24. Este no es mi día
—No puedo creer que no le hayas avanzado nada —dijo Mia con enfado regañándome por mi estupidez.
Yo estresada iba caminando por mi cuarto de un lado a otro, trataba de ignorar a Mia que se veía tan enfada por la gran irresponsabilidad mía, a pesar que tengo poco tiempo para hacer la tarea de la maestra Gami, yo estaba más preocupada en reparar el collar de mi madre.
—Ne...necesito reparar primero mi collar —dije histérica deteniéndome mirando por los lados sin saber cómo empezar.
—¿Estás hablando en serio?, Gemma —preguntó ella haciendo un ademán molesto y yo la miré con enfado.
—Mia, por el momento el collar que fue de mi madre es más importante que unas tareas —ella se cruzó de brazos como madre enfadada con los ojos entrecerrados y una gran mueca de decepción— Mia... —dije sujetándome con una mano las greñas del cabello desesperada por su actitud— Ya te lo dije, no...podía negarle a una niña de ocho años acompañarla a su clase, después se me olvidó por completo.
Mia puso su mano en su frente alzando su mirada al techo sacando un gruñido de estrés, bajo su mano mirándome ahora con preocupación.
—Bambina, estoy alegre que te hayas conseguido más amigos y comprendo que no fue culpa tuya el accidente que te sucedió para haberte quedado más tiempo, que hasta...tuvieron que usar sanguijuelas contigo para curarte... —dijo ella mirándome con algo de disgusto con solo imaginar la escena— Cosa...que no me siento segura y quisiera llevarte a la enfermería, no sabes si esos gusanos transmiten alguna enfermedad...
—Mia... —dije estresada subiendo la mirada al techo— Ya te lo dije, ellos no pueden saberlo, tengo que proteger a Yael...
—Gemma, pero si ella fue quien te lastimó, porque tienes que ser... —dijo Mia sujetándose las greñas de su cabello queriendo gritar de la desesperación— Tan...especial —trato de decirlo sin sentirme ofendida y yo apreté los puños dando pequeños saltos desesperada.
—Mia no vamos a tener esta maldita discusión de nuevo, son mis putas decisiones las que tomó —dije estando muy estresada, pero me detuve respirando hondo cerrando los ojos tratando de buscar un poco de paz— Vamos...a tranquilizarnos...se que estamos estresadas...
—Ni siquiera es tarea mía y me siento estresada por tu culpa, Gemma, que te sientas así es normal, estamos hablando que termines cinco tareas de la maestra Gami en... —Mia saco su celular— Ocho horas si es que no duermes.
—Y si...no las hago —dije con una sonrisa traviesa y Mia frunció más el ceño mostrando mucho enfado a esa idea.
—Gemma, eso son para los mediocres y tu no eres una, si haces eso, no solo te convertirás en una, sino la maestra Gami te puede reprobar el primer parcial por esa falta de respeto, necesitas hacer las tareas, demostrarle al menos...que si te preocupas por sus clases para hacerlas, ¿Comprendes?
Yo bajé la mirada viendo el collar de mi madre, Mia venía conmigo poniendo su mano sobre el accesorio de una manera delicada y yo volteé a verla estando preocupada por la situación, pero mi amiga me regaló una sonrisa que me ayudaba a tranquilizarme un poco.
—No lo harás sola, te ayudaré, yo puedo reparar el collar de tu madre mientras que tu... —dijo quitándome el collar y me guiaba al escritorio de mi cuarto haciéndome sentar en la silla— Empiezas con la tarea, recuerda de los datos que te enviado, te van ayudar, cuando termine de reparar tu collar, regresare a dártelo y ayudarte en tu tarea, capisci.
Yo le sonreí a Mia y la abrace con gran cariño de su cadera.
—No se lo que haría sin ti —dije apretujandola con más fuerza y sentí pequeños acaricios en mi cabeza.
—Estarías en el borde de la locura —dijo con gracia y yo saque pocas risas— Anda, ya no pierdas más el tiempo, a empezar —dijo ella subiendo la pantalla de mi laptop y se salió de mi cuarto para hacerme el favor de reparar el collar de mi madre.
Yo tengo confianza en ella en que ningún daño le hará a mi collar, todo lo contrario, mire la pantalla de mi laptop calentándome las manos, empecé a manejar el aparato con algo de dificultad buscando la información que me envió Mia...
***
Pasando horas, Mia batallando en mantenerse despierta tratando que su cabeza no cayera al escritorio cabeceando, yo me levanté muy exhausta pudiendo sentir una gran jaqueca en toda mi cabeza y mi cuerpo exigía un descanso.
—Quiero morir —dije expresando cómo me sentía con esas simples palabras parándome al lado de la impresora que esta empezó a imprimir todas las malditas tareas de tortura de la maestra Gami.
Al ver que están todas las hojas las agarre.
—A...ella...le gusta... —Mia dio un gran bostezo cubriéndose la boca— Los...fólders amarillos —me dijo sin muchas fuerzas y tratando de usar las menos palabras posibles para no malgastar más energía en el habla.
Yo fui al escritorio abriendo un cajón sacando un folder amarillo, al guardarlo le regale una sonrisa débil a Mia que ella igual me sonrió tratando de mantener sus ojos abiertos.
—Lo...hicimos Mia...terminamos...ya podemos...dor...
Me callé al escuchar nuestras alarmas, Mia y yo con un rostro de espanto sacamos nuestros celulares para ver que son las 5 de la mañana, ella y yo nos miramos con gran tristeza y alzamos nuestras miradas al techo sacando un gran gruñido.
***
Mia y yo nos sentamos en la mesa de la cafetería, Theo sin apartar su vista del celular tenía una gran sonrisa en su rostro mostrando mucha felicidad.
—Nuestra serafín me ha ayudado, chicas, he sido seleccionado para poder postularme como presidente es... —dijo él volteandonos a ver, pero se calló repentinamente apartándose un poco de nosotras mostrando un rostro de espanto— Pero que les ha pasado...se ven...enfermas.
—Oh gracias Theo, pero que bonitas palabras nos recibes —dijo Mia con enfado agarrando el cuchillo de los cubiertos y Theo mostró sus palmas muy asustado.
—Si acaso te preguntamos cómo nos veíamos, Theo —dije igual enfadada mirándolo con gran amenaza— ¿Eres enfermero acaso para que eso te importe?, eh, eh —dije incorporando un poco acercándome a él exigiendo una maldita respuesta.
