29. Un indicio de guerra


Llegué al gimnasio después de mis clases de entrenamiento del sábado, al menos como hoy el entrenamiento se trató de un largo, pero muy largo camino de obstáculos, no he perdido ningún combate como el maestro le pidió a Dmitri que no volviera a pasar, mi entrenador me pidió que viniera media hora más temprano para prepararme para mi gran combate de mañana, ya que me dijo que si no ganaba el combate se iba a asegurar de reprobarme el segundo parcial, yo siento que es su forma de...preocupación por mi de alguna manera, después de todo él solo quiere ayudarme siendo mi entrenador personal.

Además que me ha pedido una tarea un poco extraña ayer cuando me ejercite con él, baje la mirada viendo las hojas con una mueca sin saber muy bien lo que he hecho, me ha pedido investigar cada debilidad de cada compañero celeste mío, yo sonreí con poca malicia al ver él de Leon, al saber ese secreto suyo, me siento muy poderosa ante él. Aquí el problema es que no se si el de los demás están bien.

Alcé la mirada para ver a Dmitri esperándome en la zona de ejercicios de cuerpo.

—Hola mi entrenador personal —dije con una sonrisa para empezar esta clase y él volteo a verme con ese rostro tan frío que el hielo mismo.

—Entregame la investigación que te he pedido realizar —dijo él yendo al punto y yo saqué un suspiro rodeando los ojos al que él tenga demasiados parecidos con mis maestros favoritos, la maestra Gami y Colt. Aun así le entregué la hoja con una larga sonrisa.

Él me las tomó con educación empezando a leer mi trabajo, con solo los primeros segundos alzó la vista viéndome con el ceño un poco fruncido y yo sonreí nerviosa estirando mis brazos tomándome de las manos.

—¿Está mal?

Él empezó arrugar mi trabajo haciéndolo una bola, yo hice una mueca para que me diera esa respuesta, creo que si se ha molestado al ponerle que la debilidad de su novia sea ensuciarla o despeinar su cabello. Dmitri solo dio un suspiro exhausto masajeandose los párpados, es sorprendente verlo de esta manera y más me sorprendo a mi misma por lo que le puedo ocasionar una persona.

—Ve a tirar a esto —dijo él entregándome mi trabajo, yo lo agarré con una pequeña mueca de tristeza— Ya esperaba que lo hicieras mal, te daré un poco de retroalimentación para que me lo vuelvas a realizar correctamente —dijo él con seriedad y yo le asenti volviendo a sonreír un poco por su ayuda.

Fui a tirar el papel como me lo había pedido, cuando regresé Dmitri estaba sentado en el suelo, yo me senté al lado de él y volteo a verme teniendo su rostro sin expresión o emoción.

—Puedes saber la fobia de Leon, pero no siempre se te presentará para que puedas usarlo contra él. Yo aprendí a volverme inmune a su don —dijo él empezando con la retroalimentación y abrí mi boca un poco asombrada— Como Maya también es inmune.

—¿Si?, ¿Cómo? —pregunté con poca súplica queriendo saber ese gran secreto.

—Es algo que uno debe descubrir por su cuenta, si te digo la respuesta será difícil para ti serlo también, debes pensar cómo funciona cada don de nuestros compañeros detalladamente, encontrarles referencia, como ejemplo, la sencilla respuesta con Leon es que puede darte una ilusión mostrándote tus peores miedos, como una pesadilla. ¿Cómo te libras de una pesadilla cuando sueñas?

Yo alce la mirada al techo pensando en su pregunta, ya que como ahora Leon controla mis sueños y ya no puedo despertarme a la hora que yo deseé manteniendome atrapada, no se...muy bien la respuesta, la verdad es que...no creo poder haber vencido una pesadilla alguna vez en mi vida.

—No se...no creo haber vencido alguna vez una pesadilla mía, yo creo que es tanto miedo el que sientes una vez que lo estás viviendo qué te quedas paralizado quedando preso en tu propia cabeza —dije volteando a ver a Dmitri— ¿Tu has podido hacerlo?

Dmitri soltó de nuevo otro suspiró alzando su mirada frustrado.

—Estás muy cerca de la respuesta que te pido cuando me has mencionado todas esas palabras, Gemma.

Me sorprendí un poco, me sujeté la barbilla analizando cada palabra que le he mencionado a Dmitri hace rato, hice una pequeña mueca como si tuviera un pico de pato, usando todas mis fuerzas buscando esa cercana respuesta que dije hace rato. Estuve un buen rato tratando de encontrarla, él rodeó los ojos desesperado.

—En tu investigación te ayudará a encontrar esa respuesta, pero no solo debes darte cuenta de la debilidad de sus dones, sino en su personalidad, su nivel de fuerza, agilidad. Scarlett es flexible, hábil, rápida, utiliza su don como manera para debilitar a su oponente al dañarlo mentalmente.

—Como...llegar a usar la apariencia de mi madre... —dije con temor en mis palabras bajando la mirada angustiada con solo pensar que sucediera ello— Para...lastimarme.

Pude sentir la mirada fija en Dmitri, alce la mirada volteandolo y él me dio un asentimiento respondiendo.

—Pero...Mia me aconsejo que mientras que ella no sepa como es mi madre...nada malo sucederá, ¿Cierto? —pregunté con una corta sonrisa histérica con gran temor a que ella llegara a tomar la apariencia de mi madre. Él de nuevo me ha dado un asentimiento, solté un suspiro aliviada poniendo mi mano en mi pecho.

—Pero eso no quita que pueda utilizar otras apariencias que te puedan afectar, puede tomar la apariencia de Mia, Theo, de las niñas metamorfas con las que convives...

Yo puse una mano en mi boca infartada.

—No, Venus...y Sienna...no...¿Cómo...puedo evitar eso?, Dmitri —pregunte con súplica pidiéndole esa respuesta.

