33. Un viejo problema
Gemma
Reto y yo estábamos en una cafetería de la academia que venden lo que son cafés, frappes, pan dulce, repostería, etc. Se llama "Moustache", Mia me ha comentado que es muy reconocido en la academia porque todo aquí es exquisito, además de económico para mi, Reto y yo nos miramos entre sí, recargo sus codos en la mesa pegando sus manos en sus mejillas regalándome una sonrisa atontada soltando aire en su nariz.
Yo alce una ceja extrañada a su actitud, que es muy raro en él que me muestre tal sonrisa que tiene ahorita, mire por los lados tratando de ver si era a mi la que me daba esa sonrisa, pero raramente nomas nos encontrábamos nosotros dos, me rasque la cabeza confundida, ni me he dado cuenta que el lugar se encontraba vacío.
Pude sentir de repente que alguien me dio un jalón de brazo, yo di un pequeño grito al sentir como me hizo levantar de mi asiento haciéndome girar sujetándome de la otra mano haciendo que mis propios brazos me atraparon y él jalaba mis manos con poca presión manteniéndome pegada a él, pegó su barbilla en mi hombro acercando su boca en mi oído, sentí un cosquilleo al sentir su respiración acariciar mi oreja.
—Yo sé que esto es inesperado, pero no puedo guardar lo que siento por ti —dijo Reto un susurro tan claro y suave. Yo me sobresalte al ver la mesa que él ya no se encontraba sentada como yo, pero ni me di cuenta cuando se levantó del lugar para hacer esto, realmente estoy perdida.
Pero Reto me dio un jalón de mi mano haciéndome girar soltando una mano mía deshaciendo mi propio amarré sin soltar mi mano derecha y al tener mi brazo derecho extendido se puso de rodillas ahora con un traje puesto encima, él alargó con tanta alegría esa sonrisa mostrando todos sus colmillos.
—Gemma Adelaida Salem ¿Te gustaría ser mi esposa? —preguntó él sacando una cajita oscura de terciopelo de su bolsillo abriéndola mostrándome el anillo de compromiso con gran emoción esperando mi respuesta.
—Ash, tenía que saber que eras tu desde un principio —dije con fastidio zafando mi mano del falso Reto y él empezó a reírse.
El que creía que era Reto dejó caer la cajita de terciopelo acomodándose su largo cabello con gran arrogancia, se levantó regalándome una sonrisa de gran travesura que no era de él, sino de nadie más que Leon usando su apariencia en este sueño.
—¿Cómo es que le gusta tener el cabello tan largo? —preguntó él con una mueca sujetándose la gran cabellera de Reto, me volteo a ver y saco una sonrisa de malicia entrecerrando los ojos, me dio un pequeño latigazo con el cabello de Reto y yo trataba de cubrirme mostrando mis palmas para que le diera a ellas y no mi rostro, él empezó a reírse como pequeño demonio divirtiéndose dándome latigazos con el cabello de Reto.
—Leon basta —dije con enfado tratando de que me dejara en paz intentando darle palmadas al cabello, como si eso fuera a funcionar.
—Ahora se la razón. ¿Mi cabello podría ser capaz de crecer a esta altura? —preguntó él soltando el cabello sujetándose la barbilla pensativo y yo saque gruñidos de desesperación— Porque si es así, sería divertido hasta creo que... —él empezó a acomodar su cabello como si fuera una bufanda y al tenerla alrededor de su cuello alargó su sonrisa emocionado— Mira, hasta la puedes usar de bufanda, oye...no esta mal usar la apariencia del animal —dijo él acariciando el cabello de Reto con una sonrisa satisfecha.
—No le digas así y deja de usar su apariencia, Leon —dije con enfado poniéndome enfrente de él y él puso una mano en su pecho mostrándose ofendido.
—Ni porque use su apariencia para que tengas la única oportunidad de ver que él haga esto por ti, porque aceptemoslo conejita —dijo él haciendo una mueca de disgusto— Nadie va a querer casarse con una mestiza —dijo él ahora sonriendo burlándose de mí por ello.
Yo solté un gruñido desesperada apretando los puños.
—¿Y quién dijo que me quería casar con Reto?
Leon soltó una carcajada empezando a cambiar de apariencia a la verdadera.
—Solo un idiota como tu tomaría en serio tus palabras —después fingió sonreírme con ternura— No hay razón por la cual apenarse en ser una furra, cada quien tiene sus gustos exóticos, además recuerda que conmigo están a salvo tus miserables, vergonzosos y patéticos secretos —dijo él cerrando sus ojos alargando su sonrisa y yo puse mi mano en mi frente.
—Ni me quiero enterar que es furra y te doy el aviso que solo lo veo como un amigo solamente —dije bajando mi mano sonriendo un poco al escuchar mis propias palabras al que Reto sea mi amigo— Como tú —dije mirando a Leon y se sobresalto.
Se sujeto el estómago empezando a reír mirándome con gran incredulidad, puso su mano encima de sus ojos alzando la mirada al cielo siguiendo riendo y yo empecé a fruncir el ceño mostrando molestia a su grosera actitud.
—Creo... —dijo él entre risas— Que...hay un malentendido conejita —dijo tratando de calmarse quitándose las pequeñas lágrimas que se salían por sus ojos— Que esté en tus sueños no me convierte en un amigo tuyo —me lo dijo con una gran sonrisa.
—Pero...si te comparto la relación con mi madre —dije con un tono desanimado a sus palabras hirientes.
—Dije que tu madre me veía como amigo suyo, no tuyo —dijo él haciendo un ademán moviendo su mano y empezó a cambiar el escenario a la cafetería donde trabajaba.
Por arte de magia nos encontrábamos sentados de nuevo, una mesera se paró al lado mío teniendo su uniforme y su libreta en su manos para anotar el pedido.
—¿Qué van a ordenar?
Me sobresalte al escuchar mi propia voz, me volteé a ver a la mesera y mostré terror al ver que era yo, ella me regaló una corta sonrisa tratando de ser amable como yo y yo entrecerré los ojos sintiéndome muy incómoda con esto, una cosa es ver a mi pequeña yo, pero otra...a una que es más joven que yo.
—Que carajos Leon —dije con enfado viéndole y él tenía su mano en su barbilla tratando de pensar que es lo que va a pedir.
—Algo sencillo, un café con leche y galletas de tu madre, conejita mesera, ¿No vas a ordenar nada?, conejita —preguntó él con una ceja alzada extrañado por eso.
Mi yo mesera empezó anotar el pedido de Leon, me volteó a ver esperando mi orden, yo seguía con una mirada molesta hacia él.
—De todas las meseras compañeras que tuve en esta cafetería, me tuviste que escoger a mi haciendo que este sueño sea más extraño —dije señalando a mi yo mesera con mis dos manos.
