𔘓 capítulo 17
El dolor en sus dedos producto de varios
pinchazos con alfileres le molestaban,
Taehyung estuvo toda la mañana uniendo telas viendo si los pedazos quedaban bien y si había un solo milímetro que no lo convencía, volvía a hacerlo ganándose algunos pinchazos de por medio.
Decidió dejarlo como estaba y colocarse
unas banditas en sus cuatro dedos
doloridos; al final esta pieza es una
prueba.
―Se ve bien. ―halaga Jungkook entrando en el ahora departamento/estudio dónde el rubio vive con su novio.
Taehyung se asustó al verlo entrar, ni
siquiera había notado la puerta siendo
abierta. ―Dios, que susto ―el pelirrojo
sonrió divertido, entregándole malteada
rosa al más bajo. ―La manga está muy
baja.
―Yo la veo bien.
―Está un milímetro abajo que la otra ―Jungkook lo vio confundido y un poco sorprendido por esa observación
increíblemente detallada que nadie
notaría―, me causa conflicto.
―Sí, al brazo ese milímetro le hará caerse ―Taehyung rodó los ojos al tono sarcástico de su amigo, ambos tomaron asiento en el sofá― ¿Sucede algo? La última vez que te vi no eras un obsesivo compulsivo.
Era obvio inclusive para él que el
problema no era su tarea. ―Sabes que
llevo una semana viviendo con Yoongi hyung.
―Sí y agradezco que usen protección.
Taehyung tomó uno de los cojines y se
lo tiró a su amigo, quien se reía de la
indignación de su rostro. ―¡No iba a
hablar de eso! ―exclamó apenado― la cosa es que yo me mudé con él para
ayudarlo, pero siento que es su lugar hago que se esfuerce más.
Jungkook asintió comprendiendo el tema. ―No me sorprendería ―confiesa―, a Yoongi le encanta cuidarte y mimarte.
―En cualquier momento aceptaría
eso, me gusta eso de él, pero no en el
momento donde el más se esfuerza,
hablando específicamente de los cuidados. ―el rubio se acuesta de lado en el asiento del sofá― Siempre que viene ya ha ordenado comida, revisa todo el lugar si hace falta algo, siempre quiere ayudar con tareas que ya he hecho y limpia la mayoría del lugar antes de irse, cuando yo sigo dormido.
―Vaya que es un caso caso. ―acostándose sobre su amigo, Jungkook acaricia el cabello del rubio quien tiene una mueca frustrada― ¿Ya le has dicho de ello?
―"No tengo problema de hacerlo, cariño" ―responde imitando el tono de voz de su novio no se como hacerle saber que no necesito tantos cuidados, él los necesita ahora.
Ambos volvierona sentarse y tomaron
un sorbo de sus respectivas bebidas. ―Creo que ya sé cómo ―susurra Jungkook, ganándose toda la atención de Taehyung― , creo que Yoongi ha visto casi solo tu.parte mimada y por ello lo sigue haciendo tanto.
―¡Eso no es cierto!
―¿Quién fue quien rentó un estudio para su casi novio por un año? ―el pelirrojo lo mira de forma acusatoria mientras Taehyung abre su boca sin saber qué decir.
―¿Eso que tiene que ver con ser mimado?
―Que obtienes todo lo que quieres si algo como eso es de tan ácil acceso ―explicó Jungkook― no es que sea malo, solo que de seguro no quiere que te esfuerces más de lo usual y por ello actua así.
Taehyung puso mente en lo dicho por su
amigo, tal vez tenía razón, desde que
conoció a Yoongi, éste le ayudó con cosas pequeñas y algunas grande, mientras que él fue con algo que se puede conseguir únicamente con dinero, no le quita mérito, pero era diferentes escenarios. ―Creo que ya se por dónde
empezar.
La mayoría de personas en el lugar
comenzaron a salir del lugar puesto
que ya es hora de almuerzo, muy
probablemente volverían a retomar su
visita después de llenar sus estómagos.
