22. Fama Potestad
Me salí del cuarto dando un gran bostezo, aún estaba en pijama ya que mi clase ecuestre es un poco más tarde, además que decidí desayunar algo simple para no haber tenido que despertarme temprano por culpa de la cafetería, fui directo a la cocina al escuchar ruidos y al entrar mire a Mia teniendo su uniforme de toda chef.
Tiene una filipina de mangas cortas color gris oscuro con botones plateados, su pantalón es oscuro teniendo unos zapatos igual de ese tono, tiene su cabello totalmente recogido teniendo encima su pequeño gorro de chef blanco, junte mis manos al ver ese sombrerito y quererle robar para probármelo.
—Buongiorno —dijo ella volteando a verme con una larga sonrisa dulce alegrándome el día y yo le sonreí un poco.
—Buongiorno —dije poniéndome a su lado para ver que se puso los guantes para el horno, se escucho un timbre y Mia como una bala fue abrir el horno sacando una charola con croissants, yo me saboreo los labios al oler tal delicia.
Mia los dejó en la cubierta, se quitó los guantes, después puso sus dedos índices en los dos croissants y usando su don los encogió como si se los fuera a regalar a un ratón.
—Pero, ¿Qué haces? —pregunté con bastante confusión viendo con gran tristeza a esos croissants perdidos— ¿Piensas dárselos a los ratones?
Mia saco pocas risas mirándome con ternura.
—No ragazza, los encogí para que se enfriaran más rápido —dijo ella ahora dirigiéndose a otra mesa cogiendo una vasija hondo que parecía contener chocolate, fue a un cajón abriéndola sacando una jeringa de cocina y la insertó en el chocolate succionándola para que esté dentro del artefacto— Para así poderte acompañar el desayuno.
Yo me sobresalte un poco, junte mis manos mirándola como una santa salvadora, ella puso sus índices en los croissants de nuevo usando su don agrandándolos, pero del doble tamaño que estaban antes, después de eso les inyectó el chocolate y yo para ayudarla fui por los platos, ella me sonrió agradeciéndome y puso un croissants en cada plato.
—No debiste molestarte, pensaba hacerme el desayuno —dije con una sonrisa muy agradecida por lo que hacía.
—No seas goffo, además es lo mejor que puedo hacer para ayudarte, al haber llegado muy exhausta en la noche yéndote a dormir por los castigos del maestro Colt del siglo XVIII —dijo ella mirándome con lástima agarrando las dos tazas de café y empezó a caminar hacia el comedor.
—Uff, no sabes el día agotador de ayer, tengo que contarte tantas cosas —dije poniendo los platos al llegar al comedor.
—Fue suerte que hice el desayuno —dijo Mia alargando su sonrisa con gran interés dejando las tazas en la mesa y se sentó en la silla poniendo sus codos en su rodillas y sus manos en sus mejillas— Cuenta, cuenta.
Yo saque pocas risas tomando asiento moviendo un poco la silla para estar más cerca de ella y pueda escucharme mejor.
—Ya sabes lo que sucedió con Reto, tenías razón en que iba a venir a disculparse conmigo.
—Ragazza, ya te lo he dicho, yo siempre tengo la razón —dijo Mia con una sonrisa arrogante señalándose a si misma.
—Arrogante —dije en broma dándole un pequeño empujón de juego y ella sacó pocas risas.
—Pero no me dejes con la duda, ¿Cómo se ha disculpado?, ¿Dónde?, ¿Se veía muy apenado...
—Espera, espera, a eso voy, paciencia Mia —dije mostrándole mis palmas para que me diera la palabra— Fue cuando me lo encontré jugando tenis contra Dimitri...
—Dmitri —dijo Mia de repente interrumpiendo corrigiendo en una palabra, pero yo alce la ceja un poco confundida.
—Por eso, Dimitri.
