35. Vuelta en el pasado


Gemma

Iba sintiendo un cosquilleo extraño alrededor de mi cuerpo causando que me fuera despertando, yo cerré los ojos con presión pegando mi almohada a mis orejas, pero escuchaba muchos silbidos como...los de una serpiente, yo frunci el ceño extrañada y pude sentir un cosquilleo en la nariz al sentir algo muy aproximado en ella.

Fui abriendo los ojos confundida para ver qué era lo que estaba ocurriendo, me sobresalte tragando aire por el susto al ver que en mi cama se encontraban muchas serpientes, una de ellas me señaló sus colmillos molestandose por eso y me quede quieta tratando de no hacer mínimo movimiento brusco para recibir una mordida de alguna de ellas...¡Había como diez!

La serpiente que me mostró los colmillos los volvió a esconder quedándose mirando fijamente, yo estando completamente perdida miré por los lados dándome cuenta que no estaba en mi cuarto.

Paresia un cuarto infantil para un niño, en la cama donde me encontraba había sido diseñada para que pareciera un auto y dentro de ella un colchón donde estoy yo, en el cuarto había montones de juguetes, posters de autos o futbolistas que estaban colgados en las paredes, una televisión con consola y al lado un librero donde en vez de tener libros, había muchos juegos.

—Lagaaartijaaa, ¿Dónde estás? —preguntaba él sonido de un niño en forma de cancioncita molesta.

Note como Leon entro al cuarto cerrando la puerta con gran terror en su rostro manteniendo su espalda pegada en la puerta, ya que persona que lo ande buscando obviamente no quiere que lo encuentre, él volteo a verme y se puso pálido como un fantasma al verme en la cama repleta de serpientes.

—Scheibe —dijo él con una voz temblorosa sin apartar la vista de las serpientes empezando a temblar.

—Me...quieres...explicar...que...esta...pasando —dije en un modo calmado sin ningún tono alto para evitar que una de estas serpientes no se sintieran amenazadas por mi voz.

—Yo...me he metido en tu cabeza como de costumbre, pero...paso un inconveniente —dijo él teniendo sus ojos fijos en la serpiente que una de ellas volteo a verlo y él empezó a respirar con dificultad al sentir solo la mirada de una de ellas.

—¿Qué...inconveniente? —pregunté asustada al sentir como una de las serpientes empezó a enrollarse en mi brazo.

—Es la primera vez que me ocurre...pero...estoy teniendo una pesadilla en tu hueca cabeza —dijo él sonriendo de una manera histérica— Felicitame, conejita, es...mi primera pesadilla y...tú tendrás...que vivirla conmigo.

Yo abrí en grande los ojos, bajé la mirada viendo las serpientes, ahora entiendo porqué están aquí.

—Y...porque...no usas tu don en cambiar el sueño donde nosotros jugamos con mi madre en mi antiguo departamento —dije con una sonrisa nerviosa y Leon me frunció el ceño mostrando enfado.

—A ver estupida, si pudiera hacer eso, desde un principio lo hubiera hecho —dijo él en un susurro muy molesto— He tratado, pero...no puedo. Como también salirme de tu cabeza, pero es como si...mi don estuviera tomando el control y no, no...me deja salir.

La puerta que estaba Leon empezó a sacudirse como si alguien tratara de abrir la puerta, Leon mostró un rostro de terror.

—Estás ahí lagartija, abreme la maldita puerta si no quieres que le diga a tu madre que te has encerrado de nuevo sin querer jugar conmigo.

Leon sin obedecerlo mantenía su cuerpo pegado en la puerta mirándome con suplica que lo ayudara, yo baje la mirada viendo las serpientes y lo volví a mirar en que no podía hacer algo al respecto al problema que tengo encima mio, literalmente.

—!Tiaaaa, Leooon no quiere jugar conmigo, se ha encerraaado en el cuarto, otra vez!

—¡Te has encerrado de nuevo en tu cuarto, Leon. ¿Quieres que le hable a tu padre? —dijo una voz de una mujer muy enfadada.

—Ve...vete a esconder...yo...veré que puedo hacer —dije mirando por mis lados viendo a todas las serpientes de mi alrededor del cual otra empezó a enrollarse alrededor de mi estómago.

Leon cerró los ojos maldiciendo en bajo, dejo libre la puerta corriendo a esconderse detrás del muro donde está la tele, se abrió la puerta de golpe y alce una ceja al ver que un niño entró al cuarto, me impresione un poco al que sus rasgos físicos son un poco parecidos a los de Leon.

Su cabello es oscuro liso corto teniendo el apartado en medio, sus ojos son de un tono azul no tan intensos como los de Dmitri, estos parecen ser más claros y lleva encima un uniforme de futbolista, pero no parecía tener más de siete años.

—¿Le tienes miedo a ese niño? —pregunte con una sonrisa de burla y el niño volteo verme frunciendo el ceño, después me regaló una sonrisa y yo le alcé la ceja mirándolo aun con burla.

—¿Te ha gustado tu nuevo alarma?, lagartija, son tus amigas las serpientes —dijo él viniendo conmigo sonriendo con malicia cogiendo una serpiente sin ningún temor.

—¿Me está confundiendo contigo? —pregunté confundida y miré a Leon que ya se iba a ir del cuarto en puntillas— Leon, ¿Piensas dejarme con este niño y las serpientes? —dije con enfado y él volteo a verme con gran molestia indicando que guardara silencio poniendo su índice en sus labios.

El niño alzó una ceja volteando a ver el verdadero Leon, él se espantó y el pequeño alargó su sonrisa de una manera maliciosa teniendo la serpiente en sus manos.

—Ella quiere darte un abrazo —dijo él extendiendo sus brazos acercando la serpiente a Leon que él dio un pequeño grito empezando a correr saliendo del cuarto.

El niño entre pequeñas risas de malicia empezó a correr con la serpiente en sus manos siguiendo a Leon, un momento...el poco parecido con Leon...que lo ande molestando...¡Es su primo!, hasta el momento se que su primo es el único que ha logrado molestarlo. ¡Tengo que ayudarlo!

Baje la mirada viendo a las serpientes, suerte que a mi no me dan miedo, de un modo tranquilo fijandome en no dañar ninguna serpiente las fui apartando para poder salir de la cama.

—Shh...shh...eso...es tranquilas hermosas...  —dije quitándome las serpientes que tenía enrolladas en mi cuerpo y estas solo daban siseos.

Saque una pierna de la cama de Leon, empecé a apartarme de la cama con mucho cuidado con una sonrisa victoriosa sin ninguna mordida, pude sacar todo mi cuerpo de la cama y me acomodaba de mis ropas, mire la puerta fijamente, ya voy por ti Leon.

Agarré la perilla de la puerta girándola jalando la puerta dando pasos derecho para salir del cuarto infantil, ahora a buscar a Leon para ayudarlo con su pequeño primo demonio, pero me sobresalte un poco al ver que entre a un salón de la academia, ¿Que carajos...

Me quedé paralizada sin saber cómo responder a esto, por un momento estaba en un cuarto infantil donde la cama estaba repleta de serpientes y ahora...aparezco en un salón de la academia, pero este también parece ser infantil por los pequeños, sobre todo abri en grande mis ojos al ver a todos mis compañeros celestes siendo unos niños y todos ellos tienen su mirada fija en mi mostrando curiosidad.

