Capitulo 10 (El Caballo)
Aquella habitación de hotel, tan lujosa y espectacular, con muebles de finamente estampados, ventanales enormes con una vista extraordinaria del exterior, la iluminación es perfecta para que ningún detalle se pierda. Algunos vinos y bocadillos estilizados se encontraban en una pequeña mesita de cristal en el centro, al parecer los alimentos ya han sido consumidos.
Pétalos de flores esparcidas por el piso sin ningún cuidado, al igual que prendas de denominación masculina y femenina.
Sobre aquella cama de un buen tamaño para dos o posiblemente más personas, las sábanas de color guinda están desordenadas, aquellos pilares de madera, para que las cortinas adornen el lecho y brindando una privacidad única, están por completo corridas, poco les importa que alguien los pueda ver.
Aunque desde luego tienen la puerta muy bien con candado.
Los sonidos obscenos se pueden escuchar como sonatas delicadas, resuenan por todo el lugar, aquellos gemidos que se desprenden de la garganta de uno de ellos son suaves y sublimes, mientras los roncos carraspeos se incrementan.
El calor abrumador de dos cuerpos corrompiéndose mutuamente, uno se sujeta de la cabecera de madera de la cama, mientras su compañero está detrás, arremetiendo con tanta fuerza contra él.
Las pieles chocan produciendo ese sonido curioso de vacío entre ambos cuerpos, el movimiento también estremece la cama, haciendo que se sacuda.
El cómo ambos se sienten en la plenitud del éxtasis, envueltos en el acto sexual sin ningún miedo o temor de que algo pueda salir mal.
-Agh... Aaah... Voy... A correrme... Muy pronto- Aquel rubio que se apoya con sus rodillas en la cama, aferrándose firmemente a esa estrecha cintura marcada, su sudor cae sobre la cama en forma de gruesas gotas, al igual que otros fluidos manchan sus pieles.
Tiene la vista de una pulcra espalda, una piel tan blanca y deliciosa, donde solo puede ver sus propias marcas de besos, mordidas y chupetones, todo esto le exista de una mayor forma, pues es perfecto notar como se estremece y disfruta a cada estocada que le da en lo más profundo de su ser.
-Si... Aaaaarrr... Mmmh... Esta... Oouhh...- No puede siquiera hablar, sus manos apenas sí tiene fuerzas para sostenerse de la cabecera, sus rodillas se intentan mantener flexionadas y ofreciendo su trasero a quien lo ha comprado por esta noche, ya que este lo ha tomado con mucha firmeza de las caderas desde el primer segundo que entraron en esa habitación.
Su mente está casi en blanco, su cuerpo tiembla tanto. Apenas es la primera ronda y ya se siente en el cielo.
Este hombre a su lado lo hace sentir tan bien por su buen trato con él.
Sabe que pronto eyaculará, que esa corrida que tendrá será la segunda, pues el pelilila que penetra ya le ha hecho un muy buen oral y lo cual lo hizo prepararse muy bien.
Lo necesita demasiado, ya que no puede por ningún otro medio correrse, Cada que esta con este precioso hombre siente que está en el paraíso, ese cuerpo es por completo suyo por esta noche
Su desesperación incrementa, al solo notar que aunque trate de marcarlo cada vez que se encuentran, no borra por completo las anterior que tiene.
Eso hace que su sangre hierva y su cuerpo se tense por el enfado que siente en su ser.
No lastimaría a este joven, pues conoce su situación, pero eso no quita que está sumamente celoso, enfurecido por qué otros lo toquen y más al saber que se atreven a maltratarlo.
Puede notar moretones, que el sudor despinta aquel maquillaje.
La respiración agitada contra la piel del menor, siente tantos deseos de tenerlo aún más cerca que en aquella posición tan buena en la que se encuentran, rápidamente cambia a una que le permita estar a su lado.
Algo similar al perrito, salvo que se sostiene mejor con sus manos y brazos estirados de la cabecera y con las rodillas flexionadas le ayudan para tener mayor agarre de ese cuerpo, pero sabe que no es suficiente.
