Capitulo 7 (El Cangrejo Variante)

¿Que pasa, terrones?

Ya no soy una cruel narradora.

Ahora hay una fiesta,

Tomemos nuestras manos,

Mas fuerte para no volvernos a separar.

¿Como van con el reto terrones de azúcar?

¿Ya tienen una pista?

Cuando se termine de la canción, y nadie ha encontrado al respuesta, les daré una pista...

Recuerden que tendrán derecho a un deseo dulce, obviamente relacionado con los fic's obvio, jajajaja

Bueno... Bueno... Etto... Les diré algo...

Yaoi, lemon, estudiantes, Omegas, Alfas, posiciones sexuales, con una variante...

Vaya, ¿Les debo decir las advertencias?

Terrones menores de edad, no me hago responsable de traumas, saben que no deberían estar leyendo este tipo de fic's, pero bueno me deslindo de cualquier responsabilidad.

Sin mas que decir, disfruten la lectura.

8/15

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-¿Mu, estás bien?- El tono de preocupación, mientras ve como su amigo se detiene en seco.

-Yo... No...- La débil voz de quien sus pies flaquearon, sujetándose apenas del antebrazo de su acompañante rubio.

-Pero tus mejillas están muy rojas y...- No logro terminar de hablar cuando un aroma demasiado dulce se comenzó a presentar, uno que sin duda es único de cierta especie en particular.

Abre sus hermosos ojos azules de par en par, observando con cierta duda y preocupación al pelilila que lo mira de una forma suplicante, no lo pensó más y cubre de inmediato su nariz con su mano aun libre.

-N-No... Es-Es... Posible... Mi celo...- Acto seguido de decir esto, baja la mirada, llevando su mano izquierda a su pecho, sin dejar de sujetar el antebrazo del contrario, con un débil temblor en todo su cuerpo.

Se puede ver el sufrimiento del pelilila, el fuerte calor que lo envuelve, su respiración volviéndose entrecortada, las gotas de sudor recorriendo su piel, y las lágrimas por estas malditas sensaciones que lo agobian.

Para un Alfa sentir este tipo de celo a esta joven edad es una muy mala señal, mas tratándose de un amigo suyo, el más cercano y preciado desde la infancia.

Entiende que debe inmediatamente llevarlo a su casa, para que este a salvo, pues su celo al llegar de repente hace que todo sea más complicado y que sea tan potente para rápidamente ir inundando el pasillo de esa escuela a la que asisten, podría atraer a otros alfas, claro que no permitiría que lo lastimarán, pero... Igual temía que ni siquiera él mismo pudiera controlarse.

Ese aroma tan dulce que despide, una mezcla de moras y miel, que provoca en su cuerpo la reacción propia de cualquier Alfa, pero con la cordura de evitar una estupidez.

Pero en su pensar intenta tener una solución, que debió pensar de antes.

Sin descubrirse la nariz y parte de la boca, se inclina, para intentar alcanzar la mochila del pelilila –Tus inhibidores, debes tomarlos...- Traga saliva, el olor es demasiado intenso estando a esa altura, que podría provocarlo más y sería muy malo aquello –Eso te ayudara-

Abre cada uno de los cierres de esa mochila, pero no logra encontrar nada, buscando de forma desesperada, por creer que su control se fuera al acabose.

Por el simple hecho de que este Omega que no para de sujetarlo, respira de forma agitada, temblando y dejando escapar débiles gemidos, es alguien muy importante para él.

Tanto que temería perderlo si se confesara, si le dedicara las palabras que ha estado guardando por los años en donde descubrió su interés como Alfa.

-¡¡¡¿DÓNDE ESTÁN?!!!- Grita molesto por su desesperación, no mide su voz en esta ocasión, pero debería, aunque sea el final de clases, donde todos se están yendo a sus casas, aun podría quedar alguien cerca y si viera esto...

-N-No los... Traje...- La respiración es difícil de mantener con el calor subiendo, la mano que queda en libertad, es llevada nuevamente a su pecho, desasiendo el nudo de la corbata del uniforme y sin pensarlo más, ir desabrochando los botones de la camisa.

-¿Qué?- Mira de reojo al de mirada cristalizada por las lágrimas de su condición –Sabes que debes traerlos contigo, y más al saber que tu celo estaba cerca- El tono bajo en volumen, pero no en molestia, pues se imaginaba el simple hecho de que otro Alfa lo encontrará en este modo, en donde la cordura del pelilila se pierde y no podría evitar aceptar a alguien como compañero para aliviar su calor.

-Aun... Fa-Faltaba... Para esto...- Respira tanto por la nariz como por la boca, sus ojos entrecerrados, desesperándose por como su cuerpo es tan ajeno a él, y por el hecho que su parte baja se sienta tan húmeda y su propio miembro incomodándolo por la prisión de tela.

