Capítulo 3
Sentada en la heladería, moví mis pies con felicidad, comiendo mi enorme helado, frente a mí, Edric comía el suyo en una versión más pequeña, normal, no la monstruosidad que me está congelando el cerebro ahora.
Sin duda, el helado es lo más delicioso que hay en la vida, desde hoy, cada vez que Edric quiera disculparse por algo, tendrá que hacerlo con un helado.
— ¿Está rico?
Preguntó.
Metiendo una nueva cucharada de helado a su boca.
— Me encanta el helado — moviendo la cabeza al ritmo de la pegajosa canción que sonaba por los altoparlantes del lugar— Pongamos una ley entre nosotros Edric.
Levantando la cabeza de mi congelada maravilla.
— ¿Qué tipo de ley? Y nada de tonterías, Kayla.
— Cada vez que me enoje contigo y quieras disculparte, me darás un helado ¿Qué dices?
Rascó su barbilla, pensativo, viéndome de reojo, al ver que fruncía el ceño, atrapando la cuchara entre mis labios, haciendo un mohín, sonrió.
— Está bien, niña, te daré un helado cada vez que la cague.
— Sólo no la cagues muy seguido o no te volveré a hablar.
Sólo sonrió y siguió comiendo.
Ambos sabíamos que eso no pasaría, pero según el libro que leí en la biblioteca sobre parejas, relaciones y esas cosas, no debo parecer tan accesible y al mismo tiempo sí parecerlo.
... aún no descubro cómo llegar a ese equilibrio, no entiendo muy bien lo que accesible significa.
Volver a casa en su camioneta fue todo en desafío, mi corazón se disparaba cada vez que inhalaba profundo y su aroma invadía hasta la ultima de mis células, Edric, que debía oler mis emociones y escuchar mis erráticos latidos, se partía de la risa cada vez que eso sucedía, él adora reírse de mí.
Todo iba bien hasta que el pelinegro se detuvo frente a la casa de su padre, Mikel cortaba madera sin ningún tipo de preocupación... hasta que me vio.
— ¿No deberías estar en clases, Kayla?
Bajé del auto, colgué la mochila en mi hombro y me planté frente a él.
— Me... suspendieron por dos días en la escuela por... romperle la nariz a un chico.
Abrió mucho los ojos y observó a su hijo, que estaba parado junto a mí, relajado y con ambas manos en los bolsillos.
Claro, disfruta de mi regaño, niño bonito.
— ¿Tú qué hacías con ella?
Se cruzó de brazos su padre.
— Fui como su tutor, escuché a Kelly gritarle por eso ayer, me acordé cuando iba al pueblo por suministros y pasé a ver si ella o Jack se habían presentado, como no había nadie, me quedé, y papá, antes de que la regañes, Kayla sufre de bullying en la escuela, el chico al que golpeó lleva molestándola hace semanas, la golpea, le bota la comida, mete su cabeza al escusado... papá, ella soportó demasiado, sus padres estaban tan avergonzados que no dijeron absolutamente nada cuando a su hijo le dieron una semana de suspensión y visita con la psicóloga escolar, quedará registro en su hoja de vida por el acoso escolar.
Protegiéndome.
— Kayla ¿Por qué no dijiste nada? — acuclillándose frente a mí, viéndome preocupado— No debes tolerar ese tipo de cosas, cariño, si llega a suceder otra vez, avísame de inmediato y lo solucionaremos.
— No quise romperle la nariz — aguantando las lágrimas— Pero me tenía tan cansada... se burla todo el día de mí, por todo, por mi falta de apellido, por mi corte de cabello, por como visto, por como hablo, por no tener amigos — cubriendo mis ojos con mi antebrazo— Odio la escuela...
Sus cálidos brazos envolvieron mi cuerpo, permitiéndome ocultar mi rostro en el hueco entre su cuello y hombro, acariciando mi espalda con lentitud.
