18. Musa bailarina
Extendí mis brazos con una sonrisa de arrogancia entregándole todas mis tareas a la maestra Gami, ella agarró las hojas empezandolas a hojear, ella alzó una ceja mostrándose un poco asombrada.
—En todos mis años de trabajo...nadie me había entregado trabajos con tanta excelencia —dijo ella volteando a ver con algo de admiración y yo sonreí apenada encogiéndome de hombros— Jovencita Gemma, la felicito, denle un aplauso, se lo merece —dijo ella sonriendo un poco empezando aplaudir y los demás también.
—Oh...no hay necesidad... —dije abanicándome sintiendo mi rostro muy acalorada al haberme sonrojado.
Reto estando a mi lado alargó su sonrisa mostrándome un pulgar que había hecho bien.
—Oh...mi bambina...estoy tan orgullosa —dijo Mia desde su lugar quitándose las lágrimas de orgullo.
Escuchábamos unas carcajadas, todos nos callábamos al ver a Leon que se atacaba de la risa que hasta su amigo Kyle lo mira con seriedad, no encuentro la gracia en esto como los demás.
—Joven Leon, ¿Cuál es la gracia? —preguntó la maestra seriamente hacia él haciéndome el favor y yo me crucé de brazos enfadada mirándolo esperando una respuesta.
Leon puso su mano en su pecho tratando de tranquilizar para recuperar el aire.
—Sin duda alguna una de las mejores jodidas ideas de toda mi maldita vida —él volteo a verme fingiendo una mueca de tristeza— Es una lástima que se vaya a terminar, conejita.
Yo fruncí el ceño a sus palabras y empecé a sentir un temblor en todo un lugar, ¡Un terremoto?, sujeté la mesa con espanto al sentir los temblores en todo mi cuerpo.
—Gemma Adelaida Salem, despiértese.
***
Me levanté de golpe mirando por los lados asustada, mire como todos tenían su mirada fija en mi mostrando seriedad o burla, Mia puso una mano en su frente negando con la cabeza con los ojos cerrados al estar un poco decepcionada por la gran tontería que hice, maldición...me he quedado dormida en clase, ¡Fue un sueño!, mire con algo de molestia a Leon que él se cubría la boca aguantando las ganas de reírse que hasta Kyle frunció el ceño mirando a su amigo con extrañeza, pero claramente la maestra no se veía nada alegre teniendo una mirada muy fría en mi.
—Le agradezco por haberla despertado, joven Reto —dijo la maestra caminando hacia a mi y me fui tensando mirando a Reto que solo dio un asentimiento dirigiendo su mirada en el libro.
La maestra se puso enfrente de mi mesa, yo volteé a verla tragando saliva nerviosa por esa mirada que me lanzaba llena de amenaza, yo le sonreí nerviosa.
—Maestra yo...lo lamento, no era mi intención...ofenderle, yo...no he podido dormir bien por...haber hecho su tarea —dije abriendo mi mochila sacando mi trabajo entregándoselo.
Ella bajó la mirada viendo mis hojas de trabajo teniendo una mirada fija en ellas, pero sentía...un gran peso en sus ojos a pesar que no me está viendo a mi.
—Eso no es lo que he pedido —dijo ella con demasiada frialdad en su voz y yo me sobresalte un poco alzando mis cejas— No tiene portada, está escrito en lápiz, usó colores como si esto fuera el preescolar, jovencita Gemma —dijo ella volteando a ver con demasiada seriedad y pude ver como Kyle y Leon se reían entre sí a escondidas— No me parece gracioso —dijo ella volteando a verlos con gran amenaza que ellos se callaron tratando de comportarse, aunque Leon aún así me sonreía con gran burla. Ella volteo a verme de nuevo— Lo que está escrito es erróneo, es algo que no aceptaré porque hasta me ofende que entreguen algo así.
Yo bajé los brazos poniendo mi basura en la mesa a lo que me dio entender ella, la mire fríamente, tanto esfuerzo para nada.
—Yo no he mencionado que es basura, solo he mencionado sus errores para que no los vuelva a repetir —dijo ella y me impresione un poco, después hice una mueca de molestia al recordar que puede leer la mente para saber lo que estoy pensando— No es de mi hacer esto, pero con usted será una excepción, le daré otra oportunidad para que me entregue mis trabajos como se debe, jovencita Gemma —acercó su rostro al mío mirándome fijamente para que me quede en claro lo que dijo y yo me hice para atrás precavida. Ella se dio la vuelta regresando a su escritorio— Y ya tiene una falta por haberse quedado dormida en mi clase —dijo ella a espaldas y yo fruncí el ceño mostrando mucho enfado.
Si me he quedado dormida fue por su culpa, hecha todo mi esfuerzo a la mierda para que después lo único que me de es una maldita falta...yo me paralice al ver que ella volteo a verme con algo de enfado teniendo su mirada en mis ojos al estar leyendo lo que estoy pensando, ¡Maldita sea...ella frunció el ceño con un rostro de advertencia y yo fingí una larga sonrisa frustrada tratando de ya no pensar en nada.
***
Terminando la clase saqué un gruñido desesperada, Mia y Theo me miraron con lástima, Maya sin tener importancia lo que me pasaba sacó su libro de su mochila empezando a leer con entretenimiento.
—Me hubieras preguntado ragazza —dijo Mia en forma de regaño y extendió sus manos— Déjame ver tu trabajo.
—Ya lo he tirado a la basura del salón —dije con enfado cruzándome de brazos mientras que íbamos caminando a nuestros departamentos.
—Gemma —dijo Mia enfadada deteniéndose— Pude haberte ayudado en decir cuáles eran tus errores y decirte que tenias que cambiar.
—Me dio entender que todo estaba mal, para que yo iba a querer algo que no sirviera.
—Tomemos calma, no todo está perdido, Gemma aun debes tener subrayado la información en tu libro, las páginas y los libros de la biblioteca dónde has sacado la información.
—¿Subrayar el libro?, pero esta nuevo, como quieres que lo ensucie rayandolo y...¿Tenía que haber sacado más libros de la biblioteca?, pensaba que solo teníamos que anotar en qué países se encuentran los potestades y hasta perdí el tiempo dibujando el mapa coloreando las zonas.
Mia y Theo se me quedaron mirando sin mostrar alguna expresión teniendo los labios muy pegados entre sí, ellos se miraron entre sí haciendo una mueca y me voltearon a verme con lástima.
—Pensaba que la maestra había sido ruda contigo, pero creo que hasta fue amable —dijo Theo y Mia vino conmigo abrazándome y yo fruncí el ceño confundida quedándome quieta.
