Capítulo 11

Mientras más me jalaban, más discutían entre ellos, decidiendo de quien fui primero, y entre más discutían, peor rostro tenía Eric, ahora es mi familia, no quiero estar en malos términos con él.

— ¡Ya está bien! Bájame.

Observando a Edric.

— ¿Lo ven? Les dije que da miedo cuando se enoja.

Bajándome inmediatamente al piso.

— Eric, hablemos ¿Sí?

Caminando hacia él.

— ¿Por qué? ¿Quieres darme la buena nueva, hermanita? — con ironía— en el pueblo sólo se habla de ustedes, la niña alfa que llegó en el momento indicado para ser la pareja de mi solitario hermano, el siguiente alfa.

Rodando los ojos.

— ¿Qué problema tienes conmigo? — dando un paso hacia él— que yo recuerde, jamás te hice nada.

No respondió.

La frustración de no saber cómo acercarme, hacía hervir mi sangre, terminé gruñéndole sin querer, viendo como Eric forzosamente descubría su cuello, mierda, eso es lo que no quería.

— Lo siento, lo siento, no quise hacerlo — cerrando los ojos, ocultando el rojo de su color— Eric, yo sólo quiero que volvamos a ser amigos.

Sonrió sin ganas, sujetando mi brazo.

— ¿Amigos? ¿Sabes lo que sentía por ti? ¿Sabes cómo me hizo sentir mi propio padre cuando le dije que quería ir por ti? Dijo que yo no estaba a tu nivel, que serías la mujer de mi hermano tarde o temprano ¿Por qué él y por qué no yo?

De reojo vi como Mikel y Zara se removían incómodos en su lugar, pero me pareció más importante estar atenta a los movimientos de Edric, su pulso se aceleró, apretó los puños y se tensó.

Estaba molesto.

— Eric... yo... no lo sabía.

— Lo sé — suspiró— Eso me enojaba más, siempre fui el más cercano a ti, además de los gemelos por supuesto, pero tú sólo tenías ojos para mi hermano — apretando mi brazo— nunca me miraste a mí, maldita sea.

El viento sopló y en menos de dos segundos, tenía a Edric a mi lado, apretando con fuerza el brazo que me retenía.

— Suéltala Eric, o no respondo.

Amenazando.

— Chicos, cálmense.

Mikel se acercó con rapidez al ver que las cosas se salían de control, usando su voz de alfa.

— ¿Escuchas sus pensamientos? — gruñó Edric— Kayla es mi pareja, mía, y defenderé lo que es mío, aunque se trate de mi hermano.

Apretando más fuerte el brazo de Eric.

— Oye, sé defenderme sola y escucho sus pensamientos también ¿No te das cuenta que él sólo está triste? No te pongas posesivo ahora, menos con la familia.

— ¿Me dices que no sea posesivo ahora, cuando estos últimos días me obligabas prácticamente a decir que no miraría a nadie más y que era tuyo?

— Eso suena patético, hermano.

Carcajeó Lucas.

— No conocía esa faceta tuya, hermanito — se burló Leo— Kayla te tiene de la cola bien sujeta.

Carcajeando.

Apreté los labios para no contagiarme de su risa y molestar más al chico a mi lado, pero terminé chocando miradas con Eric quien tampoco pudo contenerse y todo el mundo estalló en risas, Edric en el centro de las burlas.

Al parecer, el alfa no debía ser tan sumiso, pero creo que le salí un poco complicada, yo no estaba hecha para cumplir papeles secundarios, mi sangre, mi linaje, no me lo permitían.

— ¿Terminaron de reírse?

Ya no sujetaba a Eric, más bien, tenía rostro de perro y mantenía los brazos bien cruzados.

— No, todavía no — Eric era quien más disfrutaba la situación— Me alegra no estar en tu posición — abrazándome por los hombros— prefiero emparejarme con una dulce beta que con Kayla, ahora que lo pienso bien, Kayla es todo lo contrario a lo que las chicas de por aquí hacen, ella y papá tienen lecciones de alfa todo el tiempo, persiguen ardillas, se revuelca en el barro, una vez se revolcó en estiércol de oso pensando que era lodo, mamá no la dejó entrar hasta que se quitara todo del cabello — carcajeó— te emparejaste con la loba que no diferencia el estiércol del lodo.