Es horrible para un Omega joven, que su celo llegue en un lugar poco seguro y sin inhibidores, solo sería cuestión de tiempo para que un Alfa lo quiera tomar, no podría negarse a hacerlo, pues también lo desearía.

Aunque Mu, claro que preferiría que fuera justamente el rubio que está a su lado

Y si bien, esta podría ser su oportunidad para que eso pasara, claro que ahora no lo estaba pensando nada bien, hacerlo en la escuela, pedirle a tu mejor amigo que te haga sentir mejor, que no se preocupe por nada, que estará bien, que la amistad no cambiara con esto.

Su mente no piensa bien, solo desea alejar este extenuante calor que lo invade de pies a cabeza, haciendo que su juicio de nuble, de a poco la cordura perdiéndose.

-Tsk...- Aprieta sus dientes y su puño de la misma forma, se encuentran en una encrucijada muy grande, pues sin los vitales inhibidores, aunque lo lleve a casa, se podrían encontrar con peores Alfas, siendo ambos apenas unos adolescentes de dieciseises años, correrían peligro en este instante –Le hablare a Camus, posiblemente aun este en la escuela y tenga...-

No termino de hablar, pues siente como el olor se cuela por sus fosas nasales, pues alguien quito su mano que cubría esa zona del rostro, para robarle un beso.

No entendía como sucedió, si la mochila estaba de por medio, y aun así el pelilila que capturo sus labios mantiene el agarre aferrado a su antebrazo, como si temiera que se fuera y lo dejara solo.

Claro que eso no pasaría, el rubio preferiría hacer cualquier cosa o correr un sinfín de riesgos, antes de dejar a Mu a su suerte con esta terrible condición.

Pero es confuso a su parecer que el chico más lindo que ha conocido, con una sonrisa angelical y pureza en su apariencia, se atreviera a besarlo.

Un beso lleno de desesperación, urgencia, que se volvía profundo por la propia iniciativa del pelila, inclinándose al rostro del rubio para que este lo abrace, pedía de esta forma la protección de él, su atención absoluta.

El Alfa no puede salir de su asombro, de solo imaginar que algún día podría besar los labios de su mejor amigo, solo eran sueños húmedos en esos momentos en que dejaba su mente volar, cuando su propio celo lo inundaba, y debía calmarse solo imaginando que Mu fuera el que le ayudará.

Y en esta ocasión, este mismo chico se lo está pidiendo con esta acción, aunque es frustrante para el rubio, sentir como la lengua de su compañero le pide que abra la boca, y le corresponda de la misma forma, rogándole, suplicándole con débiles gemidos que se vuelven adictos para él.

-Mu...- Lo llama, intentando alejarse, pues no es nada conveniente que esto ocurra de esta manera, no quería que el pelilila le pida que lo ayude con el celo, pues significaría que solo lo hace por ser el único Alfa cerca y sin inhibidores sería algo sumamente terrible –Cálmate...- Sus labios habían sido incluso ligeramente mordidos por la desesperación del de ojos verdes brillantes, no dolía, pero si sorprendía mucho.

Lo sujeta por el hombro, tratando de marcar la distancia, aunque el aroma del celo Omega ya ha hecho estragos en su cuerpo, pues su pene está endurecido.

Pero debe resistirse a una estupidez, aun con todo en contra y su propio cuerpo reaccionado de una mala forma, pues sus sentimientos e instintos se están mezclando.

¿Sería tan malo tomar a este pelilila, que por tanto tiempo ha guardado su sentir?

Pero sus orbes azules aprecian un espectáculo que solo en sus sueños podía ver y ahora es realidad.

Ver esa dulce cara, aun inocente pero proyectando toques de lujuria, las esmeraldas cristalinas por el llanto del malestar por causa del celo, las mejillas sonrojadas, además que se pueden volver peligrosas, la ropa desordenada, la corbata desecha, la camisa abierta ya del pecho, dejando lucir parte de su cuerpo, agregándole gotas de sudor que recorren esa piel tan blanca en donde uno de los pezones queda descubierto, un tono rosa pálido, es un hermoso color al parecer del rubio.

Mu estando hincado en el suelo, una mano ha sido llevada en medio de las piernas, como si eso le ayudara a controlar su desesperación, apretándolas entre sí, mientras la otra libre, solo hace que la ropa superior este más alejada de su cuerpo, necesita calmar esto que sin siquiera pensarlo es mucho más potente que en otras ocasiones.

Claro que está asustado el Omega, pero su cordura se ha esfumado, para dejar pasó al lívido de alguien que ha entrado en celo repentinamente, y que necesita a un compañero Alfa en estos momentos.

Shaka, aun sujetando los hombros del otro, al fin el pelilila lo soltó del antebrazo, es difícil poder negarse a este hermoso ser, pero el rubio aún tiene algo de decencia en su cuerpo, será una completa falta a la confianza y respeto a quien su corazón anhela, pero no de esta forma.