—No, no, es que lo estás pronunciando mal —dijo Mia con una pequeña mueca y yo fruncí el ceño al no encontrar mi error— Estas diciendo Dimitri, cuando es Dm...itri —me lo dijo de manera lenta para que pueda escucharla.
—Por eso, Dimitri —dije desesperada y Mia empezó a mostrar frustración.
—Lo estas diciendo con una i de más cuando no la tiene, es Dm...itri.
—Pero no te entiendo si estoy diciendo todas las i que tiene, Di...mitri, no le encuentro el error —dije con algo de frustración por esto y Mia solo saco un suspiro desesperada.
—Como sea, continua, te encontraste con Dmitri jugando con Reto en un partido de tenis —dijo ella cambiando su expresión alzando sus cejas con una sonrisa pícara— Un clásico partido, tuviste suerte, ¿Quién ganó?, uff, para que pregunto, debió ser Reto si no me equivoco.
Yo me mostré confundida al haber adivinado.
—Si...¿Cómo lo supiste?
—Gemma, ¿En verdad no has visto algunos potestades en la televisión o en revistas? —preguntó Mia con una ceja alzada mostrando confusión— Digo...yo sé que tratamos de mantener nuestros dones escondidos ante los humanos, pero no significa que seamos invisibles.
—Ahora que lo dices si tenía esa duda... —dije pensativa sujetándome la barbilla alzando mi mirada al techo— He visto a Scarlett en las pantallas del times square y en las portadas de unas revistas.
—¿Además de ella? —preguntó con una pequeña mueca al solo escuchar el nombre de esa maldita.
Mire a Mia tratando de recordar si de casualidad a ella la he visto en alguna parte, pero subí los hombros negando con la cabeza.
—Lo siento Mia...pero...no teníamos para pagar el periódico o buena señal para poder ver bien los canales de la tele para poder informarnos.
Mia de nuevo puso esa cara de lástima, la típica de tener los ojos brillosos queriendo llorar por mi vida miserable y los labios teniendo un arco del cual su labio inferior está temblando al aguantarse su drama, yo desvié la mirada al no agradarme esa cara, me hace sentir...muy inferior.
—No te preocupes bambina, para eso está tu gran amiga para informarte —dijo Mia borrando esa expresión con esa sonrisa llena de alegría que tanto me gusta de ella, siendo tan amigable y generosa — Como me has dicho, tristemente has visto a esa puttana en las pantallas de times square, eso es porque es una de las modelos más famosas del mundo, lo fue su madre también...en sus tiempos —dijo ella con una sonrisa de burla y yo alce una ceja al no entender el chiste— Oh Gemma...si hubieras estado ayer en el cuarto de cine... —ella empezó a reírse y seguía estando totalmente perdida— Theo...me hizo el día, puso a Scarlett en su lugar.
—Explícate —dije sonriendo con gran interés poniendo mis manos sobre mis rodillas acercando mi rostro al de Mia para poder escucharla mejor.
—Todo empezó porque la puttana te insulto, yo ya estaba pensando en cómo hacer que se arrepintiera por ello, pero Theo me dijo que se iba a encargar y si que lo hizo, le dijo a Scarlett que fuera a pedirle permiso a nuestra serafina para que él pueda utilizar su don en la madre de Scarlett, ya que por las tantas cirugías que se ha hecho en sus pechos insertándose pelotas de silicona que... —ella de nuevo empezó a reírse— No se les fuera a caer por la vejez.
Mia se echó a reír, yo la mire con seriedad al que no me este causando gracia, ella alzó una ceja extrañada deteniendo completamente su sonrisa mostrando demasiada confusión al que no me este riendo con ella.
—¿No entendiste el chiste?
—Si Mia, lo entendí —dije cruzándome de brazos— Pero no me parece gracioso —Mia frunció el ceño estando completamente perdida— Mia agradezco que Theo me defendió, pero lo peor que me pueden hacer a mi es insultar a mi madre, no se lo deseo a otros.
Mia empezó a sacar pocas risas mirándome incrédula, yo la mire con poco enfado y ella estaba completamente impresionada de mi actitud quedándose callada.