— Lo sé cielo, lo sé, tuvo que ser difícil para ti, esto no se volverá a repetir, fuiste muy valiente y mantuviste un autocontrol impresionante, cualquiera hubiese roto más que su nariz por todo lo que tuviste que soportar. Ese maldito director de pacotilla inservible.
Susurró lo último, gruñendo con molestia.
— Le dije al directo que, si esto se vuelve a repetir, la familia Sallow retirará su inversión, estoy seguro de que, con eso, el viejo pondrá más atención en cómo tratan a Kayla y mis hermanos.
Debo verme patética ante los ojos del pelinegro ahora, llorando como una cría.
— Ese maldito viejo sólo piensa en el dinero, hiciste bien Edric, lo presionaste de la manera correcta.
Pude oler el orgullo viniendo de Mikel.
Él no me soltó hasta que me calmé y pude dejar de llorar por mi cuenta, secó el rastro de mis lagrimas y envió adentro a dejar mis cosas, iríamos a dar una vuelta al bosque hoy, entrenaríamos.
Él dijo que es algo que siempre hace con su familia, correr por el bosque y los entrena para una posible guerra, las disputas por territorio cada vez eran más frecuentes, los humanos invadían nuestros territorios y mantenernos ocultos era cada vez más difícil.
Quizá lo dice por mi historia de la bestia, él cree en lo que le dije y quiere prepararnos.
Dejé a un lado el temor y saboreé el momento mientras subía las escaleras hacia mi cuarto, él dijo familia y me está incluyendo.
Yo ahora tengo familia.
***
Cumplí diecisiete en un día lluvioso y frío, lo cual no nos afectaba demasiado a quienes ya sufrimos nuestra primera transformación, cuando eso ocurre, nuestra temperatura corporal es regulada a nuestro antojo, más fría o más caliente dependiendo del ambiente en el que estemos o el tipo de personas con las que nos involucremos, por supuesto, hay un par de días en los que no podemos controlar nuestra temperatura, el periodo de celo.
Cumplí diecisiete hace tres meses y estoy a cuarenta y cinco grados en estos momentos, siento como mi piel protesta por el exceso de temperatura, estoy sudando, mi cabeza da vueltas, impidiéndome pensar en otra cosa que no sea el sexo, bendito sexo joder... ya perdí la cuenta cuantas veces he utilizado mis dedos para aliviar el dolor y el placer que se arremolina en mi vientre bajo en busca de liberación.
Mikel me mantenía en el cuarto, asegurando la puerta y no precisamente para retenerme dentro, no señor, su objetivo era mantener a sus hijos fuera, el olor de una hembra en celo era sumamente tentador para quienes no están emparejados, como Eric, Lucas y Leo, el mayor fue el primero en rasguñar mi puerta y proponerme un "Divertido juego" para aliviar el dolor, estuve a punto de aceptar cuando su padre lo corrió a punta de gruñidos, enviándolo a su cuarto, luego los gemelos, Luca y Leo se masturbaron fuera de mi puerta, podía ver sus siluetas filtrándose por la rendija inferior, podía oler su sudor, podía escuchar perfectamente sus gemidos, estaba volviéndome loca joder, el rosa estaba por todos lados, el cuarto olía a rosa, yo olía a rosa, el aire que respiraba era de un rosa intenso y profundo, me estaba ahogando, necesitaba liberar esta presión, necesitaba un compañero.
Mikel se mantuvo ocupado encerrando a sus propios hijos antes de elegir a alguien para mí, Zara se quedó vigilando que no hiciéramos una locura mientras él iba por el chico con el que me enlazaría.
Vi mi corazón de madera sobre la mesa de noche, la caja en el que pensé dárselo a Edric hace más de un año estaba volteada, el lazo colgaba sobre el respaldo de la silla y tapa descansaba sobre el piso, no pude dejar de observarlo mientras me tocaba y pellizcaba mi pezón con la otra mano, buscando mi propio corazón, riéndome de mis infantiles acciones cuando llegué aquí ¿Cómo llegué a pensar que Edric siquiera me miraría? Yo era una niña cuando llegué aquí, ni siquiera tenía tetas, él estuvo presente durante toda mi pubertad joder, cuando llegué, no podía diferenciar mi frente de mi espalda.
