La última creación de Light
16 de abril, 210X...
Aunque parte del equipo protestó porque se terminara la expedición, al final el Dr. Cain tuvo la última palabra. Además, habían hecho un enorme descubrimiento después de todo. Pero era demasiado pronto para celebrar, si acaso hubiera realmente algún motivo de celebración. Más todavía, nadie tenía idea de lo que harían con esta extraña y nueva máquina. Especialmente luego de que demostró ser capaz de desobedecer una orden directa de un humano. Una de las creaciones del Dr. Light, nada menos. ¡No una de las máquinas rebeldes de Wily!
No fue la tarea más sencilla del mundo, pero Cain y Fujiwara lograron transportar en secreto a la máquina hasta el laboratorio del hombre más joven en Arcadia, o como se le llamaba a menudo, la Ciudad Blanca. Localizada en la costa de Japón, la ciudad, tal como su nombre lo sugería, tenía edificios altísimos y de color marfil por todas partes. Se le consideraba una de las más grandes "nuevas ciudades" del mundo, dado cómo las locaciones como Arcadia solo habían sido posibles con el rápido crecimiento y avance de la tecnología, pues la ciudad fue edificada donde una vez estaba una isla desierta.
El robot no sabía nada de esto, y ahora se encontraba tendido sobre una mesa de examinación conectado a varios cables y electrodos por todo el cuerpo. Cain y Fujiwara observaban la información que aparecía frente a ellos en la pantalla detrás de un enorme monitor.
- "Ahora, vamos a descubrir TODOS tus secretos." – pensó Cain, mientras la forma completa del androide azul aparecía en pantalla.
Lo que vino a continuación provocó un torbellino de emociones a los dos hombres. Los esquemas de la máquina aparecieron frente a ellos, y el nombre del robot finalmente fue visible.
DLN-00X-Mega Man X
- ¿Mega Man? – cuestionó Cain. – ¿Acaso como ESE Mega Man?
Fujiwara no necesitaba preguntarle al paleobotánico de lo que estaba hablando. Todos en el mundo conocían sobre el Bombardero Azul, la creación más notable del Dr. Light.
- Pero... – el hombre calvo observó a la máquina azul. – Sí se parece a él. Y aun así...
- Todavía no sabemos nada. – dijo Fujiwara. – No hemos siquiera analizado de qué está hecho este robot.
- "¿Mega Man? ¿Quién es ése?" – pensó la máquina, reflexionando sobre si debería preguntar. Pero al ver que, según el hombre más joven ya había "causado suficientes problemas", decidió permanecer en silencio.
Cain y Fujiwara observaron a la máquina por todas partes, viendo a detalle todo lo que su creador había puesto en él.
Ya sabían que estaba equipado con un Buster, sí, pero eso era todo lo que sabían. La máquina azul parecía haber sido ensamblada de la misma manera que cualquier otro robot estándar por lo que podían ver. La estructura esquelética era humanoide, y la forma de la máquina, pese a su armadura, estaba claramente diseñada en proporción a la apariencia de un hombre joven, incluyendo sus rasgos faciales. Sus ojos eran verdes, pero también llenos de incertidumbre y curiosidad. Estaba completamente inseguro de lo que pasaba a su alrededor, y Cain podía ver que eso comenzaba a ponerlo intranquilo.
- ¿Te encuentras bien? – le dijo de pronto. La máquina levantó la mirada hacia el anciano. – Pregunté si te encuentras bien.
- ¿Qué está haciendo? – cuestionó Fujiwara.
La máquina no estaba segura de cómo responder al principio. Habían transcurrido horas sin que nadie dijera una palabra fuera de ordenarle lo que tenía que hacer. De hecho, esta podría haber sido la primera vez que alguien demostraba alguna clase de preocupación por su estado actual.
- Estoy bien. Bueno, eso creo. – dijo el robot. En realidad, no sabía cómo se suponía que debería sentirse. No sabía mucho de nada.