—Las otras parecen brujas. Además, no eres tú quien está trabajando sino una copia tuya, al menos que lo quieras hacerlo tú realmente —dijo él alargando su sonrisa de manera burlona y yo rodeé los ojos soltando un suspiró rendida.
Volteé a ver mi yo mesera.
—Lo mismo que él.
Mi yo mesera me dio un asentimiento empezando a ir haciendo sus anotaciones de nuestros pedidos, yo volteé a ver a Leon que él seguía sonriendo poniendo sus manos en su nuca, yo fruncí el ceño mirándolo con sospecha.
—Pensé que ibas a estar molesto conmigo por las evidencias que mostramos en las elecciones.
—¿Molesto? —preguntó él incrédulo y empezó a reírse— No creo que los otros dos años sean mejor que este año. Debo admitirlo conejita —dijo él agarrando el cuchillo sin filo señalándome con el— Te subestime, me confié demasiado en que tu campaña era una bola de inútiles, pero no pensaba que Reto les iba compartir mi debilidad, ni estaba enterado de la existencia de esa potestad que tiene un don un poco parecido con el mío, ¿Cómo se llama? —preguntó él alzando su mirada al techo.
—Ruth —dijo alargando mi sonrisa por sus palabras— Pero...¿Por qué haber tenido que jugar sucio Leon? —pregunte borrando mi sonrisa.
Él subió sus hombros sin darle mucha importancia a eso.
—Como te había comentado quería ser presidente —soltó un suspiro agotado bajando la mirada mostrando seriedad— Todo lo que hice fue en vano —después alargó un poco su sonrisa de manera de travesura— Bueno, no en todo.
—Pero...realmente...¿Apoyabas a Scarlett en esas horribles propuestas? —pregunté mirándolo fijamente a los ojos de manera suplicante que no dijera la respuesta que temo.
Mi yo mesera llegó a servirnos interrumpiendo un poco nuestra conversación, después se retiró, Leon agarro una galleta y con su otra mano sujeto la taza con café mirándome con un rostro sin darle mucha importancia a ese tema.
—Ya debiste de darte cuenta que soy una persona racista, discriminatoria y la más importante... —alargó su sonrisa de manera arrogante— Narcisista —él le dio una mordida a su galleta y le lanzaba una mirada de tristeza al no sentir ninguna gracia a esas palabras.
—Pero ellos no te han hecho nada...
—Conejita no seas aguafiestas arruinando mi trabajo de este sueño haciéndolo aburrido con ese tema —dijo él con una mueca de disgusto y le dio un sorbo a su taza.
Yo fruncí el ceño mirándolo con enfado.
—Primero deberías empezar sabiendo que darle sobrenombres a una persona es muy grosero Leon.
Él le dió un sorbo a su taza con café de nuevo alzando una ceja con esa mirada como si fuera todo un chiste para él, dejó la taza de café sacando un suspiro con una sonrisa satisfecha y agarró una servilleta limpiándose su boca educadamente.
—Pero si no son sobrenombres, si te digo conejita es porque eres realmente una —dijo él con un tono muy sereno y yo saqué un gruñido de frustración.
—No creas que no se porque me has puesto ese sobrenombre y te informo que no soy una conejita peluche del Boys Toys.
—Se perfectamente que no fuiste una conejita peluche Boys Toys, fuiste una bailarina tubo —dijo él sonriendo con burla— Pero si eres una conejita, literalmente, solo mírate a ti misma y me darás la razón.
Yo frunci el ceño bajando la mirada, di un chillido de espanto dando un pequeño salto al ver todo mi cuerpo lleno de pelaje, mis brazos sin haberme dado cuenta eran pequeñas patas, me sujete la cabeza con terror sintiendo mis orejas alargadas, me tocaba del pequeño hocico con bigotes, al darme cuenta que era un animal ahora todo lo de mi alrededor se encontraba muy grande para mí.
Leon empezó a carcajearse de la risa, yo me volteé atras mio para ver que tenia mi cola de algodón y saqué un chillido muy molesto. En ello mi yo mesera llegaba.
—¿Desean... —ella al verme dio un pequeño grito de emoción juntando sus manos mirándome con gran ternura— ¡Un conejo, adoro los conejos!
—Mira, hasta es tu animal favorito y desprecias el gran apodo que te doy —dijo Leon entre risas.
—¡Leon regresame a la normalidad! —gritó con enfado y pude escuchar como él hizo un chasquido.
Yo de nuevo me encontraba sentada, miré mis manos aliviada al ver que eran humanas, me sujeté el rostro comprobando que todo esté en orden.
—Que exagerada, ya ni porque te di la experiencia que siente tu mascota cuando se transforma en animal —dijo él negándome la cabeza con una mueca de desaprobación— La grosera eres tu en no tomar en cuenta lo que yo hago por ti —puso su mano en su pecho fingiendo un rostro de gran tristeza.
—Que tengas el control de mis sueños no significa que puedes jugar conmigo de ese modo, Leon —dije con seriedad y él alargó su sonrisa de oreja a oreja mostrando dientes.
—Pero si eso es lo divertido de los sueños, conejita, sobretodo hacer lo que se me plazca —sacó su cartera y de ahí un billete de veinte dólares volteando a ver a mi yo mesera que ella se veía un poco confundida, te entiendo Gemma mesera, te entiendo completamente— Aquí tienes tu propina conejita mesera.
Ella alargó su sonrisa viendo el billete de veinte dólares, pero borró un poco su sonrisa mostrando preocupación.
—Pero...es mucha cantidad, apuesto joven.
Yo rodeé los ojos poniendo mi mano en mi frente, solo quiero despertar.
—¿No lo quieres? —preguntó él agitando el billete, mi yo al no ser tan estúpida asintió alargando su sonrisa, tomó el billete mirándolo fijamente— Nos despedimos conejita —dijo Leon levantándose de la mesa y bajó la mirada regalándome una corta sonrisa— Me avisas como se siente tener relaciones con un animal.
—¡Leon!—grite muy enfadada sintiendo como se me calentó el rostro a esas horribles palabras y él solo sacó risas grandes por su sucio chiste.
***
Me empecé a despertar por mi cuenta, yo me incorporaba poniendo una mano en mi frente sacando un suspiro a ese extraño sueño, yo baje mi mano llevando mis pies a mis pantuflas tratando de no darle mucha importancia, agarre mi celular para ver si no tenía ningún mensaje y sonreí sin poder evitarlo al ver el de Reto.
🐉Reto🏛: ¿Puedes reunirte conmigo después de tu clase de ballet?
Yo alce mi vista al techo sujetando mi celular con fuerza pegando a mi pecho como si fuera algún tesoro mío, solté un gemido de gran emoción cerrando los ojos dando pequeños saltos.
