Roll 2.5
X sabía que tenía que pensar por mucho tiempo y profundamente sobre esto.
Cuando escuchó las noticias de boca de Cain y Fujiwara, se sintió emocionado. Finalmente, después de tanto tiempo, ¡iban a construir a alguien como él! Pero cuando los dos humanos le dijeron que tendría un "amigo", el robot azul ya tenía a alguien en mente. Y el único problema era ¿cómo llevaría esto? ¿Acaso lo que quería era remotamente posible?
Mientras atravesaba la puerta automática, repasó en su mente el discurso improvisado que le había dado vueltas, cuya mayor parte se había formado en el calor del momento. Había pensado en esto por un largo tiempo y profundamente, y aun así no había pensado en nada. Para cuando vio a los dos humanos de pie junto a la puerta, claramente aguardando por él, X se preguntó si debería haber venido en primer lugar.
- Ah, ¿así que has llegado a una decisión? – preguntó Cain, más entusiasta que Fujiwara, que mantenía su semblante profesional.
- Bueno, sí. – respondió X. – Pero...
- ¿Pero qué? – inquirió Fujiwara, con una ceja alzada.
X miró hacia la computadora central que pertenecía al asiático. – ¿Recuerda esos archivos de memoria de esa niña robot? ¿Roll?
- ¿DLN-002? – preguntó Fujiwara, a lo que X respondió asintiendo. – ¿Qué pasa con ella?
- Sé que no pueden recuperar su cuerpo. – dijo el robot azul. – Y debo admitir que no sé exactamente cómo hacerlo...
- Solo dilo, muchacho. ¿Qué es lo que quieres? – preguntó Cain.
X dudó por un momento, sabiendo que lo que quería probablemente no fuese más que una simple fantasía. Pero aun así, si había una ínfima posibilidad, entonces quería estar seguro de que no dejó pasar la oportunidad.
- La quiero a ella. – les dijo.
Ni Fujiwara ni Cain entendieron lo que dijo al principio, pero no les tomó mucho darse cuenta.
- ¿La quieres a ella? ¿Estás diciendo que quieres que ella sea el robot que construiremos?
- Supongo. – respondió X. Cierto, era un poco más complicado de su lado, pero en última instancia, logró transmitir el mensaje que quería. – O más bien, quiero que le construyan un nuevo cuerpo, y transfieran lo que quedó de su memoria en él.
Ambos hombres miraron al robot con confusión.
- Lo sé, entiendo que no suena... plausible. Y sé que las máquinas no se pueden programar de ese modo...
- No, no es así. – interrumpió Fujiwara. – Y lo que nos estás pidiendo es imposible.
- Lo sé, parte de eso no se puede hacer, pero...
- Esos archivos de memoria son literalmente lo único que pudimos recuperar de ella. – continuó el japonés. – El núcleo de su reactor principal fue totalmente destruido, así que no habría manera de colocarla en un nuevo cuerpo. La mayor parte de su CPU era un desastre de datos incompletos, y el poco metraje que tenemos son poco más que clips de vida doméstica que sucedían en la casa de Light. ¿Qué se podría hacer con eso?
- No mucho, pero...
- Sin mencionar que cosas como los rasgos básicos de personalidad tendrían que ser programados manualmente, ya que solo estarías tomando los archivos de memoria, no la CPU como tal, ya que esa no sirve.
- Así que, ultimadamente, no podemos restaurar a esa robot, sin importar lo que tú o cualquier otro pueda hacer.
- Pero ¿en serio no podemos? – cuestionó X. – Después de todo, el Dr. Cain confía en usted por una razón. ¿No sería posible?
Fujiwara se ajustó sus gafas, mientras Cain tomaba el control de la conversación. – Lo que él quiere decir, X, es que esos archivos de memoria son literalmente todo lo que queda de ella. – le explicó. – Lo único que tendría serían esos recuerdos. Su personalidad, gustos, disgustos, todo eso se ha ido. – Suspiró al ver que la expresión del robot se entristecía. – Tus esfuerzos serían en vano.
X miró a Cain por un breve instante, y luego al suelo. Estaba en silencio, y Fujiwara parecía suspirar de alivio. El hombre mayor se sintió horrible por tener que darle estas malas noticias.