—Niños, quiero conozcan a Leon Hammer —dijo la maestra viniendo conmigo regalándome una dulce sonrisa tomándome de los hombros y yo fruncí el ceño estando completamente perdida, ¿Por qué me siguen confundiendo con Leon?— Él no pudo realizar el preescolar con ustedes porque estaba muy enfermo, pero ahora se ha curado gracias a nuestra serafín. Háganlo sentirse bienvenido. Leon toma lugar al lado de Yrsa —dijo la maestra señalando el lugar.

Volteé a ver una mesa para parejas, una pequeña niña me regaló una sonrisa muy emocionada mostrándome sus dientes con sus frenos, tiene el cabello oscuro ondulado por debajo de las orejas, teniendo una pequeña trenza a un lado con un colgante con tres canicas muy coloridas en miniatura decorando su peinado. Su piel es clara con pecas en sus mejillas y nariz, sus ojos son de un tono color amarillo como los de una urraca, pero uno de sus ojos al verme se volteo mirando hacia el lado contrario como si estuviera bizca.

Yo saque pequeñas risas nerviosas.

—Creo...que me equivoqué de puerta —dije dándome la vuelta abriendo la puerta saliendo del salón, pero me espanté al haber entrado a un lugar nuevo.

Pude ver que ahora había aparecido en una sala muy acogedora, muchos animales disecados estaban en el cuarto, grandes cortinas de color vino cubrían las ventanas haciendo que el cuarto este oscuro, pero había una chimenea que iluminaba de los grandes sillones, donde una mujer se encontraba sentada observando detalladamente la fogata dándome la espalda, pude ver que sujetaba una copa con vino teniendo unos guantes de elegancia donde en sus dedos mostraba anillos de diamantes puros, su peinado estaba recogido teniendo un broche de oro.

—Espero que estés satisfecho, tu padre se ha ido de viaje al no soportar como humillas esta familia —dijo la mujer estando de espaldas y yo nerviosa me di la vuelta queriendo salir del cuarto— No te atrevas dejarme hablando sola, Leon—Yo volteé a verla con seriedad sin comprender que mierda esta pasando— Tu padre ha hecho tantos sacrificios por ti, si no fuera por él no tendrías tus amigos, tus estudios en la academia, que puedas jugar fútbol en público y como se lo pagas... —ella le dio un sorbo a su copa y yo me quedé callada sin saber que responderle— Estando con un grupo delincuentes...

—Señora escuche...yo...no sé qué está pasando...

Ella se levantó del asiento volteandome a ver mirándome con mucho enfado, me espante al ver su rostro lleno de ira y ella arrojó la copa con vino al suelo, yo me pegué a la puerta mostrando más miedo.

—¡No me importa si era gente tan ignorante como tu para juntarse en una sucia zona llena de suciedad, para escuchar algo que llamas música, no te metimos a clases de violín para que escuches esa ridiculez...  —dijo ella viniendo caminando hacia a mi y yo asustada trate de abrir la puerta, pero ella me tomó de la muñeca con brusquedad presionando con mucha presión y yo empecé a gemir con dolor.

—Suéltame —dije sacudiendo mi muñeca tratando de librarme de su agarre.

—¿Quieres que te mantengamos encerrado de nuevo en la mansión?, ¡Cómo un animal otra vez? —gritó ella con gran enfado acercando su rostro al mío con mucha amenaza.

Yo le di un empujón con todas mis fuerzas apartándome de ella, abrí las puertas y entre a otro cuarto, me sujeté la muñeca dolorida y miré sorprendida que ahora estaba dentro de una limusina.

Mire con impresión al ver a un hombre en frente mío, tiene el mismo rostro que el de Leon, la unica diferencia es que es más alto, con los hombros mucho más anchos, este tiene barba, tiene su cabello peinado hacia atrás, su color de ojos son azules como los de Gunther, tiene de un traje de negocios puesto y puedo notar que en sus manos que tiene un anillo con el sello de un martillo antiguo.

Sentí que alguien me tomó de la mano, me espante al ver a Leon que él estaba sentado al lado mio mostrando un rostro de mucho terror, pero sí pareciera que está viendo a un muerto para que esté tan pálido de lo normal, podía sentir su mano fría por el miedo que está sintiendo, puedo notar que esta sudando por eso, yo le apreté la mano con fuerza para que esté enterado que cuenta conmigo, puse mi otra mano en su hombro preocupada.

—Leon...

—Iremos a un lugar donde podrán curar tu enfermedad —dijo al parecer su padre, debe serlo por el gran parecido que tiene— Te vas a comportar con valentía, como el hombre que eres.

—Gemma...no debemos...llegar al destino donde mi padre nos está llevando —dijo Leon con una voz muy temblorosa cerrando sus ojos con mucha presión.

—¿Por qué?, ¿A dónde te lleva tu padre?

—Solo... —dijo él soltando mi mano sujetándose la cabeza mostrándose muy aterrado— No dejes que lleguemos, por favor...no quiero volver ahí...quiero que esta pesadilla termine...

—Salgamos...de aquí...vayamos a otro lugar... —dije queriendo abrir la puerta del carro, pero Leon me tomó de la muñeca aterrado negando con la cabeza nervioso.

—No...cada vez que salimos de una puerta...la pesadilla que sigue es mucho peor...

—Esto es lo más preocupante, no parecen pesadillas Leon, parecen recuerdos tuyos —dije tomándole de los hombros tratando de tranquilizar— Trata...de recordar...qué fue lo que hiciste antes de dormirte, algo inusual...por la cual tu don está causando esto.

—Vas a renacer Leon, una vez que salgas de ese lugar, serás mi hijo, serás un Hammer, dime lo que eso representa —dijo su padre queriendo poner su mano en el hombro en la de Leon, pero él frunciendo el ceño con mucho enfado se apartó de su agarre, ya que él no quiso, el padre me miró poniendo su mano en mi hombro y yo hice una mueca un poco incómoda a esto.

Leon se cubrió su rostro con sus manos histérico por la situación.

—Yo...no sé...Gemma....¿Cómo le haces para despertarte de una maldita pesadilla?, joder —dijo él bajando sus manos mirándome con enfado exigiendo esa respuesta.

—Es que ese el puto problema, yo ni idea de como despertarme en una pesadilla, tu bien que sabes cómo se manejan, usas eso para dañar a tus enemigos, el miedo...te atrapa dejándote atrapado en tus peores miedos siendo prisionero de tu propia cabeza. Dmitri me dijo que sabía como, pero no me quiso compartir ese secreto.

"Señor Hammer, llegaremos a nuestro destino en cinco minutos"

Leon se sobresaltó al escuchar esas palabras del chofer a través del comunicador de este auto, el padre de Leon me dejo tocar el hombro regalándome una mirada muy fría.

—Antes que lleguemos a nuestro destino, quiero que comprendas que una vez que renazcas, lo que eres ahorita dejará de existir, enterraras tu pasado, nadie te conoció más que nuestra sangre y solo ella sabrá de ti, nadie más debe saber que exististe e hicimos un juramento de sangre... —dijo él mostrándome la palma de su mano donde tiene de una cortada que parece reciente— Para que eso se cumpla, tu... —dijo él sacando un estuche de su saco y al abrirla mostré miedo al ver una daga— Debes hacer lo mismo, Leon.

