36. Temas omitidos
Gemma
Mi madre, Leon y yo nos encontrábamos recostados sobre el mantel de campo favorito de mi madre ya que el fondo eran de muchas flores coloridas y abejas muy tiernas dibujadas volando sobre ellas, estábamos en el central park sobre la suave tierra que con el mantel nos ayudaba a sentirnos que estamos sobre un colchón muy plano, pero cómodo.
Estamos en silencio mirando el cielo azul donde muchas nubes con diferentes formas iban haciendo su camino recorriendo todo el mundo, yo estando en medio de los dos volteé a ver preocupada a Leon, me tranquilizaba que se viera ya tranquilo por el sueño, teniendo una corta sonrisa serena sin apartar su vista del cielo, yo...no quería hacer aguafiestas, pero...tenía que hablar sobre el tema.
—Leon... —dije con una voz un poco nerviosa temiendo dañarlo de nuevo con lo que le voy a decir, pero quizás sea lo mejor para él, aun así me volteo a ver con su típica sonrisa de siempre, es como...si nunca hubiera tenido una crisis depresión ayer en el cuarto de Celeste.
—Dime conejita —dijo él con una voz muy relajante e hice una pequeña mueca insegura si hablar del tema o no.
—Yo...se que quizás no quieras hablar de lo que pasó ayer, pero...mi madre... —dije con una sonrisa tomándole el brazo a mi madre con cariño que ella volteo a ver a Leon con su dulce sonrisa— Y yo...podemos ayudarte...
Leon frunció el ceño sacando pequeñas risas como si estuviera totalmente perdido.
—No sé de qué estás hablando, ayer no pasó nada —dijo él sin mostrar dolor o enfado por ello viendo directo al cielo de nuevo.
—Leon, yo se que estas fingiendo que eso nunca paso, pero te lo digo con experiencia... —dije empezando a sentir un pequeño dolor en mi pecho al recordar lo de Daniel— Eso...no te va ayudar.
Recuerdo que cuando Daniel solo me utilizo para acostarse conmigo y tener fotos junto con videos con que presumir a sus amigos, yo...recuerdo haber tenido el corazón tan destrozado, nunca se lo mencione a mi madre, yo volteé a verla, ella de nuevo tiene su vista directa al cielo acompañando a Leon a ver las nubes, no quería que se preocupara por mi, herirla por la ilusa que fui al creer que Daniel podía ser el hombre que podría ayudarnos en nuestros problemas económicos, no quería ni si quiera que se enterara de él porque sabía que se iba acordar de mi padre.
Era como tener a un monstruo guardado en mi interior, que rasguñaba dentro de mi por querer liberarse, pero no podía decírselo a mi madre, hasta que no pude más, se los comenté a mis amigas del club y sentí el gran apoyo de ellas, fue como si ese monstruo se hubiera esfumado de mi cuerpo sintiendo paz.
—Miren —dijo mi madre alzando su brazo señalando una nube con forma de caballo— Esa nube parece tener forma de caballo.
—Yo encontré uno que se parece a su hija, Gala —dijo Leon señalando una nube y yo entré cerré los ojos tratando de encontrarle mi parecido a esa nube.
—No le encuentro la forma, esa nube está totalmente deforme —dije confundida buscando la forma de mi cara o cuerpo.
—Exacto —dijo Leon con gracia, mi madre saco pequeñas risas y yo con poca molestia le di un empujón no muy fuerte, Leon se echó a reír.
—Hablo en serio Leon —dije poniendo mi mano en mi pecho mirándolo de una forma suplicante— De verdad ayer me preocupaste...
—Gemma... —dijo mi madre tomándome de las manos con delicadeza, yo volteé a verla y ella me miró con poca lástima— Dale su espacio, mi gema... —dijo tomándome la mejilla acariciándola con cariño— En su momento va a requerir de tu ayuda, ahora deja que se divierta, solo mira lo alegre que está.
Yo volteé a ver a Leon que seguía con sus manos en su nuca usándolas como una pequeña almohada observando a cada nube que pasaba enfrente de él con una mirada reflexiva, quizás...mi madre tenga razón, al igual que él...necesite tiempo para reflexionar.
Yo bajé la mirada rendida, pero aun así puse mi mano en el hombro de Leon, él volteo a verme con una ceja alzada mostrando confusión a este acto mío y yo le regale una corta sonrisa.
—Solo quiero que sepas que puedes contar conmigo, ¿Qué eso no se te olvide de acuerdo?
Él se me quedó mirando directamente a los ojos sin mostrar alguna expresión en mis palabras, pero mi madre nos interrumpió poniendo su brazo de bajo nuestros cuellos y logró alcanzar el cuello de Leon jalando un poco para apretarnos, ella sacó una cámara instantánea un poco maltratada de un color celeste pastel con algunas calcomanías ya viejas pegadas en el aparato.
—Sonrían —dijo mi madre con un tono de voz muy alegre pegando su cachete en mi mejilla y pude sentir que Leon hizo lo mismo.
La cámara nos dio un disparo de flash, el aparato empezó a imprimir el papel por la ranura, mi madre se incorporó emocionada impaciente agarrando el papel y agitándolo esperando que aparezca la foto. Yo me incorporé un poco confundida al sentir diferente el mantel, me impresionó un poco al ver que había cobrado vida al que hace un momento si hubiéramos estado recostados sobre flores coloridas reales.
—Oooh... —dijo mi madre poniendo su mano en su pecho sacando una tierna sonrisa teniendo una mirada llena de felicidad a tal brillo que aparecen en sus ojos al ver la foto— Es...es...perfecta...¡Es mi favorita! —gritó ella con gran emoción dando pequeños saltos abrazando la foto y yo alargué mi sonrisa al recordar este momento, cuando tomó nuestra foto favorita.
—A verla, Gala —dijo Leon extendiendo su mano igual impaciente al querer ver la foto y mi madre con gran felicidad se la entregó, él sacó pequeñas risas de gran malicia y yo fruncí el ceño mostrando extrañeza a ello.
—¿Qué fue lo que hiciste con nuestra foto favorita? —preguntó con sospecha arrebatándole la foto para verla.
Yo alcé las cejas un poco sorprendida, la foto es idéntica el único cambio aquí es que Leon se coló en ella teniendo su mejilla pegada a la mía haciendo una mueca chistosa sacando la lengua como todo rockero mostrando el signo de rock and roll con su mano y con su otra mano me puso orejas sin que yo me hubiera dado cuenta.
Yo empecé a reirme, extendí la foto a la que me haya encantado.
—Debo admitirlo...la has mejorado.
—Obvio, eres una conejita suertuda, todas las mujeres mueren de envidia si tienes una foto donde este yo —dijo él con arrogancia mirándose las uñas y yo fruncí el ceño aun con una sonrisa que me causara tanta gracia sus palabras.
Mi madre me quitó la foto con delicadeza admirándola.
—Será nuestra foto, trataré de conseguir dinero para comprar un hermoso marco donde debe estar —dijo teniendo ese sueño en su cabeza y yo borre mi sonrisa mostrando tristeza al recordar que no pudo lograr comprar ese marco.
Pero un maullido me interrumpió, yo confundida volteé a un lado y me sobresalte al ver a Reto que se apareció al lado mío como un gato, la forma que tomó para acompañarme en la enfermería, él vino conmigo acurrucarse empezando a ronronear y frunci el ceño mirando a Leon con poco enfado por lo que está haciendo, él me sonreía con gran burla con las cejas alzadas con una mirada pícara.
—Leon ya habíamos hablado de esto, no juegues con Reto en mis sueños —dije con seriedad bajando la mirada viendo como Reto se subió encima de mis piernas recostándose en ellas aun siendo un animal.
—Aunque no lo creas esto no lo estoy haciendo yo... —dijo Leon mirando con gran curiosidad el rostro de Reto y fue preparando su índice acercando lentamente a la nariz rosada de mi amigo— Ya debes pensar tanto en tu amado que automáticamente sin que yo lo pida aparece en tus sueños, que sea en forma de un gato no es mi culpa, eso ahí son tus rarezas —dijo él empezando temblar un poco su mano entrecerrando sus ojos al ya casi cumplir su misión en tocar esa parte del cuerpo del felino que él se le queda viendo sin mínima importancia.
Yo empecé a sonrojarme mirando atentamente como Leon le picó la nariz a Reto con una sonrisa victoriosa.
—No, debes estar mintiendo solo para estar jugando conmigo verdad —dije entrecerrando los ojos mirándolo con sospecha y Leon alzó una ceja de una manera incrédula.
—Una cosa es tomar la apariencia del animal para jugar contigo, otra cosa es aparecer al animal con forma de un gato, ese si ya no es mi estilo.
—¿Es un nuevo amigo?, Gemma —preguntaba mi madre sonriendo con gran ternura juntando sus manos conmocionada mirando a Reto.
—Sí madre es un amigo, pero es un humano, no es realmente un gato como...se ve —dije mirando a mi madre tratando de explicar, pero ella seguía con la misma sonrisa mirando a Reto y empezó acariciarlo.
—Que bonito gatito, pero recuerda que no nos lo podemos quedar mi gema —dijo ella mirándome con mucha tristeza en su mirada y saque un suspiro exhausta, cierto...ella no puede crear unas palabras que digan "Oh entiendo, es un potestad que su don es transformarse en animales"
Leon saco pequeñas risas burlándose por eso.
—Entonces este es tu gran sueño, tener a tu amado en forma de gato ya que la vez que se transformó en ese animal se durmió contigo.