Sus manos que están sujetando con ferocidad esas caderas, lo rodea con sus brazos, inclinándose a él y a la vez haciendo que se despegue de ese agarre.
Provoca que se eleve, aún apoyándose de sus rodillas, sin salir de él.
Esto desde luego confunde a quien recibe cada embestida, sentir el pecho de aquel rubio contra su espalda, la respiración tan cerca, el olor a esa colonia a incienso de lotos, es un producto muy cara, que le indica que para siquiera poder comprar algo así, tendría que trabajar toda su vida, casi sin comer para conseguirlo.
El cómo lo rodea con un brazo de la cintura y la diestra, sujetando el mentón para hacerlo voltear un poco hacia atrás.
Sus ojos verdes miran muy confusos al rubio, pero sus mejillas siguen tan sonrojadas, su mente se torna en banco por el inmenso placer, pero ñoco le importa esto... Solo desea que su corrida llegue, pues esta tan cerca que quiere más penetraciones feroces pero dulces, como lo hace su dueño por esta noche.
Jadea sonoramente, sus ojos entrecerrados, su piel aperlada de sudor, recorriendo parte de su cuerpo con gruesas gotas, su delgada figura tiembla, su miembro gotea y sus testículos se crispan por cómo ahora llega el rubio a un punto tan estimulante que hace que apriete para retener ese duro pene en su interior, no quiere que no le den tregua.
Todo esto lo hace lucir mucho más erótico que al inicio de la velada.
Lo sigue aprisionando fuertemente, mientras besa esos hombros, cada centímetro de esa tersa piel lo tienta a mordisquear.
Es suculento el sabor del pelilila, es sublime escuchar los sonidos obscenos y jadeos sucios provocados por esa dulce boca, todo esto solo logra que su miembro enloquezca, para no perder más tiempo.
Un poco más de estimulación, y pronto terminará.
Sin pedir permiso alguno, ni teniendo el mayor cuidado, eleva su rostro al nivel del pelilila, que es sujetado por esa firme mano, acercándose a él tanto que logra ver el sonrojo en ese precioso rostro, las lágrimas que caen por esas mejillas y el sudor perlando su frente.
Es erótico y muy delicioso.
-Mu...- Murmura aquel nombre para de forma voraz devorar esa delicada boca que no puede dejar de jadear.
Lo sujeta firme de la mandíbula, haciendo que no pueda retroceder aunque eso es algo que jamás querrá hacer.
Besar a alguien que no le es indiferente a pesar de su trabajo, que lo trata de manera amable y respetuosa, que se ha preocupado tanto por él, le enciende el corazón. Las embestidas continúan, siendo continuas pero calmadas a su ritmo.
Ambos disfrutan del contacto labial, de cada embestida y agarre.
El de ojos sollozos sujeta el brazo que rodea su cintura y el otro lo lleva a su vientre, sintiendo como en el exterior se palpa el bulto del pene en su interior.
Es intenso, es demasiado bueno ser tomado de esta forma.
Ha conocido tantas posturas a lo largo de los años al dedicarse a algo que antes le hacía sentir terrible mal y sucio...
Nunca antes nadie se había tomado la molestia de hacer algo para que él lo disfrute. Con este hombre rubio, es la primera vez que siente que su cuerpo experimenta un enorme placer, que cree que morirá de felicidad.
La venida de Mu se produce después de que una estocada diera justo en su punto dulce, donde no se puedo contener más y termina disparando directamente contra la cabecera de madera al frente.
Gime ahogadamente entre ese beso, pero no se va apartar de ninguna manera, pues jamás lo querría dejar, sus lágrimas caen en placer, pero aunque abra sus ojos y se tornen blancos, sentía que no podrá parar de correrse.
El contrario se da cuenta de esos cambios, sonrió tan satisfecho de que ese joven sea suyo.
Lo sujeta fuertemente de la cintura, dejando sus dedos plasmados, para sin apartarse del beso, penetrarlo con intensidad para de una sola vez, disparar su semilla dentro del pelilila, aunque resulte será dentro del condón que envuelve su falo.
Un gruñido se escapa del contrario... Mientras termina por segunda vez...
