Capítulo 2

Los días en la manada trascurrieron con normalidad, las lunas llenas eran vacías sin poder entender las canciones de los lobos que cantaban a mi alrededor, para mí solo eran aullidos sin sentido en armonía, Mikel dijo que llegará el momento en el que mi lazo se una al del resto, y espero que ese día sea pronto, aún no entiendo cómo se supone que debo conectar con el resto.

Kelly y Jack me educaban en casa, ambos eran muy pacientes y amables conmigo, pero bien sabía que todo esto lo hacían porque lo ordenó el alfa, era incómodo estar en medio de ellos, recién emparejados, independizándose juntos, y con una niña que no es de su sangre invadiendo su espacio, quiero crecer pronto para poder tener mi propio espacio también. Me dijeron que podré ir a la escuela con los otros niños en el pueblo vecino cuando me transforme por primera vez y me enseñen sobre el control, no queremos accidentes, nuestra identidad debería mantenerse en secreto, y un lobo recién transformado se deja llevar mucho por las emociones, la irá podría ser un buen catalizador para armar un gran lío, es por eso que instintivamente buscan un lazo temporal que los sujeta a su humanidad, normalmente para ellos es la familia, la manada o un amigo. Kelly y Jack temen por mi humanidad cuando eso llegue, ambos saben que aquí no estoy atada a nada.

En mi cumpleaños numero quince, la manada lo celebró, se hizo una gran fiesta como estaban acostumbrados, Edric me regaló un lobo tallado a mano, últimamente me estaba dando clases de tallar, sigo siendo un asco en eso.

Hubiese deseado que me regalara su corazón, pero un lobo tallado es un gran avance... ¿O no? Sé que no es madera del gran árbol, pero ya tener algo hecho por su propia mano me gusta.

***

Mi primera transformación fue a mediados de los quince, más atrasada que los lobos jóvenes de la manada, me costó horrores dejarme llevar por mi lobo interior, un lobo que no recordaba tener, pero que siempre me tenía en la mira, vigilándome con sus ojos azules brillantes, esperando por mí con sus orejas caídas.

Yo creí que cuando me transformara, me vería como los enormes lobos negros y grises que caminaban por el pueblo, con hermoso pelaje brillante, enormes patas, regordetes y magníficos, en cambio, era una copia barata, blanca, pequeña y desgarbada, con dos pies izquierdos que tropezaba con cada paso que daba. Me asusté tanto por la abrumadora sensación de escuchar todo lo que sucedía en un radio de diez kilómetros, cómo se movían los animales por el césped y cómo la cadena alimenticia hacía lo suyo, estaba asustada por las voces que se encendían y se apagaban en mi cabeza, como si instintivamente intentara sujetar los hilos invisibles que los demás intentaban acercar a mí, estaba demasiado asustada como para canalizar todo eso y sujetarme a mi humanidad, todo lo que pude hacer fue observar el punto más vacío del bosque y correr sin mirar atrás, como si mi vida dependiera de aquello.

- <<Oye, oye, oye, tranquila>>

Gimotee al escuchar esa voz en mi cabeza, asustada, voltee para ver a un gran lobo negro a mis espaldas, ojos rojos y brillantes, enormes. Él era enorme.

- <<No sé qué hacer>>

Admití, respondiendo de la misma manera en la que él hizo.

¿Escuchará mi voz en su cabeza?

Dio un paso hacia mí al mismo tiempo que algo tiraba de mi pecho, un hilo invisible que nos conectaba, mi primer lazo con la manada, él era mi primer lazo.

- <<Todo va a estar bien, todos estamos para ayudarte, sé que es extraño, pronto te acostumbrarás, ser un lobo es divertido>>

Dando otro paso hacia mí, deslizando su lomo por el mío, impregnándome con su aroma.

Calma...

- <<Edric, escucho muchas cosas, mi cabeza se siente abrumada, no sé cómo pararlo>>

- <<Sólo concéntrate en mi voz, enfócate en mí, yo seré tu lazo temporal, Kayla, tu humanidad está a salvo conmigo>>

Edric se quedó conmigo hasta que pude seguir su consejo, callé todas las voces, todos los sonidos a mi alrededor.

"Debes ser selectiva" dijo "Escuchar sólo aquello que quieres oír".

