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« Harry »
Cuando llegamos a la casa que habíamos alquilado, Niall dejó el Jeep de Candy aparcado dentro del garaje. Los cuatro bajamos del coche y, lo primero que hice, fue estirar un poco las piernas y los brazos ya que Niall se había negado a hacer otra parada, para llegar cuanto antes. Niall fue hacia el maletero y bajó la gran mochila que él usaba como equipaje, miré la maleta rosa que había ahí, de Belle, y esperé que él la cargara por ella, pero no lo hizo. Así que fruncí el ceño y agarré su muñeca cuando tenía la intención de irse.
— Lleva la maleta de Belle.
— Puede hacerlo ella también, tiene manos para algo.
— Llévale la maleta – exigí.
— Harry, no importa, puedo hacerlo yo – intervino la rubia, bajando su equipaje –. No es como si esto fuera lo peor que ha hecho...
Niall se fue hacia el interior de la casa, dejándonos a los demás atrás. Yo negué con la cabeza, viendo como en el parking entraba otro coche en el que venían Liam, Louis y Zayn. Sonreí, saludándoles con la mano, para luego bajar la maleta de Candy y la mía. Los chicos aparcaron al lado del Jeep y se bajaron. Louis fue el primero en acercarse a nosotros pero, al ver a Candy, su cara cambió.
— ¿Ésta es Candy? – preguntó, con cara de asco.
— Uhm, sí... ¿qué pasa? No la mires así.
— Tuvimos un encuentro no muy agradable hace unos meses, en un autobús... – me explicó mi chica.
— Estaba mirándome como si tuviera algo en la cara – se quejó Louis, cruzándose de brazos y frunciendo el ceño –. ¿Te gusto, o algo?
— ¿Te gusta? – pregunté, algo celoso.
— ¡Claro que no! – exclamó ella, arqueando una ceja – Dejaos de tonterías...
Candy agarró su maleta y, junto a Belle, se fueron hacia dentro de la casa, hablando entre ellas. Me gustaba que Candy hiciera una amiga, ella solo solía salir con Luke, cosa que no me gustaba nada porque sabía los sentimientos del chico hacia mi novia. Pero aparté de mi mente a Luke y toda esa mierda, porque no tenía sentido pensar en ello en aquel momento, y sonreí hacia mis amigos.
— ¿Qué tal el viaje?
— Mal, Liam iba roncando todo el rato – se quejó Louis.
— ¡Y tú ibas con la música a todo volumen, molestando como siempre! – le reprochó el mencionado.
— ¿Y Zayn igual de ausente que siempre, no? – reí, al verle sin ni siquiera prestar atención a nuestra conversación.
— Pues ya le ves... – rió Liam, señalándole – Algún día creo que conectará con el mundo real... digo yo.
— Anda, vamos...
— Candy no es tan guapa como habías pintado – me dijo Louis, cuando entrábamos a la casa.
— Es mucho más preciosa de lo que puedo describir.
— Si tú lo dices... – se burló, negando con la cabeza – Oye... ¿es pelirroja natural? – preguntó en voz baja.
— Sí, ¿por?
— ¿Y ahí abajo...?
— ¿¡Pero qué hablas, degenerado!?
— ¡Dímelo, siempre he tenido la curiosidad de saber cómo lo tiene una pelirroja!
— ¡No te voy a decir nada!
— No se ha acostado con ella – le aclaró Liam.
— Ah claro, ¿cómo vas a saberlo? – rió Louis – Bueno, pues cuando te acuestes con ella... o la veas desnuda, me dices cómo lo tiene, ¿va?
— No te voy a decir nada, guarro asqueroso. Búscate una pelirroja, te la tiras, y lo ves por ti mismo.
— Pff, qué pereza. Tú me lo dices y ya...
— Sí, sí... como sea – dije, negando con la cabeza porque no le contaría nada –. ¿Candy? – dije en voz alta, buscando a mi chica.
— Estoy aquí... – dijo, saliendo de una de las habitaciones – ¿Nos quedamos en ésta? – preguntó desde el marco de la puerta.
— Nos quedamos en la que tú quieras – sonreí, acercándome a ella y dándole un beso corto.
— No quiero oír gemidos ni una sola noche u os amargaré el fin de semana – intervino Louis, simplemente pasando por detrás de nosotros para irse hacia su habitación.
— O sea que podemos gemir durante el día, ¿no? – bromeé, haciendo que Candy me diera un golpe en el hombro – ¡Era broma! – reí, dándole un beso en la frente.
— Belle me ha dicho que hay una piscina climatizada y que quiere ir – susurró sobre mis labios –. Voy con ella, ¿vale...?
— Yo también quiero ir, ¿no puedo? – reí levemente, metiéndola dentro de la habitación y cerrando la puerta detrás de nosotros.
— No, solo chicas... – murmuró en tono de broma, rodeando mi cuello con sus brazos.
— Uhm... si me besas ahora, no voy a dejarte ir a ningún sitio, que lo sepas... – le advertí, viendo como se acercaba a mis labios.