—Verdammt —dijo agarrando las greñas de su cabello jalandolas aterrado y me miró con mucho terror en su mirada teniéndolos brillosos tratando de contener las lágrimas— Te va hacer un corte en la palma... una vez que lo haga...vamos a llegar, Gemma...tienes que despertar, por favor.

Yo empecé a sentirme muy presionada empezando a contener las lágrimas también por el estrés al no saber como ayudarlo.

—Tú...mismo has dicho que tu don es el que controla...ni siquiera puedo despertarme cuando tu controlas mis sueños, Leon —yo me sujete las sienes tratando de pensar— A ver...una pesadilla se origina por ver una película de terror, pero obviamente esa no es la respuesta, también por estrés al tener complicaciones...  —en ello abrí los ojos al darme cuenta— Eso es, por lo que te hizo Gunther ayer...debiste sentirte muy afectado que...por eso estás teniendo estas pesadillas.

—Deja de ser tan marica —dijo su padre con enfado tomandome la muñeca y con su otra mano agarró la daga, yo me asuste tratando de apartar mi mano de la de él, pero no me lo permitia, mire con gran espanto a Leon que el me miro aterrado— Espero que el dinero que voy a gastar en ti valga la pena. Di tu juramento —dijo él acercando el filo de la daga en mi mano.

—Leon...como Dmitri me dijo...esto es algo que tu debes resolver... —dije mirándolo con suplica al sentirme asustada en que su padre me quiera hacer un corte en mi mano.

—Lo admito...lo admito...yo...antes de dormirme...me sentí muy enfadado...porque mi puto primo...rompió mi violín favorito...y...me aterraba la idea en que iba a volver a la pesadilla...donde él me molestaba...y...de repente...muchos recuerdos empezaron a llegar que...  —en ellos Leon abrió en grande los ojos al haberse dado cuenta de algo.

Yo gemí con dolor al sentir como su padre me hizo el corte en la palma, en eso sentimos como la limosina se detuvo, las puertas se abrieron y me asuste al ver a dos hombres con ropas blancas que me habían esperado mirándome con seriedad.

—Llévenselo —dijo su padre dándome un empujón hacia los hombres y ellos me sujetaron de los brazos empezando arrastrarme.

—¡Leon! —grité asustada al ver como me iba alejando de la limosina y Leon con gran preocupación vino corriendo hacia a mi, me tomó de los tobillos jalando con gran fuerza tratando de evitar que esos hombres me metieran a un lugar, pero le era imposible.

—Esta muy inquieto, ponle un tranquilizante —dijo un hombre y mostré más miedo al ver como él otro iba sacando una inyección de su bolsillo.

Leon igual aterrado por mi, me soltó de los tobillos, vino conmigo sujetándome del rostro.

—Tienes que recordar el peor momento que hayas tenido en tu vida, Gemma. De esa manera...quizás pueda controlar mi don.

El hombre me inyectó en el cuello y empecé a gemir por el dolor.

—¡Hazlo ahora Gemma!

Yo cerré los ojos muy nerviosa tratando de recordar el peor momento de mi vida. De repente empecé a sentir que alguien me iba chupando el cuello, extrañada abrí los ojos e hice una mueca al ver que Daniel me tenía pegada en su cama sujetándome las muñecas estando encima mío chupandome el cuello con seducción.

—Lo...lo hice...  —dijo Leon con una sonrisa estando al lado de nosotros al que su pesadilla tuviera fin— Creo que ahora tengo el control de nuevo —dijo él aliviado poniendo una mano en su pecho.

—Exelente Leon, ahora hazme despertar, ya suficiente tuve con pesadillas, sobre todo esta que me dan ganas de vomitar al vivirlo de nuevo.

Leon saco pequeñas risas mirando a Daniel, después frunció el ceño.

—¿Ese fue tu primer novio? —preguntó él recuperándose siendo el Leon de siempre.

—Leon —dije con enfado y Daniel me regaló una sonrisa muy coqueta empezando a desabrocharme la camisa de mi uniforme de mesera— Leon, si no me despiertas en este instante, haré que vivas de nuevo tus pesadillas —dije con mucha amenaza.

—Calma, calma, ya lo voy hacer, créeme que yo también estoy exhausto de esto, pero...se me hizo extraño que...te gustaran los mayores, se nota que debe ser mayor que tu por cinco años en ese entonces —dijo él con una pequeña sonrisa de burla.

—Lo conocí mientras trabajaba de mesera de acuerdo —dije con enfado volteandolo a ver e hice una mueca de gran asco al sentir como me iba dando besos muy seductores en mi pecho— Me gustaba...porque era apuesto para mi, siempre...me dejaba buena propina, era...muy amable conmigo, pero... —desvié la mirada mostrando gran tristeza al ver toda las dos botellas de vino terminadas junto con dos copas manchadas al que se hubieran usado.

Daniel me libero de las muñecas, empezó a gatear hacia atrás para quedar encima de mis pies, me sujeto de la falda empezando a jalarla para dejarme en ropa interior.

—Leon —dije volteando a verlo con enfado y él volvió a verme con una mirada preocupante, una mirada del cual de nuevo no era del Leon de siempre— ¿Porqué...pones esa cara?

—Pude...hacer que ahora estemos en una de tus pesadillas, pero...aún así...no puedo despertarte Gemma...yo...sigo sin poder salir de aquí.

Yo me espanté a sus palabras, Daniel se incorporaba sacando su celular de sus bolsillos empezando a tomarme fotos con una sonrisa de malicia, yo puse mis palmas tratando que no le tomará a mi rostro, él hacia un lado mis brazos...

—No tapes tu rostro hermosa, es lo que más importa —dijo él siguiendo tomándome fotos y mire a Leon con suplica que él miró con gran enfado a Daniel.

Leon se dirigió hacia él dandole un golpe en su rostro tratando de ayudarme, pero Daniel seguía tomándome fotos como si ese golpe no hubiera existido, es como...si no pudiéramos cambiar el recuerdo.

—Dios...estamos atrapados en mi cabeza...

—Encontraremos la salida —dijo Leon con enfado mirando por los lados y en eso su mirada se quedó fija en la puerta— Tenemos que salir del cuarto.

Daniel me sujetó de la camisa jalandomela con fuerza, yo hice una pequeña mueca al sentir como por culpa de la camisa la tela me rozó mis brazos, Daniel con una mano trataba de abrir el sujetador de mi brasier poniendo su mano debajo de mi espalda....

—Pero...si salimos por esa puerta...será peor la pesadilla —dije sintiendo miedo en mi interior.

—Gemma, no quiero ver como este hombre se aprovecha de ti —dijo Leon seriamente extendiendo su mano hacia a mi exigiendo la mía y yo mire a Daniel con enfado que él sonrió victorioso al poder sentir como pudo quitarme el sujetador del brasier siguiendo teniendo su celular en su mano con su lente de la cámara fija en mi, yo sin dudarlo le tomé la mano a Leon.

Él me sujetó con fuerza la mano jalando con fuerzas sacándome de la cama liberandome de Daniel, como él no me tenía sujetada fue sencillo apartarme de él, yo con una mano tenía mi brasier pegada a los pechos para poderlos cubrirlos y Leon me jalo del brazo llevándome a la puerta, la abrió y los dos nos salimos del cuarto.

