𔘓 capítulo 12
Solo dos semanas habían pasado desde
que prácticamente Taehyung y Yoongi comenzaron a salir. Tres citas dónde
Yoongi se sentía perdido al no querer pasar pena frente al menor, y dónde el rubio moría de ternura por el comportamiento del contrario; según
Jungkook, parece una colegiala enamorada.
La temporada final sigue acercándose y
los maestros parecen recibir un bono para recordárselo a todos los estudiantes en cada clase.
―Si vuelvo a escuchar que debemnos
organizar nuestros bocetos, documentos y tener preparados los trajes principales
―habló Taehyung―, te juro que saltaré por la ventana ¿Es parte del plan de estudio tanta presión?
―Saltare contigo. ―concordó Soyeon.
Después de la última clase del día,
Taehyung junto a Jungkook y Soyeon,
decidieron ir a quejarse a la cafetería.
―Solo un mes más, de ahí solo estaremos haciendo los diseños finales. ―el pelirrojo tomó un sorbo de la malteada rosa― Ya está todo listo, solo falta confirmar los modelos.
El rubio rió, los modelos buscando
modelos pensó con ironía. ―Cierto, Soyeon ¿Tu hermano aceptó ser mi modelo?
La pelinegra asintió. ―Sí, el jueves vendrá para que le hagas las medidas.
Por suerte, el hermano menor de la
chica estaba libre para modelar. Según
ella tiene la estatura y apariencia de
un modelo, una foto de él convenció al
rubio; además no tenía ganas de seguir
buscando más. Soyeon tendrá de modelo a una chica por lo que su hermano está
libre.
―¿Y tú? ―preguntó a su mejor amigo― ¿Hyunjin aceptó?
―Estoy esperando respuesta, ver a quien lo rechazó ahí hace que se lo piense un poco.
Ambos miraron al rubio, que sonrió con
inocencia. ―No es mi culpa que su ego
sea tan frágil ―puchereo―, ni salimos en verdad y me tiene rencor.
―Espera a que sepa que sales con
Yoongi, solo espero que no lo haga
antes de aceptar, aunque escuche que pasa mucho tiempo con un nuevo de artes así que ojalá acepte.
―Los dejo, debo ir a traer las telas. ―la
chica se despidió de ambos.
―También debo irme. ―anunció el rubio
debo ir al taller de hyung para revisar
una última vez mi diseño o a ver si logro
saber qué le sucede.
A pesar de que la relación entre ambos
había avanzado muy bien, estos útimos
dos días Yoongi se había estado
comportando extraño. Taehyung pensó
inmediatamente en que se encuentra
estresado por los finales; no hay ni un
alma en esta universidad sin estarlo.
Tampoco había intentado sacarle la
verdad al mayor, sabe que este hablará
hasta que se sienta cómodo por lo que
no pensaba presionarlo. Además de que apenas pasaba unos minutos con el mayor, este volvía a actuar como siempre logrando hacer que no se preocupara.
Se despidió del pelirrojo y se encaminó
hasta el estacionamiento. ―¡Taehyung!
Estando cerca de su auto, Jimin se
acercó hasta él corriendo. ―Hola hyung ―intentando recuperar el aliento, el mayor se apoyó en el carro―, tu condición es muy mala.
Jimin agitó la mano restándole
importancia. ―Otro día se habló de mi
inexistente resistencia ―dijo―, queria
hablarte algo sobre Yoongi.
―Dime.
―¿Has notado que está un poco
bajoneado? ―preguntó, a lo que el rubio
asintió sin pensarlo mucho― hace unos
días el maestro pidió hablar con él, le pidió el concepto de su escultura, Yoongi ya empezó a trabajar en esta; tiene una idea por fin, pero no sabe cómo definirla y ese fue un problema. Al no poder responder con claridad parece que eso lo desmotivó un poco.
―Con que fue eso ―meditó―, hablaré con él.
