Canal


– "La has asustado."

– "Ella no tiene idea de lo que está hablando."

– "¿No viste el miedo en sus ojos?"

– "¡Es una tonta!"

– "Puede que no sea maliciosa como él o su creadora, pero sufre de la misma ingenuidad. Aun así, ahora te tiene miedo."

– "¡¿En serio piensa que las cosas volverán a la normalidad?! ¡¿En serio cree que es así de simple?!"

– "Sigue sin ser una razón para perder el control."

– "¡¿Cómo puede decir eso?! ¡¿El Dr. Light no me hizo nada?! ¡¿Tiene alguna idea de cuánto tiempo ha pasado entre entonces y ahora, y cómo solía ser?!"

– "¿Fue por eso que reaccionaste así? ¿Porque no te gustó lo que ella tenía que decir?"

Dejó de pasearse, y esa pregunta lo hizo detenerse en seco.

¿Fue para silenciarla?

Él no respondió. La voz interna, la voz secundaria lo dejó sin habla e incapaz de refutar. Y aun así quería protestar de inmediato. Decirle a su única compañía invisible que se equivocaba, que esa no era su intención. Quiso argumentar que ella era la que estaba pasándose los límites, preguntando de cosas que él no deseaba discutir. Cómo sólo le dio respuestas inútiles basadas en una falsa esperanza de que su creadora la veía como un ser viviente.

... pero... él no iba a lastimarla. Si hubiera querido, entonces...

– "Ella lo recordará la próxima vez."

... pero... no quería.

– "Otra vez, ¿por qué lo hiciste?"

Él no la lastimó. Pero aun así... ella lo miraba como si fuese a golpearla en lugar de a otro retrato en la pared.

– "¿Para conseguir lo que querías? ¿Es porque la violencia siempre ha demostrado ser la solución fácil a todo?"

Se quedó parado, mientras el diluvio que llegó apenas unos minutos antes continuaba empapando su desgastado cuerpo de metal, y su bufanda estaba prácticamente impregnada con el agua de lluvia.

Yo... no fue mi... intención... – tartamudeó. – Si eso quisiera, entonces... ella ya estaría... – Sus intentos de racionalizarlo sólo servían para hacerlo sentir aún más enfermo. – Yo... no... iba a... yo sólo...

– "¿Igual como atacaste a los otros hijos de Light usando violencia? ¿Para conseguir lo que querías?"

Él no dijo nada.

– "¿Para poder ser el único al que amaría?"

Blues rápidamente giró su cabeza con un siseo de indignación, mientras la tela mojada y enrollada alrededor de su cuello enviaba gotas de agua hacia un lado con un patrón de ola por la velocidad de su reacción. – Él NO me ama. – murmuró. – Nunca lo ha hecho.

Nada excepto la lluvia llenaba sus audio-receptores, y la máquina sentía cómo la humedad se filtraba entre sus componentes internos. Tenía que encontrar refugio pronto, pero el lugar donde estaba quedaba fuera de la cuestión.

– "Ella nunca volverá a hablar conmigo."

– "...entonces ¿qué harás ahora?"

Él no dijo nada, sino que continuó hasta que, eventualmente, encontró refugio en una caverna cercana localizada en el bosque. Irónicamente, no se había alejado demasiado de la residencia LaLinde. Finalmente tuvo un alivio de la lluvia que no involucraba tener que ponerse el escudo encima de la cabeza, pero el consuelo de la cueva estaba muy lejos de ser cálido, mucho menos cómodo.

De hecho, se parecía mucho al lugar oscuro y abismal a donde había ido a morir antes que Wily lo encontrase, antes de haber descubierto por casualidad a Ra Moon. Antes que Blues renaciera como Break Man.

Antes que descubriera que su reemplazo estaba recibiendo una celebración en su honor. Antes de que le disparase a su propio...

Allí estás.

Inmediatamente, levantando su cabeza, Blues sacó tanto su escudo como su buster, pero se encontró mirando a la entrada vacía de su refugio temporal, donde la lluvia seguía cayendo afuera.

Te diré, no eres para nada la persona más fácil de rastrear. – habló de nuevo la voz. Blues se giró para verlo, para su shock inicial, aunque rápidamente se sintió aliviado al ver que se trataba de alguien familiar. – Pero no es imposible.