Fujiwara no prestó atención a nada de esto, y siguió mirando los componentes de la máquina.
Cabeza: Equipada con cámara visual de amplio rango. El propósito del cristal rojo sobre la frente del robot había sido encontrado. Sistema de reconocimiento de voz ultrasensible. Ya había quedado demostrado que podía hablar. Sistema de generación de voz creado por HAYATOM Inc. ¿HAYATOM? Ese era un nombre que tanto Fujiwara como Cain encontraban familiar. Una de las compañías más grandes que producía productos de robótica seguramente debía haber tenido una mano en la supuesta "última" creación del Dr. Light.
Cuerpo: Equipado con generador de energía acumulativa. Fujiwara hizo una nota mental de echar un vistazo a los componentes internos del robot más adelante. Después de todo, si las cosas iban como esperaba, podría ser exactamente lo que él necesitaba. Lo que había estado buscando. Tanque de combustible de micro-fusión. ¿Micro-fusión? Un procedimiento bastante avanzado. ¿Cuándo habría creado el Dr. Light a este espécimen? Sistema de control central de articulaciones. Tendría que hacerle pruebas a eso también, viendo que una prueba de reflejos vendría cuando los otros "exámenes" se llevaran a cabo.
- Increíble. – dijo Cain asombrado, dividido entre mirar al robot, y a su diagrama desplegado en la pantalla.
- No se deje llevar todavía. – le dijo Fujiwara. – No hemos terminado de examinarlo.
Ahora parecía que estaban llegando a las partes más emocionantes sobre este misterioso robot. Brazos: Equipados con X-Buster (Mega Buster Mark17).
- ¡Ahí está de nuevo! – dijo Cain. – ¡Hay algo relacionado a Mega Man! – Miró entonces a Fujiwara, con los ojos muy abiertos, mientras una teoría le venía a la mente. – ¿No pensarás que es...?
- No, es imposible. – Fujiwara rápidamente descartó la sugerencia.
- ¿Pero no crees que...?
- No, no lo creo. – lo interrumpió Fujiwara. Continuó observando los componentes en los brazos del androide. Amplificador de energía. Tendría que investigar eso más a fondo más tarde. Diablos, ¡ese Buster por sí solo valía la pena para ser examinado! Aunque se esforzaba por no emocionarse demasiado, el científico asiático tenía numerosas posibilidades y oportunidades que le venían a la mente. Sistema de armas variables.
- ¿Qué significa eso? – inquirió Cain, señalando la sección del Buster que estaban examinando en ese momento.
- Hay demasiado que tendremos que revisar más adelante. – dijo en voz alta Fujiwara. – Pero llegaremos al fondo de todo, una vez que confirmemos de qué está hecho este robot.
Piernas: Equipadas con sistema de estabilización giroscópica. Por cómo se venían las cosas, tendrían que hacer MUCHAS pruebas físicas aparte. Sistema de aceleración de emergencia (opcional).
- Ya veremos después lo que es eso cuando llegue el momento. – dijo Fujiwara, anticipándose a que Cain le haría otra vez una pregunta.
Esqueleto interno: armadura esquelética reactiva. Reduce el daño en 93%.
- ¿Sabes algo? – observó Cain. – Este robot, o más bien, este Mega Man X...
- Él NO es Mega Man. – le dijo Fujiwara.
Cain estaba a punto de discutir, pero ultimadamente decidió no hacerlo. – Como sea, el Dr. Light no le habría dado estas cosas si no fuera a utilizarlas, ¿verdad?
- Por supuesto. – respondió el científico más joven. – ¿Y qué pasa con eso?
Aunque le estuviese preguntando a su compañero lo que pensaba sobre la presencia de estos componentes, seguía ocupado mirando al robot. Cuerpo: Aleación "Titanium-X" ligero.