Pero lo que escucharon a continuación los tomó a ambos por sorpresa.
- No... no me importa.
Ambos hombres intercambiaron miradas, para confirmar lo que acababan de escuchar. – ¿A qué te refieres? – preguntó Cain, confundido pero intrigado por la firmeza tan repentina en la voz del robot.
- Dije que no me importa. – repitió X. – La quiero a ella.
Fujiwara alzó una ceja. – Te das cuenta de que estás haciéndolo sonar como que todo lo que te dije te hubiera pasado por encima de la cabeza.
- No, lo escuché bien. – respondió X. – Y quiero hacerlo. Puedo ayudar en ello. – El científico japonés no parecía convencido. – Puedo tomar notas y observar esos archivos para determinar su personalidad general. – El cambio de tono en la voz del robot indicaba que estaba tratando de negociar en lugar de hacer demandas. – Aún tienen los escaneos de mi CPU y los planos básicos. ¿Eso no sería suficiente? – Ahora estaba tratando de regatear. – Aunque si necesitan más, puedo proveerles de más. ¿Cuántos necesitarían?
Cain se sorprendió por el rango de emociones que acababa de ver en tan poco tiempo, ¡y provenientes de una máquina, nada menos! Fujiwara, por otro lado, estaba pensando en lo que le decían. Sí, lo que el robot quería no podría hacerse, pero acababa de demostrarle, irónicamente, que estaba dispuesto a comprometerse pese a ser el que tenía el Buster. Y técnicamente, el científico tendría la oportunidad de crear un prototipo, y X finalmente podría tener una compañera. Finalmente, ambos conseguirían lo que querían.
- Eso lo veremos. – respondió Fujiwara a la pregunta de X. – Pero respecto a tu contribución, contaré contigo para que te asegures de escribir bien su personalidad. La programación en ese campo es un proceso muy complicado.
- Sí, claro. Sin problemas. – X de inmediato aceptó lo que fuera que el japonés quería de él.
Aunque Cain estaba feliz por este giro de acontecimientos, sabía que solo estaba sucediendo porque beneficiaría al científico. Con todo, él pensaba que podría ser bueno para el robot azul. Y aunque no supiera casi nada sobre robótica, le proveería de cualquier servicio que estuviera a su alcance. Con todo, se estaban metiendo en territorio desconocido, así que debían ser cuidadosos con cada paso que dieran. De lo contrario, podrían soltar un mar de caos. O tal vez, eso fuera ya inevitable; nadie podría decirlo con certeza.
Pero fuera cual fuese el caso, lo averiguarían muy pronto.
30 de mayor de 21XX, laboratorio del Dr. Fujiwara...
X estaba sentado en su cuarto, revisando cada archivo de memoria que logró recuperar de la robot asistente. Estaba haciendo notas mentales (muy literalmente) mientras observaba el metraje, analizando cómo la niña interactuaba con quienes le rodeaban. Pero por supuesto, el robot veía todo desde el punto de vista de ella, por lo que X se sintió agradecido de haberla visto antes. De lo contrario, habría tenido que buscar tomas específicas donde pudiese ver su apariencia.
- ¡Rock! – la oyó gritar, y en eso el robot azul que había visto antes entró por la puerta mirándola, acabando de quitarse su casco. – ¡No te atrevas a dar un paso más!
Mega Man, o más bien Rock, parecía confuso. – ¿Qué?
- ¡Nada de "¿qué?", señorito! ¡Mírate las botas! – dijo la robot asistente, Roll, señalando las botas del bombardero azul. Estaban cubiertas de polvo y lodo. Ahora que lo pensaba, todo su cuerpo estaba cubierto de manchas de lodo y tierra. – ¡No vas a poner un pie en esta casa hasta que no tengas ni una mancha de mugre encima!
- ¡Pero Roll! Estaba a punto de limpiarme...
- ¡Ah-ah! ¡Sin peros! – Señaló hacia la puerta, y justo después el metraje se volvió casi indistinguible de sonidos revueltos y estática, pero eventualmente, se volvió a poner claro (lo suficiente, al menos). – ¡Qué-bzz-date quieto! – fue lo que X alcanzó a escuchar decir a Roll, viendo que Rock era rociado con un chorro de agua.