— Entonces no te beso – rió, separándose.
— Hey, pero... – hice un puchero, triste porque quería que me besara – que era broma.
— No, no... no voy a tomar ese riesgo – volvió a reír, abriendo su maleta –. Voy al baño a cambiarme...
— Vale... – asentí, sonriéndole.
Candy se metió en el baño que había dentro del mismo cuarto, había escogido bien porque solo dos de las habitaciones tenían el baño dentro del cuarto. Aproveché ese momento para también ponerme yo el bañador, quitándome mi ropa y poniéndome unas bermudas negras, luego me senté encima de la cama para esperarla. En cuanto abrió la puerta, me giré, esperando verla en bikini, pero sobre éste se había vuelto a poner el vestido que llevaba antes, solo que aquella vez sin medias.
— Vamos a buscar a Belle – dije, poniéndome de pie.
— Está bien.
Me acerqué primero a ella para enlazar mi mano con la suya y salimos juntos de la habitación, yendo hacia la que Niall y Belle se habían adjudicado. Justo cuando fui a picar a la puerta, pude escuchar unos fuertes gemidos proviniendo de dentro, así que me rehusé a llamar.
— Mejor vamos tirando nosotros, y ya vendrán cuando... acaben.
— Uhm... sí, mejor – susurró ella, algo incómoda.
Nos dimos media vuelta, yendo hacia el salón, donde estaban los otros tres chicos. Liam estaba ordenando varias cosas, Louis estaba de pie encima del sofá, no entendí muy bien el por qué; y Zayn estaba con un cuaderno sobre sus rodillas, haciendo algún esbozo.
— Hey, ¿a dónde vais? – nos intervino Louis.
— A la piscina – contesté, señalando la puerta que llevaba a dicho sitio.
— ¿Sin nosotros? ¡Ni de broma! No vas a tener sexo en la piscina.
— No vamos a tener sexo en ningún lado, Louis; no somos como Niall y Belle – aquella vez señalé a la puerta de los mencionados.
— ¿Ya están follando? – preguntó Louis sorprendido – ¿Esto es en serio?
— Sí, y eso que venían peleándose en el coche – negué con la cabeza –. En fin, nosotros vamos a bañarnos...
— ¡Nosotros nos cambiamos y ahora vamos también! – chilló Louis, bajando de un salto del sofá y corriendo hacia su habitación.
Reí y abrí la puerta para que Candy entrara. La zona de la piscina estaba rodeada de cristaleras por tres de los lados, que daban al bonito jardín que tenía la finca, y la cuarta pared era de madera, que era la que estaba conectada con la casa. Había varias hamacas en uno de los lados. La piscina no era demasiado grande, pero más que suficiente para los siete. Candy había cogido una toalla, era más previsora que yo que ni siquiera había pensado en ello, aunque no haría falta porque dentro del recinto se estaba muy a gusto debido a la temperatura del agua, que estaba controlada por termostato y transmitía calor a todo el lugar. Ella fue a dejar la toalla sobre una de las hamacas. Entonces, estando de espaldas a mí, agarró el borde de su vestido para quitárselo. Centré mi mirada en ella y me mordí el labio con fuerza, sintiendo que quizás cuando se quitara el vestido, yo iba a correrme o algo, porque ya llevaba demasiado tiempo sin sexo. Candy tiró del vestido hacia arriba y yo jadeé al verla. Llevaba un bikini negro, sin adornos ni nada. Su cuerpo era suficiente. Su piel era tan blanca que parecía porcelana. Su espalda estaba decorada por algunos pequeños lunares. Y su culo me estaba llamando para que lo agarrara con ambas manos, pero no lo hice. Tímidamente, se dio la vuelta y me miró, haciendo que casi me desmayara. La parte inferior de su bikini cubría por encima de su ombligo, ya que era de esas estilo "vintage". Su piel estaba toda erizada, haciendo que su escote se viera muy sexy. Justo sobre su pecho izquierdo, tenía un pequeño lunar el cual quería besar una y otra vez pero, para no hacerlo, salté de golpe al agua; sino habría terminado por saltar encima de ella.
— ¿Harry? – preguntó algo extrañada, cuando salí de debajo del agua – ¿Estás bien?
— Sí – sonreí de lado a lado, pretendiendo estar calmado –. No pasa nada. ¿Te metes?
— Claro.
Candy se acercó a la escalera y bajó por ella. El agua le cubría hasta la mitad del abdomen aproximadamente. Entonces caminó hacia mí hasta alcanzarme, y me dio un pequeño beso en el hombro, que era lo que quedaba a su altura. Yo sonreí, porque me encantaba que fuera tan bajita, y adorable.
— ¿No vas a mojarte el pelo? – pregunté, abrazando su cintura.
— Cuando se seque, pareceré un león.
— No dejarás de gustarme, de todos modos – reí, negando con la cabeza.
— ¿Seguro? – preguntó con un puchero para luego reír.
