Capítulo 48: "Víspera de una reconciliación"
Cerca de las 12 del día el celular de Nicholas, comenzó a sonar en la mesita de noche de Danielle, y ella por costumbre lo tomó medio dormida, pero cuando vio el nombre de Frida, brillando en la pantalla de IPhone, se sentó en la cama de un salto recordando la noche anterior
-¿Qué, que pasa? ¿Estás bien?
Asustado por el brusco movimiento Nicholas, también se despertó y se sentó junto a Danielle, a la espera que le dijera algo
-Lo siento, el teléfono me despertó..., es tu esposa
Le extendió el celular con una amarga sensación en la boca al decir aquella palabra. Nic, tomó el teléfono y rechazó la llamada.
-Ignórala
-¿Qué tipo de relación tienen?
-Absolutamente ninguna, yo doy las órdenes y ella obedece a cambio de dinero, mucho dinero, nada más lo prometo
Le acarició la espalda baja rodeándola con uno de sus brazos para abrazarla, Danielle, se dejó caer con cuidado en el pecho de Nicholas, mientras la acariciaba con delicadeza
-Se siente horrible decirlo en voz alta...
-Olvídate de ella, nosotros tenemos algo que hacer y no puedo esperar a irnos
-¿Seguro que puedes tomarte unos días en el trabajo? Se supone que regrese mañana a mi puesto
-Podemos tomarnos cuanto tiempo deseemos tú no te preocupes por nada
-Pero Nic, no quiero descuidar mi trabajo
-El trabajo es tuyo, nadie te lo va a quitar y ya te he dicho que si yo no estoy entonces tampoco es necesario que lo estés tú
-De acuerdo, mejor háblame de lo que quieres hacer porque no creo que tengas nada planeado
-Solos tú y yo ese es todo el plan –cuchichea besándole la oreja con ternura
-¿Tu familia no se va a molestar porque desaparezcas en navidad?
-No son los más cariñosos ni "tradicionales" cariño, así que no te preocupes por eso
-De acuerdo
-¿A qué hora te gustaría partir?
-Por la tarde Jim, me dijo que hablaría con una amiga para que me examinara los dientes y fue muy convincente cuando dijo que no aceptaba un no
-Sí, probablemente debas asistir a esa cita mientras yo preparo todo
-Puedo ayudar ¿Qué quieres que haga?
-Solo la maleta para unos días
A las 3 de la tarde Nicholas, la recogió en el apartamento y estaba particularmente ansioso por alejarse de la ciudad. Frida, lo había estado llamando durante todo el día, pero estaba decidido a ignorarla, nadie arruinaría su escapada junto a Danielle.
-¿Estás segura de esto? Porque podemos escoger cualquier otro día
-Estoy segura -le dedica una resplandeciente sonrisa cargada de complicidad y emoción
-Dime qué tan segura
-Quiero estar contigo ahora ya, lo necesito, lo necesitamos además yo solía pasar las navidades con Mika, Leo y Amanda y no quiero incomodarlos porque puede que las cosas con Mika, estén bien pero Amanda, es cuento aparte
-¿Y tu tía? Ella se va a preocupar
-Pasará la navidad con su esposo y sus amigos, a mí no me gusta meterme allí, no me agradan esos hombres
-De acuerdo, entonces es hora de irnos y mantenerte todo el tiempo pegada a mí porque no sé qué haría si te extravías por 4 días
-¿A no?
-No -le rodea la cintura para mantenerla cerca-. Estoy loco por ti, necesito saber dónde estás siempre, aunque no estemos juntos. Me tranquiliza saber dónde te encuentras
-Eso es lo más lindo que me has dicho, no hay nada antipático ni mezquino ¡estoy orgullosa!
-Pequeña revoltosa y provocadora.
-Ya dime donde será ¿la casa de la playa o esa cabañita a la que me llevaste engañada?
-Tendrás que aguantarte –depositó un suave beso en sus labios fruncidos en un puchero al no obtener la respuesta que deseaba
-Entonces tú también –refunfuñó cruzándose de brazos
-¿Qué tengo que aguantarme? –peguntó divertido con el juego
-No más toqueteo hasta no saber dónde me estás llevando
-¿Qué? –intentó no reír porque estaba seguro que eso no sucedería
-¿Me abres la puerta? –señaló la puerta de la camioneta sacándole la lengua en un gesto infantil
-Si me vuelves a sacar esa lengüita tan dulce tentándome ya que no me permitirás tocarte durante todo el maldito camino te juro que te haré pagar en la cama, conozco tus puntos débiles dulzura y te haré sufrir largo y tendido
-No me pongas ansiosa
-Que ganas de darte unos azotes –se muerde el labio mientras desvía la mirada al trasero de Danielle.