Aparecemos dentro de una camioneta de ambulancia, me cubrí la boca aterrada al ver el cuerpo de mi madre en la camilla y negué con la cabeza empezando a llenar mis ojos con lágrimas, verla de nuevo...con ese horrible aspecto...tan pálida...manchada de su propia sangre....sin vida...empecé a sollozar cerrando los ojos con presión sin querer volver a ver esto, León me abrazó con fuerza tratando de calmarme y yo pegué mi rostro en su hombro.

—Ya...ya...no quiero estar aqui...por favor Leon...sacanos de aquí —dije estando muy aterrada, ya empezaba a sentir claustrofobia en no encontrar una salida.

—Yo...trató Gemma...yo...realmente estoy tratando...

Yo me aparté de él mirando por los lados histérica respirando con dificultad por la angustia.

—Va...vamos a estar atrapados aquí para siempre...¡Estamos en coma Leon y viviremos en nuestros peores recuerdos...

Sentí una pequeña bofetada, me calle sorprendida viendo a Leon que él con mucho enfado me sujetó de los hombros.

—Cálmate —dijo el dándome una pequeña sacudida para hacerme reaccionar— Vamos a salir de aquí y te prometo que una vez que te despiertes, ni recordarás lo que has sufrido por culpa mía.

—P...puedes... hacer eso—dije asombrada por sus habilidades y Leon me dio un asentimiento— Pero...no quiero olvidar, tu vida...tengo tantas dudas...tus padres...tu familia...no parecen ser buenos contigo...escuché...que tenías una enfermedad...¿De que estuviste enfermo? ¿A dónde te llevó tu padre en un pasado?...

—Shhh —puso su dedo índice en mis labios y yo me quedé atónita al ver que me regaló una dulce sonrisa, una sonrisa que mostraba afecto por mí, un acto de cariño verdadero, su mirada...mostraba comprensión, es un rostro...nuevo para mí— Lamento lo que voy hacer.

Yo frunci el ceño estando confundida a sus palabras, Leon abrió las puertas de la parte trasera del camión, me tomo de la mano y dio un salto conmigo saliendonos de la camioneta mientras que esta iba en movimiento, yo di un grito del susto al ver que ya íbamos a impactarnos contra el suelo...

***
Narrador

Leon y Gemma aparecieron en una pasillo de un edificio escolar, el pasillo se veía descuidado con grafitis en los casilleros, algunas lámparas parpadeaban al que no estuvieran en buen funcionamiento, algunos alumnos pasaban de un lado a otro con un rostro serio al que el ambiente del lugar no les ayudará a tener ánimos, Gemma miro por los lados mostrandose aterrada negando con la cabeza, vio que tiene una mochila en sus espaldas, histérica agarro su mochila y la abrió, metió su mano de un modo tembloroso, pero por un momento abrió en grande los ojos al poder sentir lo que buscaba.

—No...no...no... —dijo ella poniéndose pálida al sacar de su mochila una pequeña caja rectangular alargada con un moño púrpura.

—Este recuerdo...cuando me metí por primera vez en tu mente...podía sentir...que necesitaba usar mucho más esfuerzo en mi don para poder verlo, era como...si automáticamente lo tuvieras bloqueado...¿De que es este recuerdo?, Gemma.

—¡Hey Salem!

Gemma miró con gran terror como Madison junto con sus dos amigas y un amigo que iban directo a ella con una sonrisa de malicia, todos los del alrededor se detuvieron sonriendo un poco al tener algo de entretenimiento, mientras que otros le lanzaron una mirada de lástima por Gemma.

Gemma con gran terror miro a Leon.

—Vete —dijo ella como modo de orden con una voz muy segura del gran consejo que le estaba dando a su amigo.

Leon frunció el ceño mirando incrédulo a su amiga.

—¿Cómo quieres que me vaya?, los dos estamos atrapados...

—¡Solo alejate de aqui Leon! —grito Gemma empujando a Leon con los ojos irritados por las lágrimas del miedo y su amigo la miró con bastante preocupación.

Madison llegó con Gemma tomándola de los hombros empujándola contra los lockers, Leon con mucho enfado trato de apartar a la mujer de su amiga, pero no podía cambiar el recuerdo.

—¡Scheibe! —grito él desesperado y Gemma empezó a dejar correr lágrimas por su rostro.

—Solo...vete por favor...no quiero que veas esto...Leon...por favor.

—Tu me acompañaste en una de mis peores recuerdos y es lo mismo que voy hacer, esta vez no estarás sola, Gemma.

Gemma miró a Leon impresionada de sus palabras, pero en eso se quedó pensando.

—No, quizás...ese sea el problema Leon...

—¿Qué estás diciendo? —preguntó él estando muy preocupado por las palabras de Gemma.

—El problema es que hemos tratado de escapar de nuestros miedos y tu don como castigo nos muestra uno mucho peor que el anterior, hemos...tratado de cambiar nuestros recuerdos cuando ya no nos dimos cuenta que es imposible...

Pero ella cerró los ojos al ver como el amigo de Madison le dio un jalón a la mochila a Gemma arrebatándoselo.

—Checa qué cosas tiene la pobretona para nosotros —dijo Madison con una pequeña sonrisa de burla a sus amigas y ellas con una sonrisa de malicia asintieron, una de ellas abrió la mochila de Gemma metiendo su mano en la mochila.

—Quizás...la solución sea seguirle el juego a tu don, vivir en nuestro peor recuerdo...

—No...estoy seguro que esa sea la manera...

—Pero es una manera que debemos de tratar —dijo Gemma con enfado viendo a Leon que él alzó un poco las cejas impresionado por la nueva mirada de su amiga— Confía...en mí...cuando...viva de nuevo esta pesadilla... —dijo ella teniendo una mirada fría a la amiga de Madison que ella alargando su sonrisa sacó la pequeña caja de regalo de su mochila— Me despertaré, pero para eso necesito que no te interpongas, pase lo que pase, no lo hagas.

Leon se quedó mirando a Gemma con asombro y bajo la mirada con culpa apartándose de ella.

—Mira lo que me he encontrado Madison —dijo su amiga agitando la caja de regalo y Madison volteo a ver la caja entre pequeñas risas.

Gemma rendida soltó un suspiro.

—Es un regalo que me esforcé mucho por conseguirlo, no le hagan nada —dijo ella con un tono de voz muy apagado.

—Ábrelo —dijo Madison con una sonrisa burlona y su amiga empezó abrir la caja de una manera brusca.

Gemma empezó a sentir de nuevo ese enfado al ver como la amiga de Madison iba abriendo el regalo, ella trato de liberarse del agarre de su bravucona con enfado, pero la chica al ser de un cuerpo corpulento tenía gran fuerza impidiéndole.

—Eso no les pertenece.

—Uuuh —dijo la amiga de Madison mostrando asombro sacando el collar con cadena de plata y con un colgante de un corazón— Ya viste...

El amigo dejó caer la mochila abriendo en grande sus ojos al ver el collar, agarro el collar alargando una sonrisa de codicia.

—¿Cuánto dinero podemos conseguir con esto?

Gemma empezó a gruñir con mucho enfado tomándole las muñecas a Madison tratando de apartarla de ella.

—Regresenmelo.

—Naah, la plata se ve falsa, yo creo que solo conseguiremos unos diez dólares —dijo la amiga de Madison haciendo una mueca.