Ambos se despidieron, Taehyung
rápidamente se dirigió hasta el estudio
del mayor ―que prácticamente era de
ambos ya que lo comparten― dónde lo
encontró estudiando. ―Hola bebé ―saludó Yoongi. Después de su linda escena.en el restaurante, Taehyung le advirtió que más le convenía que siguiera usando ese apodo; hasta el día de hoy lo sigue cumpliendo. ―¿Qué tal tu día?
Una suave sonrisa en el rostro del mayor
le hizo pensar que tal vez ese dia ya no
se encontraba raro con los anteriores,
reafirmó esto cuando el pelinegro se
acercó y depositó un beso en su frente;
y como costumbre se sonrojó ante ello. ―Bien, queriendo ponerle una cinta en la boca a los maestros ―el contrario rió ante lo dicho― ¿Y tú?
Lo usual, no muy diferente a lo tuyo, solo que tengo exámen la siguiente semana.
Pues tal vez tanto Jimin como él
exageraron un poco el comportamiento
del pelinegro. Sabe que este ha tenido
varios problemas de inspiración, el
mayor le contó su frustración con esto
pero también le dijo que al parecer está
superando su bloqueo artístico; ninguno
quería que este volviera a pasar por eso.
Ya tranquilo, se acercó al mayor y lo
abrazó desde atrás. ―Te irá bien hyung,
ordenare comida, muero de hambre.
―Bien, ré a traer un paquete ―giró y
rodeó con sus manos la cintura del menor― al fn me llegaron las brochas que ordené.
―Pensé que dejarías la escultura sin color.
―No estaría mal, pero deberá llevar color, ya terminaré de agregarle los últimos con la arcilla y de ahí sigue la pintura.
―Quiero ver. ―puchereo el menor.
Desde que había terminado los detalles,
Yoongi no lo dejaba ver la escultura y
eso hacía que su curiosidad aumentara.
―No ―depositó un suave beso en
el puchero del menor y en su nariz,
que arrugaba cada vez que intentaba
chantajearlo con su ternura―, iré por el
paquete, ya vuelvo.
Una vez solo en el lugar, decidió por fin
acomodarse y tomó su teléfono para
ordenar algo de comer. Después de
realizar la orden, el celular del mnayor
comenzó a sonar; alguien llamaba.
Tomó el aparato en su mano y se trata de un número desconocido.
Taehyung decidió dejar el aparato a un
lado, después de todo no es su celular
para contestar. La llamada se corta pero
ni dos segundos después volvió a sonar. ―Es mejor pedir perdón que aguantar ese tono retumbando en mi cabeza.
―Al...
―¡Min Yoongi! ―el rubio se asustó
por el repentino grito en su oído. Intentó
responder a la persona, que era una
mujer, pero esta no dio tregua― ¿Sabes la insolencia que haces al no venir? ¡Deja de jugar a la plastilina!― ¿Y esta qué? Pensó Taehyung― ¡Obedece a tu madre y vea la facultad de ingeniería! Te di mucho tiempo para pensarlo...
La expresión del rubio pasó a una de
incredulidad y enojo ¿Esa mujer es
la madre de Yoongi? Vaya primera
impresión que tiene sobre su suegra
¿Cómo podía decirle esas cosas a su hijo?
―Disculpe señora ―interrumpió,
intentando sonar lo más sereno― primero que nada no soy Yoongi y segundo ¿Así saluda a su hijo?
―¿Quién habla? Usted no se meta en lo que no le importa ¿Dónde está Yoongi?
La voz de la mujer en serio que le resulta irritante, habla con tanta prepotencia― Yoongi hyung fue por un paquete y...
―No puedo creer que mi hijo deje sus
cosas cerca de cualquiera. ―la paciencia
y educación de Taehyung se estaba
esfumando como el humo― primero ese capricho del arte y ahora se junta con
cualquiera.
Oh no, esta mujer va a conocer al
Taehyung que nadie quiere enfrentar.
―Cualquiera usted vieja de mierda.