Theo asustado volteo a ver a Maya empezando a hacer señas, Maya con tranquilidad le hizo señas y él se sobresaltó un poco viéndonos a mi y Mia con impresión.
—Ahora entiendo el mal carácter...no durmieron nada, pero...¿Por qué? —preguntó él estando preocupado por nosotras y Mia me lanzó la mirada muy molesta y yo me crucé de brazos mostrando enfado.
—Pregúntaselo a nuestra querida amiga.
Yo respire hondo poniendo una mano en mi pecho volteándola a ver incrédula.
—Yo no te obligue a que te quedaras despierta para ayudarme —dije haciendo un ademán molesto.
—Quizas hubieramos acabado más temprano si hubieras esperado en reparar tu collar y así al menos hubiéramos podido dormir una hora, Gemma... —ella se sujetó las sienes con los ojos cerrados con mucha presión— Gemma...siento que me va explotar la cabeza.
—Chicas, chicas, calmense, ¿Por qué no se saltaron el tiempo del desayuno para dormir?, creo que hubiera sido una mejor opción.
—No podía... —dije bajando la mirada agarrando el menú— Hoy es el día que tengo más clases y necesito desayunar bien para tener energías.
—Yo... —Mia saco un gran bostezo cubriéndose la boca— Puedo hacerlo en mis tiempos libres —ella volteo a verme— ¿Tu...tienes tiempos libres para poder dormir un rato?
Yo hice una gran mueca de tristeza negando con la cabeza.
—Creo...que sí tendré que saltarme la comida para dormir un rato, debo tener al menos...pocas energías... —me cubrí la boca sacando un gran bostezo— Para la clase de combate. Pero...Theo...discúlpanos...por recibirte de esa manera... —dije mirándolo con culpa y después le regale una corta sonrisa débil— Te...escuchamos que si te han escogido para la presidencia escolar.
—Si ragazzo...felicitaciones, sabia que podías hacerlo —dijo Mia tratando de mantenerse calmada igual que yo y Theo de nuevo volvió a sonreír emocionado— ¿Quiénes fueron los demás...seleccionados?
—Si será una gran batalla —dijo Theo con una mueca sacando su celular— Dmitri, Julio y Scarlett.
—Ugh —dijimos Mia y yo al mismo tiempo al escuchar ese maldito nombre.
—Yo tengo que empezar hacer mi campaña, yo se que por tu hermano me vas a traicionar yendote con él, Mia —dijo Theo con gracia y Mia iba cabeceando de nuevo tratando de mantenerse despierta, él hizo una pequeña mueca, pero volteo a verme con una sonrisa— Pero qué les parece si tu y Maya, me ayudan Gemma, ¿Aceptan?
—Mientras...que las consecuencias no sean...no poder dormir...lo que quieras...Theo —dije sintiendo mis párpados muy pesados.
—No te preocupes, será muy sencillo, luego hablaremos mejor del tema, con el sueño no creo que le están tomando mucha importancia —dijo Theo mirando a Mia que ella ya se encontraba con su frente pegada a la mesa tratando de dormir.
Yo me la quedé mirando con gran culpa, lo que he causado, no debí permitir que se quedara despierta en ayudarme hacer esa estúpida tarea, si la hubiera hecho sola ella se encontraría con todas las energías de siempre, temo que esto le afecte en sus clases y si pasara eso, no me lo perdonaría, se lo pagaré de alguna forma.
***
Después del desayuno había ido a mi clase de introducción que por milagro sobreviví, ahora estaba en la clase de economía, iba cabeceando mientras que esperaba a la maestra estando a lado de mi compañero, él está quieto en su asiento con esa mirada perdida por su condición.
Este dolor de cabeza...es un modo en la cual mi cuerpo me hace sufrir al no cumplirle su estúpido capricho en querer un poco de descanso, esto está haciendo que este de muy mal humor.
Recuerdo que mi madre me contaba que cuando era niña y me ayudaba hacer las tareas, había veces que nos desvelamos, mientras que no fuera una pequeña pijamada entre ella y yo, hacía mis berrinches aventando la libreta y los colores furiosa exigiendo mi hora del sueño, después...me castigaba quitándome los días de juegos de mesa.
Me masajeaba las sienes tratando de tranquilizarme, me siento como esa pequeña berrinchuda, al menos en esos tiempos a pesar de las tareas podía dormirme, no decir cuando trabajaba en el club nocturno o en la cafetería, salía tarde del trabajo, me sentía cansada, pero no para estar de mal humor como ahora, porque sabía que iba llegar al departamento con mi madre para dormir con ella, es ridículo que todo lo que he pasado y por una maldita inservible tarea, por primera vez no haya podido dormir nada, absolutamente nada por unas hojas con anotaciones para los que quisieran ser biólogos o...científicos...¡Yo que sé!, pero claramente hice algo que no me interesa en absoluto y no me va a servir en mi carrera, al menos cuando me desvelaba un poco por trabajo era porque si iba a valer la pena.
—¿Te encuentras bien? —preguntó Beille repentinamente con la mirada aun enfrente sin necesidad de voltearse ya que para él será una pérdida de tiempo, yo alcé mi ceja volteandolo a ver.
—No lo sé, tu dímelo con solo ver mi cara —dije mirándolo con enfado, creo que la respuesta era obvia por mis ojeras.
Todos los que estaban alrededor mío voltearon a verme con enfado, una mujer me negaba con la cabeza por lo mal que estaba y en eso me di cuenta cubriéndome la boca con gran espanto mirando a Beille.
—Discúlpame...no era...
Él me regalo aun así una corta sonrisa a pesar de mi horrible actitud.
—Está bien, fue mi error no comentarlo, pero soy ciego, no puedo verte —dijo él con poca gracia quitándose los lentes oscuros volteandome a ver sabiendo la dirección donde estoy sentada, pero aun así sus ojos claros no pueden mirar directamente los míos al no saber dónde están exactamente ubicados.
—No, no...yo ya sabía...es solo que...maldición... —dije estando muy apenada y sintiendo gran culpa en haber insultado a un ciego, me sujeté la frente teniendo todo el peso de mi cabeza en mi mano y mi codo pegado en la mesa me ayudaba a sostener el peso.
—Pero...puedo escucharte, tus latidos son lentos, eso muestra que no tienes energías, cada vez que cabeceas haces un sonido con tu cabello, puedo escuchar cada pelo tuyo sacudirse por ese acto y no decir el ruido de la silla de tu respaldo —Yo me lo quedé mirando con poco espanto al que me haya analizado con el puro sonido— Mis otros sentidos se hicieron más agudos por mi condición.