—Por favor...regresenmelo la foto de mi madre y mía ya están insertadas dentro del corazón, es un regalo por el día de las madres por Dios, tengan un poco de alma —dijo Gemma con mucho desesperación.

—No inventes... —dijo el hombre entre risas abriendo el corazón— Tiene razón...aquí están las fotos... —en eso él empezó a ver el corazón con más detalle y puso una mano en su pecho fingiendo ternura— Hasta ha marcado el corazón con palabras que dicen "Te entrego mi corazón para que una vez que lo tengas puesto este cerca del tuyo, madre"

—Pero que cursiii —dijo una de la amiga de Madison entre risas y ellos empezaron a reírse.

—Llévense mi mochila si quieren, pero regresenme el collar, por favor —dijo la mujer desesperadamente de una manera suplicante.

—Está bien, dejemos que la pobretona tenga al menos el collar para su madre —dijo Madison soltando a Gemma y extendió su mano pidiéndole el collar a su amigo, él se la entregó— Ten —dijo ella entregandoselo a Gemma que ella con una corta sonrisa iba por tomarlo, pero Madison alzó su brazo con el collar evitando que lo agarra— Uy por poco.

Los demás empezaron a reírse, Gemma empezó apretar los dientes y alzó sus manos tratando de agarrar el collar, Madison entre risas se la aventó a una de sus amigas que ella la atrapó.

—¡Por aquí gata! —gritaba la mujer entre risas agitando el collar y Gemma con enfado iba hacia ella tratando de agarrar el collar, pero ella se la aventó a su amigo que la atrapó.

Leon miraba con gran lástima a Gemma como iba de un lado a otro tratando de conseguir su collar, una de las chicas le lanzó el collar a Madison que ella con una sonrisa de malicia no la atrapó a propósito dejándola caer en el suelo y Gemma se cubrió la boca espantada al ver como la mujer pisó el collar con gran fuerza.

Apartó su pie del collar, Gemma con gran tristeza en su rostro se hincó enfrente del collar para ver que la mujer lo ha roto con todo el peso que tiene haciendo que el corazón de plata se zafara la tapa y doblando el metal deformando la forma, Gemma tratando de contener las lágrimas agarro el collar.

—Ups...  —dijo Madison con una sonrisa culpable y sus amigos seguian riendose al que esto les pareciera divertido— Al menos con el accidente nos dimos cuenta que es falsa la plata para que el corazón se hubiera deformado fácilmente.

—¿Por qué...me hacen esto?, ¡Yo no les hice nada, joder! —gritó Gemma con gran tristeza mirando fijamente a Madison dejando correr muchas lágrimas.

—Es sencilla la respuesta, ¿Crees que puedes venir aquí queriéndote sentir superior con tu rostro bello del extranjero? —dijo Madison con mucho enfado y despues saco una sonrisa burlona— Ya dinos con quien fue que se acostó tu madre para tenerte, fue esa vez que se acostó con un alemán o fue con un ruso...o que, no se acuerda por los tantos hombres con los que se ha acostado.

Gemma al escuchar esas palabras sus ojos dejaron de producir lágrimas, ella empezó a cambiar su expresión a una mirada bastante fría, los amigos de Madison empezaron a callar sus risas temiendo un poco la mirada que le lanzaba Gemma a esa mujer que le seguía sonriendo con burla, la mujer de ojos morados fue apretando sus puños con fuerza usando el collar para desquitar su ira.

—No te metas con mi madre —dijo Gemma con una voz muy diferente en ella.

—Creías que podías esconder este secreto de nosotros, por favor cada hombre de este colegio puede encontrarse a tu madre en las esquinas...  —en eso Gemma empezó apretar los dientes y soltó el collar dejándolo caer en el suelo, Leon junto con los amigos de Madison mostraron impresión al ver que el corazón ya no tenía forma alguna.

—Retracta tus palabras, Madison —dijo Gemma con una voz muy demandante, Madison alzó una ceja y empezó a sacar pequeñas risas.

—No puedo ser...acaso...no lo sabes... —ella empezó a reírse con más fuerza— Todo el colegio lo sabe...menos tú....¿Y vives bajo el mismo techo con ella? —preguntó Madison entre grandes risas y cerró sus ojos sujetándose de su estómago por el ataque.

Leon entrecerró un poco los ojos al darse cuenta que los ojos de Gemma empezaban a cambiar poco a poco de tono de color.

—Zack, ¿Todavía tienes las fotos cuando le pagaste a su madre por mamartela? —preguntó Madison viendo a su amigo que él mostró espanto al ver el rostro de Gemma muy amenazante.

—Madison...yo...creo que ya te has burlado lo suficiente...

—No seas marica, dame tu celular —dijo Madison con enfado yendo con su amigo metiendo su mano en su bolsillo trasero arrebatándole su celular y lo desbloqueo sabiendo la contraseña, ella alargó su sonrisa— Mira aquí están.

Zack asustado al no querer meterse en problemas empezó a retirarse dejando atrás su celular, Madison le enseñó la pantalla a Gemma, que ella abrió en grande sus ojos con una expresión que la foto que le mostraban hubiera sido un disparó directo a su corazón, sus ojos no parecían tener párpados por el gran impacto que se llevó al ver la imagen, tratando de no querer seguir viéndola, pero pareciera como si una persona invisible estuviera a su lado obligándola a ver esa foto.

Su tono de ojos se iban volviendo de un tono de un rojo morado, como si una capa rojiza estuviera encima de sus ojos, apretó los dientes con gran fuerza que se podían escuchar los rechinidos, apretó con gran fuerza sus puños que sin importar encajo sus propias uñas en su palma del cual era tan profunda la herida que sus manos empezaron a gotear sangre.

—Gemma... —dijo Leon estando muy preocupada por ella, pero hacía caso a sus peticiones en no interponerse.

—Ahora que lo pienso, el collar le hubiera quedado bonito para sus clientes, ya sabe cómo una se ve más sensual estando desnuda con un collar...

Pero Gemma entre gruñidos de enfado sin terminar dejarla hablar pego una mano en el pecho de la mujer y otra se la llevó a sujetarle las raíces del cabello pegando contra los lockers, despegó la cabeza de la mujer del locker y se lo volvió a pegar contra ellos una y otra con gran fuerza que la mujer empezó a gritar exigiendo ayuda.

Las amigas de Madison preocupadas por su amiga fueron con Gemma a sujetarla tratando de impedir que siguiera lastimandola, pero ella se zafo sencillamente de su agarre viendo a las dos mujeres con gran ira que les sujeto de sus cabellos a cada una e hizo que las dos se pegaran en la frente con gran fuerza que las dos cayeron inconscientes.

Madison asustada trataba de irse sujetándose la cabeza adolorida al que la tuviera descalabrada, pero Gemma le jalo de los cabellos de un modo que no le permitió escaparse y con gran fuerza tiró todo el cuerpo corpulento de la mujer en el suelo haciendo que cayera de espaldas, se subió encima de ella empezando a golpearla en su ojo derecho con gran fuerza sin detenerse, Madison gritaba de la agonía tratando de hacer que Gemma se apartara de ella.

—¡Que alguien le hable a un maestro! —empezaron a gritar los alumnos del colegio con terror.