―¿Cómo me...? ―preguntó indignada la
mujer. El rubio bufó incrédulo.
―Lo que escuchó, usted viene con
altanería a hablar con su hijo y conmigo
¿Quién se cree que es?
―¡Soy la madre de Yoongi! ―este
punto mantenía el aparato alejado de su
oreja; los gritos eran tan fuerte que ni el
altavoz era necesario.
―¡¿Y!? ―en ese momento Yoongi entró por la puerta, confundido al escuchar al menor gritar muy enfadado― ¡Que sea su hijo no le da derecho de tratarlo así!
―¡Tú no eres nadie para decirme cómo
tratar a mi hijo!
El pelinegro se acercó hasta el menor
revisando el aparato, verificó que si
se trataba del número de su madre,
suspiró resignado. Taehyung no cambió
su semblante o ganas de gritarle a la
mujer al otro lado de la línea cuando vio a Yoongi.
Sin ganas le pasó el celular cuando este le hizo seña para que se lo diera.
―¿Bueno?
―¡Min Yoongi! ¿Con qué clase de gente
sin clase te juntas? Ese idiota ―esta vez
el altavoz si fue activado. La mirada de
Taehyung hacía el aparato parecía que en cualquier momento lo estrellará contra la pared― ¡Deja de jugar a la tierra de una jodida vez!
―Ni se te ocurra volver llamar a Taehyung así otra vez ―el enojo del menor quedó en segundo plano al escuchar la voz sería del mayor; jamás lo había escuchado así―, te conozco lo suficiente como para saber que tu fuiste la insolente.
―¡A mi no me prohibes nada!
―¡Deje de gritar que me fatiga ―se quejó Taehyung.
―¡Mocoso insolente! ¡Para juntarte con
esta gente vas a disque arte! ―el pelinegro volteó los ojos cansado, ya había decidido ignorar a la mujer que le dio la vida.
―Si llamas por eso, otra vez, sabes mi
respuesta así que adiós.
―¡Adiós suegra! ―gritó Taehyung, antes
de que la llamada fuera cortada; sonrió al escuchar un grito al otro lado de la línea― ¿Cómo alguien como tú salió de alguien como ella?
El mayor le dedicó una sonrisa. ―Estoy
convencido que soy adoptado― tomó de la cintura al menor haciendo que ambos se sentaran en el sofá― ¿Qué te dijo?
―Me dijo cualquiera ―bufó molesto― ¡A mí! Cosa más ridícula, pero dijo algo sobre tu arte ¡Vieja..!
Se detuvo al recordar que se trataba de la mamá de su casi novio.
―Sigue, no es como que me importara ―acarició la cabellera del rubio― ¿Qué le dijiste para enojarla más de lo usual?
―Pues que no tiene derecho de hablarte
así! ―el solo recordar lo que esa mujer
dijo lo volvía a enojar. De ahí rasccó su
nuca al pensar en lo otro que dijo― y tal
vez... yo... le dije vieja de mierda.
La risa estruendosa de Yoongi no se
hizo esperar, la situación, además de
irritante, le parecía divertida por el hecho de que alguien al fin le dijo esas cosas a su madre. Mientras TaeHyung miraba a su hyung como si le hubiera salido otra cabeza.
―Alguien normal estaría golpeándome
si le dijera eso a su madre. ―razonó. El
mayor se fue calmando y tomó su celular buscando algo.
―Mira ―en la pantalla del aparato
se podía ver una foto donde aparece
Yoongi sonriendo junto a un chico, y
al lado de este hay una pintura en una
pared. Una muy hermosa por cierto―
¿Recuerdas que te mencioné que tengo un hermano? Es él, Woosung, es pintor y esta foto fue en su exposición de pinturas.
―¿Ese cuadro lo pinto él? ―el mayor asinti ― wow es muy bueno.
Yoongi sonrió orgulloso. ―Es el mejor,
ambos desde pequeños nos interesamos
por el arte. El por las pinturas y yo por
las esculturas, fuimos a talleres y todo eso cuando éramos más jóvenes.