—Wow... —dije asombrada acercándome a él mirándolo con curiosidad— ¿Ese es tu don?
—No, mi don es otro...
—Buenos días, clase —dijo la maestra Elena entrando al salón interrumpiendo nuestra plática y todos nos levantamos.
—Buenos días, maestra Kane —dijimos todos al unísono.
—Pueden tomar asiento, mientras que conecto el cable de la laptop al proyector pueden ir sacando sus libros y su tarea, los primeros de la fila háganme el favor de poner las tareas en el escritorio —dijo ella yendo a su escritorio dejando la laptop en su mesa y yo me quede paralizada, mire a Beille tomar asiento agarrando su mochila sacando unas hojas.
—¿Tarea? —pregunté infartada.
—Si, los mapas conceptuales sobre la evolución del concepto empresario y la historia de la empresa, ¿No lo hiciste? —preguntó él con una mueca de lástima entregando las hojas al compañero que estaba delante de él para que él pudiera pasarlas hacia adelante.
—Mierda —dije muy enfadada sentándome dando un pequeño golpe a la mesa y todos voltearon a verme con una ceja alzada, la maestra me mira como los demás igual mostrando extrañeza por mi acto y yo le sonreí nerviosa escondiendo mis manos.
***
Pasando el tiempo, iba corriendo por el largo pasillo casi empujando a la persona que me encontrara enfrente mío bloqueando mi camino.
—Compermiso, compermiso —dije muy apresurada haciéndole señas que se hicieran un lado y ellos se hacían un lado mirándome con enfado, si no me decían groserías era porque usaba la palabra mágica.
Mierda, mierda, mierda, después de la clase de economía, tenía mi hora libre para comer, como dije iba aprovecharla en dormir y mi cuerpo se aprovechó en dormir más de lo que debía, ni siquiera escuche el alarma, !hace media hora que debía estar en la clase de la materia de mutación!
Empuje la puerta al llegar al salón, todos voltearon a verme y yo iba respirando muy exhausta sujetándome el pecho, la maestra Gami volteo a verme estando en el pizarrón, parece ser que la he interrumpido en hacer anotaciones, ella tenía una mirada en mi llena de seriedad y frialdad.
—Maestra Gami, no sabe cómo lo lamento por mi tardanza, comprenderé perfectamente mi retardo, ¿puedo pasar?
—Se debe tocar la puerta para evitar este tipo de interrupciones jovencita Gemma —dijo de un modo bastante serio para saber que si está enfadada por mi retraso.
—Cierto... —dije haciendo una mueca de gran culpa e iba por salirme del salón cerrando la puerta para hacerlo correctamente.
—Ya no hay necesidad, ya ha hecho la interrupción, está distrayendo a sus compañeros, me está haciendo perder tiempo de mi clase y no le debería permitir la entrada, media hora de retraso, jovencita Gemma —dijo ella frunciendo un poco el ceño mostrando esa emoción ya muy enfadada.
—Yo lo sé maestra Gami y de nuevo me disculpo, por favor, no volverá a suceder —dije juntando mis manos en forma de súplica haciéndole ojitos, pero era inmune siguiendo teniendo esa mirada fría en mi.
—Entrégueme la tarea que le he pedido —dijo ella extendiendo sus brazos y yo le asentí yendo con ella abriendo mi mochila sacando el fólder amarillo.
Ella agarró el fólder abriéndolo, empezó a hojear las hojas empezando a leer mi tarea, yo volteé a ver a Mia de reojo regalandole una sonrisa que ya habíamos cumplido nuestra misión y ella alzó la mirada negando con la cabeza con una corta sonrisa por mis travesuras.
—Dígame los tres países donde se encuentran más potestades.
Yo me sobresalte a su petición, volteé a ver a la maestra Gami que tiene sus ojos pegados a mi esperando la respuesta, yo fruncí el ceño mostrándome confundida.
—¿Quiere...que se lo diga ahora? —pregunté sin comprender a esa repentina pregunta y escuche las pocas risas de Leon.
—Viene en su tarea, jovencita Gemma, debe saber lo que le estoy pidiendo —dijo ella doblando un poco su espalda hacia abajo con una mirada un poco amenazante— Dígame los tres países donde se encuentran más potestades.
Yo empecé a sentirme muy nerviosa empezando abrazarme a mi misma insegura, yo...recuerdo que lo escribí, maldición hasta hice un maldito mapa.
—Alemania...Estados Unidos...y... —me quedé callada bajando la mirada, ¡Cuál era el otro?, yo mire a la maestra que con su mirada pareciera que tenía el filo de una daga en mi cuello obligándome a completar la respuesta, con el solo hecho que siento que si erróneo en la pregunta podría encajar con esa daga imaginaria mía siendo mujer muerta— México —dije con una sonrisa nerviosa.
Ella se me quedó mirando entrecerrando un poco sus ojos, se incorporó cerrando el folder y lo metió en mi mochila, yo me quedé perpleja sin saber lo que estaba haciendo.
—Pudo haber realizado mi tarea, pero lo hizo de la manera incorrecta, no se la puedo aceptar.
—Pero...pero...no, no, no,...yo la hecho con portada, a computadora... —dije sacando el folder angustiada abriéndolo y mostrándole la tarea de una forma histérica.
—Eso no es a lo que me refiero, jovencita Gemma, mis tareas son para que aprendan, no solo para cumplir. Tome asiento —dijo ella dándose la vuelta mostrándome la espalda.
—Maestra por favor, no dormí por esto, por culpa mía, Mia al quererme ayudarme también sufrió lo mismo, por favor...
—Ha súplicas no lograra nada conmigo, jovencita —dijo ella volteando a verme con bastante seriedad— Fue problema suyo al haber realizado el trabajo a último momento cuando yo le di suficiente tiempo para hacerlo, como fue problema de su compañera en haberla ayudado, cuando esta tarea no era en parejas, jovencita Mia —dijo ella volteando a ver a Mia con bastante frialdad y ella bajó la mirada con tristeza— Que sea la última vez o usted también saldrá afectada—la maestra volvió a verme— Si usted siempre depende de alguien, no solo está perjudicando a esa persona, sino a usted también.
—Usted que va a saber —dije aguantando las ganas de llorar— Con esa frente y actitud no creo que haya tenido ni siquiera a una maldita persona que la quiera a su lado.