-La puerta Allen –finge seriedad cuando lo único que deseaba era sonreír
Entre bromas, muchas risas, demasiada conversación y música Dani y Nic, hicieron el viaje de 4 horas lejos de todo. Y eso era en una reserva en medio del bosque, un hotel en donde las suites eran cabañas individuales muy privadas y todas ubicadas alrededor de un majestuoso lago todo bastante independiente. Un mini paraíso así lo nombró Danielle. Ella estaba tan fascinada al descubrir que existía un lugar así. Embobada y de la mano de Nicholas, todo el tiempo hizo el check-in y cuando el recepcionista ofreció un tour por el hotel no lo dudó y respondió antes que Nic, lo hiciera
-¡Por supuesto! ¿Puede ser ahora?
-¿Ahora mismo?
Preguntó el recepcionista dirigiendo su mirada de Danielle, a Nicholas, algo bloqueado con su entusiasmo
-Sí, ahora -demandó ocultando una sonrisa-. Y para cuando acabemos queremos bocadillos en la suite dulces y salados algunas opciones para beber y la chimenea encendida
-Claro señor, señora
El hombre asintió y enseguida llamó a un empleado para que les diera un tour mientras otro llevaba sus bolsos a la suite.
Tomados de la mano y pegados uno al otro como una cariñosa y normal pareja hicieron el recorrido por el maravilloso hotel. Nicholas, no dejaba de sonreír ante el asombro de Danielle, por algunas zonas de la propiedad, claro el ya conocía todo pero no iba a dejarla sola con un desconocido y privarse de tiempo con ella, además lo estaban pasando de maravilla, había sido como empezar de cero, la conversación en el auto, las bromas, las risas sentía que nunca había reído así tan despreocupadamente y saber que ella es la responsable y que ríe con él, a su lado lo hace sentir como nunca y aliviado de haber superado sus problemas, solo tiene que dejar de dar órdenes. O al menos intentarlo.
Cuando luego de 45 minutos conocieron la suite, el jadeo que soltó Danielle, fue tal que Nicholas, soltó una alegre carcajada mientras la jalaba al centro de la habitación dónde la cama extra grande estaba ubicada frente a toda una pared de cristal con vista y salida directa al lago
-¡Esto parece una luna de miel!
Chilla mientras Nicholas, la rodea con sus brazos posando su mentón en la cabeza de Danielle, encajaban perfecto.
-Podemos pretender que es una y hacer cosas sucias -le susurra al oído provocándole escalofríos
-Mm..., entonces ahora pondrás música y la primera canción dirá lo que sientes y la segunda lo que quieres
-Mierda, tengo que escoger muy bien entonces -le muerde el cuello juguetón-. Aunque sinceramente no creo que exista canción que describa lo que te quiero hacer
-Tan pervertido mi señor Allen -suspiró recostada en el pecho de Nicholas, sintiéndose aliviada, a gusto. Bien
-Me gusta cómo suena eso
-Y a mí me gustas tú Nicholas
Declara emocionada ¿cómo era posible que ha hiciera sentir tan bien con tan poco? Solo había cambiado de actitud, habló de todo cuanto le preguntó sin quejarse no tratarla de metiche, rieron, bromearon, hasta cantaron un par de canciones y bromearon sobre ir a un karaoke y hacer un dúo. Vaya 4 horas de viaje en carretera. Terapéuticas.
-Dame un minuto
-No, quédate aquí -le sujeta las manos que aferraba a su cintura
-Voy a poner esa canción que dices
-¿Ya se te ocurrió una?
-Un par, ve al comedor a probar algo de lo que trajeron
-Bueno
La giró entre sus brazos y se besaron lenta y románticamente antes de separarse. Nicholas, conectó su celular al Bluetooth del equipo de sonido y seleccionó dos canciones para que se reprodujeran en el orden específico en que Danielle, había dicho.