Break Man suspiró bajo su casco, observando al androide índigo acechando en la oscuridad, uno de los pocos aliados que tenía en este momento. Quizás incluso un amigo.

Podría haberte matado, ¿sabes? – regañó la máquina gris y roja al otro Robot Master. Shadow Man simplemente se encogió de hombros y le restó importancia.

No serías lo suficientemente rápido. – replicó el kiperoide modificado. – Incluso Quick Man tiene dificultades para seguirme el paso.

Eso no se traduce en que tú seas capaz de correr más rápido que él. – replicó Break Man. – El único que tiene la más ligera oportunidad de ir contra él el Flash Man. Y creo que es por eso que Wily no ha reparado ese fallo en su sistema.

O tú, si adquirieras la habilidad de Flash Man. – replicó Shadow Man, cuyos ojos rojos se centraron en el arma del otro robot. – Fuiste construido con las mismas capacidades de duplicación que...

No me compares con él. – Blues interrumpió a Shadow Man, apretando sus puños. – Él y yo no tenemos NADA en común.

Eso es extraño. – dijo el kiperoide formateado, como si no hubiese registrado la ira de Blues ante la mención de Mega Man. Rock Light. Su hermano, o ante sus ojos, su reemplazo. – De lo que he visto, él tiene mucha curiosidad sobre ti.

Blues levantó una ceja detrás de su visor opaco. – ¿Cómo sabes esto?

Tú fuiste el que me pidió que viera si DLN-002 estaba funcionando de nuevo. Y por cierto, lo está. – respondió Shadow Man, antes de dar una ligera sonrisa. – Ella sabe sobre tu contribución a derrotar a Ra Moon y te envió saludos.

La máquina roja y gris sintió que su ya inestable núcleo se oprimía de pura culpa. Y luego de eso, vino el recuerdo de lo que había ocurrido no hacía mucho.

Entonces, ¿qué tal fue tu charla con LWN-001? – La voz de Shadow Man finalmente rompió los pensamientos de Blues. – Considerando que tu humor está más bajo de lo usual, ¿asumo que no resultó exactamente a tu favor?

Blues no le respondió. Tras un período de silencio, Shadow Man habló de nuevo:

En ese caso, ¿qué quieres que haga con la información reunida?

Deshazte de ella. – le dijo Break Man a su compañero. – Bórrala, redúcela a nada. Mejor aún, destrúyela por completo.

El Robot Master índigo levantó una ceja. – ¿Por qué este repentino cambio de opinión por lo que me tomó tanto tiempo descubrir? – le cuestionó.

... No quiero que Wily lo vea.

Esto le provocó una respuesta aún más cuirosa. – ¿Por qué? ¿Qué te importa tanto de esa máquina? Por lo que puedo ver, tu pequeña excursión no te proveyó de nada.

Blues no dijo nada al principio, sólo respondiendo con más silencio. Pero, a diferencia de antes, Shadow Man descubrió que no era rabia lo que la otra máquina irradiaba. Más bien, era una tristeza oculta pero muy profunda.

Muy bien, si eso es lo que deseas. – respondió Shadow Man, comenzando a caminar hacia la entrada de la cueva. – Wily aún sigue en recuperación debido a la malnutrición que Ra Moon le obligó a pasar, así que no tiene idea de dónde estás en este momento.

Mantenlo así. – le dijo Break Man al ninja. – Aunque... asumo que vas a decirle algo.

Correcto. – respondió Shadow Man. – Pero sólo le diré que aún sigues por aquí. Y que tu núcleo sigue estable por el momento.

El casco de Break Man le protegía de expresar cualquier forma de emociones, salvo por su voz. – ...gracias.

Shadow Man no dijo nada más, y tan rápido como llegó, desapareció en segundos, sin dejar rastro tras de sí.

Tiempo presente...

Maldijo silenciosamente por dejar que su procesador se fuera a divagar de nuevo, pero en última instancia descubrió que no podía hacer otra cosa que eso. Sí, ahora mismo se encontraba completando su tarea de grabar la información de esa computadora dañada que apenas logró hacer arrancar (tendría que recordarse a sí mismo agradecerle a Elec Man, si era posible), pero el proceso en sí mismo era, en su mayor parte, muy aburrido.

Se atrevería a decir, casi insoportablemente aburrido.