Todos se impresionaron a mi insulto, incluso la maestra sintió un leve golpe para haber abierto los ojos, aventé la tarea al suelo y me di la vuelta saliendo del salón empezando a soltar lágrimas sin poder evitarlo...
***
Estaba en mi cuarto acostada en mi cama teniendo mi rostro pegado en la almohada inmóvil rindiéndome ante el sufrimiento y dejando que hiciera conmigo lo que se le da la regalada gana. Alguien tocó la puerta de mi cuarto.
—Hoguita oo etoy humoo —dije con la boca pegada aun en la almohada causando que mis palabras suenen como una retrasada.
—Ragazza, vamos, solo quiero hablar contigo —dijo Mia estando preocupada por mi a través de la puerta.
Yo despegué mi rostro de la almohada sintiendo toda mi cara empapada.
—Será en otro momento Mia, por favor déjame sola.
De nuevo deje caer mi rostro en la almohada, escuche como Mia maldijo en italiano por mis berrinches, pero no me importaba auto asfixiándome.
—Gemma, por nuestra serafín te vas ahogar teniendo tu cara pegada de ese modo en la almohada —dijo Mia espantada sujetándome la cabeza despegandomela y yo di un grito del susto apartándome de ella.
—Joder Mia, ¿Cómo entraste? —preguntó muy confundida mirando la puerta cerrada y después volví a verla al lado mío y ella me regaló una sonrisa traviesa.
—Me he encogido del tamaño de una hormiga para pasar por debajo de tu puerta —pero después borró su sonrisa limpiándome las lagrimas con sus pulgares y yo desvié la mirada abrazándome a mí misma con pena— Ragazza...cuando yo lloró recuerdo las palabras de mi padre diciéndome "Llorando causas que con tus lágrimas se arruine esta obra arte" y este es el momento que mas comprendo esas palabras.
—Es que...todo esta mal Mia... —dije sin poder evitar soltar más lágrimas y solté un sollozo— Debo ser la chica más estúpida de la academia, mejor dicho...del planeta —dije cerrando los ojos con presión empezando a sollozar.
—No seas imbecille en decirte esas cosas...
—Es la verdad Mia —dije muy desesperada alzando mis brazos que Mia se apartó de mí un poco asustada— Soy tan estúpida que se supone que debo estar en secundaria, el examen del maestro Natt lo ha demostrado y por eso llevo clases con él individual... —dije entre sollozos y ella se sorprendió al enterarse— Y yo no solamente trabaje siendo mesera, trabajaba en un club nocturno siendo una bailarina de tubo, ¡Y soy más imbécil en pensar que puedo ser una gran empresaria cuando claramente no se puede!
Mia se quedó con los ojos bien abiertos por todas las cosas que ha descubierto de mí, yo al estar tan enfadada y triste se me han salido las palabras sin pensarlo antes de decirlas, pero por el momento no me importaba, ya no me importaba nada.
—Si ya no quieres juntarte conmigo lo entenderé, creo que será lo mejor, como diría la maestra Gami, ya no te afectare a ti...o a Theo...o Maya...es mejor que esté sola... —dije recostandome sintiendo un poco de ardor en el rostro por las tantas lagrimas que he soltado y se han quedado por mucho tiempo en mis mejillas— Solo...te pediré que no se los digas a los demás.
Mia se quedó en largo silencio, yo cerré los ojos con mucha presión sollozando sin poder evitarlo.
—Mi familia...es mafiosa.
Yo alce una ceja mostrándome confundida mirando a Mia que ella me mira con gran tristeza.
—Mi familia ha manejado un negocio de drogas, armas y asesinos por muchas generaciones, mi papá por el momento es quien maneja todo el negocio familiar, él...ha asesinado a varios hombres, mi familia...siempre ha estado manchada de sangre... —ella desvió la mirada dejando correr algunas lágrimas— Julio...va para el puesto de mi padre como se dice nuestra tradición...y tendrá que hacer pruebas que para mi familia lo harán un "hombre", mientras que las mujeres... —ella bajó la mirada con gran tristeza— Yo...no quise ser cocinera Gemma...
Yo me quede con los ojos abiertos quedando sorprendida a lo que yo ahora me he enterado, ella volteo a verme tratando de tranquilizarse.
—No solo porque mi madre sé embarazo antes de lo pedido me hacen un lado, todos...saben que vengo de una familia mafiosa y...me ven como una delincuente por eso. Pero no todos...Theo, Maya...ellos se juntaron conmigo comprendiendo mi dolor al ser apartada, no le tomaron importancia lo que hace mi familia, como a mi... —dijo ella tomándome de las manos con una dulce no sonrisa— No me importa que tengas clases especiales con el maestro Natt o que hubieras sido una bailarina de tubo en un club nocturno, eres mi amiga Gemma y si te digo esto es porque te tengo la gran confianza...como tu la tuviste conmigo en decírmelo. Yo no quise ser cocinera, pero hago todos mis esfuerzos para enorgullecer a mis padres en sacar buenas notas, tu al menos estas haciendo algo que tu quieres y créeme que si yo puedo sacar buenas notas en algo que ni me interesa ser, tu puedes hacer más que yo para sacar excelentes notas.
Yo le sonreí con mucho cariño a Mia, la abracé con fuerza y ella también me dio la misma fuerza apretujandome, con lo que nos hemos dicho nuestra amistad ha crecido y presiento que crecerá mucho más, después de todo no hay límite cuando se habla de amistad o amor.
***
Las chicas y yo íbamos caminando a nuestra clase de combate, Maya si tiene una pequeña mirada sospechosa en Mia y yo al vernos tan legres gracias a nuestra plática, nosotras dos sonreímos entre sí con poca travesura, en algún momento también te diré mi secreto Maya, cuando...aprenda hacer bien señas.
Pero antes de llegar a la zona de entrenamiento me detuve viendo a las chicas nerviosas, este...será el día donde el maestro Colt decidirá como Julio César si vivere o morire en el coliseo, Mia puso sus manos en mis hombros.
—Toma calma ragazza, tu puedes hacerlo, sea quien sea que te toque, solo...recuerda los males que te han hecho, siente esa ira de fiera que hay dentro de ti y pateales el culo —dijo ella poniendo su índice en mi pecho y respire hondo sacudiendo mis brazos preparándome— Recuerda mis consejos, si son Leon y Kyle...
—Evitar verle directo a los ojos.
—Puedes hacerlo —dijo Mia alargando su sonrisa dándome todos los ánimos.