—Que no es mi amado, es mi mejor amigo —dije abrazando a Reto sin importarme que sea un gato y él empezó a ronronear de nuevo empezando a jugar con mi cabello con sus pequeñas garras.
—¿Por qué no lo admites?, te gusta, es obvio, lo que ustedes hicieron que lo llamaron "Una salida de amigos" —dijo él entre conejillos alzando la mirada al cielo con una gran sonrisa de burla— Claramente fue una cita, al menos que los dos están tan idiotas para no comparar una cita y una salida de amigos.
Hice una mueca molestia mirando por los lados nerviosa.
—Toda amiga y amigo tienen derecho a tener su salida de amigos solos.
Leon rodeó los ojos, hizo un movimiento con su mano, toda la escena a nuestro alrededor fue cambiando haciendo que mi madre y Reto en gato se desvaneciera, yo baje la mirada con tristeza al ya no sentir a mi amigo en mis brazos, aparecemos en el pasillo de la academia donde puedo ver a un Reto ya en humano y otra yo, él me tiene la mano en mi barbilla observando mis ojos y yo los suyos.
—Tu un día me has comparado con un dragón por mis ojos, yo te comparó con un reptil por tus ojos, has visto mis dibujos, es mi parte preferida, colorearle los ojos, porque solo los reptiles pueden tener los ojos mas hermosos que otros animales, incluyendo a los humanos y potestades. Tus ojos también tienen gran belleza como uno, expresas todo sentimiento y emoción en tu mirada como uno, puedes lograr amenazar a alguien con tu mirada como uno, es por ello que te comparo como una serpiente, Gemma.
Leon se puso enfrente de esa pareja que quedaron paralizados como si para ellos el tiempo se hubiera detenido, él los señaló con sus brazos agitándolos con una ceja alzada mirándome totalmente incrédulo.
—¿Entonces a qué llamas a esto? —preguntó aun agitando sus brazos y yo rodeé los ojos sonrojandome haciendo para atrás mi fleco.
—Eso son palabras...muy bonitas que un amigo le dirige a una amiga —dije con una pequeña sonrisa nerviosa.
Leon sacó un gran suspiro exhausto poniendo sus manos en su rostro, después empezó a reírse de un modo histérico bajando las manos de sus rostro alargando su sonrisa de una manera muy burlona.
—¿Por qué no aceptas que lo quieres más que un amigo?, si temes que me burle por ti, por favor, ya me he burlado de que fuiste una bailarina de tubo, no puede ser peor que eso.
Yo me sujeté las greñas del cabello estresada soltando un fuerte gruñido.
—¿Por qué para ti es muy importante saber que me guste o no?, o será que... —dije sacando una sonrisa pícara— ¿Estás celoso?, ¿Me quieres como tu pareja?, Leon —pregunté con gracia extendiendo mis brazos y después junte mis labios exigiendo un beso, él hizo una mueca de disgusto apartándose de mí casi mostrándome la espalda espantado a esa idea.
—Eew, no —después me regaló una pequeña sonrisa maliciosa— ¿Que no me tienes la confianza de decírmelo?, ¿Que no era tu amigo? —preguntó él haciéndome ojitos de perrito lastimado poniendo su mano en su pecho por la decepción.
—Eres mi amigo, pero parece que tu me tienes la confianza de que tu me cuentes tus problemas —dije mirándolo con poca angustia cruzando los brazos y él rodeó los ojos dando un pequeño gruñido fastidiado a ese tema, pero después de eso me regalo una sonrisa juguetona alzando las cejas.
—Qué te parece si jugamos a un juego —dijo él viniendo conmigo poniéndose enfrente de mi nariz.
—Mmm... —dije haciendo una mueca no muy convencida— La última vez que jugué contigo me diste una de las peores pesadillas de mi vida.
Leon saco pequeñas risas de malicia recordándolo.
—Tranquila, este juego es diferente, qué te parece si compro esa respuesta que busco si yo te doy una que te interese, un intercambio justo, no crees —dijo él alargando su sonrisa mostrándome sus dientes y poniendo sus brazos detrás de su espalda.
—Quieres decir...que puedo hacerte una pregunta y tu me daras la respuesta si solo te digo si me gusta Reto o no —dije alzando una ceja sonriendo un poco al interesarme ese juego.
—Pero tampoco te ilusiones, solo se puede una pregunta y que tenga el mismo valor que la mía, porque si te atreves a preguntarme sobre mi secreto te aseguro que haré que vivas una pesadilla en este instante —dijo él con un tono frío hablando en serio y yo negué con la cabeza un poco asustada mostrando mis palmas en forma de cuidado.
—Entiendo, entiendo, entiendo...no haré esa pregunta —yo aun así alargue mi sonrisa al que tuviera fácil este juego— Esta bien, juguemos. Tu me has preguntado si me gusta Reto... —dije bajando la mirada viendo la punta de mi zapato haciendo para atrás mi fleco pudiendo sentir como mi rostro se enrojeció al sentir que ha subido de temperatura— Quizás...me este empezando a gustar... —dije alargando mi sonrisa mordiéndome el labio inferior.
—Noooo —dijo Leon fingiendo estar sorprendido poniendo sus manos en sus mejillas— No te lo creo, es imposible, Gemma —dijo él fingiendo tal impacto por la noticia que no pude evitar reírme por sus rostros graciosos cubriéndome la boca— ¿A ti que te guste Reto?, por favor —dijo él alzando la mirada con una ceja alzada teniendo una pequeña mueca dando una pequeña palmada al aire.
—Dije que quizás —dije mostrando mi índice y Leon me alzo las cejas aún incrédulo— Es que es complicado de acuerdo —dije cruzándome de brazos frunciendo el ceño mostrando gran rencor por Daniel, no tendría mis complicaciones por los sentimientos de Reto si no fuera por su culpa, después hice una pequeña mueca pensando en mis prioridades, además como había pensado antes debo concentrarme en la escuela.
—¿Puedo saber por qué?
—Es que...no sé si sea correcto pensar en ello, debo concentrarme en mis estudios... —en eso me calle mirando con enfado a Leon que él me sonría como un niño travieso— Hey, hey, no, me toca a mi hacer mi pregunta.
Leon miro la hora del reloj de su muñeca.
—Tienes...diez minutos.
Yo me sujeté la barbilla pensando rápido en qué pregunta debo hacerle antes que se me termine el tiempo, una pregunta que no sea tan personal...
—¿Puedo hacerte la pregunta y me dices si puedes responder o no? —pregunté mirándolo con súplica y él levantó los hombros sin mostrarle mucha importancia.
—Será tu problema si se te acaba el tiempo con ello.
—¿Por qué le tienes fobia a las serpientes? —preguntó mirándolo con gran curiosidad al querer saber de ello.
—Otra —dijo él haciendo una mueca al escuchar mi pregunta.
—Mmm... —dije mirando por los lados como si ello me ayudara a saber que preguntarle a Leon— ¿Por qué tu primo Gunther te molesta?
—Otra.
—No me aceptas ninguna —dije desesperada y él se empezó a ver las uñas de una manera arrogante al no importarle mi desesperación, después vio la hora de su reloj
—Tienes cinco minutos antes de que suene tu alarma.
—¿No me puedes ayudar dándome una pista? —pregunté histérica y él me alzó la ceja sacando pequeñas risas.
—¿Ni siquiera en este juego puedes jugarlo bien?
—Es que te pregunto algo y me las rechazas —dije con enfado y Leon rodeo los ojos con una sonrisa acostumbrado a mis tonterías.
—Te costará que en tu próximo sueño tenga que hacerte dos preguntas.
—Acepto —dije histérica antes de que se terminara el tiempo.
Leon se sujetó la barbilla pensativo.
—Que te puedo decir...quizás la palabra violín te ayude en algo.
Yo alargué mi sonrisa dando un aplauso.
—Si, si, el violín...que estaba contigo ese día que tenías la frente pegada en el árbol, ¿Quién...te la dio? —pregunté con sabiduría y él hizo una mueca de disgusto al escuchar mi pregunta.
—Ugh, pensabas que me ibas a preguntar que si sabía tocar el violín —dijo él con seriedad y yo le sonreí de una manera de malicia al haber jugado con cuidado, pero rodeó los ojos cruzándose de brazos— Nadie me la dio, yo le pedí a un violero que lo diseñara a mi gusto, le pague y así obtuve mi violín.
—Puedes ir con el violero para que pueda repararla.
—Conejita, el violero falleció hace cinco años, además está tan rota que me iba a decir que tendría que comprar otra.
Empecé a escuchar mi alarma dentro de mi cabeza, yo miré con lástima a Leon que él se deprimió un poco por haber hablado del tema de su violín.
—Nos vemos después conejita —dijo él empezando a desvanecerse y todo lo de mi alrededor empezó a oscurecerse...
***
Estaba en la clase de mutación, yo nerviosa me iba acomodando mis broches que se utilizan en el uniforme de gala, me aseguraba que en mi coleta no hubiera ningún pelo suelto, me acomode mi fleco, después abrir el fólder para ver toda nuestra investigación, me mordí el labio inferior por los nervios tratando de tener todo memorizado antes de pasar al frente para dar mi presentación.
—Gemma, no te satures —dijo Reto en susurro cerrando el fólder y yo volteé a verlo preocupada— Puedes hacerlo —dijo él regalándome una corta sonrisa y yo le devolví mi sonrisa por sus palabras.
—Hemos finalizado nuestra presentación, agradezco a todos mis compañeros celestes por haber obtenido su atención —dijo Leon fingiendo una voz muy educada en él teniendo una pose firme fijando su vista a la maestra Gami.
