Los días pasan rápido aquí, sobre todo si siempre es invierno y las actividades de la manada te mantienen ocupada, constantes reuniones, viajes hacia otras manadas para presentar respetos, también alfas que vienen a presentar respeto aquí y les hacemos una celebración por su visita, están las clases de los más pequeños, ha pasado un año completo desde que mi bebé nació, y en ese tiempo, los niños aprendieron a leer y escribir sin dificultad, los envié a la escuela y claramente tuve que hacer todo un papeleo legal para que los humanos entendieran que estos niños son míos, digo... con ese fin intenté buscarles familias, sería más fácil si cada quien adoptara a su niño, pero no, ninguno quería dejar mi casa, así que tuve que adoptarlos a todos, todos son Sallow, todos aquí en el pueblo, eso llama la atención del pueblo vecino, pero... realmente me importa una mierda, aquí nadie necesita esos estúpidos papeles, somos familia sin importar la sangre.

— Aileen, ya llegué ¿Cómo está mi cachorra?

Tuve que hacer un viaje de un día para conseguir semillas para el huerto, Aileen se encarga de mi pequeña en esos viajes.

— Y recuerda, pequeña princesita, tú eres nuestra, mía, de la alfa y de todos los lobos de esta manada, siempre serás protegida, y siempre nos protegerás, somos tuyos también.

Le dijo.

Tocando su pequeña nariz, acuclillada frente a la pequeña sentada en mi cama.

— Así es Zara, eres nuestra y nosotros somos tuyos.

Dije.

Apoyando mi mano en el hombro de Aileen.

— Alfa, llegó — levantándose con premura— no la... escuché, estaba muy concentrada.

Sonrojándose.

— Gracias por cuidar siempre así de bien a mi pequeña revoltosa.

— ¡Mamá! ¡Mamá!

Dijo Zara, extendiendo sus brazos hacia mí.

Últimamente esa era su palabra favorita.

Hasta ahora sólo dice, Mamá, ambe (Hambre) y Alín (Aileen), y eso la hace la cosita más adorable de todas, amo su lenguaje.

— Ven aquí, cachorra — alzándola, llenando su rostro de besos— Te extrañé ¿Extrañaste a mami?

— Alín dhfhskal fdhlgsf yhsdlfgs

— Vaya... hicieron muchas cosas — riendo. Lo que dice aún es un misterio para mí— ¿Qué me dices si vamos a ver nuestro propio gran árbol? No es tan grande como el anterior que teníamos — recordando mi anterior manada— Pero este será igual de grande — abrigándola— Será divertido.

Aileen me sonrió y se quedó en el cuarto, deslizando su mano por los muebles y la ropa de cama para dejar su olor.

Los lobos podemos ser muy territoriales.

Salí de la cabaña con la pequeña en mis brazos, caminando por el bosque, contándole nuestra historia y nuestras tradiciones a pesar de que ella no entendiera nada, aunque siento que si me entiende, porque ella en su propio lenguaje me responde y mueve sus manos, como si intentara explicarme cosas.

Será una gran alfa un día.

— Mira esto, mi cachorra — quitando la nieve del árbol más grueso y grande de todos— este es nuestro territorio, este es nuestro gran árbol, todo esto es nuestro — posando su pequeña mano sobre la madera— ¿Te gusta como se siente? Es extraño ¿Cierto?

En medio de nuestra plática, o intento de ella, comenzó a oler a forastero, nadie se había anunciado, no es ningún invitado, y venía directo a nosotras, más bien... venían, no era sólo uno.

Me quité la chaqueta y le deposité en el piso con rapidez, sobre esta a Zara, y yo frente a ella, protegiéndola.

Alcé mi cabeza y aullé, dando aviso a la manada, eran desconocidos, desconocidos que no sabía cuáles eran sus intenciones.

Me quité la ropa con premura, cubriendo con ellas a Zara, cambiando rápidamente, colocándome sobre ella en mi forma de lobo, lista para el ataque.

Dos lobos negros salieron de entre los árboles, corriendo a toda velocidad hacia nosotras, mis lobos aparecieron por todas partes para ayudarme, intentando atraparlos, pero ese par era demasiado escurridizo, a uno le faltaba parte de la oreja derecha, al otro, le faltaba el ojo izquierdo, me asusté cuando vinieron hacía mí, estaba lista para atacar, pero cuando nos separaban unos escasos metros, se dejaron caer panza arriba, deslizándose por la nieve hasta chocar con mis patas.

Ladee la cabeza sin entender nada.

Entonces cambiaron.

— ¡Casi nos comen hermano!

— ¡Sí! ¡Sí! Te dije que era mala idea venir sin anunciarse al territorio de otro alfa.

— ¡Te encontramos Kayla, estás viva!

Aileen se acercó rápidamente con la intención de morder la cabeza de Leo, este fue más rápido y se movió, ocultándose tras de mí.

— ¡Kayla! ¡Tus lobos nos van a comer!