Aun no me lo podía creer, ¡Me ha invitado a una cita!...quiero decir...¡Me ha invitado a una salida de amigos solo él y yo!, yo sin querer que pensara que lo he dejado en visto empecé a escribirle.
💎Gemma💎: Si puedo, solo dame una hora para poder darme una ducha y ponerme otra vestimenta.
Me mordí el pulgar al ver que la aplicación me dio aviso que Reto ya leyó mi mensaje y que estaba escribiendo en este momento.
🐉Reto🏛: Tomate tu tiempo para alistarte, no te sientas presionada, te estaré esperando en la fuente.
💎Gemma💎: Ahí llegaré 😉.
Yo di un salto levantándome con entusiasmo y corrí al espejo largo mirando todas las fotos de mi madre con gran alegría.
—Madre voy a tener una salida con este hombre —dije poniendo la foto de perfil de Reto que tiene en la aplicación de mensajes y se la señale a unas fotos del rostro de mi madre.
Como debe ser, no había respuesta a ello, pero yo cerré los ojos por mi larga sonrisa mostrando dientes imaginándome lo que diría mi madre en esta ocasión.
—Lo sé...lo sé...pero no te ilusiones —dije señalando el rostro de mi madre en una foto para que me preste mucha atención— Que no es una cita, es una salida de amigos.
Muy segura de eso, me di la vuelta dirigiéndome a la salida del cuarto para irme a desayunar.
***
Narrador
Reto estaba preparándose para sus clases de arte, verificando que en su mochila se encontrará todos sus materiales de dibujo. Le empezó a vibrar el celular, sacó su celular de su bolsillo viendo quien era el que le estaba contactando, él soltó un suspiró cerrando los ojos con poco temor, puso su celular en su oreja tomando la llamada.
—Buenos días, madre pato —dijo él regalándole una dulce sonrisa a su madre a pesar que no estuviera con ella presente.
"Tus lindos apodos no funcionarán por el momento Reto Bell, espero una explicación del porque no me dijiste que eras parte de una campaña presidencial y con el puesto de vicepresidente" dijo su madre regañadientes que su hijo alzó su mirada al techo mostrando sus colmillos por esa petición de su madre "Y nada de colmillos, te conozco muy bien para saber que me los andas mostrando aunque yo no esté ahí contigo"
—No quería molestarlos haciéndoles perder el tiempo en darles un simple aviso que era parte de una campaña teniendo el puesto de un vicepresidente —dijo él con seriedad cerrando su mochila y poniéndosela en sus espaldas.
"Mi cachorro...como eso iba a molestarnos, todo lo contrario, cuando te vi que entraste en el escenario, mi corazón dio un salto, me diste una impresión que después sentí una gran alegría y orgullo de mi hijo, fue como...una sorpresa, ¿Fue una sorpresa cierto?, ya suéltalo" Preguntó su madre con un tono juguetón y su hijo solo alargó su sonrisa mostrando gracia a las palabras de su madre, pero él borró la sonrisa bajando la mirada.
—Yo no pensaba participar por varias razones, de cómo iba a participar en una campaña cuando padre me pidió que me inscribiera como candidato, temiendo que me volvieran a molestar insultandolo a él, temiendo por mi manada que saliera lastimada, pero... —él se quedó en silencio cerrando los ojos con poca presión— Quiero ser sincero, madre.
"¿Qué es lo que sucede?, Reto" preguntó su madre preocupada.
—No sé si estoy cometiendo un error...
"Reto...me estas preocupando" dijo su madre ahora con un tono de voz bastante seria y temblorosa por la angustia.
—Si...me uní a la campaña tomando el puesto de vicepresidente, fue...por Gemma, la mestiza. Yo...he estado conviviendo con ella...
Reto se calló frunciendo el ceño al escuchar las pequeñas risas de su madre.
"Oh mi cachorro...eso ya lo se, no estaba enterada que fue gracias a tu nueva amiga que te hayas unido a una campaña, pero sí estaba enterada que estabas conviviendo con ella, la madre de Venus me lo ha avisado, me dice que su dulce niña le dijo que la mestiza es una gran amiga de ella, su madre me dijo que parecía que su hija estaba hablando sobre una diosa para que dijera tantas cosas positivas de Gemma. ¿Qué crees?, ¿Qué no tengo amigas?"
Reto giro un poco su cabeza a un lado mostrando confusión como un perro cuando escucha algo desconocido.
—¿No te desagrada la idea que esté conviviendo con una mestiza?
"¿Por qué me molestaría que tuvieras una nueva amiga?, además...por lo que me has contado parece ser que te ha ayudado" dijo su madre con un tono alegre sin mostrar mínima molestia.
Reto camino hacia un pequeño mueble donde tiene marcos con fotografías, agarró un marco donde había una foto de él siendo un niño y sus padres se encontraban detrás de él. En la foto Reto sonreía con gran alegría teniendo unas orejas de conejo, capturaron el rostro de su madre lleno de felicidad cubriéndose la boca por las risas que debieron salir en ese momento, pero el padre tenía una pose firme teniendo sus brazos detrás de su espalda, teniendo su mirada en la de su hijo con el ceño fruncido por la travesura de su niño por haber arruinado la foto.
—¿Se lo informaste a padre? —preguntó él con un tono frío y su madre como respuesta se quedó en silencio, Reto frunció un poco el ceño dejando el marco de nuevo en el mueble.
"Mi cachorro...yo tengo la razón para saber que Gemma al ser mestiza no signifique que sea como el primer mestizo o como su padre, si ella hubiera crecido con su padre...podría tener mis dudas, pero ella creció con su madre humana, ella no tiene nada que ver con los males que su padre le hizo con tu padre, pero...no sé si él...
—Él...no estará de acuerdo que esté con ella... —dijo él con un tono demasiado frío poniendo su mano en el pequeño mueble encajando sus uñas en la madera— No...permitirá que tenga una relación de amistad con una mestiza...sobre todo por ser hija de ese hombre... —él empezó a rasguñar la manera mostrando sus dientes empezando a respirar de un modo enfadado— Él...puede que tenga razón...debo...dejar de tener contacto con ella.
"No, no hagas esto por tu padre, por favor, Reto, necesito que tomes tus propias decisiones, si dejaste que esa chica entrara en tu manada...es porque te conozco para saber que viste algo en ella, si entraste a la campaña por ella es porque...te importa, ¿Me equivoco?"
Reto puso sus manos encima de sus ojos.
—No...no...sé lo que estoy haciendo, debería dejarla mientras tenga tiempo...
"Reto Bell, escucha a tu madre" dijo su madre con un tono alto diciendo las palabras de un modo lento para que su hijo pueda comprenderla "Ya...mucho estas haciendo por tu padre, le has dado trofeos siendo nuestro campeón del deporte favorito de tu padre, has ganado muchos reconocimientos por tus bellísimas obras de arte, sobretodo...en estudiar una carrera que no deseabas, pero si lo estas haciendo es por tu padre, recibimos tus notas de excelencia cada mes, no pierdas a una amiga por él...vas...a sufrir más con esto...y...no solo tú...ella también sufrirá al perder un amigo"
Reto bajo la mano con una mirada fija al horizonte reflexivo a las palabras de su madre.