¿Qué era eso? Seguramente debía haber sido desarrollado por el propio Dr. Light, fue lo que pensó Cain. Honestamente, no estaba seguro de cómo hacía Fujiwara para mantener la calma. ¡Todo esto era increíble! Pero parecía ser que Sho estaba buscando algo más que realmente pudiese capturar su interés. Tal vez fuese solo debido a su falta de familiaridad con la construcción robótica, pero se sentía totalmente abrumado por todo.
Y entonces, vio sonreír a Fujiwara. Parecía que el joven doctor había encontrado justo lo que estaba buscando. Pero primero, comenzó a pulsar algunas teclas.
- ¿Qué estás haciendo? – preguntó Cain, notando que la máquina azul comenzaba a ponerse confusa; y luego la confusión dio paso al pánico, para su sorpresa.
- ¡E-Espere! – gritó, levantándose de la mesa. – ¡Espere, deténgase! – Fujiwara pareció sorprendido, y empezó a teclear con más prisa. – ¡No tiene que hacerlo! ¡Puedo dejarle ver...!
El robot azul no pudo decir más, pues al pulsar la última tecla, la máquina se detuvo totalmente. Sus ojos verdes, antes asustados pero llenos de vida, se apagaron por completo, y su cuerpo se relajó. Y entonces, cayó de rodillas, y luego se desplomó en el suelo, totalmente inmóvil.
- ¡¿Qué acabas de hacer?! – El paleobotánico mayor se mostró confuso y enfadado de lo que acababa de ver.
- Lo puse en un estado de estasis temporal. – explicó Fujiwara. – Y se quedará así hasta que termine de examinarlo. – Pulsó un botón en un pequeño dispositivo que estaba junto al monitor, y un pequeño grupo de mecaniloides entraron al laboratorio. – Vuelvan a ponerlo en la mesa. Y esta vez, sujétenlo con los grilletes.
Los mecaniloides obedecieron; sus formas bípedas pero muy inhumanas recogieron al inconsciente androide para ponerlo de vuelta donde estaba antes. Esta vez, activaron los grilletes para restringirlo, sujetando las extremidades del robot para que no se pudiera escapar. Aunque solo fuesen máquinas, y tal comportamiento estaba muy lejos de ser ordinario en cuanto a cómo operaban, Cain no pudo evitar sentir algo de simpatía por el robot azul, ya que lo trataban de esa manera. Fujiwara no le prestó atención, continuando con lo que estaba haciendo.
Y hablando de eso...
- ¡¿Qué es lo que ESTÁS haciendo?! – preguntó el hombre mayor al experto en robótica japonés.
- Solo estoy viendo qué clase de secretos tiene este espécimen para ofrecernos. – Movió el cursor sobre el lugar donde cristal rojo del robot aparecía sobre la pantalla. Con un click del mouse instalado en el teclado, la pantalla presentó un esquema completo de las funciones de la CPU de la máquina.
Pero fue entonces que Cain vio un cambio en la cara de Fujiwara. Desde que había comenzado todo el procedimiento, había permanecido casi indiferente como siempre, aparentemente sin que le importara nada ni nadie a su alrededor. Sin embargo, al poco de desplegar la CPU del robot, el científico miró la pantalla, y sus ojos rápidamente se empezaron a ensanchar. Como si lo que estuviera viendo le hubiese dado una sorpresa.
Pero aunque no dijo nada, Cain podía empatizar con él, ya que sentía lo mismo. Fujiwara de pronto tuvo una sacudida, y sus ojos se habían abierto como platos ante la pantalla que tenía frente a él.
- ¿Sho? – preguntó Cain asked. – Sho, ¿qué sucede? – Fujiwara miró al robot azul, y luego otra vez a Cain. Luego se levantó de su asiento. – ¿Qué está pasando? ¿Qué estás haciendo?
- Estoy poniendo a este robot en un lugar seguro por el momento. – dijo Fujiwara, mirando al androide azul. Luego volvió a mirar a Cain. – Usted y yo... tenemos que hablar.
Más tarde...