Lucas es a quien le faltaba parte de la oreja, Leo no tenía un ojo, ambos aferrándose a mi pelaje con todas sus fuerzas.

Cambié.

— Está bien Aileen, ellos... son mis hermanos — viéndolos extrañada— ¿Cómo... es que están vivos? Yo... envié lobos a revisar el pueblo, no había un alma, todo estaba...

— ¿Destruido?

Dijo Lucas.

— ¿Con olor a muerto?

Dijo Leo.

— ¿Lleno de cadáveres?

Dijo Lucas.

— Y mamá...

Leo no pudo terminar su frase, un gimoteo cargado de tristeza fue todo lo que soltó.

— Lamento mucho lo que le pasó a mamá, yo... yo jamás quise que algo así pasara, yo...

— No te culpamos, esa maldita bestia hija de puta... ¿Dónde está? Voy a matarla ¿Dónde está?

Leo se levantó rápidamente, alertando a mis lobos, casi le mordieron las bolas.

— No... deja que me ponga a salvo primero...

Aferrándose a mí otra vez.

— ¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mamá!

Zara se quitó la ropa de encima, viéndome de mala manera.

— ¿Ella... ella...?

— ¿Ella es...?

Los gemelos la señalaban mientras me ponía la ropa con rapidez, cargándola y quitándole la nieve que le cayó encima.

— Ella es Zara Sallow, su sobrina — acariciando la mejilla de mi cachorra— Es... hija de Edric, logré mantenerla a salvo, maté a la bestia.

— Sobrevivió hermano.

— ¡Sí, sí hermano, ella está viva, es una ella!

Leo fue el primero en cargarla, comenzando a girar y bailar con la pequeña en brazos, Lucas se la quitó después, besando sus mejillas.

Ambos estaban muy contentos.

— ¿Por qué están solos? ¿Dónde esta el resto? ¿Dónde está Edric?

Necesitaba saber si estaba vivo.

Los gemelos se acercaron.

— No lo... sabemos — dijo Lucas— Estábamos juntos, pero Edric perdió la razón, se volvió omega, eso pasó cuando regresamos al pueblo y vimos... lo que quedó de él, Edric piensa que estás muerta, papá le quitó la marca porque pensó que sería mejor para él, perdió la cabeza, papá lo siguió y le pidió a Ethan y Eric que le cortaran el paso, nos dijo a nosotros, esperen aquí por si regresa... pero ninguno de ellos regresó, esperamos una semana completa, pero ya no teníamos que comer, así que nos pusimos en movimiento.

— ¿Ellos están vivos? ¿Puedes sentirlos?

— Están vivos, definitivamente están vivos.

— Los sentimos fuerte y claro.

Respiré aliviada.

Mi hija aún tenía padre, abuelo y tíos.

— ¿Estaban por aquí cerca?

Pregunte.

— Muy cerca.

Observé a Aileen.

— Enseguida, alfa.

Respondió ella, comprendiendo de inmediato lo que quería.

— Vamos, Leo, Lucas, deben tener frío, prepararé una cabaña para ustedes.

Acariciando el cabello de cada uno.

Mis lobos los miraron con recelo cuando pasé junto a ellos para regresar al pueblo, caminando hacia la cabaña vacía más cercana, cerrando la puerta tras de mí.

— Ahora, par de descerebrados, por favor tírense encima de mí y refriéguense como los dos idiotas que siempre han sido.

Los dos, convertidos en lobo otra vez, vinieron a mí lanzándoseme encima, terminamos sentados en el piso, con la pequeña entre mis piernas y ellos dos fregando sus lomos a mis costados y lamiendo mis mejillas mientras los acariciaba, nuestra intención era volver a ser manada, necesitábamos oler a manada.

Para cuando los mimos terminaron y los envié a bañar porque realmente apestaban, corté sus cabellos y rasuré sus largas barbas, al parecer, no han sido humanos desde que cremaron a la manada, ellos estaban... bastante descuidados.

— Mira esto ¿No soy el pirata más guapo de la historia?

Dijo Leo, adaptando el parche de su ojo, amarrándolo en la parte trasera de su cabeza.

— Yo soy más guapo — le dijo Lucas, empujándolo— ¿Cuándo has visto a un hombre que le falte casi toda una oreja?

Empujándose entre sí para observarse al espejo.

— Nunca estuve tan abrigado en mi vida — Leo tiraba de sus ropas— Hace meses que no me pongo ropa...

— Es incomodo...

Me acerqué a ellos con la pequeña sujetándose de mi pierna, ella simplemente tiene mucha fuerza.

— Chicos ¿Qué les pasó? ¿Por qué... están tan lastimados?

