④③ + Q&A III
« Candice »
— Niall tiene novia, Niall tiene novia, Niall tiene novia – seguía cantando Harry, diez minutos después de la confesión del rubio, mientras ya estábamos en el coche, de camino al pueblo.
— Harry, ya puedes callarte.
— Niall tiene novia, Niall tiene novia, Niall tiene novia...
Harry, por supuesto, ignoró por completo a su amigo y siguió cantando. Louis le hacía los coros, mientras Belle solo reía. Niall iba golpeándoles a ambos, intentando que se callaran, pero sin conseguirlo ya que se iban alternando para cantar. Yo simplemente conducía intentando no prestarles demasiada atención.
Cuando, al fin, llegamos al pueblo más cercano a la casa, buscamos un supermercado y aparqué en el estacionamiento de éste. Al bajarnos del vehículo, Belle y yo nos adelantamos, caminando lejos de ellos, ya que seguían haciendo ruido y nos daban algo de vergüenza ajena.
— Madre mía... están locos – murmuró Belle, agarrándose de mi brazo.
— Oh... – aclaré mi garganta, algo incómoda – sí... bastante.
— Vamos a por un carrito.
Belle me llevó hacia donde estaban los carritos y cogimos uno de ellos. Yo misma me puse a empujarlo, empezando en el primer pasillo, mientras oía a los chicos unos metros por detrás de nosotras, sin dejar de canturrear la canción de Harry.
— Mejor escogemos nosotras la comida... – dijo Belle, echando una cajita de nueces al carrito – así tendremos algo más que carne y guarradas.
— Sí, mejor... – asentí.
Belle me sonrió y, como llegamos al pasillo de las verduras, empezó a echar en el carrito todo tipo de verduras. De pronto, sentí unos brazos rodeándome la cintura, y vi como Niall agarraba la muñeca de Belle, que estaba a punto de poner un brocoli sobre el resto de verduras.
— ¿Pero esto qué es? – dijo Niall.
— ¿Queréis intoxicarnos? – rió Harry detrás de mí.
— Queremos comer sano – les respondió Belle, encogiéndose de hombros –. Comer solo pasta, pizza y patatas fritas no es bueno para la salud.
— Pero nos gusta comer pasta, pizza y patatas fritas – le reprochó Niall, haciendo que devolviera el brocoli a la estantería y dándole un beso en la mejilla –. Vamos a por ello.
— ¡Niall! – se quejó ella, frunciendo el ceño.
— Somos tres contra dos... – sonrió Louis – ganamos.
— ¿Harry? – dije algo autoritaria, medio girándome hacia él.
— ¿Sí, muñeca?
— ¿Pasta, pizza y patatas; o verdura? – pregunté seria.
— ¿En serio? – hizo una mueca – No me hagas esto, Candy.
— Decide.
— No me seas calzonazos, Harry – le advirtió Niall –. Te parto la cara, ¿eh?
— ¡Me parte la cara, Candy! – se quejó mi chico.
— Decide.
— Verdura... – murmuró de mala gana.
— Pues eso, tres contra dos – sonreí yo, hacia Louis.
— ¡Harry, no puedes hacer esto! – se quejó éste – ¡No me puedo creer que esto esté pasando!
— Lo que dice mi muñequita va a misa – afirmó, abrazando más fuerte mi cintura –. Si ella dice verdura, es verdura.
— Harry, como no retires eso, juro que te patearé las bolas – le amenazó Niall.
— Oye... bueno, ¿no podemos comprar un poco de cada cosa? – sugirió Harry, asustado por la amenaza del rubio.
— Mientras nos dejéis comprar verduras, está bien por mí – aceptó Belle.
— Por mí también... – asentí.
— Gracias a dios... – escuché que murmuraba Harry, soltando mi cintura.
Belle y yo seguimos cogiendo las verduras que necesitaríamos para cocinar, mientras que los chicos se fueron en busca de bolsas de patatas, chocolates, carne, pizzas pre cocinadas, y demás; hasta que nos encontramos en el último pasillo, que era el de las bebidas. Ellos, a pesar de haber mil en la casa, cogieron algunos paquetes con más latas, mientras que Belle buscó varios tipos de tés. Yo solo me aseguré de que cayeran también algunas botellas de agua. Entonces nos dirigimos a la caja a pagar. Mientras hacíamos cola, Harry volvió a ponerse detrás de mí, y a rodear mi cintura con sus fuertes brazos. Yo sonreí levemente, poniendo mis manos sobre las suyas y acariciándolas lentamente. Sus labios empezaron a dejar varios besos en mi mejilla. Entonces empezó a tirar de mí levemente hacia atrás, separándome un poco del grupo, para luego darme la vuelta y darme un corto beso sobre los labios.
— Preciosa.
— Cállate, tonto... – murmuré, algo tímida. Me costaba acostumbrarme a las muestras de afecto en público.
— ¿Pero qué te pasa? – rió, abrazándome más fuerte.
— ¿No puedes dejar los besos para cuando estemos solos?
— No.
— ¿Por qué no?