- ¡Roll-blurb! ¡Yo puedo-blurgh! ¡Lavarme la cara solo-blugh! – Mega Man trataba de protestar, pero seguía llenándose la boca de agua.
- "Bueno, es bastante revoltosa, le concedo eso."
Con todo, mientras la observaba lavar a su hermano, X no pudo evitar preguntarse algunas cosas. Si el Dr. Light los había construido a él, junto con Rock y Roll, ¿eso no los convertía a ella y Rock en sus hermanos? El robot azul pensó en esto, y aunque si este fuera el caso, ¿cuándo fue que él, bueno, "nació" en comparación con ellos? El Dr. Light parecía estar mucho más sano en los archivos que había observado, así que seguramente debían haber sido bastantes años. ¿Una década? ¿Tal vez dos? De ser ese el caso, se habría perdido de ver tal vez a los otros robots cara a cara. Aunque fuese solo por tener una memoria coherente de ellos.
Luego vio que Roll empezaba a restregarle a Rock una esponja, y el Bombardero Azul apenas se veía de ese color ya que la mayor parte de su cuerpo fue consumido por las burbujas jabonosas. Y entonces, volvieron a rociarlo con la manguera y lo secaron con una toalla.
- Vamos. – dijo la rubia mucama, arrastrando a su hermano a la casa con una toalla enrollada en su cabeza. – Todavía tengo que arreglarte ese pelo. ¡Quizás esta vez podamos mantenerlo lacio y ordenado esta vez!
- ¡Roll, no hay nada malo con mi pelo! – se quejó Rock, mientras la niña lo arrastraba escaleras arriba.
- ¡Siempre se te enreda! Probablemente sea por llevar ese casco todo el tiempo. – Siguió hablando y hablando mientras llevaba a su hermano hacia el baño.
Hasta allí llegaba el archivo, y la fecha registrada era 15 de agosto, 20XX.
En cierto modo, se le podría considerar "tarea", pero X estaba buscando asegurarse de tomar nota de todo. Incluso rasgos que, si le era completamente honesto, no le "gustaban" precisamente de esta niña robot. Pero tenía que tomar nota de todo si quería que esto saliera bien. Todo esto dependía de qué tan preciso fuese en relación a lo que Fujiwara insertaría en ella.
De repente, X sintió una mano sobre su hombro. El Dr. Cain estaba parado frente a él, observando la pantalla de la computadora en el "cuarto" del robot.
- ¿Cómo va todo? – preguntó el anciano.
X no esperaba que el humano entrase, pero a pesar de todo, aceptaría cualquier visita que recibiera del otro doctor.
- Todavía falta mucho por revisar. – admitió. – Ni siquiera voy por la mitad.
- ¿Has estado haciendo esto desde la última vez que vine aquí? – preguntó Cain, sorprendido del tiempo que el robot había pasado revisando grabaciones llenas de estática.
- Fujiwara dijo que entre más rápido pueda darle la información, más rápido puede insertar lo que necesita. – explicó X. – Dijo que, ya que estos archivos de memoria son lo único que tenemos, habrá que programar su personalidad desde cero. Aunque... – se mordió el labio – por lo que he podido ver, ella es algo... exigente.
Cain pareció divertido. – ¿No te agrada?
- No, no es eso. Es solo que, bueno... – Se preguntó cómo debería expresarlo. – Creo que es mejor que lo diga de frente: no quiero que una niña se la pase mandándome.
Cain se rio de eso. – No quieres ser el hermano menor en este caso.
- Bueno, sí, supongo que eso es lo que pasa. – respondió X. – Aunque Rock, o Mega Man, ¿no fue construido antes que Roll? Eso lo convertiría en el "mayor", ¿correcto?
- Hm. – Cain pensó por un momento. – Honestamente, no lo sé. Y dado cómo los dos fueron construidos juntos, técnicamente se les podría llamar gemelos. – Cain continuó observando las grabaciones junto con X. – Aunque, supongo que hizo eso debido a lo que pasó con su primer robot.