Jamás imagino que si algo así pasara fuera en la escuela, en un lugar que desde luego está prohibido este tipo de cosas lo imaginaba mucho más romántico el escenario, donde Mu estuviera consciente ya confesado su amor, pero no rogándole para hacer calmar el celo.

Muerde su labio inferior, sintiendo la impotencia de no poder hacer más que intentar alejar al pelilila, no podía tomarlo así como así, sería inconcebible para su propio pensar.

Sin embargo... La dulce voz del Omega lo saca de sus pensamientos tortuosos, haciéndolo que levante la mirada, pues no quería segur viendo al pelilila de esa forma, pues es demasiada tentación para él.

-Sha-Sha...Ka... Por favor... A-Ayúdame...- El ruego es una clara invitación de un apareamiento, uno que el joven de ojos verdes acepta, sin saber si es su varadero deseo ahora o no, solo quiere que esto pare.

Es lo que el celo provoca en Omegas jóvenes, sentirse atrapado, sin más posibilidades qué calmar esta condición con un compañero sexual, aunque Mu lo había estado pensando de ante mano, es secreto para todos, no para el de hebras lilas, que en sus cinco sentidos siempre imagino que el único que podría tomarlo sería justamente el rubio delante.

Pero jamás dijo nada, nunca había confesado sus sentimientos por miedo a ser rechazado, a que las cosas acabaran con su amistad, por eso las lágrimas igualmente salen, por el dolor, la incomodad y el miedo inconsciente de estar pidiendo algo que posiblemente no suceda.

-No puedo Mu...- La voz ronca del Alfa, está usando lo último que el queda de estabilidad emocional, intentando que ese aroma dulce se aleje de él, pero es difícil cuando su propio cuerpo está reaccionando al grado que su miembro le comience a dolor y palpitar –De esta forma... No...- Niega con su cabeza, desviando la mirada, sus manos agarra firmemente los hombros del contrario, para mantener la mayor distancia.

-Te lo suplico...- La voz quebrada del pelilila, con el llanto ahora por al parecer ser rechazado –Hazlo... Solo tú... Por favor... Me duele mucho...- Al parecer está haciendo su mayor esfuerzo por hablar coherentemente, aunque este bajo los efectos del celo, su corazón ruega porque solo Shaka ll tome, que al menos esto llegue a pasar, ya después pensaría como explicarte esto, aunque solo lo deja en evidencia.

-Es el celo halando... Te arrepentirás después... No quiero que lo hagas...- Solo piensa que al final, su mejor amigo terminara rechazándolo, por el hecho que la evidencia quedara clara, un Alfa que tome a un Omega en estas condiciones, solo significa que se aprovechó de él.

No quiere que Mu se sienta usado, aunque claramente este joven Alfa se nota en sus ojos la decisión con destellos de lujuria ha comenzado a despertar, en donde claramente sería incapaz de dejar a su suerte a quien le ruega amor.

Pero tantos problemas resultarían de esto, si ahora su amado acepta, pero... Después lo rechazaría, le pediría que se aleje, que nunca lo vuelva a tocar, no soportaría ese tipo de tratos, su único consuelo de vida era permanecer a lado del pelilila como amigos y ahora esta situación se presenta y el mismo Omega le pide que le ayuda a calmar el celo.

-N-No... Yo... Yo... No me arrepentiré...- El suave tono en un susurro, ambas manos, aunque una algo humedecida que la otra, son llevadas hasta una de las muñecas del rubio, para sujetarla y dirigirla hasta su descubierto pecho, al nivel del corazón -Pase lo que pase... Solo quiero que Shaka me tome...-

Su nombre ser pronunciado así, ese tono que le ruega atención, provoca que sus ojos se abran, las pupilas de contraigan, la boca liegamente abierta sin saber cómo reaccionar, pero su mano que siente esa cálida y suave piel, se mueve un poco, es demasiado éxtasis sentir tal calidez.

-Te quiero mucho...- La lagrimas vuelven a tomar gran posesión de las esmeraldas, pues la situación a veces nubla el juicio del Omega y lo hace pensar en cosas desagradables, por el miedo de ser rechazado como en esta ocasión –Per... Doname... Si te... Te... Doy asco... Pero...-

Esa palabra, el hecho de que solo lo pensara, de que imaginará que Shaka presentara a algo como eso ante su figura, que le diera asco o repugnancia Mu, es simplemente inconcebible...

Un sentimiento de furia se queda clara en el cuerpo del Alfa, sintiendo un gran enojo, pero más la excitación, porque Mu le confesara sus sentimientos.

Haría cambiar el hecho de que pensara así de sí mismo, cuando la realidad es que el rubio hará cualquier cosa para hacerlo sonreír, ver la felicidad que anhela proteger con todas sus fuerzas.