Aunque no le agradó mucho tener que volver a hacer el viaje hasta el laboratorio en Arcadia, Cain sabía que tenía pocas opciones. Le había cedido las riendas a Fujiwara para que investigase lo que él y su equipo habían desenterrado. Por ende, si el hombre decía que necesitaba tiempo para ver la información recolectada, el menos experimentado paleobotánico tenía que obedecer, especialmente si quería que Fujiwara siguiera ayudándolo.
Apenas entró al laboratorio, el hombre mayor fue recibido por un mecaniloide de forma cúbica, que lo guio hacia el cuarto principal del laboratorio de Fujiwara. Desafortunadamente, la máquina azul no se encontraba presente con el hombre japonés.
- ¿En dónde está? – preguntó Cain.
- En cuarentena por el momento. – le respondió el joven científico a su visitante. – Y antes que me preguntes, bien puede que le haya salvado la vida el día de hoy.
- ¿A qué te refieres? – Fue entonces que Cain recordó cómo la máquina había empezado a protestar antes de que lo forzaran a caer en estasis. Pero ¿estaba realmente en peligro? ¿Lo estaba alguien más? Más bien, parecía que era el robot quien estaba a merced de ellos que al revés.
- Mira esto. – Fujiwara guio a Cain hasta su computadora, donde había un mensaje en la pantalla.
Un mensaje del Dr. Light en persona.
"X" ES EL PRIMERO DE UNA NUEVA GENERACIÓN DE ROBOTS QUE CONTIENEN UNA CARACTERÍSTICA NUEVA E INNOVADORA – LA CAPACIDAD DE PENSAR, SENTIR, Y TOMAR SUS PROPIAS DECISIONES. SIN EMBARGO, ESTA HABILIDAD PODRÍA SER MUY PELIGROSA. SI "X" LLEGASE A VIOLAR LA PRIMERA LEY DE LA ROBÓTICA, "UN ROBOT NO DEBE JAMÁS LASTIMAR A UN SER HUMANO", LOS RESULTADOS PODRÍAN SER DESASTROSOS, Y TEMO QUE NO HABRÍA FUERZA EN LA TIERRA CAPAZ DE DETENERLO.
APROXIMADAMENTE 30 AÑOS SERÁN NECESARIOS ANTES DE CONFIRMAR CON SEGURIDAD SU CONFIABILIDAD. DESAFORTUNADAMENTE, YO NO VIVIRÉ PARA VER ESE DÍA, Y NO TENGO A NADIE A QUIÉN CONFIARLE MI TRABAJO. POR TANTO, HE DECIDIDO SELLARLO DENTRO DE ESTA CÁPSULA, QUE PROBARÁ SUS SISTEMAS INTERNOS HASTA QUE HAYA CONFIRMADO QUE SEAN TOTALMENTE DE CONFIANZA. POR FAVOR NO ABRIR LA CÁPSULA HASTA QUE ESE MOMENTO HAYA LLEGADO.
"X" POSEE GRANDES RIESGOS, ASÍ COMO GRANDES POSIBILIDADES. YO NO PUEDO MÁS QUE ESPERAR LO MEJOR.
18 DE SEPTIEMBRE, 20XX
LIGHT
Lo leyó. Y luego lo releyó. Y lo hizo de nuevo, una, y otra, y otra vez. Pero no importaba cuántas veces lo hiciera, Cain todavía no era capaz de comprender lo que estaba viendo.
- ¿Una máquina capaz de pensar por sí sola? – Miró a Fujiwara. – ¿Acaso eso es posible?
- Bueno, ¿no lo ha visto hasta ahora? – preguntó el experto en robótica japonés. – Le habían dicho a ese robot que se quedara en la tienda cuando lo desenterraron la primera vez, y desobedeció la orden. Y cuando traté de examinar su CPU, también reaccionó a ello. Si yo no hubiera estado allí, bien podría habernos matado a los dos.