—Gemma...es muy respetuoso lo que me dices, pero...no creo que la madre de Scarlett se merezca ese respeto, créeme que no. Además...lo que dijo Theo no se puede considerar insulto ya que...pueda que sea un gran consejo para la madre Scarlett —dijo ella sacando su celular.
—No me sorprendería que la madre de Scarlett tenga la misma grosera actitud de su hija, de algo Scarlett debió sacar esa arrogancia, pero mi madre me enseñó que todas las personas malditas tienen su merecido al final, por eso no debemos...
Me calle repentinamente apartándome del celular de Mia teniendo un rostro de espanto al ver que me enseñaba una foto de una mujer, sus labios...parecían las de la señora papa muy relleno que en el cualquier momento se pueden despegar de su boca, su piel parecía una tela muy ligera transparente para que sus venas se resalten demasiado, sus ojos...hice una mueca de gran terror al ver que parecían canicas de muñeca, pero...no de las bonitas y su nariz...me agarre mi nariz para verificar que estuviera muy ajustada a mi rostro porque la de esa señora estaba puesta de un modo que en cualquier momento iba caerse.
—Eso que solo te enseñe una foto del cuello para arriba —dijo Mia guardando su celular— Esa mujer ha tenido más de cien cirugías plásticas Gemma, bótox en todo el cuerpo, pelotas de silicona en sus pechos y trasero, su don de poder enflacar de una manera excesiva empeora mucho su imagen, lo peor de todo es que aún la consideran como una de las mujeres más hermosas, no le quieren quitar ese título, pero yo digo que Scarlett tiene algo que ver, debe amenazar a cualquier medio para evitar que su madre le sea quitado el título.
Yo aun así saqué una corta sonrisa.
—Ves...Mia, Scarlett puede ser una maldita, pero como toda hija se preocupa por su madre.
Mia me sonrió de una manera incrédula.
—Ragazza si Scarlett hace eso es porque no quiere pasar la vergüenza que a su madre le quitaron el título de ser una de las mujeres más hermosas a que ahora parezca una momia viviente.
—Mia —dije con algo de enfado regañándola por haber insultado de esa horrible forma a la madre de Scarlett.
—Vamos, admítelo que parece que tiene 70 años en vez de 48.
—No me gusta este tipo de insultos, te doy toda la libertad de insultar a Scarlett, yo también lo he hecho, pero a su madre...espera... —dije alzando las cejas— ¿Tiene 48 años?
—Si Gemma—Yo me quedé atónita, no me la puedo creer esa señora tiene 48 y por las cirugías parece que tiene...como 70, es como si hubiera tratado de operarse para parecer más joven, pero no le funcionó empeorando las cosas.
—Bueno, quizás...lo que dijo Theo pueda sonar como un consejo, pero...había otras maneras de decirlas —dije con una sonrisa nerviosa y aún así Mia se echó a reír, yo sin evitarlo me reí con ella.
—Ya, ya, ya que no te causo mucha gracia el chiste amargo para ti, te diré lo que iba a decirte sobre Reto —dijo Mia tratando de tranquilizar esas risas— La razón por la cual pude adivinar quién había ganado el partido fue por... —dijo ella de nuevo tecleando su celular— Por esto.
Me mostró la pantalla de su celular, me sobresalte un poco al ver a Reto, pero...parecía tener un pequeño disfraz, en esa foto su cabello lo tiene corto por arriba de las orejas de alguna manera se ve un poco diferente con ese corte y sus orejas puntiagudas parece ser que se las escondió de alguna manera para tenerlas como yo y sus ojos, hice una mueca al ya no parecer tan llamativos con esos lentes de contacto color verdes que tiene, ni siquiera los tiene de diferentes color como a mi me gusta, parece que el propósito era que pareciera...humano.
En sí en la foto aparece teniendo su uniforme de tenista con una medalla de oro en su cuello.