—Pero...y los demás...qué hago si me toca...Scarlett o...Nicole... —dije estando muy nerviosa.
Mia seguía con esa sonrisa pero ahora de una manera muy nerviosa.
—Tú puedes hacerlo —dijo sin tener otra cosa que decir y yo rodeé los ojos.
—Estoy perdida cierto.
Mia borro su sonrisa haciéndome una mueca.
—Para serte sincera...tienes pocas probabilidades sin...un don, pero yo creo en ti...puedes...
—Hacerlo, si, ya me lo dijiste —dije mirando a lo lejos al maestro Colt que está de brazos cruzados viendo a nuestros compañeros celestes— Vamos acabar con este día de mierda de una vez, Mia.
Mia me dio un asentimiento, mire a Maya que ella solamente tenía una mirada seria sin saber qué está ocurriendo, yo solo le regale la misma sonrisa de Mia y con valor camine hacia el maestro Colt.
Él al verme me regaló una sonrisa de malicia.
—Salem, tenía mis dudas si iba a venir o no —me dijo con poca gracia y Leon, Kyle y Scarlett junto con sus amigas empezaron a reírse de ese pequeño chiste del maestro. Yo solo le lancé una mirada retadora, él se dio cuenta alzando un poco las cejas mostrándose un poco sorprendido, pero aun así con una corta sonrisa burlona— Cambiare el orden de ejercicios, primero serán los combates y al final el camino de obstáculos.
—Debo suponer que lo ha hecho por mí —dije con seriedad cruzando los brazos, pero este maestro me tiene el mismo amor que me tiene la maestra Gami.
—¿Es tan obvio? —preguntó alargando su sonrisa— Y hasta ya le elegí a su oponente, Kebrashka.
Todos voltearon a ver a Dimitri que el sin esperar la orden del maestro fue caminando hacia el círculo de combate, yo tragué saliva nerviosa mirando al maestro que me hizo una seña educada que pasara al centro del círculo, yo camine al círculo poniéndome enfrente de Dmitri. Él se quedó quieto mirándome con seriedad.
Los dos nos quedamos quietos mirándonos el uno al otro, como detesto que el maestro no de la indicación de cuándo empezar, todo tiene que ser un golpe sorpresa.
—¡No se quede ahí Salem, haga algo! —gritó el maestro Colt con molestia haciendo ademanes molestos.
Yo hice una mueca de cosa, vamos, vamos Gemma, tú puedes hacerlo, Dimitri aún estaba quieto mirándome, no entendía las razones por la cual él tampoco hacía algún movimiento como yo, no se si este siendo un caballero en dejarme darle el primer golpe, preparé mi puño, has...mandado a una chica al hospital...puedes...noquear a este hombre también.
Yo empecé a respirar con dificultad bajando la mirada, no...no...no puedo...se lo he prometido, no...puedo volver a golpear a una persona de ese modo...no puedo romper mi promesa, a pesar que ella...no está aquí.
—Salem, si no da el golpe en menos de diez segundos, ya está reprobara —dijo él maestro con mucha seriedad en su voz.
Yo maldecía en bajo mirando a Dimitri, pero porque a él no le dice nada si está haciendo lo mismo, de acuerdo...madre...que estás en el cielo...si le doy un golpe a este joven...es por un examen, no son por malas intenciones, respire hondo y solté un suspiro preparando mi puño.
Le di el primer golpe llevando mi puño a su rostro, pero me impresione al ver que Dimitri en menos de segundos atrapó mi puño, ni siquiera estaba cerca de su rostro, él hizo un movimiento hábil haciendo que me diera una vuelta y pegó mi brazo en mi espalda, agarro mi otro brazo haciendo lo mismo y me los empezó a torcer, yo empecé a gemir con dolor.
Dimitri empezó a llevarme afuera del círculo de una manera tranquila mientras que me iba torciendo los brazos, yo apretaba los dientes teniendo la mirada en bajo tratando de soportar el dolor, pero después me dio un pequeño empujón sacándome del círculo de combate.
Solo pude escuchar el suspiro del maestro Colt, voltee a verlo con tristeza para ver que me negó con la cabeza estando decepcionado.
—Quiero que se quede después de mi clase Salem, hablaré con usted —dijo él con bastante seriedad y yo bajé la cabeza con tristeza, es oficial, hoy ha sido un gran día de mierda.
Me fui con Mia que ella me miró con lástima, Theo me dio pequeñas palmadas en mi espalda consolándome.
—¿Qué era lo que esperaba?, algún milagro —dije con una voz muy apagada— Este día tenía que combinar en todo, un poco de bien le iba verse mal —dije cruzándome de brazos y los demás me miraban con lástima.
—Gemma la mayoría comienza mal en el primer parcial —dijo Theo regalándome una dulce sonrisa— Y eso es bueno, así aprendes de tus errores y te preparas mejor para los que vienen, aún tienes dos parciales con los que aún puedes mejorar.
—¡Pachis, va con Vegas!
Theo se sobresaltó un poco viendo a Kyle que él le regaló una maliciosa sonrisa mientras que iba caminando al círculo de combate. Theo hizo una mueca de no estar nada convencido, pero aún así me regaló una sonrisa.
—Ánimos, si se puede —dijo él dándome unas pequeñas palmadas de nuevo en mi espalda y se fue yendo al círculo de combate.
—Ve el lado bueno, al menos esta vez no estás inconsciente para poder ver los demás combates —dijo Mia muy interesada en ver el de Theo y Kyle.
—Yo...quizas...aprovechare el momento para despejarme un poco, Mia —dije regalandole una corta sonrisa señalando una zona un poco alejada y ella me miró preocupada.
—¿Segura?, ¿Quieres que te acompañe?
—No, no, no, tu y Maya quédense, yo al rato regresare, no te preocupes.
—De acuerdo...cualquier cosa, me hablas —dijo ella con una corta sonrisa dándome mi espacio y alargue mi sonrisa agradecida asintiendo.
Yo empecé a caminar alejándome un poco recargandome en uno de los árboles alzando mi mirada al cielo viendo el montón de ramas cruzadas que hacían una bonita capa sobre el cielo.
—De haber sabido que aún no habías hecho la tarea de la maestra Gami, no permitia que te hubieras quedado ayer en mi clase.
Yo volteé a ver a Reto que el igual que yo ya se encontraba recargado en un árbol observandome con seriedad, yo rodeé los ojos mirando de nuevo el cielo.