Ella se encontraba sentada en su escritorio teniendo las rúbricas de puntaje observando a la pareja detalladamente, pero su mirada estaba más fija en Kyle que él se mostraba muy serio que es raro en él. Ella empezó a hacerles preguntas complicadas, pero cada uno contestaba correctamente, ella iba calificándolos sin faltarle ningún apunte, después de ello volvió a mirar a Kyle.
—Comentare observaciones, joven Kyle, lo noté distraído en la presentación —dijo la maestra Gami bajando su vista siguiendo anotando su puntaje.
—La razón es que tuvimos una discusión mi compañero y yo un día antes de la presentación, maestra —dijo Leon con normalidad y yo mostré poca preocupación, no estaba enterada que él había tenido una discusión con su mejor amigo. Mire a Kyle que solo desvió la mirada haciendo una pequeña mueca sin contradecir ello.
—Esa no es razón para no haberse esforzado en dar la presentación como se lo he pedido joven Kyle, ¿Su prioridad en mi clase es la amistad o su calificación? —preguntó ella con un tono frío.
—En mi calificación...maestra —dijo Kyle con mucha seriedad en su tono de voz— No volverá a suceder.
La maestra Gami aun teniendo su mirada en bajo calificándolos.
—Pueden volver a sus asientos, como he comentado la calificación se las entregaré por correo antes de la media noche. Jóvenes Reto y Gemma, por favor pasen al frente.
Yo tragué saliva muy nerviosa, noté como Leon y Kyle regresaban a sus asientos sin dirigirse la palabra o mirada, si que estan enfadados, aunque Leon parece actuar que no le importaba...aunque...parece real que no le importa que su mejor amigo esté enfadado con él, ¿La discusión habra sido fuerte?, pude notar como Kyle miraba a su amigo con algo de rencor, pero prefirió desviar la mirada recargando su codo en su mesa poniendo su mano en su mejilla sin querer saber nada de él.
Reto se levantó dándome la indicación que yo también lo hiciera, yo me levanté agarrando el fólder con nervios caminando hacia la maestra Gami que ella tiene su mirada pegada en mí, con esos ojos afinados que no me sorprendería que me vayan a acompañar en toda la presentación. Me puse enfrente de su escritorio dejando el fólder en su mesa donde estaban los demás.
Reto ya había terminado de poner nuestra presentación en la pantalla, yo me puse al lado de él rascándome la garganta preparando mi voz y volteé a ver a Mia nerviosa, ella me señaló los pulgares con gran sonrisa diciéndome "Puedes hacerlo", yo le sonreí por ello, respire hondo y solté todo aire tratando de quitarme todos los nervios, Reto volteo a verme para verificar si estaba lista, yo le di un asentimiento dando un paso al frente.
—Buenos días mis compañeros celestes, maestra Gami —dije volteando a verla haciéndole una seña formal y ella me dio un pequeño asentimiento avisando que tenía toda su atención— Mi nombre es Gemma Adelaida Salem y junto con mi compañero Reto Bell —dijo volteando a verlo que él dio un asentimiento de pequeño agradecimiento por presentarlo— Presentaremos nuestro proyecto que nombramos "Metamorfosis absoluto", empezaremos por conocer la definición de cada palabra, metamorfosis que proviene del latín...
Tratando de ignorar las miradas que estaban puestas sobre mí, yo seguía hablando dando mi presentación explicando los principios, planteamientos, proposiciones, datos, conocimientos, hablando me aseguraba de hacer los ademanes correctos mirando a todos mis compañeros como lo he practicado con Reto, señalaba las imágenes de la pantalla sin ver la pantalla, ya que mi gran amigo me dijo que si hacía eso la maestra Gami nos iba reprobar.
Terminando mi parte Reto siguió con su parte empezando con la metodología de nuestra investigación, sus objetivos, metiéndose en el tema de la medicina para explicar sobre el adn, como debe ser la estructura, etc.
—Hemos finalizado con nuestra presentación, agradecemos su atención —dijo Reto dando la finalización y yo tragué saliva nerviosa mirando como la maestra se quedó mirando fijamente, como lo predije así estuvo en toda presentación, sin apartar su vista en mi.
Ella entrecerró un poco sus ojos preparando una pregunta en su mente, una que puede ser mortal para mi, yo me iba agarrando las manos con muchos nervios empezando a respirar hondo y sacar todo el aire como si estuviera expulsando todos los nervios de mi cuerpo.
—Su compañero Reto ha explicado cómo sería la estructura del adn de su individuo si tuviera el don que han inventado, al hacerlo juntos esta investigación debió entender todo lo que ha dicho, me equivoco jovencita Gemma —dijo ella empezando a darle pequeños golpes a su mesa como forma de entretenimiento.
—No...maestra Gami...no se equivoca —dije sonriéndole de una manera muy nerviosa.
—Entonces debe saber explicar porque la estructura de un potestad es diferente a la de un humano.
Yo me sobresalte un poco a su pregunta, esa si que...está difícil, pero Reto y yo nos preparamos para esto, me ha explicado, yo volteé a verlo que él me dio un pequeño asentimiento que podía hacerlo. Yo respiré hondo de nuevo y solté aire dirigiéndome al pizarrón empezando a dibujar la estructura del adn humano y al lado de él la estructura del adn de un potestad.
Terminando mi dibujo volteé a ver a la maestra Gami que ella me alzó un poco una ceja al notar que los había dibujado. Empecé a dar una gran explicación sobre las diferencias que tiene la estructura del adn de un humano y un potestad, circule una parte del adn mirando a mis compañeros señalando con mi otra mano el adn humano y ellos tienen las cejas un poco alzadas al verme como todo una científica, pasaba el tiempo y yo caminaba de un lado a otro haciendo ademanes para que lograran entender mis explicaciones...
Ya casi terminando mi respuesta sintiéndome muy exhausta, saque mi trapo de seda quitándome el sudor de la frente. Puse mis manos sobre el pizarrón viendo mis dibujos y anotaciones.
—Esas...son las diferencias de un adn humano y potestad —dije con gran cansancio mirando a la maestra Gami que se me quedó viendo con mucho detalle.
La maestra tiene una expresión que no podía saber bien si he dicho la respuesta correctamente, pero empecé a fruncir el ceño al ver que ella empezó a curvear un poco sus labios, acaso...eso es...¿Una sonrisa?, no era una gran sonrisa, pero...¡Me ha regalado una corta sonrisa!
—Los felicito —dijo ella aun con una sonrisa y yo puse una mano en mi pecho para verificar que no me diera un infarto por lo que creo que va a decir— No he revisado su investigación, pero en presentación tienen un cien limpio...
Yo di un grito de emoción sin poder evitarlo lanzándome a Reto con gran felicidad sujetándome de sus hombros abrazando su cuerpo con mis piernas, pero él sin esperarse de ese salto se desequilibró haciéndonos que los dos cayéramos en el suelo.
Yo sin importarme seguía riéndome sin importar que deba verme como toda una demente, Reto desde el suelo conmigo volteo a verme con mucha seriedad por haberlo hecho caer en el suelo enfrente del salón, yo sin importarme le regalé una muy larga sonrisa mostrándole mis dientes y él cambió su expresión regalándome una corta sonrisa.
—Regresen a sus asientos que faltan dos equipos por presentar —dijo la maestra Gami sin darle mucha importancia que estuviéramos en el suelo mientras que la obedeciéramos.
***
Narrador
Gemma estando muy alegre se salió del salón con sus amigos dando saltos de felicidad mientras que se dirigía a los elevadores, sus amigos la veían con una dulce sonrisa acompañándola, Reto se salió del salón deteniéndose viendo como Gemma se iba yendo con su grupo de amigos, se quedó quieto observando como se iban alejando, Mia al sentir su mirada volteo a verlo y le regaló una corta sonrisa, le hizo una seña que los acompañara invitando al grupo, pero él desvió la mirada inseguro.
Mia rodeó los ojos, fue hacia Reto tomándolo del brazo sin importar que él le mostrara un poco sus colmillos gruñendo con poca amenaza, pero ella sin importancia empezó arrastrarlo con fuerza hacia su grupo y Gemma al ver a Reto alargó mucho más su sonrisa que él escondió todo colmillos.
—Esto no hubiera pasado si no hubiera sido por tu ayuda —dijo Gemma estando muy agradecida con él tomándole de sus manos dando pequeños saltos de alegría.
—No te ilusiones, aun no sabemos nuestra calificación completa, Gemma —dijo Reto aun así regalándole una corta sonrisa al causarle gracia su emoción.
—No seas modesto, Reto, es obvio que van a sacar un cien limpio —dijo Theo con gran sonrisa.
—Así podré pasar la materia con un 70 —dijo Gemma como pequeña niña alegre juntando sus manos dando saltos de felicidad y los demás sacaban pocas risas por su alegría.
Leon se quedo quieto en el pasillo mirando con una mirada triste como ese grupo de amigos muy alegres se iban alejando, Kyle al salir del salón se detuvo al ver como su amigo tiene una mirada fija en ese grupo, él volteo a verlos y frunció un poco el ceño al darse cuenta que se trataba de Gemma.
Kyle volvió a ver a Leon mirándolo con gran sospecha, su amigo sin darse cuenta seguía quieto sin apartar su vista de ellos, como si tuviera el deseo de sentir la misma alegría de todos ellos estando en ese grupo. Kyle interrumpiendo eso se puso al lado de su amigo fingiendo una sonrisa, Leon volteo a verlo con una ceja alzada extrañado de esa sonrisa.
