12. Celeste


Llegue al departamento, alargue mi sonrisa al escuchar ruidos en la cocina, yo corrí a la cocina entrando de sorpresa, Mia con espanto casi se le caen los platos en sus brazos y yo espantada corrí abrazarla evitando que esos platos cayeran al suelo.

Mia y yo sacamos risas al estar abrazadas pegadas entre si teniendo los platos pegados en nuestros cuerpos tratando que no se cayeran en el suelo, movemos nuestros brazos con cuidado agarrando los platos y poniéndolos en las mesas.

—Perdona Mia, no era mi intención asustarte —dije entre pocas risas.

—Esta bien ragazza, es solo que no estoy acostumbrada a esas entradas, pero también Maya me hace esos sustos, solo que ella es como un gato, ni siquiera te das cuenta cuando entra. Te prometo que hasta me dan ganas de comprarle un cascabel —dijo ella con gracia y yo alargué mi sonrisa viendo a mi alrededor.

Casi se me cae baba por la boca al ver todos los ingredientes que tiene afuera, pasta, tomates, hierbas, queso, ensalada, mire la estufa que estaba hirviendo una olla con agua.

—Oh, el agua —dijo Mia con poco espanto yendo a la estufa bajándole a la flama y empezó a poner la pasta en la olla— ¿Cómo te fue en tu gran tour con Celia? —preguntó ella regalándome una gran sonrisa y yo bajé la mirada con seriedad.

No se si decirle la verdad, ni siquiera se si deba decirle la verdad al director, después de todo...me trató amablemente en la mañana, aunque...hubiera sido puro acto, pero...¿Y si no lo fue? y si ¿Todos ya deben saber que no me dio el guía por encontrármela en la comida?, me sujete el estomago muy hambrienta, razón por la que no pude comer.

Yo di un suspiro rendida.

—Mia...tu y Celia...¿Son buenas amigas? —pregunté tratando de averiguar al menos algo de ella, buscando razones de ese compartimiento.

Mia alzó la ceja incrédula poniendo otro sartén en la estufa.

—¿Por qué la pregunta? —preguntó con un tono serio mirándome a los ojos.

Yo hice una pequeña mueca, di un suspiro rendida.

—No...me fue muy bien con ella que digamos. Ella...me trato muy amable en la mañana, me ayudó en en mis inscripciones, fue muy dulce e inocente conmigo, pero después ella...me pidió que si le mentía al director en decirle que ella si se quedo conmigo dándome el tour como era su obligación, porque tenía otras cosas que hacer, yo para quedar bien con ella...acepte, la deje ir y tuve que conocer a la academia por mi cuenta, para no hacerte largo el cuento, me dio hambre, fui a la cafetería y...

—Gemma —dijo Mia sonriendo un poco— Ya lo sé.

—¿Sabes lo que sucedió en la cafetería?

—Bambina debes saber que cuando una cosa sucede en la academia, todos lo van a saber después, no hay escapatoria. Ahorita la gran noticia es que Celia se le asignó a darte un tour en la academia por el director, trato de evitarlo, pero fuiste con ella en la cafetería —dijo ella empezando a poner mantequilla en el sartén, después sacó pocas risas— Y te sentaste en el lugar de Scarlett, tuviste una pequeña discusión con ella.

—¿Scarlett?, ¿es la modelo de cabello blanco?

—Si esa puttana —dijo Mia con enfado yéndose a la mesa donde estaban los tomates y los empezó a cortar con el cuchillo bruscamente desahogando su ira en ellos, pero después pegó sus manos en la mesa aún con el cuchillo sujetado sacando un suspiro exhausto— Aunque...odie admitirlo... —dijo volteando a ver con bastante seriedad en su mirada— Es una mujer bastante peligrosa Gemma, su grupo, en la mesa donde te has sentado, son sus amigas, que ellas al igual que Scarlett son malas personas, no tanto como esa puttana, pero tienes que tener cuidado con ellas.

—¿Incluyendo a Celia? —pregunté con tristeza y Mia bajo la mirada con ira en sus ojos.

—Te responderé la pregunta que me has preguntado hace rato, solo te diré que Celia antes era mi mejor amiga, pero eso fue en la secundaria. No caigas en su papel de niña inocente, aunque tenga la apariencia de un ángel es una maldita como su hermana.

—¿Y...son peligrosas por sus dones o...por su comportamiento? —pregunté preocupada y queriéndome informar sobre el enemigo.

—Temo decirte que por las dos cosas. Celia y Nicole nacieron el mismo día, son las primeras potestades que tienen como don controlar los elementos y cada una controla dos, Celia controla el agua y el aire y Nicole el fuego y la tierra, son reconocidas a que pareciera que tienen dos dones, pero solo es uno por la categoría. Pero Celia no controla bien su don, al contrario de Nicole es muy hábil con su poder, le encanta jugar con fuego y no quisiera que te metas en eso —dijo ella apuntando con el filo del cuchillo sonando como amenaza, pero más bien se escucha como un gran consejo.

—¿Quién es la asiática? —pregunté poniéndome a su lado y ella dejó el cuchillo a un lado, agarró las rebanadas de tomates en el plato donde estaba la ensalada.

—Ren Zen, origen japonés, tiene control psicocinético sobre su cabello —yo me la quede viendo con una ceja alzada, ella dio un suspiro rodeando los ojos al no poder acostumbrarse a mi estupidez— Puede controlar su cabello.

—Oooh, como...si fueran tentáculos.

Mia hizo una mueca pensativa pensando en mis palabras y subió los hombros asintiendo.

—Parecido.