—Él...ha ganado una medalla de oro en concursos —dije alargando mi sonrisa y Mia me asintió.
—Así es, Reto no solo ha ganado eso, también ha ganado en concursos de arte —dijo Mia empezando a buscar otra imagen de su celular, me mostró una y me quede perpleja al ver a Reto ahora con un traje estando a lado de un gran canva que podía medir el doble de él teniendo de una bellísima pintura que parecía ser una historia griega por las muchas criaturas mitológicas que aparecen en la pintura.
—Reto se ganó que esta pintura se encontrara en el museo del padre de Theo en Atenas —dijo Mia con una corta sonrisa bloqueando su celular y yo me sobresalte.
—¿Disculpa?, dijiste que...el padre de Theo...¿Tiene un museo?
—Si, Museo Olimpo, es uno de los museos más famosos en Grecia, el padre de Theo, Luca Pachis es el dueño, se supone que Theo es el heredero, cosa del cual Theo tiene algunas complicaciones con su padre sobre eso —dijo Mia haciendo una pequeña mueca— Parece ser que ahora será el primo de Theo quien administrará el museo en un futuro.
Yo puse una mano en mi frente sin poder creérmelo o parpadear por lo que me acabo de enterar.
—No...lo puedo creer...Theo...tiene un museo.
—Pensé que ya te lo había dicho —dijo Mia extrañada— Además como Reto tiene su fama en no solo ser un gran tenista o pintor, es el futuro gerente de la gran empresa Sonne, reemplazará a su padre una vez que se gradué de la academia Angelus.
Yo me sujete el pecho infartada al oírla respirando todo el aire que había a mi alrededor por el impacto, Mia alzó una ceja empezando a extrañar de mi actitud.
—Hablas...de la empresa Sonne...los relojes suizos...la empresa de la familia...Bell...
—Si... —dijo ella tratando de averiguar qué es lo que me sucede.
—Reto...es de esa familia...Bell.
—Acaso...hay otros que se apellidan así —dijo ella algo pensativa sin estar muy segura.
—Claro que hay muchos que se apellidan así Mia, en mi país es un apellido popular, pense que Reto era de los muchos que se apellidaban Bell, pero nunca pensé que por esa familia que tiene de esa empresa —dije con algo de enfado que Mia se apartó de mí un poco asustada juntando sus manos en forma de puño siendo cuidadosa.
—¿Porque...pareces enfadada por ello? —pregunto ella estando completamente confundida y yo me crucé de brazos entrecerrando los ojos como si estuviera en una escena dramática, recordando ese mal suceso de mi familia, dónde puedo imaginar a mi abuela tratando de hacer una alianza con esa empresa, pero solo salio insultada.
—Mi abuela trató de hacer una alianza con la empresa Sonne, tenía la idea de que esa empresa pudieran diseñar relojes para que ella con la joyería de su empresa así poder crear perfectos relojes de mujer, pero el que debe ser abuelo para Reto rechazó la oferta diciéndole a mi abuela que su empresa era barata y con productos de bajo calidad para tener una alianza con ella.
—Oh...ya capisco, Gemma, no creo que lo hayan hecho con esa intención —dijo Mia sonriéndome, pero yo la mire con poca amenaza a esas palabras— Ya sabes, tenemos reglas en tratar de no tener toda la comunicación posible con un humano, el abuelo de Reto al ser potestad no podía tener una alianza con tu abuela ya que ella era humana.
Yo empecé a comprender las cosas borrando todo mi enojo.
—Mia...tienes razón —dije con una pequeña sonrisa en darme cuenta— No puede ser, pensé que mi madre fue de las pocas humanas en conocer a un potestad, pero mi abuela también lo fue.
—Si Gemma, además ya que eres mestiza, una vez que tengas la empresa de tu familia...quizas tu y Reto puedan ponerse de acuerdo —dijo ella alzando una ceja con una sonrisa picara y yo alargué mi sonrisa por la idea, en eso Mia vio de nuevo su celular al sentir una vibración, se sobresaltó un poco mostrando un rostro de poco espanto— Vamos bambina, tratemos de desayunar lo más rápido posible, debo irme en una hora.