—No puedes evitar que Scarlett utilice su don, pero si utilizar tu mente sabiendo que las personas que ella ha tomado como disfraz no son ellas, a pesar de las palabras o los actos que ella utilice contra ti tomando ese papel de tu ser querido, debes pensar que no es él.

—Esa es su debilidad —dije con una corta sonrisa de malicia comprendiendolo y Dmitri puso su mano en su frente estresado.

—No Gemma, a pesar que puedas realizar lo que te digo, ella aun asi usara la fuerza, peleara contra ti y aceptémoslo, el lunes en el combate cualquier compañero celeste es mucho más fuerte y hábil que tú, hemos sido entrenados en combate desde que tenemos trece años, tu apenas llevas dos semanas, no puedo en esta noche o aunque tomará el día de mañana hacer que estés a nuestro nivel. Pero... —dijo él levantándose y extendió su mano ofreciéndome ayuda, yo con una sonrisa agradecida le tome de su mano y me ayudo a levantarme como todo caballero— Cuando me otorgaron ser tu entrenador personal, al primer día fui hablar con el director de un tema bastante serio.

Yo puse mi mano en mi pecho un poco preocupada por ese tema bastante serio.

—¿Qué tema es ese?

—Tu tienes un arma que hasta se te pide esconder de nosotros —dijo él bajando la mirada hacia mi mano humana con guante y yo extrañada me cogí la mano al no comprender muy bien sus palabras— Le he pedido al director si puedes utilizar esa repugnante mano para defenderte solo en las clases de combate.

Yo abrí los ojos y la boca asombrada, alce mi mano humana mirándola empezando a sentir un poder escondido con esas simples palabras, empezando a verla como si fuera una daga, pistola...o para ellos que lo ven como una bomba nuclear.

—¿Y...que te ha dicho? —pregunté sin apartar la vista de mi mano.

—El director me ha informado que tuvo que enviar una carta a los tronos...

—¿Quiénes? —pregunté con el ceño fruncido viendo a Dmitri que él alzó la mirada al techo desesperado de mi ignorancia.

—Los tronos son potestades que son escogidos por nuestra serafina siendo parte de su consejo. Son seleccionados al que sus dones les sean de ayuda, además que su inteligencia debe ser el doble que el de los arcángeles para cumplir con su propósito de ayudar a nuestra serafina en consejos o toma de decisiones. Ellos junto con ella han leído la carta del director pidiendo la autorización y han aceptado...

—¡Siii! —grité con gran alegría que todos los que estaban en el piso ejercitando voltearon a verme, empecé a reirme con gran maldad alzando mi mirada al techo extendiendo mis brazos gran victoria, sintiendo este gran poder escondido viendo mi mano humana, pudiendo imaginar todas las venganzas que podre hacer con ella.

—Deja de hacer el ridículo —dijo él con enfado dándome un pequeño jalón brusco en la muñeca y yo trataba de tranquilizarme rascándome mi garganta por lo que hice hace rato.

—Lo lamento...continua —dije con una sonrisa nerviosa dándole un señalamiento formal como a estos celestes les gusta mucho la educación.

Dmitri volteo a ver a los demás que nos seguían viendo con seriedad, ellos siguieron con sus actividades por la mirada de este hombre y él volteo a verme sacando un pequeño gruñido.

—Te han dado el permiso, pero solo para tus clases de combate, si utilizas tu mano del caos fuera de se te dará un reporte.

—Pfs, tranquilo, con que ahora tenga algo con que protegerme en los combates es suficiente —dije acariciando mi mano humana ahora consintiendo para su batalla del lunes.

—Esa no es razón para que te confíes, que puedas utilizar tu mano humana no te garantizara la victoria, debes pensar en un estrategia, entrenar para el combate del lunes, por el momento los que sabemos de esta información es el director Galder, el maestro Colt, tu y yo, debes mantenerlo en secreto aprovecha eso ingeniando un plan.

—Comprendo Dmitri —dije reflexionando sus palabras— Pero me es difícil planear algo cuando ni se quien será mi oponente.

—Es por eso que te he pedido esta investigación, analizar y buscar la debilidad de cada compañero nuestro, incluyéndome.

—La debilidad que te he puesto debe ser correcta Dmitri —dije con una corta sonrisa pícara— Si tu don se trata sobre la curación pudiendo regenerar partes perdidas de tu cuerpo, apuesto que no puedes hacerlo con las enfermedades, como el cáncer... —después mostré mucha culpa por lo que dije— Que esperemos Dios nunca te llegue a pasar eso...

—Soy también inmune a las enfermedades —dijo él con demasiada seriedad y yo alcé las cejas sorprendida.

—Bueno...la muerte es la debilidad de todos...

—Al cumplir los 28 mi cuerpo dejará de producir las hormonas de crecimiento sabiendo que a esa edad mi cuerpo se encuentra en el mejor estado saludable y físicamente, no envejeceré, soy inmortal, Gemma —dijo con un tono demasiado frío no pareciendo nada contento por eso.

Yo me quede de ojos bien abiertos.

—Dices...que vas a vivir...para siempre...siempre... —él se me quedó mirándome dándome una respuesta clara de eso— Puedes...tener más de dos mil años y...seguirás...joven y sano...

—Ponte a realizar los ejercicios de la clase —dijo él picandole al cronómetro para que ya empezara con los ejercicios no queriendo hablar más del tema y yo hice una pequeña mueca por eso.

Empecé a realizar las sentadillas, ahora comprendo muy bien porque es tan reconocido por la academia, su don...debe ser el más poderoso de toda la academia, no poder morir...solté un suspiro aun asombrada. Empezando a hacer los abdominales volteé a ver a Dmitri con intriga, debe haber más cosas que puede hacer su don...empecé a sentir las ganas para hacer esa investigación como se debe con esfuerzo.