Sin pensarlo dos veces, se zafa del fuerte agarre de esas delicadas manos, para atraerlo hacia él, ambos brazos aprisionando al Omega contra el cuerpo ajeno, pero no fundiéndose en un simple abrazo, sino en un beso.

Un que inicio el rubio y que claramente no sería detenido ya.

La boca del Alfa se abre, para comenzar a devorar a la otra, subiendo de manera ardiendo la pasión entre ambos.

La lengua del rubio se introduce en la cavidad bucal del Omega, saboreando cada parte de ese manjar que se mantuvo firme en evita solo hasta que fuera el momento correcto, pero al aparecer ha llegado de una forma que ninguno espero.

Esto primero sorprendió al Omega, pero después se deja llevar claramente por sentir demasió bien este contacto, para disfrutar de como el Alfa lo besa, y ahora es él quien le dedica pequeños mordiscos, que lo hace gemir, y alejarse levemente para recuperar el aire, pero son segundos escasos en hacer esto, cuando Shaka de nueva cuenta lo reclama para otro beso así de apisonado.

La cordura de ambos jóvenes adoléceles se ha perdido, la excitación y el éxtasis está en sus mentes y cuerpos, con los sentimientos guardados en sus corazones que al fin son correspondidos y confesados de igual forma.

Sin decir una sola palabra, sin romper el abrazo, ese agarre tan fuerte que mantiene el Alfa en el cuerpo que a aprisionado al suyo, es ligeramente más delgado que suyo, ya que ambos son de una complexión no tan musculosa, pero es perfectamente compatible uno con el otro.

Sujetara el pelilila con cuidado, mientras acepta cumplir con su deseo de aliviar ese gran malestar, que lo entiende, pero de forma diferente, el celo llega a todos los Alfa y Omegas, pero sin detalles los vuelven distintos.

Al estar ambos en el suelo, Mu hincado y el otro apoyándose con ayuda de una rodilla y la otra flexionada, con la planta del pie haciendo hecho.

Esto sirve para poder levantarse, el Omega con la ayuda del otro, pues claramente hacerlo en el pasillo sería una completa tontería, además que el suelo tampoco es una opción.

Aun estando ya perdido en el éxtasis del deseo, no denigraría al Omega que le ruega atención, al hacerlo como animales en el piso, pero claramente ir a algún salón u otro lugar más lejos es imposible.

Lo único que les queda es a la próxima puerta que se encuentra a solo unos cuantos pasos más adelanta, sin pensar en consecuencias, tampoco dándole mayor importancia que sus pertenencias se queden en ese suelo, pues están perdidos en sus besos apasionados, en donde a veces de las comisuras de sus bocas, un poco de las salivas combinadas se escapa, y los gemidos del Omega igual como algunos sonidos guturales del Alfa.

Sus cuerpos pegados, aun con ropa claramente, rosando sus hombrías, provocando que un temblor en el cuerpo del pelilila se dé, pues su ser esta sumamente sensible, pero no puede siquiera hacer más que seguir al Alfa, caminar abrazados, con ese beso sin romperse.

Era mejor hacerlo de una vez, con una sola vez podría bastar para que el celo Omega se calme y puedan así regresar a sus hogares, pero claramente tendrían que dar un sinfín de explicaciones después, algo de lo cual ahora poco les importa que no sea el cuerpo del otro.

El caminar de ambos torpemente, con solo una idea en mente, el llegar a esa puerta.

Esperar que no esté cerrada y así poder ingresar, para tener un poco de privacidad.

Su fortuna al parecer es buena, la perilla del rubio la mueve, para ser abierta y sin pensarlo dos veces, ingresar para ser cerrada de golpe detrás de ambos jóvenes.

El lugar esta oscuro, no se logra apreciar más allá de su alrededor, es perfecto para seguir con lo que se necesita de forma urgente.

Conectados por un sinfín de besos que no parece terminar, pues cada vez que el Omega se retira por segundos para el aire, de nuevo su nuca es capturada para seguir en ese procesó.

Su ropa interior y parte de su pantalón están húmedos por sus propios fluidos que se prepara para lo que seguirá, está demasiado caliente para pensar con claridad.

Igualmente el Alfa, su miembro está provocándole incomodidad, pues necesita liberarse de la prisión de tela.

Algo que solo necesitan unos momentos y se sentirá libre.

La camisa blanca del pelilila está ahora desabrochada, salvo por los dos últimos botones, cayendo de sus hombros, dejando ver esa pureza en su piel libre de cualquier imperfección como es su hermoso rostro sonrojado, sus pantalones color negro, han sido desechados al igual que su ropa íntima, dejando ver su miembro que gotea pre semen, y entre sus glúteos la humedad que ayuda a lubricar su virginal entrada.

No era su primera vez con el celo, pero si donde un Alfa le ayudaría a calmar este instinto tan salvaje en ellos.