—Y Scarlett —dije con gran curiosidad pegándome más a Mia casi empujándola por la curiosidad, quería saber el don de esa maldita.

Mia empezó a echarle crutones a la ensalada.

—Es una cambiaformas, puede imitar la apariencia y la voz de cualquier persona. Estudio teatro desde que tiene memoria, es maestra del disfraz, no importa si ella no logró conocer a tu ser amado —dijo ella acercando su rostro al mío con gran intensidad que yo me aparté de ella algo asustada— Ella siempre buscará la manera de herirte con su don tomando su apariencia y siempre...sale victoriosa —yo la mire con lástima al verle la gran tristeza en sus ojos, es como...si ya hubiera tenido una experiencia como esa para darme de estas advertencias— Escuchame Gemma —se acercó a mí de un modo que yo me aparté de ella, pero mi espalda llegó a pegarse contra la pared y ella ponía sus brazos por los lados de mi cuerpo atrapandome— Hagas lo que hagas, no debes dejar que ella sepa la apariencia de tu madre, ella no debe saber como es, ¿Capisci?

Yo mostré espanto sujetando el collar de mi madre.

—Dices que...puede...llegar...a tomar su apariencia.

—Y no será por buenas intenciones —dijo ella apartándose de mí mirándome con bastante seriedad al tema— Cuida bien tus fotos, no las tengas en tu celular, mantén segura esas fotos.

Después sin decir más se dio la vuelta yendo a la estufa poniendo aceite al sartén que hace rato calentó. Yo me quedé callada aún sujetando el collar de mi madre nerviosa, ¿Esa mujer será tan perra como dice Mia para agarrar una apariencia de un ser amado tuyo ya fallecido?, ¿Mia habrá tenido un problema así con esa mujer?

—Pero sabiendo que no pudiste comer en la cafetería y como yo no puedo comer los lunes ahí por mis clases, estoy haciendo nuestra comida —dijo ella sonriendo como si se hubiera olvidado por completo el tema.

Yo me sorprendí un poco de sus palabras y su cambio de actitud, debe ser un tema no muy agradable para ella, pero aun así no pude evitar sonreír muy agradecida por la comida que ha preparado para nosotras, mi estómago debe estar comiéndose a sí mismo a la tanta hambre que tengo.

Estábamos en el comedor, le ayudé a Mia a servir la mesa, una vez que terminamos de ponerla nos sentamos, me saboreo los labios al ver la deliciosa comida italiana, espagueti con albóndigas y ensalada.

—Profitto —dijo Mia señalando la ensalada con gran sonrisa.

—Mia no sabes lo mucho que te lo agradezco, en estos días...creo que has sido la única ángel de esta academia, además de la doctora Pin y el director —dije empezando a servir ensalada y Mia sacó pequeñas risas apenadas.

—Tristemente hay pocos, pero.. —alargó su sonrisa emocionada tomándome de un brazo agitándolo un poco— Debes conocer a mi mejor amigo, Theo, mañana en el desayuno te lo presentaré.

—Ahora no podré dormir por la emoción —dije con gracia y Mia solo rodeó los ojos con una sonrisa.

Ella me soltó del brazo empezando a servir su comida, me hizo el favor se servirme una cantidad pasable de ensalada en mi plato, yo encajé mi tenedor en la ensalada, la mire con curiosidad ya que tiene de un aderezo desconocido para mi, metí el pedazo en mi boca y empecé a masticarlo lentamente probándolo.

Un sabor algo dulce empezó a expandirse en mi boca, abrí en grande mis ojos sacando gemidos de gusto, me trague el pedazo mirando con asombro esta exquisita ensalada.

—Dios, Mia, está delicioso, que...que...es lo que le pusiste —dije muy asombrada encajando de nuevo el tenedor en la ensalada.

—Lechuga, tomate, cebolla, zanahoria, lechuga morada, crutones, queso parmesano y aderezo.

Causaba gemidos al saborear lentamente el aderezo, le señale la ensalada.

—El aderezo...es néctar de los dioses.

—Basta Gemma, no es para tanto —dijo Mia entre pocas risas y yo la miré incrédula.

—Mia, no había probado una ensalada tan deliciosa hasta hoy, mi lengua baila de la alegría cada vez que esto se mete en mi boca.

Mia me regaló una dulce sonrisa

—Gracias por tus bellos halagos.

Yo le sonreí amigablemente, me termine la ensalada, me serví el espagueti y una albóndiga quiso escapar de mi plato rodando en la pequeña montaña de fideo, yo la atrape con mi tenedor, no tienes escapatoria albóndiga, la partí y trate de agarrar el espagueti como sopa.

Mia con espanto se levantó viniendo conmigo sujetándome la mano y yo fruncí el ceño.

—Así no es como debes comer el espagueti, debes enrollarlo con el tenedor, de este modo, observa.

Mia me quito mi tenedor, lo encajo en el espagueti moviendo sus dedos de un modo que hacía girar el tenedor enredando los fideos, una vez que termino me entregó el tenedor con una gran sonrisa.

—Una vez que lo tengas así te lo llevas en tu boca, si tienes algún fideo fuera de tu boca, lo cortas con tus dientes y después, educadamente te limpias con la servilleta.

Mia volvió a sentarse esperando que siguiera sus instrucciones, yo algo extrañada al no saber que había un modo para comer un espagueti, me metí el pedazo en la boca, gemí al sentir muchos fideos fuera de mi boca, pero los mordí como me dijo Mia dejándolos caer en el plato, empecé a masticar la comida y di un gemido de la emoción dando pequeños saltos en mi silla con gran alegría, me trague el pedazo viendo a Mia como una diosa de las comidas.