Terminando de hacer los ejercicios, nos fuimos al segundo piso donde parecía ser especial si quieres entrenar tus movimiento de combate, algunos daban golpes al saco de boxeo, otros se peleaban entre sí entrenando usando técnicas de karate, yo sonreí emocionada viendo a esos dos combatir, yo quiero hacer eso.

—Te enseñare lo básico, las poses de combate, evadir y dar golpe, no saldrás hasta que yo tomé la decisión —dijo él deteniéndose al lado de un saco de boxeo que nadie estaba usando, yo con curiosidad como niña pequeña le di un golpe al saco para probarlo al ser mi primera vez. Dmitri me sujetó las muñecas histérico al ya no soportarme como si fuera mi madre harta de no hacerle caso— Te vas a lastimar los puños, aunque tengas los guantes no te ayudarán, debes ponerte vendas especiales.

Dmitri fue a su mochila abriendola, alce una ceja al poder notar bien que tiene una botella de vodka dentro con casi tres cuartos de líquido, sacó las vendas y ahora fruncí el ceño al ver que hasta sacó colorante. Dmitri me dio una parte de las vendas, yo se las tome y él se quedó con la misma cantidad que yo.

—Sigue mis movimientos —dijo él con seriedad agarrando una gran tira de venda empezando a enrollarla en su muñeca, yo lo mire atentamente siguiendo sus instrucciones...

Terminando de vendar los puños y hasta los pies estando descalza, Dmitri me había pedido que lo esperara, ya que tenía que ir al baño, cosa que se me hizo bastante extraña ya que se llevó el colorante junto con él, el regreso con una cubeta, yo alce la ceja al ver que puso la cubeta enfrente mío en el suelo, note que el agua la había coloreado con el colorante azul.

—Sumerge tus puños —dijo él sumergiendo sus puños en la cubeta y al sacarlos las vendas blancas ahora eran de un tono azul marino por el exagerado colorante que habrá puesto en el agua. Él sacudió sus manos tratando que las gotas cayeran en el agua de la cubeta. Después volteo a verme frunciendo un poco el ceño— No veo que lo hagas.

Yo le mostré mis palmas haciendo una pequeña mueca mostrándole que no hay razones de su enojo, sumergí mis manos en el agua viendo como las vendas se iban tornando de un tono azul marino.

—Serías tan amable de explicarme por qué nos estamos tornando nuestras vendas a un azul marino —dije hablando con mucha elegancia solo para él volteandolo a ver con una pequeña sonrisa de burla— ¿Las prefieres de ese color acaso?

—Este líquido es especial para este tipo de vendas —dijo él señalando sus vendas ignorando mi pequeño chiste— Cuando entre en contacto con tu piel te dejará una mancha como si fuera pintura, no te preocupes, el colorante se desvanece con agua.

Sacudí mis manos tratando dejar caer las gotas en la cubeta frunciendo el ceño aun con una sonrisa de gracia.

—¿Y la razón de esto es...?

—Hablaré en tu idioma, jugaremos a un juego —dijo él sin mostrar ningún ánimo a eso, pero yo si sonreí un poco emocionada esas palabras— Las reglas son sencillas, ganas si logras hacerme una mancha con un golpe en el rostro... —dijo él señalando su rostro— Estómago... —señaló su estómago que debe ser razón por la cual tiene una playera blanca— O pecho de los ambos lados, por el momento sólo practicaremos golpe a puño.

—De acuerdo...voy entendiendo... —dije mostrando mis dientes tan intrigada ahora a este juego que suena interesante.

—Pero si yo soy el que te causa una mancha en tu piel con un golpe en las zonas que te he mencionado, realizaras 20 sentadillas, 20 abdominales y 20 lagartijas, este juego no terminará hasta que tu ganes —dijo él caminando hacia una zona libre para nosotros y yo borre completamente mi sonrisa al ver lo no divertido de este juego— Ponte enfrente y en pose de combate.

Yo tragué saliva nerviosa caminando hacia él poniéndome enfrente, me puse en pose de combate y Dmitri me negó con la cabeza.

—Esa no es la pose de combate. Copia mi pose —dijo él poniéndose en pose, pude notar como flexiona sus piernas teniendo una pierna en adelante casi teniendo todo su cuerpo de perfil, los brazos uno lo tiene adelante y el otro su codo se encuentra detrás de su espalda preparando puños.

Yo intente copiar su movimiento poniendo mi pierna adelante, poniendo mi cuerpo casi en perfil, moviendo un brazo para delante y el otro para atrás.

—Flexiona más las piernas de una manera que una fuerte brisa no te empujará con su fuerza.

Yo flexione más las piernas de un modo que hasta si mis dedos de los pies fueran tornillos ya estarían clavados en el suelo. Dmitri y yo estamos frente a frente teniendo una mirada retadora entre nosotros.

—Te dejaré dar el primer golpe —dijo él sin mover mínimo músculo mirándome fijamente y yo me quede paralizada empezando a respirar con nervios mirando su rostro con lástima al no querer hacerlo, hasta mi brazo derecho temblaba por ello— Este es tu error, no dudes, solo actúa —dijo él con demasiada seriedad en su tono.

Yo maldije en bajo, lo...siento madre, esto...es solo para entrenamiento, no...causare daño porque le deseo mal a Dmitri...

—Hazlo, Gemma —dijo Dmitri con un tono de voz demandante y yo cerrando casi los ojos le quise dar un golpe.

Él sencillamente desvío mi puño moviendo mi muñeca a un lado con su propia muñeca haciendo que le de un golpe al aire y de repente un puño apareció enfrente mío dándome un fuerte golpe en la nariz, era tanta la fuerza que causó que me cayera de espaldas.

Yo me sujete la nariz muy adolorida, Dmitri puede ser todo un caballero, pero uno que no respeta la regla de no pegarle a una dama, yo hice una gran mueca al saber que toda mi nariz debe estar manchada de esa tinta azul, debo parecer rodolfo el reno, pero en vez de tenerla roja como granada, yo la tengo azul como la mora azul.