—Pobre de mi bambina —dijo ella apartándose de mí mirándome con tristeza, pero después me regaló una tierna sonrisa— No te preocupes, te ayudaré a decirte como es el formato, te anotare las tareas que nos ha pedido y solo... —dijo ella mostrándome el índice— Te recomendare los libros y las páginas de internet donde he sacado la información de todas las tareas que ha pedido la maestra Gami, estaré un rato contigo guiándote como hacerlo bambina, puedo esta noche.
—¿Podrías? —ella me dio un asentimiento con una tierna sonrisa— Eso me seria de gran ayuda Mia.
—Solo espero que no llegues muy exhausta de tu taller —ella juntó sus manos emocionada viendo a Theo— Hoy será su primera clase de ballet —dijo ella como si fuera mi madre por tal noticia.
Theo alargó su sonrisa mostrándome sus dientes con la noticia, yo sonreí algo apenada cruzando mis brazos tomándome de las manos.
—No estaba enterado que escogiste el taller de ballet, Gemma y no es de impresionarse con ese cuerpo de modelo... —Mia borró completamente su sonrisa alzando una ceja mirándolo directamente y Theo se dio cuenta de sus palabras sonrojándose, me sonrió nerviosamente— Digo...de bailarina...quise...decir de bailarina.
Yo saque pocas risas cubriéndome un poco la boca sonrojada por sus halagos.
—No te preocupes, sabía a lo que te referías desde un principio, pero siendo sincera... —dije borrando mi sonrisa y ellos igual por lo que hice— Estoy nerviosa por mi primer día, hace tiempo que no practico ballet y...me da miedo que no pueda encajar con los demás.
—Ugh —dijo Mia con enfado rodeando los ojos y me dio un zope, yo me queje mirándola adolorida— Ya habíamos hablado de esto bambina... —ella me sujetó las mejillas teniendo toda su atención— Serás la envidia de todos —dijo con gran sonrisa y alargue mi sonrisa por sus palabras.
Ella me soltó dejándome libre, camine sonrojada entre mis amigos al que tuvieran tanta fe en mí, me alegra tener amigos como ellos, me hacen extrañar a...Katy, mi primera mejor amiga que tuve en el preescolar y primaria, pero en un día desapareció por completo sin saber más de ella.
Mire a los chicos tratando de que ese tema no volviera a dolerme.
—Pero oigan, yo no sé qué talleres tienen y eso no es algo justo —dije con poca gracia, Mia y Theo se miraron entre si con una sonrisa.
—Mia y yo estamos en teatro —dijo Theo y yo alargué mi sonrisa emocionada.
—Eso es increíble, ¿Teatro musical o...?
—No, no, nosotros solo actuamos, este año al final del semestre han elegido la obra de Romeo y Julieta, las chicas como yo estamos en gran combate para ganarnos el papel de Julieta, debo obtenerlo por mi país —dijo Mia pareciendo tener una gran obsesión por ese papel ya que hasta hizo en puños sus manos deseándolo con toda su pasión.
Theo y hasta Maya nos miramos entre sí, Theo saco pocas risas dándole pequeñas palmadas a la espalda de Mia.
—No tienes que preocuparte, tienes el acento, el origen, tu habilidad en la actuación, obviamente serás Julieta, Mia —dijo Theo dándole todos los ánimos y Mia le sonrió con dulzura.
—Aaaw, gracias bambino —dijo Mia con una tierna sonrisa.
—Y qué me dices de ti Theo, ¿Quieres el papel de Romeo? —pregunté alzando las cejas y Theo y Mia se sobresaltaron un poco, los dos se miraron entre sí enrojeciéndose al mismo tiempo y empezaron a reírse nerviosamente desviando la mirada.
Mia se agarró un pequeño mechón de su cabello jugando con este y Theo se sujetó el cuello alzando la mirada al techo, yo mire a Maya alzando las cejas dándole la indirecta que aquí hay amor, pero ella me frunce un poco el ceño estando confundida.
—Yo...estaba pensando en tratar de obtener el papel de Mercurio —dijo Theo con una sonrisa nerviosa y Mia le lanzó una mirada algo seria— No es que no quiera besarte...digo...por la actuación... —Mia y yo alzamos una ceja al no comprender bien sus palabras— Es solo que...no creo que supere a Beille en su actuación —dijo el tratando de terminar el tema.
—¿Beille? —pregunté con curiosidad.
—Es un celeste con ceguera, apenas está en su primer semestre de carrera administrativa, a pesar que es menor que nosotros debo admitir que es muy bueno en la actuación —dijo Mia informándome y me entró el recuerdo de la clase de Economía.
—¿Es rubio? —pregunte y Mia junto con Theo con el ceño fruncido me dieron un asentimiento— Llevó con él clases de economía, es mi compañero de mesa —yo mire a Maya alargando mi sonrisa— ¿Maya lo conoce?
—Gemma...como Maya puede convivir con Beille si el es ciego...y ella...es sordomuda —dijo Mia con una mueca por mis idioteces y yo borre completamente mi sonrisa al tener otra razón para saber que soy una estúpida.
Maya se me quedó mirando con seriedad tratando de descifrar que es lo que tanto decíamos, yo le sonreí nerviosa, suerte...que no escucha mis idioteces.
—Pregúntale a Maya en que taller se ha metido, por favor Mia —dije a Mia tratando de cambiar de tema y ella me dio un asentimiento empezando hacer señas a Maya.
Maya volvió a verme, me señaló su libro.
—¿Taller de lectura? —ella me dio un asentimiento pudiendo leer mis labios— Debes ser la mejor de la clase Maya.
Mia con una sonrisa le hizo señas a Maya traduciendo mis palabras a señas, Maya subió los hombros sin mucha importancia y de nuevo empezó a leer. Yo mire el horario de mi celular y me espante un poco al ver la hora. Hemos estado hablando en el pasillo casi media hora.
—Yo debo irme a cambiarme, nos vemos mañana Theo, ahorita nos vemos Mia, Maya —dije haciéndole una seña de despedida rápida y ellos me dieron un asentimiento.
Mia se quedó en el pasillo platicando aun con Theo y yo llegué picándole al botón llamando a uno de los elevadores.