Aunque Ray B. (no era exactamente uno de sus mejores títulos, pero dado que el hombre le vino a la mente al decidirlo, tal vez valía la pena un poco, irónicamente) no era del tipo que le importaba el silencio, al contrario, lo prefería antes que al siempre presente ruido en las ciudades por las que viajaba, pero el silencio era un arma de doble filo. Ya que, con el silencio, vino la realización de que no había distracciones externas. Y cuando ellas se habían ido, sin importar si fueran numerosas o mínimas, luego encontró otra fuente de ruido que tomaba su lugar, aunque sólo se podía describir como un sonido imaginario en sus oídos.

Aun así, seguían siendo ruidosas. No totalmente presentes, y apenas escuchables dentro de su cabeza, pero cuando venían, siempre se hacían notar, dejando todo lo demás sin importancia y como que no valía la pena enfocarse en ello. Lo odiaba, siempre lo había despreciado, incluso antes del retiro, pero parecía ser un rastro que no se podía sacudir de encima, sin importar cuánto se había "ajustado" tanto a su forma física como a su estado mental.

Y francamente, la rebelión de Sigma había traído consigo muchas cosas que había intentado suprimir y mantener a raya durante años.

Casi durante un siglo entero.

– "Irónico que en el momento en que finalmente dejé de ser un cobarde y voy a visitar a mi hermana, su cuerpo ha desaparecido."pensó. – "Junto con el bebé de la familia."

Cuando descubrió por primera vez que la cápsula de X había sido removida del laboratorio (o más bien, de la pequeña tumba oculta bajo tierra), al inicio entró en pánico. Incluso más cuando vino a ver quién se lo había llevado y a dónde. Seguro, sólo era uno de los dos humanos al que le había puesto el ojo encima, el otro, aunque no era una amenaza potencial, todavía tenía un montón de obstáculos que seguramente no le harían ningún bien a largo plazo.

El Dr. Phillip Cain inmediatamente le recordó a alguien. Alguien con quien, aunque su muerte era inevitable, al ser humano, todavía deseaba haber pasado más tiempo. Él deseaba que muchas cosas, varias de las cuáles si tuviera el poder de hacerlo, se borraran de su historia y la de todos los demás. Aun así, independientemente de los sentimientos de Ray B. al respecto (y aún había muchos de ellos), Cain era un hombre que era muy similar al que había creado al robot misterioso al que había desenterrado, y aun así había un mundo de diferencia entre ambos.

Aparte de su falta de experticia en el campo de la robótica en general, Cain al menos tenía el sentido de tratar a X como si fuera un ser vivo, si bien parecía haber un cierto límite allí en relación a cuánto el robot azul (o reploide si utilizaba la terminología más moderna) lo vería como una figura parental. Ciertamente, a comparación del otro humano disponible, Cain era infinitamente una mejor opción, pero a diferencia del Dr. Light, tenía una severa falta de conocimiento sobre qué, o quién era realmente X.

Él no investigó más sobre Sho Fujiwara hasta que, para su shock, vio a otra igual a X con el rostro de su hermana muerta.

Había visto al científico japonés meter algo en un remolque móvil que llevó desde su laboratorio hasta su casa en Arcadia. Ray B., al notar la considerable cantidad de problemas que pasó para ocultar lo que llevaba, decidió tomar en su propia mano ver qué era este misterioso objeto, sólo para encontrarse con una máquina andante, parlante y viva igual a X.

Sólo que se trataba de ella.

Cuando Cain había llamado a Fujiwara, Ray B. asumió que el antiguo cuerpo de Roll sería completamente desechado, lo que lo llevó a desarrollar planes sobre cómo recuperarlo para darle un entierro apropiado. Justo al lado de la tumba de su padre. Desafortunadamente, lo mismo no podía decirse de Rock. A diferencia de ella o de Light, no quedó rastro alguno de él.

Hasta ahora, él creía ser el único de los tres originales que todavía quedaba.

– "Un hermano y una hermana... para mí..."