—Cumple con las reglas en menos de cinco minutos —dijo él con seriedad y yo hice una mueca al que ya no vea esto como un juego, más bien una tortura.

Me levanté empezando a hacer veinte sentadillas antes que mi maestro me volviera a ordenar, él se me quedó viendo con una mirada muy intensa en mí, debo verme en un espejo durante una hora para buscar la razón en la cual los hombres de esta academia me miran de esa manera.

—Lo que hiciste hace rato solo fue un movimiento, no se consideraría un golpe. Hiciste lo mismo cuando te enfrentaste a mí en el círculo de combate —dijo él poniendo sus brazos detrás de su espalda checando que sí estoy haciendo los ejercicios.

—Lo lamento Dmitri, pero antes de llegar aquí, mis escuelas no tenían entrenamientos de combate —dije con seriedad empezando a hacer los abdominales y él vino conmigo pisándome las puntas de los pies ayudando un poco con este ejercicio y le sonreí un poco por eso.

—También me refiero a tu actitud que tomas cuando se te pide dar el golpe —dijo él hincándose a mi altura viéndome entre mis rodillas que están juntas para poder hacer los abdominales— ¿Cuál es la razón? —preguntó él con una mirada intrigante— ¿Qué es lo que te deja dudando?

Yo mientras que hacia los abdominales, pegaba mi cabeza al suelo y después me impulsaba para llevar mi espada hacia delante casi besaba mis rodillas acercándome a su rostro, pudiendo ver con mayor atención sus ojos, son tan azules como las profundidades del océano, teniendo un poco en común con las de Reto queriendo atrapar sus víctimas en sus ojos, pero en Dmitri...él te arrastra en las profundidades del océano que tiene dentro de ellos.

Yo me detuve recargando mi barbilla sobre mis rodillas mirando con algo de desconfianza a Dmitri.

—No te ofendas, pero...siendo la pareja de Scarlett...no...me da la confianza...de responderte esa pregunta.

—No te detengas —dijo él con seriedad cruzándose de brazos por mi pequeño delito y yo rodeé los ojos siguiendo con el ejercicio— Siendo tu entrenador personal, Scarlett no es mi prioridad durante nuestros entrenamientos, por el momento es ejercitarte y fortalecerte cumpliendo mi trabajo, si hay algo que te lo este impidiendo tu obligación es decirmelo para poder ayudarte.

Yo alce una ceja haciendo una pequeña mueca.

—¿Cómo mi obligación?, ¿Además de ser mi entrenador personal también eres un psicólogo para que te cuente mis problemas? —pregunté con algo de burla y él no mostró ninguna molestia a ello.

—Gemma, todo lo que suceda en nuestros entrenamientos quedará en nosotros, como yo te estoy ayudando, tú debes hacer lo mismo teniendo mi confianza. Los dos tenemos un deber que debemos cumplir.

Yo al terminar los abdominales abracé mis rodillas mirando a Dmitri con una mirada con súplica.

—Dame tu palabra que será así —dije con algo de tristeza al que tuviera que pedirle esto, hacía tiempo que se me dificulta tomarle la confianza a una persona, pero...que puedo decir, ya que Leon sepa todos mis secretos, no puede ser peor que él.

—Te doy mi palabra —dijo él aun así dándome lo que le he pedido y yo le sonreí agradecida— Te faltan veinte lagartijas y debes terminarlas en... —él saco su celular viendo el cronómetro— Un minuto con treinta y cinco segundos —dijo él con seriedad apartándose para liberar mis puntas de los pies y yo alce la mirada al techo sacando un suspiro exhausta, ¿Siempre tiene que arruinar el momento?

Aun así empecé hacer las lagartijas lo más rápido que pude.

—En...la secundaria... —dije con esfuerzo que tuviera que hablar al mismo tiempo mientras que hago las lagartijas, pero Dmitri se sentó en suelo acomodándose para escucharme con atención— Mande a una chica al hospital...por haber insultado a mi madre... —al llegar la décima me detuve respirando y soltando aire tratando de recuperar energías.

—Treinta segundos Gemma —dijo él viendo su cronómetro y yo maldije en bajo empezando a hacer las otras diez lo más rápido que podía.

—Le...fracture la nariz, le saque cuatro dientes de enfrente y... —al terminar las lagartijas, deje caer en el suelo casi besándolo como castigo por el mal que hice en un pasado, sin querer ver la reacción de Dmitri cuando se entere, yo cerré los ojos con presión estando muy avergonzada y con gran culpa por lo que hice— Por...culpa mía...perdió su ojo derecho al que le hubiera dado muchos golpes en esa...zona.

Dmitri solo guardó un incómodo silencio sin querer decir algo al respecto y yo trataba de resguardarme en la oscuridad.

—Yo...sentí...tanta ira...ese momento...que...no puedo explicarte como...me sentía realmente... —me abracé a misma poniéndome en posición fetal temiendo recordando ese horrible sentir— Descubro...una fuerza en mi que...no puedes imaginar, pero como consecuencia...no puedo controlarme, como...si hubiera firmado algo para eso que ni siquiera...estaba enterada de haberlo hecho, yo...solo recuerdo...imágenes instantáneas... —me cubrí el rostro al que la imagen de Madison me llegara en mi mente mirándome con gran terror como si fuera realmente un monstruo— Y...ella...me ve como...un monstruo, como...todos me vieron en ese día...como...hasta mi madre llegó hacerlo cuando se enteró.

Volteé a ver a Dmitri con gran tristeza en mi mirada, él seguía teniendo la misma expresión de hace rato teniendo su mirada fría en mi.

—Le...di una promesa a mi madre que no iba a volver a cometer ese mismo error, que esté...fallecida...no significa que puedo romperla, Dmitri.