Gemma con gran ira le sujetó de las orejas a Madison levantando su cabeza haciendo que se le acercará en su rostro, le mordió de su nariz con gran fuerza que Madison empezaba a sollozar de la agonía teniendo su rostro completamente manchado de sangre y en su nariz empezó a chorrear bastante sangre que casi se iba ahogando con ella.

Leon aterrado al ver a esa Gemma desconocida se cubrió la boca sin podérselo creer.

Unos maestros con prisa llegaron con Gemma sujetándola de los brazos tratando de apartarla de Madison, Gemma daba gritos llenos de ira tratando de usar todas sus fuerzas, cuando los maestros la hicieron levantar ella se zafo de su agarre empujandolos y fue contra Madison pisando con fuerza donde se ubicaba su boca como si estuviera pisando algún bicho para matarlo.

Las pisadas eran tan fuertes que se pudo ver como dos dientes salieron saltados de la boca de Madison, maestros y estudiantes mayores tuvieron que intervenir sujetando a Gemma que ella daba gritos llenos de ira, soltó un grito tan agudo que Leon se cubrió los ojos por ese potente grito...

***

Leon se despertó de golpe.

—¡Gemma! —dijo él gritando con gran temor.

Pero se dio cuenta que de nuevo se encontraba en el cuarto de su academia, él se miró a sí mismo y sacó una pequeña sonrisa aliviada.

—Ella...tenía razón...pudimos escapar...gracias a ti conejita lista —dijo él con una sonrisa orgullosa, pero de nuevo mostró preocupación— No...se si pude lograr alcanzar mi don en ella...que no recuerde sus pesadillas... —dijo él preocupado buscando su celular— ¿Dónde lo he dejado?

—Leon, ¿Todo se encuentra bien ahí adentro? —preguntó Kyle con un tono exhausto desde afuera del cuarto de su amigo junto con Dmitri que el solo mostraba un rostro serio.

—¡Si! —dijo Leon de un modo cortante haciendo sus sábanas a un lado buscando su celular.

—¿Seguro?...te escuchamos gritar que hasta nos despertaste a mi y a Dmitri...y lo más extraño es que...¿Gritaste el nombre de la mestiza? —preguntó Kyle detrás de la puerta.

Leon se sobresalto un poco, él saco pequeñas risas nerviosas.

—Kyle, estaba cantando —dijo él tratando de sonar normal, pero alargó su sonrisa al encontrar su celular que se encontraba debajo de su almohada.

—¿A las cuatro de la mañana? —preguntó Dmitri con seriedad, pero igual mostrando preocupación por su amigo— ¿Nos permites la entrada a tu cuarto?

—¿A las cuatro de la mañana? —pregunto Leon con el ceño fruncido mostrando demasiada extrañeza agarrando su celular— Se...sintió...eterno ese sueño...para que solo haya durado...cuatro horas —dijo él en susurro diciendoselo para él mismo.

—Oye...Leon...se que estas muy malhumorado por lo que te hizo el puto de tu primo, si no puedes dormir por eso...estamos Dmitri y yo para hablar contigo...

—Regresen a dormirse, yo estaré bien. Me daré un baño en la tina para tratar de relajarme —dijo Leon levantándose de su cama dirigiéndose al baño, una vez que estuvo dentro cerró con fuerza la puerta a propósito para que sus amigos escucharan el portazo.

Kyle y Dmitri se miraron entre sí, Dmitri volvió a mirar la puerta.

—No estaba cantando, estoy seguro que ha gritado "Gemma".

—Debimos haber escuchado mal, como lo ha dicho él, debió estar cantando, ya conoces que a veces se toma sus libertades de convertir nuestro departamento en un concierto de metallica, déjalo, está en su momento depresivo y es cuando más quiere expresarse a través de la música —Kyle dio un bostezo cubriéndose la boca.

—No has notado que Leon se muestra un poco diferente desde que llegó Gemma a la academia —dijo Dmitri deduciéndolo mirando fijamente la puerta como si tuviera el poder de los rayos x tratando de buscar a Leon a través de las paredes.

—Desde que esa sangre sucia llegó, todo es diferente Dmitri, yo me ire a dormir, buenas noches —dijo él con un tono bastante serio caminando hacia su cuarto sin querer seguir con el tema.

Pero Dmitri seguía teniendo su mirada fija en la puerta, entrecerró los ojos mostrando sospecha por su amigo.

Leon estando sentado en el suelo del baño teniendo su espalda pegada en la puerta del cuarto le marcó a Gemma, pegó su celular en su oreja mordiéndose la uña de su pulgar deseando que ella contestara.

"¿Bueno?" Preguntaba Gemma con un tono de voz exhausto.

—Conejita soy yo, Leon —dijo Leon sonriendo aliviado al escuchar su voz— ¿Tú...acabas de despertarte también? —preguntó él también con un tono preocupado.

"Leon...es conveniente tu llamada porque...me he despertado empapada de sudor y si vieras...mi cama...tiré todas las almohadas y cobijas...no...recuerdo lo que soñé y si no me equivoco tienes algo que ver con eso" dijo ella con un tono de voz bastante serio a las últimas palabras.

Leon puso su mano en su pecho sacando un suspiró aliviado al que Gemma no recuerda nada de sus horribles pesadillas, él fingió risas nerviosas.

—Veras conejita...si he querido que nos despertemos es porque... —Leon se quedo callado pensando en una mentira rápida y al ocurrirsela alargó su sonrisa— Se me ocurrió hacer que el sueño se tratará que íbamos al zoológico con tu madre y tu...maldita agarraste una serpiente en la sección de reptiles persiguiéndome con ella queriendo asustarme, corriste tanto...que por ello debe ser el sudor y...los movimiento bruscos. Te he hecho que despiertes olvidándote de ese sueño para que aprendas a no querer humillarme en tu cabecita hueca, porque solo pierdes el tiempo, ni vas a recordarlo.

"¿Puedes hacerme olvidar lo que he soñado contigo?" Preguntó Gemma con un tono frío.

—Si.

Gemma se quedó en un largo silencio, pero se podían escuchar pequeñas risas a través del celular.

"Pero si eres muy cruel para haberme hecho olvidar ese sueño Leon, que llorón, quiero de vuelta ese recuerdo" dijo Gemma con un tono juguetón.

Leon saco pequeñas risas alzando su mirada al techo.

—Creeme...es mejor que no lo recuerdes.

"Para que me digas eso es porque si debiste de verte muy gracioso para que hasta te de mucha pena en que lo recuerde. Oye...pero...¿Cómo conseguiste mi número de contacto?, no...recuerdo habertelo dado"

—Pss, te tengo agregada desde hace semanas, con tus recuerdos pude saberlo —dijo Leon con una sonrisa traviesa— Tengo que tener el contacto de todos mis clientes para amenazarlos —dijo él con gracia, pero el bajo la mirada con rostro apenado— Escucha Gemma...yo...solo te he llamado...para que no te asustaras o pensaras...que te viole en tus sueños para que te haya hecho olvidar, aunque sabes perfectamente que me das asco como una lagartija —dijo él con una sonrisa de travesura por el insulto que le dio a su amiga.

Gemma de nuevo saco pequeñas risas "No me siento asqueada o sucia, entonces te creo" dijo ella con gracia y Leon saco pequeñas risas "Gracias...por la llamada y la explicación Leon, de hecho...eso me va a servir para tenerte como contacto y editar tu nombre" dijo ella con una voz emocionada y Leon alargo su sonrisa mostrando poca ternura.