***
Leon estaba en su clase de violín, él estaba sentado en grupo con sus demás compañeros de la clase, él podía ver con aburrimiento como un hombre daba su presentación enfrente de su salón tocando su violín siguiendo una canción de Beethoven, el hombre se encontraba de pie teniendo su violín recargado en su hombro con una serena sonrisa escuchando la canción que crea él mismo con un simple arco, el violín fue realizado de la madera más fina con detalles marcados del mismo oro.
El maestro está parado al lado del hombre con una sonrisa orgullosa de su estudiante, cerró los ojos tratando de poder sentir el sentimiento que su alumno expresa con esa tocada. Leon rodeo los ojos dejándose resbalar de su silla alzando su mirada al techo diciendo en silencio "Mátenme"
Cuando el hombre terminó de dar su presentación, todo su grupo le aplaudió por su excelente tocada, el maestro le daba de aplausos con gran sonrisa en su rostro.
—Beethoven, una excelente elección, Alfonso, pude notar como sientes una conexión con esa sinfonía y debo decir que es una canción que queda en ti, no encontré mínimo error, te falta poco para que toques como el artista que ha creado esa sinfonía —dijo el maestro con una gran sonrisa a su estudiante y él le dio una pequeña reverencia de agradecimiento.
—Gracias maestro —dijo él con un tono educado regresando a su asiento.
—El siguiente estudiante —dijo él profesor, Leon con una maliciosa sonrisa se levantó de su asiento sujetando su violín, el maestro mostró un poco de espanto al ver que seguía uno de sus estudiantes más problemáticos, pero tratando de esconder ese miedo le frunció el ceño— Espero que no sea una de esas canciones grotescas, Leon.
—Como cree —dijo Leon con una sonrisa de gracia poniéndose enfrente de todo su grupo, las mujeres alargaron sus sonrisas mirándolo con gran admiración.
Él recargó su violín en su hombro, un instrumento que fue realizado a su gusto, que pareciera que sostiene un violín en forma de guitarra de tonos blancos y negros con pocas calcomanías pegadas; del esqueleto de un conejo, el rostro de un zorro en llamas mostrando sus colmillos ferozmente, de un martillo antiguo, de un corazón que en vez de estar atravesado con una flecha es con un violín y por último la de un ángel sensual desnuda con las alas extendidas mostrando su parte trasera y espalda llena de tatuajes de símbolos católicos. El puso su arco sobre las cuerdas de su violín, él tenía su mirada fija en el maestro que hizo una pequeña mueca de disgusto mirando con sospecha a su estudiante.
—He escogido interpretar la canción de Paganini Caprice número 5 —dijo Leon con un tono muy educado que el maestro sonrió un poco al no tener que preocuparse por esa canción.
Leon cerró los ojos queriendo estar en la oscuridad para no tener ninguna distracción, él empezó a mover su arco haciendo que las cuerdas se acariciaran entre sí haciéndolas temblar para que las mismas cuerdas bailarán por las ondas del sonido, al apartar su arco del violín volvió a ponerla sobre su instrumento sin querer que esa pareja estuviera distanciada, ya que sin una de las dos no existiría ese hermoso sonido que produce tal instrumento musical, él cerró los ojos con presión escuchando su música que era un dulce coro que trataba de sentir cada sensación en sus oídos, para él era como si hubiera una diosa detrás de sus espaldas que le susurraba en su oído en forma de coro para poder sentir el acarició de su respiración, para así seguir tocando para que esa mujer no dejará de existir.
El maestro empezó a irritar sus ojos por las lágrimas que se le iban juntando al escuchar perfecta sinfonía en esa canción, al poder ver como su estudiante podía sentir realmente estar conectado con la música, por primera vez se sentía muy orgulloso de él.
Pero Leon al llegar a la parte intermedia de la canción abrió los ojos alargando su sonrisa de oreja a oreja, él apartó el arco del violín y cerrando los ojos con mucha presión empezó a tocar el violín ahora de un modo muy movido y rápido de lo que no es realmente de la canción, el maestro borro toda su sonrisa frunciendo el ceño mostrando enfado.
Leon empezó a sacudir su cabeza poniendo una rodilla sobre el suelo y la otra doblándola recargando su codo del brazo donde sujetaba el arco en su rodilla tocando con gran intensidad y pasión moviendo el arco de un modo que pareciera que quisiera partir en dos su violín usando esa herramienta como una sierra, los movimientos de sus dedos y mano eran rápidos como el mismo vuelo del colibrí, todos los hombres tienen de una ceja alzada con una pequeña mueca de disgusto a su comportamiento, pero algunas mujeres se mordieron de sus labios por tal atrevimiento de ese hombre sintiéndose algo excitadas.
Leon se levantó poniéndose de pie dando pequeños saltos emocionados por su canción...
—Suficiente —dijo el maestro con gran enfado tomándole la muñeca a Leon haciéndolo detener y él volteo a verlo aun con una sonrisa en su rostro— ¿Cómo ha podido arruinar una pieza como esa convirtiéndola en...algo tan obsceno?
Él sacó pequeñas risas zafando su muñeca a la de su profesor.
—No exagere solo le he hecho unos pequeños cambios, pero como lo ha pedido seguí totalmente las notas de la canción.
—Leon, más de diez años que esta en mi clase, lo reconozco como uno de mis mejores alumnos, tiene de otro don para manejar el violín, puedo ver como realmente tiene el control de la música —dijo su maestro con seriedad y Leon sonrió de manera arrogante— Pero desperdicias este talento tocando este tipo de música de...
—Electrónica, rock, punk y a veces metal, pero es muy raras las veces —dijo él bajando su violín de su hombro alzando su mirada pensativo a sus gustos.
—Usted se ha metido clase de violín, una clase que enseña a los alumnos a realizar música clásica, una belleza que manifiesta con plenitud a través del arte —dijo el maestro alargando su sonrisa admirando esa categoría— No canciones...grotescas que solo manifiestan miedo a través de...la ignorancia. Puede aprovechar ese talento, por favor acepte la oportunidad de unirse a la orquesta para la obra del cascanueces.
—Otra vez con esa mierda —dijo él rodeando sus ojos haciendo una mueca de disgusto.
—No voy a permitir que me faltes al respeto de ese modo Leon —dijo su maestro con gran enfado.
—Ya le dije que no voy a meterme a un grupo de maricas, a mi me gusta tocar en solitario —dijo él señalando a sí mismo con su arco con una sonrisa de gran arrogancia— Y como también le he dicho, con gusto puedo dejar esta clase para dejarlo de joder, pero tristemente es el único maestro que da clases de violín en esta academia.