Por su parte el rubio, comienza a sentir el calor recorrer su cuerpo, su camisa está abierta, la corbata dejada de lado, sus pantalones desabrochados, ligeramente abajo, igual su ropa interior, y su falo expuesto, el cual está palpitando por adentrarse en ese cuerpo inocente que tiene delante, que abraza con ferocidad y miedo de que se lo arrebaten.

Están ambos perdidos en el deseo de pertenecer uno al otro, entre los besos que no se acaban, las caricias del cuerpo ajeno, y sus penes chocando ya sin nada que le impide tocarse de esa manera.

Es ya imposible volver atrás, el rubio perdió el autocontrol, pero lo ha hecho solo para demostrarle a quien ama que siente lo mismo, que jamás podría pensar que es asqueroso, si es el ser más hermoso ante sus ojos, que si acepta esto, no podría evitar que sus vidas se unirán de una forma que jamás creyeron posibles.

Mu acepta este trato, estos movimientos que hacen estremecer su cuerpo, los gemidos que escapan, las lágrimas que se cuelan por sus mejillas, sus cabellos pegándose a su espalda y pecho por el sudor del calor del celo, están tan cerca como jamás creyó en la vida real.

Shaka será su primer Alfa y desea que sea el último, no puede volver a amar a nadie más que no sea al chico delante, esta perdidamente enamorado de él, y que le esté correspondiendo es lo mejor del mundo.

Si bien, no es la forma correcta de tener su primera vez, en donde solo se han confesado por palabras de un "Te quiero" y acciones, que se pueden confundir con el celo de un Omega que al parecer ha logrado activar el del Alfa.

Pero para ambos está bien es correcto y desea que así ocurra, aunque aún son jóvenes y no saben a lo que se meten en este momento, pues... Si esto sigue, y más sin llevar nada que los ayude a prevenir un embarazo no deseado, y a la vez que la marca Alfa que al parecer el rubio también desea dejar, se presentaran ambas circunstancias a una muy temprana edad.

Mas no saben ya resistirse, firmaran su amor con lo que continuara.

-Aaaaah... Por favor...- Le ruega en medio de los sensuales besos que se dedican, sujetando el cuello del otro, rogándole –Quiero... Den-Dentro...- Su suplica es evidente, que el cuerpo propio le parece quemar por dentro al grado de necesitar al otro de inmediato.

-Pe-Pero... Si lo hago ahora...- Jadeos roncos... En donde sus zafiros miran fijamente a las cristalizadas esmeraldas, preocupado por lastimarlo al momento de la penetración, que aun estando parados no sabe en donde apoyarlo, en este estado lo más probable es que sea muy brusco, pero necesita tomar al Omega ya –Te... Lastimare...-

-Está bien...- Sonríe delicadamente, apartándose levemente del rostro ajeno, estando un poco unido con el otro por un hilo de saliva que se rompe –Lo resistiré...- Frunce el ceño en señal de súplica nuevamente –Solo... Se tú... Hazme tuyo... Por favor... Shaka... Te amo...- Revela las palabras que había guardado, pero ahora con un mayor sentimiento que un simple "Te quiero".

La mayor luz verde para avanzar, sonriendo, desesperado sujeta la parte posterior de la cabeza del pelilila, su mente le trae consigo una idea, una que le daba vergüenza aceptar, pero que es evidente le ayuda para este punto.

-Te amo Mu... Por eso, ya no soporto más...- Ruborizado su rostro por el calor entre ambos, chocando sus alientos que se puede ver a veces el vapor por como están, toma con firmeza las piernas blancas de su pareja, para cárgalo, quedando de frente sus rostro, aunque el pelilila ligeramente más alto.

Sus ojos pueden ser vistos de forma insuperable, sus rostros rojos por como las cosas van pasando.

Mu sujetándose fuertemente del cuello del otro, mientras sus piernas se entrelazan en la espalda ajena, para brindar mayor apoyo a su pareja.

Puede sentir como su entrada choca con algo que está muy duro y caliente, que cada vez parece agrandarse más, o eso es solo su propio pensar, por la falta de experiencia de saber que más hacer, se deja llevar.

-¿Estas bien así?- El Alfa al parecer preocupado, porque esto no le gusta a quien ama tanto.

-Si... Me gusta...- Se acerca para de nueva cuenta para besar los labios del rubio, en donde no se ha podido evitar dar tregua, para con esto pedirle que continúe, que resistirá cualquier cosa.

Sus mentes inocentes se han perdido en las sensaciones de la primera vez, del celo que inunda a ambos, de sus deseos y sentimientos guardados que ahora se presentan sin más.

Corresponde el beso, aquel rubio entiende que debe ir bajando el cuerpo de su preciado Omega de a poco, pues su miembro para este punto ya está bastante erguido, y eso que aún le faltaría crecer más por el desarrollo del pasar de los años a su joven edad.

