras.

—¿Un premio?, ¿Puedo saber qué? —él me negó con la cabeza teniendo una pequeña sonrisa malévola, hice una pequeña mueca de molestia, pero lo miré con súplica juntando mis manos en forma de oración— ¿Ni una pista? —pregunté mostrándole mis dientes.

—Gemma, el propósito es que no sepas tu premio hasta que lo obtengas por tu logro. Se te hara tarde para tu entrenamiento potestad —dijo él aun con una sonrisa y saque un suspiro rendida.

—De acuerdo. Adios director Galder —dije sonriéndole de nuevo y él se levanta de su asiento dirigiéndose a la puerta abriéndola dándome una seña amistosa que ya me retirara.

—Adiós, Gemma.

Yo le di un asentimiento como forma de despedida, al salir de su oficina me despedí de Madeline con una seña y ella con una sonrisa se despidió de mí...

***

Estaba parada al lado del maestro Colt para ver la línea de carrera que solamente tiene obstáculos de saltos, pero demasiados, volteé a ver al maestro que el alargo su sonrisa como pequeño niño travieso.

—Lo que tiene que hacer es sencillo Salem, tiene que llegar a la meta saltando todos los obstáculos, pero evitando que llegue a lastimarla con mi don —dijo él tronando los dedos preparando en usar su don y yo mostré preocupación, más preocupante es que no se cual es su don.

—Maestro Colt...es...penoso decir esto, pero...no se cual sea su don, podría ser tan amable de informármelo —dije con una corta sonrisa nerviosa.

El maestro Colt se sobresaltó un poco frunciendo el ceño mostrando mucha extrañeza a que aún no supiera su don.

—¿Nadie le ha comentado cual es mi don? —preguntó él con demasiada confusión y yo negué con la cabeza, se me quedó mirando, pero como respuesta me regaló una sonrisa de gran malicia y yo mostré muchos nervios— Tranquila Salem, lo descubrirá en un momento, le daré diez segundos de escape, desde ahora.

Yo algo asustada empecé a correr por la línea empezando a dar saltos a los obstáculos, mire como el maestro Colt avanzaba masajeando sus dedos poniéndose en una zona donde podía ver como corría en toda la linea de carrera, ¿Cuál será su don?, no se porque nunca se me ocurrió preguntarle a Mia.

El maestro Colt extendió su mano hacia a mí señalándome con su índice, yo frunci el ceño mostrando confusión al ver que no sucedía nada, pero eso no me distraía en seguir saltando los obstáculos para llegar a la meta, pero empecé a sorprenderme al ver como su índice se iba tornando de un color rojo muy intenso que empezó a deslumbrar, de la punta de su dedo un láser salió que casi me tocaba la espalda quemándome.

Yo por él susto me sujeté la cabeza viendo como ese laser me iba siguiendo amenazante en partirme en dos mientras que el maestro de una manera serena seguía mi camino con su dedo índice señalándome.

Yo con gran terror empecé a correr con más prisa al oler a quemado al que el láser llegó a cortar un poco de mi cabello, di un salto del cual casi me tropezaba, pero deseando seguir viviendo trataba de no detenerme, ¡No pensaba que ese fuera su maldito don!, me voltee asustada para ver como el láser seguía estando muy apegada a mi, ¡No puedo alejarlo!, puedo sentir como mi espalda me suda por la gran temperatura de ese láser.

Lo más increíble de esto es que parece manejar la distancia larga del láser, no es infinita, es como una espada láser, pero muy larga, pero eso no cambia el hecho que me puedo partir en dos, pero solo espero que sea solo para asustarme.

Di un grito al sentir como el láser llego a tocarme una parte del brazo, me lo sujete muy adolorida y me aterre al ver la marca del láser con una quemadura de quinto grado.

—Le recomiendo que no siga viendo por atrás, Salem, siga con su mirada al frente y termine la meta —dijo él con normalidad siguiendo señalándome con su índice siguiéndome.

Yo traté de seguir su consejo teniendo mi mirada al frente saltando los obstáculos, ignorando el dolor infernal de mi quemadura, pero al sentir como el láser me rozó de nuevo en el otro brazo, no pude evitar voltear para atrás para ver en qué distancia estaba el láser muy asustada cuidando mi espalda, pero pude sentir que por culpa de ello me tope contra un obstáculo haciéndome frenar y di un grito del gran susto al ver que el láser me llego a tocar la espalda dándome una grave quemadura.