— ¿Por qué debería hacerlo? Nunca fui bueno en resistir tentaciones... y tú eres la mayor de ellas.
Tras eso, ahuecó su mano derecha sobre mi mejilla y se acercó a mí, a besarme de nuevo, pero aquella vez por más tiempo. Sus labios y los míos se unieron como si hubieran estado separados por años y no hubiera nada que ansiáramos más que aquel reencuentro. Me puse de puntillas para que él me pudiera alcanzar más fácilmente y apoyé mis manos en su torso, a la vez que cerraba los ojos y dejaba que me besara. Para ser sinceros, yo tampoco era buena resistiéndome a Harry.
— ¡A ver, se supone que si íbamos todos era para que yo no fuera un aguanta velas! – se quejó Louis, agarrando mi muñeca y tirando de ella para separarme de Harry. Entonces me giré y vi a Niall y Belle separándose, supuse que ellos también habían estado besándose.
— Eh, tú ya sabías que venías con dos parejas... – se defendió Harry, haciendo que Louis me soltara y pasando su brazo por encima de mis hombros – es tú culpa. No haber venido.
— Nosotros hemos empezado antes a besarnos – nos defendió Harry –, tenemos derecho a seguir haciéndolo mientras hacéis cola.
— Ni de broma. O todos o ninguno – le reprochó Niall.
— ¡Es injusto!
— No lo es, Styles. Injusto es que vosotros podáis, y nosotros no. Así que, o todos, o ninguno.
— Ninguno – sentenció Louis, cruzándose de brazos.
Harry asintió levemente, algo enfadado, y simplemente se quedó de pie a mi lado, con su brazo encima de mis hombros y acariciando mi brazo. Belle abrazó la cintura de Niall y apoyó su cabeza en el torso del chico, y Louis nos miró a ambos, haciendo un puchero; entonces Harry pasó su otro brazo por encima de los hombros del chico y le acercó a nosotros.
— No estás solo, tonto – le dijo mi chico, haciendo que yo me muriese de ternura –. Aunque tengamos chica, no te vamos a dejar de lado.
— Sí lo hacéis – se quejó Louis, abrazando a Harry de vuelta.
— ¡Que no!
— Mira Niall, no me hace ni caso.
— Niall, dale un abrazo a Louis – exigió Harry.
— No estoy para mariconadas.
— ¡No me quiere!
— ¡Dale un abrazo!
— Vale, vale... mira que sois pesados... – negó Niall.
Louis soltó a Harry y se acercó al rubio, que abrió los brazos y abrazó al más bajo. Sin embargo, Niall no tardó demasiado en separarse del chico y abrazar la cintura de Belle de nuevo. Entonces, la cinta se quedó vacía, así que empezamos a poner todos los productos sobre ésta, y la cajera fue escaneándolos, mientras los chicos seguían poniendo las cosas, Belle y yo guardábamos las que la cajera ya soltaba, en bolsas.
Después de un duro viaje de vuelta, al llegar a casa, fuimos Belle, Harry y yo quienes colocamos todo en las estanterías y en la nevera. Mientras Niall y Louis molestaban a Zayn que parecía seguir durmiendo. Al terminar de colocarlo todo, Belle se fue a buscar a Niall, y Harry aprovechó que nos quedamos solos para ponerme contra el mármol de la cocina, y agarrar mi cintura con algo de fuerza.
— Por fin solos, muñeca... – susurró con voz lenta, rasposa, e íntima; a la vez que agarraba mis muslos y me levantaba para dejarme sentada sobre el mármol.
— ¿Qué pretendes, muñeco? – dije en tono de burla, apartándole e intentando bajar.
— Besarte hasta dejarte caliente, y parar entonces, para que sientas lo que yo siento.
— ¡Harry! – reí, echándome hacia atrás cuando intentó besarme – Ni hablar. Eres un idiota.
— Ven aquí ahora mismo... – gruñó, agarrando mis piernas y tirando de ellas hacia su propio cuerpo, para juntarnos.
— Déjame... – susurré.
— Nunca.
Harry subió una mano hasta mi mejilla, de nuevo, y la acarició muy poco a poco con su pulgar a la vez que empezaba a besarme. Al contrario de lo que creí, no me besó de una manera acelerada, sino que lo hacía muy poco a poco, demasiado poco a poco. Llevé mis manos a su nuca, hundiendo mis dedos en sus suaves rizos, e intenté acelerar solo un poco el beso; ya que era desesperadamente lento, pero él no me dejó. Subió la mano que tenía en mi pierna, acariciándola entera, hasta ponerla en mi cintura, haciendo que toda la zona que abarcaba, sintiera el calor que su piel me trasmitía, por lo que sentí que sobraba algo de ropa, ya que quería sentir su mano sobre mi piel. Me moví hacia adelante, para quedar sentada en su cintura, por lo que su entrepierna rozó mi muslo, haciendo que Harry soltara un grave jadeo sobre mis labios.
— ¿Ya estás caliente...? – preguntó en un susurro – Porque yo sí. Podría hacerte el amor ahora mismo... solo si lo pidieras.