—Retírese del salón —dijo el maestro con gran enfado señalando la puerta del cuarto.
—Ya pensaba retirarme antes que me lo dijera —dijo Leon con enfado recogiendo sus cosas y saliendo del salón en menos de segundos.
Leon soltó un suspiro agotador, empezó a caminar por los pasillos del "Palacio", se dirigió al baño de hombres, al entrar sonrió un poco al ver que no se encontraba nadie en el baño, sujeto su violín dando la vuelta viendo de la espalda del instrumento, deslizó sus dedos por la liza madera brillante, al encontrar una llanura, alargó su sonrisa de manera codiciosa y presionó sus dedos en esa parte, una tapa secreta se levantó y en el pequeño cajón del violín se encontraban una bolsita con cocaína.
Deshizo la bolsa de cocaína empezando a poner una fila de polvo en el dorso de su mano, olfateo con fuerza de la droga metiéndosela por la nariz y cerró los ojos con presión sacudiendo su cabeza al sentir el efecto de la sustancia.
—Que se pudran —dijo él con gran sonrisa y tiró la bolsita vacía en el excusado sin querer dejar alguna evidencia.
Se aseguro de limpiarse su nariz antes de salir del baño cuidando muy bien de su secreto, al salir con una sonrisa en su rostro empezó a tocar su violín del modo que él le gustaba, se salió del edificio dando pasos grandes que parecían saltos siguiendo el ritmo de su canción. Empezó a cantar para darle más emoción a su canción sacudiendo su cabeza mientras que ya iba llegando a los jardines.
Pero su música fue interrumpida cuando alguien fue contra él a empujarlo contra un árbol, recibió una fuerte bofetada y él empezó a reírse sujetándose su mejilla mirando a Scarlett que tiene sus ojos en su ex amigo llenos de furia.
—¿Quieres otra probada de mi don?, pero esta vez no saldrá gratis eh, mi albina —dijo él con gracia y recibió otra bofetada, pero él sin importarle eso solo sacaba más risas.
—Eres un puerco despreciable —dijo Scarlett con gran enfado entre los dientes apretados.
—Por favor —dijo él alargando su sonrisa— ¿Me crees estúpido para no haberme dado cuenta?, me seducias para que de alguna manera yo te diera la información que quieres a gratis, que si no me equivoco otra razón por la cual me habías escogido como vicepresidente —Scarlett lo miró con una mirada irritada pareciendo contener las lágrimas, él se hizo el sorprendido abriendo en grande los ojos poniendo la punta de su arco en sus labios— Al menos...que hayas aprovechado el momento para liberar tus sentimientos por mi para que así tu jugada fuera perfecta... —después alargó su sonrisa de oreja a oreja— La cual yo también esperaba eso. Que lástima... —dijo él fingiendo una mueca de tristeza— Realmente hice el video para el pobre de Dmitri, aunque debo ser sincero, si ganabas las elecciones pensaba utilizar ese video amenazándote que te retiraras de tu puesto para yo quedar de presidente, pero...como no ganaste —dijo él alzando su mirada al cielo con una pícara sonrisa subiendo hombros.
Pero Scarlett empezó a reírse de una manera con demencia, Leon alzó una ceja haciendo una pequeña mueca a ese rostro psicópata de su ex amiga, se le quedó mirando directamente a sus ojos usando su don y frunció el ceño con enfado.
—Maldita ramera...¿ahora lo utilizas como tu muñeco sexual? —dijo él con enfado.
—Si lo dices de esa manera se escucha grotesco Leon —dijo ella apartándose de él con una sonrisa de arrogancia en su rostro y después puso sus manos en su pecho fingiendo ternura— Pero debo admitirlo, realmente me has sorprendido, que tengas un pedazo de corazón para preocuparte por tu amigo, porque con tu repugnante personalidad, aunque hubiera perdido normalmente me hubieras cobrado una gran cantidad de dinero si no quería que el video se lo enviaras a Dmitri, pero no lo has hecho, demostrando el gran lazo de amistad que tienen tú y él, que conmovedor —dijo ella entre pocas risas— Pero parece ser que en vez de ayudarlo a él, me has ayudado a mi, sino fuera por eso la verdad no se me hubiera ocurrido esta técnica mucho antes, te lo agradezco Leon.
Leon dio un paso enfrente de ella mostrando un rostro lleno de frialdad, un rostro que no se veía mucho en él, su mirada la tiene fija en la mujer y sus labios no mostraban mínima sonrisa del cual era su costumbre tener.
—Sabes perfectamente que puedo jugar mejor que tú —dijo él soltando su arco dejándolo caer en el suelo para sujetarle con brusquedad a la barbilla de su ex amiga, pero a pesar de Scarlett aun lo seguía sonriendo como si toda su razón la hubiera perdido— ¿Quieres humillar a la mestiza revelando todos sus secretos?, yo puedo hacer lo mismo contigo —dijo él acercando sus ojos de una manera que su frente se le pegó a la de la mujer que ella empezó a borrar un poco su sonrisa— Que todos se enteren que eres debajo de este disfraz, razón por la cual te he dado una ilusión en vez de tener que tocarte sabiendo que eres... —dijo él haciendo una mueca de gran repugnancia— Un fenómeno, prefiero besar realmente a la mestiza que contigo.
Scarlett de nuevo le dio una fuerte bofetada que hasta el rostro de Leon dio giro a un lado a tal impacto, ella apretaba sus manos en puño apretando sus dientes soltando gruñidos, pero él aun mostrando un rostro demasiado serio mirando a la maldita mujer.
—Serás una amable amiga en seguir apoyándolo en sus problemas económicos a pesar que tú y él vayan a cortar, si no quieres que publique todos tus secretos en la página celeste, mejor dicho, decirlos ante el canal potestad.
Pero Scarlett empezó a sacar pequeñas risas alargando su sonrisa negando con la cabeza.
—Leon, el hombre que puede saber todos los secretos oscuros de cada individuo, pero sabes, eso me dejo con una pregunta, ¿Alguien sabrá los secretos de él? y así... —dijo ella chasqueando sus dedos con una gran sonrisa— Se me ocurrió la persona indicada para preguntárselo. Gunther.
Leon cambio toda expresión al ver como un hombre se descubrió saliiéndose de su escondite regalandole una sonrisa de malicia a su primo, una sonrisa que solo los Hammer pueden tener, él caminó hacia su primo con los brazos detrás de su espalda parándose enfrente de su familiar que era un poco más alto que él, Leon sin poder evitarlo pudo empezar a sentir nervios alzando un poco su mirada mirándole el rostro.