***
Estaba en el vestidor vistiéndome, deslice los mallones rosados en mis piernas, encima de ellas me puse el leotardo oscuro, me lo acomodaba haciendo que quedara extendido, agarre mis zapatillas de ballet poniéndolas fácilmente en mis pies y por si acaso agarre las puntas guardándolas en mi mochila, mis guantes especiales para cubrir mis manos que son de color rosados para combinar con mi atuendo, me senté en tocador cepillando mi cabello tarareando la canción favorita de madre, agarre todo mi cabello haciendo movimientos en el logrando hacerme una cebolla, deje mi fleco de un lado con algunos mechones largos sueltos en los laterales, me di unos pequeños retoques en el rostro y me levante del tocador saliendo del vestidor.
Me puse enfrente del espejo largo sonriendole a las fotos juntando mis manos con una sonrisa de emoción.
—¿Qué te parece?, ¿Parezco a Odette de Musa bailarina? —pregunté dándome una vuelta modelando especial para las fotos y trate de ponerme en puntillas como una verdadera bailarina, pero di un pequeño grito al sentir como me desequilibre y me deje caer en mi cama sacando risas por mis tonterías.
Yo me levante mirando con una sonrisa apagada las fotos de mi madre, camine hacia ellas poniendo mi mano en una de ellas.
—Haré que todo el dinero que ganaste tratando de ahorrar en las clases de ballet que te pedía de niña no sean en vano, me convertiré en la bailarina musa como las dos queríamos...practicando nuestros bailes siguiendo los pasos de sus películas, madre...espero...que donde estés...tu...la abuela y la bisabuela, puedan sentirse alegres como yo al que se me vaya cumplir mi sueño, no lo desperdiciaré. Todos esos entrenamientos de baile para el tubo, las ampollas en los pies por los tacones, las lágrimas por el dolor...no serán en vano, seré bailarina madre y...administradora de empresas, no se...si se pueda hacer las dos cosas al mismo tiempo, pero...no importa, esto lo haré por ti.
Le di un beso a la foto, agarre mi mochila alejándome del espejo y me salí del cuarto, pase por la sala y escuche un pequeño grito de emoción, me espante al ver el flash del celular y Mia con emoción miró su aparato con una larga sonrisa.
—Bello, splendido, magnífico, has quedado... —ella voltea a verme dándose unos besos en sus cuatro dedos pegados entre sí, mire a Maya que me regaló una muy corta sonrisa, ni se si hizo la sonrisa al que haya movido muy poco sus labios o simplemente así lo quiere creer mi mente, pero aun así sonreí bajando la mirada muy apenada haciendo un mechón mio atrás de mi oreja.
—Mia...me sonrojas... —dije con algo de pena y ella venía conmigo pegándose a mi lado.
—Sonríe bambina —dijo Mia alargando su sonrisa mostrando sus dientes e hice lo mismo sonriendo, Mia tomó la foto viéndola, las dos sonreímos al ver que quedo perfecto, Mia miró a Maya haciéndole unas señas y yo al igual que ella le hice señas a que se uniera.
Maya negó con la cabeza, Mia dio un gruñido de enfado, me tomo de la muñeca arrastrándome a dónde está Maya, nos pusimos al lado de ella sin importar su decisión y nos tomamos ahora una foto las tres a pesar que Maya no mostró alguna expresión para la foto quedándose seria.
Mia y yo vimos cómo quedó la foto con una sonrisa, pero hicimos una pequeña mueca al ver a Maya que puso la misma pose como la foto de la academia. Mia solo rodeó los ojos con una sonrisa guardando su celular y me regaló una dulce sonrisa, pero la borró un poco poniendo su mano en su barbilla viendo mi collar.
—¿Estás segura que te vas a llevar tu collar?, ¿No se te puede perder a los tantos saltos y movimientos?
Yo bajé la mirada viendo mi collar, me lo sujeté con cariño asintiendo sin querer separarme de este tesoro para mí.
—Tendré cuidado.
Mia no estaba muy convencida de mi decisión, pero aún así alargo su sonrisa.
—¿Sabes dónde está el Palacio?
—¿Tenemos un palacio? —pregunté con emoción y Mia dio un suspiro agotador alzando su mirada al techo.
***
Mia y yo íbamos caminando por los jardines, ella me está guiando al Palacio mientras que se iba quejando, me dijo que en si no era un palacio, sino un auditorio junto con una galería para exponer las obras, donde se llevan las clases de danza, teatro, arte, fotografía, música, etc. Esta academia simplemente es como un parque de diversiones para tener tanto espacio para muchos edificios.
—...pero no, tú queriendo ser una santa mentiste por ella, ahora aquí están los problemas, no sabes ni siquiera como se llama el lugar donde tienes tus clases de ballet y ya te veo mañana, Maya tendrá que guiarte a donde están los establos...
Quedé maravillada al ver el edificio silenciando las palabras de Mia, quizás no era un palacio donde viven los reyes, pero si uno por su arquitectura, es extenso, puedo ver una gran cúpula de cristal, tiene de murales griegas, las ventanas ocupan casi todo el espacio de la pared pareciendo agrietadas, pero no al ser maltratadas si no paresia artístico por lo hermoso que se veían los cristales, el edificio parecían tener unas guardianas en el techo, ya que en cada esquina se encuentran unas esculturas de mármol de mujeres de dos metros teniendo unas máscaras en su rostro o artefactos.
—Ellas son las musas —dijo Mia logrando saber lo que estoy pensando señalándome las mujeres del techo dejando sus regaños a un lado— Son las diosas...
—De las artes —dijimos Mia y yo al unísono, ella me miro un poco asombrada al enterarse que no estoy tan idiota y yo sonreí con algo de arrogancia, ella solo alargó su sonrisa.
Nos detuvimos en la entrada, pude ver las puertas de madera fina con detalles de oro que son cuidadas por dos guardias, Mia acomodo un poco mi cabello, yo saque pocas risas.
—Mia, pareces mi madre —dije con una dulce sonrisa y ella me regaló una sonrisa simplemente sin mostrar molestia a mi comentario.
—Suerte ragazza, deslumbrante ante todas esas puttanas y mandale un saludo a Dalai de mi parte.
—¿Quién es Dalai? —preguntó confundida frunciendo el ceño.
—Es uno de los amigos de mi hermano, él te hablará primero, nos vemos más tarde.
Mia me dio un pequeña seña de despedida empezando a irse, yo me volteé a ver los guardias que me miraron fijamente, yo les regale una sonrisa yendo con ellos sacando mi credencial y uno de ellos la agarraba viéndola, sacó una pequeña maquinita que parecían las que eran para leer códigos de barra, esa maquinita leyó mi credencial y dio luz verde.