El paleobotánico sintió que se le helaba la sangre al escuchar eso. ¿Acaso los dos habían estado en tanto peligro todo ese tiempo sin saberlo? ¿Y no habría fuerza en la tierra capaz de detener a este robot? ¡¿Qué diablos había construido el Dr. Light?!
- Pero espere, aún hay más. – Fujiwara maniobró el cursor para hacer un escaneo en la cabeza del androide, haciendo zoom hacia los mecanismos internos de la CPU. Desde donde estaba parado Cain, la forma del "cerebro" del robot se veía muy similar a la de un humano. – Mire estas áreas. – Había cuatro secciones desplegadas de la CPU frente a Cain. – El modelo estándar, al menos en comparación con nuestro amigo aquí, está construido relativamente igual. – Luego sacó otro gráfico, esta vez mostrando la CPU del mecaniloide estándar. – Los mecaniloides, como usted sabe, no están construidos con ideas como personalidad e identidad en mente.
- Sí, estoy al tanto. – Los mecaniloides existían desde que Cain era joven. Aunque él y muchos otros conocían del Dr. Light y su trabajo, nada similar a las creaciones de ese hombre había sido visto en casi un siglo.
- Pero incluso entonces, tienen programación básica. – explicó Fujiwara. – Cada uno recibe un conjunto estándar de habilidades, o rasgos si se quiere, para la tarea que desempeñarán. – Señaló entonces las diferentes porciones de la CPU del mecaniloide. – Pero las de esta máquina... – Volvió a enseñar la cabeza del robot misterioso. – Mire aquí. – señaló hacia la parte más a la izquierda de la unidad de procesamiento. – Si fuese un humano, aquí es donde estaría ubicado el lóbulo frontal del cerebro. El lóbulo frontal no solo controla el movimiento, sino que también es el lugar donde nuestra personalidad crece y se desarrolla.
Le enseñó la CPU del mecaniloide. Su "lóbulo frontal" tenía algunas características y peculiaridades instaladas, pero era fundamental. Su programación solo le inculcaba un valor de trabajo duro y completar la tarea asignada. No había más nada que añadir fuera de su labor extra. Luego, volvió a enseñarle la CPU más avanzada del robot. Su "lóbulo frontal", en comparación, era un desastre. La pantalla le mostraba a ambos hombres formas mucho más complejas y caóticas, patrones casi indescifrables que aparecían en el escaneo. Era mucho más complicado que el del mecaniloide.
- Nunca había visto un programa de inteligencia artificial como este en toda mi vida. – dijo Fujiwara. – Solo he escuchado de ellos, pero jamás lo había visto hasta ahora.
Cain sospechaba que nadie habría visto algo como esto. Incluso tomando en cuenta los logros e inventos previos del Dr. Light, la programación de esta máquina, de este androide Mega Man X, era algo totalmente desconocido y más allá de su comprensión.
Y ahora con todo esto sobre la mesa, ambos hombres estaban seguros de lo que habría que hacer. – ¿En dónde está ahora? – le preguntó Cain a Fujiwara.
- Como le dije, en cuarentena.
- ¿Y en dónde está eso?
Fujiwara estaba confuso, pero rápidamente se dio cuenta de lo que Cain estaba sugiriendo. Y al principio, planeaba objetar, pero luego pensó en lo que ambos sabían, y de lo que habían visto antes. Aquí en sus manos tenían una nueva... "especie" de robot, de cierta forma. Esta máquina no se parecía a nada que ninguno de ellos hubiese visto. Y sí, aunque todos estaban en alerta, no había pasado nada malo todavía. Nada que hubiese resultado en alguna muerte. Todavía.
Sin embargo, si podían hacer un acercamiento cuidadoso con este robot, entonces tal vez, solo tal vez, ¿algo podría resultar de ello?
Ninguno de los hombres podría predecir cuál sería el resultado, pero si todo caía en su lugar, esto podría ser algo grande. Esta máquina podría haber sido el descubrimiento del siglo. Y aún más, podría incluso cambiar al mundo para siempre.