Una tranquila y romántica melodía comenzó a sonar por toda la suite y entonces una peculiar voz comenzó a cantar:
Alguna vez te he dicho
Qué bien se siente abrazarte
No es fácil de explicar
La cabeza de Danielle, dejó de recorrer el maravilloso mini buffet lleno de delicias y se centró en la letra, era bastante clara y..., bueno una declaración. Nicholas, volvió a rodearla con los brazos para que se recostara contra su pecho y en silencio y sintiéndose satisfecho escuchó la canción y sintió como se le aceleraba el pulso a Danielle, a medida que iba comprendiendo la letra
Y aunque realmente estoy intentando
Creo que puedo comenzar a llorar
Mi corazón no puede esperar otro día
Cuando me besas solo tengo que
Bésame, solo tengo que
Bésame, solo tengo que decir
Bebé, te amo, vamos bebé
Bebé te amo
Bebé, te amo, te amo solo a ti
No puedo vivir sin ti
Amo todo de ti
No puedo evitarlo si me siento así
Oh, estoy tan contento de haberte encontrado
Quiero mis brazos a tu alrededor
Me encanta escucharte llamar mi nombre
Oh dime que sientes
Dime que sientes
Dime que sientes lo mismo
Bebé, te amo, vamos bebé
Bebé te amo
Bebé, te amo, te amo solo a ti
-Yo...
-No, no aún queda otra canción, me pediste dos así que no digas nada hasta que acabe
Y la segunda canción ya no era romántica, al contrario era sexy y directa, también le causó algo de gracia la frase del coro, y de hecho le gustó
"Porque el sexo es mucho mejor cuando estás enojada conmigo"
-¿Es una reconciliación?
Cuchicheó divertida con lo que estaba sucediendo y no pudo evitar presionarse contra ese cuerpo tan tonificado que poseía Nicholas, como gatita en celo
-Me parece haberte escuchado decir que es una "luna de miel"
-¿De verdad quieres esto? Ser despreocupado, espontáneo, no celoso y todo eso que no eres -estaba preocupada de obligarlo a hacer cosas que no quiere
-Tú mandas
-Uy, cuidado que me puedo aprovechar de eso
-Entonces aprovéchate de mí
Se giró y deslizó lentamente sus manos desde el abdomen de Nicholas, hasta su cuello entrelazando los dedos para aprisionarlo y poder besarlo
-Primero comamos –susurró sobre sus labios al sentir su excitación
-Claro "bebé" -hizo referencia a la letra de la canción
Rió sobre los labios de Nicholas, lo besó una vez más y se apartó para verlo a los ojos, lo necesitaba para saber que lo que sucedía era real.
-Jim, te envió algo para el dolor, iré por el frasco
-¿Ahora? -protestó
-Sí, debes cuidarte..., tienes unas marcas horribles -bajó el tono de voz algo apenada
-Oye no te sientas responsable, lo haría mil veces más si es necesario para que estés a salvo
-Oh Nic... -gimió conmovida haciendo un puchero
-Vamos mujer, dame mi medicina -bromea para sacarla de su repentino sentimiento de culpa
-Es que...
-Es que nada cariño, soy dueño de todas mis decisiones y no me importa haber pasado unas horas en una celda, ya nos deshicimos de Cameron, definitivamente
-Mi héroe
-Y todo tuyo, ahora ve para que podamos comer
Tomando una profunda respiración dejó de lado ese sentimiento de culpa y se centró en lo que estaba sucediendo en ese momento y corrió a su bolso, tomó las pastillas, se quitó el abrigo y antes de regresar con Nic, le envió un mensaje a su tía avisándole que ya habían llegado.
-¿Tienes calor? -preguntó al encontrarlo descalzo y sin camisa
-La chimenea -señala el fuego-. Y la compañía -la señala a ella
Muchos besos, caricias y algo de comida después, se recostaron en la cama y Nicholas, no pudo evitar clavar la mirada en la boca de Danielle, y el modo en que devoraba un par de bombones de chocolate ¡era erótico!
-Aclárame quiénes saben que Frida y tú..., ya sabes, nada -pidió con un escalofrío recorriendo su espalda
-Lo único que esa mujer provoca en mí son dolores de cabeza
-Eso espero...
-Jim y tú, sólo ustedes
-¿Tú familia? ¿Vanessa? -insistió celosa
-Piensan que es un matrimonio real
-Es real
-En teoría, ya estoy planeando mi divorcio
-Tienes que fingir que estás enamorado de ella frente al resto
-No tengo nada que demostrar a nadie, es mi palabra, deben creerlo
-Y Frida...
-Me ha salido bastante cara como para que no obedezca
-¿Ya no trabajará en la oficina?