—Gunther y yo hemos tenido una agradable plática, pero como tu me pidió una cantidad exagerada de dinero si quería saber tu mayor secreto —dijo ella haciendo una mueca no muy agradada a esa idea, pero aun así alargar su sonrisa— Así que buscamos una manera para que los dos pudiéramos tener un acuerdo en algo. Y llegamos a la conclusión que todo el dinero que te doy mensualmente para mantener seguro mis secretos, se lo daré a tu agradable primo para evitar que te atrevas a revelarlos, si llegara a ocurrir la ocasión que llegues a mencionarlos, pagaría esa cantidad de dinero a tu primo para hacer que él revele los tuyos dándote un castigo.
—Du hast bei deinem Blut geschworen, es nicht zu sagen, arschloch —dijo Leon tan enfadado hacia su primo que hasta habló en su idioma natal para que pueda comprenderlo.
Pero Gunther le arrebató de su violín partiéndolo en dos con su rodilla, Leon se impacto como si hubiera visto que han matado a un ser amado suyo, su primo aventó los pedazos en el suelo y con su brazo lo pegó contra el cuello de su primo haciendo que él impactada contra el árbol de nuevo empezando a batallar en respirar al que Gunther lo estuviera ahorcando, su primo alargó su sonrisa de manera burlona divirtiéndose.
—Qué te parece, me pagaran para vivir los viejos tiempos contigo, mi lagartija —dijo de un modo juguetón y Scarlett con una sonrisa satisfecha se puso al lado de Gunther viendo el sufrimiento de Leon— Y esta vez tu novio no podrá protegerte ya que Scarlett al controlarlo se lo va impedir.
—Yo...ya no te tengo miedo... —dijo él mirando a su primo con gran desprecio— Hare...que te orines encima cuando utilice mi don contra ti, pedazo...de mierda —dijo él entre dientes apretados y Gunther y Scarlett se miraron entre sí sacando risas burlándose de él.
—Eso será interesante de ver, vamos hazlo —dijo su primo con gran sonrisa de locura pegando su frente a la de Leon sonriendo de una manera que mostraba sus dientes y él sin poder evitarlo le desviaba la mirada algo asustado.
—Oh Leon...¿Cómo puedes utilizar tu don en él cuando él siempre ha sido tu mayor miedo además de tu padre? —Scarlett sacó su celular para ver la hora— Que barbaridad, en cinco minutos comenzará mi clase, ¿Puedes terminar con lo que tienes que hacer?, por favor.
—Será un honor —dijo Gunther con mucha educación mirando fijamente a los ojos de Leon.
Él escupió su mano y le embarró su saliva en la frente de Leon, él mostró gran terror.
—No...no...no...
Gunther hizo que se diera la vuelta pegando su frente contra el árbol, Leon puso sus manos en el tronco tratando de apartarse de él, pero le era imposible al sentir que su frente estaba muy unida a la madera, Gunther y Scarlett se empezaron a reír y Leon entre gruñidos de furia trataba despegarse.
—Pagaras por esto hija de puta, ¡Me vas a conocer!
—Cierra el hocico si no quieres que ahora utilice una serpiente para que sea tu nueva pareja —dijo Gunther con seriedad y Leon abrió en grande los ojos empezando a temblar por esa idea— Si me entero que molestas de nuevo a mi cliente, lo haré.
—Te agradezco Gunther, yo debo retirarme, no quisiera tener un retardo —dijo Scarlett con una serena sonrisa en su rostro.
Gunther le dio un asentimiento, Scarlett se fue retirando y él volteo a ver a Leon que él apretando los dientes trataba de despegarse del tronco.
—Te despegare en la noche, si no es que estoy exhausto, porque si es así, será mañana en la madrugada —dijo él, pero después de eso saco una sonrisa traviesa, fue a bajarle los pantalones junto con su ropa interior a su primo haciendo que muestre su parte inferior desnuda— Cuidate de los hombres que desean por ti, lagartija —dijo él empezando a reírse empezando a irse.
Leon solo dio un golpe en el tronco con gran ira, trataba de agacharse para subirse sus pantalones junto con su ropa interior, pero al tener su frente pegada al tronco le era imposible, él al ver los pedazos rotos de su violín en el suelo sin poder evitarlo cerró los ojos con presión mostrando gran tristeza.
***
Gemma
Mia y yo íbamos caminando hacia el palacio platicando entre sí, ella estaba muy emocionada por la salida de amigos que iba a tener con Reto.
—¿Qué es lo que te pondrás? —preguntó ella viendo mi cuerpo completo y se sujetó la barbilla visualizándose otra vestimenta en mi, después alargó su sonrisa con emoción— La tienda Angel's store tienen una chaqueta gris que podrás usarla al ser parte del uniforme, se que te encantara y se te verá divino en ti —me abrazo el brazo alargando su sonrisa con emoción— Tenemos que comprarla cuando terminemos nuestras clases de taller.
—Mia, no hay necesidad, pensaba usar el uniforme ecuestre, ya después de mi salida de amigos con Reto, iré al establo para verme con Maya y con mi hermoso Celeste —dije juntando mis manos al extrañar tanto a mi hijo adoptivo.
—Oh si claro..."salida de amigos" —dijo ella con una sonrisa de burla haciendo conejillos y le di un pequeño empujón juguetón sonriendo apenada.
—Mia, por tercera vez que te lo digo, no será una cita.
—Ya, ya, ya bambina, solo estoy jugando —dijo ella cerrando los ojos con una sonrisa inocente.
Pero me detuve poniendo mi mano en mi pecho con espanto al ver a Leon de espaldas teniendo su frente pegada a un tronco con los pantalones y sus boxers abajo mostrando sus parte trasera desnuda, Mia me volteo a ver con la ceja alzada extrañada al ver que me había detenido y fijó su vista en la de Leon, ella al igual que se sobresaltó al verlo.
—Solo sigan su puto camino —dijo él con gran enfado señalando el edificio del palacio sin querer voltearnos a ver.
Yo mire los pedazos rotos de un violín en el suelo, claramente Leon no es un hombre grotesco para...hacer sus cositas en público, esos pedazos rotos en el suelo me dan mala espina, empecé a mostrar preocupación por él, pero Mia me tomo de la muñeca jalandomela con un rostro de gran repugnancia hacia Leon.
—Esta vez llegaste al límite con tus bromas pesadas Leon, que porco...
—Espera... —dije preocupada apartándome de su agarre y Mia me frunció el ceño estando completamente confundida, me fui yendo con Leon que él tiene una mirada tan llena de ira y a la vez tristeza teniendo aún su frente en el tronco...yo...puedo conocer esa mirada donde sea...me he visto en el espejo...teniendo ese mismo rostro.
—Leon...¿Estás...bien? —pregunté preocupada y él sin apartar su frente de su rostro volteo a verme con una mirada que no conocía en él, parecía...que tenía las ganas de llorar, pero se contenía, esos ojos ...podían transmitir su sufrimiento.