Yo le di un asentimiento dándole la primera mordida a mi croissant, pasando el tiempo le contaba lo sucedido con Maya y Kyle junto con su pareja, Mia y yo ahora estábamos en la cocina y yo le ayudaba a limpiarla.
—Ugh, se bien de que puttana hablas, Melody, Kyle y ella son inseparables, algunos dicen que es el destino que se casen, sobre todo al que tengan los dones tan parecidos —dijo Mia limpiando de las cubiertas de la cocina con un trapo.
—Sabes, no me has dicho que don tiene Kyle —dije pensativa mientras que fregaba los platos y Mia hizo una mueca a esa pregunta.
—No es peligrosa como la de Leon, pero si es todo un fastidio —dijo ella poniendo el trapo en su lugar, en ese momento yo terminaba de lavar los trastes poniéndolos en el escurridor y Mia agarró la secadora empezando a secar— Hipnosis, si le miras directamente a los ojos a Kyle puede hipnotizarte teniendo bajo su control, lo mismo con Melody, pero con ella es usando la voz.
—Oh...¿Cómo las sirenas? —pregunte con una corta sonrisa de emoción y Mia sacó una pequeña sonrisa de ternura.
—Exacto bambina, como las sirenas, cuando Kyle y Melody se conocieron, se amaron con solo enterarse que su don son parecidos. Es algo común entre lo potestades si conoces alguno con un don parecido a ti, es muy probable que ese sea tu alma gemela.
—Me parece...algo superficial, ¿No crees? —dije con una ceja alzada empezando a poner los platos secos en su lugar.
—No se...yo creo que es verdad, sobre todo con los metamorfos, cuando su animal es de la misma categoría, por ejemplo hay unos metamorfos con la capacidad de transformarse en equinos y a veces me toca verlos en los jardines... —dijo Mia con una tierna sonrisa alzando su mirada al techo como si ya tuviera la imagen de esos dos jóvenes— Si los vieras...se ven tan tiernos juntos. Yo creo que si tienes la suerte de conocer a alguien con un don parecido al tuyo...puedas tener más conexión con él.
Yo me quede pensativa en sus palabras, Mia miro de nuevo su celular y empezó a sentir todo la presión encima mirándose entre sí fijándose que no estuviera manchada.
—Debo irme, nos vemos en la noche bambina —dijo ella viniendo a darme un beso en mi mejilla y yo con dulzura le di uno en su mejilla también— Para poder terminar de escuchar todas tus aventuras y te ayudare a revisar la tarea de la maestra Gami.
Yo me paralice con espanto al escuchar lo último, pero Mia sin notar esa expresión de mi por la prisa se salió de la cocina, yo me sujete las greñas del cabello, ¡La tarea de la maestra Gami!, empecé a sentir como el estrés invadía mi cuerpo, ¡Se me ha olvidado por completo y es para mañana!, yo saque mi celular viendo la hora.
Once en punto, tengo una hora para prepararme para mi deporte ecuestre, del cual son tres horas...que saldría a las dos en punto, que con la comida es una hora estando con mis amigos saldría a las tres en punto y mis clases de ballet empiezan a las seis en punto, teniendo así cuatro horas libres y saliendo de la clases de ballet toda la noche, si se puede terminar esa horrible tarea.
***
Llegue al establo ya alistada para ir con Celeste y Maya, baje la mirada viendo los pedazos de zanahoria que corte guardados en un topper, recuerdo que cuando era niña veía en las caricaturas que ponían que la zanahoria era otra fruta favorita de los caballos. Antes de llegar al cuarto de Celeste, pude sentir que alguien se puso enfrente mío bloqueandome el camino.