Los ánimos se relajaron al ver que Eric y Edric comenzaron a bromear otra vez, incluyéndome, pero en esta ocasión, sin ser el centro de su discusión, más bien, se reían de mis muchos errores y defectos cuando era pequeña, sé muy bien que era bastante torpe, pero tampoco es que me agrade que se rían a costa mía.

Se los perdonaré sólo por hoy.

***

Con todo esto del celo inducido, el emparejamiento y el dejar que la herida de mi hombro sanara por su cuenta, tuve que retrasar los últimos días de escuela, no podía ir luciendo una mordida que para los humanos sería mortal, menos, mostrando las marcas de las escabrosas noches que pasamos juntos, llamarían la atención, por lo que sólo me presenté para el ultimo día, vistiendo mi toga y birrete de los colores emblemáticos de la escuela, y por supuesto Edric estaba acompañándome.

— No puedo creer esto, yo terminé la escuela hace años, y ahora estoy acompañando a la chica que, según las reglas humanas, es mi esposa, debo mencionar que aún no cumples dieciocho, no muestres afecto o me llevarán detenido.

Ya casi es hora de ir y tomar asiento con mis compañeros de clase para repartir los diplomas.

— Agh, cállate, creí que ya habías superado ese tema de las edades.

— Estábamos en diferentes etapas de la vida, Kayla, sabes que tengo razón.

Rodé los ojos.

— ¿Puedo abalanzarme sobre ti en el auto?

— Por favor.

Mordiendo su labio inferior, observándome con devoción.

— Vete ya, mocosa, antes de que la necesidad de besarte sea más grande.

— Acumúlala, esto terminará pronto.

Guiñándole un ojo, di media vuelta, recorriendo el pasillo con rapidez para tomar mi lugar, para mi mala suerte, junto a los gemelos, aún estaba molesta con ellos, y como prácticamente estoy casada con Edric, mi apellido ya no era un misterio, ahora era una Sallow también, y como la organización es por apellido...

— Siéntate aquí — Dijo Leo, tomándome por los hombros, sentándome en la silla entre ellos— Aquí es mejor.

Moviendo su cabeza sobre mi hombro.

— Sí, aquí, aquí.

Dijo Lucas, repitiendo el movimiento de Leo en mi hombro libre.

— Sigo molesta con ustedes.

Sin hacer caso a sus acciones.

— No puedes culparnos, cuando llega el amor, llega, no quisimos lastimarte.

Se sinceró Leo.

No hablamos desde que terminó el celo, ese mismo día comencé a vivir con Edric, y... estamos en plena luna de miel aun, no hemos visto a muchas personas.

— Además, gracias a eso, tú también tienes pareja ahora. Deberías sentirte triste por Ethan ¿Sabes lo mal que lo pasa por tener dos compañeros? ¿Satisfacer a dos y no morir en el intento? Estábamos en celo.

En mi cabeza imaginé a Ethan morir y revivir una y otra vez, estos gemelos locos son insaciables.

— Bueno... si lo pones de esa manera... sí debió ser difícil. Y también tienen razón con lo de Edric, quizá no deba sentirme traicionada porque obtuve lo que quería, pero deben ponerse en mi lugar, creí que me quedaría sola, creí que podría buscar pareja como los humanos, y cuando se le abalanzaron a Ethan y él inmediatamente cayó cuando conmigo ni siquiera intentó acercarse... hirió mi orgullo, me sentí muy inferior, muy... fea....

Admití.

Me avergonzaba hablar de esto aquí, estaban Mikel, Zara, Ethan, Eric y Edric, también otros miembros de la manada que probablemente estaban escuchando la conversación, el super oído es una mierda cuando quieres mantener ciertas cosas en secreto.

— Nunca fue mi intención que las cosas fueran de esta manera — dijo Lucas— No quería lastimarte cuando me senté sobre él, tú sabes que soy así, necesito tocar a las personas para formar una conexión o... las aparto — tomó mi mano— eres nuestra hermana, hacerte daño jamás a estado en nuestra mente.

Leo repitió la acción, tomando mi mano libre, gimoteando.

— Lo sentimos Kayla, por nuestra imprudencia, pensaremos mejor las cosas antes de actuar.

Apretujándose a mis lados.

No pude evitar sonreír ¿Cómo enojarme con ellos? El amor llega cuando menos lo esperamos, las conexiones nacen de la nada, las vibraciones se entrelazan entre unos y otros sin darnos cuenta de en qué momento comenzó.