No rompen el beso hasta que el aire les falta.
Al momento de aquello, ambos jadean, mirándose a los ojos, esos azules lujuriosos contra los perdidos verdes... Ambos son un desastre, sus cabellos desordenados, pegados a sus espadas, pecho y un poco sobre sus rostros por el sofocante calor y sudor de sus cuerpos.
Han terminado una ronda, pero no la noche.
-¿Estas bien?- Pregunta controlando su voz y respiración lo más posible.
-Mmh... A... Ja...- Asiente algo perdido, sus caderas tiemblan, y su cuerpo se siente agitado -Si, se... Ñor- No puede controlar su voz, esta entrecortada por el inmenso placer.
Aquel rubio proyecta una lasciva y traviesa sonrisa, acercándose aún más al sonrojado rostro del pelilila -¿Cuántas veces debo cogerte para que no me digas señor?- La pregunta suena bastante molesta, pero no para intimidar al contrario -Solo dime Shaka-
De a poco va recuperándose aun siento sujetado por detrás, su conciencia se empieza a despejar, y el sonrojo se va disipando de a poco -No puedo... Aaah... Aprenderme... Los nombre de todos los clientes... No es... Necesario- Su semblante de vuelve desafiante sin dejar de estar sumido en un éxtasis.
Así como los zafiros lo miran fijamente, los verdes que se van recuperando... También intenta poseer ese aire de enfrentamiento.
Claramente, eso es algo que odia recordar y desprecia tanto.
Es verdad, Mu no debería estar recordando los nombres de cada uno de los hombres que toman su cuerpo a cambio de dinero, pero... Quiere sentirse especial para él, aunque sea solo un poco.
-¿Eso crees?- Pregunta aquel hombre con un tono un tato ronco, mientras de manera algo brusca, salir del interior del contrario, para así tumbarlo sobre aquel lecho, ya que la acción aún no ha terminado.
Un poco de confusión se refleja, al ya no tener a ese nombre dentro, y que ahora este acostado entre las almohadas, boca abajo.
-¿Qué le ocurre?- Pregunta un tanto molesto, alzando la cabeza, para ver de lado a quien lo ha cogido tan duro.
-Dices, que no es necesario recordar los nombres de quienes compran tu cuerpo- Repite a su manera aquellas palabras, mientras retira el condón usado de su pene.
Eleva una de sus cejas en forma de punto en señal de desconcierto, agregando una cara de fastidioso, aunque su mirada es desviada, pues no es del todo sincero -Lo sostengo- Lanza un suspiro, mientras puede sentir como su parte posterior se siente adolorida, pero no ha sido lastimado -No importa recordar sus nombres... Nadie recordará el mío al amanecer- Niega con la cabeza, dándole un aire de cierta tristeza, mientras fija su vista en algún almohadón cercano -Solo soy un prostituto de la calle que vende su cuerpo, y es de quien pague el precio adecuado...- Esas palabras le duele decirlas, pues son de aquellos que lo han tomado y de quien lo tienen como mercancía de buena calidad.
Aprieta sus labios en señal de frustración, como odia que Mu se refiera así mismo de esa manera.
-No valgo la pena para recordar, todos desean olvidar que se acosaron con un cualquiera la noche anterior...- Eso lo habla como si no doliera, como si fuera cualquier cosa, pero su semblante que se oculta del ojo del contrario, pues no desea que vea su dolor, sus manos las aprieta, al igual que tensa su mandíbula y su corazón herido sangra.
Puede notar como ese delicado cuerpo se tensa de una mala manera, por horribles experiencias del pasado y situaciones que no debería recordar al estar con él.
La mandíbula del rubio es apretada con fuerza, mientras que igual sus puños, sin embargo... No es que este molesto con el joven pelilila, sino que lo está con el tiempo y con aquellos que le han hecho tanto daño a un ser que han consumido hasta casi acabarlo, desea matarlos.
Mu recostado boca abajo, su piel marcada por nuevos dientes y labios, pero aún se evidencian los anteriores... El maquillaje que el sudor despinto, ocultando los moretones que posee.