—¿Me pondrás estrellas y corazones? —preguntó él con gracia.

"No, te pondré...una serpiente al lado de tu nombre para recordarme que te dan miedo y del otro lado de tu nombre...un violín con un signo de rock, porque...te pareces un rockero y sabes tocar el violín"

Leon alargó una sonrisa dulce al escuchar las palabras de Gemma, pero sus ojos se iban irritando un poco, desvió la mirada mostrando tristeza.

—Gracias.

"¿Te gusta?, pensé que te ibas a quejar porque te puse una serpiente..."

Leon saco pequeñas risas apagadas.

—No por ello torpe...por...lo...que hiciste...ayer por mi...por...haberme ayudado.

"Oh...Leon...no me tienes que agradecer...se que no me consideras una amiga tuya, pero...para mí si eres mi amigo, puedes contar conmigo cuando quieras"

Leon hizo una mueca de gran tristeza.

—Aunque...te hubiera empujado e...insultado...aunque...por cuidar mi reputación tenga que burlarme de ti...yo...no soy una buena persona Gemma...ya te habrás dado cuenta de eso...

"Yo no creo que seas mala persona sabes, te veo más bien...como un niño muy travieso y ese tipo de niños solo necesitan ayuda o cariño"

Leon puso una mano en su frente cerrando los ojos dejando resbalar una lágrima por su mejilla.

—Duérmete ya y...no me esperes, por esta noche no me quiero arriesgar a que me humilles de nuevo. Buenas noches.

"Leon esper...

Leon le colgó a Gemma, se levantó del suelo dando pasos lentos hacia el espejo del baño, al estar enfrente del espejo mirando su reflejo, empezó a apretar los puños llenos de ira dejando caer más lágrimas por sus ojos...

***

Leon iba caminando con los puños apretados decidido en su objetivo, teniendo el uniforme de soccer puesto y sin poder faltar un rostro muy amenazador que cualquiera que lo viera se apartaba de él teniendo precaución. Él se metió a las canchas de soccer donde también se encontraba su primo en el mismo deporte que él.

Su primo estaba con su grupo de amigos entre risas por la plática que tenían, pero Leon sin ningún miedo fue a empujar a su primo lleno de ira apartandolo de ese grupo, todos los amigos de Gunther se espantaron y volteo a ver a la persona que lo ha empujado lleno de ira, pero al notar que era su primo cambió de expresión y sacó una pequeña sonrisa de burla.

—Oh eres tú, lagartija.

Leon dio un paso al frente poniéndose enfrente de su primo sin ningún miedo.

—Hiciste tu juramento con tu sangre, no puedes decir ese secreto. Sabes lo que mi padre haría contigo si lo hicieras.

Gunther hizo una mueca poniendo su dedo índice en su mejilla.

—Se me hace extraño que mis tíos nunca te lo dijeran, pero yo nunca me hice un corte en mi palma por ti... —dijo él alargando su sonrisa de una manera maliciosa mostrando su palma sin ninguna cicatriz y Leon frunció más ceño apretando los puños al darse cuenta de eso— No quería y como soy el favorito de la familia... —alzó sus manos con un rostro que dice "Que vamos a hacer con eso"— Me permitió solo jurarlo con mis palabras, pero como no mostré sangre, no vale la promesa, así que si a mi me plazca decirle a todos tu secretito... —puso su índice en la frente de Leon con una sonrisa maliciosa— Lo haré.

Leon apartó su mano bruscamente de él con un golpe.

—Hablaré con mi padre...

Gunther se echó a reír carcajadas enfrente del rostro de Leon que iba apretando los dientes con gran furia.

—Por favor, ni puedes dirigirle la mirada a sus ojos, creo que la última vez que hablaste con él fue... —él subió la mirada sujetándose la barbilla pensativo y alargó su sonrisa— Nunca. Nunca has tenido una platica seria con él y la respuesta es obvia, no tienes el valor... —alargó su sonrisa mostrando sus dientes de una manera que solo un demente pondría— Eres un cobarde, ensucias nuestro apellido, debieron mandarte al circo cuando tu padre tuvo la oportunidad...

Leon quiso lanzar su primer golpe sin tener la paciencia, pero Kyle a tiempo llegó abrazarlo apartandolo de Gunther evitando que le pegara, Leon gruño con mucho enfado tratando de apartarse de su amigo que trataba de cuidarlo y Gunther se echaba a reír haciéndolo enfurecer más.

—Leon, dejalo, dejalo...

—Hazle caso a tus rameras, lagartija, si no quieres que pegue el rostro de tu amiga en tu culo.

Leon solo soltó un pequeño grito lleno de enfado, pero Kyle usaba todos su esfuerzos para apartarlo de ahí.

***

Leon estaba sentado en las gradas teniendo su cabeza en bajo dejando que su cabello le fuera una cortina para cubrir su rostro, tiene sus codos recargados en sus rodillas teniendo un peso muerto en ellos, Kyle estaba sentado al lado de él mirando a su amigo con una mirada de lástima, prefirió desviar la mirada sin querer seguir viendo como su amigo está sufriendo.

—Leon...nunca has podido ganarle un combate...

—No me lo tienes que recordar —dijo él con un tono frío sin hacer mínimo movimiento.

—Sabes que te considero como mi mejor amigo... —dijo Kyle poniendo su mano en la espalda de Leon tratando de consolarlo, pero él volteo a verlo con una ceja un poco alzada sin sentirse agusto de ello— Yo...te he dicho cada secreto mío....

Leon frunció el ceño con enfado mirando a su amigo un poco incrédulo a sus palabras.

—¿Me quieres decir algo con eso?

—Es solo que... —dijo Kyle desesperado haciendo un pequeño ademán— Que es el gran rumor en la academia Leon, ahora todos saben que escondes un secreto y que Gunther...te amenaza con decirlo. Yo...pensaba que conocía todo sobre ti.

Leon se levantó con enfado mostrando su palma del cual tiene una pequeña cicatriz.

—Hice un juramento de sangre no decirlo Kyle, además...si no quiero decírtelo es porque no quiero, asi que sacate esa idea que te lo pienso decir solo porque eres mi mejor amigo.

Kyle se levantó de su asiento mostrando igual enfado.

—Pero bien que te supiste todos mis secretos sin ni siquiera decirtelos, como se los haces a todos, amenazas a la gente que te pague para que no decir sus secretos, mientras que tu teniendo uno no dejas que nadie se entere.

—A ver Kyle, no eres mi novia para que me andes reclamando que te escondo secretos, joder —dijo Leon con mucho enfado y Kyle frunció más el ceño mostrando sus dientes teniendo una mueca de molestia.

—Sabes algo Leon, háblame cuando se te haya quitado lo imbécil, quieres —dijo él dándose la vuelta apartándose de su amigo.

Leon desvió la mirada sin siquiera querer ver a su amigo por la gran discusión, empezó a retirarse de las canchas dirigiéndose al bosque...

Una vez que ya estaba dentro, él con desesperación abrió su mochila, sacó la bolsita con cocaína y empezó abrirla de un modo histérico tratando de hacer una fila larga de cocaína en todo su brazo.

Reto iba caminando directo a su deporte de tenis, pero se detuvo olfateando con fuerza, él frunció el ceño mostrando mucha seriedad al reconocer muy bien ese olor.