El guardia me regreso mi credencial, me abrieron las puertas y yo entre dándoles una sonrisa agradecida, me quede de boca abierta al ver el interior del lugar, tenían las paredes cubiertas de pinturas, el piso era de mármol de tonos claros, hay esculturas griegas en toda la entrada, di pequeños pasos rápidos alzando la mirada al techo dando pequeñas vueltas viendo la cúpula de cristal que a través de ella puedo ver el hermoso cielo nocturno.
Sentí que me topé contra algo, me cubrí la boca aterrada al ver que ya una escultura fue cayendo por culpa mía, cerré los ojos al prepararme escuchar el ruido del impacto, estoy perdida, ¡Yo y mi estúpida torpeza, como se me ocurre dar vueltas mirando al cielo como una retrasada!
Pero me extrañe al no escuchar ningún fuerte sonido, abrí los ojos extrañada y me sorprendí al ver a Reto acomodando la escultura equilibrando que no vuelva a caerse, en...qué momento ha llegado y...cómo ha logrado atrapar la escultura, si es de gran tamaño y con el material que está hecho debe pesar, pero...aun así alargue mi sonrisa sin darle importancia eso por el momento, ¡Me ha salvado!
—Reto...me has salvado...no...se como agradecerte, digo...wow —dije poniendo mi mano en mi frente impresionada por sus reflejos y él volteo a verme sin mostrar alguna expresión— Ni siquiera escuche como llegaste y debes de tener mucha fuerza para que la escultura no te haya aplastado...
—Solo ten más cuidado —dijo él empezando de nuevo su camino y yo alargué mi sonrisa al poder conocer su voz.
Yo apresure el paso alcanzándolo, él alzó un poco su ceja viéndome y yo le di una muy agradecida sonrisa.
—Gracias Reto...o...debería decirte alfa —dije alzando las cejas y él mostró un poco de molestia dando un pequeño gruñido apresurando el paso, yo me sentí culpable repentinamente apresurando mis pasos con las de él— Perdona, no quise ofenderte, en verdad, yo solo quería...agradecerte, si no fuera por ti...no sé lo que hubiera pasado —dije con mucha culpabilidad y él se detuvo volteando a verme.
—Solo te lo mencionare para que no vuelvas a llamarme así, solo los metamorfos pueden nombrarme de ese modo, al menos que tu don sea de ese tipo, tienes toda la libertad —dijo él con seriedad.
—Comprendido y anotado en mi cerebro —dije alargando mi sonrisa y él frunce un poco el ceño girando un poco su cabeza como un perro confundido, yo borre mi sonrisa sujetándome la frente, ni puta idea del porqué he dicho esa tontería.
—Debo irme —dijo él girándose de perfil para caminar hacia una puerta del lado derecho, yo me espanté al ver que tenía una mancha de sangre fresca en su camisa gris por su pecho cerca de su corazón teniendo una pequeña rasgadura.
—Espera —dije preocupada poniendo mis manos sobre su pecho y él me dio un gruñido como advertencia mostrando sus colmillos, yo me aparté de él asustada y él seguía mirándome con enfado siguiendo mostrándose amenazante, yo aun así precavida le señale su pecho— Estás...sangrando —dije tratando de esconder mi miedo en él.
Él bajó la mirada escondiendo sus colmillos viendo su mancha de sangre, sin pena alguna se abrió la camisa con fuerza sin importar quitarle todos los botones y me quede ojos bien abiertos viendo sus abdominales, pero después sentí preocupación al verle la cicatriz de una cortada profunda de su pecho casi llegando su cuello, además de tener la pequeña cortada muy poco profunda reciente.
Él miró la herida con mucha atención.
—Me lastimé con la punta de la flecha que tiene la escultura Eros.
Yo mostré preocupación abriendo mi mochila.
—Deja veo si tengo algún papel con lo que pueda...
Pero me calle al escuchar un sonido extraño, mire a Reto que se lamia su herida teniendo una lengua muy alargada, debe ser cosa de su don para tenerla así de larga, pero me quedé paralizada sin saber cómo reaccionar ante esto, él logró quitarse toda la sangre con su saliva y volteo a verme mostrando poca seriedad esta vez.
—Estaré bien, agradezco tu preocupación —dijo él siguiendo avanzando hacia su salón con la camisa abierta mostrando torso sin ninguna pena.
Él entró al salón, yo aún trataba de procesar las cosas que acabo de ver, se...ha limpiado la herida con su lengua como...un animal, llegó a gruñirme mostrando sus colmillos como uno...mire la puerta de su salón y pude ver que tiene un letrero que dice "Salón de artes", en ello recordé su libreta de dibujo, ese...debe ser su taller, el dibujo.
Yo escuche unas voces, mire un grupo de chicas vestidas de bailarinas como yo caminando por el largo pasillo, se quedaron calladas pasando al lado mio y después de ello empezaron a murmurar entre sí.
Yo di un suspiro sujetando mi mochila, mire la puerta del salón de artes mostrando curiosidad por ese hombre, pero ignorándolo empecé a seguir mi camino siguiendo a mis compañeras usándolas para saber dónde está nuestro salón. Ellas entraron a la puerta que está a lado de las clases de Reto, oh...parece ser que vamos a ser vecinos.
Las chicas cerraron la puerta sin esperar a que entrara, yo hice una mueca molesta, pero mire el letrero de la puerta solamente para verificar "Salón de ballet", yo sujete el pomo de la puerta abriéndola y sonreí un poco al ver mi salón.
Era como me lo había imaginado, montones de espejos cubrían las paredes, había barras de madera para que las bailarinas puedan calentarse estirando sus piernas o brazos, el piso estaba hecho de madera clara especial para el baile teniendo un brillo único, había una zona donde había bancas para que las chicas están sentadas en grupo platicando entre sí teniendo sus mochilas al lado de ellas y los hombres en las otras bancas estando charlando como las demás. Todos parecían ser mayores de edad, algunos pocos aún se ven algo chicos, pero la mayoría parece de mi edad.
A lejos pude ver a Celia sentada en las bancas, ella volteo a verme y se asombro un poco, yo le sonreí apenada y ella me dio una dulce sonrisa, pero la borró completamente asustada bajando la mirada cuando Nicole llegó junto con Scarlett poniéndose a su lado, las dos me miraron con una mueca de enfado, pero después de eso al ser unas serpientes me regalaron una sonrisa de burla.
Escuche un pequeño grito de la emoción, una mujer venía conmigo dando saltos alegres de ballet y yo alargué mi sonrisa a tal recibimiento, ella se puso enfrente mio mostrando una dulce alegría, aun es muy joven, debe tener la edad de los treinta todavía, su cabello rubio ondulado lo tiene recogido en una cebolla como todas las mujeres de este salón, sus ojos son de un color verdes claros siendo muy hermosos, su cuerpo es muy delgado a tener tal profesión, sin duda debe ser la maestra de ballet.