-No, no quiero que pases malos ratos por su culpa, además se estaba aprovechando de su papel y fastidiaba a todo el mundo
Resoplando al reconocer a esa holgazana Danielle, se acomodó para mirarlo mejor y se sentó frente a Nicholas, estaba apoyado en el respaldo de la cama mientras que ella, boca abajo sosteniéndose con los codos. Quería saber cosas y aclarar otras pero tenerlo semi desnudo con esos perfectos abdominales era jugar sucio
-No mientas, no lo hiciste por mí
-¿Ah no?
-No, es solo tu ego, no vas a tolerar que tu esposa trabaje, la gente puede hablar
-Mi imagen es importante -ahí estaba don petulante
-Lo sé, eres un vanidoso tremendo
-Tenemos que tener mucho cuidado, mi reputación...
-Entiendo Nicholas, pero tienes que saber que no voy a andar ocultándome, no vas a convertirme en tu amante -le advirtió algo ofendida
-No cariño -se inclinó hacia adelante para estar más cerca de su cara-. Tú estás por sobre todo, solo debemos tener cuidado y escoger muy bien los lugares en donde seremos nosotros, no quiero hacerte daño nunca más -tomó su rostro acunándolo con una de sus manos enterrando sus dedos en sus risos rebeldes-. Dime que me crees
-Creo en tus intenciones..., pero hay que ver qué sucede
-Por supuesto
Asintió de acuerdo aunque no pudo evitar observar su rostro en busca de dudas. No encontró nada, solo esa intensa y hermosa mirada azulada que lo enloquecía. Estampó sus labios con fuerza besándola apasionadamente, estaba hambriento y su lengua ansiosa, tanto que ni cuenta se dio de cómo llegó a estar recostado sobre ella besándola como un poseso, si darle respiro. Metió una de sus piernas entre medio de los muslos de Danielle, y se frotó y frotó excitado, quería desnudarla ¡ya!
Y lo hizo.
La desvistió gustoso controló sus ansias y fue con calma, no quería desgarrar su ropa por la urgencia. Hicieron el amor. Ya no fue solo sexo y ambos se dieron cuenta, pasaron a otro nivel
-¿Qué hora es? -pregunta Danielle, en un suspiro abrazada al pecho de Nicholas
-Qué importa -le sonrió besándole la frente
-Tengo hambre
-Yo también después de todo el ejercicio que hicimos –sonríe apretando su abrazo
-Exagerado, además tú estás acostumbrado a ejercitarte de seguro tu resistencia es mejor que la mía, muuuucho mejor detesto correr -levantó la cabeza para encontrar su sonrisa burlona
-Que bien, tienes que mantener este culito redondo que tanto me gusta
Ríe dándole un cariñoso agarrón enterrando sus dedos con suavidad en la carne pálida de una de las nalgas de Danielle
-¿Y la hora?
-La una de la madrugada -responde echando un vistazo a su celular abandonado en la mesita de noche
-Veré si los pasteles siguen vivos, esa chimenea está muy caliente –anunció con la intención de levantarse
-No Dani, vamos a ordenar algo no comas sobras –hablaba en serio
-Convénceme -lo desafió apartándose para sentarse en la cama
-Hay una pizzería increíble dentro del hotel, y trabaja hasta las 4am
-Extra queso y aceitunas
-¿Pepperoni?
-Es pizza ¡claro que pepperoni!
Otra carcajada divertido, se lanzó sobre su chica y la besó a gusto mientras le jalaba la sábana que lo privaba de sus perfectos pechos.
-Pide la pizza -gimió-. Podemos hacer cositas mientras esperamos
-Me gusta hacerte "cositas" –sonríe entre besos
-Entonces pizza
Y antes que se moviera Nicholas, la penetró hasta el fondo haciéndola gemir tan fuerte que casi se corre.
-¡Tramposo!
-Ahora voy a llamar
-¿Qué? ¡No! -intentó quitarle el celular de la mano
-Calma "bebé" que no nos pueden ver
-Pero...
-Guarda silencio gatita traviesa
Le guiñó y enseguida hizo su llamada fingiendo que todo estaba bien, claro su novia penetrada y caliente justo debajo de él, era de lo más normal
-Listo, tienes 30 minutos para hacerme disfrutar
-¿Tengo o tenemos?
-Tenemos, mi error, pero esta vez tú tendrás que hacer el trabajo, estoy un poco adolorido..., móntame
-Pervertido
-Siempre
Agarrándole una pierna invirtió posiciones volviéndole a provocar un grito de placer.