— Segurísimo. Dios, es que no te haces ni a la idea de cuanto te quiero.
Antes de dejarle contestarme, hice que subiera sobre mi cintura, siéndome muy fácil ya que debajo del agua pesaba menos que una pluma, por lo que no tenía la necesidad de sujetarla, así que llevé mis manos a sus mejillas y las agarré con fuerza para dirigirla a mis labios. Empecé a besarla suavemente, de una forma lenta y delicada, intentando no acelerarme, pero era difícil teniéndola como la tenía. Sus piernas se agarraron con más fuerza alrededor de mi cintura mientras sus brazos se colocaban alrededor de mi cuello. Sus dedos se enredaron entre los mechones de cabello mojado de mi nuca. Yo no pude resistirme y caminé hasta dejarla acorralada contra el borde de la piscina, entonces ella jadeó al sentir la pared en su espalda.
— Candy... – susurré, con mi respiración algo acelerada.
Hice fuerza con mi pelvis contra su entrepierna, provocando que ella gimiera sobre mis labios, enloqueciéndome más todavía. Bajé mis labios hasta su cuello y empecé a morderlo y lamerlo muy lentamente mientras seguía haciendo movimientos con mi pelvis para rozarme con ella. Estaba jodidamente caliente. Al menos hasta que Louis irrumpió en el lugar, gritando y saltando de golpe dentro de la piscina; por lo que bajé a Candy de mi cintura rápidamente y me aparté un poco de ella. Candy lucía algo... aturdida. Noté como lamía sus labios, por lo que sonreí al verla; pero de pronto noté a alguien escalando por mi espalda: Louis.
— Súbeme a tus hombros – exigió, intentando subir él mismo –. ¡Súbeme, Harry!
— ¡Para de intentar hacerlo y deja que me agache! – me quejé, ya que me estaba haciendo daño.
Louis bajó de mi espalda por lo que pude sumergirme para que él se sentara sobre mis hombros. Yo agarré sus piernas antes de levantarme. Él me ayudó, apartando el pelo que había por mi cara y me dio una palmadita en lo alto de la cabeza.
— No te importa que te quite al novio, ¿verdad? – le dijo a Candy – Ya lo sabía – sonrió cínicamente antes de dejarle responder –. ¡Liam, Zayn, venid aquí y hacemos una pelea!
— Joder, con lo tranquilos que estábamos... – murmuré, negando con la cabeza. Candy solo rió levemente y nadó hasta la escalera para salir de la piscina.
Liam y Zayn también se metieron en el agua, y éste último se subió a los hombros del primero para empezar a pelearse con Louis para ver quién conseguía tirar al otro al agua. Después de tres o cuatro rondas, Liam y yo nos quejamos ya que siempre nos tocaba sujetarles a ellos, y dejamos un rato de jugar a eso, entonces Belle y Niall entraron en el sitio. Niall estaba completamente despeinado, tenía el pelo que solía tener después de tener sexo, sin embargo, como siempre, Belle estaba perfecta. Su pelo rubio estaba recogido en una coleta que caía con un perfecto tirabuzón y llevaba un bikini blanco, contrastando con su bronceado. Cuando Niall pasó por al lado de la piscina, todos pudimos ver los arañazos que había por toda su espalda, por lo que los chicos y yo nos burlamos. Hasta que recordé que los tenía por haber follado... y yo llevaba meses sin tener sexo, así que dejé de burlarme.
— Belle, ven conmigo – dijo Niall, al ver que la chica intentaba sentarse en la hamaca, agarrándola por la cintura.
— ¿Al agua? – preguntó ella, asintiendo levemente y agarrando la mano del chico. Yo me quedé sorprendido, ya que nunca había visto que una chica tomara de la mano a Niall y él no la hiciera soltarle, sino que reforzó el agarre. Quizás Pablito estaba enamorándose.
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Hola muñecas <3
No sé por qué, si el capítulo anterior fue muy aburrido o qué, pero como que nadie comentó:( estoy intentando subir más seguido de todos mis fanfics, esforzándome por escribir rápido, y sin embargo comentáis menos:( es deprimente u-u
Anyway, ¿qué os ha parecido el capítulo de hoy? Niall y Belle son súper OTP okok, pero él es un cabrón, le odio pero le amo pero me mato, vale. Belle tiene que dejar a Niall e irse con Michael, me da igual que no esté, yo quiero Michael. OK TENGO MUCHos feels de él. Btw, ¿qué os parece el calentón de Harry? ¿Conseguirá calmarse o terminará violando a Candy mientras ella duerme? Cuantos misterios sin resolver, ah.
Recordad hacerme preguntas para el vídeo de preguntas y respuestas que haré por llegar a los 40K seguidores, podéis hacerlo mencionando mi cuenta en twitter (xniallscrownx) o usando el hastag #AskMarie. <3<3 Y si queréis dedicación porfa pedidla en un comentario :p
» capítulo dedicado a CarlaLazarte
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