—Tu debes ser nuestra nueva integrante, pero que hermosura —dijo ella con un acento francés y un tono de voz tan tierno y agudo que no pensara que existiera voz tan tierna, pero a las palabras de la maestra las chicas alzaron una ceja incrédulas con una sonrisa de burla y yo las mire con seriedad, pero aun así saque una sonrisa educada hacia la maestra.
—Gemma Adelaida Salem —dije presentándome ante ella y ella al ser una persona llena de energías junto sus manos alargando su sonrisa.
—Mi hija se llama Adelaida —dijo con tanta emoción— ¿Te molesta si te nombro por tu segundo nombre?
Yo me sorprendí un poco, ¿Llamarme por el nombre de su hija?, nadie me ha llamado por mi segundo nombre, mi madre lo pronunciaba cuando estaba muy enfadada conmigo diciendo todo mi nombre como advertencia, como hoy la maestra Gami lo hizo, pero que solamente me llamen Adelaida...yo sonreí con poca ternura, no veo porque no.
—Claro, no hay problema, maestra...
—Roos Land —dijo ella tomándome las muñecas con gran energía arrastrándome hacia los demás y yo me sorprendí un poco a la fuerza, me ponía enfrente de ellos ahora sujetándome los hombros poniendo su rostro al lado del mío pegando su mejilla con la mía por mis espaldas— Adelaida, queremos conocerte, cuéntanos de donde eres, tu edad, tus cosas favoritas, sobre todo me encanta escuchar cuando las personas me dicen porque han escogido este bellísimo arte.
Yo mire a todo mi grupo que no se veían con algún interés de eso más que la maestra que tiene su mirada fija en mi esperando a contarle sobre mi, se nota que esta maestra también debe ser muy amable como el maestro Natt, yo sonreí con poco timidez bajando la mirada.
—Yo nací en Nueva York, tengo 21 y para ser verdad... —me sujete mi collar con cariño— Mi madre siempre soñó ser parte Broadway, cantar, bailar y actuar...en cambio yo... —saque pocas risas— Les puede parecer ridículo, pero...cuando era niña, ella me ponía las películas de musa...al ver como esa mujer irreal bailaba alegre y...yo seguía sus pasos queriendo ser como ella, mi madre...no era bailarina de ballet, pero sabiendo baile me ayudaba un poco con eso y...siempre tuvimos el sueño en que pueda ser una bailarina, me decía que si ella no pudo cumplir su sueño, haría lo posible para que conmigo así fuera...y espero...que así sea.
Escuché unos sollozos, volteé a ver a la maestra Roos que se iba quitando las lágrimas mirándome con gran tristeza.
—Oh Adelaida... —dijo ella abrazándome y yo me iba quejando al sentir su fuerza, puedo ver cómo algunos como ella me miraban con tristeza como Celia que también tenía sus ojos un poco llorosos.
—Pero que ridícula —dijo Nicole en susurro no tan bajo pareciendo que su intención era poder escucharla mirándome con una mueca de enfado— ¿Por una absurda animación de infantes? —preguntó ella sonriendo con burla y yo la miré con enfado.
—Nicole, debes comprender que para los humanos es una herramienta de entretenimiento por su bajo nivel intelectual —dijo Scarlett mirándome fijamente que para ella su intención si era poder escucharla fuerte y claro— Deja que crea que puede convertirse en un ser irreal por la magia.
Nicole y Scarlett sacaron pocas risas de elegancia burlándose de mí, yo apreté los puños con enfado y Celia me miró con lástima, la maestra Roos se apartó de mí sollozando, yo la mire con preocupación.
—Maestra Roos...¿Se encuentra bien?
—Es solo que... —dijo ella quitándose las lágrimas tratando de tranquilizar— Yo...también le ponía esas películas a mi hija, son sus favoritas y cada vez que las ve, me dice ..."Quiero ser como ella madre, puedes enseñarme a ser una bailarina...como ella" —dijo ella fingiendo la voz de su hija abanicando su rostro tratando de calmarse y yo le sonreí con dulzura, mire a Nicole y Scarlett que ellas se cerraron su hocico al escuchar las palabras de la maestra Roos, no que para humanos y no se que porquería, idiotas— Y desde entonces mi hija estudia ballet conmigo, solo...que en diferentes horarios por su edad.
Yo mire a la maestra Roos con tierna sonrisa.
—Me alegra escuchar que no soy la única, maestra Roos.
—Llamame solamente Roos —dijo ella quitándose las lágrimas tranquilizándose y le regaló una dulce sonrisa a su grupo— Para que así me vean como una amiga suya, más que eso, mis pequeños, Adelaida ahora será parte de nuestra familia, quiero que la ayuden si ven que necesita ayuda, que sea tratada igual que todos. ¿Está bien?
—Si, Roos —decían algunos al unísono, pero algunos se quedaron callados cruzándose de brazos al no estar muy de acuerdo, como Scarlett junto con su maldita amiga.
—Perfecto —dijo la maestra con un tono de gran felicidad dando un aplauso— Empiecen con el calentamiento, yo por mientras estaré con Adelaida —ella me miro alargando más su sonrisa— Quiero ver en qué te puedo ayudar para cumplirte con ese dulce sueño.
Los demás iban a las barras a calentar estirando sus piernas o brazos, la maestra me tomo de la muñeca llevándome en la barra poniéndome al lado de Celia, yo le sonreí a Celia que ella me regaló una corta sonrisa, pero la borramos por completo cuando Nicole le tomó de su muñeca dándole un jalón brusco separandola de mi, yo la miré con enfado al ver que hasta le había dejado rojizo la muñeca y Celia con tristeza prefirió que la mejor opción era darme la espalda.
—Vamos a empezar con los estiramientos, Adelaida, trata de seguir mis pasos con la ayuda de la barra —dijo Roos respirando hondo y dando un suspiro levantando una sola pierna teniendo la punta del pie en la altura de la cadera.
A pesar que la maestra había dicho que solo iba a estar conmigo, parecía que en realidad todos estaban ya que sus miradas estaban en mi como si fuera algún tipo de programa, mire a Scarlett y Nicole que tenían una sonrisa como la de Leon, esperando que hiciera algo cómico para alegrarles el día, pero yo los mire con demasiada seriedad, no, esta vez no sucederá.