Le enferma saber que existen quienes sé creen con el derecho de lastimar a alguien tan frágil como este joven Doncel.
Sus delicadas y largas piernas blancas, están algo heridas, las admira un instante, dándole espacio al joven, que no hace más movimiento que estar quiero, esperando a que de nuevo lo usen como siempre ha sucedido.
Shaka ve lo que quiere, lo que ama... Sí, ese es el sentimiento, que este joven desafortunado ha provocado en él, en el poco tiempo que se han conocido y tenido, ha aprendido tanto de él.
Odia verlo herido, odia verlo llorar, detesta como aquellos traumas que al inicio demostraba, aún siguen latentes en su ser...
Lo ha besado, lo ha abrazo, le ha demostrado que las personas pueden ser amables... Pero sigue siendo insuficiente.
-Mu- Llama con un tono demandante y grave.
-¿Si?- Responde lo más respetuoso que puede, al sentir algo de pesar en su corazón.
Se inclina hacia adelante, posando un poco su cuerpo sobre la espalda el contrario, susurrándole directamente a la oreja -Quiero que te relajes y te abras para mi- Sin pensarlo mas, mordisquea aquella oreja con cierta presión.
Un débil gemido deja escapar el pelilila, la sensación de que su oído está siendo atacado, ese cálido aliento chocando contra su cuello al hablar, lo estremece tanto... Pero sabe que debe obedecerlo por completo.
-Aaah... Si... Se... Ay...- Expresa levemente su dolor al ser mordido en su oreja con más fervor.
-No me digas señor, o si no... Morderé cada parte de tu cuerpo y será mucho más doloroso para ti- Lo amenaza, mientras deja esa maltrata oreja y su rostro va descendiendo a esa espalda de fragante olor a lavanda y sexo que despedí el pelilila.
Aquellas palabras, esa advertencia que le ha lanzado, usualmente son suficientes para alarmarlo y hacer que se detenga. Pero por más pícaro y altanero que a veces sea, sabe que debe obedecer, aunque con este rubio, eso bien puede significar diferentes cosas.
Sin embargo, el sentirse tan excitado y perdido en sensaciones obscenas, lo hace obedecer sin más.
Sus tímidas y torpes manos van directamente hacia sus nalgas, tragando saliva, para abrirlas un poco, dejando ver aquel agujero un poco hinchado y con fluidos escapando de él.
-Es... Vergonzoso hacer esto... Shaka- Pocas han sido las veces que lo llama por su nombre, pero un sonrojo en sus mejillas tiñe su piel y baja la mirada apoyando su tórax sobre la cama...
Aun siente como aquel hombre le respira contra la piel, su intenso jadeo es abrumador y aquella lengua que lame ciertas partes de su cuerpo es tan caliente y buena que estremece todo su ser.
Son apasionados y salvajes momentos íntimos.
Pocas eran las veces que se sentía de esta manera, y siempre era con este hombre.
Ahora tiene el escenario perfecto, le dio la orden necesaria, las caricias para mimarlo y provocarlo. Su pene de nuevo esta erguido y duro, listo ya con el condón para no dejar su semilla en ese interior, aunque desearía hacerlo para marcarlo como suyo, que este con él en todo momento, pero no, no arruinara la sorpresa que le tiene.
No necesita prepararlo, no necesita ser delicado con él... Odia reconocerlo, pero su cuerpo es erótico por que otras manos lo han tocado antes, eso le produce tanta cólera, que solo desea que sus toques sean los únicos que estimulen cada centímetro de esa delicada piel.
Se acomoda contra ese redondo y frondoso trasero, con esas manos apretándolo para que tenga libre acceso, de a poco se va adentrando, para volver a profanar ese cálido interior, pero apenas la punta de su miembro penetra ese cuerpo, siente la calidez a través del condón, no soporta más y lo deja ir de golpe, llegando hasta aquel punto tan sensible que Mu posee.
Aprieta las nalgas, el ser tomado de esa manera, y gracias a lo sensible que ya está por la corrida anterior, el que las sábanas rocen sus pezones, una pequeña corrida se da por parte de su miembro, haciendo que se estremezca y arque su espalda, al igual pierde las fuerzas de aquel agarre.