—Claro, estoy disfrutando tener mi frente pegada a un tronco mostrando mi pito al público —dijo él con gran enfado y sarcasmo.
—Espera...¿Frente pegada?...¿Gunther...te ha empezado a molestar de nuevo? —preguntó Mia frunciendo el ceño con demasiada extrañeza— ¿Qué no Dmitri te ayuda para evitar que eso suceda?
—Cierra la boca maldita mafiosa —dijo él con gran enfado que Mia frunció el ceño mostrando gran irá a ese insulto— Si gustan tomarme una foto para que me dejen de una fregada vez en paz.
—¿Gunther?, ¿Quién es él?
—El primo de Leon que nos hace el favor de darle su merecido a este imbecile, su don es capaz de expulsar una sustancia en su cuerpo que es un como un pegamento muy potente, no ha habido alguien que se libere del efecto, solo su primo le puede dar el antídoto con su sangre para que despegue la cabeza hueca de este idiota.
—Dios... —dije muy preocupada— ¿No hay otra manera de ayudarlo?
—La manera en que me puedes ayudar es que se vayan al carajo —dijo él fingiendo gran sonrisa y Mia soltó un gruñido.
—Vamonos Gemma, no sigamos perdiendo el tiempo —dijo ella haciéndome señas que ya nos fuéramos, pero sin poder evitarlo miraba con lástima a Leon.
Yo bajé la mirada viendo sus pantalones, me hinque para subirle sus boxers y pantalones al mismo tiempo para que no estuviera mostrando, pero como respuesta solo recibí un empujón brusco de él que hasta me tiró al suelo.
—¡Te dije que te fueras puta estúpida!
Yo me sorprendí con ese insulto mostrando gran tristeza, Mia me tomó de los brazos ayudándome a levantar negando con la cabeza a Leon.
—Que tu primo nos haga el favor que te pudras en ese árbol.
Mia y yo empezamos a irnos, yo sin poder evitarlo me sentía muy herida a su insulto, pero aun así voltee hacia atrás para ver Leon que no podía hacer nada al respecto más que seguir con su frente pegada en el tronco.
***
Estaba en mis clases de ballet, por turnos tenemos que caminar en puntas como nos ha mostrado la maestra Roos hacerlo, el que estaba delante de mí al terminar su demostración volteo a ver a la maestra esperando su opinión.
—Que los movimientos no se noten que tengan que hacerlo por obligación, liberen su cuerpo, sientan la libertad, la pasión, el sentimiento... —dijo Roos con una dulce sonrisa poniendo su mano sobre donde se ubica su corazón— Sientan que la música los está guiando mis pequeños, yo soy asistente de ese gran tutor llamada canción —después ella volteo a verme alargando su sonrisa— Tu turno, Adelaida.
Yo respire profundo asintiendo, respire hondo y saque un suspiró liberando mi cuerpo, empecé a realizar los pasos que la maestra nos mostró, tratando de recordar los sabios consejos de Piper, sí puedo imaginarme que el tubo era mi compañero, esta vez...tendré que engañarlo con la música.
Con la música dejaba que me abrazara el cuerpo, rindiéndome ante él para que yo fuera toda suya para que manejara los movimientos de mi cuerpo, así pudiendo liberar mi cuerpo como Roos lo ha pedido, dejando que la música me ayude en guiar mis movimientos, esa persona inexistente me tomaba de los brazos con dulzura y cariño haciendo que hiciera leves movimientos con ellos para poder sentir su dulce acarició, al llegar al punto de finalización termina regalándole una pose de elegancia a la maestra.
Roos dio pequeños gritos de emoción dándome aplausos con una sonrisa tan alargada, yo sonreí con timidez sonrojándome sin poder evitarlo. Dalai igual me aplaudió teniendo las cejas alzadas mostrándose sorprendido, pude notar como Scarlett y sus amigas me fruncieron el ceño mostrando enfado.
—Bravo, bravo, bravo, Adelaida, tienes el don para esto, pareciera...que este realmente es el don que te falta, has mostrado un gran ejemplo de cómo quiero que todos bailen, no solo has mostrado que la música sea amiga tuya, más bien parece ser...que es tu alma gemela, como muchos tienen ese talento para verla de ese modo, pero tú estando solo un mes en mi clase..te felicito.
—Gracias...Roos —dije muy apenada haciendo para atrás mi fleco con una sonrisa muy tímida.
—Ya que terminamos con este ejercicio con... —miro la hora de su celular—Quince minutos de sobra, tiempo suficiente para darles la sorpresa —dijo ella juntando sus manos dando un aplauso emocionado— Como muchos saben, a finales del invierno nos ha tocado realizar la obra "El cascanueces", ¿Te acuerdas de la película?, Adelaida —preguntó ella mirándome con gran sonrisa en su rostro y yo alargué mi sonrisa asintiendo.
—Es mi segunda película favorita de Musa.
—Podría continuar con lo que iba a informar —dijo Scarlett desesperada y yo la mire con el ceño fruncido mostrando enfado, no me sorprende que esté de mal humor por lo que sucedió ayer, aunque...muy enfadada por eso...no la veo y eso es muy extraño en ella.
—A eso iba, calma, calma, Scarlett, se que estas emocionada en saber qué papel te ha tocado —dijo Roos sonriéndole dulcemente a Scarlett que no merecía tal sonrisa de ese ángel— Este mes he pensado seriamente en los papeles que va a tener cada quien, ya debía hacerlo porque ya debemos empezar a practicar, con los años que he estado con ustedes, mis pequeños... —dijo mostrando gran cariño hacia sus estudiantes— Les daré los papeles que yo creo que pueden ser leales en ustedes. Pero si no están de acuerdo con eso, pueden hablar conmigo para encontrar una solución. Para empezar dando el papel estrella del hada de azúcar es para... —ella guardó silencio con una sonrisa de travesura causando misterio— Scarlett —dijo ella dando pequeños aplausos.
Nicole orgullosa de su amiga aplaudía, Scarlett sonrió de una manera muy arrogante teniendo ese gran papel, al ver que Nicole era la única que le aplaudió miro a los demás con amenaza, algunos con una sonrisa nerviosa empezaron aplaudir, Nicole con enfado le exigio a Celia también hacerlo y ella no muy convencida aplaude igual que los demás.
—Y su gran caballero...Dalai —dijo ella mirando a Dalai que en eso todos empezamos aplaudir, yo le aplaudía estando muy orgullosa de él, Scarlett hizo una pequeña mueca al no estar muy convencida— Los que crean que le puede ser injusto, quizás podamos hacer una pequeña competencia para que sea justo. ¿Alguien también desea el papel del hada o del caballero?
Me encantaría tener ese gran papel, pero aún no tengo las habilidades para eso, además que la mirada amenazante de Scarlett no le daba ganas a uno querer ese papel.