Yoongi se dirigió a la sala tres de
esculturas encontradola con solo unas tres personas que ya comenzaban a salir del lugar, se despidió de ellos cortésmente y les indico la dirección de la cafetería del lugar; así de grande es la galería de su hermano.
Suspiró cansado yendo hacía la sala dos
a repetir lo hecho, había ido a primeras
horas a la universidad, después se dirigió a la galería y en la tarde le tocaba volver a la universidad para revisar algunas cosas, por suerte su trabajo ahí sí contaría como práctica por lo que de ello se está liberando.
―Yoongi ―el pelinegro volteó,
encontrándose con su hermano― ¿No
deberías estar comiendo? ―él menor rodó los ojos― Lo haré, solo estoy viendo las salas, me faltan la dos y uno.
―Yo me encargo de la dos, revisa rápido
la uno y ve a comer. ―Woonsung lo miró serio, siempre había sido un hermano mayor muy atento y preocupado.
―Sí, papa.
El mayor se dirigió a la sala dos, cuando
Yoongi se acercó a la sala uno dio un
rápido vistazo al pasillo, regresó su vista
hasta este al creer reconocer una figura
que se acercaba. No tardó en reconocer a su novio quién se acercaba a paso rápido. ―¡Hyung! ―le llamó, comenzando a correr hacía él.
―Cariño ¿qué haces aquí? ―preguntó
una vez que el rubio estuvo frente a él―
¿Sucedió algo?
Taehyungn sonrió y negó con la cabeza. ―¿Ya has comido? ―esta vez fue turno de Yoongi para negar― Te traje comida, este platillo no lo había hecho antes por lo que perdón si no quedó bien.
Por primera vez, el pelinegro reparó en
el bento que el menor traía en su mano,
este le extendió el contenedor. ―¿En serio preparaste y lo trajiste?
Su novio asintió. ―¿Es tan difícil de creer? ―preguntó fingiendo indignación― Si hyung no la quiere, me la puedo llevar yo y compartirla con Jungkook.
Yoongi extendió su mano junto al
bento cuando el rubio intentó tomarlo. ―¡Hey! Nunca dije que no, la comería, es
mía ―ambos comenzaron a "pelear" por
la comida, cuando en verdad no podían
mantener las sonrisas a raya― Mi novio me la preparó a mí, no es de Jungkook.
―¡Pero yo la preparé! ―Taehyung se
pone de puntillas intentando alcanzar el
recipiente sin éxito, mucho menos cuando la otra mano del pelinegro rodea su cintura y lo sostiene― ¿Por qué eres más.alto?
La falsa discusión continúa hasta que
Yoongi le roba un par de besos y
Taehyung se olvida del porque estaban
jugando. ―Gracias por traer comida,
pequeño.
Esta vez fue turno del rubio para robarle
un beso al mayor. ―No hay que agradecer, también ya estoy planeando la cena así que no vayas a ordenar nada.
Las palabras de Yoongi no salieron de
su boca cuando notó a su hermano mayor acercándose. ―Tú debes ser Taehyung.
Rápidamente Taehyung miró al mayor y lo saludó con una reverencia. ―Sí, soy yo, un gusto conocerlo al fin.
―Digo lo mismo, Yoongi me habla de
ti casi cada día. ―ríe el mayor cuando el
pelinegro le da un golpe en el pecho.
―Debería hacerlo todos los días, no casi
todos ―bromea el rubio―solo venía a
dejarle el almuerzo a hyung, ya dejaré que coma, fue un placer conocerlo y espero que pronto nos pueda visitar.
Unas cuantas palabras de despedida
más y el menor salió feliz del lugar,
mientras que los hermanos se dirigieron
a la cafetería para poder comer al fin.
Woonsung no pudo evitar sentirse feliz
viendo al menor comer alegremente su
comida; sin dudas el menor lo ayudaba a
recargarse.
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