Un gemido escapa de sus labios, sus orbes se cristalizan y cierra los párpados para disfrutar de nueva cuenta una buena cogida proporcionada por su actual dueño.
-¿Tan rápido y ya te has corrido?- El tono de burla socarrona, por conocer cada espasmos que el pelilila demuestra.
-Aaaah... ¿Cómo no va a suceder sí... Ooohum- Gira la cabeza hacia el flanco izquierdo para ver a su amante, pero no logra hablar cuando siente como las rodillas del rubio aprietan sus caderas y esto provoca que su ano y nalgas sean más apretados, lo que logra que las embestidas sean aún más placenteras.
Aprieta sus dientes, dejando escapar saliva de sus comisuras a la vez que jadeos pues este hombre está yendo demasiado rápido y sin ningún control.
-Grrr Uuuhmmm... ¿Te gusta?- Pregunta, entrecerrando los ojos, frunciendo el ceño, haciendo que sus estocadas vayan tan profundo como puede, y siente que toca el nirvana al apretar más esas caderas, es como si su pene fuera succionado ferozmente por el pelilila.
-¿Qué... Mmmh... Haces?... Ahmm...-No puede pensar con claridad, sentirse así de bien debe ser el peor pecado en su vida. Su pene frotándose contra las sabanas al igual que su piel... La fricción de las estocadas en su ano y nalgas, lo estrecho que se vuelve y lo duro que es el miembro ajeno, las descargas eléctricas que siente cada que toca su próstata, es sublime, es completamente enloquecedor.
Y ¿Cómo es posible que hasta hoy conozca esta técnica?
Si, ya tenía algún tiempo desde que su cuerpo perteneció a quien pagara más por su virginidad.
-Solo cállate y disfruta Mu...- La orden de nuevo con ese tono demándate y serio, sujeta las sábanas a los laterales del pelilila.
No puede hablar más, solo tiembla y deja salir fuertes gemidos, ya que su cuerpo se siente tan caliente y agradable que desea que así sea por siempre.
Alguien que se preocupe por hacerlo sentir bien, que le de tanto amor en actos tan impuros, que sea dominante con él, pero a la vez amable. Simple y sencillamente, quiere el corazón de alguien que lo ame de verdad.
Las estocadas aumentan, los pliegues de su interior son apretados y luego un poco sueltos por al agarre de las rodillas del mayor, un vaivenee, que se combina con el frenesí de la fricción y el placer.
El pelilila no levanta su rostro, está perdido en las sensaciones que tiene en todo su cuerpo, solo alza levente la cabeza, para morder la almohada que tiene adelante, siente que se desmayará por las penetraciones que no tienen piedad con él.
Los gemidos vuelven, los roncos jadeos también, el sonido obsceno de pieles chocando, el sudor recorriendo sus cuerpos y la manera en que ambos se dejan llevar por tanto placer.
Las esmeraldas se cristalizan con lágrimas de éxtasis que caen por sus rojas mejillas, simplemente se quiere dejar llevar por su cuerpo que se siente tan bien, que ahora mismo no es solo un instrumento para hacer sentir bien a otros sin importar lo que él desee. Es delicioso sentirse tan amado y cuidado.
Los zafiros miran con decisión esa pálida espalda que lleva mechones de cabellos lilas pegados, y otros cayendo como cascada de lavanda a los laterales.
Mu es magnífico, ese joven es perfecto, es a quien más quiere poseer, más que cualquier otro deseo en su vida.
Quiere que entienda que hacer el amor y tener solo sexo, son dos cosas muy diferentes, puede ser tan dulce y salvaje, que completa las veces que le dijo amarlo y no eran sólo burlas y tonterías.
Debe entender que al ver sus ojos, no está solo viendo a un chico que vende su cuerpo, sino una persona tan bondadosa, amable y dulce que ama. Que desea mantener a salvo y que sin importar que deba hacer o dar, lo hará solo por él.
Cada estocada va más profunda que la anterior, el pelilila ha tenido otros orgasmos, que apenas si salen rastros de semen, pues está en las últimas.