Vi mi reflejo en el espejo a mi costado, yo estaba hecha un desastre, pero físicamente... muchas cosas habían cambiado, era alta, esbelta y poseía buenas curvas, pechos generosos, cintura minúscula y buen trasero, mi cabello caía con gracia hasta las caderas, ondulándose en las puntas, no lo corto desde que recibí burlas por él, y debe ser por el celo que mis ojos hoy brillan con intensidad, normalmente son de un gris oscuro, ni hablar de lo enrojecido e inflamado de mis labios, he estado lamiendo y mordiendo sin cuidado alguno cada vez que acariciaba mi clítoris con insistencia.
— Si... definitivamente he cambiado.
Mi figura se la debía netamente al incesante entrenamiento en manada, se supone que todos debemos movernos al mismo tiempo, planear estrategias de ataque y no entorpecer el trabajo de los demás lobos. No hemos parado de entrenar ni un solo día, y la bestia no se ha pronunciado por aquí, quizá con mi antigua manada fue suficiente, quizá eso le bastó para saciar su sed de sangre.
No podría soportar que lastimara a uno de mis seres queridos, con el tiempo, hice amigos aquí, pude conectar con todas y cada una de las personas con las que vivo, el entrenamiento ayudó mucho para entablar conversaciones con ellos y sujetar los lazos que extendieron hacia mí.
Ya no estaba sola.
Ya no olía a forastero.
Olía como una Sallow.
— Kayla, encontré un compañero indicado para ti, esto te ayudará a calmar el dolor, es ahora cuando deben intercambiar su corazón.
La puerta se abrió con rapidez, Frederic entró y tan rápido como la puerta fue abierta, se cerró, asegurándola otra vez.
Frederic tenía un año más que yo, terminó la escuela y ahora ayuda en la panadería con su padre, no he escuchado de nadie que se aleje del pueblo al recibirse de la escuela, los lazos que generamos aquí se tensan cada vez que nos alejamos, moriríamos de pena antes de sobrevivir al primer año universitario.
— Hola Kayla — caminando por el cuarto, plantándose frente a mí— El alfa dijo que tú y yo vibramos en la misma sintonía, llegó nuestro momento de formar un lazo especial.
— Confío en lo que Mikel dice, si él dice que eres mi destinado, así será — jadeando— ¿Sabías que somos las lobas las dominantes durante el celo? ¿Te importa si soy un poco ruda hoy? — rascando la alfombra bajo mis garras, sin llegar a romper— Estoy a punto de explotar, este maldito calor no se calma, simplemente no se calma.
Lamió sus labios y dio un paso más cerca de mí, sus garras hicieron aparición, sus ojos brillantes y azules brillaron intensamente ante mis palabras.
— Quiero darte mi corazón primero ¿Dónde está el tuyo?
Buscó con la vista a su alrededor, parando al ver el corazón sobre el escritorio, con paso rápido fue hasta él, tomándolo entre sus manos, observándolo. En ese momento, su esencia llegó a mis fosas nasales, un aroma desagradable y horriblemente dulce, como cuando una jugosa fruta fue dejada al aire mucho tiempo y terminó por podrirse.
— Frederic, deja el corazón en su lugar.
Gruñí.
— ¿Por qué? Es mío ahora, te daré el mío en su lugar.
Me levanté del piso, caminando con paso decidido hacia él.
— Dije que lo dejes ahí.
Sintiendo mis colmillos crecer y mis brazos cubrirse de lanugo, esa fina capa de vellos finos que aparecen cuando comienzo a perder el control.
— Kayla ¿Qué sucede? ¿Desobedecerás al alfa?
Dispuesto a guardarse mi corazón en su bolsillo.
No pude tolerarlo, él simplemente no era mi destinado, olía a basura, sus latidos ni siquiera se sincronizaban con los míos.