—En ese caso, ya me quité ese peso de encima, formense en una fila para que les diga sus papeles.
Empezamos a formarnos, yo me quede en la tercera en la fila, Nicole estaba en la primera y después Celia. Roos les sonrió con gran ternura al ver a las gemelas.
—Nicole ¿Podrás con el papel del café?
Nicole alargó su sonrisa con arrogancia.
—Esperaba ese papel para mi.
—Celia, ¿Podrás con el papel del mazapán?
Nicole volteo a ver a Celia con amenaza, ella temerosa a la mirada de su hermana dio un asentimiento.
—Felicitaciones mis gemelas —dijo Roos con gran sonrisa y fue sacando su celular— Déjenme ir poniendo palomitas que han aceptado esos papeles, veamos...ya tenemos a Scarlett como el hada, Dalai como el caballero, Nicole el café, Celia el mazapán...palomita, palomita... —dijo viéndose toda una ternura picandole a su celular y alzó su mirada en mi alargando su sonrisa— Oh Adelaida, te encantará lo que escogido para ti—Yo di un paso al frente sonriendo con emoción juntando mis manos— Tú serás un hada de copo de nieve.
Di un pequeño grito de felicidad, ¡Recuerdo esa escena!, son las hadas miniatura que bailaban alrededor del cascanueces y Marie, adoró su canción, es una de mis favoritas de esa película.
—Me alegra que te haya gustado —dijo la maestra alargando su sonrisa, pero mostró un poco de preocupación— Si notas que los demás les estoy entregando papeles solistas o reconocidos, es porque como vas empezando de nuevo te puse que bailaras en grupo para que te sintieras más segura, pero en el semestre próximo... —ella miró por los lados mordiéndose el labio inferior como si estuviera conteniendo un secreto— Será la obra del lago de los cisnes, en este mes me has demostrado mucha mejoría, quizás...obtengas un papel importante...si le hechas las ganas...puede que el papel de Odette.
Yo abrí mi boca y ojos en grande de impresión por esas palabras.
—¿Usted...cree? —Roos me dio un asentimiento con una dulce sonrisa.
—Si te propones eso, yo se que lo lograras, felicitaciones por tu papel —dijo la maestra y yo le di un asentimiento emocionada teniendo gran sonrisa en mi rostro.
Me di la vuelta juntando mis manos esperanzada, puede que esa sea la oportunidad que tanto buscaba, ¡Poder ser Odette sería cumplir mi sueño!, pero para ello necesito esforzarme como dijo Roos, desde ahora mi objetivo es echarle todas las ganas para obtener ese papel.
***
Me iba saliendo del palacio dirigiéndome al edificio para darme una ducha y prepararme para ver a Reto, tenía una gran sonrisa en mi rostro, pero me detuve borrando toda sonrisa al ver que Leon seguía pegado en ese tronco, a pesar que me dio ese gran insulto...verlo con ese rostro exhausto al haber ya estado bastante tiempo ahi...me duele...aunque él diga que no soy su amiga...yo lo considero como uno.
—Leon déjame ayudarte por favor —dije yendo con él y él se quedó callado sin querer responderme.
Me mordí el labio inferior sintiéndome angustiada sin saber que hacer, saque mi celular checando mis números de contactos, Reto...no...no va a querer ayudarlo después que Leon estuvo en la campaña de Scarlett, pero se de alguien que si.
Le marqué poniendo el celular en mi oreja deseando que contestara, pero no me contestaba, debe estar en clase, yo empecé a escribirle un mensaje y al enviarlo me acerque con Leon.
—Ya...le he avisado a Dmitri, yo se que él podrá ayudarte, después de todo...él si es tu amigo...cierto —dije con una corta sonrisa y Leon trato de verme sin poder girar la cabeza, pero volvió a mirar en bajo sin decirme nada al respecto. Yo bajé la mirada viendo el violín roto, solté un suspiro cerrando los ojos— Espero verte en la clase de entrenamiento.
Me fui yendo al edificio sin poder hacer algo más.
***
Narrador
Pasando el tiempo Leon seguía teniendo su frente pegada en el tronco, había un pequeño grupo que a lo lejos se burlaban de él, pero cuando vieron que Dmitri ya iba en camino, prefirieron retirarse, él llegó con Leon teniendo el ceño fruncido al ver lo que le han hecho a su amigo.
—Ella hizo que Gunther te hiciera esto —dijo él con enfado y Leon se quedo en silencio estando en un momento depresivo— Esto lo haré por tu bien —él bajo la mirada y al encontrar una rama, la recogió— Muerde esto —dijo de un modo que metió la rama por dentro de la boca de su amigo haciéndole morder y él frunció el ceño mostrando confusión.
Dmitri le sujetó los hombros a Leon con fuerza, le dio un fuerte jalón a su amigo causando que la piel de su frente se desgarrara quedando pegada en el tronco, Leon mordió con gran fuerza la rama que la partió gimiendo con gran agonía por el dolor, Dmitri rápidamente sacó su navaja escondida en su tobillo haciéndose un corte profundo en las muñecas y la sangre dejó que cayera sobre la frente de su amigo.
La piel que él perdió se fue regenerando curándose sin mostrar alguna cicatriz, Leon con gran enfado escupió la rama tocándose la frente muy adolorido.
—Joder Dmitri, ¿No hubiera sido mejor que buscaras una manera de obtener la sangre de mi puto primo?
—¿Qué te ha dicho? —preguntó Dmitri fríamente y Leon sacó un gruñido de enfado, se cubrió sus partes íntimas subiendo los boxers junto con los pantalones y se agacho recogiendo los pedazos de su violín.
—No le agrado mucho que te haya mandado el video y que la hubiera engañado haciéndole creer que nos andábamos tocando, ahora le está pagando a mi primo para hacerme sufrir —dijo él levantándose mirando con mucha seriedad su violín roto. Después vio a Dmitri con una mirada un poco fría de él— Ya me he enterado lo que te ha hecho —él desvió la mirada mostrando un poco de vergüenza a ese tema— ¿No tienes a otro familiar que te pueda ayudar en vez de esa familia psicópata?
—La familia de mi madre...han dejado de comunicarse con nosotros cuando se enteraron que la empresa de mi padre tiene problemas. Toda la familia de mi padre...están en la misma situación crítica, el dinero del señor Heaven...nos ha mantenido.
—Quizás necesites hablar con la mestiza para que te de consejos, maldición Dmitri, tu sabes bien el trabajo que ella hacía para ganar dinero, no digo que tus padres hagan lo mismo, pero carajo, empiecen a vender sus pertenencias o yo que se —dijo Leon estando de muy mal humor empezando a retirarse.
Dmitri se quedó quieto reflexionando las palabras de Leon, pero prefirió avanzar dirigiéndose a su clase.
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