—Ya he tenido mi regaño con Mia, Reto, como dije se me olvidó por completo.
Él no me respondió nada regalándome un poco de silencio, pero podía sentir su mirada intensa de Reto, volteé a verlo para darme cuenta que de nuevo tiene su mirada directa en mi.
—De acuerdo, bien, aunque me hubiera acordado no lo hubiera hecho, la estaba pasando tan bien que hubiera preferido seguir divirtiéndome que arruinar mi diversión por esas estúpidas tareas, lo admito, ¿Estás contento? —pregunté enfadada y él me alzó un poco la ceja.
—Si pensara igual que tu, estaría en la misma situación que tu, tienes que aceptar que estás en una academia de alto nivel, tus prioridades ahora son los estudios, no estás en un campamento de diversiones.
Saque pocas risas histéricas viendo el cielo de nuevo.
—Que vas a saber tú, eres muy inteligente y talentoso, para ti no debe serte difícil las cosas como a mi —Reto se quedó en silencio sin decirme algo al respecto, yo solté un suspiro cerrando los ojos con culpa— Perdona...es solo que este día...me ha jodido bastante.
—Quería avisarte que aún tienes oportunidad de pasar el primer parcial de la materia de la maestra Gami.
Yo fruncí el ceño abriendo los ojos volteándolo a ver, Reto como yo tiene su vista al cielo entreteniéndose.
—Es difícil creer en tus palabras, la maestra Gami ya debe tenerme en su lista negra.
—Que la hayas insultado no tiene derecho de ponerte una mala calificación en tus demás tareas si las haces como es debido y la sencilla solución para resolver ese problema es que te disculpes con ella por tu grosería. Las tareas valen solo el treinta por ciento de la calificación, el setenta por ciento es realizar un proyecto para presentarlo y al final te dará un examen hablado, si haces todo correctamente sacando un cien limpio, pasas la materia.
Yo abrí en grande mis ojos sorprendida a esa información, aun...tengo tiempo de salvar ese parcial, aun no se en las otras materias, pero me crucé los brazos insegura, sus tareas son un infierno y no me las acepta, no quiero imaginarme en ese proyecto junto con el examen.
—¡Bell dónde demonios está? —preguntaba el maestro Colt a gritos sonando muy enfadado y mire a Reto preocupada, pero él tranquilamente empezó a dirigirse hacia los demás.
—Espera Reto... —dije y él se detuvo volteando a verme, yo le regale una muy corta sonrisa— Gracias...por la información y sobre ayer...las palabras que te dije... —dije empezando a sonrojar y me quedé callada sin saber que decir, maldición.
Pero él me regaló una corta sonrisa.
—No te preocupes, ya estamos a mano —dijo él con muy poca gracia y yo alargué mi sonrisa agradecida.
Él se fue yendo a prepararse para su combate, yo sentí una vibración y saque mi celular para ver el mensaje, maldecí en bajo para ver que el director quiere hablar conmigo después de esta clase, este día no puede mejorar.
***
Ya terminando la clase todos se iban yendo a sus departamentos, yo extendí mi mano hacia Mia suplicándole que me salvara de la plática del maestro Colt, pero ella me hizo una mueca de tristeza al no poder hacer algo al respecto, el maestro Colt le dio un empujón.
—Ya se terminó mi clase, mientras que no sea Salem o Kebrashka no los quiero en mi vista, ya lárguense.
¿Kebrashka? confundida volteé a ver a Dimitri que se puso al lado del maestro teniendo una mirada en mi muy seria...como siempre. Mire a Mia que solo le lanzó una mirada molesta al maestro y sin opción se fue yendo con Maya al departamento.
El maestro Colt me miró con seriedad, yo le sonreí nerviosa sacando mi celular.
—Maestro Colt...no es por apresurar, pero la secretaria...
—Guarde silencio Salem, se bien que el director quiere hablar con usted, pero de mí no se escapa tan fácil, me vale una mierda hacerlo esperar para que usted llegue a su oficina —dijo él frunciendo el ceño con enfado y yo rodeé los ojos.
—Solo ve el punto —dije con enfado dando un paso poniéndome enfrente de él sin ningún miedo— Dígalo, estoy reprobada por no haber ganado el combate como me lo ha advertido —dije desesperada y él se cruzó de brazos tomando una actitud un poco calmada tranquilizándose.
—De cualquier manera ya estaba reprobada desde antes Salem, tenía ese pensamiento loco que quizás hubiera un milagro con usted y pudiera ganarme un combate, pero es tan débil que me da lástima, por esa razón le he pedido a Kebrashka que desde ahora será su entrenador personal, los límites que tengo que llegar por usted —dijo él maestro Colt mirando a Dimitri y él se me quedaba viendo aun directamente— Desde ahora después de todas mis clases se quedara otra hora y media con Kebrashka, tendrá que traerle su cena ya que por culpa suya ya no podrá ir a cenar.
—Maestro, no quisiera quitarle tiempo a Dimitri por mi culpa —dije mirando con gran culpa a mi compañero que él hizo una mueca de disgusto.
—Es Dmitri, no Dimitri —dijo él corrigiendo en pronunciar su nombre exactamente como Mia me lo hizo y yo fruncí el ceño sin ver el error.
—Disculpa, Dimitri —dije tratando de decirlo como él me lo decía, pero él solo rodeó los ojos.
—El joven Kebrashka es uno de mis mejores alumnos Salem, ¿Recuerda que se lo había comentado? —preguntó él maestro y yo le di un asentimiento— Para que no me siga sacando sus idioteces que pierde porque los demás tienen sus dones. Ya reprobó el primer parcial Salem... —dijo él acercando su rostro al mío de una manera amenazante frunciendo el ceño causando que tuviera los ojos entrecerrados— Si pasa lo mismo con el segundo y el tercero, el siguiente semestre estará con un diferente entrenador —yo saque una sonrisa por eso— Haciendo combates con los de la primaria —dijo él sonriéndome y yo borre completamente mi sonrisa— ¿Quede claro?
Yo di un suspiro agotador.
—Me ha quedado claro, maestro Colt.
—Mañana empezarás con ella— dijo el maestro Colt dirigiendo su mirada en Dimitri que le dio un asentimiento.
El maestro Colt sin despedirse se dio la vuelta caminando al edificio de los astros, yo volteé a ver a Dimitri con una sonrisa un poco apenada.
—Así que...serás mi entrenador personal.