Si sería para bien o para mal, eso aún estaba por verse.
En la sala de cuarentena...
De nuevo se encontraba confinado.
El robot azul se paseaba alrededor del pequeño cuarto, ansioso de que lo dejaran salir. Pero le habían ordenado que se quedara. Y las palabras de su creador continuaban haciendo eco en su mente.
- "Sé paciente". – se recordó a sí mismo. – "Están tan confundidos e inseguros como tú. Si das un paso en falso, podrías arruinarlo todo."
Y eso era lo último que quería. Apenas acababa de salir de esa cápsula contenedora. No quería que lo volvieran a meter allí, o algo peor.
Pero no sabía cuánto más podría soportar seguir aquí. Quería salir. ¡Necesitaba salir! Él...
Fue entonces que el tren de pensamiento de la máquina se descarriló, ya que el sonido de la puerta al abrirse lo alertó de que ya no estaba solo. Y para su sorpresa, en lugar de ser uno de esos robots, se trataba del hombre que lo desenterró.
- ¿Hola? – se aventuró Cain, inseguro de qué decir exactamente. Mejor aún, no tenía idea de por qué estaba aquí, mucho menos de por qué esto sería una buena idea. Las advertencias de Fujiwara sobre que lo hicieran pedazos se repitieron en la mente del anciano. Y dada la fuerza desconocida de esta máquina, ¡podría incluso hacer eso!
La máquina se aproximó a Cain, pero se detuvo al ver que el humano daba un paso atrás.
- Lo siento. – se disculpó el robot. – No era mi intención.
El anciano humano se quedó confuso. – ¿Qué?
La máquina suspiró y se dio la vuelta. – Usted tiene miedo de mí.
- N-No. ¡No! – protestó Cain. – Yo no...
- ¡No me mienta! – gritó el robot. – ¡Por supuesto que me tiene miedo! ¡Todos ustedes tienen miedo de mí! ¡Sé que incluso algunos de ustedes me quieren muerto!
Cain se echó aún más para atrás. El robot azul había cambiado totalmente. Un segundo, estaba encogido en una esquina tratando de alejarse de todos, y al siguiente, ¡estaba demostrando temperamento! ¿Era esto a lo que el Dr. Light se refería con la capacidad de pensar y sentir?
Pero a pesar del miedo de Cain, vio que la expresión del robot volvía a cambiar, y eso disminuyó su terror. El robot azul inmediatamente mostró arrepentimiento por su arrebato, desviando la mirada del paleobotánico muy apenado.
- Lo siento. – se disculpó la máquina. – Yo... solo no quiero que me vuelvan a sellar.
- ¿Volver a sellar? – Cain pareció confuso. – ¿A qué te refieres?
- No quiero volver a la oscuridad. – dijo el robot. – La última vez que volví a la oscuridad...
Hizo una pausa. La verdad era que no sabía lo que había sucedido entonces. Cuando lo volvieron a forzar a la oscuridad antes... fue porque algo terrible había sucedido. Lo que fue, no estaba seguro, pero fue sellado porque era demasiado peligroso estar a fuera. Si permanecía afuera a plena vista, ¡sin duda lo habrían matado!
Y no a manos de otro robot, sino de manos hechas de carne y hueso.
Cain estaba totalmente desconcertado. Tal rango de emociones, ¡y de una máquina, nada menos! Pero mientras más pensaba en ello, el anciano humano tuvo de pronto una epifanía.
- Bueno, por supuesto que no quieres. – le dijo.
Ahora, fue el turno del robot de sentir confusión. – ¿Qué?
- Por supuesto que no quieres volver a ser sellado. – continuó Cain. – Atrapado en un lugar oscuro, incapaz de moverte, de hablar, ciertamente no es algo por lo que yo querría pasar.
La máquina se giró. Era cierto, resultaba sofocante, pero también era tranquilo. Sin embargo, su mente se sentía como si estuviese siendo restringido. Como si estuviera siendo "analizado", y que no sería liberado hasta que hubiera terminado.