— Bien... sólo... dejemos los malos entendidos de lado, todo está bien — abrazando a ambos— Estaba triste, es cierto, pero al mismo tiempo, feliz por ustedes, no quería que estuvieran solos, y yo gané el premio gordo, les dije que Edric no se resistiría a mis encantos.

Riendo.

Vi por sobre mi hombro hacia las gradas donde la familia esperaba, Edric alzó una ceja en mi dirección, mordiendo su labio inferior, lo estaba escuchando todo.

— ¿Fue un ganar-ganar?

Dijo Leo.

— Un ganar-ganar sin duda.

— ¿Podemos hacer pijamada en tu casa?

Dijo Lucas.

— ¿Pijamada?

— Sí, hace mucho no dormimos los tres juntos, extrañamos a nuestra hermana.

— Hay que preguntarle a Edric primero, no vivo sola.

Edric aún no se acostumbra a la idea de ser pareja, está saltón y sobreprotector todo el tiempo, no sé qué tan buena idea sea dejar que los gemelos se queden en casa a dormir... conmigo.

— Lo convenceremos, somos buenos en eso.

— Pijamada en casa de Kayla, será divertido.

Ignoraron todas mis protestas al plan pijamada, estaban decididos a quedarse a dormir, miré a Edric nuevamente, intentando leer tras sus expresiones, pero estaba hablando con Ethan de algo que al parecer era muy divertido, sólo podía escucharlos reír.

Ya hablaré con él más tarde.

Me senté derecha y puse atención a la ceremonia que estaba a punto de comenzar.

***

Para cuando finalizó la ceremonia y era tiempo de ir con nuestras familias para volver a casa, Edric me esperaba con un ramo de flores para celebrar mi finalización de la escuela, besó mi mejilla de forma sutil y me felicitó, Mikel también me dio flores y acarició mi cabello, sonriendo paternal, dijo que estaba orgulloso de mis logros.

Nada me hacía sentir mejor que ver el orgullo de Mikel.

Él y yo ahora teníamos más lecciones de alfa que antes, siendo la pareja de Edric, yo también lideraría esta manada algún día, debía saber cómo, y nadie me enseñaría mejor que papá Mikel.

Claramente no hubo pijamada, Edric seguía en modo posesivo, era peligroso para los gemelos, Zara a punta de gruñidos se los llevó a casa, una lástima... yo también quería pijamada.

***

Me quité el birrete y la toga ya en el auto con Edric, nos costó un poco salir de la escuela, mi profesora guía seguía presionando para que aplicara a alguna universidad, dijo que había muchas que me aceptarían sin duda por mis buenas calificaciones y actividades extracurriculares, Edric no dijo nada, pero podía oír en él el CulpableCulpableCulpable, sé muy bien que no puedo ir muy lejos, la conexión con la manada es importante en mi vida, la conexión con mi tierra, y mi humanidad enlazada a mi pareja, sumando las noches de luna llena, cuando siento esa necesidad de abandonarme y entregarme al lobo para correr, cantar y honrar mi otro yo.

Irme no es una opción, ni siquiera me planteo la posibilidad, soy feliz con la vida que llevo, pero claro que a ella no podía explicarle los fundamentos de mi decisión.

Edric se mantuvo callado todo el camino directo al pueblo, seguía pensando en lo que mi profesora dijo, el mundo de posibilidades que tengo al alcance de mi mano, su mente era un torbellino de emociones ahora.

— Oye, tonto — posando mi mano en su muslo— ¿Puedes dejar de pensar cosas que no sucederán? No quiero irme, no m interesa en lo más mínimo.

Posó su mano sobre la mía, redujo la velocidad, disfrutando el corto tramo que quedaba.

— Siento que te estamos arrebatando algo al no poder ir a la universidad.

— Edric, no me arrebatan nada. Si mi otra manada estuviese viva, tampoco hubiera estudiado en otro lugar, mis lazos me mantienen atada aquí, deseando quedarme con estas personas, en mi territorio, no sobreviviría fuera, además... quiero estar contigo, siempre, cada minuto de mi vida.

Sonrió, relajando sus facciones y su mente.

— Juro que te haré la mujer más feliz del mundo.

— Ya lo soy, te juro que ya lo soy.