Al principio, dudaba y se cuestionaba si la robot rubia, o como había sido bautizada "reploide" prototipo (se rio para sí mismo mientras la palabra prototipo le venía a la mente, qué irónico), era la misma que DLN-002, pero cuando Fujiwara la colocó para ver cómo trabajaría en su rol dentro de su función anterior, Ray B. comenzó a ver que la joven rubia que conoció un siglo atrás empezaba a emerger de nuevo. Bastaba decir, que estaba más que sólo un poco aliviado, aunque no estaba seguro si debía o no guardarse las noticias para sí mismo. En cierto modo, era un poco egoísta no hacerle saber esto a los otros, pero de nuevo, él y el resto no se suponía que debieran existir.

Al menos no en este día y época.

Por supuesto, a medida que continuaba observando en silencio lo que quedaba de su familia, como siempre lo había hecho, aunque inicialmente no fuese por razones benevolentes, pronto descubrió que, aunque era casi seguro que X y subsecuentemente Roll caerían en las manos del Dr. Cain, el otro humano en la situación no era nada como él.

Comparar a Sho Fujiwara con Albert Wily era quizás algo inmerecido e impreciso, viendo que, con Cain y Light, había la misma cantidad de similitudes como diferencias. Aun así, para Ray B., era claro que el más joven de los dos humanos era el menos deseable, un sentimiento que no parecía ser ajen Roll, pero ninguno se atrevía a vocalizarlo. A pesar de la libertar que ellos experimentaban en comparación a sus predecesores, la programación no tomaba en cuenta las restricciones colocadas.

Restricciones que él desafortunadamente tuvo una mano en crear, incluso si hizo todo lo posible para evitar que un futuro como este fuera a suceder.

Independientemente de ello, tanto X como Roll cumplieron sus respectivos propósitos en los ojos del científico japonés; uno de servir como la siguiente evolución en las máquinas y un gran paso en la carrera del humano, y la otra servirle de mucama para su casa sin tener que gastar dinero en ella. Pronto quedó muy claro que Fujiwara tenía la intención de reemplazar a Cecilia con Roll en relación a las labores del hogar, mayormente porque no era humana, y por tanto no era una empleada, así que técnicamente no estaba obligado a pagarle por su trabajo.

Sintió un subidón de furia cuando juntó las piezas de que lo más probable era que ella hubiese sido la que alertó a las autoridades sobre la existencia de X y Roll, pero en última instancia, sus acciones palidecieron en comparación a las de él. De hecho, había llegado a empatizar con la mujer, incluso cuando su discusión con Fujiwara fue la última vez que la vio. Después de eso, cuando se decidió que las vidas de sus hermanos debían terminar, Ray B. logró rastrear a la antigua mucama. La mujer se había ido de vuelta a su país de origen en Brazil, de vuelta a lo que quedaba de una familia que había sobrevivido a los problemas individuales de su nación, apenas.

Aun así, a pesar de que el área en la que vivía no era tan lujosa o limpia como Arcadia, fue la primera vez que probablemente la vio sonreír de manera genuina, en el poco tiempo que llevaba de conocerla, aparte de la poca actitud positiva que la hija de Fujiwara lograba traerle. Y al parecer, en la casa de Cecilia, ella fue la que tuvo que recibir el mayor impacto por la existencia general de su padre, a la tierna edad de ocho años.

Para ser honesto, no fue sino hasta muy recientemente que Ray B. tuvo alguna interacción, mucho menos encuentros con la única hija de Fujiwara, pero estaba al tanto de su existencia, si bien no sólo para mantener un ojo sobre cualquier peligro a la existencia de X y Roll. A pesar de su promesa de no decir nada, la información se filtró, lo que llevó a una pelea entre ella y la única otra humana presente en su hogar en ese momento, aunque afortunadamente no duró mucho. Ray B. sabía de la existencia de Chiyo y Fumiko, junto con la del hermano menor de la segunda, Kenichi, pero en última instancia, se mantuvo siguiéndolos desde las sombras.

Era una pena, considerando que el estatus del Dr. Cossack como padre solitario y viudo no afectó tanto su relación con su propia hija.

De todos modos, lo que realmente captó su atención y observación fue el proyecto que el consejo colocó para que Cain y Fujiwara tomaran partido, si deseaban que X y Roll tuviesen una oportunidad. Cierto, él no tenía intenciones de dejar morir a ninguno de los dos, pero el proceso de escapar y relocalizarlos sería una tarea muy ardua por sí sola. Por suerte (o quizás no fue algo bueno al final) no llegó a eso, y fue así como inició la era de los reploides, y la vida robótica equipada con la más avanzada y actualizada inteligencia artificial fue puesta en producción y en el mercado.