—Mia...este...debe ser tu segundo don, hacer comidas...tan deliciosas... —yo fui juntando lágrimas en mis ojos— No...sabes lo mucho que mi sentido gustativo te agradece.

—Gemma... —dijo Mia muy sonrojada cubriendo sus mejillas— Haces que parezca tomate.

—Ya veo tu futuro en un famoso restaurante de cinco estrellas, siendo la chef principal —dije sin dejar de mirarla y mientras trataba de enrollar el espagueti con el tenedor.

Mia borró su sonrisa abrazándose a sí misma y yo mostré preocupación dejando de tragar.

—¿Qué pasa? —pregunté desanimada, pero ella me volvió a sonreír dulcemente.

—Nada, pero oye cuando llegaste a la cocina se notaba que querías decirme algo antes del susto, ¿Qué era? —preguntó ella con intriga y yo me sobresalte limpiando mi boca con la servilleta al recordarlo.

Ya se me había olvidado por el susto y las advertencias de Mia— Yo...yo...me he encontrado con un hermoso leopardo en la zona de juegos de los niños —dije con gran emoción y Mia frunció el ceño incrédula— Yo se que es difícil de creer, pero Mia era hermoso, era blanco con tonos grises y sus ojos...no son como los otros felinos, estos eran de diferente color, uno lo tenía gris y el otro...

—¿Verde? —preguntó Mia con una sonrisa de gracia y yo fruncí el ceño mostrándome muy confundida. Ella empezó a reírse un poco— Bambina...no quiero decepcionarte, pero lo que viste no era un leopardo común.

—¿No? —pregunte con una ceja alzada rascándome la cabeza con demasiada confusión.

—No, era una persona, Reto, es un potestad que su don es la metamorfosis, puede convertirse en cualquier animal que se le antoje, es otro de tus futuros compañeros.

—Un...potestad... —dije sin poder creérmelo— Pero...no...no puede ser posible Mia, ese leopardo cazó un conejo como un animal realmente.

Mia hizo una muy pequeña mueca

—Toma muy enserio su don para comportarse como un animal cuando se convierte en uno, a veces...cuando no lo es tiene esos comportamientos.

—Dices que...siendo una persona...puede ir a cazar alguna presa.

—No...lo he visto, pero...se dice...es un poco...como decirlo sin ofender... —dijo Mia con una mueca tratando de buscar esa palabra correcta y sonrió— Como tú, especial.

Yo la mire con seriedad al no haberme gustado mucho su ejemplo, pero rodeé los ojos sin poder enfadarme con ella.

—Pero no es su culpa...el pobre tiene su historia trágica, como Maya.

—¿Maya tiene una historia trágica? —preguntó alzando las cejas, aunque por su actitud tenía un leve presentimiento.

—La de Maya no puedo contarte, ella se enfadaría conmigo si te lo dijera, pero con Reto... —ella subió los hombros sin mucha importancia— Todos se la saben así que no creo que haya problema que te lo diga.

Mia dobló un poco su espalda pegándose en la mesa para estar más cerca mío, yo hice lo mismo quedando nuestros rostros frente a frente sin mucha distancia para poder escucharla.

—El padre de Reto su don es parecido a la de su hijo, metamorfosis, pero solo a un animal en específico, un animal único que no hay otro igual en el mundo, una combinación de un canino y un felino, solo mis padres han visto esa transformación, pero después del accidente que sucedió no se ha vuelto a transformar.

—¿Qué accidente? —pregunto en susurro por si alguien mas estuviera aqui en nuestro departamento para escucharnos.

—No se sabe muy bien la historia, pero la historia que más se conoce es que por culpa de Reto, su padre tuvo que transformarse mostrándose con un grupo de humanos y...se los terminó devorando.

—¿Disculpa?

—Lo que has escuchado...el padre de Reto...se podría considerar...cannibal, no completamente ya que se devoró a unos humanos y no a potestades.

—Mia, los humanos y potestades son lo mismo, somos como ustedes, con sentimientos y valores —dije con enfado y Mia me mostró las palmas teniendo cuidado.

—Lo siento, lo siento, pero como te decía cuando se supo lo que su padre hizo, llegaron los arcángeles apresarlo, se descubrió que a las personas que él se devoró eran cazadores, no cazadores de animales, cazadores de potestades —dijo ella con poco miedo en sus palabras y yo fruncí el ceño confundida.

—Hay...cazadores de potestades.

Mia me asintió bajando la mirada con algo de miedo.

—Recuerdo...que cuando estaba en preescolar como las maestras te cuentan de ellos al principio como...cuentos de terror, pero una vez que creces...te das cuenta que esos no eran cuentos, sino...relatos de personas que se han encontrado con ellos. No...nos tienen permitido hablar mucho de ello Gemma, solo puedo desearte...que espero que no te encuentres con alguno en tu vida. Esos cazadores trataron de cazar a Reto cuando solo tenía trece años de edad y su padre tuvo que interferir para protegerlo, sino fuera por él, Reto ya ni estaría en esta academia.

—Pero...si solo lo estaba protegiendo, quizás...comerse a los cazadores no era la solución, pero no lo hizo intencional.