Respiro hondo manteniendo mi cuerpo firme, suspire soltando el aire relajándome levantando la pierna sin problema manteniéndola firme como Roos sin la necesidad de la barra, ella alargó su sonrisa.
—Muuuy bien Gemma. Ahora pon tu talón sobre la barra y vamos a tocarnos la punta del pie estirando nuestra espalda de este modo...
Yo seguí sus instrucciones siendo esto demasiado fácil para mi, aunque Roos es muy profesional sin necesidad de recargar su pierna en una barra para poder realizar los ejercicios que me está mostrando.
—Lo que faltaba, ahora como Roos estará pendiente con la mestiza perdiendo su tiempo, no podrá ayudar a otras para la obra pudiendo lograr que sea un fracaso —dijo Nicole en susurro mirándome con disgusto.
—Ya será un fracaso con solo tener el nombre de la sangre sucia en el libreto, no importara si lo hace de tercera, el director se ha mostrado ignorante en no pensar en las consecuencias que puede haber por meter a una persona con retraso a esta academia.
¿Retraso?, yo voltee a verlas con mucho enfado, Nicole y Scarlett se dieron cuenta de ello estirando sus piernas presumiendo que tenían la punta de pie a la altura de sus hombros, ellas me regalaron una corta sonrisa de burla, yo entrecerró los ojos ojos mirándolas con todo mi odio, ¿Quieren jugar?, juguemos.
Yo me aparté de la barra mirando a Roos que ella me miró preocupada.
—¿Te has lastimado?
—No, no, Roos, es que fue mal de mi parte no haberle comentado, hace cinco años que llevo clases de ballet gracias a mi madre y creo que es necesario que sepa de la información.
—Es muy útil Adelaida, ¿Qué técnicas puedes hacer?
—Tocarte las puntas de los pies no cuenta, querida compañera —dijo Nicole con gracia y algunos sacaron algunas risas.
—Niños, niños, no sean así —dijo Roos mostrando algo de tristeza, yo me reí junto con ellos y todos se callaron volteandome a ver con la ceja alzada.
—Oh eso lo se querida compañera, pero aún así agradezco tu información, pero a lo que decía...
Levanté mi pierna llevando la punta de mi pie a la altura de mi cabeza, todos borraron su expresión abriendo la boca impresionados, Nicole y Scarlett se quedaron paralizadas sin poder creer lo que estaban viendo.
—También puedo hacer esto... —dije con una sonrisa con algo de arrogancia bajando mi pie que al tocar el suelo lo fui deslizando junto con el otro abriendo mis piernas de una manera que pegue mi parte trasera al suelo haciendo un split y Roos sonrió muy emocionada juntando sus manos— Y si es que hace falta... —Lleve mis piernas detrás de mi cabeza teniendo los tobillos pegados en mi nuca y todos se espantaron un poco al ver mi postura, pero la maestra sacó aplausos emocionados.
Baje mis piernas poniéndolas sobre el suelo y me levanté poniendo mis brazos detrás de mi espalda con una sonrisa inocente viendo como todos me miran sin haber creído lo que han visto, pude notar como Celia me regaló una corta sonrisa, pero Nicole la miró con gran enfado que ella desvió la mirada hacia el otro lado siguiendo sus calentamientos.
—Esto es maravilloso Adelaida —dijo Roos con alegría viniendo conmigo mirando mis piernas— Logré pensarlo al ver tus piernas, pero para serte sincera no estaba muy segura, quería comprobarlo con los ejercicios que iba a ponerte, pero ya me has dejado en claro, ¿Has utilizado las zapatillas de ballet con puntas?
—Si, pero para ser sincera... —dije con una sonrisa apenada tomándome el brazo— Como comente hace tiempo que no practico este baile que necesito refrescar mi memoria, pero le aseguro que solo será el primer mes.
Ella me sujetó de los hombros con gran entusiasmo y energía.
—No te preocupes Adelaida, será complicado al principio, pero una vez que lo tengas dominado de nuevo será más sencillo para ti —ella dio un pequeño grito al estar tan emocionada y yo le sonreí con dulzura al ser todo un amor— Quien sabe, quizás puedas tener un papel importante en la obra de Cascanueces —dijo alzando las cejas y yo alargué mi sonrisa ilusionada juntando mis manos— Pero necesitaras el esfuerzo, las energías, dedicación y lo más importante de todo, la felicidad a tu lado, esto debe apasionarte y gustarte para que puedas cumplir tu sueño, Adelaida, por que sin ello, como le diría a mis pequeños, será mejor que vayan a estudiar teatro para que tengan que hacerlo por obligación y no por diversión.
Yo le di un asentimiento al haberme quedado muy claro sus palabras.
—Así lo haré Roos.
Ella sacó su celular.
—Te pasaré todos mis horarios de clase por si gustas ir para practicar si concuerda en algunos de tus horarios libres y de una vez te pasaré la invitación a nuestro grupo de conversación.
Todos mostraron un poco de espanto, yo les sonreí con algo de malicia sacando mi celular sin que tengan opción, pero esto será una buena manera para poder hablar con Celia por chat en privado.
La maestra me paso la invitación "Ballet grupo 03" y acepté la invitación agregando a todos del grupo en mis contactos.
—En la información del grupo viene mi información de horarios y puedes tener toda la confianza de hablar conmigo, Adelaida.
—Gracias Roos —dije estando muy agradecida y ella alargó su sonrisa tan tiernamente que hasta cerró los ojos a tan sonrisa.
—En la siguiente clase te ayudaré a recordar a usar las zapatillas de ballet, completa el calentamiento con tus compañeritos, ya me has mostrado que no tendrás problemas con eso, al rato realizaremos ejercicios de punta y salto. Sigamos mis pequeños —dijo ella dando aplausos dando ánimos.
Los demás empezaron a realizar su calentamiento, pero Scarlett solo dio un pequeño gruñido prefiriendo cambiarse de lugar, Nicole igual con enfado le tomo la muñeca a Celia arrastrándola hacia el otro lado como si fuera alguna clase de animal para hacer lo que ella quisiese, yo la mire con preocupación y Celia solo pudo voltear a verme con gran sufrimiento en su mirada.
—Parece ser que no les agradó mucho que tengas experiencia.
Yo mostré poca confusión volteando a ver un hombre que se cambió de lugar estando a lado de mí, él me regalo una corta sonrisa, por sus ojos delgados y finos es asiático, teniendo unos ojos de color gris oscuro, su color de cabello es oscuro liso muy alargado que le llegan hasta los hombros teniéndolo recogido con un chongo y su tono piel que es bastante clara.