—¿Y esa atención en ese grupo?, Leon —preguntó el de un modo muy amigable para no hacer enfadar a su amigo por la pregunta.
Leon levantó los hombros fingiendo no darle importancia a esa pregunta sin mostrar nervios para no ser descubierto por su interés.
—Solo me causa gracia como la conejita festeja por un 70 —después volteo a ver a Kyle con una sonrisa fingida— ¿Qué a ti no te causa gracia?
Kyle sacó pequeñas risas.
—No puede ser más ridícula esa mestiza. Escucha Leon, estuve pensando en lo que me dijiste ayer... —dije él desviando la mirada y cerró los ojos sintiéndose un poco apenado— Y tuviste toda la razón de enfadarte, realmente...me comporte como un idiota. Se que estos días han sido mierda para ti y a mi se me ocurrió sacar todas esas estupideces...
Leon le dio palmadas a la espalda de Kyle amigablemente regalándole una sonrisa, él miró a su amigo con el ceño fruncido a su extraña actitud alegre.
—Está bien, Kyle, estaba muy mal humor cuando sacaste esa platica, no sabía lo que decía. Solo quiero que entiendas que hice un juramento de sangre —dijo él de nuevo señalándole su palma con la cicatriz— Y si rompo esa promesa mi padre me partirá la madre, ¿Comprendes? —dijo él alargando su sonrisa de una manera histérica y su amigo se apartó un poco de él asintiendo de una manera nerviosa— Perfecto, es bueno que esto se haya arreglado ¿No crees? —preguntó él abrazando a su amigo por los hombros y Kyle le regaló una sonrisa verdadera.
—Estas de suerte por eso idiota, porque mi padre ya me mando el correo del mes —dijo él alzando las cejas y su amigo alargó su sonrisa de oreja a oreja mostrando los dientes.
—Porque crees que te he disculpado —dijo él con gracia y su amigo se echó a reír dándole un codazo de juego.
—Leon —él se volteó a ver a Dmitri ya que lo había llamado— Kyle, me permites hablar con él en privado —dijo él con seriedad y su amigo le dio un pequeño asentimiento dándole una palmada en el hombro de Leon.
—Los espero en los departamentos —dijo Kyle con una sonrisa en su rostro dirigiéndose a su departamento.
—¿Iremos hablar en su oficina presidencial?, señor presidente, escuche que hoy en la mañana te han entregado las llaves —dijo él con gracia pero Leon se quedo viendo directamente los ojos de Dmitri utilizando su don, pero después de eso frunció el ceño al darse cuenta de un recuerdo y su amigo desvió la mirada con mucha frialdad— No jodas, Dmitri —dijo él con mucho enfado haciendo ademanes molestos.
—Trata de ser discreto —dijo Dmitri con un tono de voz demasiado frío, pero Leon sin importancia le tomó de los hombros a su amigo mirándolo con amenaza y él frunció el ceño mostrando bastante seriedad a ese acto.
—No te atreverías a hacerle caso a la desgraciada de esa perra —dijo él con un tono bastante serio y Dmitri se apartó de él acomodándose su saco.
—Te has enfadado cuando todos se han enterado que tienes un secreto y a pesar de ello aún no respetas la privacidad de nuestros recuerdos, Leon —dijo él con enfado y Leon se cruzó de brazos con un rostro serio.
—Debo que, con lo enferma que está tu "estrella" —dijo él diciéndolo entre conejos y Dmitri frunció el ceño mostrando enfado— Debo verificar que si seas tu y no ella usando tu apariencia para querer jugar conmigo.
Dmitri desvió la mirada haciendo una pequeña mueca.
—Tienes razón, haces lo correcto en usar esa técnica —su amigo sonrió al sentirse halagado por ello. Dmitri miro por los lados verificando que no hubiera alguien que los escuchara— No te preocupes, no pienso hacer lo que ella me pide —después él frunció un poco el ceño mostrando confusión que es muy raro en él mirando fijamente a Leon— ¿Estás mostrando preocupación por Gemma?
Leon se sobresaltó un poco, después miró por los lados nervioso.
—No, muestro preocupación por ti que es otra cosa. Si le haces eso a la conejita, el director te va a quitar tu lindo puesto de presidente. Tu trabajo es verificar que todos los celestes se encuentren alegres, seguros, sin sufrir agresiones y esas boberías —dijo él acomodándose su cabello con una pequeña sonrisa de burla— No lo contrario y sobre todo a la hija reemplazable del director.
Dmitri rodeó los ojos sacando un suspiro un poco exhausto.
—Hablando de, es el tema con el que quiero tratar contigo. Como habrás visto en mis recuerdos, Reto habló conmigo con la crisis que sufriste ayer...
Leon soltó un gruñido con molestia dándose la vuelta mostrándole la espalda a Dmitri, pero él con bastante seriedad le tomó de su muñeca impidiendo que se retirara.
—Leon, tienes un problema serio que debes tratar con un psicólogo —dijo él con mucha seriedad y Leon volteo a verlo apretando los dientes.
—¿Un psicólogo?, ¿Has perdido un tornillo? —preguntó él con mucho enfado entre dientes apretados pegandose la frente con desesperación— Si mis padres llegan a enterarse que estoy viéndome con un psicólogo la muerte me llegará por culpa tuya.
—Ellos no tienen que enterarse, ya he hablado con el director Galder, como obligación empezaras con tus sesiones con el psicólogo que se ha contratado para ti...
—No me estés jodiendo, no soy un maldito lunático, Dmitri —dijo Leon con gran furia zafando su muñeca del agarre de Dmitri y él lo miró con una mirada tan fría.
—Intentaste suicidarte —dijo él con un tono tan frío que Leon solo frunció más el ceño a esas palabras— No es la primera vez que sucede, Leon —dijo él ahora mostrando un poco de tristeza en sus palabras— Necesitas ayuda. Se mantendrá en secreto si lo deseas...
—El que va a necesitar ayuda es el maldito hombre que me han contratado, porque si me obligan a verlo, usare mi don con él para que él ahora sea quien necesite un psicólogo —dijo él mostrándole su índice de una manera muy amenazante y Dmitri tiene una mirada en sus ojos sin mostrar miedo alguno.
Leon sin querer hablar más del tema se fue retirando entre pisadas que hacía sonar cada vez que la planta de su zapato tocaba el suelo por toda la ira que contenía, Dmitri se sujetó de los párpados negando con la cabeza al sentirse muy frustrado con todos los problemas que tiene encima.
***
Gemma
Estábamos formados en la clase de entrenamiento, el maestro Colt se quedó mirando quién será mi oponente sujetándose la barbilla pensativo, se le quedó mirando a Reto por un buen tiempo y deseaba que no fuera él mi oponente. El maestro negó con la cabeza y prefirió mirar a Celia que ella se paralizó con la mirada del maestro.
—Bubble segunda, pase al círculo de enfrentamiento, contra Salem.
Celia hizo una gran mueca abrazándose a sí misma sin estar convencida, Nicole le tomó del brazo acercándose en su oído susurrando una cosa que parecía que era una amenaza por el rostro del miedo que puso su hermana abriendo en grande los ojos empezando a temblar, ella negó con la cabeza y con ello fue libre del agarre de la loca de su hermana.
Yo empecé a caminar yendo al círculo de entrenamiento junto con Celia, la miré preocupada, pero ella desvió mi mirada sin ni siquiera verme, yo solté un suspiro rendida, yo ya no he podido ayudarla por las palabras que me ha dicho esa vez "Yo no te pedí tu ayuda, cada vez que lo haces sólo empeoras las cosas", después de eso ya no le dirigí la mirada o la palabra.
Entrábamos al círculo de combate, yo me quite los guantes dejándolos caer en el suelo, noté como Celia miró mi mano humana empezando a notar como una capa de sudor se iba creando en su cuerpo, yo fruncí el ceño ni siquiera hemos empezado con el combate y ya esta sudando, debe ser el miedo y los nervios que debe sentir en estos momentos.
Yo me puse en pose de combate preparándome, Celia empezó a sacudir sus manos empezando a susurrar cosas muy nerviosa, podía lograr entender "No me dejes ahora don, por favor", no dejaba de repetirse esas palabras para ella misma mirando sus manos con suplicación. Yo empecé a sentir lástima por ella sin poder evitarlo, volteé a ver a Nicole que ella tiene su mirada fija en su hermana mostrando gran odio hacia ella, yo mire a la pobre mujer enfrente mio que ella extendió una mano hacia a mi.
Sentí una pequeña brisa de viento en mi rostro levantando un poco mi cabello, pero...no sentí ningún daño, hasta fue refrescante. Celia maldijo en bajo y cerró sus ojos concentrándose, este es un buen momento para aprovechar en tomarle su mano con mi mano humana para asustarla y sacarla fuera del círculo ganando el combate, pero...
Mire cómo la pobre hacia todos sus esfuerzo para usar su don, su brazo estaba temblando por los nervios, que hasta tuvo que usar el otro para que sea de apoyo para que pueda cargar y así evitar que se caiga por no tener fuerzas por la presión que tiene encima, el sudor de hace rato se convirtió como si estuviera lloviendo encima de ella para que esté dejando caer muchas gotas de sudor por su barbilla.