Pero está bien ahora, tomando la virginidad de Mu y de igual forma la de él.

Mutuamente se pertenecerán y eso es algo que está completamente bien, lo aceptan.

Sus besos solo son para ellos, este momento, el instante en donde sus cuerpos se unirán es ahora.

De a poco y forma tranquila, comienza a bajar la cadera del pelilila, para que ese dulce templo sea profanado por él, cometerá un terrible pecado, pero el castigo lo aceptará, con tal de tener en vida siempre a Mu.

Su pene comienza a adentrarse, la entrada del Omega está muy bien lubricada, mojada desde luego por los fluidos de su cuerpo, provoca que sea aun así difícil la penetración pues esta apretado pero es menos doloroso por la previa preparación del celo.

Siente como está tocando un punto muy dulce, lo estrecho del lugar, lo cual es abrumador para el Alfa, que cierra sus ojos al sentirlo, pero sus manos aprisionando con mayor fuerza la espalda del Omega, para adentrarse a él, sujetarlo con firmeza es necesario, pues dependen del equilibrio del rubio para no caer.

En estos momentos es muy bueno estar en la punta de la jerarquía, pues su fuerza es un tanto mayor, aunque su apariencia sea más delgada.

No es capaz de dejar caer el pelilila de una sola vez, pero si aprisionarlo, pues no puede resistir más, no está del todo dentro de quien ama.

Así que ese duro y grueso falo, corrompe la entrada, esa que ahora ha pasado a ser reclamada por el rubio, como su miembro es ahora del pelilila.

El cual, solo alcanza a lanzar un fuerte gemido, acompañado de un jadeo que es callado repentinamente por los labios del otro, la espalda arqueada del Omega y su cabeza antes de ser besado sus labios fue hecha para atrás, por lo que sentía, su primera vez ha comenzado, las lágrimas caen con mayor intensidad de sus ojos, por el placer que está experimentando de golpe.

Es sublime sentirse de esta manera, donde su cuerpo es solo de una persona, a la cual acepta de antemano como su único Alfa, a quién le pido que lo tomara y le cumplió su deseo.

Los gemidos y jadeos de ambos son ahogados entre sus bocas, no pueden evitar besarse, como si fuera una adicción entre los dos, en este momento en que ambos cuerpos se han conectado de esta manera.

Sus ojos están ligeramente abiertos, mirándose ambos mientras se besan y comienzan a hacer el amor, lo que dos corazones enamorados de verdad hacen sin importar nada.

Las manos y piernas del Omega están entrelazados en cuello y cadera del Alfa, sujetándose con fuerza, para no caer, aferrándose a su amado, mirándolo atento, sintiendo que esta alcanzado el mismo cielo.

Pues las embestidas comenzaron sin previo aviso, deben ser lentas y pausada, ya que de esto depende de no lastimarse mutuamente, ni siquiera se habían puesto a pensar que tal vez una pared les ayudará a no caer, pero eso significaría que la espalda del pelilila estaría contra galo así de frio.

Tal vez esa era la única razón por la que el Alfa no pensó en aceptar esa idea, o tal vez ni le interesaba, quería tener total dominio en el Omega, aunque esto le restara fuerza para ser más brusco, pero está bien.

Debe aún pensar con seriedad en el bienestar de quien es ahora suyo en cuerpo y alma como él es ahora de este.

No paso mucho para que la primera venida del Omega ocurriera, ya que por tanto estimulo previo, como los besos y el choque de sus miembros además de la fricción que había hecho con su mano, para calmarse, el verse penetrado por el rubio, fue suficiente para que a las pocas embestida en su cuerpo, se necesitara la liberación.

Claro que cayó en medio de ambos abdómenes, pero poco importaba que eso ocurriera, su gemido está siendo ahogada contra los labios del Alfa, el cual no planea dejar de besar, aunque sienta también esa delicada piel, pero no desea perder tiempo en la dulce boca, que le parece tener un sabor a miel, algo de lo cual es adicto.

El goteo de la venida del Omega, el sonido de las pieles chocando, como es que la lubricación natural del cuerpo, deja que resbalen por las piernas del pelilila y caiga al suelo por cada vez que el rubio saca un poco su pene y lo vuelve a meter.

Marca un ritmo lento y pausado, para no accederse, para no perder el equilibrio y no dañar, es impresionante que siga en su mente desconectada, pero el deseo de procurar ese bienestar en el preciado joven entre sus brazos se mantiene.

Es excitante ver esas reacciones en Mu, que lo hiciera venirse, apenas habiendo comenzado, cuando él está aún lejos de hacerlo, pero es que había deseado tanto esto, que no permitirá que acabe tan rápido.

Obviamente esto hará que Mu este sumamente sensible, pero aun no estando agotado, pues se aferra al cuerpo ajeno, con todas sus fuerzas aunque sus manos han resbalado para estar más al nivel de los hombros y no del cuello.