El láser se desvaneció, yo me abracé a mi misma empezando a dejar caer lágrimas sin poder soportar el dolor de las quemaduras que tengo, el maestro Colt venía caminando hacia a mi con una mirada fría poniendo sus brazos detrás de su espalda.

—Salem, usted ya estaría muerta si se encontrara en un edificio que se está derrumbando y estaba tratando de correr por su vida tratando de salir sin ser aplastada, que esté volteando para atrás solo causa que sea más lenta, es como cuando vas caminando por un cuerda a cien metros de altura sin ninguna protección, ¿Qué es lo que te dicen como consejo?

Yo baje la mirada sin poder evitar sollozar por el dolor.

—Que...no...mire...hacia abajo.

—Es lo mismo con este juego, tres puntos menos Salem, pero los puede recuperar si desea hacerlo de nuevo —dijo él con una corta sonrisa.

—¿Puedo...ir...a que me curen primero? —pregunté muy adolorida empezando a temblar un poco por el dolor.

—No. Es ahora o nunca Salem.

Yo miré el principio de la línea con una mueca, miré a mis amigos que tienen una mirada de poca lástima por mi, pero Mia en silencio me dice "Tu puedes hacerlo, Gemma, vamos bambina" dijo con sus manos en forma de suplica.

—Yo...yo...lo haré de nuevo —dije mirando al maestro Colt con seriedad y él alargó su sonrisa calentándose las manos al que se esté divirtiendo mucho este ejercicio.

—Póngase al principio de la meta. Cuando llegue le daré diez segundos de reposo y diez segundos de escape o puede aprovechar teniendo los veinte segundos de escape sin querer el reposo o al contrario, usted elige.

Yo le di un asentimiento entendiéndolo, camine poniéndome en el principio de la línea otra vez, empecé a utilizar los diez segundos de reposo respirando hondo y soltando aire tratando de recuperar las energías.

—Vamos Gemma, tu puedes hacerlo —dijo Theo animándome y yo volteé a verlo con una corta sonrisa.

—Por favor, está tan débil que está temblando como una gelatina —dijo Nicole sonriendo con burla y sus amigas burlándose de eso— Ni llegará a la mitad de la meta. Sería suerte si el maestro tuviera un tropiezo y te partiera en dos accidentalmente —dijo ella entre pocas risas y yo fruncí el ceño mostrando enfado a sus palabras.

—Cállate Nicole —dijo Mia con mucho enfado y volvió a voltear a verme con una sonrisa— No le hagas caso, bambina, puedes usar el dolor como una fuerza para seguir adelante. Muéstrale a estas malditas que están equivocadas.

—¡Perdió cinco segundos de escape por estar hablando con sus amiguitos, Salem! —gritó el maestro Colt con enfado.

Yo y Mia nos sobresaltamos, ella se cubrió la boca muy culpable y Scarlett junto con sus amigas se echaron a reír,

—No te quedes ahí, empieza a correr —dijo Reto preocupado junto con enfado por el error que cometí y yo empecé a correr antes que él láser empezará a seguirme.

Empecé a saltar los obstáculos, pero noté como el maestro Colt ya empezó a utilizar su don haciendo que el láser empezará a seguirme, yo empecé a respirar con dificultad, está más cerca de mí cuando empecé que la vez pasada por haber desperdiciado el tiempo, no creo poder lograrlo, me voy a quemar de nuevo.

—¡No mires hacia atrás! —gritaba Mia recordándolo y yo tenía mi mirada al frente teniendo la regla de no mirar hacia atrás.

—¡Uy ese láser está por tus cabellos, mestiza! —grita Nicole entre risas haciéndome sentir muy nerviosa a propósito.

—¡No le hagas caso Gemma, está mintiendo para hacerte sentir más nerviosa! —me gritó Theo desde lejos.

Yo negaba con la cabeza tratando de ignorarlas, aunque creo que será en vano...estoy sintiendo que realmente estoy perdiendo fuerzas, como dijo Nicole...en cualquier momento puedo desmayarme y sentir esta capa de sudor encima con la ropa totalmente empapada, no me ayudaba en nada.

