⑥①
« Candice »
— Go on now go, walk out the door – cantaba Harry, a todo volumen, entregándose en alma y cuerpo a la canción –. Just turn around now, cause you're not welcome anymore – estaba, además de cantando, haciendo bailes bastante ridículos, si es que podían clasificarse como "bailes" – Weren't you the one who tried to hurt me with goodbye. Did you think that I'd crumble? Did you think that I'd lay down and die? Oh no, not I. I will survive.
Harry estaba dándolo todo con aquella famosa canción de Gloria Gaynor. Ya éramos de los últimos, la mayoría se había marchado; pero yo me había decidido por quedarme a bailar con Max y Harry mientras tanto había seguido bebiendo. Por lo que estaba indecentemente ebrio. Pero también estaba indecentemente adorable.
— Amor, venga... Ya es muy tarde, estoy cansada – rogué, agarrando su muñeca.
— Oh as long I know how to love, I know I'll stay alive – siguió, ignorándome y cantando sobre mis labios.
— Vamos a dormir...
— I've got all my life to live. I've got all my love to give...
— ¡Harry, por favor!
— Está bien, está bien – rió, acariciando mi mejilla –. Vámonos a dormir, muñequita.
Suspiré aliviada con su respuesta y enlacé su mano con la mía, emprendiendo el camino de vuelta a casa. Mientras andábamos a un paso normal, sentía la tranquilidad del lugar. Era lo único que me gustaba respecto al pequeño pueblo. Poder caminar sin chocarte con nadie. El suelo era de un antiguo empedrado, o incluso de arena en algunas calles más lejanas del centro, pero había pocas zonas con asfalto algo reciente. Los árboles que había por los lados de la calle, cobijaban a los pájaros que ya empezaban a piar, ya que el sol empezaba a asomarse tímidamente tras la montaña que se veía al horizonte. Sonreí, sintiéndome en paz. Me encantaba aquel paisaje, a pesar de no soportar a la gente del lugar. Y estar ahí a solas con Harry, era simplemente maravilloso.
— ¿Sabes qué quiero hacer? – dijo, haciéndome dar una vuelta sobre mí misma y luego colocándose detrás de mí para abrazarme y seguir caminando de aquel modo, abrazados.
— ¿Dormir? – pregunté, esperando que la respuesta fuera afirmativa.
— No. Quiero hacerte el amor.
— ¿No estás muy borracho?
— Oh no, para nada, pequeña – rió –. Estoy perfectamente, y creo que es la manera idónea de acabar este día tan bonito.
— En cuanto lleguemos a casa te quedarás dormido, Harry – reí levemente.
— No – susurró a mi oído –. Cuando lleguemos a casa te haré el amor. Muy suave y muy lento, y haciéndote disfrutar como nunca. Porque aunque no lo sepas tienes a un hombre que cumple muy muy bien en la cama – rió levemente –. Y quiero hacerte el amor hasta que el anochezca de nuevo.
— Estás loco, Styles – reí, sin tomarle en serio.
Él ya no dijo nada más, simplemente seguimos caminando. No tardamos más de cinco minutos en llegar a la casa de mis padres. Él se dirigió directo hacia la puerta, caminando enérgicamente. Yo, sin embargo, agarré su muñeca y tiré de él en otra dirección. Harry me miró algo extrañado, sin entender qué estaba haciendo, pero solo hice que me siguiera. Crucé hacia el jardín trasero de la casa, hacia donde estaba el antiguo granero. Durante mi época en el instituto, había arreglado el sitio, y lo había convertido en mi pequeño "refugio". Ahí era donde me iba cuando quería estar tranquila, para leer o escribir, sin que nadie me molestara. Y como muchas veces me quedaba dormida leyendo, había una cama. Y pensando fríamente, Harry y yo estaríamos mejor allí, sin que mi madre molestara a la mañana siguiente.