***

¡Por fin cumplí dieciocho! Para Edric fue un alivio total. Estos meses con una "Menor de edad" lo tenían con los nervios de punta, seguían preguntando dónde sea que fuéramos a comer si yo era su adorable hermanita... aunque no teníamos ningún tipo de parecido, eso siempre lo enfurecía, yo ganaba helado gratis por ser adorable y bonita, pero a él no le hacía mucha gracia, así que agradezco que esos días terminaran.

Para mi cumpleaños numero dieciocho, Edric me regaló un bonito anillo de oro, un corazón y en los bordes curvos, un nudo que formaba un infinito, el suyo tenía el molde perfecto para introducir el mío, eran anillos de pareja "Simbolizan nuestra unión" dijo, y eso fue lo más romántico que pudo haberme dicho.

Sin duda fue el mejor cumpleaños.

***

El problema comenzó cuando desperté una mañana y tenía un mechón completo de mi cabello teñido de blanco ¡Qué mierda! Sin avisarle a Edric, salí de casa vistiéndome con lo primero que encontré y fui a casa de Mikel y Zara, prácticamente los desperté, entré a su cuarto y me lancé sobre ellos en la cama, asustándolos.

— Mierda, casi me da un infarto, dijo Zara, Kayla, cariño ¿Qué pasó? ¿Peleaste con Edric?

— Mi pelo, mi pelo, mi pelo.

Metiéndome bajo las mantas, entre ambos, entrando en pánico.

— Mierda, Mikel — dijo Zara, repitiendo el improperio de antes— Seremos abuelos.

Celebró, observando el mechón.

— ¿Cómo que abuelos? ¿De qué me perdí?

Usando las mantas para cubrir la mitad de mi rostro.

— Kayla, lo sabes — dijo Mikel riendo— Cuando una loba tiene mucho sexo sin usar protección, pasan cosas ¿Sabías? Le dije a Edric que no cometiera imprudencias, pero dijo claramente que no tenía opción.

Recuerdo esa conversación, prácticamente no lo dejo respirar cada vez que tenemos sexo, no le doy oportunidad de negarse o de... ponerse un preservativo.

— ¿Estoy embarazada? ¿De verdad estoy embarazada?

Necesitaba que lo dijeran claramente para saber si ya debía entrar en pánico.

— Sí cariño, y este mechón es la prueba de ello — Zara seguía acariciando mi cabello, esta vez me acurruqué con ella— Las mujeres lobo no podemos ir a un hospital como las humanas, el dolor nos hace cambiar, ellos sabrían nuestro secreto, por lo que nuestro cuerpo... se adaptó, cada mechón de cabello es un mes, al termino del embarazo, todo nuestro cabello está del color de nuestro lobo, y al terminar de parir, vuelve a la normalidad lentamente, como si se destiñera.

— Mierda... — repitiendo su grosería— Soy la loba más precoz de la historia... ¿Qué voy a hacer con un bebé si apenas me terminan de criar a mí?

Asustada.

— Cariño, no eres la más precoz de la historia — explicó Mikel, acariciando mi cabello— La mayoría de las lobas queda embarazada en su primer celo, es lo más normal del mundo, y esto es muy bueno también, tu hijo o hija podrá prepararse con mucho tiempo de antelación para ser el próximo alfa, generalmente el primer hijo es quien hereda los ojos y la responsabilidad.

— ¿Qué dirá Edric? Él siempre se preocupa de cómo nos miran o si nos están viendo las personas, la diferencia de edad es un tema para él, yo pienso que no es demasiado seis años, ya no estamos en etapas diferentes.

— Ya lo sabrá, aquí viene — dijo Mikel observando la puerta— En tres... dos... uno...

La puerta se abrió con estruendo, Edric apareció agitado por esta, vestido al menos, observándome.

— Kayla, me asustaste — relajando sus expresiones al ver que estaba bien— ¿Qué haces aquí?

Sentándose al borde de la cama.

— Vine a ver a Mamá Zara y papá Mikel.

Acurrucándome más con Zara, era reconfortante estar entre sus brazos.

— Kayla...

Dijo Mikel.

Sé que debo decirle, joder, se dará cuenta de todas maneras, aquí no hay forma de ocultar nada.

— ¿Qué pasa? ¿Te pasa algo? ¿Está todo bien?

Preocupado.

— Estoy bien, sí — incorporándome— pero estoy embarazada.

Sin filtro, mostrándole el mechón de cabello.

Por largos minutos, no dijo nada, ni siquiera movió los ojos, su vista estaba pegada en mi mechón decolorado, ni siquiera respiraba, comienzo a dudar de si está vivo realmente.