Yo di un grito muy asustada al sentir como el láser llegó a quemarme de nuevo la espalda...

***

Narrador

Mia se cubrió la boca estando muy preocupada por su amiga al ver como por las quemaduras tiene la espalda muy hinchada, Gemma empezó a ponerse muy pálida que a pesar de eso ella usaba todas sus fuerzas tratando de llegar a la meta, pero se notaba que cada salto que daba la hacía mucha más lenta recibiendo un rocé del láser haciéndola gritar de sufrimiento.

—Vaya...sí que la sangre sucia a durado, con esas quemaduras ya hubiera pensado que se hubiera desmayado al primer salto —dijo Kyle con impresión— Te apuesto 500 euros a que no lo logra —dijo él cruzándose de brazos con una sonrisa pícara a su amigo y Leon alzo los ojos y las cejas impresionado a esa apuesta, él alargó su sonrisa interesado extendiendo su mano.

—1000 euros —dijo él con una sonrisa de oreja a oreja y Kyle empezó a reírse tomándole de su mano.

—Es tu dinero, tu problema —dijo él con una sonrisa estando muy seguro en lo que hacía.

—Solo observa tu gran equivocación, querido amigo, contemplarás como Leon Hammer hace milagros —dijo él con gracia teniendo su mirada en Gemma— ¡Hey conejita, acéptalo eres una lenta, por eso no llegaste con tu madre a tiempo cuando estaba viva!

***

Gemma

—¡Hey conejita, acéptalo eres una lenta, por eso no llegaste con tu madre a tiempo cuando ella estaba viva!

Yo me sobresalte al escuchar las palabras de Leon, sin poder evitar vivir en el recuerdo, dónde a pesar de tener el tobillo fracturado hacia todo lo posible por correr y correr, recuerdo que...hice un lado los dolores, solo quería llegar con mi madre, empecé a llenar mis ojos con lágrimas...no dejaba de repetir su nombre para que me diera fuerzas...de seguir adelante, yo...solo quería llegar con ella, yo...no quería que sufriera sola, pero...yo apreté los puños con fuerza empezando a sentir gran enfado.

No...no fue culpa mía, ¡Yo hubiera llegado a tiempo si no hubiera sido por esos cerdos que me abusaron!, yo miré la meta imaginándome que ahí estaba mi madre esperándome estando recostada en su cama y una vez que llegara al cuarto me regalara su dulce sonrisa, diciéndome como siempre "Mi gema" con gran alegría.

No...no volveré a cometer el mismo error, ¡No pienso quedarme atrás!

—Madre —dije empezando a usar mi conjuro mágico para recuperar fuerzas y empecé a correr con más fuerza haciendo un lado mis dolores. Empecé a dar saltos teniendo mi mirada solo en frente mirando a la meta— Madre... —dije derramando lágrimas al vivir de nuevo este sufrimiento.

Di mi último salto de obstáculos y crucé la meta, todos mis amigos dieron gritos de festejo, el maestro Colt desvaneció su láser regalándome una sonrisa, pero empecé a correr de vuelta a mi grupo.

—¡Salem, ya cruzó la meta ya no es necesario que corra!

Yo con mucho enfado corría hacia Leon que alzó las cejas un poco espantado a mi mirada, me lancé contra él tirándolo el suelo y le sujeté de su playera con gran enfado haciendo que su rostro se acercará al mio.

—¡Tu sabes que no fue culpa mía, lo sabes, tu bien que lo sabes! —grité con mucha desesperación entre sollozos y Mia y Maya me sujetaron apartándome de él.

—Déjalo Gemma, déjalo, no vale la pena perder tus fuerzas con él —dijo Mia tratando de tranquilizarme abrazándome con fuerza y seguía sollozando pegando mi rostro en su hombro— Vamos, vamos, iremos que te curen esas quemaduras.

Mia y Maya me iban acompañando a la enfermería consolándome tratando de tranquilizarme.

***

Narrador

Todos voltearon a ver a Leon con seriedad, Scarlett puso su índice en su labio inferior al sentir mucha satisfacción e interés por el suceso que acaba de ocurrir, una gran sombra cubría todo el cuerpo de Leon, él alzó su mirada para ver como Reto estaba enfrente de él teniendo sus pupilas muy delgadas y mostrándole sus colmillos con gran enfado por el daño que le ocasionó a su amiga.