—Y respeto ese acto tuyo —dijo él repentinamente y mostré un poco de impresión a sus palabras— Pero ella comprendería las razones de esa promesa que debes romper, pudiste estar segura en el mundo humano, pero has entrado a una zona de minas entrando a nuestro mundo —dijo él con un tono de voz bastante serio— Hay cazadores que si llegan descubrirte, al ser la primera mestiza experimentaran contigo, te inyectaran líquidos que te provocaran severos efectos secundarios, te obligarán realizar pruebas que te serán torturas para ti, te diseccionaran para estudiarte, esa es la realidad, no es una simulación de entrenamiento donde aunque no tengas don tendrán piedad contigo matandote —dijo de un tono tan frío acercando su rostro al mío para que pudiera tener toda atención en él sin mostrar minima culpa del gran miedo que me está ocasionando— No combatimos por entretenimiento, combatimos para fortalecernos, para sobrevivir, Gemma.

Yo lo mire con mucha tristeza empezando a irritar mis ojos por las lágrimas que se iban juntando.

—Pero...temo sentir...esa sensación de nuevo.

—Para eso estoy aquí, para poder ayudarte en ello —dijo él levantándose extendiendo su mano ofreciéndome su ayuda, yo alargué mi sonrisa sonriéndole extendiendo mi mano para tomarla.

—Dmitri.

Pero aparte mi mano de la suya al ver que un hombre venía hacia él, fue directo con Dmitri pareciendo preocupado, le empezó a susurrar unas cosas en el oído y él frunció el ceño mostrando mucho enfado, para que muestre ese rostro debe ser algo grave.

—Te recompensaré por mi falta de respeto, Gemma. Pero por repentina circunstancia debo dar terminado el entrenamiento sin completar el ejercicio, debo encargarme de un asunto de severa importancia, pídele a Mia mi número de contacto y te pediré de favor que me marques mañana a las doce en punto.

Antes de responderle a Dmitri, el hombre y él se fueron retirando, yo me quedé perpleja queriendo saber lo sucedido.

***

Narrador

Scarlett se salió de su departamento con una bata de seda oscura con encajes plateados florales marcados en ella, teniendo su cabello suelto y unas pantuflas de algodón con una textura brillante, ella con los brazos cruzados nada alegre por la hora del cual la han citado caminaba dirigiéndose a la pequeña caseta.

Ella frunció un poco el ceño viendo a Dmitri que la esperaba del otro lado con una mirada decepcionante en ella. Scarlett se detuvo donde están las rejas, ella volteo a ver el guardia del pasillo que estaba quieto con una posición firme como todo soldado teniendo su mirada al frente. Ella ignorándolo volteo a ver a su pareja.

—¿Qué no a estas horas entrenas a una rata? —preguntó ella ahora alargando un poco su sonrisa con gracia encajando su uña de su dedo anular en su pulgar con poco entretenimiento.

Dmitri solo frunció un poco más el ceño mostrando enfado.

—Aún queda una hora antes de que sea la hora de queda, quiero aprovechar ese momento para hablar seriamente contigo.

—¿Puedo saber sobre que quieres hablar conmigo? —preguntó ella borrando toda sonrisa mostrando un poco de temor a su pregunta, pero escondiendo ese miedo gracias a sus años de estudio en la actuación.

—No puedo decírtelo en esta zona hablándote a través de unas rejas —dijo él con bastante seriedad, pero su novia no le hacía mínimo caso aun jugando con sus dedos.

—Estoy exhausta Dmitri, estoy preparándome para los exámenes, los proyectos y las elecciones. Estaba reposando hasta que me has obligado a salir, no quiero tomar mucho tiempo en esto, solo di lo que tengas que decir.

Dmitri se le quedó viendo con una mirada tan fría, soltó un pequeño gruñido.

—Me han informado sobre tus propuestas.

—Mi corazón, eso podemos hablarlo mañana... —dijo ella entre muy pequeñas risas con elegancia cubriéndose la boca.

—No Scarlett, ¿Acaso no te das cuenta de las consecuencias de la propuesta que has creado? —preguntó él con mucho enfado y ella empezó a fruncir el ceño mostrando igual actitud— No solo los metamorfos, los potestades con capacidades diferentes y los que tengan dificultad en controlar sus dones querrán hacerte daño por la decisión que has tomado, sino sus padres también, su familia, Scarlett, vas a desatar un gran conflicto...

—No pueden hacer nada al respecto... —dijo ella sonriendo con gran locura mostrando sus dientes— Ya mi padre ha hablado con el director, la ley no me contradice en poner esa propuesta, es tiempo de que esos seres que haces llamar potestades esten en un lugar donde realmente pertenecen, tú mismo has sentido molestia por Reto... —dijo ella agarrando las rejas pegando su frente en ellas con esa sonrisa de poca demencia hacia su novio que él tiene una mirada en ella llena de decepción negando con la cabeza— Esto lo he hecho por ti, para que no tengas competencia mi corazón... —dijo ella extendiendo su brazo entre un espacio de los barrotes pidiéndole la mano a su pareja.

Pero como respuesta solo recibió que Dmitri le apartara la mano, Scarlett borró toda sonrisa mostrando mucha frialdad.

—Si realmente te preocupas por mí, elimina esa propuesta, porque yo me preocupo por ti que salgas herida por esto...

—Si realmente te preocuparas por mi... —dijo ella entre dientes apretados— Me estarías apoyando en esto—dijo mirándolo con gran ira sacudiendo un poco las rejas.

Dmitri solo se dio la vuelta mostrándole la espalda sacando un gran gruñido sin querer hablar más con ella, la mujer se apartó de las rejas dándoles un fuerte empujón soltando un gruñido lleno de ira, pero se dio la vuelta regresando a su departamento sin querer saber más del tema.