-Es lo que quiero escuchar toda la noche
-Bru..tooo -gimió
-Me estoy enfriando
Excitada por el desafío se acomodó sobre su pelvis y se estiró para alcanzar su boca, un suave beso y se apartó lo justo para ofrecerle sus pechos mientras se mecía lentamente torturándolo de placer.
Cuando la pizza llegó ambos gritaban a punto de cerrar el negocio. Danielle, lo había provocado un poquito de más y ahora la tenía boca abajo siendo penetrada a lo bestia y ella estaba alucinada.
Con piernas temblorosas y una semi erección Nicholas, se levantó de la cama, tomó una bata del hotel (o albornoz) y fue a recibir la comida, era una chica y al verlo se ruborizó y casi tira la caja al suelo, por suerte los reflejos de Nicholas, aun funcionaban y su mala leche también. Le lanzó un "si llegaba al piso no la pago" agarró la caja y le lanzó un billete, tenía prisa por regresar a la habitación
-Demonios
Jadeó al ver a Danielle, de pie junto a la cama intentando cubrirse con una sábana que seguía puesta en el colchón, escribía un mensaje en un horrendo y anticuado celular
-¿Que pasó, dejaste caer la pizza? -dejó el celular en la mesita de noche
-No, pero tú vas a dejar caer esa sábana en este instante si quieres comer esta pizza caliente –le señala la caja que sostiene
-No puedo creer que hayas abierto la puerta con tu "arma cargada" -dice riendo mientras observa el prominente bulto a punto de abrir esa esponjosa bata de hotel
-¡No le pongas apodos!
-Trae aquí tu "herramienta de la pasión" y que no se enfríe la pizza
Dejó la caja sobre una mesita decorativa junto a la puerta, se quitó la bata y listo para otro round caminó cuan depredador y le arrancó la sábana. La empujó sobre el colchón con cuidado y la montó. Fue rudo y rápido, tal como les gustaba.
Ahora ambos envueltos en un par de batas del hotel se trasladaron a la sala, encendieron la Tv, buscaron algo de beber en el mini bar y comieron su pizza hambrientos.
-Acabas de conocer mi escondite
-Dime más
-Vengo aquí cuando necesito un respiro del trabajo o de mi familia
-¿Solo o con "amigas"?
-Siempre solo
-Hasta ahora
-Exacto
-Y no te atrevas a regresar sin mí
-Por absolutamente ningún motivo "bebé"
Sé miraron a los ojos dejando de lado la pizza, sonrieron y en cámara lenta sus rostros se aproximaron para darse el mejor beso de película, tierno, intenso, apasionado, fogoso y cargado de sentimientos. Y deseos sucios.
-Vamos a la ducha y a descansar -propuso Nic, cerrando la caja con aún media pizza sin comer
-Ve tú primero
-Cariño, no seas tímida
-No es eso, solo quiero ordenar la cama un poco, quitamos todo, es un desastre
-¿Vas a privarme de ese espectáculo?
-Depravado, no lo voy a hacer desnuda
Riendo se levantó del sofá y se fue a la habitación a buscar sus cosas de aseo en el bolso y entró en el celestial baño. Se cepilló los dientes mientras Nicholas, la manoseaba intentando quitarle la bata.
-Vamos a la ducha juntos, te prometo no hacerte cositas sucias
-De acuerdo, pero no me voy a mojar el cabello, se me pone horrible por la noche
-Por supuesto
-Dame un minuto
De su bolsito sacó un cepillo y comenzó a cepillarse el cabello para desenredarlo pero tan pronto como comenzó Nicholas, se lo arrebató y él, mismo continuó con el trabajo
-Nic -gimió-. Esto hará que me duerma aquí mismo
-¿Te relaja?
-Sí, me provoca un hormigueo delicioso -suspira con los ojos cerrados
-Anotado
Y se encargó de desenredar cada uno de sus cabellos hasta darse por satisfecho, luego le soltó el nudo de la bata y la dejó caer al piso deleitándose con el reflejo de ambos desnudos y las marcas enrojecidas de sus dientes en los pechos de Danielle. La besó con ternura en el hombro y ella abrió los ojos, tomó una liga para amarrar su cabello y dejó que Nic, la llevara hasta la ducha y le pasara jabón por todas partes sin pudor Danielle, estaba de pronto muy relajada y decidida a poner todo de su parte para estar con él
Después de ordenar la cama bajo la atenta mirada de Nicholas, se acomodaron y nada más apagar las luces sé durmieron profundamente. Ya eran casi las 6 de la mañana.