- ¿Primer robot? – preguntó X. – Pero ¿Rock no estaba listado como DLN-001?
- Sí, pero el Dr. Light hizo lo que tú y Fujiwara están haciendo en este momento. Primero, el Dr. Light tenía que construir un prototipo para verificar si su investigación era correcta. Siempre hay que construir un prototipo y presentarlo antes de sacar al mercado cualquier línea de robot avanzado.
- ¿Y fue así? – dijo X, queriendo averiguar más.
- No mucho después de su creación, el prototipo escapó, y no fue visto nunca más. – le dijo Cain a X. El robot azul se sorprendió mucho de oír esto.
- ¿Se escapó? ¿Por qué?
Cain se encogió de hombros. – Nadie sabe con exactitud por qué. El Dr. Light, por supuesto, sospechaba que tal vez una de las razones principales fue el no tener a un compañero con él. Así que cuando creó a Rock, Roll también fue creada. – explicó. – Seguro, ambos inicialmente fueron construidos para ser robots ayudantes, pero cuando los otros robots de Light fueron robados, Rock se ofreció voluntariamente a someterse a la operación para convertirlo en una máquina de combate.
X conocía esa parte específica de la historia, y varias otras de las magníficas hazañas que el Bombardero Azul habría logrado, pero los archivos de Roll presentaban una imagen muy diferente del Super Robot de Combate de lo que se había proyectado en el mundo. Sabía que probablemente debería volver a hacer su "parte" del proyecto, pero tenía una última pregunta.
- ¿Alguna vez regresó el prototipo? – preguntó el robot azul. – ¿Acaso ese robot supo alguna vez que tenía un hermano y una hermana?
Cain reflexionó en esto por un momento. – Es difícil saberlo.
- ¿A qué se refiere?
- Bueno, hay teorías de que un robot que antes colaboró con Wily era el prototipo que había escapado. Otras dicen que ayudó a Mega Man contra Wily de maneras que no atrajeran la atención hacia sí mismo. – le explicó a X. – En cualquier caso, ese robot desapareció y no ha sido visto desde entonces. Así que incluso ahora, nadie sabe quién fue el prototipo.
X absorbió toda esta información, junto con todas las demás piezas de lo que sabía. Esta era la primera vez que escuchaba de un prototipo del Dr. Light, pero no se imaginaba que tal cadena de acontecimientos habría sucedido alrededor de dicho robot. ¿A dónde iría? ¿Trabajó para Wily en determinado momento? Y si fue así, ¿por qué?
Y de nuevo, ¿habría sabido que tenía una familia?
X se quedó pensando en todo esto, reflexionando en su propia situación y los numerosos escenarios que involucraban al prototipo. Sin embargo, al menos el robot azul conocía a su... familia. ¿Quién sabría si el prototipo lo habría hecho? ¿Cuán solo debe haberse sentido? ¿Habría vagado por la tierra hasta que se cayó a pedazos? Tantas cosas que podrían haber pasado, y todas ellas terminaban en soledad.
- "Qué triste."
Al ver que estaba inmerso en sus pensamientos, Cain decidió dejar a X hacer su "trabajo", aunque notó que el robot se había quedado demasiado callado tras oír la historia del anciano. Comenzó a preguntarse si debería haberle confiado esa información, y si podría influenciar su "trabajo" de alguna manera. Como fuera, el proceso ya estaba en marcha, y había poco que pudiera hacer.
Así que por ahora, tendría que esperar para ver. Especular. Y tener esperanza.
19 de julio, 21XX, en el laboratorio de Fujiwara...
X no era un experto en la moda (no veía precisamente el propósito de usar ropa, si era honesto), pero Roll parecía llevar muchos atuendos. Tantos que tuvo muchas dificultades en decidir cuál sería la apariencia de su nuevo cuerpo. Cierto, rasgos como el color de cabello y ojos serían muy simples, ¡pero la joven (o antigua) robot mucama tenía demasiado lleno su guardarropa! Le llevó varias semanas tener una ínfima idea de qué aspecto tendría su cuerpo, aunque con el tiempo, logró darle algunos detalles a Fujiwara.