***

Gemma

Estaba viendo directamente mi celular viendo la hora, 11: 59 am, me fui a la aplicación de contactos viendo el nombre de Dmitri, Mia me ha hecho el favor de pasarme su contacto, sonreí un poco orgullosa de cómo edite su nombre. Le puse "Dimitri" en vez de su verdadero nombre solo por diversión, además que no pueden faltar los emojis, le agregado del lado izquierdo un océano por sus ojos y del otro lado una botella de vodka, aún no se me olvida lo que he visto en su mochila, pero eso representa su país.

Sentí como Celeste vino pegando su hocico en mi hombro dándome un pequeño relincheo viendo mi celular con interés, yo saque pequeñas risas acariciándolo.

—¿Crees que deba ser muy puntual?, Celeste —pregunté volteando a ver, él empezó acurrucarse en mi cabeza y yo empecé a reirme con más fuerza— De acuerdo, de acuerdo, tomaré tu sabia respuesta —Le pique al número de Dmitri marcandolo— Hasta lo pondré en alta voz para que tu también escuches —dije mirando a mi gran amigo con gran cariño rascandole por debajo de su hocico y soltó un soplido.

"¿Con quién me comunico?" Preguntó él con mucha elegancia.

—Dmitri soy yo Gemma —dije acercando mi celular en mi boca— Buenos días.

"Quería confirmar que fueras tú Gemma. Buenos días. Agradezco que me hayas marcado como te lo he pedido, me disculpo de nuevo..."Pero en ello Celeste empezó a olfatear mi celular con gran curiosidad "¿Tienes algún animal cerca tuyo?" preguntó él sonando poco disgusto.

Yo saque pequeñas risas nerviosas apartando mi celular de Celeste apartandome de el dandole acaricios por su cuello con una mano y sacudió su cabeza satisfecho con ello.

—Si, es que te llamo desde el establo al tener mi deporte ecuestre, la respiración que acabas de escuchar es Celeste, mi hijo adoptivo —dije con gran cariño abrazando el cuello a Celeste y el como le encanta confundir mi cabello con paja de nuevo a agarrado un mechón mío empezando a masticar.

"Puedes apartarte del animal para que no haya de nuevo una interrupción" dijo él con demasiada seriedad, solté un suspiro ¿Por qué tiene que ser tan gruñón?

—Ahorita vuelvo mi estrella —dije con mucha cariño quitándole mi mechón de cabello que masticaba dándole un toque en su nariz y el me dio un relincheo, yo le indique que guardara silencio poniendo mi índice en mis labios, como si me pudiera entender. Me salí de su cuarto alejándome de él buscando silencio, quite el altavoz poniendo el celular en mi oreja— Listo, lo siento.

"Como te decía que me disculpo de nuevo por mi grosería de ayer, tengo libre a las nueve en punto, es opcional que vayas a la clase, comprendo que también estés ocupada y no es culpa tuya que ayer no hayas completado el entrenamiento, pero yo te lo menciono por el combate de mañana"

Yo alce mi mirada al techo sin saber muy bien qué decisión tomar, ¿Sufrir o no sufrir?, es lógica la respuesta, pero...él tiene razón, no me siento preparada para el combate del lunes y...de lo que hable con él ayer en el gimnasio, realmente...siento que puede ayudarme en eso, en quitarme ese...miedo. Yo saque una pequeña sonrisa.

—Estaré ahí Dmitri.

"Te estaré esperando. Te deseo que pases una buena tarde"

Yo le sonreí con poca dulzura.

—Yo también, nos vemos. Bye.

Dmitri me colgó, yo con una sonrisa me fui regresando al cuarto de Celeste...

***

Llegue a la zona de metamorfos al haberme quedado de visitarlos otra vez con gran sonrisa, pero la borré completamente al ver como Yael como oso con gran ira le dio un profundo rasguño al tronco de un árbol con gran profundidad, Hunter y Hayden se estaban peleando entre sí como dos felinos pareciendo muy enfadados, escuche unos sollozos y mire con preocupación a Alba que abrazaba a Angus con su rostro pegado en èl pareciendo llorando, él con un rostro lleno de preocupación le acariciaba de su cabello tratando de tranquilizarla.

Volteé a ver a Reto tratando de buscar respuestas a lo que sucedía, pero él como Angus consolaba a las pequeñas que se veían destrozadas abrazandolo tratando de tranquilizarlas, él trataba de mantenerlas tranquilas acariciandoles de sus pequeñas cabezas.

—¿Qué...está pasando? —pregunté bastante confundida mirando como los demás están en una crisis de estrés o ira.

—¿No te has enterado? —preguntó Meg pareciendo furiosa como los demás— La ramera de Scarlett como una de sus propuestas quiere expulsarnos de la academia Angelus a otra academia especifica solo para nosotros, !A mi me gusta esta academia, Ramona se sabe de memoria mis tratamientos de cabello! —dijo ella con histeria agarrándose las raíces del cabello, pero borró toda expresión mirándome fijamente mi cabello— Aunque querida, no te vendría mal uno pequeño...

—¿Qué?...no entiendo... —dije aterrada de lo que me dicen poniendo mi mano en mi pecho.

—Que a los metamorfos, potestades con capacidades diferentes o los que se les dificulta manejar su don, a cada grupo que te he mencionado los quiere expulsar de la academia Angelus a otras academias, ¿Qué es lo que no entiendes? —preguntó Angus con enfado dando pisotón fuerte en la tierra mostrando su enfado y Alba trataba de tranquilizar abrazándolo con mucho más fuerza.

—Esa perra —dije con gran enfado apretando los puños de un modo que puedo sentir como se me encajaron las uñas en las palmas.

—Pueda...que nos guste estar en manada sin querer contacto con los demás potestades, pero...nos afectará mucho si no estudiamos en la academia Angelus, ella es capaz de hacer que las otras academias no tengan la educación adecuada —dijo Joaquin con demasiada tristeza en su voz.

Venus venía corriendo hacia mi abrazándome y yo mostré mucha preocupación poniendo mi mano sobre su suave cabello.