A la una de la tarde Nic, fue el primero en despertar estaba impaciente por descubrir a Danielle, a su lado. La observó casi una hora hasta que ella abrió los ojos y le sonrió
-Hola acosador ¿qué haces mirándome?
-Admirarte
-Debo verme terrible
-Preciosa
-Y tú tan perfecto como si llevaras un par de horas levantado
-¿Quieres almorzar en el restaurante del hotel?
-¡Sí! -se sentó de un salto-. Es como una mini jungla .comentó emocionada recordando el vistazo que le dio a ese lugar durante el tour
-Vaya así si me gusta verte
Sonrió hacia los desnudos pechos de Danielle, ella llevaba un pijama y ahora nada
-¿Qué hiciste con mi pijamas?
-Me estorbaba
-Tramposo, me lo quitaste mientras dormía
-Cuando estemos aquí no quiero que lleves nada de ropa
-No me voy a pasear en bolas
-Bueno acepto una de esas braguitas tuyas
-Aún falta ropa –señala sus pechos con el índice
-Y para tus tetas maravillosas -guardó silencio mientras las contemplaba-. Un suéter que yo te voy a dar
-¿A sí? -arqueó una ceja curiosa-. Quiero verlo
-Pídeme lo que quieras y lo haré -le sonrió y resplandecía felicidad
-¿Hablas en serio? -tenía una mirada perversa en el rostro pensando en qué pedirle solo para molestar
-Absolutamente
-Probablemente debamos usar condón si vamos a seguir haciéndolo como locos
-Noooo, lo arruina todo, no quiero Daani -refunfuñó como niño
-Pero me gusta ver cómo te lo pones
-Una vez al día
-¿Es una negociación?
-Oh sí que lo es "bebé"
-Bien, yo quiero que dejes de afeitarte me vuelve loca esa sombra de barba y lo más importantes, nada de camisas, polos, suéter, lo que sea quiero ver esos sensuales abdominales todo el tiempo
La tercera noche en esta escapada de "luna de miel" la habitación se encontraba bastante tranquila en comparación a las noches anteriores, Danielle, dormía la siesta arrebatada tras pasar 3 horas en la piscina temperada que Nicholas, reservó para que nadie los interrumpiera mientras tenían sexo como locos. Le permitió descansar unas horas antes de pedir la cena al servicio a la habitación. Por primera vez preparó todo, claro que le indicó al empleado como organizar la mesa.
Con el pecho lleno Nicholas, la observó dormir se sentía especialmente pensativo e ilusionado, nunca esperó experimentar aquello con una mujer, Danielle, lo hacía sentir a gusto con tanta simpleza y el hecho que siguiera su petición y llevara nada más un suéter navideño y bragas lo hacía ir sonriendo todo el tiempo. Estos pocos días juntos estaban siendo tan buenos que no quería que acabaran. La cena navideña que compartieron fue íntima, familiar, romántica, inolvidable y morbosa, nunca se imaginó compartir con alguien la cama, la ducha, incluso la pasta dental y con ella quería todo eso, y estaba muy dispuesto a obtenerlo, tanto que ya le había enviado un mensaje a su abogado para que averiguara cuánto tiempo debía continuar con el matrimonio arreglado para obtener el poder absoluto de la empresa sin que nadie dude o se meta con sus decisiones.
Vestido solo con un pantalón de deporte Nicholas, se subió a la cama y gateando llegó hasta Danielle, le besó el cuello, el hombro, el codo, la muñeca, la mano que reposaba sobre su cadera, le dio un juguetón beso en el trasero y continuó descendiendo su camino de besos por el suave muslo..., se detuvo a mirarla esperando ver sus ojos favoritos pero ella aún los tenía cerrados aunque sonreía la barba de unos pocos días que llevaba Nicholas, le hacía cosquillas, deliciosas cosquillas
-Vamos, a cenar que luego te como enterita
-No quiero... -lloriqueó acomodándose para seguir durmiendo
-Comamos algo, necesitas energía para seguirme el ritmo
-Soy un oso perezoso
-Una osita sexy y dormilona
Rió y con una burlona mirada le mordió allí justo donde sus muslos crean una V, le jaló las bragas con los dientes provocándola pero Danielle, no pensaba moverse
-No puedes tomar el postre antes de la cena –le dijo Nicholas
-Si puedo
-¿Quieres que te folle con la boca ahora?