Para empezar, si bien parecía usar más atuendos que su hermano o incluso el propio Dr. Light, claramente favorecía el color rojo. Y también parecía gustarle usar un listón verde como accesorio, para sujetarse el cabello en una coleta alta y larga. Y aunque no era tan frecuente como el rojo, Roll parecía tener bastantes prendas con colores oscuros o blanco. Así que, usando los detalles recopilados, X, Fujiwara y Cain lograron construirle una imagen en sus cabezas de cómo luciría mejor su apariencia.
Y finalmente, tras un par de meses, los tres finalmente llegaron a un resultado.
Sobre la mesa descansaba el cuerpo de un androide modelado a partir del diseño de X, pero éste tenía forma femenina. Tal como con su viejo cuerpo, este modelo tenía una cabellera larga y rubia atada en una larga coleta. En lugar de un listón, llevaba un lazo verde de metal que sujetaba el manojo de cabello manteniendo la coleta en su lugar. Dos largos mechones le caían por las sienes sobre unos audio-receptores blancos similares a los de X, salvo por el susodicho color y el cristal amarillo que cubría el interior. Una cubierta negra la envolvía desde el cuello hasta la pelvis y las muñecas, muy parecida a un traje de baño o leotardo de mangas largas. Un top de metal blanco le cubría el pecho, sujeto con un collar blanco alrededor de la garganta de la robot, con un par de círculos oscuros pequeños en el susodicho collar. En el medio había una línea que bajaba verticalmente, desde el cuello hasta la parte inferior del pecho. En lugar de una niña, la robot tenía la apariencia de una mujer joven, con el busto bien formado y definido, y su figura más curvilínea.
Llevaba "puesta" una falda roja basada en un diseño plisado, con una sección blanca en el medio, botas rojas con una línea negra en la rodilla, y secciones blancas en las puntas. Sus hombros eran más redondeados que los de X y algo más pronunciados, pero a diferencia de su pecho, éstos eran de color oscuro con un cristal amarillo incrustado para cubrir la articulación del hombro. Los antebrazos eran rojos y la parte inferior hasta sus muñecas era dorada, con cuatro orbes oscuros colocados formando un anillo en cada sección, con ranuras entre cada uno. Un cinturón blanco con una esfera negra se encontraba en el centro de su cintura, manteniendo la falda en su lugar. Sus manos eran blancas, igual que las de X, pero eran más femeninas, y los dedos habían sido colocados en la mano en vez de formar parte total del resto de ella.
Los tres que ayudaron a diseñarla se quedaron observándola, con sus ojos cerrados como si estuviese en medio de un pacífico sueño. Igual que cuando lo encontraron a él, pensaba X. Pero ahora, querían ver lo que sucedería cuando "despertara".
- ¿Confío en que estás satisfecho? – le preguntó Fujiwara a X.
- Sí. – dijo el robot. – "Solo me pregunto si a ella le gustará o no." – pensó.
- Su cuerpo fue hecho con materiales económicos y muy rápido, ya que el propósito de esta prueba es ver si se pueden duplicar tus sistemas. – explicó Fujiwara. – Y ten en mente que, aunque inserté los archivos de memoria, el resto de ella es completamente nuevo. Así que falta ver cómo los procesará.
X asintió, pues lo entendía. – Sé que lo que podría pasar tal vez... – Hizo una pausa. – Bueno, no sé lo que puede pasar. – admitió. Luego miró al androide femenino, el cuerpo "mayor" (o mejor dicho nuevo) que ahora habitaría la niña robot que estaba en esos archivos. Al menos, eso era lo que una pequeña parte de él esperaba.
- ¿Empezamos entonces? – preguntó Cain.
Ni X ni Fujiwara tenían objeciones. Así, Fujiwara insertó un comando en su computadora, y habiendo presionando algunas teclas rápidamente en el tablero, el proceso había dado inicio.
La máquina estaba siendo activada.
Un suave rumor se podía oír desde el recién construido (aunque barato) cuerpo, y tras algunos momentos, se detuvo, y la máquina abrió sus ojos. Su irises eran de color verde azulado, y aunque al principio se veían vidriosos y sin vida, inmediatamente se iluminaron cuando fijó la mirada en X. Fujiwara y Cain observaron este cambio, notando que, lo que fuera que estaba sucediendo, la presencia de X había inducido una reacción en ella.