Necesita apretar más sus rodillas contra esas amplias caderas, para aprisionarlo y así ambos disfruten hasta el final.
Poco a poco, el placer sexual se intensifica y ambos cuerpos gozan hasta el frenesí de lo inhumano.
Una penetración que llega de nuevo a tocar aquel punto dulce del menor, acompañado de gemidos ahogados por los orgasmos secos que se les han presentado de golpe, junto a la eyaculación del rubio que termina dentro del pelilila, aunque el condón ayuda a que no caigan residuos.
Ambos están agitados, jadeando por qué han terminado extasiados por la entrega sexual.
Uno sale de ese interior tibio y húmedo, mientras ve como el cuerpo del más pequeño sigue respirando agitado, contrayéndose por el inmenso placer que han experimentado.
Con cuidado se levanta de aquella posición.
Escucha como Mu jadea sonoramente, es una dulce melodía para sus oídos, que disfruta tanto provocar cada vez que se puede.
Sonríe triunfante, pues lo ha hecho sentirse tan bien, que aún está perdido entre esas sabanas y almohadones.
No va a perder más tiempo, quiere estar tan cerca de Mu como sea posible...
Levemente se inclina hacia el de cabellos lilas, para seguir depositando ligeros besos y unos tiernos mimos en esa piel.
Para el menor, aquellas atenciones son mucho más de lo que siempre recibía...
Con cualquier otro esto era algo que jamás pasaría, pero con Shaka... Con este rubio, es algo que nunca ha faltado, le da un poco de ese cariño que deseaba tanto.
Como si ambos fueran de verdad amantes, y no sólo acostones ocasionales.
Su corazón sufre, pues se supone que eso jamás llegaría a pasar en su vida.
Que al final Shaka se aburraría de él, y lo dejaría solo...
Por esa razón aprieta sus labios y su corazón late desesperado, mientras cierra sus ojos y deja que las pequeñas gotas de sal escapen.
Lo puede notar, logra ver como las lágrimas surcan esas rosadas mejillas, lo conoce... Se a tomó el tiempo necesario para hacerlo, fuera de estos acostones. Intentaba estar al pendiente de él. Shaka, tiene recursos para poder encontrarse casualmente con él en diferentes circunstancias sin meterlo en problemas...
Han hablado y sabe que tiene terrores muy arraigados en su corazón. Pero el rubio está sumamente decidido en hacer que desaparezcan sin importar el precio a pagar.
-Mu, ven conmigo- Le ofrece de nuevo aquella propuesta.
No es sorpresa, varias veces ha escuchado esas palabras de otros, pero siempre ha sido para una burla o humillación, y aunque de parte del rubio eso nunca ocurrirá, teme creerle -Eso... Es imposible-
Un beso le deja en la suave piel -Nada es imposible-
-Es fácil para ti decirlo...- A veces solo olvida que debe ser respetuoso y se deja llevar -Usted, no tiene una deuda que es más grande que lo que podría ganar en toda mi vida- Su tono es molesto y lastimero, pero se mantiene altanero.
Una sonrisa a medias, para tomar uno de esos mechones lilas y acariciarlo –Por algo como eso ya no te debes preocupar- Su tono es confiado, como si nada le preocupara ahora.
Aún estando adolorido y cansado, intenta incorporarse levemente, para encarar al contrario, pues esto ya le hizo enojar en cierta forma.
-¡¡¡NO ESTÉS BROMEANDO CON MÍ...!!! Lo que debo hacer...- Aprieta sus labios y retiene las lágrimas pues de solo pensar en cómo lo han lastimado, siempre va a demostrar que no le importa si lo quieren seguir matando de a poco -Para saldar esa deuda... Es... Algo que... Odio tanto- Aprieta sus dientes casi rechinándolos, a la vez que sus ojos se aguadan, no quiere dejar ver que esto le afecta.
-Ya no tendrás que hacerlo- El verlo de frente, que le demuestra en su rostro lo cansado que se encuentra, pero aunque su semblante sea de absoluto dolor, por el cruel destino que ha vivido. Shaka, no va a perder más tiempo, de inmediato lo rodea con sus brazos a pesar que ambos estén acostados en esa cama tan suave y enorme.