Leon le regaló una sonrisa nerviosa.

—Que...alegría que tu querida...amiga...haya completado la meta con mis palabras eh.

Reto empezó a transformarse en una anaconda de gran tamaño dejando caer su ropa, Leon mostró mucho terror arrastrándose para atrás al ver como la gran serpiente se le acercó a su rostro abriendo su hocico mostrándole sus colmillos con mucha amenaza.

—Bell —dijo el maestro Colt con mucha seriedad y Reto dando un silbido molesto volteo a ver a su maestro— No quiero otra parálisis a su compañero por veneno, transfórmese en humano y fórmese para que haga la carrera.

Reto dio un siseo, pero volteo a ver a Leon dándole un gran susto con amenazar con morderlo que este se levanto de golpe corriendo a esconderse detrás de Dmitri que el mostraba mucha seriedad. Reto empezó a transformarse en humano estando desnudo recogiendo su ropa empezando a vestir.

Fue a formarse poniéndose en el principio de la línea, Leon soltó un suspiro aliviado y él le dio palmadas a la espalda de su amigo con una sonrisa.

—Gracias por ser mi escudo, Dmitri.

Pero Dmitri volteo a verlo con bastante frialdad.

—No te aproveches de su ira hablando de su madre difunta, Leon.

Él se apartó con enfado de Leon que él frunció el ceño mostrando enfado, Kyle saco pequeñas risas dándole palmadas a la espalda de Leon.

—Y yo que creía que tenías una amistad secreta con la mestiza —dijo él en susurro con una gran sonrisa alargada que Leon se sorprendió un poco de las palabras de su amigo mostrando un poco de tristeza— Si que eres grande, Leon. Veré si puedo depositarte después que se termine la clase. Al menos que... —dijo él alzando las cejas con una sonrisa traviesa— Quieras utilizar ese dinero en tus medicinas —dijo él en susurro.

—No... —dijo él con seriedad y fingió una sonrisa a Kyle— Quiero el dinero.

Kyle frunció el ceño mostrando poca confusión, pero levantó los hombros sin darle mucha importancia.

—Como quieras.

—Hammer. Fórmese —dijo el maestro Colt y Reto iba regresando a su grupo al haber terminado la carrera sin ninguna herida, teniendo su mirada llena de amenaza a Leon.

Leon trato de ignorarlo poniéndose en la línea de meta, empezó a correr con gran velocidad...

***

Gemma

Estaba recostada en la camilla ya teniendo mi bata de hospital, la doctora Pin se encargó de ponerme las cremas en mis quemaduras junto con la piel de pescado tilapia, me sentía un poco más incómoda que la anterior al tener que cuidar que las pieles no se movieran de mis heridas.

A pesar que Mia, Maya, Theo y Reto vinieron acompañarme después de las clases de combate, no me encontraba de muy buen humor por las palabras que me dijo Leon en la carrera de obstáculos.

Yo solté un suspiró cerrando los ojos.

—Deben tener dudas de lo que ha mencionado Leon y porque...me he puesto en ese estado.

—No hay necesidad que tengas que explicarnos, ha insultado a tu madre que en paz descanse, Gemma. La actitud que has tomado es lo más común que reaccionaría una persona —dijo Theo con mucho enfado.

—No es que la haya insultado a ella, yo...quiero decirles —dije con una corta sonrisa apagada teniéndoles la confianza, mirando fijamente a Reto en especial que él me miraba con su misma expresión de siempre, estando sentado en el sillón largo con los demás.

—Gemma...no es necesario... —dijo Mia regalándome una corta sonrisa para asegurarme que no se iban a molestar si no lo hacía, pero yo negué con la cabeza.

—No quiero que se haga rumor, no quiero que escuchen primero de ese chisme de otras personas que la verdad que yo debo decirles al ser mis amigos. Esta bien...no se lo he mencionado a nadie...solo Leon está enterado porque entro a mi mente, lo que él quiso decir...como muchos saben mi madre falleció por una enfermedad, yo...me encargaba de cuidarla. Tenía que... —mire a Reto que tiene sus ojos fijos en mí prestando atención a cada palabra mía— Trabajar...para conseguir dinero para sus medicinas, yo...le pedía a mi vecina de departamento a cuidar a mi madre mientras que yo trabajaba.