—¡Salem no se quede ahí aproveche! —dijo el maestro Colt con enfado y Celia abrió los ojos mirándome con una mirada llena de sufrimiento, yo hice una mueca mordiéndome el labio inferior sin poder dañarla, ni siquiera puede usar su don por el tanto miedo que le tiene a su hermana, por la amenaza que le debió hacerle, ella bajó la mirada empezando a irritar sus ojos por las lágrimas, no...no puedo aprovecharme de su tristeza, no puedo ganar sabiendo que su hermana le va hacer daño, esto no es culpa suya, es culpa de su hermana.
Yo mire su brazo extendido que aún la tiene extendida hacia a mi, veamos...tiene el don de controlar el aire y el agua, ¿Con que me puede dañar con eso sin tocarme?, en ello sonrió con travesura al ocurrir una idea.
—Sígueme el juego —dije en susurro y Celia me frunció un poco el ceño mostrando confusión, le guiñe el ojo para que confiara en mí.
Yo respire hondo sujetándome la garganta aguantando la respiración, empecé a fingir que me estaba asfixiando al que utilizará su don del aire impidiendo respirara, Celia me alzó una ceja estando completamente perdida sin entender lo que ocurría y yo fruncí el ceño mostrando enfado que siguiera con el maldito juego si quería ganar, ella alzó las cejas entendiéndolo.
Me hinqué en el suelo tratando de no respirar de nuevo para no ser descubierta, al ya no poder más me caí en el suelo haciéndome la inconsciente por la falta del aire.
—Esto no puede ser, ¡Salem, ¿Cree que somos unos idiotas? —yo seguía callada haciéndome la inconsciente, solo pude escuchar el gruñido de desesperación del maestro Colt— ¡Salem le estoy hablando!
Yo me hice que me despertaba dando una bocada de aire, fingí gran miedo mirando a Celia que ella se cubrió la boca tratando de no reírse por mi estupidez, me aparte de ella levantándome mirando al maestro Colt que el me miraba con gran enfado teniendo los ojos entrecerrados con una mueca molesta.
—Maestro Colt...ella ha usado su don del aire asfixiándome...casi me muero —dije fingiendo gran terror poniendo mi mano en mi pecho tratando de recuperar el aliento.
—Por la falta de respeto que me está mostrando Salem, hablaré con usted y junto con su entrenador terminando la clase.
—Gracias —dijo Celia en susurro muy bajo pasando al lado mío.
Yo me quedé un poco asombrada al escuchar que por primera vez me a agradecido por ayudarla, Celia fue regresando con Nicole que ella aun así la miro con enfado, pero creo si no la regaña es porque ya tendré suficiente sufrimiento al quedarme con el maestro Colt después de clase, así que con ello debe estar alegre para no dañar a Celia.
Yo sonreí regresando regresando con mis amigos, después de todo ya siento que realmente hice lo correcto, no me arrepiento de nada.
***
Mientras que todos se iban retirando a sus departamento, Dmitri y yo nos quedamos con el maestro Colt, yo sonreí de una manera muy nerviosa tratando que el maestro no estuviera tan enfadado conmigo, pero solo recibí una mirada más molesta de él que causó que borre mi sonrisa bajando la mirada culpable.
—No...le quise faltar al respeto, maestro Colt, de verdad, esa no era mi intención —dije volviendo a verlo de una manera muy culpable.
Él soltó un suspiró tratando de tranquilizarse alzando su mirada al cielo.
—Salem, se que solo trataba de ayudar a su compañera, admiro esa generosidad de usted, sé que lo ha agarrado de su madre, su padre me comentaba que era una santa, yo decía que exageraba, pero ahora veo que no, al quererse humillarse de esa forma por querer ayudar a su compañera—dijo él con un tono muy serio y yo alcé las cejas al sorprenderme un poco al escuchar que lo ha mencionado
—¿Mi padre le platicaba de mi madre? —pregunté alargando mi sonrisa queriendo saber más información.
—Eso no es lo que importa ahora Salem —dijo él con seriedad sin querer llegar a ese tema con mi padre y yo hice una mueca— Lo que hace por amistad es muy lindo, pero debe dejar eso atrás, le esta dando información sin querer a su compañera Heaven —señalo por donde se había ido Scarlett— Mientras que la ponga a pelear con sus amigos y se haga la santa sin querer golpearlos, ella usara esa ventaja tomando la apariencia de ellos para aprovecharse de usted, ¿Me está entendiendo?, Salem.
Solté un suspiro abrazándome a mí misma no estando muy convencida con esto.
—Si se me dificulta golpear a alguien, más difícil será para mí golpear a un amigo mio.
—Escuche Salem —dijo él con un tono bastante serio acercando su rostro al mío de una manera que me puso nerviosa— Usted ya debe de saberlo, no me impresiona que el director le haya comentado sobre mi juventud aquí en la academia, con el idiota de su padre como mi mejor amigo, ¿Me equivoco? —dijo él frunciendo el ceño mostrando molestia a este tema.
—En realidad...fue el maestro Natt... —dije con una sonrisa nerviosa.
—Me da igual quien se lo haya informado, Salem, ¿Cree que si yo veo de nuevo a su padre lo vaya a recibir con un abrazo al ser uno de los potestades más buscados por nuestra raza? —preguntó él con un tono bastante frío y yo me sujeté el cuello nerviosa— No, Salem, no lo recibiría con un abrazo, yo daría mi mejor combate con él para cumplir las reglas que nos pide nuestra serafín hacer si nos encontramos con su padre, sin importar que él pueda recibir la pena de muerte, lo entregaría, no me importaría que hubiera sido mi mejor amigo, no me importaría si usted es su hija y me odie por hacerla huérfana, hay reglas que debemos cumplir, no me arriesgaré a ser visto como un delincuente por culpa de su padre —Él puso su índice en mi pecho y yo mostraba mucha seriedad a sus palabras— Como usted tiene reglas, Salem, tiene que ganar los combates sin importar que esté peleando con su mejor amiga, no puede mostrarse débil por ellos. ¿Me ha entendido?, Salem.
Yo bajé la mirada con seriedad.
—Si...maestro Colt —dije no muy convencida.
—Ayúdeme con eso, joven Kebrashka.
—Si, maestro Colt, lo haré —dijo Dmitri como todo soldado.
El maestro Colt sin gustarle las despedidas se fue retirando, yo volteé a ver a Dmitri fingiendo una corta sonrisa.
—Nos vemos en el gimnasio, Dmitri —él me dio un asentimiento y yo empecé a ir hacia el edificio.
Mientras que iba caminando no podía dejar de pensar en las palabras del maestro Colt, recuerdo la primera vez que hable con él director Galder, él también ya no le parecía tenerle mucho cariño a mi padre por lo que hizo, me entristece...darme cuenta que los mejores amigos de mi padre...lo abandonaron a su suerte, ni decir suerte, con el rencor que veo que le tienen, creo que el señor Galder haría lo mismo que dijo el señor Colt que iba hacerle a mi padre si se lo encontraba, aunque el maestro Natt me lo dijo, desde el accidente...se distanciaron.
Yo me sujeté las greñas en el cabello suavemente sin querer dañarme, pero aun así siento mucha desesperación por esto, no poder conseguir información de mi padre porque sé que sus dos mejores amigos lo odian y les puede ser muy personal ese tema. Hasta con el maestro Natt se nota que le pone muy incomodo ese tema.
Es injusto, no pude saber de mi padre ni con mi madre...y no podre saber de él en esta academia, no me importa que digan que es un mal hombre, que mata gente o que...secuestra niños, no me la creo, es mi padre, todos los años que viví con mi madre ella y yo teníamos el mal pensamiento que nos había abandonado, yo...lo odié por eso, cuando no había razón, él...la amaba, hasta que esa...mujer que todos la ven como un ángel lo arruino todo mandando a su esposo a asesinar a mi madre, al menos su esposo si parece ángel al no haberla obedecido.
Solté un suspiró alzando mi mirada al techo viendo los colgadores de diamantes que estaban dentro del edificio, como también tengo mis dudas con nuestro querubín, ¿Por qué lo hizo?, ¿Por qué la mentira?, yo baje la mirada ahora viendo mis pies mostrando tristeza, el pobre está en una cárcel con un nombre terrorífico por haber hecho lo correcto, como...quisiera también hablar con él para sacarme al menos la pequeña parte de las dudas que invaden mi cabeza.
Le pique al botón llamando los elevadores, pero eso no sucederá, no creo que a la mujer que mandó asesinar a mi madre para así matarme también le guste la idea que sea una visita de su esposo en la cárcel.
El elevador llegó al piso, entre en el elevador mostrando mucha seriedad a este asunto, admítelo Gemma, nadie te dará la información que buscas, tendrás que buscar la manera para encontrarlo tú misma, claro, que sencillo no, siempre tengo que hacer todo yo, encontrar las soluciones de la manera más complicada, nunca puedo obtener lo que yo quiero de una manera sencilla.
Yo solo solté un gruñido ya poniéndome de mal humor con todo esto, cuando el elevador llegó a mi piso me salí de él dirigiéndome a mi departamento para cambiarme, me desquitare con el saco de boxeo cuando llegué al gimnasio.
***
Narrador
Dmitri estaba verificando que su oficina presidencial se encuentre muy presentable antes de irse al gimnasio para entrenar a Gemma, la oficina era un poco extenso, los tonos son fríos al ser tema principal de la academia, el suelo es de mármol de tonos blancos, grises y poco azules, su escritorio fue diseñado siendo de cristal con detalles plateados, tiene su asiento presidencial que es de cuero blanco sin ninguna mancha, las paredes estaban invadidas de pinturas, tenia de una escultura del querubín en la esquina del cuarto, en una pared había una extensa ventana dejando entrar la luz de la luna.