—Por esa razón su sentencia no fue a largo plazo, le dieron cinco años de estar preso, hace tres años que ya lo liberaron. Pero...el accidente afectó en Reto, recuerdo que en primaria hablaba con él —dijo ella con una corta sonrisa al recuerdo, pero la borró mostrando algo de lástima— Pero...por culpa de esos hombres...se volvió muy solitario, los demás empezaron hacerle a un lado al que su padre fuera un preso del inferno y sobre todo por el crimen que cometió, algunos empezaron a burlarse de él, pero Reto no se deja fácilmente insultar, él les da de una buena lección —sacó pocas risas— Con solo decirte que un chico se atrevió a insultar llamando a su padre un salvaje, se transformó en una araña inyectándole un veneno que lo dejó paralizado por tres días.

—Eso...no me parece gracioso.

—Algunos se merecen esos castigos Gemma, lo comprenderás con el tiempo —dijo Mia sin mostrar mínima culpa, después alargó su sonrisa— Pero...oye parece ser que ya casi conoces a todo nuestro querido grupo.

—¿Cómo estás tan segura que ese será mi grupo? —pregunté con intriga y me metí más comida en la boca empezando a masticar.

—No somos muchos potestades aunque lo parezca Gemma, hace mucho tiempo así lo era, hasta le ganábamos en porcentaje a los humanos, pero eso ocasiona que muchos humanos nos descubrieran, entonces nuestra serafín puso como regla solo tener un hijo o máximo dos, por ejemplo, mis padres me tuvieron a mi y mi hermano, a consecuencia de eso yo solo podre tener una hija, pero a ella le tocara tener dos hijos, ¿Me entiendes?

—Creo... —dije teniendo el ceño fruncido— Pero...¿Hasta tienen reglas para tener hijos? —pregunte con una gran mueca nada convencida con esto y me metí un pedazo de comida en la boca.

Mia río un poco histérica.

—Eso no es todo, debes embarazarte a los 27, no más y menos.

Yo casi me atraganto con el espagueti, me lo trague y agarre el vaso con soda dándole un largo sorbo, mire a Mia incrédula.

—¿Qué has dicho?

—Debes embarazarte a los 27, para que nuestros hijos de nuestro grupo puedan entrar a la academia al mismo tiempo, ¿No estás emocionada que nuestras hijas toquen estar juntas en la academia? —preguntó Mia con una sonrisa muy fingida mostrando sarcasmo, pero borró completamente su sonrisa.

—Pero...pero...¿Y si no quiero embarazarme a los 27? —pregunte con enfado haciendo un ademán.

—Tienes de dos —dijo mostrándome dos dedos—Si te embarazas antes, eres reconocida como una puttana —dijo agarrándose uno de esos dedos— Y si te embarazas después, fue porque eres horrible para no haberlo hecho a los 27 —dijo agarrándose el segundo dedo.

—Mia, eso apesta, eso...debe ser una clase de machismo —dije dándole un golpe suave a la mesa mostrando un poco mi molestia.

—Tiene sus beneficios y sus contra —dijo Mia con una pequeña mueca haciendo un ademán lento con su mano y yo la mire incrédula— Como dije, nuestros hijos estarán juntos, eso ayuda a que conozcamos a la mayoría de los padres de los demás niños, además tu padre a pesar que se unió con una humana, cumplió la regla de embarazar a su pareja cuando él tenía 27 años, eso hace que mi padre hubiera conocido el tuyo por que eran compañeros en la academia.

Yo me impresione un poco.

—Tu...padre...conoció el mio.

—No seré la única, la mayoría de los padres, los de Scarlett, Nicole, Ren, todo lo que será tu grupo, sus padres conocieron a tu padre al ser compañeros de su grupo cuando ellos estudiaron aquí, Gemma.

Yo me sujeté la barbilla tratando de entender esto.

—Si lo que dices...es que nuestras madres nos tuvieron el mismo año, eso significa...que tienes la misma edad que yo.

—Del 97, 21 años, febrero.

—Por cuatro meses eres más grande que yo, mayo.

—¿Mayo? —pregunto Mia con una mueca—Espero que no sea entre el 10 y 15.

—Es...el 13...¿Por qué?

—Ugh, cumples un día antes que el de Scarlett —dijo Mia con mucho disgusto, pero yo sonreí con victoria.

—¡Ja!, soy un día más grande que ella —dije poniendo mis puños en mi cadera y Mia empezó a reírse— Pero no me dijiste que día es tu cumpleaños.

—Nací en el día del amor y la amistad, el 14 de febrero —dijo ella con una sonrisa apenada.

—¿Bromeas? —preguntó con emoción y ella asintió con gran sonrisa— Pero que suerte Mia.

—Mi papá me dice que le hago honor a nuestro apellido —dijo ella muy orgullosa y yo saque mi celular para ver la hora.

Me sobresalté al ver que eran las 6:00 en punto.

—Maldición Mia, lamento no poder terminar la comida, pero tengo que verme con el director —dije con gran prisa y agarre la servilleta limpiándome la boca.

—No te preocupes, correle ragazza —dijo Mia igual apresurada y yo asentí empezando a correr yéndome a la oficina del director.

***

Entre al cuarto de recepción del director, respirando hondo y suspirando por lo exhausta que estoy por haber corrido con gran prisa, la secretaria desde lejos me alzó una ceja mostrando extrañeza a mi comportamiento.

—Vengo...a verme con el director —dije con esfuerzo al tener poco aire recargándome en el escritorio de la secretaria.

—En un momento te atiende, toma asiento —dijo la secretaría señalando los asientos y yo me iba a sentar en los sillones tratando de recuperar aire.

Mire como la secretaria ya le avisaba al director de mi llegada a través de su teléfono, le mire de sus dedos potestad, me pregunto...¿Qué don tendría ella?, o el chico que no dejaba de verme, Leon, cada vez que veo algún potestad, me dan ganas de preguntarle cuál es su don y que me lo muestre.