—Después de la clase de combate de mañana, quiero que te dirijas al gimnasio de la academia —dijo él casi a órdenes.
—¿Tenemos un gimnasio? —pregunté completamente sorprendida y él se me quedó viendo completamente lleno de frialdad.
—No me hagas esperar.
Él se dio la vuelta empezando a caminar hacia los departamentos sin despedirse. Yo apresure el paso acompañándolo a su departamento, él volteo a verme de reojo y yo le regale una sonrisa amable, él volvió a mirar al frente.
—Me enteré que te seleccionaron para la presidencia escolar —dije para empezar una plática y él seguía callado siguiendo avanzando— Felicitaciones Dimitri.
Él se detuvo volteando a ver con poca desesperación.
—Es Dmitri, no Dimitri. Es ridículo que ni sepas pronunciar ni siquiera un nombre.
Yo me sorprendí un poco de sus palabras, baje la mirada un poco adolorida, él se dio la vuelta groseramente mostrándome la espalda dirigiéndose al edificio, yo lo mire con algo de enfado, parece ser que no soy la única malhumorada. Que culpa tengo yo de que su nombre sea ruso.
Yo llegue a los elevadores, mire incomoda que ahí estaba Dimitri siendo el único que también lo espera, yo mire por los lados, sonó el timbre y él y yo entramos al elevador seleccionando nuestros pisos, yo puse al piso del edén y Dimitri al de Adán.
Las puertas se cerraron, nos quedamos en silencio esperando nuestros pisos, yo tenía los labios muy pegados para no decir una estupidez, pero di un suspiro rendida.
—Para que lo sepas, no es mi culpa no saber ruso para poder pronunciar bien tu nombre, además en la película de Anastasia así la princesa rusa pronuncia tu nombre.
Dimitri dirigió su mirada a mi con una una ceja un poco alzada.
—¿Estás comparando mi nombre con un personaje de una película gringa?
—Solo digo que la película de Anastasia claramente le dice Dimitri como Dimitri, no encuentro mi error en pronunciar tu nombre.
Se escuchó el timbre que ya llegamos al piso de Dimitri, él solo rodeo los ojos negando con la cabeza saliendo del elevador. Las puertas se cerraron y yo me sujete la cabeza estresada, he hecho lo que temía, pero es de sorprenderse como la falta de sueño ocasiona en una persona, pensaba que la ebriedad te convertía en una completa estúpida y parece ser que la falta del sueño también.
El elevador llegó a mi piso, subí mi mirada al techo, solo quiero dormir...qué tan difícil es darme ese pequeño regalo. Llegue al cuarto de espera, le regale una corta sonrisa a la señora Madeline que ella me regaló una dulce sonrisa.
—Pasa Gemma, él ya te está esperando.
—Gracias Madeline —dije dirigiéndome a la puerta de la oficina del director, abrí la puerta y mire al director Galder que me regaló una corta sonrisa.
—Pasa Gemma, por favor, toma asiento —dijo él señalando la silla de enfrente y yo con una sonrisa nerviosa me senté en ella.
Mire su fólder amarillo sobre su escritorio dando entender que siempre está preparado, yo mire como él junta sus manos convirtiéndolas en un puño borrando completamente toda sonrisa mostrando mucha seriedad a la situación.
—He recibido informes que no realizaste las tareas de la materia de economía como la materia de mutación...
—Yo si hice las tareas, pero ella... —dije con mucho enfado, pero el director Galder me señaló su palma.
—Déjame terminar de hablar y después te escucharé, insultaste a un astro sobre su apariencia y dándote la prioridad de salirse de su clase. El maestro Colt ya me ha informado que ya has reprobado el primer parcial, pero que te ha dado un entrenador personal para que te recuperes en el segundo. Aun así, se que vas empezando, pero debes comprender que esta academia es muy estricta. La maestra Gami ya te ha puesto tu segunda falta, la tercera y ya te dará la baja la materia, en economía te afectará en tu calificación por esa simple tarea que no hiciste, se te dificultará obtener una buena nota por ello.
—¿Ya puedo hablar? —pregunte con enfado y el director me dio un asentimiento con una mirada seria no muy convencido a mi tono— Para empezar yo no hice la tarea de economía por está haciendo la maldita tarea...
—No quiero que maldigas, Gemma, si vas hablar hazlo como se debe —dijo él con bastante seriedad y di un gruñido desesperada.
—Estaba realizando la tarea de la maestra Gami... —dije con una gran sonrisa fingida— Que ni pude dormir, ni hacer otras tareas porque se me ha olvidado hacerlas por el mismo problema de esa...tarea que me desagrado bastante... —dije de una manera histérica tratando de decirlo educadamente, pero el director solo seguía con la misma mirada seria— Mia fue un ángel en ayudarme hacerla sufriendo lo mismo que yo, pero todo fue en vano porque esa maestra no recibió mi tarea porque no pude contestar una estu...torpe pregunta —dije frustrada sujetándome las greñas del cabello— ¿Cómo hubiera querido que reaccionara?
—Pero se te dio tiempo Gemma, no todas las clases te toman todo el día, tienes esa materia tres veces a la semana, talleres tres veces a la semana, solo en tus clases de combate son cuatro veces a la semana, pero es porque para nuestra raza es necesario saber defendernos, eso a ti te ayudara bastante.
—¿Ayudarme? —pregunte entre risas histéricas— Esto solo me esta lastimando —dije señalándome a mi misma con mucha tristeza.
—¿A los demás de esta academia los ves mal?, ellos llevan la misma cantidad de materias —me preguntó el director alzando un brazo como si me mostrara a mis demás compañeros, yo me quedé callada cruzando los brazos— Te estoy hablando.
—No —dije desviando la mirada sintiendo las lágrimas del coraje.
—¿Por qué crees que sea la razón?
—No lo sé.
—Solo dime lo que creas.
—No lo se... —dije mirándolo estresada— Quizás sea porque ellos son inteligentes y yo no.
—No es que no seas inteligente Gemma o que los demás lo sean, es dependiendo de sus métodos, es dependiendo de ti —dijo el director diciéndolo de una manera muy seria para hacerme razonar, yo aun así desvié la mirada con mucha tristeza— Te doy todo lo necesario para tus estudios, Gemma, la oportunidad que por la situación económica no pudiste obtener.
—Ese es el problema... —dije sintiéndome totalmente destrozada por este puto problema— Yo...creo que me he acostumbrado a esa vida que... —cerré los ojos sin poder evitar soltar un sollozo— No veo cómo...me pueda convertir en dueña de una empresa.