—¡Yo no quiero irme Gemma, yo quiero estar contigo y con tus amigos! —gritaba ella entre lágrimas y yo la abracé de su cabeza.

—Mi algodón de azúcar eso no sucederá... —dije tratando de tranquilizar su miedo y mire a Reto mostrando bastante seriedad— Nosotros evitaremos que eso pase —dije mirando fijamente a esos ojos de reptil y él estando totalmente de acuerdo conmigo me dio un asentimiento estando seguro de eso.

***

Saliendo de mi clase de ballet al haber terminado, sin importarme una mierda, llena de enfado me dirige hacia ella dando pasos largos por el gran pasillo, llegue con Scarlett tomándole de su hombro haciéndola voltear de manera brusca, Celia me vio aterrada por eso y Nicole ya iba por lastimarme dando un paso al frente preparando su puño.

—Dejala, no vas a obtener tu segundo reporte por ella otra vez —dijo ella mirando a su amiga con bastante seriedad y ella bajo su puño cruzándose de brazos mostrando enfado, Scarlett me miró sin mínima importancia— Lo que hiciste fue muy grosero de tu parte.

—¿Qué es lo que te han hecho ellos para que hubieras creado esa horrible propuesta? —preguntó con mucho enfado y ella alargó su sonrisa de un modo que empezó a sacar pequeñas risas.

—Lo siento ratita, si te lo explico no es algo que pudieras comprender por tu bajo intelecto y además de no estar a nuestro nivel, pero no te preocupes, siempre encuentro la manera sencilla para explicártelo. Esto debe ser muy común en los callejones donde vivías, estar rodeada de animales, de personas con discapacidades y gente tan ignorante como tú, pero esto no son callejones de mugre —dijo ella extendiendo los brazos señalando todo a su alrededor alargando su sonrisa de oreja a oreja— Esto es una academia que fue creada para nuestra raza superior, pero agradece... —dijo ella tomándome repentinamente de mi barbilla y yo se la aparté con brusquedad— No te he agregado en esa lista.

—Me ven como un ser repugnante, un monstruo, una enferma mental, una persona sin valores, una salvaje, cuando quien realmente lo es, eres tú —dije mirándola con gran desprecio y haciendo una gran mueca de disgusto.

Nicole y Celia se miraron entre sí algo aterradas por el gran insulto que le he dado a Scarlett, pero ella puso su mano en su pecho cubriéndose la boca educadamente sacando risas en coro mostrándome gracia en vez de enfado a mi insulto.

—Sorprendente, ratita estás dando lo mejor de ti —dijo Scarlett dando un aplauso como si me felicitara por eso y después fingió una mueca de tristeza— Comprendo totalmente tu enojo, Gemma. Pobrecita...si gano las elecciones tu querida mascotita ya no estará contigo...

—No soy mascota de nadie.

Nosotras nos sobresaltamos volteando a ver a Reto que él mostrando sus colmillos con amenaza venía hacia nosotras al haber salido de su clase de arte, a pesar de su pequeña distancia alejada se podía escuchar los gruñidos que producía conteniendo toda su ira, se puso a mi lado siendo parte de mi equipo y yo le regale una corta sonrisa por haber llegado a tiempo, mire a Scarlett con la misma sonrisa viendo como esta vez ya borro toda sonrisa mostrando seriedad.

Pero aún así la muy maldita alargó su sonrisa causando que Reto frunciera el ceño mostrando más sus colmillos haciendo sus gruñidos mucho más fuertes.

—Reto, Reto, Reto, pensaba hacerlo en el día que presentaremos nuestras propuestas en el auditorio, pero pueda que aproveche para que le trates de explicar a tu manada, les estoy cumpliendo el deseo que tanto han exigido de tener su propio hábitat como hablarian ustedes —dijo ella regalandole una sonrisa tierna hacia Reto dándole un pequeño señalamiento hacia él con sus palmas formalmente, pero Reto empezó a producir silbidos como una serpiente dando señales de peligro.

—Y pensaba que eras la más inteligente —dije con enfado y ella me volteo a ver con una mirada llena de frialdad— Quieres irte por un camino fácil y mediocre, cuando nosotros tenemos un camino que se nos dificulta lograr, pero eso hacen la gente con intelecto, toma el camino más difícil para obtener la solución que nos hará el bien de todos, si Theo gana las elecciones tendremos ángeles de guardia que su propósito será evitar que gente como ustedes... —dije mirando a Nicole que ella se cruzó de brazos sonriendo al causarle gracia esto— No sigan dañando a los celestes de esta manera tan inhumana.

Scarlett y Nicole empezaron a burlarse, yo gruñí con mucho enfado tratando de mostrarlo como Reto mostrando los dientes.

—Eso me asegura totalmente que solo desperdiciaré mi grupo en que eviten que tengan votos, no hay necesidad... —dijo ella entre risas con una sonrisa de demencia.

—Anda, sigue burlandote —dije con mucho enfado— Quiero ver que lo sigas haciendo cuando hayas perdido y espero que te des cuenta que las razones son obvias, es porque eres una maldita sin alma.

—No seguiré perdiendo el tiempo con ustedes —dijo ella dándose la vuelta mostrándonos la espalda— Disfruten su tiempo estando juntos —mientras que caminaba se dio la vuelta caminando a espaldas teniendo totalmente el control mirando a Reto con una maliciosa sonrisa— Te doy un consejo, si te transformas en una rata te aseguro que la conexión será mucho más fuerte entre ustedes dos.

Nicole empezó a reírse a carcajadas sujetándose del estómago, Reto dio un fuerte rugido dando un paso al frente alargando sus colmillos y uñas queriendo atacar a Scarlett, pero yo me puse enfrente de él poniendo mis manos en su pecho tratando de tranquilizar. Las muy malditas entre risas de arpías se iban yendo.