Esa fue la primera vez que pude cantar en sintonía con otro lobo, Edric cantó conmigo, le cantamos a la luna, a la manada, y a nuestro nuevo lazo, mi primer lazo.

Todo lo que podía escuchar en mi cabeza mientras cantábamos era manadaamigofamilia.

Yo era un nuevo amigo, un amigo que se unía a su familia.

***

A mis dieciséis, volví a tallar otro corazón de madera, este sí quedó bien, es el primer corazón sin bordes irregulares que hacía, quedó liso y suave, Edric y Mikel me enseñaron que luego de tallar, debía usar la lija para que quedara redondo y prolijo.

Ese día, luego de la escuela, fui directo a casa de Edric para volver a intentar que recibiera mi corazón, estaba muy orgullosa de este intento, inclusive compré una bonita caja blanca, ya que mi pelaje era de ese color, y elegí una cinta negra para cerrara porque es el color del pelaje del lobo de Edric, lo pensé todo, ya era más grande, creí que podría tener una oportunidad.

Me detuve a escasos pasos de su puerta principal, la casa de Edric no olía sólo a él, olía a rosa, rosa, rosa, rosa. La pasión, el sexo, los cuerpos juntos de dos personas, el sudor...

Tomé una piedra y la lancé sin pensarlo a la ventana más próxima, en mi cabeza, aún no poseía la fuerza suficiente para actos vandálicos que dejaran huella, mi lobo seguía siendo más pequeño que los de los chicos de mi edad, pero me equivoqué, la piedra no solo atravesó la ventana, sino que le dio a algo... a alguien con voz femenina, escuché todos sus insultos desde mi posición.

Asustada, di media vuelta y corrí en dirección a mi casa, la voz de Edric gritando mi nombre hizo eco por el pueblo oculto entre los árboles.

¡Él sabía que era yo!

Me encerré en el cuarto apenas entré a casa, evitando tanto a Kelly y a Jack que amablemente me dieron la bienvenida, preguntándome cómo estuvo la escuela ¿Qué les decía? "estuvo bien, ah, por cierto, le rompí la nariz a un chico por burlarse de mi corte de cabello, el director pidió que mis padres estén mañana en dirección para hablar sobre mi situación" claramente no le dije que no tenía padres, ni apellido, ni familia, todos en el instituto tenían familia ¿Quién debía ir a hablar con el director? ¿Me echarían?

- ¿Está Kayla?

Mierda.

Ya llegó.

- Sí, entró a su cuarto hecha una furia - dijo Kelly- Huele a problemas, algo debió suceder, y también huele a que está enojada.

- ¿Puedo pasar un momento?

- Claro, adelante.

Mierda.

Mierda.

Mierda.

- Kayla, abre la puerta.

Ese era Edric.

Seguía oliendo a rosa y otras cosas.

- Apestas la casa, sal.

Apretando mis rodillas al pecho, apoyando mi cabeza en estas.

Era consciente en lo infantil de mi comportamiento, Edric tenía veintidós, era normal que quisiera buscar una compañera, nunca me puse a pensar en cuanto tiempo faltaba para aquello.

- Kayla, no está bien lo que hiciste, no puedes ir lanzando piedras a las casas de las personas.

- ¡Apestabas toda la calle! Le hice un favor a todos.

Lo oí suspirar, la madera de la puerta crujió levemente cuando parte de su cuerpo la tocó.

- ¡Kayla! ¿Cómo es eso de que le rompiste la nariz a un compañero? ¡El director acaba de llamar!

Ok... Kelly estaba enojada, más problemas.

- ¿Le rompiste la nariz a un chico? - La voz sorprendida de Edric no se hizo esperar- Kayla... nuestra fuerza no es igual a la de un humano, no puedes usar la fuerza bruta con ellos ¿Qué pasaría si un día de estos no te mides y... matas a alguien? Eso puede suceder, debes controlarte.

Algo se encendió en mi cabeza con sus palabras.