-Tal vez
-Suficiente dormilona, iremos a cenar a la sala ahora
Se levantó de la cama y la tomó en brazos sin ningún esfuerzo, la cargó hasta la mesa, la acomodó en la silla se arrodilló junto a ella y la besó con fuerza, y con lengua, siempre con lengua, al menos eso le pidió él
-Si tengo que darte la comida en la boca lo voy a hacer
-Mira cómo me tienes ¡soy una esclava sexual! Y con tus comidas finolis tan pequeñas hasta de peso he bajado
-"Bebé" tú has bajado de peso por todo el sexo que hemos tenido. Es ejercicio –le guiña cómplice
-Me tienes a dieta –le hace un puchero
-Vamos a comer, te prometo que te va a gustar y que no será una porción tacaña, quiero que hablemos
-Me vas a decir que quiere tu amiguita Vanessa, que llama todos los días a cada hora ¿o no?
-Sí, pero primero dame una sonrisa y un beso
-Que mandón Allen
Lo agarró del rostro con ambas manos jalándolo hacia ella para besarlo apasionadamente y como le encantaba hacerlo.
Satisfecho Nicholas, se levantó y le quitó las tapas a la cena descubriendo una gran fuente de papitas fritas otra con ensaladas y un buen filete. No se le pasó el modo en que a Danielle, le brillaron los ojos al ver las papitas, le encantan con mostaza y lo sabe.
-Quiero disfrutar de mi cena contigo antes de hablar, hay varias cosas que necesito decir
-¿Nos vamos a quedar por más días?
-¿Cómo lo supiste? –la miró sorprendido
-Eres pésimo siendo "discreto", te oí desde el baño cuando hablabas con el gerente de este majestuoso hotel
-¿Te parece una buena idea? Si no quieres nos vamos mañana
-No me gusta esa expresión -lo señala con una papita-. Me encanta estar contigo Nic, no lo dudes
-Esto es nuevo para mí y tú me abrumas con sensaciones que jamás experimenté
-¿Te abrumo? –repitió preocupada
-En un buen sentido, no pongas esa carita, es bueno cariño
-Si hago o digo algo que no te guste tienes que decírmelo Nic, y tratar de no ser un odioso las cosas se hablan para poder solucionarlas no para crear una pelea
-Prometo que lo voy a aplicar
-De acuerdo ¿qué haremos mañana? –cambió de tema
-Haremos una excursión, así que hoy solo tendremos sexo antes de dormir
-¡Que castigo! –rió divertida sabiendo que él sería quién más lo lamentaría
-¿Te hablo de la excursión?
-Sí por favor
Y su cena fue tranquila hasta que llegó la hora del postre. Nicholas, literalmente la levantó de su silla de un tirón, le quitó las bragas y la levantó para subirla a la mesa. Era la hora del postre.
-Que bruto
-Te encanto bruto –sonríe limpiándose la boca
-Necesito una ducha y quitarme la mostaza del cabello antes de esa conversación súper seria que tendremos
-Buena idea
Hizo que le rodeara la cintura con sus piernas y la cargó hasta la ducha, se manosearon y también lavaron por media hora antes de instalarse en el sofá vistiendo batas de hotel
-¿Qué sucede Nic? Estás demasiado serio
-Esperemos unos minutos, pedí algo para beber
-Pero que atento señor Allen
-Puedo serlo "bebé"
-Estoy en shock, el niño rico pondría el grito en el cielo antes de tener que hacer el mismo la llamada
-Ese imbécil solo quería provocarte
-¡Y vaya que lo hacía!
-Te veías tan atractiva cuando me desafiabas -la besa con cariño
-Tú todo el tiempo, odiosito
-La puerta, no te muevas
Una vez que Nicholas, regresara al sofá con las copas y le diera una piña colada a Danielle, se acomodó frente a ella acariciando su pierna desnuda
-Quiero que funcionemos
-Nic... -suspiró ilusionada con lo que eso significaba-. Prometo poner todo de mi parte aunque sea difícil con la situación de Frida, pero tú tienes que ser sincero y no mentir ni ocultarme nada para que estemos bien
-No más mentiras, lo prometo
-Aunque no me gusten
-Tampoco a mí, quiero saber cuándo veas a tus amigos, incluso cuando planeen algo
-Nic...