Esto toma desprevenido al pelilila, nunca entenderá como es que este hombre se comporta así de la nada, serio, reservado pero muy amable y atento con el.
Mu siempre ha pensado que no tiene nada especial, para que lo trate tan dulcemente.
-¿De qué hablas?- Pregunta confundido, pues esos zafiros lo ven con una enorme decisión que asustaría a cualquiera.
-Tu deuda ha sido pagada, ya no le debes nada a ese malnacido, eres un Doncel libre ahora- Le habla serio, pero con suavidad, pues había decidido aguardar en contarle esta buena noticia para tener una noche perfecta, pero ultima en esta condición... Ya que tenía bastante miedo, de ser rechazado por el hermoso joven a su lado.
-¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡¿DE QUÉ HABLAS?!!!- El rostro del pelilila se asombra, abre esas esmeraldas de golpe, pidiendo de inmediato una buena explicación.
-Investigue todo lo necesario para poder liberarte de este infierno. La única manera en donde no salieras herido, sería saldar tu deuda y para que no te vuelvan a lastimar, pagar más para comprarte- Niega rápidamente con la cabeza, sin soltar al pelilila, para luego girarse al buro que tiene un lado, en donde se encuentra una caja de condones, pero eso no importa, sino... Algo más pequeño -Aquí tengo la llave de tu libertad, ya no deberás usar esa vulgar tobillera y mucho menos permitir que alguien te toque...-
Mu simplemente no lo puede creer, no puede creer lo que ve a su delante.
Esa llave, esa que varias veces se la mostraron para burlarse de él, sobre que nunca podrá ser suya. Ahora es depositada entre sus manos, para quitar el "Collar" que indica que tiene dueño.
Esta mudo, ¿Cómo es posible que todo esto esté pasando?
¿Acaso este hombre de verdad lo está liberando?
¿De verdad le importa a ese grado?
Significa entonces que... Sus palabras, son ciertas ¿De verdad...?
-Salvo por mi- Habla firme, mientras vuelve abrazar ese cuerpo con fuerza, como si temiera que se lo arrebataron.
-¿Eh?- No entiende nada, primero le da su libertad y que no volverá a ser tocado por nadie más, pero ahora... Shaka le dice que solo él podrá tocarlo.
-Sé que no es la forma correcta de pedir esto, pero quiero que vivas conmigo. Te daré la libertad de ir y venir a donde tú quieras, estudiar lo que deseas, trabajar de algo que te guste y sea agradable para ti, pero... Después de todo eso, al anochecer... Debes volver a nuestro hogar y ser mío, como mi pareja oficial- Deposita un suave beso en la frente del más joven, justo arriba de esas curiosas cejas en forma de puntos.
Las esmeraldas, simplemente no pueden creer lo que acaba de escuchando... ¿Acaso... Ese sujeto está loco?
Como es posible que pagará toda esa cantidad de dinero y su existencia, para dejar que pueda andar libre por el mundo, pero... Seguirá siendo suyo, pero serán algo más que amantes... Una pareja.
-Estas loco- Es lo que responde, ante la mirada algo confusa del rubio, aunque sus ojos rápidamente se empiezan a cristalizar para seguir hablando -¿Cómo puedes... Decir... Que quieres... Darme todo...? Que viva en tu... Casa...- Baja la mirada, aprieta sus labios y se siente realmente terrible -Que sea libre e independiente... Que me quieras a tu lado, que sea tu pareja oficial...- Niega con la cabeza apartándose levemente de ese agarre -¡¡¡YO NO MEREZCO SER LA PAREJA OFICIAL DE NADIE!!! ¡¡¡MUCHOS HOMBRES ME HAN HECHO SUYO!!!- Esta alterado, pensando miles de cosas que a lo largo de su vida ha escuchado -¡¡¡¿CÓMO PUEDES PENSAR QUE YO SOY DIGNO DE SER TU COMPAÑERO DE VERDAD?!!! ¡¡¡NO LO MEREZCO!!!- Siente que su corazón se rompe, sintiéndose tan poca cosa para una persona que empezó a apreciar y querer, que siempre le mostró la amabilidad humana, que desearía no dejarlo de ver nunca, aunque fuera por solo una noche más serle de utilidad.