Como...Reto, ese potestad que me enseñó su don sin querer, transformarse en cualquier animal...eso si suena como un cuento de hadas, poder experimentar tener un cuerpo de un pequeño o grande ser, poder...volar siendo un ave o respirar bajo el agua siendo un pez, es...increíble cada don que descubro, causando que me den ganas de tener uno, aunque odie admitirlo.

—Gemma, el director te espera —dijo la secretaria sonriéndome y yo le di un asentimiento levantándome dirigiéndome a la oficina del director.

Entre a su oficina, el director Galder me regalo una sonrisa señalando mi tarjeta de identificación sujeta en su mano, yo sonreí emocionada yendo con prisa con el sentándome en la silla de enfrente, también note que tenia otra caja mediana de la academia en su escritorio y él extendió su mano entregándome mi tarjeta.

—Bienvenida a la academia Angelus, Gemma —dijo él con gran entusiasmo que hasta se me contagió alargando mi sonrisa agarrando la tarjeta sin poder esperar más para ver como salía en la foto.

Pero borre mi sonrisa al ver que salí horrible en la foto, como supuse con ese horrible peinado parezco hombre, ese mugroso golpe causó que parezca que tengo un cuerno que en vez de pico es una bola y ese rostro...¡ugh!, madre hubiera quemado esta foto con solo ver mi expresión tan deprimente, hasta creo que iba a parpadear en ese momento para verme tan estúpida, ¡Ese fotógrafo debió hacer su venganza de este modo!

—Mmm... —dije con mueca de disgusto viendo al director señalando mi foto— No puedo volverme a tomar otra foto que no sea tan fea como esta.

El director Galder hizo una pequeña mueca.

—Nuestro fotógrafo ha salido de viaje de negocios Gemma. Pero no sales tan mal —dijo él sonriendo amablemente y yo lo mire con poco enfado.

—No necesita mentir —dije sacudiendo la tarjeta con enfado, yo rodeé los ojos con fastidio— No importa, ya que.

—Gemma, no todos están convencidos como salen en sus fotos de identificación, además solo será para que se te permita la entrada a las instalaciones que tenemos, debes tenerla siempre contigo Gemma, porque si no es así, no se te permitirá la entrada, ni siquiera a tu pasillo, tendrías que molestar alguna amiga tuya para que te haga el favor de traerte la tarjeta y no queremos eso. Es por esa razón que la tarjeta viene incluida con esto —dijo mostrándome una funda para mi celular— En la funda puedes guardar tu credencial y así será difícil que se te pierda.

Él me quitó mi tarjeta metiendola en un apartado especial de la funda, yo abrí mi boca como asombro, saque mi celular y el director me entregó la funda, yo le puse la funda a mi aparato con gran sonrisa, saque mi credencial y la volví a meter en la funda.

—Ingenioso —dije asombrada sacando la tarjeta y volviendola a meter en la funda entreteniéndome.

—La tarjeta de identificación también puedes usarla como una tarjeta de débito, te estaré depositando 100 euros semanales.

—No, no, no, no, director, ya...ha hecho mucho por mi, en verdad se lo agradezco, pero darme dinero...ya me hará sentir mal —agitaba las manos como negación en que ya ha hecho mucho por mí.

—Gemma, es mi deber asegurarme que no te falte nada, el dinero es por si te piden algún material escolar, ayudarle a tus compañeras de departamento en la despensa o puedes tomarte un pequeño paseo yendo a uno de nuestros restaurantes, no puedes estar en la academia sin ningún centavo.

—Pero.pero...debe de haber algún trabajo en la academia en donde yo...

—Gemma —dijo el director regalándome una dulce sonrisa— Eso se dejó atrás, no necesitas trabajar hasta que te gradúes y puedas manejar la empresa de tu madre —dijo él alargando su sonrisa mirándome con gran ternura y yo no pude evitar sonrojarme un poco.

—¿Cómo...sabes eso?

—Hable con el señor Dikon para verificar que todo estuviera bien en tus inscripciones, al escuchar que escogiste la carrera de administración de empresa, no tuve la necesidad de pensarlo, tienes el collar de la empresa y se que eres como tu madre para haber querido seguir con esa tradición en manejar la empresa Astrea como es tu derecho, sobre todo se que lo haces por tu madre, me alegra que hayas tomado esa carrera, Gemma. Será complicado al principio, pero sé que debes tener la inteligencia de tu padre para lograr tu objetivo.

Yo bajé la mirada con mucha pena.

—Gracias.

—Y no te preocupes por el deporte ecuestre, el señor Dickon también me comentó que meterla era tu deseo, pero te veías apenada con pedirme ayuda que escogiste otro deporte, ya te he conseguido un potro que oficialmente ya es tuyo para que veas que no es ningún conflicto el favor que te hice, estará esperándote en los establos cuando sea el día de tus deportes, tomarás este semestre para entrenarlo mientras que va creciendo y no te preocupes si no estás presente con el, trabajadores especiales cuidan de los caballos cuando no se encuentran los alumnos, incluyendo en vacaciones.

Yo me paralicé al escucharlo, el director Galder me empujó la caja que tenía enfrente ofreciendo, pero yo me quedé inmóvil tratando de procesar sus palabras.

—Aquí se encuentra tu hoja de horarios, tu grupo oficial, los libros de tu clase aunque algunos ya se manejan en línea, tus uniformes de tu taller y deporte, las herramientas para el potro se encuentran en el cuarto que se te otorgó en el establo para tu futura montura y con esto completamente ya eres una celeste, creo que se me ha olvidado comentarte que un celeste...