Una mujer acuclillada frente a mí, dándome una charla como esa, la mujer tenía un mechón teñido de blanco en medio de su castaña cabellera, acunaba mi rostro y decía "Los humanos son frágiles, Kayla cariño, debes usar tu fuerza para protegerlos" dijo también "Eres la próxima alfa de esta manada" también dijo "Esperamos muchas cosas de ti, tu vida está destinada a la grandeza" luego todo era rojo, todo era malditamente rojo, había gritos y sangre por dónde sea que viera, muchos pares de ojos violeta invadían el pueblo, papá estaba muerto, mamá estaba muerta, y luego estaba yo, frente a un enorme lobo caoba, el doble del tamaño de un lobo normal, musculatura excesiva y tosca en las extremidades, rostro deforme y enormes colmillos, sus ojos oscilaban entre el rojo y el violeta.

Era una manada de omegas ¿Por qué habría una manada de omegas? Los omegas son lobos solitarios que se perdieron en la bestia.

¡LA BESTIA! Ese hombre era la bestia.

Esas imágenes en mi cabeza que se presentaron de forma acelerada y repentina me hicieron perder el control, lloré y grité, luché por sostener el lobo que pedía a gritos salir y tomar control de mi cuerpo, no podía controlarme, no podía esconder las garras que desgarraban todo lo que estaba en mi paso, destruyendo todo lo que con esfuerzo Kelly y Jack pusieron en mi cuarto, los ojos de la bestia seguían en mi cabeza, atormentándome, no podía ver nada más que aquello.

- Kayla, Kayla, Kayla ¿Qué pasa? ¿Qué tienes?

Edric rompió la puerta e irrumpió en el cuarto, aulló con fuerza, haciendo vibrar las paredes, probablemente para llamar a su padre mientras sujetaba mis brazos e impedía que me lastimara, estaba en medio de un ataque de pánico.

- La bestia... la bestia mató a mis padres, yo lo vi - temblando de pies a cabeza- Sus ojos... sus ojos eran violeta y rojo, tenía una manada de Omegas, los mató a todos...

Caí de rodillas al piso con los brazos extendidos, Edric seguía sosteniéndome.

- ¿De qué hablas? Los Omegas no van juntos en manada.

Soltándome lentamente, asegurándose de que no me haría daño.

- Estos sí lo hacían, y el alfa que los guiaba... no sé qué era, sus ojos tenían dos colores, era monstruoso, grande, corpulento, deforme... Edric, estoy diciendo la verdad, había una bestia...

- Ven aquí pequeña, ven aquí, no te atormentes más con eso...

Me atrajo a su pecho y me sostuvo mientras mi ansiedad se disipaba, no podía olvidar ese doloroso recuerdo del cuello de mis padres siendo degollado por esas enormes garras.

- ¿Qué pasó aquí?

Mikel ingresó al cuarto, viendo el desastre que había ocasionado.

- Kayla tuvo un ataque de pánico - explicó Edric- Recordó parte de lo que pasó con su antigua manada.

- ¿Qué les pasó?

Aculillándose frente a nosotros.

- Están todos muertos.

Declaré en voz baja.

Le conté los detalles de lo poco que recordé a Mikel, este puso una expresión que no supe descifrar y luego cambió el tema, quiso disculparse en mi lugar con Kelly y Jack por destruir el cuarto, estos se negaron rotundamente a seguir cuidando de mí, dijeron que yo era un problema, que no les sorprendería si me hacía omega en algún punto, porque siempre estaba sola, humanos o lobos, yo siempre estaba sola.

Mikel les gruñó en respuesta, rojo, él olía a rojo, rabia y disgusto, Kelly y Jack descubrieron su garganta y se hicieron pequeños en su sitio, Mikel dijo que se haría cargo desde ahora, tomó todas mis cosas y me llevó al final del camino, a su casa, viviría ahí a partir de hoy.

- Yo... lamento venir a importunar.

Dije apenas Zara salió a recibirnos.

- Cariño, esta es tu casa a partir de hoy - acariciando mi cabello- esta es tu familia ahora.

Fue lo mismo que escuché de Kelly y Jack antes.

¿Cuándo van a abandonarme?

- Huele diferente.

- Sí, sí, hermano, algo diferente.

Dos chicos de cabello oscuro y desorganizado entraron a la sala tomados de la mano, ambos eran exactamente iguales, del mismo tamaño, cejas poco pobladas, ojos de un gris oscuro, nariz respingada y labios carnosos, su piel era más parecida a la mía, más pálida que la del resto de la manada.

- Ella es Kayla, chicos, vivirá con nosotros desde hoy, Kayla, ellos son mis hijos menores, Leo y Lucas.