Hubo un pequeño problema en relación a la supuesta difusión y manifestación de alguna clase de virus, pero esos reportes parecieron morir cuando una nunca antes vista máquina roja apareció en la ciudad. Y al principio las cosas parecían estar bien, igual que cuando él fue construido por primera vez. Todo parecía estar bien, su existencia era algo confusa pero fácil de entender, su propósito estaba trazado, y aunque se sentía un poco restrictiva y opresora sin ninguna consideración por la opinión de él, su creador era un buen hombre. Un hombre con defectos, pero en última instancia era bueno.

Aun así, el reploide rojo que ahora parecía estar con X todo el tiempo hizo que Ray B. se detuviera, mientras varias preguntas le rondaban en la mente. Pero en última instancia, esta figura, desconocida y misteriosa que era él, este tal "Zero" era un defensor y guardián de la paz, así que, por el momento, Ray B. no veía la necesidad de intervenir. Aunque todavía lo vigulaba cuando era posible.

Igual que con el Dr. Light y Mega Man, al igual que su hijo pródigo, Blues, o como después asumió su identidad, Proto Man, a pesar de sus esfuerzos para mantener y preservar la paz, no duraría, ya que la Operación Día de la Independencia ocurrió, desatándose oficialmente con la ejecución televisada del Dr. Fujiwara, y el subsiguiente ataque con misiles que cayó sobre Abel City, un evento que él debía admitir apenas logró sobrevivir, gracias a pensar rápido y descubrir un pequeño almacén subterráneo en un edificio cercano en el cual se refugió antes que los explosivos impactaran.

Y ahora, aquí estaba, involucrado en una guerra de la cual había observado en silencio sus etapas iniciales durante los últimos diez años. Aunque no pudo haber predicho que las cosas resultarían de esta forma, y tal vez su propia fuerza ya no era suficiente, se preguntaba si podría o no haber hecho algo al respecto.

Ubicación desconocida...

¿Qué... soy yo?

Sigma asintió, con su expresión inmutable y firme. Si hubiera hecho esto meses, quizás años antes, se habría declarado loco y necesitado de una limpieza de sistema, pero al darse cuenta de las mejoras que su extraño nuevo "amigo" le había proveído, se encontró lentamente alejándose de esa idea.

Y para asegurarse de mantener a su nueva adición un secreto de todos los demás.

Bueno... esa es una pregunta muy peculiar, ¿no? – observó la figura inestable y constantemente en cambio. – ¿Qué te hizo sacar esto a colación tan repentinamente?

El reploide más alto entrecerró sus ojos azules. – Ya he escuchado a los humanos hablándome de manera condescendiente a lo largo de mi corta existencia, no necesito que tú hagas lo mismo.

¿Pero por qué cuestionas esto? ¿No eras tú mismo el que ya deseaba no tener que vivir más bajo su gobierno? Jamás habrías llegado tan lejos en esto sin mí.

– No te equivoques, no me arrepiento de nada. – aclaró Sigma. No, no estaba empezando a tener dudas como tal vez algunos de los otros lo tenían, aunque ellos sabían muy bien que no debían expresarlo abiertamente frente a él. Este supuestamente inexistente pero aún prevalente sentimiento de apego a lo que afectaba a algunas de sus tropas más que a otras, así que tendrían que ser removidos para evitar que los demás fueran a reconsiderar sus decisiones.

Fue por esta razón que aquellos como Chill Penguin fueron desplegados donde pensaba que los Hunters tratarían de recapturar las áreas primero. Era desafortunado, pero necesario en última instancia, ya que Sigma no podía tener a traidores potenciales ayudándoles con su causa. Por supuesto, estaban aquellos como Vile que eran una historia totalmente diferente.

Él será tuyo para que lidies con él eventualmente. – La inestable, aparentemente vaporosa manifestación alertó a Sigma, de nuevo indagando en su mente como viera conveniente. – Pero no puedes permitir que la última creación del Dr. Light continúe haciendo de las suyas. Él debe morir.