- ¿Hace cuánto fuiste puesto en esa cápsula? – preguntó Cain. – Oh, pero antes de eso, soy el Dr. Phillip Cain. – agregó extendiéndole una mano. El hombre esperaba no estar cometiendo un error. – Y bueno, también yo he sido un poco grosero, al no llamarte por tu nombre. – Hizo una pausa, pensando en algo. – Sí sabes cuál es tu propio nombre, ¿verdad?
Esperaba no haber insultado al robot. Quizás en efecto le tenía algo de miedo, pero aun así, con todo, si esta máquina podía hacer lo que decía el Dr. Light, entonces en última instancia este robot merecía el mismo nivel de cortesía que Cain le habría dado a cualquier otro humano.
- Mi nombre... – dijo el robot. Su nombre, se puso a pensar en él por un momento. Sí, su nombre. Claro que sabía cuál era. – Sí. El Doctor, me llamó X.
- ¿Sólo X? – preguntó Cain. – Pero tu número serial te designaba como Mega Man X.
- ¿Mega Man? – Él también conocía ese nombre. Pero había otro además de él. – ¿Se refiere a Rock Light?
Cain estaba sorprendido. – S-sí. Eso es correcto. Ese era su título inicial. – Casi pudo escuchar una voz muy sutil dentro de su cabeza corrigiéndole. Nombre, no título. – ¿Acaso el Dr. Light, bueno, también te dio un nombre?
- Ese es mi nombre. X. – explicó el robot azul. – Al menos, eso fue lo que dijo el Doctor.
Parecía que quería decir algo más, pero se detuvo.
- ¿Sí? – preguntó el anciano, con curiosidad.
- N-no es nada. – dijo el robot azul, X. – Como sea, de vuelta a su pregunta, si mi memoria funciona... – buscó por su banco de datos, tratando de reunir todo lo que pudieran encontrar. Ultimadamente, encontró muy poco, pero al menos sí podía responder la pregunta principal del hombre. – Creo que... fue en algún momento alrededor de diciembre. El 17 de diciembre, 200X.
- ¡¿200X?! – exclamó Cain. Si lo habían sellado alrededor de esa época, y las notas del Dr. Light sobre las "pruebas de confiabilidad" de la máquina llevarían treinta años, entonces eso significaba que... – Has estado en esa capsula durante más de un siglo.
- ¡¿Un siglo?! – X no podía creer lo que había escuchado al principio, pero entre más pensaba en ello, pcoo a poco comenzaba a tener sentido. Aunque fue breve, había podido ver algo del mundo exterior antes de ser colocado en la cápsula. No lo recordaba muy bien, pero lo había visto. Y por lo que había visto del mundo en el presente, quedaba claro que había sido sellado por un largo tiempo.
Pero si había transcurrido un siglo, ¡¿acaso eso significaba lo que más se temía?!
- Entonces... entonces el doctor... ¿está...?
Cain se quedó congelado. Nunca creyó que le harían una pregunta como esa. X le estaba preguntando, como si se tratase de un niño perdido buscando a sus padres. E irónicamente, eso parecía ser exactamente, aunque no fuese un humano.
X continuó mirándolo, esperando una respuesta, pero a juzgar por su expresión, era claro que ya sabía lo que Cain iba a decirle.
- Sí. – le dijo el humano al robot. – El Dr. Light... falleció hace un largo tiempo.
Los ojos verdes de X miraron hacia el suelo, procesando lo que acababa de oír. En realidad, estaba siendo muy tonto. Sellado por un siglo entero, por supuesto que el Doctor estaría muerto. ¿A qué otra conclusión podría haber llegado? Pero aun así le golpeó el hecho de que el Doctor estuviese muerto. Mucho antes de poder ser liberado. E incluso mientras estaba siendo construido, el rostro del hombre se veía constantemente cansado y tosiendo. Era lógico. Por supuesto que estaría muerto. Era humano, y su creación era una máquina. Los humanos cesaban de funcionar de manera natural tras una cierta cantidad de años.