—Dalai —dijo él señalando a sí mismo presentándose y yo alargué mi sonrisa al ya reconocerlo.
—Gemma —dije señalándome a mí misma presentándome de la misma manera que él— Mia me ha contado de ti, ella te manda saludos.
—Como ella nos cuenta mucho sobre ti, Julio tuvo envidia al que yo hubiera sido el primero en conocerte, pero me pidió que te avisara que se disculpa contigo por aun no haberte ido conocer, hemos estado un poco ocupados.
—Oh no se preocupen —dije con una sonrisa un poco tímida bajando la mirada— Pero dile que igual espero conocer al hermano de mi gran amiga.
Él alargó un poco su sonrisa mirándome con algo de ternura, él siguió con sus calentamientos estirando flexiblemente su pierna apoyándola en la barra y yo empecé hacer lo mismo siguiendo a mis compañeros.
Terminando las clases iba guardando mis cosas, Dalai me dio una seña de despedida y yo con una amigable sonrisa me despedí de él, él se salió del salón y al tener ya mi mochila, me fui con Roos.
—Buenas noches Roos, nos vemos en la siguiente clase.
—Duerme bien Adelaida, oh y un tip, sigue practicando siguiendo los pasos de bailarinas, pero esta vez ve al siguiente nivel, te mandare unos videos que te servirán mucho para que practiques, no son las musas que quieres, pero sus movimientos tienen la misma magia que una —dijo ella con poca gracia y yo saque pocas risas.
—Apúrate Celia —dijo Nicole con desesperación y yo voltee a verla con seriedad.
La mire a ella esperando a su hermana de brazos cruzados junto con Scarlett, Celia iba guardando sus cosas.
—Espérame Nicole, ya casi termino —dijo Celia con seriedad cerrando su mochila levantándose— Ya podemos irnos.
Nicole solo rodeó los ojos empezando a caminar a la salida, Scarlett junto con ella empezó a caminar, Celia con una mirada en bajo empezó a seguirlas. Yo las mire con bastante seriedad, pero le sonreí a Roos.
—Muchas gracias Roos, buenas noches de nuevo —dije haciéndole una seña de despedida y ella me sonrió con ternura despidiéndose de mí con la misma seña.
Salí del salón mirando el grupo de Scarlett dirigiéndose a la salida, yo camine con prisa tratando de alcanzarlas, debo de ayudar en alguna manera, no usaré para nada la violencia.
—Nicole, espera —dije llamándola y Celia volteo a verme con algo de miedo sin saber lo que estoy haciendo. Nicole se detuvo mirándome con gran disgusto sacando un pequeño gruñido y Scarlett me mira de la misma manera— Solo quiero hablar contigo seriamente.
—Ahorita es demasiado tarde para que tenga que aguantarte sangre sucia y estas ignorante si crees que voy a tener una platica contigo.
—Nicole, tampoco hay que ser groseras —dijo Scarlett sonriendo un poco cambiando su actitud amabilidad del cual eso me causó mucha extrañeza de ella— Habla mestiza, Nicole te escuchara si yo y Celia estamos con ella.
—Gemma, solo vete... —dijo Celia en un susurro muy bajo tratando que su hermana no se diera cuenta, pero Nicole le lanzó una mirada asesina que hizo que Celia se encogiera de hombros bajando la mirada asustada.
—Ash, ¿Qué es lo que quieres hablar?, solo dilo para que no tengamos que seguir perdiendo el tiempo contigo.
Yo mire a Celia con preocupación y mire a su hermana con seriedad.
—No me parece muy correcto el modo en que estas tratando a tu hermana.
Celia volteo a verme con impresión, pero recibí un empujón de Nicole algo brusco, pero hacia mis esfuerzos en tomar la calma.
—Nicole —dijo su hermana preocupada.
—Guarda silencio —dijo Nicole señalando con su índice mostrándole gran amenaza y Celia bajó la mirada llenando sus ojos con lágrimas, su hermana volteo a verme con gran furia.
—Esto es lo que hablo, tu hermana no es animal para que le hables de ese modo —dije con demasiada seriedad manteniéndome firme sin mostrar algún miedo ante ellas.
—Y a ti que te incumbe como trate a mi hermana, fenómeno, estas tan estúpida para pensar que le hago daño, cuando lo que hago es por su bien, para no permitirle que se junte con alguien tan repugnante y pueda serle contagioso para ella convirtiéndose en una retrasada como tu —dijo ella pegando su índice en mi brazo y me queje apartándome de ella al sentir la pequeña quemadura.
Mire mi brazo sorprendida al ver que hasta me había dejado marca de la quemadura, fue como si hubiera puesto la punta de un cigarro encendido en mi para que me hubiera dejado esta marca.
—Mas te vale que te alejes de mi hermana, porque peores marcas que esas puedo causar, cosa inútil —dijo ella regalándome una sonrisa de locura prendiendo sus manos en llamas.
—Nicole no hay la necesidad de problemas —dijo Scarlett haciendo un lado a Nicole que ella la miró con algo de molestia, pero su amiga le lanzó una mirada seria que la convenció en apagar las flamas de sus manos cruzándose de brazos con enfado, Scarlett volteo a verme con una sonrisa serena tomando esto con mucha calma— ¿No te das cuenta del problema? Nicole, ella cree que el hecho de estar en esta academia, vistiéndose con uniformes de buena calidad, teniendo aparatos de último modelo o al estar en clases costosas, es toda una potestad. Es solamente de ayudar a que comprenda —dijo ella acercándose poniendo su rostro enfrente mio y Nicole sacó una larga sonrisa de malicia, pero aun así mire a Scarlett sin ningún miedo mirándola a sus ojos fijamente
>Viniste a esta academia con tu bajo nivel intelectual, recogida de las sucias calles, sin tener algún don que te haga útil y teniendo esta deformidad —dijo ella mirando con gran disgusto mi mano humana y yo apreté mis puños haciendo todo lo posible para no usar la violencia— No importa lo que te has ganado, lo que te han dado, como te vistes o cómo te ves, siempre seras una indigente sin recursos de la calle teniendo toda la suciedad y peste encima, para que me entiendas mejor eres como... —dijo ella alzando la mirada al techo pensándolo y alargó su sonrisa viéndome— Como una rata recogida de la calle, no importa los moños que te pongan, siempre seras una rata de la calle y te veras mal como una.
Nicole empezó a reírse y yo me quedé impresionada por sus hirientes palabras, baje la mirada tratando de no humillarme más queriendo llorar, esta maldita...utiliza las palabras para herirme peor que Leon.