- ¿Tiene otros hijos? Creí que sólo era Edric.

- Si te lo dijimos, pero siempre concentras tu atención en Edric - comentó Zara, apoyando sus manos en mis hombros desde atrás- ellos tienen tu edad y asisten a la escuela contigo, probablemente son compañeros.

Nunca me di el tiempo de ver a las personas a mi alrededor.

- Hueles diferente.

- ¿Por qué? ¿Por qué? Llevas un tiempo largo aquí.

Acercándose.

- Yo... tengo problemas para conectar con el resto.

Ambos, tomaron mis manos y frotaron sus cabezas en mi cuello, hombros y brazos, impregnándome de su olor.

- ¡Ahora sí!

- Sí, sí, hermano, ahora huele más como nosotros.

Sonrieron entre sí.

- Así es como la manada mantiene su aroma, formando lazos - explicó uno de ellos- ¿No te has dado cuenta de que siempre se frotan unos con otros? De no hacerlo, todos oleríamos diferente, no tendríamos una identidad compartida si no oliéramos igual.

- No seríamos parte de la manada Sallow si nuestra esencia no se combinara.

Tenía sentido para mí, nunca antes nadie se dio el tiempo de explicarme como funcionaba eso del aroma y de por qué yo seguía oliendo diferente. Claro, si jamás me relacionaba con las demás personas, no me frotaba con nadie, nunca, y Jack me ignoraba cada vez que tenía oportunidad.

- Yo... entonces... ¿No será maleducado frotarme con los demás?

- No, aquí todo el mundo lo hace - aclaró Mikel- Vaya... creo que te llevas bien con los gemelos, debí hacer que te quedaras con nosotros desde el comienzo.

Ambos seguían frotando su cabello contra mi cuello, terminé correspondiendo su afecto, sintiendo dos hilos más tirando desde mi pecho, ahora también estaba unida a ellos, y a Mikel, y a Zara, ahora tenía cinco lazos, debía ser más abierta y hablar más con la manada.

- ¿Cuántos hijos tienen en total?

- Cuatro - respondió Zara- Edric, el mayor con veintidós, Eric, con dieciocho, y luego los gemelos, dieciséis, ya sabes.

Sonreí.

- Chicos, ayuden a Kayla con su equipaje, pronto será hora de cenar.

- Sí papá.

Todos tomamos un bolso y los seguí hacia el segundo piso, dónde el ambiente comenzaba a oler anaranjado, aquí parecen divertirse mucho.

- ¡Kayla! Edric dice que, si quieres ir a cenar con él a casa para hablar, quiere disculparse.

¿Cenar con Edric?

- ¡No gracias! - respondí desde el segundo piso- No quiero ir a una casa que huele a rosa por todas partes.

- ¡Está bien! Le diré.

Ya dentro de mi cuarto, dónde los gemelos se arrastraron por todo lo habido y por haber, vi cómo Edric se alejaba de la casa con ambas manos en los bolsillos.

Espero que la piedra que le llegó a la chica que estaba con él en casa, le halla llegado en la cabeza.

- ¡Mierda! - grité del asombro, viendo a dos lobos grises a mis espaldas- ¿Leo y Lucas?

Gimotearon en respuesta, deslizando sus lomos por mis costados, estiré ambas manos y acaricié la zona tras su oreja, uno de ellos se sentó en el piso y comenzó a mover su pata con rapidez, al parecer, le daba cosquillas.

- ¿Leo?

Gruñó.

- Entonces eres Lucas.

Gimoteó, lamiendo mi mano.

- No lo olvidaré, tus cosquillas.

Viéndolo mover su pata otra vez cuando rasqué tras su oreja.

Con su ayuda, logré instalarme rápidamente en mi nuevo cuarto, el cuarto que Edric solía usar cuando vivía aquí, aún podía sentir su aroma en ciertos lugares, pero en estos momentos, no quería saber nada de él, terminé transformándome en lobo, pidiéndole a los gemelos que me ayudaran a cambiar el aroma del cuarto, arrastrándonos por todas las superficies y la alfombra en el piso.

- Em... ¿Qué están haciendo?

Mikel y un chico un poco más fornido y alto que los gemelos aparecieron por la puerta del cuarto, observando perplejos lo estúpidos que debimos vernos, los tres panza arriba, arrastrándonos por el piso.