Se levantó lentamente de la mesa y se puso de pie, con las piernas algo inestables como si apenas estuviese aprendiendo a caminar. Y de cierta manera, así era.
Entonces, finalmente habló. – ¿Rock?
X se congeló. La robot frente a él lo miraba como si su presencia la hubiese dejado en shock. Su voz sin duda era la misma de la niña que oyó en los archivos, pero más madura y perdiendo toda semblanza a un infante.
- Sho, ¿qué está sucediendo? – preguntó Cain quedamente. Aunque no podría decir que tuviera "miedo", estaba totalmente al filo con lo que estaba sucediendo. Fujiwara se había quedado sin habla, pero urgió a Cain a quedarse quieto y ver lo que pasaría.
- ¡Rock! – exclamó la chica robot, completamente feliz de ver al robot azul que pensaba que era el Bombardero Azul.
Antes que X pudiera hacer o decir nada, corrió hacia él y lo abrazó, enterrando su rostro en el cuello de él.
- ¡Lo sabía! – continuó, sorprendiendo a X por la fuerza de su abrazo. Era como si tuviera miedo de que fuera a escaparse si no lo sujetaba con fuerza. – ¡Sabía que podrías vencerlo!
- ¿Vencerlo? – preguntó X, cuando finalmente recuperó el habla. – ¿Vencer a quién?
- Sho, ¿qué está sucediendo? – volvió a preguntar Cain, tratando de hacer notar su preocupación en aumento.
- Silencio. – ordenó el japonés, queriendo seguir observando lo que pasaba.
- ¡Oh, eso ya no importa! – dijo la chica robot, soltando a X de su abrazo, colocándole las manos en los hombros. – ¡Esto solo demuestra que, no importa lo que Wily te lance, puedes superar cualquier cosa! ¡Y mírate! – agregó mientras le daba la vuelta. – ¡El Dr. Light ahora te equipó con un cuerpo mejorado! ¡Oh! ¡Y también a mí! – Se miró a sí misma por todas partes. – Hmm... esto me gusta.
Desvió la mirada de X y miró al Dr. Cain.
- Muchas gracias por... – Su voz de pronto se cortó en el momento en que sus ojos se encontraron con los de Cain. Miró al paleobotánico y luego al experto japonés en robótica. – Usted... ustedes no son el Dr. Light. – Miró a su alrededor, registrando todo lo que podía ver. – Este no es el laboratorio. – Finalmente, sus ojos se fijaron en X. – Y... tú no eres...
Dio un paso atrás cuando el robot azul trató de alargar su mano hacia ella, pero al ver a Cain y Fujiwara aproximándose a ella, fue directo hacia X y se escondió detrás de él en busca de protección. Aunque lo hubiese confundido, todavía parecía verlo como alguien que podría ayudarla. X se sorprendió por esto, pero la chica robot simplemente se rehusó a soltarlo, mientras los dos humanos continuaban aproximándose.
Y entonces, algo que nadie podría haber predicho ocurrió.
Sonó de pronto un agudo estallido, y X se dio la vuelta para darse cuenta que provino de la recién activada chica robot. Se estaba agarrando la cabeza, gruñendo como si estuviera experimentando una fuerte migraña. Corrió hacia una de las esquinas para acurrucarse de rodillas, dándoles la espalda a todos. X no estaba seguro de qué debía haber, pero aun así decidió acercarse a ella para ayudarla o al menos alertarla de su presencia.
Fue entonces que los ojos de la chica robot se abrieron de golpe, con sus irises verde-azulados fijos en los esmeraldas de él.
- ¡Rock! – exclamó, agarrando la mano del robot azul y apretándola con fuerza. – ¡Tienes que irte! ¡Tienes que salir de aquí ahora!
Estaba en pánico, con los ojos llenos de terror, pero no porque temiera por sí misma.
Cain y Fujiwara miraron a X, pero el robot azul parecía tan confuso como ellos. – ¿De qué estás hablando-?