El Doctor estaba muerto. El Doctor estaba...
X se giró para ponerse de cara a la pared, pero Cain alcanzó a verlo antes que lo hiciera.
- Espera. No, no me des la espalda. – le dijo el humano a la máquina. Se preguntaba si realmente lo había visto o no, pero tenía que estar seguro. – Está bien. – le aseguró a X. – No te juzgaré.
X guardó silencio por un momento. – Podría volver a asustarlo.
- Aún no lo has hecho. – le dijo Cain.
- Está mintiendo.
El humano suspiró. – Escucha, entiendo que estás confundido. Y que apenas puedes entender lo que está sucediendo, mucho menos el mundo a tu alrededor. – Colocó una mano sobre el hombro del robot azul. – Tienes razones para sentirte así.
X finalmente miró cara a cara a Cain, confirmando que no había sido una alucinación. En efecto, sí había visto lo que creyó. Fue solo una gota solitaria, pero una sustancia húmeda acababa de salir de uno de los receptores ópticos del androide, bajando por su mejilla y cayendo con un pequeño "plop".
Lágrimas. Estaba llorando. Esta máquina, este robot, estaba llorando.
Al día siguiente...
Sobraría decir que la reacción de Fujiwara a lo que Cain había visto fue... inesperada. Y más inesperado fue que la máquina azul se encontraba con el anciano la siguiente vez que se vieron.
- ¿Qué está haciendo el espécimen aquí? – cuestionó Fujiwara.
- Dijo que quería venir. – le dijo Cain, mirando a X. – Y tiene un nombre, ¿no es así? – agregó mirando al robot, tratando de motivarlo silenciosamente a hablar.
- Sí, así es. – dijo el robot, todavía inseguro.
Fujiwara cruzó los brazos, contemplando este nuevo giro de acontecimientos. – Muy bien. – dijo finalmente. – Entonces dime, ¿cómo te llamas?
- X. – dijo el robot. – Pero puede dejar de lado la parte de Mega Man. Sólo soy X.
- ¿Sólo X? – preguntó Fujiwara. – ¿Por qué solo eso? ¿Por qué no agregar Mega Man?
X negó con la cabeza. – Porque yo no soy Mega Man. – les dijo. – Yo no soy Rock Light.
Fujiwara miró a Cain, con los ojos muy abiertos. El científico tenía una expresión muy seria. – Cain, necesitamos hablar.
Cain miró a X. – Lo siento, ¿te importaría? – Notó que X parecía algo dudoso. – No volverás a la cuarentena, no te preocupes.
X seguía inseguro. – ¿Lo promete?
Cain asintió. – Lo prometo.
Con eso, aunque le tomó solo unos pocos momentos, X obedeció y salió del laboratorio, dejando a solas al anciano y al experto en robótica.
- Cain. – comenzó a hablar a Fujiwara. – ¿Qué diablos fue eso?
El paleobotánico se quedó estupefacto. – ¿Qué quieres decir?
- Él mismo tomó la iniciativa. – le dijo el japonés a Cain. – Nos dijo lo que quería, y lo dejó claro. Ya está mostrando signos de independencia. – Se le acercó más. – ¿Acaso tiene idea de lo que eso significa? – Cain no tuvo oportunidad de responder, ya que Fujiwara continuó de inmediato. – Podría haber descubierto lo que podría ser la siguiente generación de máquinas avanzadas, desde los días del Dr. Light.
Cain no tenía idea de cómo responder a eso. Era cierto, cuando desenterró a X, presentía que esto llevaría a algo mucho más significativo, pero ¡jamás se habría imaginado esto! Y por la mirada que Fujiwara le estaba dando, claramente planeaba seguir adelante con ello.
- Entonces... ¿qué planeas hacer?
Esta historia continuará...
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