Yo me levanté de mi asiento lanzándome contra el director abrazándolo sin importar que el escritorio estuviera bloqueando y tuviera que estirarme para seguir abrazándolo, él se paralizó por mi brazo, pero yo pegué mi rostro a su hombro tratando de que no viera llorar, él sin saber que hacer me dio pequeñas palmadas en mi espalda.

—Gracias...yo...no sé qué hubiera sido de mi si no fuera por usted—dije apartándome de el quitándome las pocas lagrimas que querían salir de mis ojos, después me sonroje dándome cuenta de lo que hice— Lamento...el abrazo...es...como un impulso.

Él me sonrió con dulzura.

—Está bien, recuerdo que a tu madre le gustaba dar abrazos.

Yo sonreí sin poder evitar dejar caer más lágrimas por sus palabras, el director Galder empezó a verme con lástima.

—Tenemos psicólogos si necesitas ayuda por la pérdida de tu madre.

—No, yo...estoy bien...solo...necesito tiempo —yo sujeté la caja respirando hondo y soltando el aire tratando de tranquilizarme— ¿Ya...es todo? —pregunté amablemente.

—Quería hablar contigo de como te fue con tu tour con Celia, ¿Te ha explicado bien nuestras instalaciones?, ¿Te ha ensañado de los establos?, ¿Dónde se ubica tu clase de ballet?, quiero asegurarme que todo te haya quedado en claro para que no tengas problemas cuando te toque ir allá.

Mi tristeza se borro completamente cuando llegue a ese gran problema, maldición...él no lo sabe, pensé que Mia me había dicho que cuando una cosa sucede, todos lo saben, el director frunce un poco el ceño esperando que le respondiera y yo le sonreí nerviosamente.

—Director Galder, me da mucha pena...decirle esto, pero Celia...

Me quede callada antes de decir la verdad, a pesar de lo que hiso, yo...no quiero meterla en problemas, por alguna razón mi cerebro no acepta que Celia pueda ser una mala persona, aunque Mia me lo diga, pero en la mañana...ella se veía asustada, de la misma manera como cuando la vi con esas chicas.

—¿Pasa algo Gemma? —preguntó el director Galder un poco confundido.

Pero si el director Galder se entera que le he mentido, después de todo lo que está haciendo por mi, me mordí el labio sin saber qué hacer, yo di un pequeño gruñido desesperada, espero no cometer un gran error.

—Me da mucha pena decirle que Celia...se esforzó demasiado en enseñarme la academia, uff, si la hubiera visto, me enseñó cada detalle —dije sonriendo tratando de no delatarme y el director frunció más el ceño— El lago de los cisnes esta hermoso, me tuvo que sujetar para que no me aventara al lago para abrazar a un pato, fue tan divertido —dije entre pocas risas.

—Oh... —dijo el muy extraño acomodando su corbata— Tenía mis dudas...¿no te menciono que temía tener problemas con su hermana?

Así que el problema era su hermana, a primera vista pueden tener el mismo rostro, pero note claramente la personalidad no era nada igual.

—Si me dijo, pero ella no quería desobedecerlo querido director.

El director alargó su sonrisa.

—Me alegra por Celia, quizás me puedas ayudar con la relación que tiene con su hermana, el problema es que ella depende mucho de ella junto con sus padres y trato de ayudarla a que se haga independiente, no se si me logre explicar.

Como toda detective estaba teniendo pistas para descubrir toda la verdad.

—Claro, yo la ayudaré, director.

El director Galder se levantó de su asiento con una gran sonrisa en su rostro, eso me hacía sentir mal, ya que todo lo que dije fue pura mentira, pero sea lo que pase con Celia, yo la ayudaré, aunque sienta vergüenza en mi.

El director siempre como caballero me abrió la puerta de su oficina.

—Mañana quisiera hablar contigo de nuevo, pero un poco más tarde, quiero escuchar cómo te irá en tu primer día de clases, estás atrasada por una semana, así que no tendrás muchos trabajos que realizar.

Hice una mueca al escuchar "trabajos", pero como dice es solo una semana de retraso, es muy poco.

—Sé puntual en tus clases y cumple con tus deberes —dijo él cómo es su trabajo al ser el director y yo saque muy leves risas asintiendo.

—Tratare.

—No trates, hazlo. Buenas noches.

—Buenas noches, director Galder.

Él me dio una última sonrisa, cerró la puerta de su oficina.

—¿Te ha dicho que va a volver a verte? —preguntó la secretaria preparando su pluma.

—Si, me dijo que mañana después de terminar de ver todas mis clases —dije yéndome a la secretaría recargando en su escritorio y ella abrió su libro checando los horarios.

—Él te recibirá a las 7 pm —dijo ella mientras que anotó mi nombre en la gran agenda.

—Entendido, buenas noches, Madeline —dije con gran amabilidad y ella volteó a verme con una corta sonrisa de ternura.

—Buenas noches, Gemma.

Empecé a irme de la oficina hacia el departamento. Al llegar al pasillo me detuve enfrente de nuestro querido guardia esperando que me abriera la puerta, pero él se quedó quieto mirándome con bastante seriedad.

—Credencial —dijo él como exigencia con el ceño fruncido, pero sacó una corta sonrisa de gracia.

—¿Tan emocionado está por ver como sali en la foto? —pregunte con poca gracia tratando de sacar mi credencial de mi funda con la caja de la academia.