- ¡Él te siguió desde el laboratorio! – continuó, interrumpiendo a X. – ¡Te siguió! ¡Y no se detendrá hasta que estés muerto!
- ¿Muerto? ¿De qué estás...?
- ¡Guts Man está tratando de contenerlo, pero no creo que dure mucho más! – continuó la chica robot. Entretanto, Fujiwara corrió hacia su computadora. – ¡Vamos! ¡Tenemos que despertar al Dr. Light, deprisa! – Parecía que iba a romper en lágrimas en cualquier momento. – ¡Ya viene!
Entonces, con una sola tecla presionado, X vio que los ojos de la robot se volvían a quedar sin vida, y empezó a desplomarse. X la atrapó antes que chocara contra el suelo, mientras Cain se les acercaba rápidamente, para luego mirar a Fujiwara con confusión y frustración.
- ¡¿Qué le hiciste?! – le preguntó Cain a Fujiwara. Por suerte el caos se había detenido, pero quería una explicación.
- Simplemente ingresé el comando para volver a ponerla en estasis. – respondió el japonés ajustándose las gafas. – X, vuelve a colocarla en la mesa, ¿quieres?
El robot azul se quedó en shock de ver la calma del científico con lo que acababa de suceder, pero a pesar de todo obedeció, colocando a la chica robot sobre la mesa de donde se había levantado.
- ¿Qué fue todo eso? – preguntó en voz alta, sin esperar exactamente una respuesta ya que no podía comprender lo que acababa de pasar.
- Honestamente, no tengo idea. – confesó Fujiwara. – Lo que estaba diciendo... no se correlaciona con nada de lo que se encuentra en estos archivos. – dijo mientras pasaba por los susodichos archivos de memoria insertados en su CPU. Pero antes que nadie pudiera preguntar algo más, Fujiwara continuó. – Que alguien active las correas de contención.
- ¿Qué? Pero ella no hizo... – comenzó a protestar X, pero antes de poder terminar, o de que Fujiwara pudiera contrarrestar su argumento, la chica robot en los brazos de X comenzó a sacudirse de nuevo.
Fujiwara la miró en shock: ¡¿sus sistemas estaban luchando contra el comando que le insertó?! Aun así, pese a las dudas pulsó otra tecla para desactivar el comando, dejando a la robot libre del control de su tablero, por ahora.
Se retorcía y encogía constantemente, como si no estuviese cómoda dentro de su propia piel (y esa era una posibilidad genuina), y luego, lentamente, sus ojos verde-azulados volvieron abrirse. Miraron a X, primero vidriosos y "muertos", pero eventualmente la vida volvió a ellos.
- Q-quién... – empezó a tartamudear, parpadeando algunas veces mientras su visión se ajustaba. – ¿Quién... eres tú? – le preguntó. X la miró, totalmente perdido. – ¿Quién eres? – volvió a repetir al no conseguir una respuesta.
- Yo... soy... – X también tartamudeaba, sin saber qué decir.
- Y... ¡¿quiénes son ustedes?! – dijo mirando a Cain y luego Fujiwara. – ¿Qué lugar es éste? – agregó mirando por toda la habitación donde se encontraba. – ¡¿Dónde está el laboratorio?! ¡¿Dónde está Auto?! ¡¿Eddie?! – Empezó a sacudirse en los brazos de X, para luego volver a alzar la mirada hacia él. – Y tú... ¡tú no eres Rock!
Se apartó de X empujándolo y corrió hacia la esquina opuesta de la habitación cuando los dos humanos se le acercaron. El robot azul se puso frente a ellos, agachándose para ponerse al nivel de la chica robot. Cain y Fujiwara se quedaron observando, viendo cómo ambas máquinas se miraban fijamente a los ojos en silencio. La chica estaba asustada y temblando, como poco más que un animal acorralado.
Irónicamente, pensaba Fujiwara, se estaba comportando de manera muy similar a Patarche cuando Chiyo se lo trajo a casa por primera vez. Se acurrucaba en la esquina de su dormitorio, y no querría salir por una semana entera. Seguro, él le había dicho a su hija que lo mantuviera allí hasta que estuviera entrenado para salir, pero esta robot tenía menos espacio incluso que eso.