—Gemma... —dijo el director Galder mirándome con lástima— Mujeres que se encuentran en tu situación anterior la mayoría no tiene ese valor que tú obtuviste para convertirse en una bailarina nocturna por ayudarle a tu madre, te puedo asegurar que ninguna mujer de esta academia tiene ese valor para sacrificar su dignidad para ayudar a su familia, como no existe otra madre como la tuya para haber sacrificado su cuerpo para darte lo mejor.
Yo empecé a soltar lágrimas y empecé a quitármelas con mis dedos tratando de tranquilizarme.
—Vienes de una familia fuerte, incluyendo el carácter de tu padre, no porque hayas nacido de una manera...miserable seas en lo único bueno que vas a vivir, es solo cuestión de darte un empujón, como Mia, Maya, te lo han dado ayudándote, como yo estoy dispuesto... —dijo él señalando a sí mismo regalándome una dulce sonrisa— Hacerlo.
—Pero...la maestra Gami...dijo que si dependo de una persona...solo la voy a afectar y tiene razón...afecte a Mia...cómo afecte... —solté un sollozo cubriendome un ojo tratando de detener las lágrimas ya que en este es en donde sale más— A mi madre...por culpa...mía.
—La maestra Gami no se refería a eso Gemma, a lo que ella se refiere es que no te confies mucho en recibir ayuda, tu no les dijiste a Mia o a tu madre que te ayudarán, ellas lo hicieron porque...les nace hacerlo desde su corazón —dijo él poniendo su mano en su pecho y yo me fui tranquilizando a esas pequeñas bonitas palabras— Ese es el tipo de ayuda que necesitas, estamos dispuestos a dártelo y con ello irás aprendiendo, es como...aprender andar en bicicleta, recibirás ayuda al principio, pero después... —él movió sus brazos como si le diera un pequeño empujón alguien en bicicleta y yo saque una corta sonrisa— Ya lo sabrás hacer por tu cuenta.
Yo trataba de quitarme los moquitos de mi nariz con mi puño, el director Galder agarró una caja de pañuelos y yo le sonreí agradecida agarrando dos, empecé a sonarme la nariz y con el otro me traté de secarme el rostro.
—Para tu problema de memoria yo te aconsejo que utilices una agenda.
—Yo...no sé...cómo se utiliza... —dije mirándolo con pena tratando de tranquilizarme.
—No te preocupes, yo te enseño, tienes dos maneras, utilizar la de tu celular o en mi consejo, la física, Madeline puede darte un gran ejemplo mostrándote mi agenda. No te asustes al ver todas las horas escritas, es lo más normal en mi puesto.
Yo saque muy pequeñas risas.
—Yo...la tengo en mi mochila, sabia que servia para algo...pero como no se utilizarla...solo me la llevo paseando... —dije abriendo mi mochila sacando mi agenda y el director se acercaba más a su escritorio viendo mi agenda.
—Vamos a anotar tus pendientes de esta semana, ¿Te parece? —preguntó él agarrando una pluma y yo le asentí sonriéndole— ¿Tienes algunas tareas para mañana?
Yo di un suspiro espanto poniendo mi mano en mi pecho
—Tengo tareas que entregar para el maestro Natt y no las he hecho...
—No te preocupes, solo por esta situación le diré que te de más tiempo, pero solo por esta vez y cuando te diga la fecha las va a anotar...
***
Pasando el tiempo al haber terminado de preparar mi agenda, la cerré con gran sonrisa.
—Creo que ya es todo —dijo el director sonriéndome juntando sus manos formandolas en un solo puño como es su costumbre— Recuerda, este apenas es el primer parcial, no pasara nada grave si repruebas, puedes recuperarte en los demás parciales, pero... —dijo él mostrándome su índice.
—No me confíe, lo se, lo se, no pasará —dije guardando la agenda en mi mochila, después lo volteé a ver, me sujetó la barbilla mirándolo con curiosidad y alzo la ceja sacando pocas risas.
—¿Sucede algo Gemma?
—Es solo que...tengo una duda, usted como todos los potestades debe tener una hija cierto —dije alargando mi sonrisa y él la borro completamente sobresaltándose un poco a esa pregunta.
—Estas...en lo correcto —dijo él con una sonrisa algo fingida y fruncí el ceño por ello estando completamente confundida.
—Si usted conoció a mi padre y los demás padres de mis compañeros celestes, ¿Cómo es que su hija no está en mi grupo celeste? —en ello me espante— ¿Su esposa dio a luz antes como dice la regla o después? —yo me señale a mi misma— No me importará si su esposa desobedeció esa regla director Galder...
—Ella no se encuentra aquí —dijo de una manera cortante, pero aún así tratando de decírmelo de una manera amable, yo me quedé extrañada con esa contestación.
—¿No se encuentra aquí?, ¿Está estudiando en otra parte?
—Algo...parecido.
—Oh...me hubiera gustado conocerla, director Galder, debe ser un buen padre, se nota por...la forma en como me regaña —dije con una gran sonrisa con algo de gracia y él me sonrió con algo de ternura— Y también en la forma en que ayuda, aunque...la verdad no se si...así es como se comportan los padres, después de todo... —baje la mirada con una sonrisa muy apenada— No...viví con uno para saberlo con exactitud, pero... —dije volteando a verlo— Lo vi en películas y caricaturas y usted...se comporta como esos papás buenos.
Pero guarde silencio al mostrar un poco de preocupación al ver al director Galder aun con esa sonrisa fingida, pero con los ojos llorosos.
—Director Galder...¿Se encuentra bien?
Él dio un fuerte respiro rascando su garganta.
—Si...yo... —parpadeo varias veces subiendo la mirada al cielo— Estoy bien Gemma, agradezco tu preocupación, ¿Necesitas algo más de mi?
Yo hice una mueca, no se si sea buen momento, me pareció extraño que de repente se mostrara de esa manera, pero...recuerdo las palabras de Dalai, no puedo dejarlo pasar, tengo que aprovechar el momento ya estando con el director.
—Director Galder...puedo...quitarle...un poco más de su tiempo, quisiera hablar con usted sobre unas compañeras mías.
El director mostró seriedad sabiendo un poco lo que se trata.
—Puedes tenerme toda la confianza, ¿Qué sucede con ellas?
—Yo...creo que conoce a todos sus alumnos, pero aun así le preguntare, ¿Conoce a Scarlett Heaven?
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