Así podría tener mayor facilidad de agarre el Omega, en donde clava sin querer las uñas, aun perdido en el éxtasis de su primera venida haciendo el amor y los besos que no parece agotarse.

Cuando el aire falta, aprovechan para verse mejor, jadear con sus alientos chocando nuevamente, y dedicando algunas palabras.

-Aaaaggghhh... Sha-Shaka... Te amo...- Aferrándose a su agarre, sintiendo su cuerpo de nueva cuenta caliente, su miembro volviendo a ponerse duro por como están, sus lágrimas caen por la felicidad en su corazón, sus mejillas ruborizadas, su cabello largo estando pegado a su espalda en donde la piel se nota, la camisa aun portándola, sin importar que este caída de los hombros y empapado por el sudor de ambos, es feliz por pertenecer a quién ama.

-Te amo Mu, te amo tanto... Aaarrgggg... Eres precioso...- Sus palabras no son suficientes a su parecer, aunque su felicidad creció al saber que es correspondido, solo quiere demostrarle cómo se siente, los besos funcionan, las embestidas igual, con ese ritmo que es perfecto para unos adolescentes inexpertos, pero que desde luego denota un conocimiento previo de un cierto libro especial, que los jóvenes no debería estar leyendo.

-Ugh...- Los gemidos que se escapan.

La humedad en sus bocas, el calor de sus cuerpos, el sonido obsceno de sus pieles chocando, el goteo de las lágrimas y fluidos que se inunda en esa habitación, con el aroma de ambos celos activados, en donde es imposible detenerse ahora.

Cuestión solo de tiempo, en donde en esa posición algo difícil, pero que el ritmo marcado por el Alfa se deja ver claramente, Mu se deja llevar por la sensaciones de su cuerpo que solo el rubio provoca.

Cada vaivenee, es una clara señal que el momento llegara, en donde por no pensar con claridad antes, declarara una evidencia muy grande de este hecho, con lo cual muy posiblemente una nueva vida sé dé, pero para ambos creen que está bien.

Ni se lo han pensado, pero aceptarán cual sea el destino de ambos ahora.

Las caderas de Mu, bajan y suben suavemente, mientras siente como el miembro del rubio llega más profundamente, con estocadas que logran hacer que en su mente se torne blanca

El momento está a nada de ser evidente, en donde Shaka liberara su semilla dentro del Omega que ha amado desde tiempo atrás.

Los besos siguen siendo importantes para ambos, a la vez que es una clara señal que el Alfa necesita estar unido a su boca, si no ya habría mordido el cuello del contrario, aunque le resultara difícil, pues esa posición que opto por tomar con el Omega es para protegerlo de él mismo, para que no cometa tal locura, aunque ahora ya queda de por medio, pues con esto ya no habrá marca atrás.

-Mu... Me hare responsable... De todo lo que ocurra... Voy a venirme...- Sabe lo que significa, pero es tarde para decirlo, claramente aunque su venida conlleve mayor carga de su semilla, el pre semen que presento con anterioridad, es también capaz de provocar una concepción aunque de menor escala claro está.

No piensa dejar solo a Mu nunca más, si esto concibiera una nueva vida, el rubio sin importar su edad, está decidido a permanecer a lado del pelilila y hacerse responsable de cualquier cosa, incluso un hijo de ambos.

-Está bien... Hazlo Ughh... Aaaaagh... Yo- Yo igual...- Su cuerpo está demasiado sensible, pues su venida también está por llegar, en donde no puede evitar sentir el temblor en su cuerpo, el cual le indica que está a nada de terminar igual.

Requeriría una confían y concentración que ambos se vinieran al mismo tiempo, aparte de una unión más allá de solo sexual, aunque posean esta, solo que bajo el nombre de amistad en la que se oculta el fuerte amor de ambos.

Aun así, justo en el momento que el rubio se liberó dentro del pelilila, aferrándose con todas sus fuerzas a ese cuerpo, tendría cuidado, pues en este instante igual sus resistencias pueden bajar por como la eyaculación se presenta, relajando los músculos, pero cuidaría su preciada carga.

Mientas sin pensarlo, muerde de forma más feroz ese labio inferior, provocando que un poco de sangre salga de la carnosidad de su pareja.

Por lo cual, sentir este cálido liquido en su cuerpo, y la mordida aparte de la última embestida que sintió como toca una parte muy sensible, provoca que de nueva cuenta su espalda se arque, su cabeza no puede ser echada para atrás por completo y su gemido sea ahogado de nueva cuenta, la liberación de su propia esencia, chorreando por ambos jóvenes.

Sus jadeos se pueden escuchar sonoramente, sus bocas están juntas, mas no unidas, es difícil mantener una respiración normalizada, cuando sus cuerpos han experimentado un grado de placer, dado por la persona que tanto aman.