Dmitri está parado al lado de su escritorio acomodando los marcos de fotos donde están sus padres, acomodo el huevo de fabergé que tiene de fondo un azul marino con detalles de oro puro y pocos diamantes incrustados, lo trata con mucha delicadeza verificando que ningún daño le cause, después agarró una pequeña caja de madera circular que se veía un poco malgastada, la plata falsa que tiene marcado ya se veía despintado, pero a pesar de ello el ruso le dio vuelta a la pequeña llave que tiene incrustada la cajita.
Cuando él soltó la llave, la cajita por si sola se abrió subiendo tapa, una tonada musical empezó a sonar haciendo que un pequeño ángel femenino de mármol empezará a bailar sobre la pequeña cajita, en la tapa hacia que tuviera un fondo estelar que las estrellas son pequeños diamantes incrustados y la luna tiene una pintura de oro blanco real que hacía que el pequeño ángel deslumbrara con su pequeño baile.
Dmitri se le quedó viendo con mucha atención al pequeño ángel que baila con su propia música, admiraba tal belleza del ángel, como esta tiene una pose libre teniendo sus alas extendidas con los brazos extendidos y teniendo una punta del pie en el suelo y la otra muy extendida.
Fue interrumpido cuando le tocaron la puerta, el dejo la cajita musical en el escritorio dejando que se cerrará por sí sola cuando termine la cuerda, el fue a su puerta abriéndola, el mensajero de la academia le regaló una corta sonrisa teniendo un gran paquete.
—Perdone las horas en las que llegó a su puerta, joven presidente, pero su padre me habló informando que le es importante que le entregue el paquete que él le ha enviado.
—No se preocupe, al contrario, le agradezco —dijo Dmitri extendiendo sus brazos y el cartero le entregó el paquete.
—Firme aquí, por favor —dijo él entregando su tabla sujetapapeles indicando a Dmitri donde tiene que firmar, él dejó el paquete en el suelo dejando que se recargara en sus piernas, él agarró la tabla y el hombre le entregó una pluma para que pueda firmar.
Dmitri firmó la hoja, el hombre le dio un asentimiento que su trabajo aquí había acabado y se fue retirando, Dmitri cerró la puerta de su oficina teniendo el paquete rectangular forrado de papel, él con cuidado empezó a romper el papel de un modo tranquilo sin tener prisa, alzó un poco las cejas al ver que era el retrato suyo con sus padres.
Libero la pintura del papel viendo el marco de oro, él mostraba mucha seriedad al reconocer que ese retrato estaba en su casa, colgado en el lugar de trabajo de su padre, él se dio cuenta que había un sobre dentro del paquete al verlo tirado, se agacho recogiendo el sobre y lo fue abriendo, empezó a leerlo.
"Querido hijo:
Tu madre y yo estamos orgullosos de ti por él logro que has realizado, no siento que me merezca ese orgullo de ti por el mal padre y hombre que sido con tu madre junto contigo por la mala situación que estamos viviendo, pero por ello te entrego de este cuadro hijo mío, cada vez que te veo en él me das las energías sin tu presencia para seguir adelante tratando de solucionar el problema, puede parecer ridículo y débil de mi parte al límite que he llegado para sentir ello cuando veo de un retrato sin vida, pero son cosas que uno aprende cuando necesitas todo tipo de ayuda posible.
Quiero que obtengas de este cuadro por si llegas a querer sentir lo mismo, Dmitri, quiero que lo cuelgues en una zona donde puedas sentir que no estas solo, que tu madre y yo estamos para ti, la mirada que muestro no es para juzgarte, es para animarte, la mirada de tu madre es para amarte y cuidarte, y no te preocupes por mi al haber perdido ese objeto que adoró, con el simple hecho de ver tu logro, al saber que mi hijo es presidente escolar de la academia Angelus, me es suficiente para seguir adelante, por ti y tu madre.
Te queremos, tu madre y yo. Kebrashka."
Dmitri soltó un suspiro viendo la letra de su padre, fue a su escritorio abriendo un cajón y poniendo la carta en el con cuidado para no maltratarla, al cerrar el cajón volteo a ver el retrato y se volteó atrás suyo para ver una zona libre donde ponerlo, él miró la hora viendo su reloj en su muñeca y bajó su mano dirigiéndose al retrato.
***
Pasando el tiempo se apartó teniendo su manos en su cadera mirando que ha colgado el retrato detrás de su asiento para saber que ellos siempre estarán detrás de él cuidándolo, él al verlo un poco chueco sujeto la esquina del marco moviéndola con mucho cuidado para que quedara derecho.
Leon entró al cuarto, al ver a Dmitri alargó su sonrisa, su amigo sin querer distraerse por él seguía en su objetivo, él puso sus manos detrás de su espalda observando la oficina de Dmitri.
—Vaya, vaya, vaya, así que esta es tu gran oficina presidencial, quise visitarla cuanto antes cuando me he enterado que te la han dado esta mañana —dijo él deteniéndose mirando con curiosidad las cosas que tiene él sobre su escritorio.
Dmitri se apartó del cuadro al tenerlo derecho volteando a ver a Leon con el ceño fruncido.
—Si vas hablar conmigo, hazlo maduramente sin tus juegos, Scarlett —dijo él con bastante seriedad agarrando las llaves de su oficina.
Scarlett sonrió de una manera de travesura agarrando el huevo valioso, empezó a cambiar su apariencia a la verdadera, teniendo el uniforme casual puesto, ella observaba detalladamente el huevo.
—Me da curiosidad cómo es que conservas tus tesoros sabiendo que estas apunto de llegar a la pobreza, claro si aún no llegas es por mi —dijo ella aventando el huevo por los aires con una sonrisa de diablilla.
Dmitri atrapó el huevo antes que Scarlett lo atrapará, él le lanzó una mirada bastante fría.
—Sabes bien las historias de estos tesoros como dirías tú —dijo él acomodando el huevo con cuidado en su escritorio— No me perdonaría si llegara a venderlos.
Scarlett de un modo coqueto subió su parte trasera sentándose en el escritorio sin importar mover la cajita musical haciendo que se cayera, Dmitri gruñendo con molestia con buenos reflejos llegó atrapar la cajita musical antes que tocara suelo, miró a la mujer con el ceño fruncido mostrando enfado que ella con mucha seducción fue subiendo su falda mostrando todo el muslo de su pierna y el encaje rojo de su tanga. Ella se mordió el labio inferior sintiéndose muy excitada.
Dmitri miró el retrato de sus padres del cual tenían su mirada fija en él, Scarlett se dio la vuelta dándose cuenta que estaba viendo del retrato y empezó a reírse mirando burlonamente a su pareja.
—No serás tan ridículo para sentir pena por un retrato sin vida. Hablando de ello... —dijo ella cruzándose de brazos mirando por los lados viendo todo el escritorio de Dmitri— No veo ninguna foto mía en tu escritorio —dijo ella ahora mostrando enfado.
—Esta es solo una parte, no he podido traerme todo lo que quiero en mi oficina —dijo él con mucha seriedad y Scarlett se cruzó de piernas de un modo lento a propósito para que él pudiera verle su entrepierna, él la miraba con mucha frialdad sin mostrar ninguna expresión de sus acciones.
—Nuestra oficina, Dmitri —dijo ella usando su don haciendo que sus zapatos se convirtieran en cera hundiéndose en su cuerpo estando descalza con las calcetas puestas, extendió su pierna logrando recargar su pie en el hombro de su pareja que él miró al pie como si fuera un gran enemigo— Tienes suerte que una vez que seas presidente no puedes crear más propuestas, porque contigo ya me hubiera librado de los que hacen llamar potestades. Masajea mi pie —dijo ella en modo de orden con una sonrisa de malicia y él le mostró los dientes mostrando mucho enfado a sus exigencias— Te he dado una orden, Dmitri.
Dmitri de mala gana le agarró el pie a Scarlett que está sobre su hombro masajeandolo, ella cerró los ojos con satisfacción.
—Tengo un trabajo para ti cuando vayas a entrenar a la rata y espero que lo cumplas, porque si no, ya sabes las consecuencias—Dmitri se quedó callado mirándola con gran rencor— No escucho "Que deseas que haga por ti, mi estrella" —dijo ella frunciendo el ceño mostrando enfado
—Qué deseas...que haga por ti, mi estrella —dijo Dmitri entre dientes apretados.
—Quiero que la invites a la fiesta de fin de mes.
Dmitri detuvo el masaje de Scarlett mirándola con bastante frialdad, ella abrió los ojos con el ceño fruncido mostrando molestia.
—Mia no se lo va a permitir, sabrá bien tus intenciones si Gemma pone un pie en una de tus fiestas organizadas —dijo él con mucha seriedad.
Scarlett saco pequeñas risas apartando su pie de Dmitri creándose su zapato con su don para ya no estar descalza en ese pie.
—Por favor, al menos que te estés creyendo ignorante para no saber que eso no le va a importar a la rata, ella va a tener curiosidad y si la has invitado tú... —dijo ella bajándose del escritorio acomodando su falda— Va a tener la libre seguridad de querer ir a esa fiesta.
—Te has puesto a pensar si es que lleva a Reto con ella, si le haces daño, él va hacer lo mismo contigo lastimándote.
Scarlett puso su mano fingiendo gran ternura.
—A pesar de tu odio por mi, aun muestras preocupación por mí, mi corazón —dijo ella agarrando la nuca de su pareja con sus dos manos jalándolo hacia ella pegando su frente con la de él.