Alce la vista para ver a Melody con sus amigas al parecer que todas ellas me miran con seriedad teniendo a sus monturas a su lado, yo aun así trate de sacar una sonrisa amigable sin querer tener problemas con ellas. Pero Melody solo frunció el ceño mostrando disgusto cruzándose los brazos.
—Sus caballos son muy bellos... —dije tratando de ser amable con ellas, pero no lograba nada con ello, me rasque la garganta mirando a Melody directamente— Escucha...espero...que te hayas dado cuenta que...utilizar el cuarto de mi caballo para tener sesiones con tu novio...
—Ugh, mejor cierra el hocico quieres —dijo ella con enfado y yo me sobresalte un poco a su actitud tan grosera— Solo te dejaré una cosa en clara sangre sucia —ella puso su índice en mi pecho y yo empecé a mirarla con seriedad— La india de tu amiga puede ser mi punto débil al que no pueda escuchar mi voz celestial —dijo señalándose a si misma cerrando los ojos con una sonrisa llena de arrogancia y yo alce una ceja— Pero tu no —dijo ella con enfado picándome su dedo índice con poca fuerza— Puedo encontrar mil maneras de dañarte sin que ella tenga que estar contigo como tu perro guardián.
—Yo no utilizo a Maya como mi perro guardián, ella es mi amiga —dije con enfado dando un paso al frente sin mostrar ningún miedo y Melody solo me regalo una sonrisa de burla poniendo sus manos en su cadera.
—Es lo mismo si alguien es amiga de esa defectuosa con esa mala actitud, además si no habla es como un animal—Yo apreté los puños queriendo golpearla, pero resistía en no hacerlo, ella bajó la mirada viendo mis puños y sacó una pequeña risa de burla— ¿Quieres golpearme por lo que he dicho?, defender a tu amiguita, vamos, inténtalo, por algo la india debe protegerte, al que las dos sean igual de animales.
Sus amigas sacaron pocas risas burlándose de mí, yo apretaba los dientes, pero baje la mirada rendida tratando de calmarme, no...puedo...arriesgarme, ella y sus amigas tienen dones y yo...solo sera en vano lo que haga. Sentí unas pequeñas palmadas en mi cabeza.
—Bien pensado, gata —dijo ella y sus amigas seguían riéndose, yo le aparte de su mano bruscamente y ella empezó a reírse, ¡Pero si es igual de maldita que Scarlett!— Manténte junto con tu sucio animal con pulgas alejada de los demás monturas o jinetes, y habló del caballo, pero si puedes con tu amiguita sería mucho más ayuda.
Melody pasó al lado mío jalando la cuerda de su caballo, sus amigas pasaron igual al lado mío, yo baje la mirada mostrando mucho enfado sujetando el topper con mucha fuerza. Me siento tan...vulnerable en que no puedo hacer algo al respecto, Maya, Mia o Theo me tienen que defender como si realmente fuera una completa inútil sin poderse defender al no tener don, por eso están haciendo que mis amigos los vean como mis perros guardianes cuando yo no quiero eso.
Pero sin poder hacer algo al respecto seguí mi camino, sonreí un poco al ver que Maya ya está en el cuarto de Celeste aseandolo, ella volteo a verme y tratando de quitarme todo el enojo de encima señale el topper.
—Te traje una sorpresa Celeste —dije con una larga sonrisa y el se emociono un poco viniendo hacia a mi olfateando el topper, empezó a morderlo queriéndomelo quitar y empecé a reírme jalando el topper— Oye, no, no seas tramposo, esto es cuando te haya dado todo tu baño.
Maya dio un silbido, las orejas de Celeste se pusieron firmes al escuchar el sonido, fue directo con Maya y ella empezó acariciar de su hocico controlandolo, yo me quede de boca abierta y ella volteo a verme con una corta sonrisa, me señaló sus labios y después me señalo a mi.