Al abrir la puerta del granero, Harry sonrió levemente y me empujó con suavidad desde mi cintura, para que entrara; y luego se apresuró en cerrar la puerta. Yo di la luz. Como nadie usaba aquel lugar si no era yo, las bombillas seguían siendo las mismas que antes de que yo me fuera. Era una luz muy tenue y suave. Y lo mejor del lugar era que el techo estaba hecho de cristal, por lo que se podía ver todavía la luna, que ya estaba siendo echada paulatinamente por el sol. Y algunas estrellas que seguían brillando. Harry vio la cama que estaba en el centro, bajo la gran ventana, y me llevo de la mano hacia ella. Yo sonreí, siguiéndole. Entonces me hizo sentarme sobre el colchón y agarró mis mejillas con fuerza, agachándose hacia mí.
Entonces empezó a besarme. Yo cerré los ojos y dejé que el mundo desapareciera para que solo existiéramos nosotros dos. Su cálida respiración se mezclaba con la mía, mientras sus labios tomaban el control de la situación, marcando el ritmo que él quería llevar. Luego se separó de mí y se quitó la americana del traje, lanzándola al suelo. Seguidamente, llevó sus manos al primer botón de su camisa, y empezó a desabrochársela, poco a poco. Yo, lo único que podía hacer era mirarle. Su camisa quedó totalmente desabrochada, por lo que echó la tela hacia atrás, tirándola al suelo también. Poco a poco, mirándome a los ojos, desabrochó sus pantalones, y se deshizo de ellos, dejándolos junto al resto de su ropa, y quedándose solo con su ropa interior. Entonces supe qué iba a pasar, y estaba más que lista.
Antes de hacer nada, quise tomarme el deleite de observarle. Harry era escultural, y tener la oportunidad de verle de aquel modo, era realmente única. Me sentía muy afortunada. Primero dirigí mi vista hacia arriba, viendo su largo y sedoso cabello caer sobre sus amplios hombros. Era ancho de espaldas, pero justo lo necesario. Su mandíbula estaba muy marcada, y era suave y delicada. Era como la mezcla perfecta, ya que su piel era casi infantil; sin embargo, la forma era tan masculina que parecía querer llevarme a la locura. Un poco más abajo, su pecho se contraía y relajaba al ritmo de su tranquila respiración. No estaba haciendo ningún movimiento a parte de ese. Harry sabía que estaba estudiándole, y me dejaba hacerlo a mi gusto. Seguí descendiendo hasta que llegué a la marcada V que marcaban sus oblicuos, haciendo que me mareara. Bajo su ombligo se creaba un fino camino de vello, el cuál acaricié con las yemas de mis dedos, a la vez que me ponía de pie, subiendo la mano por sus abdominales. No estaba demasiado musculado, no me gustaban los hombres en los que solo se veía músculo, sin embargo, su torso se veía en la proporción perfecta con el resto de su cuerpo. Puse mis manos sobre sus bíceps, sintiendo la fuerza de éstos, y el calor que toda su piel desprendía. Sus brazos se tensaron al ponerse alrededor de mi cintura, sujetándome firmemente.
Entonces me alcé sobre las puntas de mis pies, queriendo acercarme a sus labios y besarle; pero él no me dejó. Fruncí el ceño, y Harry solo sonrió, dándonos la vuelta para quedar él frente a la cama. Luego se sentó sobre el colchón y me miró. Creí entender lo que quería, pero negué levemente con la cabeza, sintiendo mis mejillas sonrojarse debido a la vergüenza que me daba solo imaginar la situación. Él sonrió y agarró mi mano, acariciándome levemente.
— Hey, solo quítate la ropa. No quiero ningún espectáculo. Yo me he quitado la ropa porque me entrego a ti. Quiero que tú quites la tuya porque esto es lo que quieres hacer. ¿Por favor? – murmuró.
— Está bien... – acepté, sintiéndome más avergonzada que antes.