—Es lo que hace una persona con corazón, no lo entenderías, Scarlett —dijo él con un tono tan frío y Scarlett solo sacaba pequeñas risas al que sus palabras le causaron gracia, puso su índice en los labios de su pareja empezando a jugar con ellos.
—Por algo te llamo mi corazón, no te preocupes por mi, tengo todo totalmente calculado, esta vez no cometeré el mismo error que hice en las elecciones —dijo ella alargando sus sonrisa de oreja a oreja de una manera psicópata.
***
Gemma
Le daba golpes al saco de boxeo mientras que esperaba a Dmitri, desataba toda mi ira al que no me informan nada en esta academia, le di una fuerte patada teniendo mi pie vendado para no dañarlo, note con poca impresión al ver que al dar una patada el saco se movió más bruscamente que con los golpes.
—Por tu taller ejercitas más tus piernas, razón por la cual tienen mayor fuerza que tus brazos.
Yo mire a Dmitri que ya había llegado con la tina con colorante, le regalé una sonrisa emocionada.
—Pero, ¿Viste?, ¿Lo hice bien?
—No puedes saltarte de ejercicio, si quieres aprender a dar patadas debo asegurarme que tengas lo básico en golpe. Aprenderemos las técnicas de patada hasta que me hayas dado un golpe en el rostro —dijo él sumergiendo sus puños en el agua— ¿Ya has realizado los ejercicios?
—Así es, tengo un video que lo demuestra, hasta puse la fecha y hora para no creas que te enseño otros que ya tengo —dije agarrando mi celular mostrándoselo.
Dmitri se quedó viendo el video, después me dio un asentimiento que estaba bien.
—Disculpa la tardanza, estaba arreglando unas cosas en mi oficina que no me di cuenta del tiempo —dijo él siendo sincero.
—No te preocupes Dmitri, como dice mi maestra Roos de ballet, es mejor que llegues con salud a que no llegues sin tenerla. Además que comprendo muy bien al que hubieras estado en tu oficina presidencial —dije hundiendo mis puños en el agua para mojar mis vendas— Al igual que tu hubiera estado emocionada decorándola a mi gusto.
Nos fuimos a nuestra zona de combate nos pusimos en pose, él lanzó el primer golpe, pude esquivar haciéndome un lado y le quise dar un golpe en su rostro, pero él esquivó el mío queriendo darme otro golpe, yo la esquive agachándome queriendo darle un golpe en su pecho, pero se hizo para atrás para que mi golpe no le alcanzara, me dio una patada en la mejilla tirándome contra el suelo y yo me incorporé sujetándome la mejilla con enfado.
—Pensé que habías dicho que no íbamos a ver patadas —dije con poca molestia levantándome.
—Dije que tu no, yo al ser tu entrenador sí, también debes aprender a esquivar patadas —dijo él poniéndose en pose de combate preparándose.
Yo sonreí con poca gracia por esto.
—Ya veo, bueno, como no me has dejado mancha, no tengo que hacer los...
Me dio un golpe imprevisto en la otra mejilla, yo me la sujeté mirándolo estresada, él me dio una seña con la cabeza que empezara hacer los ejercicios, yo solté un suspiro empezando a realizarlos.
—No pierdas el tiempo hablando con tu oponente, le das la ventaja para que pueda darte un golpe sorpresa, al menos que tu objetivo sea distraerlo que a algunos les funciona, pero ya has notado que conmigo no —dijo él parándose al lado mio verificando que haga los ejercicios.
Yo solté un suspiro empezando a hacer los abdominales recostándome en el suelo.
—Esto no puede...tratarse solamente de violencia —él me frunció un poco el ceño por mis palabras— También existe el diálogo...Dmitri. Pero parece ser que es algo que esta academia...no enseña.
—¿El diálogo?, ¿Crees en la redención? —preguntó él con la ceja un poco alzada al parecerle ridículo y yo empecé a hacer las lagartijas frunciendo un poco el ceño— Si te encontraras a un cazador, al no saber de combate, ¿Crees que hablando con él no te causara daño? —me preguntaba él sonriéndome con poca burla, para que sonriera si debe creer que soy una completa estúpida.
Yo al terminar de hacer los ejercicios me levantaba dirigiéndome a mi botella de agua.
—¿Siempre tienes que usar de ejemplo a los cazadores? —pregunte con seriedad agarrando mi botella y dándole un buen sorbo.
—¿Prefieres que utilice al grupo de ángeles de caídos que en ello incluye a tu padre? —preguntó él con mucha seriedad y yo fruncí un poco el ceño mostrando molestia— Gemma, me sorprende del lugar de donde eres le tomes más importancia a la salud del otro que a la de ti misma.
—Eso es porque mi madre me enseñó, cómo ella hacía muchos sacrificios por mi, ella nunca me puso la mano encima, siempre solucionaba las cosas hablando conmigo.
—¿Tu hiciste lo mismo con la mujer que mandaste al hospital?
—Yo traté de ser amable con ella, le pregunté porque era así conmigo y me dijo que por haber nacido así —dije señalándome a mí misma con desesperación— Después me hizo enfadar...insultando a mi madre, hay límites. Pero al menos trate de hablar con ella.
Me puse enfrente de Dmitri poniéndome en pose de combate.
—Solo pierdes el tiempo intentándolo, ya que te ha fastidiado que utilice a un cazador como ejemplo, usare a tu padre, él ya ha cometido muchos crímenes, es un asesino...
Yo con enfado trate de darle un golpe sorpresa al que no cerrara la boca escuchando su consejo, pero él pudo esquivar el golpe.
—Antes que él conociera a tu madre se le conocía como un mal hombre aquí en la academia... —yo gruñendo con molestia con mi otro brazo le quiso dar de otro golpe, él se agachó esquivando el golpe— Dicen que tu madre lo pudo redimir, pero él al solo enterarse de la muerte de tu madre hizo que todo lo que hizo ella fuera en vano, asesino a tu propio abuelo paterno...
Yo apretando los puños con enfado, al que siguiera agachado, use la misma patada que hizo él conmigo hace rato pateandole el rostro. Todos a los de mi alrededor detuvieron sus actividades sorprendidos al escuchar el golpe volteandome a ver, Dmitri se sujeto la mejilla por donde le había pateado, yo respiraba con mucho enfado aun siguiendo en pose de combate y volteo a verme con una mirada muy fija en mí levantándose.
—Solo trato de evitar que salgas herida pensando de ese modo tan ignorante, también puedes afectar a otros, Gemma. Los cazadores pueden manipularte con eso para conseguir información de nuestra raza y puedes hacer que miles de potestades de diferentes edades sean cazados por tu modo de pensar. Tienes que dejar a tus amistades a un lado...
—Mis amistades es lo único que tengo ahora Dmitri —dije con desesperación— Tu puedes tener a tu familia en primera en la lista, pero yo no puedo tener una.
—Te equivocas, ¿Quieres saber el orden de mi lista? —preguntó él con un tono bastante serio— Soy yo, Gemma. Yo soy el primero en la lista, después la escuela, que en un futuro será mi trabajo, en tercer lugar a mi familia y como cuarto a mis amigos. Leon es mi mejor amigo y puedes ir a preguntarle tú misma cuantas fracturas le he realizado para ganarle un combate.
—Es solo que... —dije con mucha desesperación alzando mi mirada al techo— Temo hacerles mucho daño...
Dmitri soltó un suspiro estresado, maldijo en bajo.
—Si fuera tu amigo, si llegaras a vencerme algún día, sería muy ignorante de mi parte sentirme enfadado o deprimido por ello, todo lo contrario, me sentiría orgulloso de que te estás fortaleciendo, qué te volviste más fuerte que yo, eso es lo mismo que deben pensar tus demas amigos, si no hacen ello es que no son realmente tus amistades. Te ha quedado claro.
Yo sonreí un poco juntando las manos por sus palabras.
—Si...me ha quedado en claro —Él me lanzó un golpe sorpresa y yo me sujeté la nariz adolorida— Dmitri —dije con mucho enfado viéndolo.
—Tienes que estar atenta en todo momento, nadie te dará un aviso de cuando empezará un combate —dijo él con seriedad y yo entre gruñidos un poco desesperada empecé hacer los ejercicios.
***
Terminando nuestro entrenamiento, yo sonreí un poco apenada de que Dmitri me este acompañando al edificio para no irme sola.
—Gracias por estar acompañándome Dmitri —dije agradecida.
—No hay razón la cual debas agradecer —dijo él con seriedad, pero volteó a verme— Yo quiero felicitarte por tu presentación en la clase de mutación.
Yo sentí mi rostro un poco caliente por su halago.
—Gracias Dmitri, en realidad recibí mucha ayuda de Reto, hizo que escribiera toda información como tres veces para que se me quedara en mi cabeza —dije dándome toques suaves en mi sien— También la tuya ha sido muy interesante, el don del tiempo, controlar el tiempo, junto con el don de Theo y además de reparar objetos obsoletos devolviéndolos a nuevos, no le digas a Mia... —dije mirando por los lados teniendo una sonrisa traviesa— Pero tu presentación ha sido mi favorita.
Dmitri me regaló una muy corta sonrisa.
—Te agradezco que hayas puesto atención y por tu halago. Gemma yo quería comentarte —pero después de eso borro esa pequeña curva de su rostro deteniéndose, yo me detuve mirándolo con poca preocupación por su rostro que se veía más serio de lo normal— Tenemos...una tradición los celestes de carrera en realizar una fiesta el fin del mes.