– Todavía no. – dijo Sigma. – De hecho, aunque puedo entender a los otros, ¿por qué estás tan insistente en que X es el que representa un verdadero peligro? Si no fuera por él, nada de esto habría sido posible, yo mismo no habría sido posible. – Hizo una pausa, y luego se dio cuenta de un detalle peculiar. – Sería un desperdicio deshacernos de él sin más. Además, no has parado de hablar sobre "destruir a los hijos de Light", pero no veo que te quejes sobre dejar vivir a Zero.

La silueta se quedó callada por unos momentos. – Él es... un caso especial.

– Eso es lo que siempre dices cuando lo sacamos a locación. – notó Sigma. – ¿A qué se debe? ¿Es que cualquier cosa que tiene la etiqueta de "Light" pegada de alguna forma la desprecias? Pero con él, parece que ni siquiera consideras la idea de exterminarlo. Ten en cuenta, él también me interesa, pero tú pareces casi desesperado por hacerlo venir aquí.

Más silencio.

– Como sea, no logro entender tus protestas sobre X, pero en lo que concierne al que está espuando nuestra fábrica, me encargaré de él. – dijo mientras cerraba los ojos, con la gema roja centrada en su cabeza emitiendo algo de luz. – Aunque...

Y luego, sus ojos que antes eran azules se habían teñido de un rojo sangriento, mientras el auto-infligido daño facial desplegaba más de sus circuitos internos debajo de su piel sintética que ayudaban al movimiento de sus rasgos orgánicos siguiendo los estímulos apropiados. Sus ojos parecían estar sangrando.

El color de la sangre orgánica.

– Puede que necesite tu ayuda para expandir mi influencia.

La silueta cambiante adoptó la forma de una figura mucho menos humana, pareciéndose más a una esfera oscura sobre hilos de cables y cordones rotos y oxidados, cuya presencia inestable sólo le permitía parecerse ligeramente a la forma original en la que se basaba de memoria. Pero el símbolo del ojo emblasonado sobre la superficie semi-obsidiana de la imagen parpadeante era casi perfectamente exacto.

Lo que sea por un amigo.

Fábrica abandonada...

Laboratorios Light, afueras de Mega City, 28 de septiembre, 200X...

De acuerdo, ¿asumo que sabes qué hacer? – preguntó el científico calvo a la máquina roja y gris junto a él. Dicho robot se parecía mucho a un niño grande o un adolescente muy joven a comparación del anciano Dr. Wily.

Direcciones lo suficientemente simples, como para que algunas de tus creaciones más tontas sean capaces de seguirlas. – Break Man resopló, cruzando los brazos y apretándolos con fuerza contra su pecho. – No tienes que recordármelo, ya sé lo que tengo que hacer.

Su pecho, el cual ocultaba la verdadera razón que lo convenció de seguirle el juego a lo que el humano quería de él. Y aun así lo estaba haciendo a regañadientes. Cierto, todavía no sentía nada excepto animosidad hacia el Dr. Light, pero tras el desastre que fue el apagón global provocado por Ra Moon, Blues de pronto sintió que su odio comenzaba a... amainarse. Todavía lo odiaba y todavía no tenía deseos de volver con él, pero lo que ocurrió durante esos pocos días de oscuridad que envolvieron a la Tierra... no hacía falta decirlo, se encontró pensando.

Y en ese período de pensamiento, se encontró aún más confuso y desorientado que cuando estaba en sus últimas onzas de vida antes que Wily lo encontrara en el templo de Ra Moon.

Hmph, no necesito que me vengas con tu sarcasmo, chico. – resopló Wily. – Además, necesito recordarte que estabas en tan mala forma ¡que ni siquiera consideré reconstruirte! – Siseó con indignación. – Si puedo concederle algo a esa maldita supercomputadora, Ra Moon ciertamente no estaba mintiendo en que te consideraba potencialmente útil en el futuro.

No cuentes tus bendiciones todavía. – señaló Break Man. – Si Light ya no tiene ningún poder sobre mí, ¿qué te hace pensar que lo mismo no te sucederá a ti eventualmente? Para que sepas, él no me construyó con las reglas más recientes que se implantaron para la robótica.

Wily enfurruñó sus cejas. – Reglas que tu desaparición permitió que florecieran. Y debo añadir, reglas que probablemente serán reforzadas y aplicadas con mayor peso debido a la traición de esa maldita máquina.