Harry soltó mi mano y se quedó solo sobre la cama, con sus ojos fijos en mí. Entonces, tímidamente, llevé mis manos hacia la cremallera del vestido, la cuál bajé con algo de dificultad ya que mis manos estaban temblando como nunca antes. Lentamente, sentí el vestido más holgado, hasta que cayó por su propio peso al no estar ajustado a mi cuerpo; dejándome únicamente en ropa interior y mis medias. Vi como Harry contenía la respiración, y sus pupilas se dilataban levemente. Entonces, cuando agarré la cintura de mis medias, él señaló su rodilla. Entendí a qué se refería, y subí mi pie hasta ella, colocándolo sobre su pierna con cuidado. Y empecé a bajar mis medias, cambiando luego la pierna que tenía sobre la de él. Pude observar como su bóxer cada vez le quedaba más ajustado. Y no podía evitar sentirme asustada al pensar en el momento en que iba a quitárselo.
— ¿Puedes... seguir? – preguntó pausadamente, refiriéndose a mi ropa.
Por un momento quise negarme. Quise decirle que no, meterme a la cama y ponerme a dormir. Pero sacudí levemente mi cabeza, deshaciéndome de esa idea. Quería a Harry, y quería hacer el amor con él, y quería sentir su piel justo sobre la mía; así que asentí muy despacio con la cabeza. Harry me sonrió dulcemente, y asintió también. Sus ojos se volvieron a fijar sobre mi cuerpo, observándome con detenimiento.
Tragué con fuerza y di una larga y lenta respiración, armándome de valor para lo que venía. No tenía miedo de que Harry me dejara. No tenía miedo de que me viera desnuda. No tenía miedo a nada de eso. Tenía miedo a recordar mi primera –y única– vez, y entrar en pánico sin que fuera culpa de Harry, y que sin embargo se sintiera culpable por ello. Por eso quería tomármelo con calma. No quería un ataque de pánico. Harry era la persona más buena sobre la faz de la tierra, y sabía que él no iba a herirme, así que suspiré lentamente y llevé mis manos a mi espalda. Agarré el cierre de mi sujetador. Vi como Harry de nuevo contenía su respiración, atento a mis movimientos. Muy poco a poco, desabroché los dos ganchos que sujetaban la prenda y, tímidamente, bajé los tirantes hasta deshacerme de ella, y dejarla en el suelo, sobre la ropa de Harry. Él tomó una gran bocanada de aire, manteniendo su boca levemente abierta, y puso su mano sobre su entrepierna. Tímidamente, bajé un poco la mirada, sintiendo que el rojo de mis mejillas terminaría pasándose a todo mi cuerpo.
— Vamos... – pidió suavemente, en un susurro.
Lamí mis labios nerviosamente y enganché mis pulgares al elástico de mi última prenda. Cerré los ojos por un momento, queriendo tranquilizarme, y alcé la vista hacia el techo de cristal, viendo como una bandada de pájaros pasaba por allí, volando libremente hacia donde ellos querían. Y así me sentía yo junto a Harry: por fin podía volar libre. Deslicé mi ropa interior hasta que llegó a mis tobillos, y di un paso hacia delante, dejándola en el suelo. Harry agarró mi muñeca, llevándome hacia él. Estaba a punto de sentarme sobre sus piernas cuando él empezó a jadear, hasta soltar un fuerte gruñido, cerrando los ojos, y poniendo su otra mano de nuevo sobre su entrepierna.
— Ah... ah... – murmuró – Dios mío...
— ¿Y-ya...? – balbuceé, tratando de adivinar qué había pasado. Harry solo asintió avergonzado. Yo fruncí el ceño y me separé de él – ¡Harry! – me quejé, sonando quizás más antipática de lo que quería – ¿¡Y para esto presumías tanto!?
— ¡Hey, cálmate muñeca! – respondió, realmente ofendido – ¡Llevo meses sin hacer nada, ni una sola paja! – se defendió – ¡Y me estás volviendo loco así desnuda, así que ven a la cama y bésame por un momento que luego te haré el amor durante toda la noche!