—Ignoralas...ignoralas, Reto —dije tratando de tranquilizar mirándolo a sus ojos y él seguía produciendo gruñidos estando muy enfadado— Shh, shh, shh —dije dándole palmadas en su pecho.

—No me calmes como si fuera realmente un animal—dijo mostrándome los colmillos y yo algo asustada por su enojo me aparté de él juntando mis manos, el se dio cuenta de ello escondiendo sus colmillos mirándome con culpa— Lo...siento...no quise asustarte.

Yo le regale una corta sonrisa.

—Está bien, no te preocupes.

—Me enfada bastante cuando te compara con un roedor —dijo él teniendo una mirada llena furia mirando con gran rencor el pasillo por donde Scarlett tuvo que tomar para retirarse— No eres un roedor.

Yo le sonreí con mucha ternura a esas palabras.

—Gracias Reto, eso lo sé —dije con poca gracia y él borrando toda expresión me miró fijamente a mis ojos.

—Este es el tipo de ira que te he mencionado que me preocupa que utilicen contra mi, si no ha mencionado a mi padre lo está guardando para una ocasión especial —dijo él con mucha seriedad empezando el paso y yo lo iba acompañando a la salida donde yo también iba.

—La has visto, no creo que utilice esa técnica, se ve bastante confiada en que va a ganar —dije sonriendo por eso— Y eso nos da ventaja. Además, recuerda que eres el alfa de tu manada, el maestro del control, puedes controlar esa ira de tu interior —dije con poca gracia picando suavemente su pecho con mi índice— Sabes, Dmitri me va enseñar controlarlo, creo... —dije sujetándome la barbilla y pude notar como se le cambio la expresión a Reto— Si me enseña te pasare sus consejos.

—¿A qué te refieres con eso? —preguntó él con un tono demasiado serio de lo normal deteniéndose en la zona de esculturas.

—Es que en mis clases de entrenamiento con él, yo...batallo para dar el primer golpe por...un accidente que me sucedió hace tiempo... —yo me calle volteando a ver a Reto que se me quedó mirando esperando a que completara la oración.

Pero...¿Qué estoy haciendo?, ¿Será buena idea...decírselo?, debo que...después de todo ha sido un gran amigo, si se lo dije a Dmitri, ¿Por qué a él no?, quería por comenzar hablar, pero automáticamente cerré la boca pegando mis labios sintiendo...temor en mi interior, pensamiento oscuros empezaron a llegar a mi mente como parásitos afectando mi cabeza, "Que pasa si cree que soy una psicópata al haber ocasionado ese daño en una persona", "Que pasa si empieza creer realmente que siendo una mestiza por lo que hice los rumores sean ciertos que me pueda volver una demente asesina como el primero". "Que pasa si deja de ser mi amigo al enterarse"

—¿Qué accidente? —preguntó él con seriedad esperando a que le contara y yo le sonreí nerviosamente haciendo mi fleco para atrás de mi oreja como manía mía.

—Yo...llegué a enfadarme tanto con mi madre que le he gritado, no sabes...como me dolió —cosa que en parte es verdad.

—¿Eso consideras un accidente?, ¿Esa es la razón por la cual batallas en dar el primer golpe? —preguntó él con un tono frío entrecerrando los ojos sospechando claramente que escondía algo.

—Es que...temo que esa ira ocasione...que llegue levantarle la mano a alguien —dije tratando que mi mentira sonara como una verdad.

Obviamente he fracasado porque Reto tenía una mirada muy fría en mi, pero sin querer seguir hablando del tema haciéndome un favor empezó a caminar hacia la salida.

—Nos vemos mañana para adelantarle al proyecto.

—Si Reto —dije con una corta sonrisa, al ver que salió del edificio maldije en bajo poniendo mi mano en mi frente.

Bien hecho Gemma, quizás no crea que eres una mujer violenta, pero sí una mentirosa, di un suspiro bajando la mano mostrando tristeza, si...me fue un poco sencillo decírselo a Dmitri es por que no me importa mucho lo que piense de mi al que no tengamos ninguna relación de amistad, pero con Reto...

Me abracé a mi misma bajando la mirada con tristeza, eso...es solo un secreto que escondo...¿Qué pensaría de mí si se entera de los otros?, puedo imaginarlo cuando se llegara enterar que fui una bailarina de tubo, "Lo mejor para nosotros es no tener ninguna relación, no quiero dañar mi reputación estando con una puta" puedo escuchar esa respuesta de él, bueno...lo diría de una manera más formal, pero...

Yo quiero que sea...mi amigo, no lo sé...es un sentimiento que él lo ha desenterrado, es...como si fuera una medicina milagrosa para las maripositas que viven en mi estómago... pareciera...que las ha resucitado al sentir esos pequeños aleteos en mi dentro cada vez que estoy al lado de él.

Puse mi mano en la frente, no, no, no, pero qué es lo que él ha hecho conmigo, ¿Puedo decir que es una maldición o...milagro?, pero...yo empecé a sentir un gran dolor de mi corazón, es...solo un sueño, le estoy escondiendo secretos temiendo que me aparte por ellos, claramente lo hago...porque sé perfectamente que no estoy en su nivel, yo sonreí histérica burlándome de mí misma, ¿En que estoy pensando?, ¿Una mestiza que espera que un hombre como él pueda estar conmigo?, ¿Qué sienta algo de afecto por mi?

No...debo enterrar de nuevo ese sentimiento, debo atrapar esas mariposas apresandolas en una red...no puedo salir lastimada por eso...no de nuevo. Así que solo sera un amigo, ¿Entendido corazón?, baje la mirada viendo donde se ubica mi corazón para mandarle claro ese mensaje, mi cerebro te controlará para que no cometas otra estupidez más, por el momento solo tengo una prioridad y es mejorar mis notas.

Yo decidida por la decisión que he tomado con una mirada fija me salí del palacio para ir al departamento a cambiarme de ropa a deportiva por los entrenamientos con Dmitri.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top