- Rosa hijo - explicó Mikel, como si eso fuera suficiente para explicar nuestro comportamiento- quieren quitar el rosa.

- Rosa... ya veo... - respondiendo como si lo entendiera todo- Es un gusto Kayla.

Gimotee en respuesta, intentando decir que también era un gusto para mí, Mikel nos avisó que la cena ya estaba lista, y regresando a nuestra forma humana, cada quien se vistió dándole la espalda al otro, bajando las escaleras apresurados.

Creo que aquí, me siento mucho más cómoda de lo que me sentí jamás.

***

Al día siguiente, fui a la escuela junto con los gemelos, hablando y hablando de un montón de estupideces en lo que llegábamos al pueblo vecino y entrabamos a la escuela, tenía toda la intención de entrar a mi salón, dónde por primera vez me di cuenta de con quienes compartía espacio, y sí, ahí estaba Lucas y Leo, sentados al final, junto a la ventana, iba a sentarme cerca de ellos hoy, ese era mi plan, pero la secretaria del director tomó mi mochila y me observó alzando una ceja.

- Señorita, creo que tienes algo que hablar con el director.

Suspiré.

- Casi pensé que podría pasar desapercibida.

- Imposible Kayla, ya te están esperando en la oficina.

Asentí.

No me quedó más remedio que caminar todo el recorrido hasta la maldita oficina ¿Qué le iba a decir? Kelly y Jack no iban a venir, ya no se hacían cargo de mí, y Mikel no tiene ni idea que causé estragos en la escuela, de seguro me enviarían de vuelta a casa.

Toqué tres veces la puerta, escuché la voz del director autorizar mi ingreso, y armándome de valor, entré, viendo al chico que le rompí la nariz junto a sus padres, viéndome de manera acusatoria, y al otro lado... ¿Edric?

- Kayla, toma asiento.

Señaló el director el espacio vacío junto a Edric.

- Claro... claro...

Tomé asiento y apoyé la mochila sobre mis piernas, inclinándome levemente hacia un costado, susurrando.

- ¿Qué haces aquí?

Agradecía el super oído, así los demás no escucharían nada.

- Ya que me estás ignorando, tuve que hacerme pasar por tu tutor.

Respondió en el mismo nivel.

- Señorita Kayla ¿Tiene algo que decir al respecto?

Señalando la nariz de mi compañero de clase.

- Sí - carraspee- ¿Recuerdas lo que pasó justo antes de romperte la nariz? - el chico tragó grueso, pude ver como la gota de sudor se deslizaba por su sien- ah, lo recuerdas - sonriendo maliciosa- Metió mi cabeza dentro del inodoro - le dije al director- lleva meses molestándome por mi corte de cabello, por mi falta de apellido, por mi ropa, por mis notas - enumerando con los dedos- le dije muchas veces a los profesores, pero siguen creyendo que es necesario que nos arreglemos entre nosotros, cosa que no sucedió, romperle la nariz estuvo mal, lo sé, pero ya estaba harta de que se metiera conmigo, ni siquiera puedo comer en paz, porque da vuelta mi charola antes de poder darle una probada.

Tomando aire.

Estaba hablando demasiado rápido.

- Noah ¿Eso es cierto?

Preguntó anonado el directo, al chico nervioso que se estrujaba los dedos. Sus padres sabían que yo no mentía, ahora parecían realmente avergonzados.

- Es... es que... director... yo...

- ¿Es cierto o no?

Presionó.

- Es cierto.

- ¿Y por qué le haces eso? Es una chica Noah, a las chicas debemos tratarlas con delicadeza, Kayla se vio acorralada y actuó de mala manera, ella sabe que se equivocó, pero ¿Y tú? ¿Reconoces todos tus errores?

- Usted sabe directo, que los chicos demuestran sus gustos de manera más tosca - lo defendió su padre- Kayla es una chica bonita, mi hijo de vez en cuando hablaba de ella en casa, no pensé que llegara a estos extremos, lo reprenderemos en casa, pero ya sabe, siguen siendo cosa de chicos, es sólo que le gusta su compañera.

Hice rechinar mis dientes de lo apretados que los tenía ¿Todo eso por una simple atracción?

¿Este hombre es estúpido?