— Espabila hijo, no es momento para congelarse.

Dijo Mikel, palmeando su brazo.

— ¿No te lo teñiste para hacerme una broma?

Dijo de pronto, sonriendo lentamente.

¿Eso significa que le gusta la idea y sólo quiere asegurarse?

— No te estoy mintiendo, en cuanto me di cuenta, vine aquí para confirmarlo, estoy embarazada, un mes — mostrándole mi mechón— ¡Un mes! No tendremos más sexo sin preservativos, átame a la cama no te dejo ponerte uno antes.

Zara carcajeó, Mikel ocultó su sonrisa tras su mano.

¿Tan felices estaban? El legado Sallow continuaba después de todo, es algo importante.

— ¡Un mes! ¡Voy a ser padre!

Sus manos rápidamente fueron bajo mis brazos y me levantó, alzándome en sus brazos, besando mis labios.

Creo que sí estaba feliz.

— ¿Te gusta la idea?

Riendo, sosteniéndome de sus hombros.

— ¡Claro! Tener hijos es parte de ser una pareja, tener sexo lleva a tener hijos, creí que tendríamos los nuestros mucho más adelante, pero me alegra saber que podré criarlos bien, dedicándoles todo mi tiempo antes de ser el alfa.

Cargándome con un solo brazo, posándolo bajo mi trasero, usando su mano libre como soporte en mi espalda para no perder el equilibrio mientras me observaba como lo más preciado que tuviese en la vida.

Me gusta pensar que soy preciada para él.

— Ah... — suspiró Mikel— hace un tiempo que la casa no estaba tan llena de vida, desde que Eric y los gemelos se mudaron con sus respectivas parejas, esto está muy solitario.

— Pues prepárate abuelito — dije— Porque mi hijo hija será igual de revoltoso que yo.

— Ya me lo creo cariño, ya me lo creo.

— Sólo espero que no confunda el lodo con el estiércol.

Carcajeó Zara.

— Todos siempre recuerdan eso, no lo olí primero ¿De acuerdo? Todo el mundo se equivoca.

Riendo.

— Hoy habrá celebración, todo el mundo debe saber sobre esta noticia.

Dijo Mikel, saltando fuera de la cama.

— Vamos guapa, a casa, celebraremos esto a nuestra manera, y luego nos uniremos al resto.

Besó mi mejilla y sin bajarme, salimos de casa de Mikel y Zara, caminando a las nueve de la mañana por el pueblo que soplaba viento frio como típica mañana, peo en esta ocasión... sentí el viento mucho más cálido.

Algo bueno pronto vendría.

***

Ese día, celebramos en el gran árbol, bailamos y comimos, jugamos y reímos, ellos bebieron, las embarazadas no podíamos, y recibí muchas más felicitaciones que cuando me emparejé con Edric, todo el mundo esperaba este nacimiento, significaba prosperidad, significaba que la manada tenía futuro, y eso tranquilizaba a todos.

Al parecer, si darme cuenta, cumplí con la primera de mis obligaciones, darle un heredero al próximo alfa.





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HOLA HOLA MIS AMOREEES

LES TRAJE UN CAPITULO BIEN PERROOOON, LA HISTORIA COMIENZA A AVANZAR Y A ACERCARSE A LO QUE USTEDES YA SABEN

LA FUTURA ALFA ESTÁ EMBARAZADA, JOVEN, PERO AL MENOS YA CUMPLIÓ LA MAYORIA DE EDAD HUMANA PARA LA NO PREOCUPACIÓN DE EDRIC, QUIEN ESTÁ MUY EMOCIONADO CON LA NOTICIA, SER PADRES ES UN GRAN ORGULLO PARA LAS MANADAS, SOBRE TODO SI ES EL HIJO DEL FUTURO ALFA, ESO TRANQUILIZA A LAS DEMÁS PERSONAS, PORQUE SU MANADA CONTINUARÁ ESTABLE, SEGUIRÁN TENIENDO UN LUGAR AL CUAL PERTENECER, POR ESO ES TAN IMPORTANTE EL TENER HIJOS PARA ELLOS

SE VIENE MUY INTERESANTE MIS AMORES

Y COMO ME CONOCEN, SABEN QUE SE VIENE MUY MUY INTENSO JAJAJAJA

UN BESOOOO

QUE TENGAN LINDA SEMANA

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