Antes de darme cuenta, estaba mordiendo su mano, arrebatándole mi corazón de entre las manos, sus gritos hicieron eco por el cuarto, pidiéndome que por favor lo soltara, que lo dejara ir.
Mikel tuvo que intervenir, abrió mi boca con dificultad y ayudó al chico a dejar el cuarto, pidiéndole que cerrara tras él, me tomó un tiempo recuperar algo de cordura para entender lo que me estaba diciendo.
Lo siento. No encontré ningún Beta que vibrara al son tuyo, tus vibraciones son demasiado altas para cualquiera, creí que podría funcionar... lo siento...
Ese fue mi primer celo, uno doloroso e infernal celo de los mil demonios que duró cuatro tortuosos días, lloré, gruñí y rogué por ayuda, la mano me dolía, los dedos los sentía adormecidos por utilizarlos tanto para buscar mi propia liberación, no hubo un solo lobo que pudiese calmar mi sed.
Más tarde en el tercer día de mi celo, escuché la voz de Edric en la planta baja reclamándole a su padre la irresponsabilidad que cometió al enviar conmigo al primer lobo que se le cruzó, le recordó que yo aún era pequeña y debía recibir el mejor de los tratos porque era la única chica de la casa.
Quise seguir escuchando sobre su discusión, pero Mikel, que no se le escapaba nada, le pidió que hablaran fuera, lejos de nuestro canal auditivo.
Edric dijo que, si no le compraba un helado, no me perdonaría, porque la casa no solo olía a mí rosa.
Él sabía que yo estaba escuchando.
Terminé masturbándome vergonzosamente con el lobo de madera que me regaló para mi quinceavo cumpleaños con la mano que no estaba destrozando mi clítoris, moviéndose como si estuviese sobre una mesa de DJ en busca de un orgasmo.
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BUENAS BUENAAAAAS
ME DEMORÉ Y ES QUE LES JURO QUE SI PASA UNA MOSCA, ME QUEDO PEGADA, ESTOY MUY DISPERSA HOY JAJAJAJAJA
EDRIC DEFENDIENDO A KAYLA NUEVAMENTE SEÑORES, DANDOLE TODAS LAS RAZONES A SU PADRE PARA QUE ELLA NO FUERA REGAÑADA, ESTE HOMBRE SE MERECE EL CIELO PARA MÍ
ADORO A MIKEL, JODER, ES EL MEJOR ALFA DE LA HISTORIA DE ALFAS, ÉL SIMPLEMENTE SE MERECE TODO MI AMOR
¿NO QUIERE SER MI SUGAR, SEÑOR? YO FELIZ RECIBO LA MORDIDA PARA VIVIR EL RESTO DE MI VIDA A SU LADO
NUEVO SALTO EN EL TIEMPOOOOO
KAYLA EN SUS DIECISIETE Y LA LLEGADA DE SU PRIMER CELO! LOS HERMANOS SALLOW NO PERDIERON EL TIEMPO JODER, BENDITA SEA SU MADRE QUE SE PASEO CON LA CHANCLA EN LA MANO COMO BUENA MADRE LATINA PARA EVITAR ACCIDENTES
TUVO QUE HABER SIDO DIFICIL CON TODO ESE AROMA A ROSA POR LA CASA
KAYLA SE PUSO BRABA Y NO QUISO DARLE SU CORAZÓN A FREDERIC JAJAJAJA SE TE QUISO AMIGO, SUERTE PARA LA PROXIMA
EDRIC, SIGUES SIENDO MI VARÓN, RECLAMALE ESE HELADO MÁS ADELANTE... SI ES QUE LE QUEDAN DEDOS O TANTO MOVIMIENTO DE DJ SE LOS CORTÓ JAJAJAAJAJAJ
NOS LEEMOS EL PROXIMO CAPITULO MIS AMORES!
PD: SUBÍ UN MINI TRAILER DE LO QUE SUCEDERÁ MÁS ADELANTE EN MI INSTAGRAM Y TAMBIÉN EN MI CUENTA DE TIKTOK: _CHERRY__AA
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