— Los omegas eran demasiados — Dijo Lucas, volteando para mirarme— Creí que íbamos a morir, papá nos ayudó muchas veces, Edric también, ambos llevan la misma cicatriz en el ojo derecho, les... atraviesa todo el rostro, Eric... a él jamás lo verás sin camiseta, está lleno de cicatrices de garras y colmillos, Ethan... ese bastardo tiene suerte — sonrió— no tiene nada, absolutamente nada, su motivación era defendernos, y lo perdimos de vista... mierda... lo extraño tanto...

El y su hermano se abrazaron con fuerza, sé lo difícil que es estar lejos de su compañero.

— Alfa, está pasando.

Dijo uno de mis lobos, irrumpiendo en la escena.

— ¿El celo?

— Sí, Rosaline y Caroline, están siendo retenidas por las demás chicas, pero los lobos...

Mirando tras ella.

— Me haré cargo — entregándole la niña a los chicos— Cuídenla bien, par de idiotas, prometo que encontraré al resto de nuestra familia.

— Claro Kayla, la cuidaremos bien y... gracias.

— Gracias, gracias Kayla.

Asentí y salí de casa con rapidez, gruñendo y mostrando los dientes a los lobos que acechaban la casa de las chicas, una junta a la otra, les mostré los ojos brillando rojo intenso, haciéndolos retroceder.

Y como alfa, fui a ver a cada una de las chicas, escuchando atentamente cómo vibraban, haciéndolos parte de mí, luego salí fuera y observé a todos mis lobos, escuchando más allá de sus latidos, del sonido de sus patas sobre la nieve, sus respiraciones aceleradas, lo escuché todo, y entonces todo calzó.

— Steve, con Rosaline. Charlotte, con Caroline — sonriendo— Sé qué serán una increíble pareja, vayan por sus corazones por favor, el amor es más importante que el deseo carnal, disfruten su época de calor.

Ambos lobos corrieron con premura hacia sus propias casas, regresaron más rápido de lo que creí, con sus corazones dentro de bonitas cajas, cargándolas con sus hocicos, asintieron en mi dirección, descubriendo su cuello antes de entrar a casa con su compañera.

— Se que serán muy felices juntos.

Viendo con nostalgia ambas casas y el amor que estaba a punto de forjarse dentro.

Con este tema ya resuelto, di media vuelta dispuesta a ir con los gemelos, deben sentirse extraños y ajenos, yo me sentí así también cuando llegué con la manada Sallow original, pero no conté con ciertas cosas.

Cinco niños se lanzaron sobre mí, botándome al piso.

— ¡Ya llegamos, alfa!

Respondieron al unísono.

Leo y Lucas aparecieron con la niña, ambos tomándola de una mano.

— No me digas que hiciste lo de papá ¿Casa grande para más niños?

Leo lee la mente, estoy segura de ello.

— Quiero honrar la memoria de Mikel, digo, quiero que mi manada se haga bajo sus costumbres, adopté sus tradiciones y se las transmito a mis lobos — acariciando a los niños, huelen a humano— Es por eso que todos estos pequeñines viven conmigo ¿No es así?

Kiran, Abby y Teo fueron los primeros en bombardearme con lo que hicieron en el día, saltando a mi alrededor y moviendo las manos para explicar todo lo que han aprendido, Eli y Jay no pudieron aguantarse las ganas y comenzaron a hablar también.

En poco tiempo, todo se hizo risas y alegría, y como niños, no tardaron en ir hacia los "Desconocidos que huelen como la alfa" deslizando sus manos y sus cuerpos por ellos para que huelan a manada, aceptándolos.

Leo y Lucas fueron felices por esa muestra de afecto, ambos son el lazo del otro, por lo que no perdieron la cabeza, pero... debió ser difícil estar tanto tiempo los dos solos.

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BUENAS BUENAAAS MIS AMOREEES

COMO VA SU FIN DE SEMANAAAA

SI HAN VISTO MI INSTAGRAM, SABRÁN QUE MI TIEMPO LIBRE SE REDUJO A DOS HORAS SÓLO EL FIN DE SEMANA JAJAJAJA 

¿CÓMO ES QUE LAS CARRERAS DE SALUD NO SE PREOCUPAN DE LA SALUD MENTAL? SIENTO QUE NECESITO UN AÑO PARA RECUPERARME DE TODO EL CANSANCIO FISICO Y PSICOLOGICO

REGRESANDO AL CAPITULO, ZARA YA TIENE UN AÑOOOO

LEO Y LUCAS ESTÁN VIVOOOOS

NECESITO EL REENCUENTRO CON LOS OTROS, EDRIC ESTÁ VIVOO

LOS GEMELOS NO PIERDEN SU TOQUE, AMO QUE SIGAN FIELES A SUS PERSONALIDADES DESPUÉS DE TODO LO QUE HAN PASADO, DEBE SER SU MECANISMO DE DEFENSA, HAN PERDIDO DEMASIADO

ESPERO QUE LOS NIÑOS PUEDAN A AYUDARLES A CONECTARSE CON LA MANADA

NOS LEEMOS PRONTO MIS NENAS PRECIOSAS

BESOOOOOOS