Se la entregue con poco de esfuerzo, él me la tomo viéndola, hasta él alzó un poco la ceja al ver lo mala que salí en la foto, volteo a verme y yo le sonreí nerviosa, me regreso la credencial haciéndome el favor de meterla en la funda al verme tan ocupada con la caja, le sonreí muy agradecida y me abrió la puerta.

—Gracias señor guardia, buenas noches —dije entrando al pasillo caminando hacia el departamento llena de alegría.

Entre al departamento, Mia y Maya están la sala platicando entre sí, bueno...con señas, sonreí al ver a Mia con una gran sonrisa en su rostro haciendo muchas señas a Maya, que ella en su rostro tenía la misma expresión sin emoción, pero se nota que le pone mucha atención.

Yo caminé hacia ellas, Mia junto sus manos con gran interés y Maya se nos quedaba viendo sin mucha importancia.

—¿Cómo te fue?

Yo deje la caja en la mesita noche dando pequeños saltitos de emoción.

—El director...¡Me compro un caballo! —grité emocionada y Mia se levantó sacando un pequeño grito conmigo.

—Magnifico bambina, te dije que el director podía ayudarte en eso —dijo Mia viniendo conmigo— Oh, déjame decirle a Maya lo que me dijiste, le alegrará la noticia —volteo a ver a su amiga empezando a hacerle señas— Ella también está en el deporte ecuestre, quizás pueda ayudarte con tu futura montura.

Yo mostré impresión viendo a Maya, ella se le quedo viendo a Mia viendo sus señas, después volteo a verme y yo le sonreí aun así con alegría, me impresione un poco al ver como ella levantó sus brazos haciendo unas señas, es la primera vez que se está comunicando.

Mire a Mia para que sea mi traductora, ella hizo una pequeña mueca.

—¿Qué te dijo?

—Ella dice que...un caballo es una gran responsabilidad, que no es un perro fácil de entrenar, ella espera que no veas al animal como una mascota y si nota que lo tratas como un juguete... —Mia saco pequeñas risas nerviosas volteándome a ver— Sólo...no dañes al caballo, porque...Maya podría enfadarse.

Puse mi mano en mi pecho con gran ofensa mirando a Maya que ella me mira con bastante frialdad.

—No me atrevería a dañar ni siquiera una mosca, bueno....con las cucarachas son diferentes, tuvimos una mala plaga una vez en mi viejo departamento que tenía que aplastarlas con el dedo, pero tenía que proteger la comida, no tenía opción —dije cruzándome de brazos pensativa por mis actos.

—¿Qué? —pregunto Mia con un mueca de disgusto y sacudió la cabeza— Tratare...de olvidar lo que dijiste. Enseña tu foto —dijo ella extendiendo su mano impaciente e hice una mueca.

—Mmm...¿No quieres ver lo que me dieron en la caja? —pregunte con una sonrisa nerviosa tratando de desviar el tema.

—Boberias, no debiste salir tan mal como yo —dijo ella entre pocas risas metiendo su mano en mi bolsillo cogiendo mi celular y sacando la tarjeta.

Mia borró completamente su sonrisa quedándose de ojos bien abiertos teniéndolos como platos y sus labios bien pegados entre sí al ver mi foto sin saber qué rostro poner ante tal atrocidad, yo pude sentir como me sonroje por sentir mi rostro muy caliente al poder saber lo que debe estar pensando sobre esa foto, ella me sonrió nerviosa guardando la tarjeta en la funda y puso mi celular en donde estaba.

—Es...común Gemma, es como una maldición aquí en la academia que las fotos salgan horribles.

—Eso me ayuda Mia —dije con sarcasmo, pero después sonríe emocionada— Pero, el director siendo un ángel como debe ser su costumbre, me dará 100 euros semanales por si los necesito en algún material o comida, con esto puedo ayudarte a comprar despensa.

—¿Solo 100 euros? —pregunto Mia con tristeza poniendo su mano en su pecho— No, no, no, ragazza, cómo crees, necesitas ese dinero, yo y Maya nos encargamos de eso, no te preocupes, entendemos tu situación económica.

Yo me quedé extrañada, ¿para ella 100 euros es poco?, yo me siento ya millonaria con este dinero.

—Pero...¿Qué más?, vamos ragazza, tienes que mostrarnos lo que hay en la caja —dijo Mia hincándose recargándose en la mesita de noche viendo con gran curiosidad la caja.

Yo saque pocas risas al ver su emoción, me hinque como ella cogiendo la caja y abriéndola, Maya desde lejos nos prestaba atención y empecé a sacar las hojas que venía en la caja. Mia casi me las arrebata viéndolas con gran interés.

—Ves, estás en mi grupo celeste —dijo ella con gran sonrisa mostrándome la hoja con la lista de nombres y hasta las fotos de identificación— Este será tu grupo en los próximos años.

Yo cogí la hoja viendo a los pocos en el grupo.

—Como tu dices...son pocos.

—Contigo ya somos 12 —dijo ella alargando su sonrisa.

—Pero...para que se necesita grupo si estudiamos en diferentes carreras.

—Tenemos algunas materias donde todos las tenemos que llevar, por ejemplo...¿Dónde está tu horario? —pregunto Mia buscándola en la caja y sacó una hoja alargando su sonrisa al encontrarla— Necesitas a tu grupo celeste en la materia de Mutación y en el entrenamiento potestad —ella extendió la hoja y la cogí viendo mi horario, casi me da el infarto poniendo mi mano en mi pecho en que toda mi semana estaba llena de colores al estar muy ocupada— También lo necesitas cuando hacemos nuestros eventos, como la fiesta del invierno, los fines del semestre o en otros festejos.