— No quiero hacer el amor... – negué.
— Eres tú la que se ha puesto en esta postura... es muy recurrente a la hora de hacerlo, ¿sabías?
— Pues bájame.
— No sé si puedo ahora mismo... – susurró, apoyándome contra el mármol, sin bajarme de su cintura.
— Harry, basta.
— Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, muñeca...
— ¡Harry, Candy...! – chilló Louis, entrando en la cocina – Oh vaya, interrumpo... Venga, ya os he cortado el rollo... separaos... aire... ¡Venga! – Harry bufó y me bajó de su cintura para mirar hacia su amigo – Vaya... sí que estás animadillo, ¿eh Harry? – se burló, en referencia a su entrepierna.
— ¿Qué quieres, Louis?
— Comer.
— Pues... hazte algo de comer.
— Cocina tú, Harry. Que se te da mejor.
— ¿Pero qué broma es esta? ¿Ahora soy tu sirviente...?
— Sí, esclavo, cocíname.
— ¡Pon una pizza al horno, Louis! – bufó Harry – ¡Ya vienen preparadas, no tienes que hacer nada!
— ¿Y si se me quema?
— Pues pones otra, menos tiempo.
— Bueno... lo intentaré. Pero si incendio la casa, no me culpéis.
Harry agarró mi mano y salió de la cocina junto a mí. En el sofá, Belle y Niall estaban besándose. Ella estaba estirada sobre él, y las manos del chico estaban por dentro de la falda de la rubia, agarrándole el trasero. Fruncí el ceño al ver lo descarados que eran.
— ¿Podemos hacer eso, pero en la habitación? – sugirió Harry, empujándome cuidadosamente hacia el cuarto.
— No, no podemos.
— ¿Por qué no? – se quejó.
— Porque no quiero.
— Que sosa eres.
Le miré con los ojos fruncidos, y entré en la habitación. Entonces me fui a la cama y me senté sobre ésta, haciendo que Harry me mirara con una sonrisa torcida. Caminó hacia mí, quitándose el cinturón. Yo reí y le lancé una almohada.
— ¡Ni lo sueñes, Styles! – carcajeé, al ver sus intenciones claras.
— ¡Pero si has sido tú la que te has ido directa a la cama! ¡Eso es una indirecta clarísima! – se quejó, devolviendo la almohada a la cama.
— Porque quiero escribir... – me encogí de hombros – y me gusta hacerlo en la cama.
— A mí también me gusta hacerlo en la cama... – sonrió, poniéndose de rodillas sobre el colchón, con la intención de inclinarse a besarme. Pero yo le empujé.
— ¡Escribir, Harry! ¡Basta! Por dios, estás muy caliente últimamente.
— ¿Cómo no voy a estarlo? ¿Te has visto, preciosa? – susurró, agarrando mis piernas para arrastrarme hacia él – Podría pasar todo el día haciéndote el amor.
— Sí... pero no vas a hacerlo – negué con la cabeza.
Harry agarró mi camiseta y, con una habilidad increíble, me la quitó en unos solos segundos. Abrí mucho los ojos e intenté taparme con la sábana, pero las manos de Harry agarraron mis muñecas y me mantuvo inquieta sobre la cama, a la vez que me sentaba en su cintura. Sus labios sonrieron traviesamente y me guiñó el ojo.
— ¿Ahora qué, muñeca? – se burló.
— Ahora me sueltas, y dejas que me ponga la camiseta – exigí autoritariamente.
— ¿No me vas a dejar ni darte un besito? – hizo un puchero, subiendo sus manos de mis muñecas, acariciando mis brazos.
— Ni un besito – negué con la cabeza, apartando sus manos de mi cuerpo –. Ni quiero que sigas viéndome así. Tiene que ser un momento más especial, Harry.
— Lo sé... – sonrió – lo siento muñeca, a veces es más difícil controlarme... – susurró, saliendo de encima de mi cintura – Pero nuestra primera vez, será preciosa, romántica, y lo más bonito que nos habrá pasado a los dos en la vida.
_______________
holALALALALLALAAL muÑECas <3
¿Cómo estáis todas? asjdfklag, yo estoy asqueada, mis padres han puesto una peli española que salían cosas muy desagradables ;-; que mal. Ojalá hubiéramos visto frozen okay :'( ahsjdgkdg btw como estoy haciendo Q&A en otras novelas, hago otro aquí. Podéis hacer preguntas a:
Candy
Harry
Belle
Niall
Louis
Liam
Zayn
Autora (yo)
Ayasdofag, yyyyyyy ¿qué tal el capítulo? ;-; los chicos son unos tontos y Harry es súper mono dándole la razón a candy aunque no quiera es que me lo como a besos socorro. ¿Cómo creéis que será la primera vez de Handy? ¿Cómo os la imagináis, perfecta; o un desastre? :p
y bue, tengo un grupo de whatsapp con algunas lectoras, así que si alguien quiere entrar, que me envíe su número y su nombre por privi, por fis ;-; y si queréis un capítulo dedicado, pedidla en un comentario <3
» capítulo dedicado a strongeststar
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top