- Gustar o no gustar - habló Edric- esas no son formas de demostrar afecto ¿Crees que Kayla te tomará en cuenta si le haces bullying cada vez que se cruza contigo? - observó al director- Kayla hizo mal, es cierto, pero no toleraré que la molesten de esta manera señor, o hacen algo con la forma en la que la tratan o mi familia retirará el dinero anual que invierte en la escuela, Dios sabe cuanto debió soportar para tener que llegar a tales extremos de romperle la nariz al chico.

El director se removió incómodo de su silla, tiró de la corbata y liberó un botón.

- Señor Sallow, por favor no llegue a tales extremos, seremos más cuidadosos la próxima vez.

- Si hay una próxima vez, retiraré el dinero señor, esto no puede suceder, se supone que la escuela debería ser un espacio seguro y aquí no veo más que agresión.

Edric logró hacer que rebajaran mis días de suspensión a dos, mientras que a Noah le dieron una semana completa y una anotación en su hoja de vida, eso le pesaría en su currículo para la universidad.

Al parecer, la manada Sallow hila mucho más lejos del pueblo en el bosque.

- ¿Quieres ir por un helado Kayla?

Preguntó al salir de la escuela.

No habría clases para mí hoy.

- No, gracias, quiero ir a casa.

Suspiró, dejó de caminar y dio media vuelta para observarme.

- ¿Por qué no le contaste a nadie que te molestaban en la escuela?

- Porque dijeron que debía soportar para no lastimar a nadie.

Se acercó, apoyando su mano en mi hombro.

- No debí decir eso ayer sin preguntarte la razón del que lo golpearas, creo que te contuviste demasiado, y eso es admirable.

- Sigues oliendo a rosa - moviendo mi hombro para que me soltara- quiero ir a casa.

Comenzando a caminar, no subiría a su auto.

- Kayla, por favor... ya te pedí disculpas.

Siguiéndome.

- No importa, yo aún no te he perdonado.

- Kayla... - gimoteó- Te compraré un helado de tres sabores si me perdonas - no respondí- y salsa de chocolate - agregó al ver mi negativa- Con todas las chispas que quieras - seguí sin responder- y un montón de crema batida encima, con baño de chocolate, en esos platos grandes que te gustan, con la banana en medio.

Paré, dando media vuelta, viendo como sus labios se curvaban lentamente hacia arriba al intuir lo que estaba a punto de hacer.

- Está bien, te perdono por el valor de ese helado.

- ¡Sí!

Celebró.

- Vamos a la heladería más cercana - tomando mis hombros, comenzando a empujarme para caminar juntos- y Kayla...

- ¿Ahora qué?

- No volverá a oler a rosa mi casa.

Necesito hacerme amigos con urgencia, si son amigos lobo, mejor, así podría explicarles mi fallido intento de regalarle mi corazón de madera, y lo acelerado que estaba mi corazón dentro del pecho ahora.

Intenté calmar los latidos lo más rápido posible, Edric debe estarlos escuchando fuerte y claro en estos momentos.

En ocasiones, odio a los lobos, no hay privacidad en este peludo mundo.

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HOLA HOLA MIS AMOREEES
LES TRAJE UN NUEVO CAPITULO EL DIA DE HOY, Y OBVIO, NO IBAMOS A DEJAR A LA PEQUEÑA KAYLA COMO PEQUEÑA, TODO AVANZA MUY RAPIDO AQUI

KAYLA RECORDÓ PARTE DE LO SUCEDIDO, LA BESTIA SÍ EXISTE JODER, Y ACABÓ CON LOS SUYOS

LOS GEMELOS YA SE GANARON MI CORAZÓN, TENGO UNA DEBILIDSD CON LOS GEMELOS, SI LLEGO A TENER HIJOS ALGUNA VEZ, REZARÉ PARA QUE SEAN GEMELOS❤

EDRIC EN MODO TUTOR, SOBREPROTECTOR, ME GUSTA JFKDNFLD YO TAMBIEN QUIERO IR POR HELADO CON ÉL

KAYLA LA TIENE FEO EN LA ESCUELA:( ESPERO QUE CON LA AMENAZA DE EDRIC TODO MEJORE, EL DIRECTOR ESTÁ AHI DE ADORNO

NOS LEEMOS PRONTO MIS AMORES
UN BESOOO

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