—Entonces lo que tratamos de evitar es que no dañes a Celia por eso o ¿Quieres dañarla contagiandola de tu peste y piojos?, como muestras preocupación por ella al ser maltratada por Nicole, muéstralo en su reputación y salud.
Yo me quedé callada sintiendo un nudo en mi garganta sin poder siquiera decir una palabra.
—Espero que te haya ayudado a comprenderlo, buenas noches.
Mire como Scarlett me dio la espalda, alce la mirada con gran enfado apretando con mucho más fuerza mis puños sin importar que me este encajando las uñas en mis palmas, Nicole saco unas risas mirando con asombro a Scarlett, pero Celia se iba quitando de las lágrimas por lo sucedido.
—Debes enseñarme hacer eso —dijo ella como exigencia a Scarlett tomándole de su muñeca con las dos manos.
—Por favor, cualquiera podría hacerlo —dijo ella con gran arrogancia sacando un espejo de mano de su mochila y a través de su reflejo me regaló una sonrisa de satisfacción al verme aun parada aquí pudiendo notar mis ojos irritados por las lágrimas.
Yo sin querer verlas me di la vuelta buscando otra salida por donde ir, respirando hondo y suspirando tratando de no cumplir con su objetivo en hacerme llorar como una débil.
***
Estaba en lago de los patos, había encontrado otra salida por donde irme, al ver el lugar vacío por las horas de la noche, lo he tomado como un lugar para tratar de tranquilizarme, sin importar que me este ensuciando o que esté prohibido estar afuera de los cuartos a estas horas, estaba sentada sobre la tierra estando muy cerca del agua teniendo mis rodillas pegadas en el rostro abrazadas con gran tristeza.
No quería llegar al departamento y que las chicas me vieran de este modo, no quería que se enteren de lo que ha pasado, conociendo a Mia me regañaría al no haberle hecho caso en su advertencia de no causar una discusión con esas serpientes estando yo sola.
¿Soy tan estúpida?, ¿En qué estaba pensando?, ¿Qué era lo que esperaba?, me sujete de las raíces del cabello causándome un poco de daño jalandomelo un poco, ¿Qué es lo creo que puedo lograr?, creyendo que con una simple plática podía solucionar el problema, pero...con violencia o sin no se arregla nada. No cambia nada. Yo empecé a soltar pocas lágrimas, ella...tiene razón, al estar aquí teniendo las cosas que me han dado, pude sentirme...como uno de ellos, cuando claramente no soy, ni si quiera...puedo considerarme una humana al ser...pisoteada también por ellos, ni siquiera...mi propio abuelo me quiere...por lo que soy.
Solté un sollozo sin poder evitarlo, pero me extrañe al escuchar un graznido, un poco confundida subí la mirada mirando a mi lado que hay un pato blanco mirándome fijamente moviendo un poco su cola de plumaje de un lado a otro, yo me quité las lágrimas sorprendida al verle su color de ojos siendo de diferente color siendo los de un reptil.
—¿Reto? —pregunté tratando de tranquilizarme y me espante haciéndome a para atrás cuando él empezó a transformarse en un humano, toda mi tristeza se borro completamente paralizándome al verlo completamente desnudo, él me miró sin importancia a eso, pude sentir como mi cuerpo se calentó pudiendo sentir como si estuviera dentro de un horno, no creo que solo mi cara este sonrojada y me cubrí los ojos con gran pena— Per.per.pero qué crees que haces.
Me dio un pequeño empujón haciéndome un lado, saque un pequeño grito y lo miré con enfado, pero pude notar como saco su mochila que se encontraba escondida en unos arbustos ayudando a esconder sus partes íntimas e iba abriendo sacando una toalla.
—Perdona, pero estorbabas en sacar mi mochila para poder cubrirme —dijo él poniéndose una toalla en su parte inferior y se me quedó mirando— ¿Qué te pasa?
Yo desvié la mirada acomodándome en la tierra abrazando mis rodillas recargando mi mejilla en ellas.
—Nada, solo he venido a disfrutar la vista del lago —dije sin tener muchos ánimos de platicar.
—Lo que dicen que los animales pueden sentir tus emociones son ciertas para que estés enterada —dijo él sentándose alado mio— Dime que es lo que te pasa.
—No tengo ganas de hablar de eso —dije con poco enfado girando mi mirada hacia otro lado sin querer verlo.
—Puedes quedarte callada o puedes decirme qué es lo que sucede para poder tratarte de ayudar.
Yo lo volteé a mirar con algo de desesperación al querer mi espacio.
—¿Y por qué te preocupas por eso?, ¿Por qué tendrías la preocupación por una mestiza?
—Porque ayudaste a Venus cuando estaba deprimida, para agradecerte es regresándote la ayuda que le diste.
Yo me quedé un poco asombrada con sus palabras, él se me quedó mirando con esos curiosos ojos, que bajo la luz de la luna se veían aun mas brillosos, su mirada era muy intensa en mi esperando a mi respuesta, con un rostro serio, pero con algo de compresión. Yo sonreí un poco bajando la mirada.
—No...me respondiste la pregunta cuando te pregunté por ella.
—No le diste mucha ayuda, pero empezó a contarme cómo es que te conoció, que a ti también te gusta la mitología griega como a mi, empezó a sacar más platica de otras cosas olvidándose de su tristeza.
Yo sonreí con ternura, pero en eso Reto abrió en grande los ojos volteando a ver al otro lado olfateando con fuerza.
—Guardias, debes irte, de cualquier manera tu guardia de tu pasillo ya se ha dado cuenta que has incumplido con la regla de tiempo de queda, pero no quiero que mal piensen las cosas si nos ven juntos.
Yo le mire con su toalla solamente, sonreí un poco apenada levantándome tratando de quitarme toda la tierra encima dando pequeñas palmadas en mis piernas.
—Tienes razón, gracias...por hablar conmigo —dije con una sonrisa agradecida y él se quedó sentado en la tierra sin haber apartado su vista de mi.
—No me dijiste que fue lo que te pasaba.
—No fue necesario, con que...hayas mostrado preocupación por mi...me has ayudado a animarme. Buenas noches, Reto —dije sonriéndole, él siguió mirándome con una mirada tan intensa tratando de averiguar lo que pasaba por mi cabeza como si tuviera el don de Leon.
Pude ver las luces de las linternas de los guardias acercándose hacia nosotros, Reto me hizo señas que ya me fuera teniendo su mirada ahora fijamente a las luces de las linternas verificando que no me vieran con él, yo le asentí dándome la vuelta avanzando hacia la academia preparándome para el regaño del señor guardia.
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