>Una noche...yo...trabajé doble turno quedándome muy tarde, a pesar que ese día mi madre se había sentido mal, yo...realmente pensaba faltar al trabajo, pero...necesitaba el dinero para llevarla al doctor...al que se le quitara la temperatura se me hizo sencillo...dejarla en el departamento a cuidado de mi vecina, pero...pero...cuando llegué al trabajo, la vecina me llamó histérica diciéndome que mi madre estaba muy mal, sin pensarlo me salí del lugar de trabajo corriendo tratando de llegar a mi departamento y...carajo... —dije cubriéndome el rostro al sentir la ira de nuevo desesperada— ¡Me tube que tropezar por culpa de los putos tacones!

—Gemma... —dijo Mia estando muy preocupada por mí sujetándome de los hombros y yo solté un sollozo sin poder evitarlo.

—Yo...corría sin importar que se me hubiera fracturado el tobillo, yo...solo quería llegar con mi madre...yo...le prometí que siempre iba a estar a su lado, no me perdono por no haber cumplido esa promesa, pero...pero...no fue mi culpa...no lo fue...yo ya...iba a llegar, ¡Estaba a un minuto de llegar!, pero...unos hombres me vieron, se aprovecharon de mi estado y...y...me llevaron a un callejón...

Escuche el movimiento brusco, baje mis manos viendo con gran sufrimiento a Reto que se había levantado de su asiento mostrando sus colmillos y sacando gruñidos mostrando mucho enfado al escuchar esa parte de la historia, Mia se cubrió la boca temiendo lo peor con gran espanto, Theo y Maya me miraban con gran lastima, pero al ver la reacción de Reto...no...no...no...

"¿Qué es lo que pensara de ti si se lo dices?, Gemma, ¿Que eres un trapo sucio?"

Yo me quería cubrir las orejas al no escuchar esos parásitos dentro de mi cabeza, a pesar que se que no funcionará callarlos.

"Por favor, los últimos que te abusaron en el callejón ni es la cuarta parte de todos los hombres que han abusado de ti, pero si quieres decírselo a Reto, anda, díselo, ¡Se la victima como siempre!"

Yo cerré los ojos con mucha presión, calla, calla, calla...

"Una vez que se entere, no va a querer estar al lado de una ramera como tu, una mujer usada, impura, son las mismas razones por la cual no se lo comentaste a tu madre, no querías que supiera quien eres en realidad"

No...no...¡Déjenme en paz!, me cubrí las orejas sin importar que estuvieran los demás.

—Gemma, ¿Qué es lo que sucede? —preguntaba Mia muy preocupada sujetándome las muñecas.

"Tienes que mentir, como siempre se lo hiciste a tu madre, él no debe saber la verdad"

"No quieres perder a una amistad como él cierto...tu lo amas...no puedes perder a un hombre así..."

"Miente"

"Miente"

"Miente"

Yo baje mis muñecas empezando a respirar de un modo tembloroso, como si por el miedo, no pudiera respirar bien, todos tenían su mirada en mi llenas de preocupación, yo mire a Reto que había escondidos sus colmillos mostrando preocupación como todos, yo hice una mueca de gran tristeza negando con la cabeza.

—Yo...tenía tanto miedo...ellos...me asaltaron y me amenazaron con matarme, cuando me quitaron mis cosas...se fueron...pero...si no hubiera sido por ellos, hubiera llegado con mi madre... —dije entre sollozos bajando la mirada por haber mentido en el final hacia mis amigos.

Mia me dio un abrazo consolándome, mientras que abrazaba a Mia pude notar como Reto se transformaba en un conejo dando un salto en la camilla corriendo conmigo para acurrucarse a mi lado tratando de calmarme, yo lo acariciaba con una mano sintiéndome tan débil y patética en no poder decirle la verdad, pero...no quería perder a mis amigos, a pesar que Mia ya esté enterada...temo que los otros lo tomen a mal...yo...los necesito...no...quiero perder a un ser querido otra vez...no quiero.


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