―¿Tu mamá no está de acuerdo con tu
carrera, hyung?
―No, tampoco lo estuvo cuando hyung
tomó la decisión de ser pintor. En ese
tiempo hizo lo posible para que tomará
alguna ingenieria pero él no desistió,
ella está convencida que nada se obtiene
de alguna carrera en el arte ―eso irritó
mucho más a Taehyung, él también
pertenece a el área de artes y escuchar
ese tipo de comentarios no es extraño―
Hyung es exitoso, le va muy bien. Creo que por eso ella intenta con mayor presión que yo cambie de carrera; quiere mostrarle a mi hermano que uno puede ser más exitoso con una ingeniería.
―¿Qué clase de madre o padre hace eso? Le importa más el dinero que la felicidad de sus hijos.
―Por ello también no le tengo cariño ―el menor lo miró asombrado―, casi no
la vimos en nuestra infancia y no me
obligará a sentir amor por alguien que el
único interés que ha demostrado por mi y mi hermano es que en el futuro podamos hacer dinero para darle.
La última vez gue había hablado con
Yoongi sobre la familia, no le fue difícil
notar el gran cariño que le tiene a su
nermano; la mitad de la plática fue sobre las travesuras que hicieron de pequeños. Mientras que lo único que mencionó sobre sus padres fue que su padre falleció hace unos años y que su madre existe.
―No debe ser fácil tenerla sobre ti.
―¿De dónde crees que viene mi bloqueo? Ella lo causó ―buscando estar más cómodo, se acostó en el sofá apoyando su cabeza en las piernas del menor. Esto ya se había hecho una costumbre, adoraba sentir las manos de Taehyung acariciando su cabello― hace tiempo me reuní con ella y me djo de todo, desde ahí tuve mi bloqueo artístico. Desde ese entonces prometí ya no encontrarme con ella, hace unos días llamó y comenzó con su habladuría.
―Así que por ello te veias decaído,
Jimin hyung y yo creíamos que fue por
el maestro. ―una vez que los dedos del
menor comenzaron a jugar con su cabello, Yoongi cerró los ojos disfrutando del tacto.
―¿Lo notaron? Lo de cambiar de carrera no me importa, no lo haré pero cuando comienza a criticar mi arte es otra cosa ―Taehyung miraba atento el rostro del mayor― Sus palabras no valen nada para mí, pero innecesariamente clavan una duda en mi mente y me bloqueo.
―Bueno, me aseguraré de desbloquearte
cada vez que esa vieja o alguien más
intente meterse con tu arte.
Una sonrisa sincera adornó el rostro del
mayor. Se levantó apoyando una mano en el sofá e inclinando su rostro cerca del de Taehyung― Ya lo hiciste antes... ―él rubio se miró confundido ante lo dicho― Kim Taehyung, ¿Quién crees que me distrajo lo suficiente para hacerme notar de lo ridículo de esos pensamientos? ―aún procesando, Taehyung se apuntó a sí mismo haciendo reír al mayor― Sí, tú, fue
necesario un peliteñido con bebida rosa
para sacarme de eso.
―Siempre arruinas el romance.
Ambos rieron, pero en las palabras de
Yoongi había más y Taehyung lo sabe.
No las ha dicho pero no es necesario para saber que este está agradecido que de alguna manera, algo caótica al inicio, haya comenzado a formar parte de la vida del mayor.
―Discutir con esa mujer hizo que me diera más hambre.
-―¿Ordernaste la comida? ―justo en ese
momento se escuchó la notificación de la
app de pedidos― iré por ella, espero que
sea pizza.
―Lo es.
Dicho eso, el mayor salió a recibir la
comida mientras que Taehyung sacó las
brochas del paquete dejándolo listo para
que el mayor viniera y las abriera rápido. Con estas Yoongi mostrará aún más su talento y Taehyung está listo para observar cada paso de este.
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