—Introducción al área de negocios, información financiera en toma de decisiones, Matemáticas I, lengua extranjera, Economía de empresa, lengua de señas... —dije mirando a Maya que ella sin saber muy bien lo que está pasando miraba a su alrededor entreteniéndose— Ballet, deporte ecuestre, materia de la Mutación, entrenamiento potestad, Mia...esto es demasiado creo que solo tengo como seis horas libres en toda la semana y son para no morirme de hambre —dije con gran miedo.

—Calmati ragazza, como regla debes tener de 7 para adelante libre para que puedas cenar, hacer la tarea y dormir.

—Pero después empiezan de nuevo las clases, digo...el miércoles tengo una clase que empieza a las 7 de la mañana y...después de esa tengo dos pegadas.

—¿Cómo era en tu preparatoria? —preguntó ella muy extrañada a mi comportamiento por este horario y yo hice una pequeña mueca.

Recuerdo que iba a la escuela para sentarme en el banco, el maestro llegaba viendo en su celular diciéndonos "Lean las páginas 21 a la 50" y creo que ese era su único trabajo. Terminaba de leer y me salía del salón al haber cumplido en ir al colegio.

Yo sacudí la cabeza reaccionando.

—Puedo con esto —dije dando valor a mi misma y Mia sacó una corta sonrisa. Si puedo trabajar siendo mesera y bailarina de tubo todo el día, puedo con esto.

—Así se habla ragazza.

Maya dio un bostezo, sin decir nada se levantó y empezó a irse a su cuarto, Mia y yo nos la quedamos viendo como se retiraba, yo di un bostezo por culpa de Maya al haberlo contagiado y se lo pegue a Mia.

—Maya tiene razón, quizás debamos descansar —dijo Mia exhausta— ¿Qué más falta por ver en la caja?

—Son mis uniformes del taller y el de deportes —dije agarrando la caja alargando mi sonrisa al lograr ver un poco mis uniformes.

—Me los modelas cuando te toque estrenarlos en tu clase, será mejor dormirnos temprano, si queremos desayunar en la manzana para que conozcas a mi amigo Theo, debemos salir a las 7 am —dijo ella levantándose estirándose tratando de aflojar esos músculos, después me regaló una corta sonrisa de malicia— Pero antes de irnos a dormir, debo saber que te dijo el director sobre Celia.

Yo me sobresalte un poco levantándome, saque pocas risas nerviosas y Mia empezó a borrar su sonrisa sospechando lo que hice.

—Veras Mia...el director...no sabía lo que ella hizo...y... —me quedé callada sonriendo nerviosa y Mia empezó a mostrar poco enfado.

—Espero que lo que tratas de decir es que le dijiste la verdad en que esa inútil no te dio el recorrido como era su deber.

—Quizás...sea solo de darle una oportunidad...

—Gemma, ¿Le mentiste al director por esa maldita? —preguntó Mia con enfado.

—Mia, se que pudo haberte hecho cosas malas, pero quizás las razones sean por su hermana y sus padres.

—Y esas son las razones, pero no es culpa nuestra que sea tan débil y patética para dejarse pisotear por ellos, Gemma, mentirle al director es grave, tenemos prohibido hacerlo. ¿Qué pasa si el director descubre que mentiste?, después de todo lo que está haciendo por ti, tendrás un reporte y una llamada de atención por esa idiota.

—Con lo que he hecho pueda que Celia razone un poco sus razones. Con esto puede tener confianza en mí para que podamos tratar de ayudarla, Mia, yo note el miedo que tenía en la mañana, cuando me la encontré en la mesa con esas malditas que me dices que son esas mujeres.

—Por favor, Gemma, lo único que estás mostrando es que te dejas mandar fácilmente—dijo ella con enfado y yo bajé la mirada con seriedad a su palabras. Nos quedamos en un corto periodo de silencio, Mia soltó aire exhausta mirándome con culpa— Yo...solo trato de ayudarte Gemma —camino hacia a mi cogiendo un mechón mio poniéndolo detrás de mi oreja y yo la mire con poca tristeza— La gente que tu conoces no es nada a la que se encuentra aquí, no quiero que te lastimen, es lo único que trato de hacer.

Yo me la quedé mirando, solté aire abrazándome a mí misma.

—Es solo que...trato todo lo posible hasta el momento para que la gente no me vea como un monstruo, Mia.

Mia me miro con lastima, pero me regalo una corta sonrisa.

—No eres un monstruo, Lei sono una bella amica —dijo ella en su idioma y yo fruncí el ceño sin haber entendido nada— Significa que tu eres una bella amiga.

—Grazie —dije sabiendo de las pocas palabras en italiano con una dulce sonrisa hacía ella por esas lindas palabras y Mia alargó su sonrisa tiernamente.

—¿Necesitas ayuda? —preguntó ella viendo mi caja y yo negué con la cabeza guardando las cosas rápido.

—No, estoy bien, no quiero molestarte más, Mia —dije cerrando la caja al ya haber guardado todo— Buenas noches.

—Buenas noches —dijo ella caminando a su cuarto y yo camine al mio.

***

Me aventé a mi cama al tener la pijama ya puesta y el cuarto con las luces apagadas, solté un gran gruñido de desesperación, agarre la almohada que reemplaza el cuerpo humano que necesito abrazar y pegué mi rostro en el, alce un poco mi cabeza para ver las fotos del espejo a lo lejos sin importar no verlas por la oscuridad.

—Solo...espero que mañana sea diferente madre.

Se escuchó el largo silencio, quien parece ser que ahora será mi gran compañero de este cuarto, cerré los ojos con tristeza y empecé a tratar de dormirme.

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