-Lo necesito, soy celoso y me descontrolo no soy capaz de mantener la calma..., es como si..., no puedo explicarlo -suelta el aire con fuerza, no era fácil para el confesar un defecto
-De acuerdo "bebé, no tengo nada que esconderte
Nicholas, sonrió al escucharla llamarlo "bebé" como él, ha hecho desde que llegaron y me dedicó aquella cursi canción de la banda "Ramones" bebió el contenido de su copa de un solo trago y la observó un instante al desnudo, su rostro era tan transparente que no tenía motivos para dudar. Sus ojos brillan, sus mejillas aún estaban rosadas después de la apasionada ducha
-Sabes lo que quiero decir cada vez que te digo "bebé" ¿no es así?
-Creo...
-Te amo Danielle
-¡Ya basta! -ríe nerviosa
-¿No me crees? –ahora él, también estaba sonriendo
-¿Qué tanto me amas? -pregunta bromeando
Manteniendo la sonrisa Nicholas sacó una cajita cuadrada del bolsillo de su bata y la abrió para ofrecérsela. Era un hermoso collar con una piedra azul marino en forma de corazón de unos 6 centímetros rodeada por diminutos diamantes blancos
-¡Oh mierda! -chilló con los ojos abiertos como platos-. Es como..como "¡el corazón del mar!" pero más pequeño y hermoso ¡Nicholas! –no pudo evitar sonar emocionada
-Lo sabía... -susurra con algo de ¿timidez?-. ¿Vas a aceptarlo? Sé que detestas que te haga regalos costosos, pero este es perfecto para ti, di que sí, por favor
-Es precioso, aunque no sé cuándo podría usarlo sin parecer una tonta con un collar tan fino
-Pronto podremos ser nosotros y lo usarás cuando quieras
-¿Qué quiere decir eso?
-Que te amo Dani
-Yo también Nicholas, es el único motivo por el que no he renunciado ni a ti ni al trabajo..., no quiero dejarte solo
-Vamos a hacer que valga la pena el esfuerzo, ya estoy hablando con mi abogado sobre el papeleo -abrió sus brazos y la recibió en su regazo-. Es probable que debamos esperar un periodo de tiempo tal vez unos unos meses hasta poder anular el matrimonio, pero necesito tu apoyo, te necesito a mi lado
-Por supuesto Nic, si hasta ahora no me he ido ¿qué te hace creer que lo voy a hacer ahora? -besó su mejilla y le rodeó el cuello con fuerza abrazándolo para demostrarle que no lo va a dejar ir
-Voy a hablar con Frida y con Vanessa, les voy a aclarar cual es su lugar
-¿Qué pasa con ella? ¿Por qué llama tanto?
-No he querido contestarle pero si escuché uno de sus mensajes y se enteró que el asunto con Frida, es un arreglo, le revisó el celular a Jim
-No me agrada tu amiga Nic
-Prometo que no será un problema para nosotros
-Pero está enamorada de ti
-Lo sé
-¿No te importa?
-No me provoca nada, solo la aprecio porque nuestras familias son amigas de toda la vida y me conoce y me soporta
-Espero que no sea un problema las mujeres somos celosas y vengativas
-Por mi parte nunca va a pasar Dani, ella es solo mi amiga
-De acuerdo
Se besaron unos instantes antes que Danielle, volviera al sofá y por su copa.
-Es un poco tonto pero no te lo he pedido
-¿Pedirme qué?
-Que seas mi novia
-Si bueno, es un poco tonto creí que estaba claro pero...
-Solo responde, quiero escucharte
-Si quiero ser tu novia
-Voy a hacer las cosas bien
-Comenzaste increíble
-Bebe tu copa que tenemos que encargarnos de un asunto antes de dormir
-Uy
-Y vamos a madrugar
-Si no hay más remedio
Y los 4 días que inicialmente iban a pasar lejos de todos se convirtieron en una semana. Regresaron a la ciudad el domingo después de una larga mañana entre las sábanas aprovechando cada minuto antes de tener que volver a la realidad. La fiesta de año nuevo que planeaba la compañía sería inmensa y todos asistirían con un invitado. Danielle, invitó a Mika y Leo, con el consentimiento de Nicholas. Sería un lunes bastante loco.
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Holaaa
Acabo de hacer una modificación, separé el capítulo en dos partes, así que cuando les llegue la notificación es por eso ;)
Algo no me convencía del todo, así que hice esto. Espero leer sus comentarios y reacciones a lo que este par se dice y/o hace
Canciones:
Ramones: Baby, i love you
Hinder: Get Stoned
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