Yo entendiendo que intentara, di un silbido, de nuevo Celeste pusos sus orejas firmes volteandome a ver, yo extendí los brazos para querer abrazarlo. El solo me dio un soplido sacudiendo un poco su cabeza y se quedó quieto estando con Maya, ella me dio otra seña que lo intentara de nuevo.
—Vamos Celeste, ven conmigo —dije con poca súplica agitando los brazos y di otro silbido un poco más fuerte. Celeste se me quedó mirando, empezó a venir conmigo y yo alargué mi sonrisa, puso su hocico enfrente de mi rostro y yo fui abrazarlo de su gran cabeza— Esa es mi estrella —dije cerrando los ojos tratando de darle todo mi cariño, le di un beso en su frente— Te quiero.
Yo sin poder olvidar lo que sucedió hace rato, empecé a sentir como se juntaban lágrimas en mis ojos, respire hondo tratando de tranquilizarme sin querer que Maya me viera llorar, no me sorprendería que tuviera dudas de mi actitud, pero otros pensamientos oscuros empezaron a venir por mi mente, de cómo la academia me ve, los malos tratos, los insultos, los problemas en las materias, las tareas que no he hecho, de cómo el maestro Colt me amenazo que si no le ganaba un combate me iba reprobar, que...madre no este conmigo, problemas...que...no les encuentro una solución.
Fui soltando unas pocas lágrimas pudiendo sentir que por culpa mía estaba mojando un poco el pelaje de Celeste, el empezó a sacudir su cabeza de un modo que se zafo de mi abrazo del cual eso me hizo sentir aun peor al que pareciera que también a los animales los molesto, sentí como el empezó a lamerme de las mejillas tomándose mis lágrimas, yo abrí los ojos un poco sorprendida y el tiene sus labios pegados a mi mejilla todavía lamiéndome las lágrimas, yo mire a Maya que ella se cruzó de brazos mirándome con una corta sonrisa, pero en su mirada un poco de lastima por mi. Ella sin hacerme ninguna seña, se dio la vuelta saliendo del cuarto de Celeste dejándome a solas con el.
Ella debe saber bien que estoy devastada por mis problemas, como para no querer hablar de eso, necesitar un poco de espacio para estar a solas, porque como yo ella se debe sentir así a veces, pero...alargue mi sonrisa con ternura al sentir como Celeste froto un poco su cabeza a la mía mostrándome su primer gran cariño, ahora sé que este lugar, estos maravillosos animales, es su gran medicina para quitarse toda esa tristeza encima.
—No se...si fue porque realmente me estas consolando...o por los pedazos de zanahoria, pero...te lo has ganado —dije apartándome de el abriendo el topper y Celeste dio un pequeño relincho emocionado dando pequeños saltos, saque pocas risas sacando el primer pedazo dándoselo a su boca y el empezó a comerse los pedazos muy alegre.
***
Terminando la clase, Maya me envió un mensaje que me adelantara a la cafetería, que tenía que quedarse para terminar unas cosas con Nahual, yo le di un abrazo de despedida a Celeste y me fui adelantando a la cafetería, pensando que después estaré sufriendo haciendo tarea.
Iba pasando por el camino donde están los guardias cuidándonos, pasando ese camino llegue a los jardines de la academia, iba dirigiéndome a la cafetería para ver a Theo.
—¡Gemma, Gemma, Gemma!
Escuche unos pequeños gritos agudos que me llamaban, yo me detuve sonriendo al reconocerla, yo me volteé para ver a Venus que venía corriendo hacia a mi haciéndome señas de saludo con una gran energía y felicidad, alargue mi sonrisa con gran ternura al ver que una amiguita suya la acompañaba siguiendo sus pasos mientras que las dos corrían.
Venus y su amiga llegaron conmigo un poco exhaustas, yo me hinque a su altura sonriendoles con dulzura.
—Venus, pero que gran sorpresa me has dado de verte —dije dándole pequeñas palmadas a su cabello de algodón, ella sonrió con poca timidez sonrojándose y mire a su amiguita que ella apenada se escondió detrás de Venus.