X estaba a punto de decir algo más, pero se preguntaba si eso haría algún bien o solo lo empeoraría. Pero al ver que la chica robot trató de alejarse de Cain cuando intentó alargar la mano hacia ella, X supo lo que tenía que hacer.
- ¿Pueden dejarnos solos? – les preguntó.
Ambos humanos se miraron entre sí, y luego a la pareja de robots. – X, ¿estás seguro? – preguntó Cain.
X asintió. – Creo que necesita estar a solas conmigo. ¿Les parece bien?
Los dos humanos se miraron entre sí nuevamente, y de nuevo a los dos robots. – Muy bien. – dijo Fujiwara. – Los dejaremos en paz.
Agarró a Cain y le dio un tirón, sacándolo casi a la fuerza de la habitación. X por su parte miró a la chica robot que, pese a no estar precisamente calmada, pareció tranquilizarse un poco más al quedarse a solas con él.
- Quién... – comenzó a hablar, con la voz muy intranquila. – ¿Quién eres tú? – preguntó finalmente, antes de mirarse a sí misma. – ¿Y qué estoy haciendo aquí?
- Te lo explicaré en un minuto. – le dijo él. – Primero, necesito saber si tú...
- Te hice una pregunta primero, así que tienes que responder primero. – lo interrumpió ella. – ¿Quién eres, y qué estoy haciendo aquí?
X parpadeó, pues no se esperaba oír eso. ¿Acaso estaba mostrando algo de su personalidad? ¿O seguía siendo siquiera "ella"?
- Hey, te hice una pregunta. Bueno, fueron dos en realidad. Pero aun así, respóndemelas primero.
- "Bueno, empieza a convencerme de que su personalidad sí quedó intacta." – pensó X. Y viendo que no estaría yendo a ninguna parte a menos que lo hiciera, cedió a sus demandas. – Mi nombre es X.
- ¿X? – preguntó. – Eso... ¿es todo? – Se cubrió la boca. – Oh no, lo siento, eso fue grosero de mi parte. – Ladeó la cabeza mientras observaba al otro robot. – Pero en serio, ¿eso es todo?
- No. Mi título completo es Mega Man X. – le explicó. – Y...
- ¿Mega Man? Pero tú no eres Rock. – lo volvió a interrumpir. Se puso de pie lentamente, y X hizo lo propio para ponerse a su nivel. Comenzó a mirar al robot azul por todas partes, estudiándolo de una manera muy similar a como Fujiwara lo había hecho estos últimos meses. – ¿Quién eres tú?
- Bueno, te lo acabo de decir. Soy X. Mega Man X.
- Pero no eres Rock. – dijo ella.
- No, no lo soy. – confirmó él.
Se quedó callada por un momento. – Y... creo que debo asumir si este no es el laboratorio del Dr. Light.
- No, no lo es. – suspiró X, sabiendo hacia dónde iría esto. – Este laboratorio pertenece al Dr. Sho Fujiwara. – Decidió que ahora era un buen momento para hacer su movimiento. – Ahora, ¿puedes responder una pregunta mía? – Ella pareció pensárselo un momento antes de asentir. – ¿Cuál es tu nombre?
Ella lo miró como si le hubiese preguntado algo rudimentario y elemental, casi al punto de ser insultante.
- ¿Mi nombre? ¡Por supuesto que sé mi nombre! Es... – Se detuvo de pronto. No era como si no lo supiera; ¡literalmente estaba allí en su banco de memoria! Pero aun así, se sentía como si fuese algo en lo que tenía que pensar primero. Como si al escucharlo con esta voz, una voz familiar pero que sonaba mayor, fuese antinatural. – Mi nombre es...
- Roll, ¿correcto? – dijo X. Su curiosidad le ganó a su paciencia.
- Roll... sí. – dijo ella. – Sí, eso... eso es. – Se tocó el pecho, sintiendo que su núcleo volvía a funcionar. ¿O acaso era que funcionaba por primera vez? Sin embargo, su nombre era el mismo. – Mi título es Roll. Roll 2.5 técnicamente.
Esta historia continuará...
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