Break Man no dijo nada en respuesta, y otra silueta regresó junto con Wily, más alta que cualquiera de ellos dos y compuesta por una apariencia bípeda pero menos humanoide. Al menos en su mayor parte, la única porción de su anatomía que se podría considerar "humana" era su domo, el cual se parecía a un cráneo dorado, despojado de su carne, pero sus globos oculares permanecían intactos en su lugar.

La más nueva creación del Dr. Wily, todo para demostrarle a su antiguo compañero que era mucho mejor que él.

... ¿Por qué eso sonaba tan similar a lo que estaba haciendo ahora?

Además, incluso si encontraras a alguien dispuesto a ayudarte, tendrías todavía que preocuparte por esto, chico. – El anciano dio unas palmadas en el pecho de la máquina, arrancándole un grito ahogado de dolor al robot. El androide más pequeño sacó su escudo por reflejo, una acción que Wily aparentemente encontró divertida, a juzgar por el pequeño arrebato de risa que soltó al ver a Break Man reaccionar con miedo. – Ten en cuenta, hay muy poco que puedo hacer. Puedo mantenerte recargado, y repararte siempre que te comportes. Pero eso es algo con lo que ni siquiera Thomas puede ayudarte.

No NECESITO su ayuda. – espetó Blues, furioso de que el anciano estuviera jugando con él.

No, por supuesto que no. – dijo Wily. – Pero necesitas mantenerlo andando, ¿no? Tienes que mantener lo que se encuentra dentro de ti ardiendo, literalmente. – Sonrió con desdén. – Al menos, hasta que llegue ese fatídico día y hagas... boom.

El robot con casco se mordió el labio, entrecerrando las cejas con rabia. – Sólo... – empezó a decir. – Sólo... no... involucres a Roll.

Wily soltó un resoplido burlón. – Ella es prácticamente inútil así como está, así que no vale la atención. – le dijo. Luego sonrió. – Sin embargo, si queda atrapada en el fuego cruzado... bueno, eso es inevitable, ¿verdad?

Blues de nuevo se quedó en silencio, aunque mentalmente maldecía a Wily con cada palabra y frase de insulto profano que conocía.

Ahora, ¿qué tal si nos dejas entrar en el lugar de Tom, por favor? – pidió WIly burlonamente. – No es como que ahora tengas otras opciones.

Bajando la cabeza, , Blues, no, Break Man, caminó de frente, a poca distancia de los Laboratorios Light, directo y firme en sus movimientos, pero cada fibra de su ser le suplicaba que no lo hiciera.

Lo siento. – murmuró para sí mismo. – Parece que soy demasiado cobarde.

Tiempo presente...

– ... y, creo que eso es todo.

Con esa declaración en voz baja, Ray B. extrajo el disco de la computadora, sosteniéndolo como si fuese una porcelana fina, aunque la superficie era de plástico antiguo. Aún funcionaba como era necesario, sí, pero no estaba seguro si el disco duraría mucho más. Necesitaba entregar esto a los Hunters tan rápido como fuera posible.

Se puso a pensar, tal vez debería haberle pedido a Quick Man que lo acompañase, aunque fuera sólo para eso.

¡Muy bien, fantástico! – lo felicitóRoll por el comunicador. – Si ya no tienes más asuntos que atender allá, quizás sea mejor que vuelvas a la ciudad. Toda esa área está fuera del alcance de los sensores de aquí, así que no tenemos idea de lo que sucede...

De repente, un estallido rompe oídos, que pareció sacudir la tierra, hizo eco por todo el edificio, al punto que no sólo Ray B. y Roll lo oyeron, sino todos en el cuartel secundario, causando que todos interrumpieran lo que estaban haciendo totalmente.

Roll no estaba segura de si podría hablar, o si debería hacerlo, pero si fuera la curiosidad o la preocupación por su contacto, murmuró suavemente: – ¿Q-qué fue...eso?

Ray B. no le respondió al principio, sus ojos ocultos se giraron hacia otro pasadizo que llevaba más adentro en la fábrica. A donde la fuente del ruido debía encontrarse.

– No lo sé. – admitió. Luego suspiró, cogiendo el disco y metiéndolo en su bolsillo. – Sin embargo, y aunque me odies por decir esto... – Cerró sus ojos, y se oyeron más golpes y estallidos, cementando aún más que no era el único activo en este complejo. – Por tu bien, puede que requiera algo de investigación.

Esta historia continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top