Harry agarró mi cintura y él mismo me estiró sobre el colchón, poniéndose luego sobre mí. Yo hice un puchero, también algo avergonzada por la situación. No quería parecer una desesperada, pero realmente estaba ansiosa por que ocurriera. Quería entregarme por completo a Harry.
Él sujetó su cuerpo poniendo un brazo junto a mi cabeza, y apoyándose en él. Luego empezó a besarme con fuerza. No pude evitar soltar un pequeño gemido. Agarré sus mejillas con fuerza y seguí su beso, acelerada. Había esperado porque aquello ocurriera, y no podía imaginar otro momento mejor.
Para cuando volví a abrir los ojos, al romper el beso para tomar aire, Harry ya se había quitado su bóxer. Pero no quise bajar mi mirada hacia ahí. Al menos no hacia la parte delantera, ya que supe que estaba completamente desnudo al ver su trasero sin ninguna tela cubriéndolo.
El sol ya empezaba a aparecer tras las colinas, y entraba suavemente por la ventana, bañando la estancia de un cálido ambiente y un color anaranjado que se reflejaba en la piel de Harry, dándole calidez y haciendo que pareciera todavía más suave. Yo acaricié levemente su brazo y le sonreí mientras él acariciaba mi cintura.
— Ya estoy listo, amor... – susurró – ¿Me dejas hacértelo sin... nada? Quiero sentirlo todo.
— Harry... – susurré, negando con la cabeza.
— Por favor, muñeca... se pierde mucha sensibilidad usando condón.
— Pero...
— No tienes que tener miedo a nada, Candy –me interrumpió –. Por favor...
Aunque quizás no debía, mi mente creía todo lo que salía entre los labios de Harry. Así que asentí levemente. Él sonrió de tal manera que pareció hacerse de día de golpe. Yo también sonreí, era imposible no hacerlo al verle a él. Entonces sus dos manos agarraron mi cintura con fuerza y abrió mis piernas lo suficiente para poder colocarse entre ellas. Su mirada bajó durante un solo momento, a la vez que su pelvis se inclinaba hacia adelante. Yo mordí mi labio inferior con fuerza, esperando que aquello doliera, como la primera vez; que había dolido. Pero sin embargo, cuando los ojos de Harry volvieron a mirar los míos, y él se adentró muy suavemente en mi cuerpo, volviéndonos uno solo; me pareció que el mundo empezaba a ser mundo, que los pájaros empezaban a cantar, y que el sol salía de golpe, queriendo ser testigo alzándose en el cielo al mismo ritmo en que Harry se mercía. Harry gruñó suavemente, manteniendo aquel ritmo tranquilo, suave, delicado, cuidadoso.
— ¿Te gusta, amor? – preguntó, preocupado por mí. Yo sonreí y asentí – Te amo. Te amo, Candice.
— Te amo, Harry... – jadeé, con la voz entrecortada.
______________
Holaaaaaaaaa marie conectando desde Londres 🙆🏼
Tengo algo que decir que realmente me enfada. Seguro que muchas que hasta el último capítulo estabais criticando la novela, ahora ya no criticáis tanto. En serio, creo que deberiais saber de qué va esta novela, y no va de sexo. He incluido este capítulo porque creo que era adecuado por cómo iba, pero no va a haber ninguna escena más así. También tengo que decir que me parece que si lleváis tantos capítulos pensando que la historia ya no tiene sentido... ¿por qué habéis seguido leyéndola? Yo si leo algo que de repente deja de gustarme... lo dejo. No sigo leyéndome y criticando.
Btw eso solo iba para dos o tres chicas. El resto de mis preciosas y adoradas lectoras ¿qué os ha parecido el capítulo? Yo al imaginar a Harry corriéndose nada más ver a Candy desnuda me reía tan fuerte omg ¿creéis que ha sido una primera vez digna de esta pareja tan cuqui?
pd: amo el vídeo de Harry cantando I will survive🙆🏼
pd2: YOU GOTTA HELP ME I'M LOSING MY MIND
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top