El rubio sin salir aun del de ojos esmeraldas, que sus lágrimas escapan, mientras sus ojos están cerrados, pues fue demasiado para experimentar en un solo momento.

Contemplar de esta forma a Mu es demasiado bueno para ser cierto, teme que sea un sueño, que en cualquier momento se despierte y pierda esto, no puede siquiera imaginarlo, pues no lo soportará.

Admira a su preciado Omega, al amigo que siempre ha amado en secreto desde que eran unos niños y ahora le pertenece, es magnífico, pero le aterra que si es verdad, ahora sea el pelilila quién se arrepienta.

Al parecer Shaka, recupera su conciencia de a poco.

-Te amo...- Una suave voz deja escapar estas palabras, aun sujetándose al rubio sin muchas fuerzas.

-Mu...- Lo llama con cuidado, algo sorprendido, pero admirando la hermosura del Omega, pidiendo que sea feliz con lo que han hecho -¿No te arrepientes?- Su pregunta salió, como urgido pedido de una afirmación, con el rostro enmarcado de preocupación.

-No...- Niega con su cabeza rápidamente, para sin más acercarse al otro, queriendo apoyarse con libertad en el pecho del otro, pero es difícil a como están -¿Te quedaras a mi lado?- También tiene sus miedos, pues... Lo que primero ocurrió fue su celo, combinado con sus sentimientos, las inhibiciones se fueron, pero ahora al parecer vuelven.

-Claro que si- Dedica una pequeña sonrisa, sin bajar al pelilila, pues... Sabe que la primera vez de un Omega puede hacerlo flaquear de sus piernas y caderas, aunque debería estar pensando en salir del interior de otro –Siempre estaremos juntos... Te lo juro...-

-Entonces... Estoy feliz... Muy feliz...- Sonríe el Omega, pero dejando escapar sus lágrimas, pues es la felicidad que espero experimentar creyó que era imposible.

Sostendrá el cuerpo del otro todo el tiempo que sea necesario, sin importar que, para con cuidado seguir abrazando a el pelilila, que está casi desnudo salvo por la camisa que se pega al cuerpo por el sudor, limpiara esas lágrimas, no se alejara por nada del mundo de quién ama.

Es una decisión que tomo desde el momento en que comenzó a amar a Mu y ahora le deberá cumplir al pie de la letra.

Pues su amor, el amor de ambos, ha hecho que se entreguen en cuerpo y alma, de una manera que jamás creyeron, o bueno no de esta forma, pero se dio, simplemente sucedió y puede que bien o mal.

Por su edad, circunstancias, o inexperiencia, olvidando tantas circunstancias que puede haber, pero... Se prometieron que seguirán juntos y que sin importa nada, su amor no será destruido por nadie, ni siquiera ellos permitirán que pase.

-Te amo... Mu- Levanta la barbilla del Omega, para dedicarle un dulce beso, uno en donde esta vez solo es un simple toque, un ligero rose entre ambos labios, para demostrar más de lo que cualquier palabra pueda dejar expresar.

Obviamente, la marca ahora no se dio cuando es algo que el Alfa pensó, tal vez querían que eso suceda en un mejor ambiente, no en una habitación, salón o lugar de esta escuela, en donde solo son capaces de verse, por lo unidos que están.

Además que, lo más probable es que al salir de la escuela y regresar a sus hogares, deban poner las cosas en claro e informar que ahora son pareja, claro que no dirán lo que ha ocurrido, aunque... Dentro de algún tiempo se darán cuenta sus familias.

Aun así, con lo que sea que venga, se enfrentarán los dos juntos.

Dos corazones que se aman, contra un mundo bastante incierto.

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quién me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Vaya, vaya, vaya, Mu, le pidió tener todo con el rubio de pueblo...

Shaka, temía que sucediera por que Mu esta en su celo, y es terrible so, pensando que solo quiere hacerlo con él por ese hecho, pero resulta que no fue así, si no que también su amado Omega lo desea tanto.

Wow... ¿Que les pareció?

Este capitulo, es ajeno al anterior por el ambiente, pero la posición es similar por la forma... Aquí es una variante de la posición sexual del "Cangrejo". Disfrútenlo

La verdad a mi gusto mucho esto, pero no tendrá un fic en si, por que la temática del embarazo adolescente, esta siendo preparada para otro fic, por inspiración de otro capitulo de este fic. 

Sin mas, disfruten, lean, comenten, voten y sean felices.

Les agradezco por completo el estar conmigo siempre, disfrutando mis locuritas, la verdad se los agradezco tanto, son los mejores del mundo mundial.

Los quiero tanto, y espero siempre traerles fic's de calidad, de verdad gracias a cada uno de ustedes.

Por favor sigan las medidas de higiene, no se expongan, y manténganse a salvo.

Ammu se va. 

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