Sus lágrimas salen de manera torrencial, dejándose envolver nuevamente por esos brazos delgados pero fuertes, para sentir ese calor y tranquilidad que a veces lo hace creer que nada malo existe ya en su mundo.
Le da tanto malestar que Mu se sienta así, que crea que por esta esclavitud que debió vivir, no es merecedor del amor que le está ofreciendo.
Shaka acepta por completo que ama a Mu, por eso busco la forma de liberarlo de aquello y hacerlo feliz, pero no por eso lo pude dejar ir tan fácilmente. Sera suyo, pero el Doncel puede tener una vida normal como su novio, su pareja, su esposo, su todo...
-Claro que lo mereces- No piensa decir más, esa es su forma de ser. Dejará que el menor se desahogue tanto como lo desee. Está atrapado entre sus brazos, sabe que allí está seguro, que nada malo ocurrirá, pues... Ahora lo tiene a él para cuidarlo y protegerlo.
El besar la cabellera lila, el darle espacio para que llore todo lo que desee, y corregirlo cuando diga que es poca cosa, es muestra de su inmenso amor que desarrollo pro este joven Doncel.
No va a dejar, ni permitirá que de nuevo lo hieran, ahora Shaka hará todo lo posible para que la verdadera sonrisa de su dulce Mu renazca una vez más.
-Te amo Mu, eso lo debes recordar siempre- Una susurro solo para que el pelilila lo escuche y se sorprenda, intensificando aún más su llanto, se aferra fuertemente al contrario, mientras hunde su rostro contra del pecho desnudo del rubio.
-Yo... Yo... También a ti...- Murmura eso contra esa tostada piel, y en su corazón la felicidad al fin a llegó.
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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?
Kiaaaa, por fin estamos teniendo este capitulo tan hermoso, que lo había estado escribiendo desde principio de año, pero hasta hace poco lo termine y tocaba publicarlo.
Espero que lo disfrutaran mucho.
Este One Shot es dedicado a una de mis terroncitas de azúcar _ImBBooks_ Jjajajajajajaj debo admitir que con el cambio de nombre se me dificulto encontrarte, tenias otros anteriores y esta chido.
Así que... Disculparme de verdad amiga... Jajjajajaja Yo aquí dándote tu regalo de cumpleaños casi un año después... Pero mas vale tarde que nunca ¿No?
Pero también que te vamos a cantar la canción oficial de la familia terrón de azúcar.
Una día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades _ImBBooks_, tu cumpleaños si que si.
Una día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades _ImBBooks_, tu cumpleaños si que si.
Espero que te guste mucho y claro que te daré otro regalo por tu cumpleaños este año, pero espero puedas tenerme mucha paciencia.
Amiga disfruta mucho este regalito.
Ademas... Recuerden pasar a dejar un like, comentario, suscribanse, compartan el vídeo de la semana pasada, que el de esta semana se viene divertido.
Aquí esta el link: &t=162s
El nombre del vídeo:
Audio Fanfic Saint Seiya. Una Papá Para Kiki, Capítulo 4 (Cáncer) [ShaMu] {ShakaXMu}
Y el nombre de mi canal es: AMMU TEIKOKU YUDAINA
En fin pásenlo bonito, pero tampoco se me olvida que hoy es el cumpleaños de sus gemelitos hermosos y claro que les cantaremos la canción oficial de la familia terrón de azúcar.
Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Saga, tu cumpleaños si que si.
Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Saga, tu cumpleaños si que si.
Y para el gemelito menor no se olvida nada.
Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Kanon, tu cumpleaños si que si.
Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, felicidades Kanon, tu cumpleaños si que si.
Bueno terrones me paso a despedir, no sin antes agradecerles su enorme apoyo y cariño.
Por favor, cuídense muco hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan de mas.
Los mega quiero mucho.
Ammu se va.
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