Leon dio un largo respiró metiendose toda la cocaína por la nariz, él sacudió su cabeza e hizo otra línea larga de cocaína en su brazo de una manera nerviosa e histerica teniendo su brazo tembloroso, su nariz empezó a gotear sangre por el lado de un orificio, pero el sin importancia iba por respirarlo por donde no le sangraba...

Reto llegó a tiempo sujetándolo de su cabeza evitando que respirara la cocaína.

—¡Déjame maldito animal! —grito Leon lleno de ira y Reto sujeto de su brazo donde tiene la cocaína y se la agitó haciendo que todo el polvo se cayera— ¡Me las vas a pagar! —dijo él mostrando los dientes y su rostro bastante enrojecido por el enojo.

Reto le dio un fuerte empujón mostrándole sus colmillos.

—Tu corazón está latiendo por segundos Leon, te pudo haber dado una sobredosis.

—¡A ti que te importa lo que me pase! —gritó él con enfado dando en empujón a Reto que él tiene una mirada sobre él muy fría al notar que hasta la vena que tiene cerca de la sien pareciera que puede salirse de su rostro al que esté casi saltando dentro de— ¡Eres un fenómeno, eres un jodido monstruo anormal, vete, me das asco, escuchas! —grito el lleno de ira pegandose la frente desahogando toda su molestia lastimándose a él mismo— ¡Lo mejor que puedes hacer en este mundo es morirte!

Reto solo negó con la cabeza, se dio la vuelta retirándose y Leon se hinco en el suelo de una manera histérica sujetando la bolsa de cocaína vacía al que todo el polvo que le sobraba se hubiera caído sobre la tierra.

***
Gemma

Iba llevando a Celeste a su cuarto al haber tenido un excelente entrenamiento de salto, le abracé de su hocico y el me dio un pequeño relincho alegre.

—Hiciste un excelente entrenamiento Celeste —dije con gran orgullo acariciándole de su hocico— Sabes, quizás no tengas que dar saltos cada vez que salgas del establo, la siguiente semana daremos un paseo por la academia, ¿Te gusta la idea? —pregunte alargando mi sonrisa y Celeste empezó a darme besos en mi rostro, yo me eché a reír— Si, si, si, daremos un paseo e...invitaremos a Maya y Nahual...

Pero me calle espantada al ver que en el cuarto de Celeste estaba Leon sentado en la esquina del cuarto de una manera que parecía un muerto al estar sentado de esa forma, su nariz está manchada de sangre, tiene un rostro muy devastado, su mirada no tiene ningún brillo, sus ojeras estaban oscuras que ayudaban a encontrar la parte del cráneo que nuestros ojos descansan.

—Dios, Leon —dije muy preocupada yendo con él y él volteo a verme con mucha tristeza en su mirada.

—¿Cómo...lo haces?...necesito la respuesta.

—¿De...qué me hablas? —pregunto muy preocupada poniéndome a su lado abrazándolo al verlo muy destrozado y él se dejó que hiciera tal acto.

—Para....querer seguir viviendo después de lo que te ha pasado...dímelo...por favor...  —dijo él con la voz quebrada exigiendo esa respuesta.

—Leon...  —dije muy preocupada abrazando con fuerza su cabeza y él pegó su rostro en mi hombro— Shh, shh, shh —dije acariciándole la cabeza tratando de tranquilizarlo. Maya iba entrar al cuarto, pero se detuvo alzando en grande las cejas al verme con Leon, con una vista indirecta le dije que nos dejara solos y ella con el mismo rostro prefirió retirarse haciéndome caso.

Pasamos mucho tiempo los dos en el cuarto de Celeste, no me importaba saltarme la hora de comida, mi caballo se encontraba recostado en el suelo acompañándonos  también, aunque técnicamente estamos en su cuarto y no tiene opción, pero Leon parecía más tranquilo queriendo estar a mi lado teniendo una mirada muy perdida mirando el bebero de Celeste, si que esta bastante drogado. Yo con una corta sonrisa seguía acariciándolo de su espalda para mostrarle todo cariño que necesitaba.

—Gemma... —dijo él con un tono de voz muy apagado.

—Dime.

—Puedes...guardarme este secreto de haber estado contigo —dijo él volteando a verme con súplica y yo le regale una corta sonrisa.

—Tienes mi palabra.

Él con gran tristeza en sus ojos desvió la mirada siguiendo queriendo estar aquí conmigo abrazados del silencio, yo lo mire con mucha preocupación, pero me quede quieta estando con él.

***
Narrador

Kyle y Melody se iban besando y manoseando estando en ropa interior debajo de las gradas de las canchas de soccer, ella sacó pequeñas risas al sentir como Kyle iba besando su ombligo, él se apartó del cuerpo de su novia sacando pequeñas risas teniendo su mirada fija en ella.

—Te da cosquillas que haga eso he zorra....

—Hey —dijo Melody dándole una pequeña patada a la cabeza de su pareja que él se cogió la cabeza adolorido con una mano— Sabes que a mi no me gusta cuando me empiezas a insultar.

—Pero si es por la excitación, que no te sientes...más excitada con ese jueguito de palabras... —dijo él con una sonrisa coqueta sujetando los extremos de la tanga de su pareja, pero Melody se cruzó de brazos mirándolo con el ceño fruncido y los ojos entrecerrados teniendo una mirada amenazante a su novio.

—No, al contrario, arruinas el momento, felicitaciones —dijo ella con enfado apartándose de su pareja y Kyle hizo una mueca de desesperación.

—Vamos mi sirena, no me hagas esto, este día ha sido de mierda para mi —dijo él con súplica y Melody sin importancia iba empezando a vestir recogiendo su ropa que se encontraba en el suelo.

—Ahora si me dices apodos bonitos, tu bien que sabes que no me gusta que me insultes cuando estamos a punto de tener relaciones Kyle, pero no, ahí vas —haciendo ella ademanes molestos.

—No lo volveré hacer...

—Ya te dije, arruinaste el momento, ya no me dan ganas —dijo ella con seriedad poniéndose su camisa de jinete.

—Ni me vas a consolar porque tuve una pelea con mi mejor amigo —dijo Kyle con un rostro de súplica.

—Ay pobrecito —dijo ella fingiendo una voz de lástima, pero después puso su mano en su barbilla— Aunque sabes ahora que recuerdo, escuche un rumor sobre Leon —dijo ella alargando su sonrisa mirando a Kyle que él rodeo los ojos desesperado.

—Si es sobre que tiene un gran secreto eso se lo saben todos...

—No, ese no, obvio que todos ya saben eso, si no mientras que estaba en mi deporte ecuestre me dijeron que escucharon a Leon estar con la mestiza dentro del cuarto de su caballo.

Kyle frunció el ceño mostrando confusión.

—¿Cómo que estar con la mestiza?, ¿La andaba molestando...

—No, ese el gran rumor, parecía que estaba llorando con ella, pero nadie sabe si es verdad, la india no permitía acercarnos al cuarto de la sangre sucia. Para serte sincera yo digo que es falsa, digo... —dijo ella sonriendo con gran burla— ¿Por qué Leon estará a lado de esa mestiza para ser la burla de todos?, ya suficiente humillación tuvo con lo que le hizo su primo, ¿No crees? —dijo ella entre pocas risas.

Kyle aun tiene el ceño fruncido pensativo en las palabras de su novia.

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