Yo alargué mi sonrisa juntando mis manos.
—¡Una fiesta?
—Se supone que es discreto, Gemma —dijo él con un tono serio y yo sonreí culpable cubriéndome la boca.
—Lo siento...es que... —dije con mucha emoción— Hace años que no voy a una, espera... —dije alargando mucho más mi sonrisa y Dmitri me frunció un poco el ceño mostrando extrañeza a mi actitud— ¿Dices que es una fiesta secreta? —pregunte en un susurro.
—Algo parecido, los que no deben saberlo son los guardias de la academia al tener su objetivo en que no haya desorden en los edificios —dijo él sin mostrar ningún ánimo por ello y yo empecé a reírme como pequeña por la tanta emoción.
—Nunca...he ido a una fiesta secreta escolar, bueno...iba a los antros con mis amigas, pero...pero...¿Son como en las películas?
—No puedo responderte a esa pregunta porque no sé a qué te refieres con ello —dijo él con mucha seriedad.
—Ya sabes... —dije alargando mi sonrisa dándole un pequeño empujón sintiendo mis mejillas calientes— Alcohol...juegos...el clóset... —dije alzando las cejas muchas veces.
Él soltó un suspiro poniendo su mano en su frente, miró por los lados como si estuviera buscando a alguien y yo confundida mire por los lados como él tratando de buscar a quien buscaba.
—Pídele toda información a Mia, ella sabe cómo llegar —dijo él en susurro y yo alcé las cejas, ¿Mia?, yo hice una mueca con poca molestia, ¿Por qué no me mencionó nada sobre fiestas secretas que hacen en la academia?, cuando llegué al departamento la voy a regañar. Dmitri sacó su celular e hizo una pequeña mueca— Perdona Gemma, debo dejarte, me han avisado que he dejado algo en el gimnasio.
—Oh si quieres puedo esperarte —dije con una amigable sonrisa, pero Dmitri me negó con la cabeza.
—Por favor, regresa a tu cuarto, no se cuanto tiempo vaya a tardar, buenas noches —dijo él empezando a retirar.
Él se fue alejando con prisa dirigiéndose al gimnasio, yo hice una pequeña mueca, pero empecé a dirigirme al edificio para verme con Mia.
***
Al entrar al departamento avance dirigiéndome a la sala, sonreí al ver a Maya leyendo su libro, Mia se encontraba a su lado sentada viéndome con una sonrisa amigable teniendo su celular en sus manos.
—¿Cómo te fue?, bambina.
—Uff —dije dejándome caer en el otro sillón soltando un suspiro exhausto— Si estuvo intenso, pero aprendí mucho —dije alargando mi sonrisa, después me quedé mirando a Mia fijamente— Mia...¿Puedo hacerte una pregunta?
—Claro, no tienes que preguntar.
—Si...nos tocará de nuevo en el combate, ¿Te molestaras conmigo si...llegara hacerte daño por querer ganar? —pregunté un poco nerviosa a su respuesta.
Mia me alzó una ceja confundida a mi pregunta, pero después empezó a sacar pequeñas risas.
—Obvio que no, Gemma, la primera vez quise ser buena contigo, pero si quieres que deje de hacerlo, solo avísame ragazza para que veas de lo que soy capaz —dijo ella poniéndose en pose de pelea de un modo de juego y yo saque pocas risas.
—Quizás...sea mejor que olvides lo que te he preguntado —dije con gracia y ella me alargó su sonrisa de manera comprensiva.
—Gemma, sé que eso te hará bien, créeme, sea lo que te haya dicho Dmitri, tiene razón. No tengas miedo que te odiemos solo por cumplir tus reglas en querer ganar un combate, si fueran así las cosas, desde hace tiempo que Maya no sería mi amiga por las veces que me ha ganado en combate —dijo ella mirando a Maya que ella ni en cuenta de nuestra plática seguía leyendo su libro.
Yo sonreí agradecida por esas palabras que tenía que escuchar, después alargue más mi sonrisa, pero de una manera pícara, ella frunció un poco el ceño mostrando extrañeza a mi rostro.
—Hablando de cosas que me dijo Dmitri, no podrás adivinar a que me ha invitado.
Mia se sobresaltó un poco al escucharme poniendo su mano en su pecho alzando las cejas abriendo en grande los ojos.
—¿Perdón?, él...¿Te ha invitado alguna parte? —preguntó ella estando completamente perdida.
—Con esto te daré una pista, en realidad es un evento que están invitados todos los celestes de carrera —dije aun con una sonrisa a que me está divirtiendo con mi pequeño juego, pero Mia se rascó la cabeza estando completamente perdida, yo saqué un suspiro exhausta— La fiesta secreta Mia...
Ella al solo escuchar esas palabras se sobresaltó dando un pequeño grito infartada, yo me espante a su grito abrazando el cojín donde estaba sentada, después de esa reacción de susto empezó a mostrar mucho enfado frunciendo el ceño, ella le arrebató el libro a Maya que su amiga la vio furiosa por eso, pero Mia le empezó hacer señas con molestia. Maya al leerlas me miró con enfado como si hubiera cometido un gran pecado.
—¿Dije...algo malo? —pregunté confundida.
—Esto debe ser una trampa de la puttana esa, le debió pedir a su perro que te invitara, ni creas que pondrás un pie en ese lugar, Gemma Adelaida Salem —dijo ella amenazándome señalándome con su índice como si fuera mi madre.
—¿Qué...?, pero...¿Por qué?, no entiendo...¿Tiene que ver por que no me has comentado de esas fiestas?
Mia sonrió de una manera histérica.
—Gemma, si no te comenté sobre las fiestas del fin del mes, es porque ¿Adivina quién las organiza?, la puttana de Scarlett, obviamente quiere que vayas a esa fiesta para dañarte —ella gruño con gran enfado— No me la puedo creer de Dmitri...
—Calma, calma, Mia —dije tratando de tranquilizarla y Mia guardó silencio por mi, pero aun asi mostrando enfado— Como has dicho, Dmitri no es el tipo de persona que quiere dañar a la gente como Scarlett, si él supiera que saldría lastimada por ella, no me invitaría —dije sonriendo un poco.
—Gemma, es obvio que Scarlett lo ha obligado hacerlo, Dmitri se ablanda con ella.
Maya empezó hacerme señas de manera lenta para que pudiera leerlas "Olvidate...de...esa...fiesta...y...punto"
—Las sabias palabras de Maya, discusión, terminada —dijo Mia con una sonrisa de victoria entregando el libro a Maya que ella lo agarró empezando a leer, yo fruncí el ceño mostrando molestia.
Yo me levanté del asiento arrebatándole el libro a Maya, ella sacó un pequeño gruñido desesperada golpeando el sillón.
—Esta discusión no puede terminar, Mia Cupido —dije diciendo todo su nombre completo que ella puso su mano en su pecho ofendida— ¿Al menos hay otras fiestas con las que podamos ir?
—No —dijo ella arrebatándome el libro de Maya haciéndole el favor de entregárselo, ella con enfado empezó a leer de nuevo— Scarlett le paga a un potestad que tiene un don especial para sus famosas fiestas. Puede crear escenarios dimensionales, puede convertir el baño de hombres en un gran palacio si se le antoja. Los lugares que escoge para usar su don son tan pequeños que los superiores no sospechan que hacemos una fiesta en ese lugar. Una vez dentro utiliza su don creando un lugar extenso para que todos los de carrera puedan juntarse.
Yo abrí mi boca en grande sacando un "woow".
—¿Cómo se llama? —pregunté con interés a ese potestad.
—Pierre Ferrer.
Yo me sobresalte alargando mi sonrisa.
—¿Hablas del hijo del maestro Natt?
—¿Lo conoces? —pregunto Mia con el ceño fruncido.
—No, no, no, solo sé que es el vicepresidente de la academia Angelus gracias a Dmitri, pero no lo he visto. Dices que Scarlett le paga para que utilice su don para que pueda crearle un escenario para sus fiestas.
—Si, además, no te pierdes de mucho, son muy aburridas —dijo Mia fingiendo gran aburrimiento haciendo peso muerto en sus brazos y fingió un gran bostezo.
—Solo dices eso para que no me den ganas de ir —dije cruzándome de brazos.
—Y no vas a ir —dijo ella regalándome una sonrisa volviendo a ver su celular y yo la mire con súplica poniéndome de rodillas enfrente de ella.
—Vamos Mia, hace tiempo que no voy a una fiesta, yo creo que...en años...necesito despejarme y yo creo que todas nosotras lo necesitamos por los pesados exámenes que hemos presentado, y ¿Si le pido a Reto que me acompañe con la manada te sentirás segura? —pregunté alargando mi sonrisa y ella sacó una pequeña carcajada.
—Si yo no quiero que vayas a esa fiesta por tu seguridad, él será el doble.
Di un gruñido desesperada.
—Eso lo veremos, ya verás mañana cuando se lo comente.
—Como quieras —dijo ella aun con una sonrisa.
—Ash, Mia, a veces te comportas como mi madre cuando no lo eres —dije con poco enfado y ella levantó los hombros sin mostrarle importancia a esas palabras.
—Lo hago por tu bien, bambina.
Yo rodeé los ojos, claro, lo que diría toda una madre.
—Buenas noches —dije estando muy exhausta por tantas discusiones el día de hoy.
—Buenas noches.
Entré a mi cuarto corriendo a mi cama dejándome caer en ella pegando mi rostro en el colchón, solté un grito desesperado teniendo mi boca pegada al colchón. Yo quiero ir a esa fiesta.
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