Me quedé maravillada al verle su cuello que tiene pocas plumas de un rosa violeta incrustadas, daban un brillo mágico que con la luz del sol cambiaba de un tono naranja y rojizo en diferente perspectiva, su color de ojos son bastantes oscuros como el carbón y su cabello es alargado liso siendo castaño.
—¿Es tu amiguita? —pregunté sonriéndole con dulzura y ella se escondió más detrás de Venus cubriéndose el rostro con pena.
—Si, se llama Sienna, es muy tímida y no creo que te hable, es mexicana y aun no aprende hablar bien el inglés. Yo sé pocas palabras en español gracias a ella, pero aun así ya le dije que eres de confianza.
Yo junté mis manos mostrando mucha ternura.
—¿Es de tu salón?
—No, Sienna es mayor que yo por dos años —yo me sobresalte un poco viendo a la pequeña niña por su estatura— Es que esta chiquita como yo al ser una metamorfo de un animal pequeño, es un colibrí y por eso esta chiquita. Los metamorfos de animales pequeños es común que nazcamos con la estatura pequeña, algunos.
—Como dicen, la edad no importa, yo las veo que van a tener una gran amistad a simple vista —dije con una sonrisa y Venus alargó su sonrisa por mis palabras, Sienna subió un poco su mirada viéndome y yo le regale una gran sonrisa mostrándole mis dientes para que tuviera confianza en mi. Ella me regaló una pequeña sonrisa muy tímida sonrojándose y empezó a susurrarle a Venus unas cosas en su oído.
Venus y Sienna se rieron como pequeñas traviesas cubriéndose la boca, yo alce una ceja poniendo mis manos sobre mi cadera con una sonrisa sin saber si estaban hablando sobre mi, dejandosela pasar al ser unas pequeñas inocentes.
—Parece ser que los fines de semana son sus días libres para divertirse juntas.
—Si, Sienna y yo nos podemos ver todos los fines de semana incluyendo los viernes para nuestra clases de control con nuestro alfa, ya íbamos a nuestra clase, pero te vi y quise saludarte, además de... —ella bajo su mirada sonrojándose como un tomate balanceándose de un lado a otro, yo hice mis manos en forma de oración por tanta ternura que en cualquier momento iba a desmayarme a tanta dulzura— Quería agradecerte por haber estado ahí conmigo...cuando me sentía triste por la muerte de mi oruga pavo real.
Yo puse una mano en mi pecho, empecé acariciar su caballo con cariño y ella me sonrió con una dulce sonrisa agradecida.
—No me tienes que agradecer, puedes contar conmigo, Venus, y también lo digo para tu amiga, aunque no pueda entenderme —dije regalandole una sonrisa que ella alzo una ceja sin saber lo que estoy diciendo.
Venus dio un pequeño salto sonriendo con gran alegría, yo aparte mi mano un poco asustada y ella me tomó de las muñecas.
—Y si vienes con nosotras a nuestra clase Gemma, quiero que mi manada te conozca, nuestro alfa te tiene confianza, te dejara estar con nosotros, serás una invitada.
Yo me sobresalte un poco, Sienna también pareció sorprenderse, pero aun así saco una sonrisa al gustarle la idea igual tomándome de las muñecas como su amiga jalandome un poco los brazos.
—Niñas, niñas, me siento muy halagada —dije con una sonrisa nerviosa— Yo encantada en ir, pero tengo que... —Venus empezó a borrar su sonrisa mostrando algo de tristeza y Sienna al ver eso de Venus, también empezó hacerme ojitos mostrando tristeza, yo hice una mueca, mire por donde estaba la cafetería— Que mas da, les enviare un mensaje —dije sonriendoles a las niñas con emoción a su gran idea y ellas me sonrieron— Vamos.
Las niñas alegremente empezaron a guiarme por donde está su clase, solo espero que Reto no le moleste que las acompañe en su clase, por lo que sucedió ayer que se supone que ha quedado en el olvido.
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